Así arrancamos con los cuernos consentidos
Hacia un par de años que me calentaba la idea de verla coger con otro. Me pajeaba pensando en eso, consumía mucho porno cuckold y leía todo lo relacionado con infidelidad y cuernos consentidos. Todo eran fantasías mías hasta que me decidí a compartirlas con ella. No fue fácil, al principio, ella dudaba de lo que pasaría en la pareja y no estaba segura que fuese en serio. Le propuse que arranquemos como un juego, una fantasía, algo para darle un condimento a la relación; y así fue.
Cuando cojíamos, yo le preguntaba si había estado con alguien más, que me cuente, que no me enojaría, al contrario, me calentaba. Ella no estaba segura de decir algo, tenía miedo de que me lo tome a mal y quiera separarme.
Así fueron pasando los meses y ella se soltaba cada vez más, se notaba que se calentaba con la idea y gozaba cada vez más. Llegó a contarme que cuando estaba estudiando en la facultad se había calentado con un flaco que siempre la encaraba y la tiroteaba. A ella le encantaba que él le diga cosas, que la quiera coger, chuparle la concha y esas cosas; pero por serme fiel nunca le dio bola (o por lo menos eso es lo que me conto hasta ahora).
En una de las veces que lo hacíamos también me conto que él siempre que le decía cosas, que se mojaba toda y que le daban muchas ganas de cogerlo. Incluso muchas veces cuando llegaba a casa y cojíamos lo hacía pensando que yo era él. También me comento que muchas veces se masturbaba recordando las cosas que le decía el flaco.
Comenzamos hablando de lo que a ella la calienta y de a poco me va soltando que le gustaría mucho probar otra pija más y solo había gozado estado conmigo (Insisto, es lo que ella me cuenta).
Estuvimos, así como un año, calentándonos y hablando de que a ella le gustaría coger con otro y que a mí me calentaba muchísimo la idea, hasta que le propuse finalmente que lo concretemos.
Siempre entrabamos en calor con ese tema hasta que una vez le pedí que me dijera con quien tenía ganas de hacerlo. Ella quería algún desconocido, alguien que no nos comprometa. Tal vez no se animaba a decirme con quien realmente tiene fantasías. Tal vez sea un amigo mío, o mi hermano, mi padre, que se yo, la cosa es que me daba vueltas y no me contaba
En eso, en una de las tantas veces que tocamos el tema, en caliente siempre, le propongo que sea (llamémoslo) Daniel, el flaco que se la quería garchar en la época de la facu.
Me dice que se recibió, se fue a vivir a Rosario y que hace años le perdió el rastro. No me dijo ni sí, ni no, le quedo dando vueltas la idea.
La próxima vez que tocamos el tema le volví a insistir con Daniel. Le dije que yo ya lo había encontrado en Facebook (seguramente ella también lo había buscado) y por qué no le escribía y veía si todavía había quedaba algo de ese fuego que hubo. Si querés le escribo yo haciéndome pasar por vos – le dije. No me dejó. Le comenzó a escribir ella.
Vamos a lo que verdaderamente nos interesa y como para no perder tiempo en detalles vamos a la parte picante donde planean encontrarse y finalmente sucede.
Como Pergamino es una ciudad no tan grande, casi que nos conocemos todos, no nos animamos a hacerlo acá. Decidimos que se encuentren en San Nicolás que queda más o menos a mitad camino de los dos. Acordamos que yo la llevaría y la esperaría allí. Se pusieron de acuerdo entre ellos y arreglamos para un sábado a la tarde.
Ese día por la mañana dejamos a los niños de mi suegra y partimos para San Nicolás. Estábamos los dos súper nerviosos y excitados a la vez.
Como estábamos con tiempo le quise comprar una lencería sexy para que estrene, cosa que a ella le encanto. Compramos un conjunto rojo todo calado y transparente con una colaless que no le tapaba nada. Le quedaba esplendida, era una invitación al pecado. Como la vendedora no nos conocía le dijimos que se la llevaba puesta nomas.
