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Viaje de jubilado a la argentina 33

 El ambiente en mi casa después de la tarde que habíamos estado hablando Corina y yo era inmejorable, Elena se notaba contenta su nieto estaba precioso y todos nosotros estábamos pendientes de ella, se sentía como en casa, una noche en nuestras habituales “conversaciones” en la cama me confesó que no añoraba su casa en España, apenas se acordaba de sus amigas y vecinas, al principio el choque cultural la había cohibido un poco pero al verme a mí tan decidido se estaba integrando muy bien.  Mi hijo contribuía mucho porque ahora se dedicaba más a estar en casa y a atender a su mujer y su hijo, con el premio que le habían reconocido delante de todo lo más alto de la empresa le había motivado mucho y tenía muy buen humor, todos se lo agradecíamos pero Corina con más motivo y además con más argumentos, sobre todo en la cama, parecía que todo estaba en calma pero duró poco por lo menos para mí.
                                                  El día que Carla vino a realizar su labor de limpieza a casa se le notaba impaciente por contarme algo, yo al verla de momento recordé el problema que tenía su amiga Maite, se me había olvidado del todo y no por falta de interés sino porque lo veía tan complicado que mi cerebro lo eliminó al olvido.  Ella, en el primer momento que tuvo para poder a hablar a solas conmigo me contó que cuando me fui, fueron a la habitación de Toni, le hicieron la maleta, recogieron sus pertenencias y se las habían puesto en la puerta de la calle, el chico no se lo creía, según él lo desmentía todo hasta llorando y suplicando a Carla le rogaba que no lo despidiera de su casa.  
                                                  Carla fue inflexible y en su lugar hospedó a Maite, ella no daba problemas, estaba cohibida y apenas salía de su habitación, había llevado algo de dinero y tenía para alimentarse y con la poca ropa que le dejó Carla se arreglaba en su casa, había llamado a sus padres y parecía que no le habían puesto pegas ya que les había dicho que estaba en casa de una amiga.  Carla estaba contenta de haber ayudado a una chica salvándola de un desaprensivo mujeriego pero de paso me recordó que había que buscarle una solución al problema, le prometí que me pondría a ello y Carla me obsequió con un beso en la mejilla que me rozó los labios.
                                                  Yo no sabía dónde acudir y menos en un país y una ciudad que no conocía pero empecé por una tarjeta de visita que Maite le había dado a Carla como “presentación”, busqué en el listín de teléfonos, su apellido era de lo más corriente, de ascendencia española, habían miles de ellos y entonces recordé que Corina había trabajado en un Banco y quizás conociera a la familia, la suerte me acompañó pues era una familia de las más respetadas en la alta sociedad, se les podían ver en todos los actos tanto civiles como religiosos, parecía que eran mecenas de algunas fundaciones y tenían una fortuna con una fábrica de maquinaria pesada, me dijo que tenía un hermano como él y les iba muy bien en la vida.
                                                  Con la dirección y el teléfono que llevaba la tarjeta llamé para concertar una cita, iba dispuesto por lo menos para sondear cómo encajarían la noticia de su hija, me citaron para el día siguiente, yo me vestí de la forma más formal que pude, iba en plan de pocas bromas y cuando bajé del taxi vi la mansión en que vivían, rodeada de altas verjas de hierro y con un jardín que se perdía de vista, me armé de valor y llamé a la puerta de madera noble, al rato oí unos débiles pasos y con un supremo esfuerzo me abrió una señora, anciana diría yo, iba vestida con un uniforme casi negro, debía ser el ama de llaves o la criada más antigua de la casa, con su débil voz me hizo pasar y me dijo que esperara en el recibidor. 
                                                  Al momento me acompañó a una salita, en ella había dos señoras que, aunque bastante jóvenes tenían toda la presencia de unas damas de muy alta categoría.  Me quedé en la puerta esperando que me invitaran a entrar, parecía que se estaban despidiendo.  Al rato una de ella salió de la habitación, mientras esperaba me tomé el tiempo de observar el ambiente, en primer lugar a las dos señoras, una era pelirroja total, enseguida supuse que sería la madre de Maite y la otra señora era todo lo contrario, era morena con una melena larga y los ojos oscuros, aún así se parecían en algo, al pasar a mi lado pude aspirar el olor a perfume que exhalaba, era mareante pero de una calidad indiscutible, el mobiliario de la estancia era todo de madera oscura, seguramente de caoba con cristaleras al jardín altísimas y cuadros por todos los lados, reconozco que me acojoné, ya esperaba que llamaran a algún criado forzudo y de una patada me echaran de allí.
                                                  Lo primero que me preocupaba era cómo contarle que su hija estaba preñada de un chico que no conocía y que no quería saber nada del tema, cuando me invitó a acercarme a ella, la mente se me quedó en blanco, toda la estrategia que había imaginado se me había olvidado, según me acercaba a la señora me di cuenta de que no era muy mayor, incluso diría que era bastante joven quizá cuarenta o cuarenta y cinco años y se conservaba muy bien, por otra parte algo lógico con aquel nivel de vida, me senté en un sillón y ella en otro al lado del ventanal.

