Luz María y yo ya llevamos varios años de casados, tenemos un trio de hijas, pero las las dejamos en casa de sus abuelos para que las educaran ya que mi esposa y yo somos muy liberales asi que siempre había pensado que a mi mujer la conocía muy bien y a fondo y sabia sus temores y sus deseos mas profundos no por nada soy neuropsiquiatra Pero durante nuestras cortas vacaciones, en un hostal o parador, me he llevado la sorpresa de mi vida. Al ver a Luz Estephani, no tan solo besándose con una joven tambien ahi hospedada , sino que, de la manera más cruda y salvaje, terminaron por mantenerentre ambas una fogosa relación lésbica. No es que yo sea un santurrón,ni muy puritano pero hasta esos momentos la conducta sexual de mi mujer, nunca me había sorprendidode tal manera. Si en ocasiones prefería que únicamente le mamase su vagina, hasta que ella alcanzaba un tremendo orgasmo. Y aunque me de vergüenza decirlo, en ocasiones si me encuentro acostado boca abajo, a Luz Estefany le gusta acostarsesobre mí, y comienza a estar moviendo sus caderas como si hubiera estado dándome por el culo, cosa que jamás ha llegado a pasar. Cuando no es queinsiste en la mayor parte de las veces en colocarse sobre mí. Pero aparte deesos pequeños detalles, nada me hizo sospechar que a ella le gustase tener sexo con otra mujer y mas que con su propia hija. Apenas habíamos pasado un rato en nuestra habitación, que Luz Estefany, me preguntó si me gustaría conocer los alrededores, para que luego la llevase a ella, cosa que acostumbramos hacer desde hace tiempo. Así que meagarré parte de la mañana para ir poco a poco conociendo, las cuadras del hostal y los alrededores por donde ir a montar a caballo. Pero al regresar a nuestra habitación, note algo raro, ya que al entrar, de inmediato escuché unos murmullos y cortas risas. Ya estaba a punto de llamar a Luz Estefany, cuando esos murmullos se hicieron mucho más intensos, por lo que quedándome callado, comencéa avanzar lentamente, pensando lo peor. Dentro de nuestra habitación se encontraba un carro de limpieza, de esos que usan las camareras para llevar las sabanas y fundas de cambio, además de otras cosas. Al asomarme vi casi recostadas sobre la cama a la Chica con la que Luz Estefany se estaba besandose apasionadamente. Mi mujer únicamente tenía puesta una de esas batas de baño,pero abierta completamente, mientras que la camarera, una mujer negra, de muy buen ver, de aproximadamente unos veintitantos años, dueña de un tremendo duo de tetas operadas y gran culo como el de Nicky Minaj, aun se mantenía con el brasier puesto. Pero eso no impedía que Luz Estefany acariciara los labios vaginales de la camarera, al tiempo que la otra mientras se besaban como un par de salvajes, prácticamente mantuvieraenterrada una de sus manos dentro del coño de mi mujer. Yo me quedé sorprendido, sin realmente saber qué hacer, que no fuera otra cosa que seguirviéndolas sin que se dieran cuenta de mi presencia. Mientras tanto, Luz Estefany como la chica que después me enteré que se llama Brenda, continuaban besándose y acariciándose intensamente por todos lados. Hasta que, de momento,Luz Estefany se detuvo y se terminó de quitar la bata de baño, para quedar del todo desnuda, y acostada con sus piernas bien abiertas, sobre la cama. Suamante Brenda, no lo dudó ni por un instante, y agarrando las rodillas de mi mujer, colocó sus manos y las fue deslizando hasta los blancos muslos de Luz Estefany. Al tiempo que fue acercando su rostro al abierto coño de Luz María. Yo por un instante me puse a pensar, en el sin número de veces que le había mamado Su vagina a Luz Estefany, y ver que esa negra se lo estuviera haciendo en mi lugar,aparte de que me sentí traicionado por mi mujer, el morbo de verlas hizo que deinmediato mi verga se pusiera tiesa. Mi excitación fue mucho mayor que mi indignación, por lo que permanecí viendo, que más hacían entre las dos. La negra chupaba con ganas, lamía y quizás hasta mordisqueaba toda la vulva de Luz Estefany, mientras que mi mujer se retorcía de placer, al sentir los gruesos labiosde su amiga, o amante, siendo restregados contra su coño. Si ver lo que ellasdos estaban haciendo me impresionó, más me impresionaron las cosas que sefueron diciendo la una a la otra. Ya en cierto momento Brenda no tan solo lamía y enterraba profundamente su rostro dentro del coño de Luz Estefany, sino que en ciertos momentos su atención se fijaba en el culo de mi mujer, ya que sus largas y profundas lam betadas lo alcanzaban y hacían que todo el cuerpo deLuz Estefany temblase de placer, Al tiempo que movía sus caderas restregando conmás fuerza su coño contra el rostro de la negra. Así pasaron un buen rato,mientras que yo observaba sin querer perderme un solo detalle de las cosas queellas dos hacían. Hasta que Brenda, de momento al mismo tiempo que continuabamama