Quedaron que él que la pasaba a buscar por una esquina céntrica donde hay un bar en frente. Yo la estaba observando desde adentro y comenzando a gozar de la situación.
A la hora pactada él detiene el auto, ella sube y salen para el hotel. En ese momento se me puso la pija durísima y me dieron muchísimas ganas de pajearme, a la vez me dieron unos celos terribles. Fue una sensación inexplicable. Saber que se estaban yendo a coger me éxito muchísimo.
En el trayecto hasta el hotel, que no fueron más de 10 minutos, me iba enviando mensajes contándome lo que hablaban (tengo capturas guardadas que si les interesa algún día armo un post). Yo completamente caliente y sin poder hacer nada. Esa era la idea. Lo haríamos cuando ella regrese y contándome lo que hicieron.
Al flaco no le dijo nada que yo estaba de acuerdo, el creía que ella estaba de trampa. Nos calentaba más de esa manera y por una cuestión de reserva también.
Cuando entran a la habitación (bastante linda, el loco se jugó y la llevo el mejor telo de la ciudad) apenas cierran la puerta comienzan a besarse apasionadamente estaban como descargando esa tensión que ambos tenían acumuladas de tantos años.
Daniel no lo podía creer, después de años se le estaba dando lo que tanto había deseado. Sin dejar de besarla comenzó a acariciarla, le tomo su cabeza firmemente con las dos manos y con los dedos le acariciaba la nuca. Ella estaba realmente disfrutando del momento y se olvidó de todo, ya se le habían ido los nervios y le encantaba.
Daniel comenzó a quitarle muy lentamente la blusa y luego el pantalón, quedando con el conjunto súper sexy que le había elegido. Él ya estaba a mil, tenía la pija re dura que le apretaba en el pantalón. Ella no hacía nada para liberarla, en ese momento se concentraba solo en ella. Cuando la vio vestida así, casi se muere, no se lo quería sacar y se quedó un rato memorizando el momento que estaba viviendo.
Sin dejar de besarse ella le fue quitando la remera y luego el pantalón, la pija ya estaba más libre y por el tacto pudo notar una pija de un buen tamaño.
Daniel con una mano y con mucha habilidad le desabrochó ese hermoso corpiño, con la otra mano le empezó a acariciar las tetas, esas tetitas pequeñas y rosaditas que en ese momento no las tenía operadas todavía.
Así como estaba la puso en cuatro patas sobre la cama, se paró detrás de ella, le corrió la tanguita por un costado un poquito y empezó a chupar la concha. Alternaba entre concha, culo, concha. Le daba pequeños mordiscones al clítoris mientras le masajeaba las tetitas que le quedaban colgando. Le enroscaba los pezoncitos y eso la hacía enloquecer.
No pasaron más de dos minutos que la hizo acabar como una yegua, pego unos gemidos que se escuchaban desde todo el hotel. Le quedo la conchita como palpitando pidiendo pija. Pero ya iba a llegar ese momento.
Él estaba hecho una furia, quería cojerla ya mismo, pero ella quería disfrutar de su momento y hacerlo durar. Sabía que mientras más demoraba ahí con Daniel, más caliente me pondría yo.
Así en tetas y con la tanguita, tomo el teléfono y se fue al baño. Se sacó una foto frente al espejo y me la envió por WhatsApp con un mensaje que decía “recién termino el primer round, ya me acabé una vez y todavía no me cogió”. “No sabes la pija que tiene, ya salgo y me lo coje toda, como vos querías”.
Me llega el mensaje y cuando veo que era de ella se me puso la pija al palo, leo el mensaje y casi me acabo ahí nomás y sin tocarme. Automáticamente le contesto: “anda y disfruta, este es tu momento”. “Después me contás todo”.