Buenas tardes, me llamo Caridad ayer hablé con usted, parece que quería hablar de un asusto importante.
Buenas tardes, me llamo José y vengo a comentarle un tema que atañe a una chica que por la apariencia debe ser hija suya, se trata de Maite.
¡Ah!  Maite, claro es mi hija, imagino que lo habrá deducido por ser pelirroja como yo.
Pues… si, la verdad es una chica muy linda igual que usted si me permite decírselo.
¡Oh!, gracias señor José, es usted muy galante.  Y ¿qué le ocurre a Maite, algo grave?
Nooo, por favor, nada grave ni irreparable, sólo está un poco indispuesta pero no será nada, se curará seguro dentro de nueve meses más o menos.
¿Qué quiere decir, señor Pepe?
Pues… siento decirle que su hija está embarazada y de algunas semanas ya.

 
                                                  La señora cambió de expresión, se cubrió la cara y empezó a llorar yo me acerqué a ella todo lo que me permitía el sillón para consolarla.

Por Dios, otra vez no, otra vez no.
Perdone señora, no le comprendo pero lo que le intento decir que su hija está esperando un hijo y le va a obsequiar con un nieto precioso seguro.

 
                                                  Yo quería quitarle hierro a la situación, me imaginaba que estaría hundida en la desesperación y le ponía la cosa como “la alegría de la casa”.

Usted no lo entiende, Maite no está preparada para esto, no puede ser, no puede.
Ya me lo imagino pero sí que puede, parece que está preñada de tres meses ya.
Por favor no me diga esto así, aún me duele más.
Lo lamento, sólo pretendía que no lo viera desde el punto de vista malo, un niño siempre es una alegría, yo mismo tengo un nieto se llama Javi y estoy encantado.
No me entiende señor José, veo que es usted un caballero que quiere ayudar a mi hija pero no puede ser, es imposible que tenga un hijo, le voy a contar una cosa pero le exijo que guarde silencio por el bien de todos.
No se preocupe, mis labios están sellados.
Un momento, no se mueva.

                                                  La señora se levantó y llamó a la criada, le pidió unos café y al poco rato ya estaban allí, parecía que los tenía previstos, luego le ordenó que no la molestara nadie, que dijera que no estaba en casa y cerró la puerta de la salita.
                                                  Sirvió el café en una mesita y nos sentamos en un sofá más grande, yo estaba intimidado y expectante ante tanto misterio.

