Cornudo por mi compañero de piso

Mi historia comienza en el momento que me fui a vivir con mipareja a un piso alquilado. Siempre he querido tener mi propia casa, perodebido a lo complicado que es juntar tanto dinero pues decidimos alquilar unpiso más acogedor y ahorrar para una casa más grande en un futuro.
Al mes de vivir juntos pensamos en alquilar una habitaciónsobrante a otro inquilino, para poder contribuir a los gastos generados, nuncaviene nada mal. Pero el problema residía en buscar la compañera de piso idóneaya que debería ser no fumador y alguien no muy joven, ya que muchos estudiantesjóvenes traen consigo la palabra fiesta, y eso no nos gustaba.
Después de varios días buscando y consultando páginas donde seofrecían chicos y chicas para compartir piso nos decimos por un chico de 21años. Era estudiante, pero insistió en vivir con nosotros ya que en la fechaque estábamos (enero) no encontraba piso para los meses que le faltaba decurso.
Todo iba genial en marzo. Hasta que empecé a imaginar fantasíasde cornudo. Llevaba años con ese tipo de fantasías y no es algo que quisierahablarlo con mi novia, no sé como reaccionaría. Siempre que vemos porno juntosintento evitar las situaciones de cornudos porque es posible que me dijera queodiaba esas escenas y eso significaría ADIOS a mi fantasía perfecta.
Vi en el chico la oportunidad perfecta, claro que no lediría directamente que tuviera sexo con ella. Se asustaría el pobre, pero sí medio curiosidad excitarlo a través de objetos o acciones de mi novia. Y no fue fácilhacerlo sin que ella se diera cuenta.

La primera acción que hice fue la de coger un tanga suyo,uno sencillo, blanco básico pero que a mí me encanta como le queda, y ponérseloal lado de su ropa en el baño justo antes de ducharse. Pero para mi sorpresa vique ni lo había tocado cuando salió de ducharse. Pensé que quizás se deba a vergüenza,ya que era demasiado formal. Intenté la misma acción durante varios días, conropa interior distinta días tras día, hasta que una noche, observe que estabanalgo mojados. Seguro que sería semen, pero no quería chupar para ver si sabía aleche o no. 

















Tenía que cambiar la forma de excitarlo, así que indagué mássobre él, consulté su ordenador personal mientras no estaba en casa y comprobé quetenía perfil en Poringa, lo cual no me sorprendía, a todos nos gusta el porno,pero esto me ofreció datos sobre sus gustos, como por ejemplo su fetiche porlos tacones.
La segunda acción que hice fue colocar la ropa interior suyapero en bien puestos en tacones suyos. Se los dejaba justo en el baño cuando sedisponía a entrar y claro, el chico ya no se cortaba. Pasó a no tocar su ropainterior a mojarla por completo con su leche. Me gustaba dejarle la ropa oscurapara ver mejor sus restos sobre aquellas telas de ropa interior. Me excitaba.
Debía dar un paso más grande, algo que excitara aquel chicoy a mi novia por separado pero que los uniera. Por ejemplo, su cuerpo, quizásella si lo viera desnudo le gustara. Siempre ha tenido tendencia por ver pollasgrandes y se debe a que yo, la tengo pequeña. Pero eso me gustaba a mi también,va con mi fantasía de ser cornudo.
Por esa razón intenté que mi chica lo viera desnudo, paraello solo tuve que esperar a que el chico fuera a ducharse ya que el se duchabacon la puerta medio encajada, solo tenía que abrirla un poco. En ese momentohice venir a mi novia para conversar de un tema, pero el objetivo principalsería entretenerla para que él saliera y ella pudiera verlo reflejado por elespejo. En aquel momento no sé si funcionaria o no, pero ocurrió. Cuando salió dela ducha, el estaba envuelto en una toalla y, supe que se la había quitado cuandovi la expresión de mi novia. En ese momento me giré para verlo yo también y vial chico. Estaba desnudo con una gran polla, de unos 19 cm o quizás más y untanga suyo puesto en el cuello. Creo que le gustó demasiado su ropa interior.








Estuvo callada cuando le pregunté si le gustó lo que vio. Solome comentó que nunca había visto a un chico dotado delante suya, así que supuseque le gustó:
- María, ¿no me das tu opinión sobre lo que has visto?
- Estoy loca ahora mismo, ¿cómo puede tener la tan grande?, fíjate,no lo digo a mal, sabes que me gusta, pero es 2 veces la tuya.
- Sí, ya sabes doble placer.
- Quizás sí, pero no me lo puedo sacar de la cabeza, teníami ropa, de seguro me la cogió de mi cajón.
- Eso es porque le encantas, si os gusta a ambos…quizás deberíasprobar con él.
- No seas tonto, sabes que te quiero.
- ¿Y? es solo sexo. A mi me gusta verte disfrutar, lo sabes.
- ¿Me estás dando permiso para…y sabes, follarlo?
- Sí, pero solo si yo lo veo.
 
En la noche que planeamos entrar en su dormitorio a follarlo,María se puso bien atractiva para él. Medias de rejas negras, liguero, corsé,faldita de cuadros con un increíble tanga de encaje super estrechito. Empecé apensar que sería mala idea, que quizás a ella le gustaría demasiado y me dejara.
- María, esto es una locura, ¿por qué no lo dejamos yfollamos los dos aquí y ahora?
- No
- ¿Cómo?
- A ver cómo te lo digo, sé que esto ha sido idea tuya, me comentódesde el principio que ropa mía estaba junto a la suya. Yo le di permiso paraque se corriera en mi ropa, me excitaba, nos excitábamos los dos. Me empezó aenviar fotos suyas hace unas semanas, se dejaba ver mientras se duchaba. Ahorano me voy a echar atrás, quiero llegar al orgasmo, y contigo no lo hago.
En ese momento estaba paralizado, toda una vida queriendotener una fantasía de cornudo y ahora no sabía si estaba preparado.

Por la forma de chupar su gran polla, la forma de gemir, dellegar al orgasmo, la forma de moverse, de pedirle más, por todo eso, supe quemi novia no me pertenecía, se había liberado y yo no podía hacerla disfrutar.