Lorena dejo el teléfono y se fue para la cama, se acostó boca arriba y le dijo: “soy toda tuya, haceme todo lo que me decías”.
Diego, inmediatamente enfundó se le tiro arriba, le apoyo su pija (que según ella es bastante más grande que la mía) en la concha y comenzó a penetrarla. Estuvo serruchando un poquito y no aguanto más, estaba por acabar y se lo dijo. Eso a Lorena la calienta mal, saber que esta por acabar la excitó de tal manera que tuvieron un orgasmo cada uno casi el mismo tiempo.
Descansaron un rato y entre mimos y besos se calentaron nuevamente. Daniel iba por la cola que tanto había fantaseado.
La acostó boca abajo y se acomodó en arrodillado sobre ella. Comenzó haciendo masajes en la espalda y luego fue bajando hasta sus glúteos. Los amaso un buen rato y Lorena con esos mimos ya había levantado temperatura, estaba muy mojada. El seguía masajeando hasta que llega al culito. Ahí se detiene, comienza a lubricarlo con sus propios jugos mientras con la otra mano le acaricia el clítoris.
Ese movimiento a ella la puede, el sigue acariciándole el ano y le empieza e meter un dedo, ella lo deja y no le dice nada. Le estaba gustando mucho lo que le hacía.
Daniel sigue acariciándole el clítoris y suma un dedo más en su cola. Empieza a cojerle el culo con 2 dedos sin dejarle de acariciar la concha. Ya lo tenía bastante dilatado y ella estaba muy caliente. El hace un movimiento como para metérsela y le apoya la pija en el culo.
Ahí salta Lorena y le dice: “Por ahí no, la tenés muy grande, me vas a lastimar. Todavía no estoy preparada para tu pija”. Además, ella me había prometido que todavía no lo entregaría. Pocas veces me dejaba a mi porque decía que le dolía. Si se dejaba coger por el culo por esa pija enorme cuando la vea no lo podría disimular. Era el primer permitido y no quería perder la confianza.
A decir verdad, la tentaba probar, pero le pidió que se la meta así en esa posición, pero por la concha y si quería que le meta un dedo en el culo, pero no la pija.
Daniel no dudo y se la mando hasta el fondo y como podía se las arreglaba para meterle el dedo. No duraron mucho más y acabaron nuevamente con los gritos y gemidos de ella. Que de no haber estado en un telo que todos van a lo mismo hubiera despertado a más de uno.
Así desnudos los dos quedaron hablando y recordando esos tiempos de la facultad. Estuvieron hablando y haciéndose caricias, besándose hasta que se calentaron nuevamente. A Daniel se le paro otra vez y ahí pudo contemplar más tranquila el pedazo que portaba.
Le dieron muchas ganas de chupársela. Así lo hizo, estuvo un buen rato hasta que el no aguanto más y le acabo en la boca. Fueron unos pocos chorritos, ya casi lo había secado.
A todo esto, ya habían pasado más de tres horas y todavía no sabía nada de ella. Yo ya no sabía más que hacer con la calentura y esa mezcla de celos y morbo que tenía.
En eso me llega un mensaje que me dice que está saliendo. Detrás otro mensaje que dice:
- Muchas gracias
- Me encanto
- No veo la hora de contarte
A los minutos se baja del auto y sube al nuestro y salimos.
Le pido que me cuente, que no doy más. Me dice que no, que espere a que lleguemos a casa.
Eso me éxito más todavía. Ella se había transformado en una verdadera Hotwife y yo en un verdadero cornudo. Y como entre los comenzamos con estos cuernos consentidos que nos gusta tanto y tanto disfrutamos.
En la próxima entrega les voy a contar como fue cuando ella me relató lo que había hecho con Daniel.