A ver señor José, realmente, ¿qué es lo que sabe usted?
Realmente yo sólo sé que su hija está embarazada de tres meses y el chico que lo ha hecho no quiere hacerse cargo de nada, su hija está en casa de una amiga, está bien pero desesperada y me han pedido a mí que les informe del caso.
Bueno… antes de hablar y contarle esta historia me gustaría pedirle un favor, desde que ha entrado me ha parecido una persona en quien se puede confiar.
Desde luego.
Bien, primero de todo por favor no me llame Caridad, me lo puso mi madre porque era muy religiosa, prefiero que me llame Cari.
Pues le agradezco su confianza, realmente a mi me llaman todos Pepe, es más familiar…
Encantada Pepe, el caso es que como verá mi familia está considerada muy bien por la sociedad de la ciudad, mi marido y su hermano dirigen una empresa de mucha importancia y además ayudamos en obras benéficas y todo eso pero, en realidad ocurre que en nuestras vidas no todo es lo que se ve, le contaré que la señora que ha  visto salir hace un momento es mi hermana y a la vez mí cuñada, se llama Tere y vive aquí al lado en la otra parte de la mansión.

 
                                                  Me quedé asombrado, nada más diferente que ellas, una pelirroja total y la otra morena pero me callé, no era asunto mío.
Le agradezco mucho que sea así, Maite no puede quedar embarazada porque tiene un problema psíquico que por la ansiedad de quedar preñada no lo logra, yo siento que se haya tomado tantas molestias y preocupaciones pero nosotros sabemos lo que le ocurre y procuramos atenderla con todo el cuidado, lo que ocurre es que a veces se ilusiona demasiado, si quiere dígale que no pasa nada, que dentro de unos días estará bien y si está con su amiga unos días tranquila mejor para ella pero aquí la recibiremos encantados y la cuidaremos. 
Como ve somos una familia muy unida y creo que usted es una persona muy responsable y que ayuda a cualquier persona, se lo agradezco mucho y vista la confianza que me demuestra le voy a contar la historia de la chica, en problema no es de ella ni su culpa, principalmente es mío y de mi hermana, las dos tenemos un gusto digamos…”desaforado” por el sexo aunque lo hemos reconocido un poco tarde, la sobriedad de nuestros maridos influyeron a que fuéramos siempre discretas de nuestra afición, para ellos lo primero es el trabajo y nos tienen bastante desatendidas sobre todo desde que nacieron los chicos y de eso hace mucho y nosotras no somos de piedra precisamente, espero que lo entienda, usted parece un hombre muuuuy comprensivo, en nuestro ambiente no se habla nunca de esos temas por eso cuando surgen es como una explosión y más entre personas con total confianza, le cuento… 
Mi hermana me presentó a mi marido, ella salía con el otro hermano y la verdad me enamoré de él a primera vista, mi marido es muy viril igual que su hermano, son dos hombres que infunden respeto e incluso miedo cuando los ven, el caso es que nos casamos casi al mismo tiempo y al poco mi hermana quedó embarazada de un chico, un niño precioso, mi cuñado estaba orgulloso por tener un descendiente que llevara en su día la empresa y a mi marido le gustaba que yo le diera un hijo también para lo mismo, estuvimos intentándolo bastante tiempo, incluso fuimos al extranjero para visitar a médicos especialistas, el caso es que no podíamos tener.  Al principio creíamos que era yo estéril pero unos análisis revelaron que mi marido de apariencia tan varonil no tenía los bichitos muy activos y no podía tener hijos, nos hundimos, mi familia nos ayudó mucho.  Una noche de navidad cenamos los cuatro juntos, la criada cuidaba en todo momento del niño tan deseado y nosotros sin nada que cuidar, bebimos, hablamos y bebimos más. 
Entre risas y bromas alguien dijo que para no perder la descendencia era preciso tener un niño y mi cuñado como broma se ofreció a aportar su semen para que yo me quedara encinta, nos reímos de la ocurrencia pero al rato mi hermana me llevó aparte y me hablo en serio, por ella no había inconveniente, ya tenía un hijo y al fin y al cabo eran hermanos.  Entre nosotros casi nunca hablábamos de esos temas y en todo caso decíamos “hacer el acto matrimonial” o “hacer el amor” mi marido poco a poco iba ilusionándose y al final accedió, el problema era el sistema para hacerme la donación.  Mi hermana propuso que su marido se sacara el semen y me lo diera en un vaso para que yo o mi marido me lo inyectara con una jeringuilla después de hacer el amor, cada uno aportaba ideas, otro dijo que lo más seguro era que mi cuñado se masturbara  mientras nosotros hacíamos “el acto” y meterme el semen dejándolo caer y mi marido lo empujaría hacia adentro, a cada idea más disparatada, el champan dio la solución y mi marido excitado de verle las tetas a mi hermana por el escote del vestido de noche se levantó de la mesa y se sacó sus 22 cm de miembro y los dejó sobre el mantel.  Nos quedamos todos sorprendidos, mi marido era con mucho el más serio de los dos y esta reacción no la esperábamos de él. 
¡Basta ya de tonterías, la mejor forma es a lo natural, como siempre se ha hecho, yo propongo que mi hermano y Cari se metan en la cama y lo hagan como Dios manda!  La más sorprendida fue mi hermana, se quedó hipnotizada al ver el tamaño del pene de mi marido, lo cogió de la mano y se lo llevó a su casa, yo cogí a mi cuñado y me lo llevé a mi habitación.  Esa noche pasaron muchas cosas, la primera es que cuando me metí en la cama con mi cuñado descubrí que tenía un pene pequeño y delgado, apenas diez centímetros, al lado de mi marido que estaba bien armado era una ridiculez pero no podía renunciar ni tampoco hacerle un desprecio a él por lo que me resigné y me tumbé sobre la cama, me puse un almohadón en la cola elevando mis caderas y esperé, mi cuñado subió sobre mí y me penetró, entonces conocí algo inaudito, su pene con su poca longitud me llegaba justo a mi punto G, que yo desconocía hasta entonces, no me hizo falta más y cuando se había metido diez o doce veces tuve mi primer orgasmo, a él le siguieron varios, mi cuñado apenas se movía pero incidía exactamente en el punto más sensible de las mujeres y yo tenía orgasmo tras orgasmo, me dijo al oído si podía tocarme las tetas, yo loca le dije que lo que quisiera, ya estaba agotada de tener las piernas en alto y le pedí cambiar de postura, me puse de rodillas en la cama y él me hundió todo lo que pudo su pene.

