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El mejor relato que lei en mi vida ll

Voy a reproducir uno de los mejores relatos que he leido en mi vida, y hace mucho tiempo ya que paso por aca, espero les guste y si es asi les voy pasando el resto, son 17 entregas!


1ra Parte http://www.poringa.net/posts/relatos/3294916/El-mejor-relato-que-lei-en-mi-vida.html

Los personajes son todos mayores de edad, para que no haya malentendidos. 

Capitulo V: negociando

Se tapó como pudo la pija con la mano con la que se estaba pajeando, y la mano que tenía la tanga la escondió debajo de una de sus piernas.

-Que pasa?- Preguntó Agustina desde la cocina, tras haber escuchado como Florencia casi gritó al preguntarle a su hermano que estaba haciendo.

Tras unos segundos de silencio:

-…..…Nada.- Dijo Florcha mirando al muchacho con la cara mas roja que un tomate!

La chica no podía entender lo que veía. 

Bajó su mirada, se quedó mirando al suelo muerta de vergüenza, cuando el chico atinó a decir algo:

-Perdo…
-ESO QUE TENÉS EN LA MANO ES MI TANGA!!??. SOS UN ENFERMO DE MIERDA. Ya vamos a hablar seriamente de esto después, a solas. Tenés mucho para explicar pendejo maleducado. Te salvas que está tu hermana en la cocina.

Florencia cerró la puerta del baño con todo y se fue a su habitación…

El chico estaba shockeado. Todo se arruinó. Todo por ser tan confiado… todo por creer que no pasaría nada! Si tan solo… si tan solo hubiera cerrado bien la puerta… 

Se le bajó el miembro de golpe, se le había ido toda la excitación de un plumazo.

Se metió a la bañera con la cabeza hecha un lío y pensando en qué excusa iba a decirle a su queridísima hermana. Esto era el fin. 

“¿Y si le dice a Agustina? Peor. Y si le cuenta a mamá? Estoy jodido. Que hago?”

Trató de estirar al máximo la ducha, y ganar minutos pensando.

“Qué le digo?”

Cerró la canilla y había que hacer frente a la situación. 

“Qué más da…lo único que espero es no ver a toda la familia en la mesa esperándome para explicar lo sucedido… ojala Florcha no le haya contado a nadie”

Mientras tanto, Florencia estaba en su habitación. Trató de ponerse a estudiar, pero le era imposible. Lo que había visto era… era muy raro! Estaba muy enfadada, pero con el paso de los minutos se iba calmando.
Estaba acostada en su habitación dándole vueltas a lo que había pasado. No tenía muy en claro que iba a hacer.. quería hablar con su hermano para aclarar la situación y ponerle los puntos.

El muchacho salió a paso lento y se alivió al ver que ni Agustina ni su madre lo miraban raro… al menos Florencia no les dijo nada!

Pusieron la mesa, y mientras cenaban, Florencia no sacaba ojo de encima de Martín, que trataba de no mirarla a la cara. Quería desaparecer! Sentía su mirada amenazadora y pesada sobre él. Tendría que tener un cuento bien preparado… que por supuesto no tenía.

Luego de la cena, mientras Agustina se quedaba en la mesa de la cocina con sus apuntes universitarios para estudiar antes de ir a la cama, el muchacho se fue a su habitación. 

Florencia aprovechó… fue hacia su cuarto, pero en vez de detenerse en su puerta y entrar, siguió por el pasillo e ingresó al de su hermano para buscar explicaciones.

Podía verlo por la tenue luz de la notebook que el chico estaba usando. Estaba acostado en la cama. Inmediatamente cerró la pc y prendió la luz de la mesita.

Florcha caminó hasta su cama y se sentó en ella, al costado de su hermano menor. Martín podía verle los profundos ojos oscuros a su hermana que casi daban miedo…Mientras se miraban fijamente, empezó a hablar:

