(continuacion de Los primeros juegos)
Ese dia la fui a dejar a su casa, nos despedimos con un beso largo, y al final pude ver en sus ojos ese brillo de complicidad, de quien tiene un secreto muy importante que nadie mas sabe. Esa noche, en mi casa, me puse a pensar en toda la situacion. Definitivamente ella sabia más de lo que yo esperaba. Senti que podia alcanzar nuevos niveles, y lo que sigue es prueba de ello.
Al fin de semana siguiente, me invitó a su casa por primera vez. Llegué, me presenté con su familia, almorzamos, y luego su hermana, padre y madre se fueron a ver una película a un cuarto/estudio para eso. Ella y yo nos quedamos en la sala. Un rato después, nos fuimos a su cuarto.
Ese día ella andaba un short y un top de tirantes ajustado; yo andaba mi típico jeans y camiseta. Pusimos una película en su computadora, pero ni un minuto habia pasado cuando estabamos besandonos a todo dar. En mi mente, solo la imagen de su boca llena de mi leche y sus ojos lujuriosos de la semana anterior. Yo estaba sentado en el borde de su cama, y ella de pie. Ella escaló la situación sin previo aviso:
- Amor, querés mamarme las tetas?
De inmediato se quitó su top blanco, su sostén de media copa, y sus pechos quedaron a mi entera disposición de inmediato. Ella se sentó frente a mí, presionando su entrepierna contra mí, y yo empecé a chupar los pezones duros y deliciosos que tanto habia imaginado durante la semana. Primero la izquierda, luego la derecha. Me acariciaba frenéticamente la cabeza con sus manos, mientras empujaba despacio, como pidiendo mi pene dentro de ella. Pasé a la derecha, me apartó, me besó de nuevo y me dijo:
-Cométela toda, ponela toda en tu boca!
Abrí mi boca tanto como pude, y trate de engullir todo su seno. La succionaba duro, la mordía, y ella me susurraba en el oido: Seguí, seguí!!! no parés amor, qué rico me chupás amor! Más, más!!!!! Ay! Ay! Aaaaayy!!!
Todo eso solo me calentaba más, entonces la agarré por las nalgas, me levanté con ella agarrada de mi cuello, y la acosté en la cama. Le besé el cuello con fuerza, y al subir al lóbulo de su oreja derecha, lo mordí suavemente...eso desencadenó lo más profundo en ella, porque gimió tan fuerte que pensé que su familia nos iba a escuchar hasta el otro cuarto.
-Otra vez amor, que delicia!!!
Le mordí su otra oreja. Arañó mi espalda fuerte y jaló mi pelo aun con más fuerza. Sus ojos estaban en blanco, respiraba muy fuerte, tenía pequeños espamos que la hacian moverse y retorcerse. Me levanté un poco para acomodarme y noté que la entrepierna de su short estaba completamente mojada. Al principio pensé que se había orinado, pero no...su vagina deliciosa había lubricado tanto que la humedad traspasó su ropa interior y su short. Eso me excitó mucho, tanto que pensé que estaba lista para ser penetrada. Bajé su short de un tirón, y su calzón estaba completamente pegado, tanto que podia ver el contorno de su vulva completamente depilada. Pasé mi lengua por encima de su ropa interior, siguiendo de lado a lado su rajita, lo cual ella contestó con cerrar sus piernas, golpeando mi cabeza.
En este punto yo estaba embriagado por sus jugos vaginales. Le quité lo que quedaba de su ropa, solo para descubrir un cuerpo que ella habia sabido ocultar muy bien. Le mordí el interior de sus muslos, subiendo despacio hasta su vulva hinchada y mojada. Lamí sus labios, su clitoris, mientras ella apretaba sus pechos con fuerza, jadeaba y gemia. Sobra decir que mi pene estaba completamente duro y listo para la accion.
Sin embargo, descubrir su clitoris tan duro, y ver cuanto disfrutaba ella cada vez que lo chupaba, me hizo concentrarme en ello. Me levanté un momento para cerrar la puerta del cuarto, y pude apreciar el cuerpo de mi chica, lista para ser cogida. Cuando me vio cerrando la puerta, me dijo:
-No amor, no podemos hacerlo. No tengo condones y no tomo anticonceptivos aun. No quiero un embarazo.