  

Yo seguía corriéndome mi vagina era un charco y él no daba muestras de eyacular, me pidió si podía probar a meter su pene en mi cola, le dije que lo que fuera pero que quería su semen ya, apenas me enteré cuando me metió el pene pero era ¡un incentivo que le daba!, luego me tumbé otra vez y entonces él se metió entre mis piernas y frotándome como él sólo sabía eyaculó dentro de mí, cuando se retiró no se salió ni una gota de leche, follamos toda la noche, me corrí más veces que lo había hecho nunca con la grande de mi marido, estaba loca con él no hacía falta mirarle, su pene me volvía loca de gusto y no se cansaba de entrar y salir, un orgasmo detrás de otro hasta la mañana siguiente.  Me propuse no contarle nada a mi marido para que no se burlase de él pues para su orgullo su miembro era el mejor.  Por la mañana nos juntamos para desayunar en el comedor, aún estaba lleno de botellas medio vacías de la noche anterior, mi hermana todavía estaba más encantada que yo, acostumbrada al tamaño de su marido, el del mío le hizo sentir todo lo que siempre había soñado, me contó que la había follado de todas las maneras, le llenaba la vagina cada vez que entraba y ella apenas podía recibirla pero aguantaba hasta sentirla adentro, me contó que su marido siempre había querido tener sexo anal con ella y que por su educación religiosa no lo había consentido pero al ver aquel “pedazo” monstruoso perdió la cabeza y mi marido le había partido el “traste” en dos empujones y desde entonces no lo dejaba salir.  Los hermanos aparte se contaban sus confidencias y mi cuñado le contaba como se había corrido varias veces dentro de mí en mis incontables orgasmos, mi marido quiso presumir y le confesó que había conseguido que Tere le diera su cola y la había dilatado hasta lo indecible y lo había disfrutado con furor.