-Me podés explicar qué estabas haciendo?
-…….. -No respondió.
-Hey.! Te hice una pregunta. Contéstame!.
-Supongo que ya sabes. Me estaba haciendo una paja y ya, contenta?
-Shhhhhh. No digas esas palabrotas pendejo cochino.
-Bueno… me estaba “masturbando” si así te gusta.
-Esta bien. Sé lo que estabas haciendo. Ahora quiero que me respondas claramente: lo que tenías en tu cara era mi tanga?
-……Sí. 
-Sí? Eso nomás vas a decir?
-No sé qué más querés que te diga. Es la verdad… entiendo que no me hables más de ahora en adelante, ojalá no le digas a nadie, me da mucha vergüenza y te pido perdón. No sé que más decir.
-Mira enano, no sé que hacías ahí, tampoco fue mi intención invadir tu privacidad. Lo tuyo es tuyo y podes hacer lo que quieras, pero creo que me debes una explicación.. esto es difícil para mí, no soy tu madre ni tu padre para regañarte, y no quiero hacerlo, pero…
-Flor…
-Escúchame: soy tu hermana, y entiendo perfectamente lo que estabas haciendo. Podes… podes hacer eso… son tus cosas, tu privacidad… pero.. que se yo, estoy yo acá… voy a ser clara.. masturbarte es algo normal…no hay ningún problema con eso, ya se me fue el enojo, pero lo que no te voy a permitir es que hagas según que cosas con mis tangas… ¿Qué estabas haciendo con mi tanga en la cara? 
-Flor, me gustaría tener una excusa, o algo.. pero.. voy a ser completamente sincero. Pero te vas a enojar mucho. Bueno… es que… cuando me.. me mas..cuando me masturbo… 
-Lárgalo pendejo, en serio no me enojo… si seguís sin decírmelo si me voy a enojar! Dale antes de que Agustina o mamá vengan a ver que pasa.
-Bueno… es que cuando me masturbo… me gusta hacerlo con tus tangas… es decir, no solo las tuyas, sino las de Agu también…
-¿Te gusta masturbarte con mis tangas? –Florcha no entendía nada.
-Sí… es difícil explicarlo, pero… no sé, un día, estaba haciendo eso… o sea, ma.. masturbándome –Martín cada vez que hablaba de eso miraba a su hermana con gesto de miedo y buscar aprobación de ella para seguir- y agarré una de tus.. tangas.. y.. me gustó mucho.
-No entiendo. Y porqué la tenías en la cara?
-…..
-Respóndeme!
-…Uff, es por el olor que tienen… me las pongo así en la cara para olerlas… me encanta el olor que tienen.

Florencia por un momento no podía creer lo que estaba pasando. Abrió los ojos sin creerse lo que escuchaba.

-Oles mis tangas??!!!!? Mientras te masturbas?!?!?!? Vos me estas jodiendo? Es que... VOS ESTÁS ENFERMO. Tenes que hacerte ver, pendejo de mierda. Como podes hacer algo así? Somos hermanos!!!! –Florencia trataba de gritar en voz baja para que nadie escuche-
-Yo… yo.. perdón, Flor… entiendo que no me hables más, que te enojes conmigo… entiendo todo… pero perdóname por favor.
-No entiendo como hacés algo así… es.. ES ASQUEROSO!! Nunca escuché algo igual… no sé que decir.
-Dejame explicarte… es que cuando siento el olor de tus tangas… me pone.. bueno, me pone caliente por así decirlo, no sé porqué, ni yo mismo lo entiendo, pero es así.. sentirte el olor me enciende… y acabo enseguida.
-Pendejo cochino… sos asqueroso. No lo puedo creer.


Martín estaba cabizbajo al borde del llanto.

-Es la verdad… Por favor no le digas a mamá… ni a Agustina… porfa Florcha… voy a hacer lo que sea para enmendar mi error, te lo suplico.
-No, no le voy a decir a nadie… pero entendeme… como crees que debo actuar al saber que mi hermanito se masturba con mis tangas? Mi propio hermano! Sos un depravado!
-Lo sé.. tenes toda la razón… soy de lo peor. Cuando lo hago sé que esta mal.. lo sé, pero es que… es que el placer es tan grande que no puedo!
-Madre mía. Lo puedo llegar a entender de tus amigas… de tu novia cuando tengas… pero encima de tus hermanas?! Es que estás loco.
-Flor… escúchame porfa. 
-No.. ya sé… no me tenes que decir más nada… entiendo que estás creciendo, que todavía sos chico… estás descubriendo tu sexualidad… puedo llegar a entenderlo desde ese punto…
-Sí, es que ustedes son las únicas chicas que tengo cerca… las de mi escuela no me dan bola, y me faltan muchos años para tener novia.
-Bueno pero eso les pasa a casi todos los chicos de tu edad, y no creo que se masturben con las bombachas de sus hermanas…entiendo que quieras aprender cosas del sexo opuesto, pero no sé si esta sea la manera adecuada…
-Ya.. nada justifica mi error, pero… necesito que me perdones y no se lo cuentes a nadie…
-Que se yo… yo te perdono… quiero decir, no hay nada que perdonar… ya no estoy enfadada. Entiendo que estés pasando por un momento de crecimiento sexual, todos lo pasamos.. en fin, supongo que al fin y al cabo no mataste a nadie. 
-Gracias Flor, no merezco que seas tan buena conmigo. 
-Mirá, si querés preguntarme algo sobre la sexualidad, yo te puedo responder algunas cosas… no sé.. digo para que dejes de usar mis bombachas para masturbarte aunque sea!
-En serio?, como quieras… o sea, si vos querés.. te lo agradecería mucho.
-Bueno, me voy ya a dormir, mañana tengo un día pesado. Uno de estos días hablamos de eso.
-Bueno, perdón de nuevo, Flor, y gracias por ser la mejor hermana del mundo.

