Y estaban ahí,encerrados en el cuarto de ella, mientras su familia se encontraba al otro ladoesperándola para festejar, pero ella ya tenía una celebración que esperaba másque nada, un festejo que se estaba llevando a cabo por su cuello, sintiendocomo esa lengua recorría los caminos dibujados por su clavícula, subiendolentamente por su cuello para volver a bajar pero esta vez no seguiría sindetenerse hasta llegar a su pecho, rasgando su camisa, dejando a la vista losdos placeres que el tanto deseaba, ese deseo que se lo dejaba saber mientraslos apretaba, haciéndolos estirar hasta tomar sus pezones con la punta de losdedos y retorciéndolos suavemente sacándole un pequeño gemido de su boca, entiendoen su boca y mordiéndoos mientras su lengua masajeaba rápidamente sus delicadospezones, repitiendo una y otra vez aquellos estímulos mientras que laadrenalina de ser encontrados hacia más excitante el momento.
Le encantaba sentircomo esa boca le provocaba mil sensaciones por su cuerpo, unos corrientazos quecomenzaban en su pecho, recorrían su cuerpo por su espalda y terminaban en suentrepierna, provocando poco a poco un calor y una humedad tan placentera quele hacia desear en su cabeza que aquel momento nunca acabara. La boca de elcada vez era mas violenta, sus mordidas cada vez mas profundas, sus chupones sesentían como si quisiera dejarla seca, sin fluidos su lengua se movía masrápido, haciendo que sus gemidos se convirtieran en gritos. De la nada sintiócomo una mano enorme se posaba en su boca, tapando cualquier sonido quequisiera salir de ella y presionando tan fuerte que su cabeza quedo sobre lapared inmóvil.
El metía los dedosa su boca, haciendo que su lengua los saboreara y los dejara húmedos, luegocambiaba de mano, pasando la que reposaba sobre su sexo a la boca de ella,obligándola a saborear los fluidos que la excitación producía en ella, mientrastanto con la otra, el comenzaba a masajear suavemente su clítoris, moviéndoloen pequeños y círculos provocando que el cuerpo de ella tuviera pequeñascontracciones. Poco a poco subía el ritmo de la mano en su entrepierna, elsuave movimiento se convirtió en una fuerte embestida que presionaba confirmeza el clítoris y a la vez unas vibraciones que poco a poco la hacíansentir más placer.
Su entrepiernabrotaba suficiente humedad para darse cuenta que su cuerpo pedía más, su bocano paraba de moverse mostrando lo descontrolada que estaba y sus senos estabantan duros que ya no había vuelta atrás. El metió suavemente los dedos hasta elfondo de su vagina, sintiendo ese calor y humedad a medida que entraba más, susgemidos solo decían lo deseosa que estaba de sentir placer. movió sus dedosexplorando todo adentro de ella, que las sensaciones y placer recorrieron sucuerpo, la tomo del cuello ahogándola, mientras sus bocas se juntaban en undelicioso beso. Sentía poco a poco como ella se quedaba sin aliento mientras labesaba y al tiempo la ahorcaba, su respiración trataba de agitarse, esasensación de placer y desesperación que brotaba por su cuerpo le fascinaba,sentir como poco a poco el aire se le iba mientras la mano de él la complacíade una manera única.
El descontrol de sucuerpo lo hacía notar cuando se arqueaba, poco a poco se quedaba sin alientopara mantenerse en pie, cae al suelo de rodillas, con su sexo húmedo, caliente,con ganas de levantarse y terminar esa fantasía que acababa de comenzar en sucuarto, pero él, mirándola fijamente a los ojos y con una voz firme le ordena quedarse de rodillas frente a el y que consus manos comience a recorrer sus piernas hasta sentir la excitación que ellaprovocaba en el. Cuantos más movimientos realizaban sus manos sobre él, másmorbo, curiosidad y excitación crecían en ella. Sentía como sus masajes erancorrespondidos con una erección cada vez mas notoria sobre ese pantalón, sindarse cuenta su mano paso de realizar delicados roces a apretarlo fuertementedándose cuenta que con su pequeña mano no podía tomarlo completo y su boca, demanera involuntaria cuando se mordía los labios, solo mostraba las ganas quetenia de ver, sentir y probar aquello que ella provocaba. Con temor comenzó adesamarrar aquel cinturón negro, soltar los botones y dejar caer el pantalónhasta la altura de las rodillas, se sentía tímida pero decidida, aquella vistaque tenia del boxer solo la hacía imaginar en todas las fantasías que solo ensu soledad se le ocurrirían, bajaba poco a poco esa ultima prenda, como alguienque sabe lo que le espera pero no quiere apresurarlo; poco a poco sus ojos seabrían más y sus labios se movían bajo sus dientes, sentía esa sensación quesolo con él podía sentir, esa sensación de ser ella misma, de ser complacientey estar dispuesta a todo. Al bajarlo por completo vio ese miembro con una granerección frente a ella y se dispuso a tomarlo con sus dos manos, primeropasando la yema de sus dedos por la punta hasta el base lento, mientras lemiraba a los ojos y creaba ese nerviosismo y expectativa en él; era algo que elexcitaba saber que, aunque estaba de rodillas ella podía tener el control dealgunas situaciones.