 

El ambiente se volvió a caldear pues empezamos a beber de lo que había sobrado de la noche anterior, ya no volvimos a nuestras camas y allí mismo sobre los sofás y la alfombra delante del fuego de la chimenea estuvimos cogiendo hasta media mañana, mi cuñado le demostraba cómo hacía para que me corriera y mi marido le enseñaba cómo iba entrando su gran polla dentro de la cola de su mujer, el caso es que aún así no me quedé preñada aunque me salía el semen por las orejas.  El día de reyes nos quisimos hacer un regalo especial y volvimos a intimar, esta vez ya nos cambiábamos mi marido me metía su polla en la cola, yo ya estaba acostumbrada y mi cuñado pudo probar la cola de mi hermana, las noches de sexo se fueron repitiendo, casi llegaron a ser una costumbre, cuando alguien sugería que podíamos hacer una cena los cuatro ya sabíamos que íbamos a tener toda una noche de sexo, mi cuñado me hacía subir al cielo, me daban orgasmos terribles y mi hermana estaba encantada con los que le proporcionaba mi marido con su mástil…

 

Pero yo no me quedaba preñada ni con esas cantidades de leche, al final pensamos en otra solución: adoptaríamos a un niño pero no había disponible ninguno y nos enseñaron a una niña, ella nos daría un nieto varón para la empresa, con dinero nos la concedieron enseguida, era preciosa era pelirroja y yo me enamoré de ella nada más verla, ni mi hermana ni mi marido lograron convencerme y nos la trajimos a casa, creció junto al niño de mi hermana, jugaban juntos, a los dos no les faltaba nada, los mimamos, los acostumbramos mal a regalarles lo que querían para conseguir algo de ellos.  El caso es que el niño jugaba más con los juguetes de mi hija que con los suyos, a ella le comprábamos las muñecas de importación más bonitas que habían y el niño jugaba con ellas, a sus cochecitos y balones no les hacía caso, yo no quería decir nada pero no lo veía muy normal, mi hermana no decía nada tampoco y los hombres no querían verlo, mi hija empezó a crecer, a hacer preguntas, ¿porqué yo tengo el pelo rojo y tú no?  Al principio le dije que me lo pintaba moreno, luego fue al revés me lo tinté rojo como ella y pareció que en el colegio le dejaron de acosar a preguntas hasta hoy.

 

Vamos a ver Cari… le diré algo y no se ofenda… como ve ya tengo muchos años y aunque no he vivido nunca en estos lujos no creo que sea del todo tonto pero esa historia que me cuenta no me parece creíble, es imposible todo lo que cuenta, perdone si le digo pero me da la impresión de que usted no quiere ver la realidad, escuche… su hija Maite está preñada, la han follado y dentro de unos meses parirá un bebé precioso sin duda, eso le ocurre a muchas chicas en todo el mundo.
Ojalá fuera así, si me permite le contaré el resto y lo comprenderá.
Como quiera, no tengo prisa.
Como le digo yo soy morena igual que mi hermana pero llevo años de pelirroja.
Perdone pero no le creo, es imposible.
¿Quiere que se lo demuestre?  Pues mire usted mismo.