Florencia se fue a su cama habiendo aclarado la situación. No lo podía creer. Le pareció algo aberrante… pero no quería retar a su hermano. A su “enano” como ella lo llamaba con cariño. Para Martín las cosas habían empezado terriblemente pero al final todo fue mejor. Aliviado de que no haya pasado algo grave.

Ahora compartiría algunos “secretos” con su hermana. 

::::

Florencia se fue a dormir pensando en lo sucedido. “Cómo le puede gustar oler mis tangas para masturbarse? Eso le gusta? Le gustará a todos los chicos? Que asco”.

Al día siguiente, en el desayuno familiar, nada hacia pensar que Agustina o su madre sospecharán algo. 

A pesar de que Florencia en un momento de la conversación de la noche anterior con su hermano menor se sintió casi horrorizada con lo sucedido, a medida que iban pasando las horas, poco a poco ese sentimiento se le fue yendo. Dejó de darle tanta importancia. Pensaba que al fin y al cabo no era tan grave…que quizás ella lo había exagerado. Que su hermano disfrute su sexualidad como quiera.

Esa mañana en la escuela, sin prestar atención al profesor, se puso a pensar en porqué a su hermanito le gustaba hacer eso. 

“¿Qué de especial pueden tener mis tangas?”

Al pensar en toda la situación, sintió un leve cosquilleo en su entrepierna. Se asustó.

Luego ya en casa, esa tarde estaba asqueada de revisar los ejercicios de matemáticas, que tenía que llevar hechos el lunes a la escuela.

Le iba bastante bien en la escuela, pero en matemáticas era de terror, era su peor materia. No había forma de que supiera hacer esos problemas matemáticos.

Estuvo largo rato quebrándose la cabeza para poder hacerlos, pero no había forma. Podía llamar a alguna de sus amigas, pero era todo un fastidio. Ya las había molestado tantas veces con las tareas de matemáticas que pensó que no quería molestarlas otra vez.

Pidió ayuda a su hermana Agustina, quien desistió porque se iba a la uni enseguida…. Tampoco es que ella supiera mucho de mate.

Martín llegó a casa luego de estar de un amigo, abrió la heladera para beber una lata de coca-cola, mientras hablaba a Flor, que la veía con cara de enojo moviendo el lápiz con sus dedos:

-Te pasa algo?
-Sí, que ya estoy harta de éstos ejercicios… no los sé hacer, y tengo que llevarlos completos para el lunes.
-Y que pasa si no los hacés?
-Repruebo.. ya, me la llevo. Vengo con la nota baja y no puedo fallar en lo más mínimo hasta fin de año.
-Querés que te ayude?
-En serio? 
-Sí… así también te devuelvo la mano que me diste con guardar el secreto 😉
-Jajaja, bien, me parece justo.

Más que ayudarla, se los hizo completos. Martín, como se mencionó al principio del relato, no era un, como se les llama coloquialmente, ‘nerd’, pero sí era muy responsable y estudioso para la escuela. Nunca había reprobado, y se lo tomaba muy en serio. Los ejercicios de matemáticas que le daban a su hermana mayor, les resultaban relativamente fáciles al muchacho, la cual era su materia favorita y predilecta, donde rozaba el 10 de promedio.

En unos 15-20 minutos, el chico terminó con los ejercicios sin mayores problemas.