Aca les dejo mi relato anterior
http://www.poringa.net/posts/relatos/3296098/Al-final-se-la-entrego-a-otro-3-pte-despues-de-lo-del-bar.html
Hacia un par de años que me calentaba la idea de verla coger con otro. Me pajeaba pensando en eso, consumía mucho porno cuckold y leía todo lo relacionado con infidelidad y cuernos consentidos. Todo eran fantasías mías hasta que me decidí a compartirlas con ella. No fue fácil, al principio, ella dudaba de lo que pasaría en la pareja y no estaba segura que fuese en serio. Le propuse que arranquemos como un juego, una fantasía, algo para darle un condimento a la relación; y así fue.
Cuando cojíamos, yo le preguntaba si había estado con alguien más, que me cuente, que no me enojaría, al contrario, me calentaba. Ella no estaba segura de decir algo, tenía miedo de que me lo tome a mal y quiera separarme.
Así fueron pasando los meses y ella se soltaba cada vez más, se notaba que se calentaba con la idea y gozaba cada vez más. Llegó a contarme que cuando estaba estudiando en la facultad se había calentado con un flaco que siempre la encaraba y la tiroteaba. A ella le encantaba que él le diga cosas, que la quiera coger, chuparle la concha y esas cosas; pero por serme fiel nunca le dio bola (o por lo menos eso es lo que me conto hasta ahora).
En una de las veces que lo hacíamos también me conto que él siempre que le decía cosas, que se mojaba toda y que le daban muchas ganas de cogerlo. Incluso muchas veces cuando llegaba a casa y cojíamos lo hacía pensando que yo era él. También me comento que muchas veces se masturbaba recordando las cosas que le decía el flaco.
Comenzamos hablando de lo que a ella la calienta y de a poco me va soltando que le gustaría mucho probar otra pija más y solo había gozado estado conmigo (Insisto, es lo que ella me cuenta).
Estuvimos, así como un año, calentándonos y hablando de que a ella le gustaría coger con otro y que a mí me calentaba muchísimo la idea, hasta que le propuse finalmente que lo concretemos.
Siempre entrabamos en calor con ese tema hasta que una vez le pedí que me dijera con quien tenía ganas de hacerlo. Ella quería algún desconocido, alguien que no nos comprometa. Tal vez no se animaba a decirme con quien realmente tiene fantasías. Tal vez sea un amigo mío, o mi hermano, mi padre, que se yo, la cosa es que me daba vueltas y no me contaba
En eso, en una de las tantas veces que tocamos el tema, en caliente siempre, le propongo que sea (llamémoslo) Daniel, el flaco que se la quería garchar en la época de la facu.
Me dice que se recibió, se fue a vivir a Rosario y que hace años le perdió el rastro. No me dijo ni sí, ni no, le quedo dando vueltas la idea.
La próxima vez que tocamos el tema le volví a insistir con Daniel. Le dije que yo ya lo había encontrado en Facebook (seguramente ella también lo había buscado) y por qué no le escribía y veía si todavía había quedaba algo de ese fuego que hubo. Si querés le escribo yo haciéndome pasar por vos – le dije. No me dejó. Le comenzó a escribir ella.
Vamos a lo que verdaderamente nos interesa y como para no perder tiempo en detalles vamos a la parte picante donde planean encontrarse y finalmente sucede.
Como Pergamino es una ciudad no tan grande, casi que nos conocemos todos, no nos animamos a hacerlo acá. Decidimos que se encuentren en San Nicolás que queda más o menos a mitad camino de los dos. Acordamos que yo la llevaría y la esperaría allí. Se pusieron de acuerdo entre ellos y arreglamos para un sábado a la tarde.
Ese día por la mañana dejamos a los niños de mi suegra y partimos para San Nicolás. Estábamos los dos súper nerviosos y excitados a la vez.
Como estábamos con tiempo le quise comprar una lencería sexy para que estrene, cosa que a ella le encanto. Compramos un conjunto rojo todo calado y transparente con una colaless que no le tapaba nada. Le quedaba esplendida, era una invitación al pecado. Como la vendedora no nos conocía le dijimos que se la llevaba puesta nomas.