Eso me bajoneó de inmediato. Pero entonces hice lo mejor que podia hacer: me fui hacia ella, la empujé con fuerza para acostarla, abri sus piernas y ataqué directamente su clitoris. Lo lamí, lo succioné, lo mordí, todo de forma muy rapida. Ella se retorcia y me decia: Si! Si! Más!!! Más rápido amor!! Más! Más!!!
Segui con todas mis fuerzas.... mi lengua estaba cansada, pero si iba a complacer a la perra que abría sus piernas para mi, lo iba a hacer bien. En menos de un minuto tomó mi cabeza con ambas manos, trató de hundirme más en su entrepierna, y comenzó a temblar...todo su cuerpo vibraba, la escuchaba gemir fuerte y respirar profundo hasta que se desvaneció. Se dejó caer de espaldas en la cama seguida por un solo sonido: Aaaaaaaaaaaaay!!!!!!!!
Me aparté un poco y la vi casi convulsionando...Era la primera vez que tenía un orgasmo por sexo oral en su vida. Una lágrima salía de su ojo izquierdo, mientras se acariciaba las tetas grandes y blancas. Su vulva era una mezcla de jugos vaginales y mi saliva. Estaba tan excitado que saqué mi pene y lo comencé a sobar rápidamente. En 20 segundos solté un chorro caliente de leche entre las tetas y el abdomen de mi perra deliciosa, que todavia estaba disfrutando de su orgasmo. Ella distribuyó mi leche caliente sobre sus pezones, su ombligo, y luego tomó mi mano. Con mi dedo medio, recogí lo que quedaba de leche y lo puse en su boca. Ella lo mamó duro, como si fuera mi pene, para luego tragar la leche que tenía.
Un rato despues, de nuevo con la ropa puesta, me habló:
-Gracias por darme ese orgasmo tan rico amor. Dejaste a tu perra completamente exhausta. Te prometo que la próxima vez nada nos va a detener mi amor. Vas a poder disfrutarme completamente, sin restricciones.
Eso queda para el siguiente relato.
Ese dia la fui a dejar a su casa, nos despedimos con un beso largo, y al final pude ver en sus ojos ese brillo de complicidad, de quien tiene un secreto muy importante que nadie mas sabe. Esa noche, en mi casa, me puse a pensar en toda la situacion. Definitivamente ella sabia más de lo que yo esperaba. Senti que podia alcanzar nuevos niveles, y lo que sigue es prueba de ello.
Al fin de semana siguiente, me invitó a su casa por primera vez. Llegué, me presenté con su familia, almorzamos, y luego su hermana, padre y madre se fueron a ver una película a un cuarto/estudio para eso. Ella y yo nos quedamos en la sala. Un rato después, nos fuimos a su cuarto.
Ese día ella andaba un short y un top de tirantes ajustado; yo andaba mi típico jeans y camiseta. Pusimos una película en su computadora, pero ni un minuto habia pasado cuando estabamos besandonos a todo dar. En mi mente, solo la imagen de su boca llena de mi leche y sus ojos lujuriosos de la semana anterior. Yo estaba sentado en el borde de su cama, y ella de pie. Ella escaló la situación sin previo aviso:
- Amor, querés mamarme las tetas?
De inmediato se quitó su top blanco, su sostén de media copa, y sus pechos quedaron a mi entera disposición de inmediato. Ella se sentó frente a mí, presionando su entrepierna contra mí, y yo empecé a chupar los pezones duros y deliciosos que tanto habia imaginado durante la semana. Primero la izquierda, luego la derecha. Me acariciaba frenéticamente la cabeza con sus manos, mientras empujaba despacio, como pidiendo mi pene dentro de ella. Pasé a la derecha, me apartó, me besó de nuevo y me dijo:
-Cométela toda, ponela toda en tu boca!
Abrí mi boca tanto como pude, y trate de engullir todo su seno. La succionaba duro, la mordía, y ella me susurraba en el oido: Seguí, seguí!!! no parés amor, qué rico me chupás amor! Más, más!!!!! Ay! Ay! Aaaaayy!!!