que mama, se fue desabotonando y quitando su Liguero y su tanga blanca como la nieve, y casi algrado de parecer que se viera como luz Estefany con dientes arrancándosela, el resto de su ropa intima, hasta quedar igual de desnuda que mi esposa. Realmente era bien impresionante para mí, ver el contraste de los dos cuerpos. Seguramente Luz María ya había disfrutado de más de un orgasmo, lodigo por la manera en que en varias ocasiones gimió y grito de placer, mientrasque Brenda sin detenerse continuaba en su labor. Hasta que ellas abrieron sus piernas y juntaron sus coños mutuamente, para después mientras agarradas de la mano, se sujetaban, movían sus cuerpos, y chocaban sus mojados coños una y otravez. Era una furia que parecía incontenible, jamás en mi vida había visto a mi mujer disfrutar tanto. Tan caliente estaba la una como la otra que, de momento,aunque se separaron por un breve instante, Luz Estefany introdujo una de sus mano sdentro del coño de la negra, sacando y metiéndola, al tiempo que esta otra volvió a mamarle el coño a mi mujer, para en ciertos momentos separarse paraprácticamente a gritos decirle a Luz Estefany lo mucho que eso le gustaba. El tiempo voló, yo deseaba masturbarme en más de una ocasión, pero me aguanté las ganas. Ya que, aunque no reuní el valor para aparecerles de pronto y tratar de realizar un trío. Mi mayor deseo era que apenas saliera la negra de la habitación, sorprender a mi mujer y caerle encima. Las dos continuaron por un largo rato, dándose profundos besos, e intensas caricias, hasta que de momentoBrenda se detuvo y le dijo a mi esposa que se le hacía tarde, y sin más ni menos se paró de la cama y comenzó a vestirse, momento que yo aproveché para deslizarme fuera de la habitación. Ya fuera rápidamente me encaminé a las escaleras y comencé a bajarlas, pero al escuchar que la puerta de mi habitaciónnuevamente se abría y cerraba rápidamente. Me detuve, di media vuelta e hice como si viniera subiendo la escalera, encontrándome con una muy despeinada y mas que sudada Brenda. Que de manera forzada me dio una sonrisa al tiempo que rápidamente mientras empujaba el carro, entraba a otra habitación, supongo que para arreglarla. Lo cierto es que en mi mente bullían un sinfín de ideas, que cosas pensaba decirle a mi mujer, por unos instante pensé en reclamarle su traición,pero al mismo tiempo me decía a mí mismo que eso no era serme infiel. Pero apenas atravesé la puerta, ya haciendo todo el ruido posible, para que se dieracuenta de mi presencia. Me encontré a Luz Estefany, tirada sobre la cama con suspiernas bien abiertas, sudada, introduciéndose sus propios dedos dentro de sucoño. Lo único que se me ocurrió decirle fue, me estabas esperando querida y deinmediato clavé mi rostro contra su mojado coño. Sin detenerme a pensar en todolo que había visto y escuchado, me dediqué a mamarle el coño a mi mujer como nunca antes lo había hecho, con mucha más fuerza, con más intensidad, con mucha más pasión. El resultado no se hizo esperar, al poco rato mi rostro ya estaba completamente mojado por sus fluidos vaginales, los gemidos de Luz Estefany, sin ser exagerado seguramente debían escucharse en la recepción del parador. Aprendiendo de lo visto, llevé mi lengua hasta el centro de sus nalgas, mientras que Luz maría me decía que le diera más y más duro. Lo único que se me ocurrió, fue dirigir mi erecta verga directamente a su oscuro hueco. La saliva sirvió como lubricante, y algo que ni ella ni yo habíamos hecho nunca, lo pusimos en práctica, así que a medida que le fui enterrando mi verga dentro de sus nalgas, con una de mis manos, con los dedos pulgar e indicé comencé apretar intensamente su inflamado clítoris arranciándole a mi mujer profundos gemidos y gritos de placer, hasta que finalmente disfruté del mejor clímax de nuestras vidas. En la cena, Luz Estefany me presentó a su amiga Brenda, ambas habían estudiado juntas en la universidad, la negrita resultó ser la esposa del dueño del Hotel, y además su contable, pero como la economía esta tan mala,se vieron en la obligación de recortar personal y encargarse ellos de realizar esas labores. En cuanto a las relaciones de mi mujer con otras mujeres, Le pregunte en aquella noche cual era su mayor fantasia alo que ella me dijo que tener sexo con nuestras hijas, Cosa que les contare en la segunda parte, Ahora si me doy cuenta que de seguro en el gimnasio femenino al que acuden Luz Estefany y las niñas con bastante regularidad, debe tener alguna Historia íntima con la que de seguro comparte, ya que cuando regresa viene prácticamente a dormir el resto del día, aun no reúno el valor suficiente para hablarle del tema o que me diga completamente la verdad....Pero les dejo una foto de mi mujer y las niñas...Mañana estara la segunda parte!!!! esperenla!!!
2 comentarios - Adicta a las Mujeres!!!!