Quedaron que él que la pasaba a buscar por una esquina céntrica donde hay un bar en frente. Yo la estaba observando desde adentro y comenzando a gozar de la situación.
A la hora pactada él detiene el auto, ella sube y salen para el hotel. En ese momento se me puso la pija durísima y me dieron muchísimas ganas de pajearme, a la vez me dieron unos celos terribles. Fue una sensación inexplicable. Saber que se estaban yendo a coger me éxito muchísimo.
En el trayecto hasta el hotel, que no fueron más de 10 minutos, me iba enviando mensajes contándome lo que hablaban (tengo capturas guardadas que si les interesa algún día armo un post). Yo completamente caliente y sin poder hacer nada. Esa era la idea. Lo haríamos cuando ella regrese y contándome lo que hicieron.
Al flaco no le dijo nada que yo estaba de acuerdo, el creía que ella estaba de trampa. Nos calentaba más de esa manera y por una cuestión de reserva también.
Cuando entran a la habitación (bastante linda, el loco se jugó y la llevo el mejor telo de la ciudad) apenas cierran la puerta comienzan a besarse apasionadamente estaban como descargando esa tensión que ambos tenían acumuladas de tantos años.
Daniel no lo podía creer, después de años se le estaba dando lo que tanto había deseado. Sin dejar de besarla comenzó a acariciarla, le tomo su cabeza firmemente con las dos manos y con los dedos le acariciaba la nuca. Ella estaba realmente disfrutando del momento y se olvidó de todo, ya se le habían ido los nervios y le encantaba.
Daniel comenzó a quitarle muy lentamente la blusa y luego el pantalón, quedando con el conjunto súper sexy que le había elegido. Él ya estaba a mil, tenía la pija re dura que le apretaba en el pantalón. Ella no hacía nada para liberarla, en ese momento se concentraba solo en ella. Cuando la vio vestida así, casi se muere, no se lo quería sacar y se quedó un rato memorizando el momento que estaba viviendo.
Sin dejar de besarse ella le fue quitando la remera y luego el pantalón, la pija ya estaba más libre y por el tacto pudo notar una pija de un buen tamaño.
Daniel con una mano y con mucha habilidad le desabrochó ese hermoso corpiño, con la otra mano le empezó a acariciar las tetas, esas tetitas pequeñas y rosaditas que en ese momento no las tenía operadas todavía.
Así como estaba la puso en cuatro patas sobre la cama, se paró detrás de ella, le corrió la tanguita por un costado un poquito y empezó a chupar la concha. Alternaba entre concha, culo, concha. Le daba pequeños mordiscones al clítoris mientras le masajeaba las tetitas que le quedaban colgando. Le enroscaba los pezoncitos y eso la hacía enloquecer.
No pasaron más de dos minutos que la hizo acabar como una yegua, pego unos gemidos que se escuchaban desde todo el hotel. Le quedo la conchita como palpitando pidiendo pija. Pero ya iba a llegar ese momento.
Él estaba hecho una furia, quería cojerla ya mismo, pero ella quería disfrutar de su momento y hacerlo durar. Sabía que mientras más demoraba ahí con Daniel, más caliente me pondría yo.
Así en tetas y con la tanguita, tomo el teléfono y se fue al baño. Se sacó una foto frente al espejo y me la envió por WhatsApp con un mensaje que decía “recién termino el primer round, ya me acabé una vez y todavía no me cogió”. “No sabes la pija que tiene, ya salgo y me lo coje toda, como vos querías”.
Me llega el mensaje y cuando veo que era de ella se me puso la pija al palo, leo el mensaje y casi me acabo ahí nomás y sin tocarme. Automáticamente le contesto: “anda y disfruta, este es tu momento”. “Después me contás todo”.