-Si hubiera sabido antes que eras tan bueno, no estaría reprobando matemática, jajaja. Gracias hermanito.
-Jajajaja. De nada, Flor.
-Ah, y sobre lo que hablamos anoche, ahora que estamos solos… sentite libre de preguntarme alguna inquietud que tengas.. no tengas vergüenza.
-…Gracias por tu confianza, hermana. Por ahora no se me ocurre nada.. tampoco quiero incomodarte.
-No me incomodas, en serio. Me voy a bañar que tengo que salir.. pórtate bien, sabes a lo queme refiero, eh.
-Sí.

Florencia se fue a la ducha. Se quitó la blusa… el corpiño, dejando salir libres ambas tetas, pequeñas pero redondas, jóvenes y firmes, con el ondulado y oscuro cabello cayendo sobre ellas. Se quitó el jean, las zapatillas, y se bajó la bombacha, de manera que su pobladito pubis peludo quedó a la vista a la luz del baño., trató de meter la bombacha recién usada debajo de la ropa… se preguntó si su hermano la obedecería… por lo pronto no quería contárselo a Agustina.

Poco importó donde estuviera, pues cuando se fue a duchar Martín, revolvió toda la ropa para encontrar la bombachita, y hacerse una soberana pajota a la salud de su hermana. 

Así los días fueron transcurriendo… había días en los que el muchacho se contenía como podía y no las tocaba, pero a veces era irresistible… estaba rompiendo el pacto con la buena de su hermana que tanto lo había comprendido.

Pero llegar al baño, y ver encima de la ropa de Agustina, una tanga mojada, era imposible de resistirse.

Además de las tangas, imaginarse que tan solo hace unos momentos las llevaban puestas sus hermosas hermanas, era re morboso!

De solo pensar que hace pocos minutos, esa tanguita finita estaba toda metidita en la concha de la diosa de Agus… con un par de movimientos sobre su pene, ya tenía el satisfactorio y placentero súper-orgasmo, mientras sentía el olor de esa tanga húmeda, proveniente de la chocha adolescente y caliente de su hermana mayor. 

Le daba igual que fueran sus hermanas. Ya las veía como chicas, encima estaban una más partible que la otra… las chicas de sus sueños vivían en su propia casa. El hecho de que sean sus hermanas solo le agregaba un morbo y una calentura suprema.

Poco a poco se fue convirtiendo en eso.

Los días del muchacho tenían su punto álgido cuando se bañaba.

Por suerte la primavera iba llegando, y con ello los exámenes finales para Florencia. Su último año en la escuela antes de ir a la uni.

Últimamente andaba preocupada, por las ya comentadas dificultades en aprobar una materia.

Sabía que si no aprobaba, tendría graves problemas para ingresar a una universidad. 

Una de esas tardes, tras renegar con la tarea, Florencia salió con sus amigas a la plaza a tomar mates y charlar como siempre.

Estaban sentadas en el césped, con el tibio sol primaveral dándoles de lleno a las chicas, mientras conversaban de la novela que miraban asiduamente algunas de sus amigas. Florencia se cansó de oírlas hablar de esa novela que ella la encontraba aburrida y sin sentido:

-Basta de hablar de esa novela… es absurda!
-Bueno… querés que hablemos de que? De tu novio invisible? –Dijo Ana, una de sus amigas, entre risas de las demás.
-Jajaja…no seas forra. Y vos de que te reís si tampoco tenes novio??? –Dijo Florcha a su otra amiga, Lucía.
-Bueno pero ella al menos ya tuvo y lo desechó por tarado… vos no nos contás nada sobre con quien andas! –Respondió la bella Ana.
-Con nadie, con quien querés que ande.
-Bueno, no tenés mucho para elegir.. pero alguien te debe echar un ojo.
-…Puede ser…
-¡Florencia! YA, urgente habla querida! Jajajaja.
-Jajajajajajajaja, nah…
-Dale, quien es? Lo conocemos?
-Sí, lo conocen…
-Uyyy… decinos! Dale…
-Jajaja, no, por ahora no les digo nada. Y nunca se van a imaginar quien es…

Tras varios minutos en donde sus amigas quisieron sacarle el nombre del muchacho en cuestión, Florencia no respondió… 

Rato más tarde arribó a casa. Se agachó para abrir un cajón del mesón del mueble de la cocina para guardar el termo y el mate, se dio vuelta rápido y se dio cuenta como su hermano, parado en la puerta, le estaba mirando el culo con descaro.

No era la primera vez que lo cazaba mirándola… pero disimulaba que no lo había visto y no le decía nada…

Se fue a la ducha, y cuando se quitó la ropa, dejó la tanga que llevaba puesta abajo de toda la ropa, para que su hermano no la vea, aunque no sirviese de nada.