Cuando dejo derozarlo con sus dedos y comenzó a apretarlo, vio como las venas de su miembrocomenzaban a brotar, como se ponía duro y su vista muy provocativa. sintió unpequeño nudo de nervios en su garganta, pero estaba decidía a hacerlo, cerrolos ojos, abrió levemente sus labios y comenzó a chuparle la punta, el entendióque no tenia mucha experiencia, decidido tomarla del cabello y darle ordenes;que comenzara chupando la punta, que moviera su legua en círculos alrededor delglande, luego poco a poco se lo metiera cada vez más adentro en su bocateniendo cuidado con sus dientes. Ella aun con los ojos cerrados, solo sentíacomo aquello que llenaba su boca le gustaba, sentirlo cada vez mas adentro y eldetalle de las manos de el en su cabello la hacia sentir dominada, algo quesiempre le había gustado. Pasado un tiempo su boca comenzó a soltarse y a ellase el tiempo se le detuvo, estaba disfrutando hacer aquella mamada, ya lo chupaba,lo metía y sacaba de su boca cada vez con más gusto, sus manos jugaban con lasbolas de el mientras lo escuchaba unos pequeños gemidos de placer, le gustabasentirlo duro tanto en su boca como en sus manos, cuando abrió sus ojos viootros que la miraban fijamente con una expresión de placer pero de que queríasentir más, una expresión como de una bestia deleitándose con su presa. Élquería sentir más, quería llevarla a otro punto, con sus manos aun en la cabezade ella la presionaba cada vez mas fuerte hacia su cadera, las manos de ellasolo trataban de golpear su cuerpo pidiéndole parar, pero esa escena leexcitaba y lo que sentía adentro de esa boca lo llevaba a otro nivel de placer,sentía como poco a poco entraba hasta esa garganta, le pedía que abriera suboca y sacara la lengua. ella mientras tanto comenzaba a sentirse ahogada, algoque la hacia sentir nerviosa y preocupada, pero en un estado de sumisión que leencantaba, aquella verga ya entraba en su garganta, estaba adolorida, losreflujos hacían que el miembro de el tratara de salirse, sus ojos llorosos y susmanos suplicando piedad.
A medida que pasabael tiempo, ella sentía que disfrutaba aquel momento, esa primera vez que loprobaba pero no que lo sentía, recordaba con odio y la vez con un pequeñoplacer las otras veces que el la había hecho sentir suya aunque ella no loquisiera, a su mente llegaban los recuerdos de todas esas primeras veces quevivió con el y fue en ese instante donde recordó su objetivo de estararrodillada brindándole ese placer que su boca le daba, quería que el llegara asu punto de placer, a ese momento donde él se volvía más vulnerable que ella.El trabajo de su boca y manos se aceleró, los gemidos y descontrol del cuerpode él le hacían saber que estaba por cumplir su primer objetivo, apretó y moviócon fuerza sus manos, hasta sentir como ese liquido caliente comenzaba a bajarpor su garganta, cuando el soltó levemente su cabello se dio cuenta que era elmomento de actuar, tomo debajo del tapete de su cuarto un cuchillo que habíaescondido horas antes, al tiempo sus dientes apretaban fuertemente el miembrode su amante el cual comenzó a jalar fuertemente mientras clavaba el cuchilloen la nalga de aquel hombre, comenzó a deslizarlo hacia abajo dejando a lavista una herida abierta por toda la parte posterior de la pierna. Los gritosde dolor de aquel hombre eran estridentes, chillones y agudos, aquello no ladetuvo, siguió con su plan y antes de que cualquiera pudiera reaccionar, abrióla ventana de su cuarto en el segundo piso de aquella casa y salto, no sinantes tomar la mochila que tenia lista y darle una última mirada a su padre quese desangraba en el piso, aquel hombre que por años la hizo sufrir yexperimentar las peores perversiones que a un hombre le pueden pasar por lacabeza. Al bajar sintió un alivio de venganza, pero sabia que aquello no iba acurar su alma, a lo lejos escucho un grito de una voz femenina atormentada, unavoz que reconocía fácilmente, pero aquello no le hizo sentir nada el mismosentimiento que esa mujer sentía cada vez que ella trataba de decirle algo.