 
                                                  Cari se levantó del sofá y se abrió el vestido carísimo que llevaba y me enseñó el pecho, no tenía pecas y era más moreno que el de Maite y se quedó de pie hasta ver mi convicción, yo realmente no me creía toda aquella historia, era demasiado rebuscada pero en el ambiente de la alta sociedad pasa como en todos lados y me quedé indiferente, a Cari le dio rabia de que no me convenciera y de su precioso sujetador sacó una teta, indudablemente no era como el color naranja de Maite, más bien era oscuro y con un pezón todavía más oscuro, le hice un gesto como que si pero… y entonces quiso darme la prueba definitiva, se subió la falda llevaba unas medias cogidas a los muslos con una banda elástica y vi sus bragas blancas de blonda, se notaba una zona oscura pero ella para darme más señales bajo sus bragas y me enseñó un triangulo de vello rizado perfectamente perfilado y de un negro brillante.
¿Se convence ahora, soy morena o pelirroja, usted ha visto a alguna vez a alguna pelirroja de verdad?Pues he visto a Maite y no es nada parecida a usted.¿Pero la ha visto bien vista?Lo bastante para ver que tiene muchas más pecas que usted.Es que yo no tengo ninguna peca acérquese a ver si me encuentra alguna por algún sitio.                                                  Cari se abrió la blusa de seda que llevaba, apareció el sujetador blanco que hacía juego a sus bragas, su piel morena brillaba y no se le apreciaba la menor imperfección pero el olor de su piel me llegaba y el calor y la agitación de su pecho subían y bajaban sus tetas dentro de las copas, le miré como si buscara huellas dactilares y ella se enfurecía más ante mi “escepticismo” se bajó un tirante y arrastró la copa con él quedando su pecho frente a mis ojos, estaba tan cerca y tan terso que no pude contenerme y se lo besé, la expresión que hizo me asustó, no sabía si estaba indignada por mi atrevimiento o por mi falta de convicción pero sin más se bajó el otro tirante y cogiéndome la cara se la colocó entre las dos tetas, me paseaba la boca de una a la otra y yo chupaba y lamía hasta que pude atraparle un pezón y tragármelo, se quedó quieta mientras me acariciaba el pelo.
                                                  Cuando intenté soltarlo para coger aire me puso delante el otro para que le diera el mismo trato, me cogió una mano y me la llevó a su triangulo velludo, estaba ensortijado y tuve que buscar sus labios hasta encontrarlos y separarlos, me abrazó impidiéndome que la dejara y la empujé contra la pared empapelada de terciopelo, me saqué la polla y de pie se la puse entre las piernas, ella el notarla las separó y la cogió guiándola hasta la entrada de su vagina, noté el calor y la humedad y empujé, le hundí el capullo y en dos golpes más desapareció dentro de ella, mis rodillas me temblaban era de mi misma altura y tenía que estar un poco agachado para metérsela hasta el fondo, ella me guió al sofá y se puso de rodillas en el asiento colgándose del respaldo, no esperé y volví a meterla con más fuerza y de un sólo golpe, estábamos los dos agitados cuando se la saqué e intenté apuntar a su culo, ella se volvió y me dijo jadeando.

Un momento Pepe esto es especial, tu polla es mejor que la larga de mi marido pero para la cola tengo una idea, si no te parece mal hay alguien a quien le hará más ilusión,

 
                                                  A estas alturas a mi me daba lo mismo, me hubiera follado hasta a la vieja doncella pero Cari llamó a su hermana que apareció al momento por una puerta disimulada en la pared, al ver la situación se quedó prendada y fue directamente a por mí, no me preguntó ni el nombre ni se presentó pero se puso al lado de su hermana Cari y se bajó los pantalones largos que llevaba, las bragas eran negras pero el color de su piel era igual de moreno que la de su hermana, la única diferencia era que tenía el coño depilado con apenas un milímetro de longitud, parecía de césped. Cari actuó como maestra de ceremonias y después de untar con crema el culo de su hermana y mi polla me guió hasta ella.
                                                  Tere demostró una gran entereza y aguantó la presión constante que le hice hasta que el capullo desapareció dentro de su ano, ya luego fue más fácil, me dijo que esperara un momento y lo respeté pero después ya no hubieron más pausas y de un tirón entré hasta dentro de su recto, las dos hermanas se besaban agradecidas por haber pensado en ella, sabía de su debilidad por el sexo anal y aquella polla no era ni como la de su cuñado y menos la de su marido, ya me iba a salir cuando me dijo que me corriera en su culo porque ella sí que era fértil pero me parecía una pena no probar su vagina y en un momento la saqué y la hundí varias veces, ella rogaba por todo lo del Cielo que no me corriera y no lo hice, le volví a llenar el culo y me vacié en el.  
                                                  Cari esperaba a que la sacara para limpiármela lamiéndola, me senté agotado.  Cuando Tere se levantó se subió los pantalones y quedó tan impoluta como cuando llegó.

Gracias Cari por acordarte de mí pero ahora te toca a ti.
Por favor señoras, les ruego consideren que debo reponerme.
Tiene razón Pepe, seguiré con la historia, espero no aburrirle.
No se preocupe, de momento estoy muy interesado.