En fin, ya luego salió a hacer unas compras, y volvió a casa.

Estaba en facebook hablando con una amiga por Chat, cuando le dijo “ya vuelvo”.

Le dieron ganas de ir al baño, y en ese momento se estaba duchando su hermano.

Tocó la puerta un par de veces y le dijo:

-Puedo entrar? Tengo que ir al baño…
-SÍ

Martín respondió con un tono de voz alto para que se escuche…

Florcha abrió la puerta, se bajó el jean y la bombacha y se sentó en el inodoro. Mientras su tierna y adolescente vagina desprendía la orina, solo se escuchaba el ruido del agua de la ducha cayendo sobre la bañera al otro lado de la cortina, a escasos centímetros de ella.

Florencia, aún orinando, puso su vista en el rincón de su ropa que hacía unas horas se había quitado para ducharse. Observó como la tanga que había usado estaba arriba de todo.

-Che…
-Qué?-Respondió el muchacho enfrascado en su lucha para sacarse el shampoo del pelo.
-Agarraste mi tanga?
-………………-El chico se quedó mudo.
-En qué habíamos quedado?
-Perdón…
-Pero por lo menos sé más cuidadoso… encima me mirás la cola todos los días… disimula querido… imagino que no andarás así con otras chicas, porque un día te van a dar un sopapo.
-En serio? Dios mio Flor… no lo puedo creer.. perdoname, en serio… no es con mala intención, yo solo…
-Ya.. –interrumpió Florcha mientras pasaba papel por su vagina- te estás pasando… si seguís así voy a tener que decirle a mamá.
-Nooooo, no por favor hermanita eso no… por favor, no le digas a nadie. 
-La otra vez dijiste lo mismo.. si se lo digo a mamá es por tu bien, no creo que sea saludable que sigas haciendo estas cosas… te lo digo como consejo de hermana, no te enojes.
-NOOO POR FAVOR HAGO LO QUE SEA, por favor decime que puedo hacer para arreglar esto, pero por favor no le cuentes a nadie…
-Está bien, no digo nada, pero.. ¿Yo que obtengo a cambio?
-No sé, qué querés que haga por vos? Lo que sea Flor. –Martín ya estaba desesperado en la bañera.
-Agradecé que te agarré en un día bueno… y que soy comprensible, porque hacer las cosas que hacés con tu propia hermana… no sé cuantas como yo te estaría guardando el secreto.
-…..Sí, lo sé! Y te lo agradezco tanto… Puedo hacerte todas las tareas de matemática, y ayudarte a estudiar! Así no tendrás problemas para aprobar!

Florencia se puso de pie, volviendo a subirse la bombachita y el jean.

-Mmm.. interesante.
-Qué decis? Es una buena oferta?
-Jajaja… bien, me parece bien. Ahora cuando salgas del baño podés ir empezando…
-Gracias, Flor.

Martín respiró aliviado.

“Segunda vez que me caza… si es que más tarado no puedo ser!”

Tocaba hacer problemas de matemática… dentro de todo pensó que la sacó barata. Que su hermana le diga a mamá de aquello podía ser el fin del mundo. “Me echan de casa” se dijo a sí mismo.

Apenas salió del baño, su hermana le había dejado la carpeta abierta en la mesa para que empiece. Lo tenía cazado de las pelotas!

-En serio no sabés hacer esto? Es re fácil.-Dijo Martín mientras empezaba a escribir.
-No te hagas el canchero, pendejo…-Respodió Florencia mientras se divertía con su ipod.
-Cuando tenés el examen?
-En… 2 semanas. Me vas a tener que enseñar mucho enanito.
-Tranquila, vas a aprobar de taquito!

Unos minutos después, el muchacho cerró la carpeta.

-Ya está????
-Sí, Flor. Cumplí con lo de hoy… cuando empezamos a estudiar?
-No sé. Fijate en mi carpeta los temas, y después decime.
-Dale.

Se levantó del sillón y se fue a preparar la mesa para cenar. El chico nuevamente la observó caminando de espaldas a él, moviendo la cola a cada paso.

“No podés tener ese culo…”

Para el chico era demasiado. Entre las tetas de Agustina, la cola de Florcha, y las tangas húmedas, el aroma de ambas conchitas… era difícil no vivir con la pija parada.

Tenía tantos estímulos, que casi siempre estaba caliente.

Apenas terminó de revisar los temas a enseñar a su hermana, llegó Agustina a casa.