Le encantaba sentircomo esa boca le provocaba mil sensaciones por su cuerpo, unos corrientazos quecomenzaban en su pecho, recorrían su cuerpo por su espalda y terminaban en suentrepierna, provocando poco a poco un calor y una humedad tan placentera quele hacia desear en su cabeza que aquel momento nunca acabara. La boca de elcada vez era mas violenta, sus mordidas cada vez mas profundas, sus chupones sesentían como si quisiera dejarla seca, sin fluidos su lengua se movía masrápido, haciendo que sus gemidos se convirtieran en gritos. De la nada sintiócomo una mano enorme se posaba en su boca, tapando cualquier sonido quequisiera salir de ella y presionando tan fuerte que su cabeza quedo sobre lapared inmóvil.
El metía los dedosa su boca, haciendo que su lengua los saboreara y los dejara húmedos, luegocambiaba de mano, pasando la que reposaba sobre su sexo a la boca de ella,obligándola a saborear los fluidos que la excitación producía en ella, mientrastanto con la otra, el comenzaba a masajear suavemente su clítoris, moviéndoloen pequeños y círculos provocando que el cuerpo de ella tuviera pequeñascontracciones. Poco a poco subía el ritmo de la mano en su entrepierna, elsuave movimiento se convirtió en una fuerte embestida que presionaba confirmeza el clítoris y a la vez unas vibraciones que poco a poco la hacíansentir más placer.
Su entrepiernabrotaba suficiente humedad para darse cuenta que su cuerpo pedía más, su bocano paraba de moverse mostrando lo descontrolada que estaba y sus senos estabantan duros que ya no había vuelta atrás. El metió suavemente los dedos hasta elfondo de su vagina, sintiendo ese calor y humedad a medida que entraba más, susgemidos solo decían lo deseosa que estaba de sentir placer. movió sus dedosexplorando todo adentro de ella, que las sensaciones y placer recorrieron sucuerpo, la tomo del cuello ahogándola, mientras sus bocas se juntaban en undelicioso beso. Sentía poco a poco como ella se quedaba sin aliento mientras labesaba y al tiempo la ahorcaba, su respiración trataba de agitarse, esasensación de placer y desesperación que brotaba por su cuerpo le fascinaba,sentir como poco a poco el aire se le iba mientras la mano de él la complacíade una manera única.
El descontrol de sucuerpo lo hacía notar cuando se arqueaba, poco a poco se quedaba sin alientopara mantenerse en pie, cae al suelo de rodillas, con su sexo húmedo, caliente,con ganas de levantarse y terminar esa fantasía que acababa de comenzar en sucuarto, pero él, mirándola fijamente a los ojos y con una voz firme le ordena quedarse de rodillas frente a el y que consus manos comience a recorrer sus piernas hasta sentir la excitación que ellaprovocaba en el. Cuantos más movimientos realizaban sus manos sobre él, másmorbo, curiosidad y excitación crecían en ella. Sentía como sus masajes erancorrespondidos con una erección cada vez mas notoria sobre ese pantalón, sindarse cuenta su mano paso de realizar delicados roces a apretarlo fuertementedándose cuenta que con su pequeña mano no podía tomarlo completo y su boca, demanera involuntaria cuando se mordía los labios, solo mostraba las ganas quetenia de ver, sentir y probar aquello que ella provocaba. Con temor comenzó adesamarrar aquel cinturón negro, soltar los botones y dejar caer el pantalónhasta la altura de las rodillas, se sentía tímida pero decidida, aquella vistaque tenia del boxer solo la hacía imaginar en todas las fantasías que solo ensu soledad se le ocurrirían, bajaba poco a poco esa ultima prenda, como alguienque sabe lo que le espera pero no quiere apresurarlo; poco a poco sus ojos seabrían más y sus labios se movían bajo sus dientes, sentía esa sensación quesolo con él podía sentir, esa sensación de ser ella misma, de ser complacientey estar dispuesta a todo. Al bajarlo por completo vio ese miembro con una granerección frente a ella y se dispuso a tomarlo con sus dos manos, primeropasando la yema de sus dedos por la punta hasta el base lento, mientras lemiraba a los ojos y creaba ese nerviosismo y expectativa en él; era algo que elexcitaba saber que, aunque estaba de rodillas ella podía tener el control dealgunas situaciones.