Lorena dejo el teléfono y se fue para la cama, se acostó boca arriba y le dijo: “soy toda tuya, haceme todo lo que me decías”.
Diego, inmediatamente enfundó se le tiro arriba, le apoyo su pija (que según ella es bastante más grande que la mía) en la concha y comenzó a penetrarla. Estuvo serruchando un poquito y no aguanto más, estaba por acabar y se lo dijo. Eso a Lorena la calienta mal, saber que esta por acabar la excitó de tal manera que tuvieron un orgasmo cada uno casi el mismo tiempo.
Descansaron un rato y entre mimos y besos se calentaron nuevamente. Daniel iba por la cola que tanto había fantaseado.
La acostó boca abajo y se acomodó en arrodillado sobre ella. Comenzó haciendo masajes en la espalda y luego fue bajando hasta sus glúteos. Los amaso un buen rato y Lorena con esos mimos ya había levantado temperatura, estaba muy mojada. El seguía masajeando hasta que llega al culito. Ahí se detiene, comienza a lubricarlo con sus propios jugos mientras con la otra mano le acaricia el clítoris.
Ese movimiento a ella la puede, el sigue acariciándole el ano y le empieza e meter un dedo, ella lo deja y no le dice nada. Le estaba gustando mucho lo que le hacía.
Daniel sigue acariciándole el clítoris y suma un dedo más en su cola. Empieza a cojerle el culo con 2 dedos sin dejarle de acariciar la concha. Ya lo tenía bastante dilatado y ella estaba muy caliente. El hace un movimiento como para metérsela y le apoya la pija en el culo.
Ahí salta Lorena y le dice: “Por ahí no, la tenés muy grande, me vas a lastimar. Todavía no estoy preparada para tu pija”. Además, ella me había prometido que todavía no lo entregaría. Pocas veces me dejaba a mi porque decía que le dolía. Si se dejaba coger por el culo por esa pija enorme cuando la vea no lo podría disimular. Era el primer permitido y no quería perder la confianza.
A decir verdad, la tentaba probar, pero le pidió que se la meta así en esa posición, pero por la concha y si quería que le meta un dedo en el culo, pero no la pija.
Daniel no dudo y se la mando hasta el fondo y como podía se las arreglaba para meterle el dedo. No duraron mucho más y acabaron nuevamente con los gritos y gemidos de ella. Que de no haber estado en un telo que todos van a lo mismo hubiera despertado a más de uno.
Así desnudos los dos quedaron hablando y recordando esos tiempos de la facultad. Estuvieron hablando y haciéndose caricias, besándose hasta que se calentaron nuevamente. A Daniel se le paro otra vez y ahí pudo contemplar más tranquila el pedazo que portaba.
Le dieron muchas ganas de chupársela. Así lo hizo, estuvo un buen rato hasta que el no aguanto más y le acabo en la boca. Fueron unos pocos chorritos, ya casi lo había secado.
A todo esto, ya habían pasado más de tres horas y todavía no sabía nada de ella. Yo ya no sabía más que hacer con la calentura y esa mezcla de celos y morbo que tenía.
En eso me llega un mensaje que me dice que está saliendo. Detrás otro mensaje que dice:
- Muchas gracias
- Me encanto
- No veo la hora de contarte
A los minutos se baja del auto y sube al nuestro y salimos.
Le pido que me cuente, que no doy más. Me dice que no, que espere a que lleguemos a casa.
Eso me éxito más todavía. Ella se había transformado en una verdadera Hotwife y yo en un verdadero cornudo. Y como entre los comenzamos con estos cuernos consentidos que nos gusta tanto y tanto disfrutamos.
En la próxima entrega les voy a contar como fue cuando ella me relató lo que había hecho con Daniel.
Aca les dejo mi relato anterior
http://www.poringa.net/posts/relatos/3296098/Al-final-se-la-entrego-a-otro-3-pte-despues-de-lo-del-bar.html
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