Todo eso solo me calentaba más, entonces la agarré por las nalgas, me levanté con ella agarrada de mi cuello, y la acosté en la cama. Le besé el cuello con fuerza, y al subir al lóbulo de su oreja derecha, lo mordí suavemente...eso desencadenó lo más profundo en ella, porque gimió tan fuerte que pensé que su familia nos iba a escuchar hasta el otro cuarto.
-Otra vez amor, que delicia!!!
Le mordí su otra oreja. Arañó mi espalda fuerte y jaló mi pelo aun con más fuerza. Sus ojos estaban en blanco, respiraba muy fuerte, tenía pequeños espamos que la hacian moverse y retorcerse. Me levanté un poco para acomodarme y noté que la entrepierna de su short estaba completamente mojada. Al principio pensé que se había orinado, pero no...su vagina deliciosa había lubricado tanto que la humedad traspasó su ropa interior y su short. Eso me excitó mucho, tanto que pensé que estaba lista para ser penetrada. Bajé su short de un tirón, y su calzón estaba completamente pegado, tanto que podia ver el contorno de su vulva completamente depilada. Pasé mi lengua por encima de su ropa interior, siguiendo de lado a lado su rajita, lo cual ella contestó con cerrar sus piernas, golpeando mi cabeza.
En este punto yo estaba embriagado por sus jugos vaginales. Le quité lo que quedaba de su ropa, solo para descubrir un cuerpo que ella habia sabido ocultar muy bien. Le mordí el interior de sus muslos, subiendo despacio hasta su vulva hinchada y mojada. Lamí sus labios, su clitoris, mientras ella apretaba sus pechos con fuerza, jadeaba y gemia. Sobra decir que mi pene estaba completamente duro y listo para la accion.
Sin embargo, descubrir su clitoris tan duro, y ver cuanto disfrutaba ella cada vez que lo chupaba, me hizo concentrarme en ello. Me levanté un momento para cerrar la puerta del cuarto, y pude apreciar el cuerpo de mi chica, lista para ser cogida. Cuando me vio cerrando la puerta, me dijo:
-No amor, no podemos hacerlo. No tengo condones y no tomo anticonceptivos aun. No quiero un embarazo.
Eso me bajoneó de inmediato. Pero entonces hice lo mejor que podia hacer: me fui hacia ella, la empujé con fuerza para acostarla, abri sus piernas y ataqué directamente su clitoris. Lo lamí, lo succioné, lo mordí, todo de forma muy rapida. Ella se retorcia y me decia: Si! Si! Más!!! Más rápido amor!! Más! Más!!!
Segui con todas mis fuerzas.... mi lengua estaba cansada, pero si iba a complacer a la perra que abría sus piernas para mi, lo iba a hacer bien. En menos de un minuto tomó mi cabeza con ambas manos, trató de hundirme más en su entrepierna, y comenzó a temblar...todo su cuerpo vibraba, la escuchaba gemir fuerte y respirar profundo hasta que se desvaneció. Se dejó caer de espaldas en la cama seguida por un solo sonido: Aaaaaaaaaaaaay!!!!!!!!
Me aparté un poco y la vi casi convulsionando...Era la primera vez que tenía un orgasmo por sexo oral en su vida. Una lágrima salía de su ojo izquierdo, mientras se acariciaba las tetas grandes y blancas. Su vulva era una mezcla de jugos vaginales y mi saliva. Estaba tan excitado que saqué mi pene y lo comencé a sobar rápidamente. En 20 segundos solté un chorro caliente de leche entre las tetas y el abdomen de mi perra deliciosa, que todavia estaba disfrutando de su orgasmo. Ella distribuyó mi leche caliente sobre sus pezones, su ombligo, y luego tomó mi mano. Con mi dedo medio, recogí lo que quedaba de leche y lo puse en su boca. Ella lo mamó duro, como si fuera mi pene, para luego tragar la leche que tenía.
Un rato despues, de nuevo con la ropa puesta, me habló:
-Gracias por darme ese orgasmo tan rico amor. Dejaste a tu perra completamente exhausta. Te prometo que la próxima vez nada nos va a detener mi amor. Vas a poder disfrutarme completamente, sin restricciones.
Eso queda para el siguiente relato.
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