-Como está mi hermanito lindo? –Lo saludó agachándose para darle un beso, con las tetas colgando sujetadas por el corpiño enfrente de la cara del muchacho.

Era una tortura. O una bendición…

Más tarde, Martín le dijo a Florcha que tendrían que ir empezando cuanto antes a estudiar. Que eran varios temas, pero según él, serían relativamente fáciles de enseñar, y que no tendría problemas para aprobar.

- Ok, mañana podés? -Preguntó Florencia a su hermano.
- Sí, pero después de las 5.
- Perfecto, yo a esa hora salgo de inglés.

La familia cenó con normalidad y todos se fueron a descansar para un nuevo y cargado día.

:::

Ya a la siguiente tarde, Florencia desde su habitación llamó a su hermano, para empezar a estudiar.

El chico ingresó al cuarto de sus hermanas. Tenían varios posters pegados en las paredes con cosas de chicas... hacían varios años que estaban allí colgados.

Florcha estaba acostada boca abajo en su cama. Al lado, a escasos centímetros, estaba la cama de Agustina. La luz de la mesita en medio de ambas camas, alumbraba bastante bien.

- Acá vamos a estudiar? -Preguntó Martín mientras le miraba el culo a su hermana, apretado por el jean oscuro.
- Sí... es más cómodo. Algún problema?
-No.. está bien.
- Ok, sentate acá.-Florencia se corrió a un lado, y con la mano hizo el gesto para que Martín se siente en su cama, a su lado.

El chico se sentó en la cama de su hermana, a su lado.

Hacía bastante tiempo que no entraba a la habitación de Agustina y Florencia. Iba más seguido cuando todos eran más pequeños, y se ponían a jugar a algo.
Florencia abrió la carpeta y sacó las hojas que iban a estudiar.

-Todo tuyo… enséñame.-Florcha le entregó las hojas.
-Bueno, esto es así…

Y así empezó a enseñarle los temas a su hermana. Tras una hora y media de estudio, Florencia decidió que era suficiente por ese día. Además ya notaba que empezaba a progresar, y todo gracias a su hermanito! Guardó la carpeta y se levantó de la cama:

-Gracias enano!-Dijo Florcha, dándole un beso en el cachete a Martín.
-De nada… además recordá que te tengo que devolver el favor por lo que estás haciendo por mí.
-Bueno, tampoco te lo tomes tan a pecho.
-Es lo justo. Por cierto, y sobre eso… quiero preguntarte, o pedirte algo.
-Decime.-Flor lo miraba con cara de niña buena.
-Puedo… seguir haciéndolo? Quiero decir… si no te molesta… sino no hay problema… no quiero que te enojes..porfa.-Dijo Martín casi temblando.
-No sé… si te gusta tanto…que se yo, me da un poco de vergüenza, en serio te gusta tanto?
-Sí, mucho. Pero si te molesta, te juro que no lo hago más.
-No… lo pensé un poco, y me cuesta entenderlo, pero… si vos querés, yo te guardo el secreto. Aunque te sigo diciendo que me parece asqueroso… 
-Muchísimas gracias, Flor. De verdad.
-Bueno… supongo que es un buen trato. Yo te guardo el secreto y te permito seguir haciendo eso, pero vos me ayudas con toda la materia.
-Sí! Me parece perfecto.

Tras esa conversación, salieron de la habitación. Todo marchaba bien, y Florencia sabía que no debía arriesgarse a que su hermano la deje de ayudar con la materia, para aprobar con seguridad y poder ingresar a la universidad. Y permitiéndole seguir con aquello a su hermano menor, se aseguraba eso. 

“Tampoco es para tanto” pensaba.

Florcha esa tarde se fue a bañar, y cuando se estaba quitando la ropa, se acordó de su hermano. Se quitó la bombacha y la dejó arriba de toda la ropa, lista para él.

Apenas salió ella, ingresó él, y se le aceleró el corazón cuando vio la bombacha negra de su hermana a simple vista. La tomó, y se llenó de su olor para hacerse una paja. Adoraba su humedad. Esto se repitió los siguientes días. Florencia dejaba sus prendas encima de toda la ropa, pues ya sabía que haría su hermanito con ellas después. Martín se dio cuenta del cambio, y se daba placer con el consentimiento de su hermana.

Continua en EL MEJOR RELATO QUE LEI EN MI VIDA llB por que era muy largo


Le agradecemos a @nickbendt

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