Cuando dejo derozarlo con sus dedos y comenzó a apretarlo, vio como las venas de su miembrocomenzaban a brotar, como se ponía duro y su vista muy provocativa. sintió unpequeño nudo de nervios en su garganta, pero estaba decidía a hacerlo, cerrolos ojos, abrió levemente sus labios y comenzó a chuparle la punta, el entendióque no tenia mucha experiencia, decidido tomarla del cabello y darle ordenes;que comenzara chupando la punta, que moviera su legua en círculos alrededor delglande, luego poco a poco se lo metiera cada vez más adentro en su bocateniendo cuidado con sus dientes. Ella aun con los ojos cerrados, solo sentíacomo aquello que llenaba su boca le gustaba, sentirlo cada vez mas adentro y eldetalle de las manos de el en su cabello la hacia sentir dominada, algo quesiempre le había gustado. Pasado un tiempo su boca comenzó a soltarse y a ellase el tiempo se le detuvo, estaba disfrutando hacer aquella mamada, ya lo chupaba,lo metía y sacaba de su boca cada vez con más gusto, sus manos jugaban con lasbolas de el mientras lo escuchaba unos pequeños gemidos de placer, le gustabasentirlo duro tanto en su boca como en sus manos, cuando abrió sus ojos viootros que la miraban fijamente con una expresión de placer pero de que queríasentir más, una expresión como de una bestia deleitándose con su presa. Élquería sentir más, quería llevarla a otro punto, con sus manos aun en la cabezade ella la presionaba cada vez mas fuerte hacia su cadera, las manos de ellasolo trataban de golpear su cuerpo pidiéndole parar, pero esa escena leexcitaba y lo que sentía adentro de esa boca lo llevaba a otro nivel de placer,sentía como poco a poco entraba hasta esa garganta, le pedía que abriera suboca y sacara la lengua. ella mientras tanto comenzaba a sentirse ahogada, algoque la hacia sentir nerviosa y preocupada, pero en un estado de sumisión que leencantaba, aquella verga ya entraba en su garganta, estaba adolorida, losreflujos hacían que el miembro de el tratara de salirse, sus ojos llorosos y susmanos suplicando piedad.
A medida que pasabael tiempo, ella sentía que disfrutaba aquel momento, esa primera vez que loprobaba pero no que lo sentía, recordaba con odio y la vez con un pequeñoplacer las otras veces que el la había hecho sentir suya aunque ella no loquisiera, a su mente llegaban los recuerdos de todas esas primeras veces quevivió con el y fue en ese instante donde recordó su objetivo de estararrodillada brindándole ese placer que su boca le daba, quería que el llegara asu punto de placer, a ese momento donde él se volvía más vulnerable que ella.El trabajo de su boca y manos se aceleró, los gemidos y descontrol del cuerpode él le hacían saber que estaba por cumplir su primer objetivo, apretó y moviócon fuerza sus manos, hasta sentir como ese liquido caliente comenzaba a bajarpor su garganta, cuando el soltó levemente su cabello se dio cuenta que era elmomento de actuar, tomo debajo del tapete de su cuarto un cuchillo que habíaescondido horas antes, al tiempo sus dientes apretaban fuertemente el miembrode su amante el cual comenzó a jalar fuertemente mientras clavaba el cuchilloen la nalga de aquel hombre, comenzó a deslizarlo hacia abajo dejando a lavista una herida abierta por toda la parte posterior de la pierna. Los gritosde dolor de aquel hombre eran estridentes, chillones y agudos, aquello no ladetuvo, siguió con su plan y antes de que cualquiera pudiera reaccionar, abrióla ventana de su cuarto en el segundo piso de aquella casa y salto, no sinantes tomar la mochila que tenia lista y darle una última mirada a su padre quese desangraba en el piso, aquel hombre que por años la hizo sufrir yexperimentar las peores perversiones que a un hombre le pueden pasar por lacabeza. Al bajar sintió un alivio de venganza, pero sabia que aquello no iba acurar su alma, a lo lejos escucho un grito de una voz femenina atormentada, unavoz que reconocía fácilmente, pero aquello no le hizo sentir nada el mismosentimiento que esa mujer sentía cada vez que ella trataba de decirle algo.
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