María Teresa siempre aprovecha la menor ocasión para despacharse agusto. Y así lo hizo hace unos días y nada menos que con un médico que laatendió de rutina. La gordota pelirroja venía coqueteando con el doctor, ya quecada vez que iba a una revisación iba muy linda, muy bien vestida, maquillada yperfumada. Y el tipo, separado, se excitaba con ella y, aunque claro que no lodemostraba, se le ponía demasiado cariñoso, besándola suavecito, saludándoladulce y hasta regalándole una rosa.
Fue entonces que una calurosísima tarde María Teresa fue a otrocontrol, muy elegante con remera y pollera amplia blanca, tacos, cartera negrade cuero y muy maquillada, cremita en las manos y con un rico y fuerte perfume. El hombre la recibió dulce y sedeslumbró al verla tan linda, excitándose con su aroma a pintura de labios,crema y perfume. La revisó, aprovechando disimuladamente para acariciarla unpoquitín, lo cual gustó a Tere. Y luego, como ya terminaba su trabajo, lainvitó con sandwichitos de miga y gaseosa fría. Ella aceptó gustosa, comió conél y se hicieron unos mimos. Y cuando terminaron, el tipo no pudo contenerse,ya venía con la idea fija, y le propuso hacer el amor. Él pensaba que Teresa lecontestaría mal, sin embargo, la pelirroja no sólo le dijo sí sino que se lepuso mimosona, fue con él a una pieza y le empezó a acariciar todo al doctor,que se fue quitando con ayuda de Tere la ropa hasta quedarse en calzón. Y éltambién le sacó a María Teresa su pollera y su remera, y ella se desabrochódespacito el corpiño, dejando ver sus tremendas tetas. El médico la agarrófuerte , y jadeando loco de placer le exprimió las tetas. Teresa se hizoencima, se puso loca y se quitó su bombacha.
Para qué. Ahí el doctor se le acostó encima y comenzó una batallacampal con María Teresa, reventándola por donde fuera. Primero la penetró porla vagina, y María Teresa gimió y disfrutó de placer porque no había cogidonunca con él, y más aún cuando el hombre acabó llenándola de abundante semen. Yella largó su flujo, orgasmo impresionannte. Terminada la primera, la gordapidió más, el tipo (aún con el pene muy duro) dijo sí y le dio de nuevo por lavagi hasta acabar semen. Tere pidió la tercera, el tipo le dio por la cola y lainseminó. Pidió la cuarta, el otro insaciable como ella se la dio en la boca yella tragó abundante semen, lamiendo el pene del tipo, bien parado ysuperchorreante.
Pero parecía que María Teresa se iba a quedar con el doctor todala tarde. Tras un rato de descanso, y cuando parecía irse, se puso mimosa, lobesuqueó y al hombre se le paró el pene, se quitó todo de nuevo, le bajó lapollera y la bombacha, la puso contra una pared y la penetró y le frotó adentrohasta acabar montonazo de semen en su cola. Después sí, por fin, María Teresase colgó la cartera, le besó la boca al doctor y le agradeció por la revisada.Revisada completita, con sandwichitos de miga, penacho, cepillada, semen ytodo.
Fue entonces que una calurosísima tarde María Teresa fue a otrocontrol, muy elegante con remera y pollera amplia blanca, tacos, cartera negrade cuero y muy maquillada, cremita en las manos y con un rico y fuerte perfume. El hombre la recibió dulce y sedeslumbró al verla tan linda, excitándose con su aroma a pintura de labios,crema y perfume. La revisó, aprovechando disimuladamente para acariciarla unpoquitín, lo cual gustó a Tere. Y luego, como ya terminaba su trabajo, lainvitó con sandwichitos de miga y gaseosa fría. Ella aceptó gustosa, comió conél y se hicieron unos mimos. Y cuando terminaron, el tipo no pudo contenerse,ya venía con la idea fija, y le propuso hacer el amor. Él pensaba que Teresa lecontestaría mal, sin embargo, la pelirroja no sólo le dijo sí sino que se lepuso mimosona, fue con él a una pieza y le empezó a acariciar todo al doctor,que se fue quitando con ayuda de Tere la ropa hasta quedarse en calzón. Y éltambién le sacó a María Teresa su pollera y su remera, y ella se desabrochódespacito el corpiño, dejando ver sus tremendas tetas. El médico la agarrófuerte , y jadeando loco de placer le exprimió las tetas. Teresa se hizoencima, se puso loca y se quitó su bombacha.
Para qué. Ahí el doctor se le acostó encima y comenzó una batallacampal con María Teresa, reventándola por donde fuera. Primero la penetró porla vagina, y María Teresa gimió y disfrutó de placer porque no había cogidonunca con él, y más aún cuando el hombre acabó llenándola de abundante semen. Yella largó su flujo, orgasmo impresionannte. Terminada la primera, la gordapidió más, el tipo (aún con el pene muy duro) dijo sí y le dio de nuevo por lavagi hasta acabar semen. Tere pidió la tercera, el tipo le dio por la cola y lainseminó. Pidió la cuarta, el otro insaciable como ella se la dio en la boca yella tragó abundante semen, lamiendo el pene del tipo, bien parado ysuperchorreante.
Pero parecía que María Teresa se iba a quedar con el doctor todala tarde. Tras un rato de descanso, y cuando parecía irse, se puso mimosa, lobesuqueó y al hombre se le paró el pene, se quitó todo de nuevo, le bajó lapollera y la bombacha, la puso contra una pared y la penetró y le frotó adentrohasta acabar montonazo de semen en su cola. Después sí, por fin, María Teresase colgó la cartera, le besó la boca al doctor y le agradeció por la revisada.Revisada completita, con sandwichitos de miga, penacho, cepillada, semen ytodo.
0 comentarios - María Teresa hizo el amor con un doctor