                                                  Estábamos sentados en el sofá los tres, una a cada lado, perfectamente vestida con una camisa blanca y un pantalón ancho Tere estaba muy elegante, su hermana Cari era diferente, con sólo las medias puestas sobre los zapatos de tacón alto y su cuerpo moreno perfecto luciendo sus tetas impecables y sus caderas que moldeaban su figura, adornadas con su triángulo negro y brillante.
                                                  Yo entre las dos sin pantalones, con la polla desmayada al lado y sólo con la camisa mal abotonada.  Cari siguió contando la historia.

Los “primos” estaban muy unidos, al principio estaban siempre jugando juntos y casi siempre a juegos de chicas pero Maite tenía una devoción especial por él, con el tiempo se notaba que los juegos ya eran más de adolescente, el chico seguía con su inclinación femenina mientras que Maite estaba cada vez más interesada por él, nuestros maridos veían que las cosas no eran como ellos querían, siempre estaba con Maite, parecían inseparables eran más amigos que primos y la chica siempre aprovechaba para demostrárselo en cambio a la hora de elegir gente para salir siempre iba acompañado de chicos.  Cuando cumplieron la mayoría de edad hablamos seriamente entre nosotros, claramente el plan que hicimos no estaba saliendo bien por lo menos al cien por cien y tomamos una decisión que seguramente ahora no haríamos.  Nuestros maridos estaban obsesionados por tener descendencia masculina, querían perpetuar el apellido y la dirección de la empresa y pensamos que la mejor manera era que Maite tuviera un hijo varón de su “primo”.  Por ella sabíamos que no íbamos a tener problemas porque suspiraba por él pero al chico no le atraían en lo más mínimo las chicas, equivocadamente recurrimos a la coacción, le prometimos que le regalaríamos lo que quisiera si embarazaba a Maite, en principio se negó en redondo pero ante la perspectiva de hacer un viaje a las Maldivas con el amigo que quisiera accedió.  

 

Maite estaba encantada, cuando la invitaba a salir de fiesta y el chico, que llamaba la atención por lo atractivo que era, cumplió su parte del trato, estuvimos esperando el resultado y fue negativo, ella no se quedó embarazada, el chico lucía relojes de lujo, coches de capricho en compensaciones pero Maite seguía sin quedarse embarazada hasta el día que nos dio una alegría, la primera falta de la regla fue una fiesta para nosotros ya hacíamos planes pero al segundo mes tuvimos el desengaño, fuimos a ginecólogos de lo más caros y el resultado era el mismo, tenía las reglas irregulares y quizás por nervios o cualquier motivo no se quedaba, la chica empezó a obsesionarse y le diagnosticaron embarazos sicológicos, a veces estaba sin la regla tres o cuatro meses, luego se calmó hasta que volvió a la normalidad, ya creíamos que se había desengañado y se había olvidado pero ahora vemos que no, que ha vuelto a las andadas.
Perdón señora Cari pero cada vez lo encuentro más enrevesado todo, no es posible tanto desatino.
Cari creo que el señor Pepe ya habrá descansado, mientras le cuentas el resto yo podría ayudarle.
Como quieras Tere, si te parece bien empieza y verás la diferencia con tu marido.

 
                                                  Tere me puso la mano en mi distraída polla y se arrodilló frente a mí la cogió y le retiró la maltrecha piel y probó a metérsela en la boca, desmayada como estaba no tuvo demasiados problemas aunque acostumbrada a la de su marido se le notaba pero cuando empezó a crecer se acordó hasta de la de su cuñado, aquella polla le estaba forzando a abrir la boca mucho más de lo que podía, tuvo que sacarla y lamerla por todos lados hasta ponerla dura y tiesa, yo le desabotoné la camisa y le solté el cierre del sujetador, mientras me estaba chupando la polla estuve estrujando sus pezones, ella estaba con sus pantalones largos arrodillada aplicada mientras su hermana me contaba el final.

Hace un tiempo mi sobrino se puso firme y nos dijo que era la última vez que lo hacía, se llevó de fiesta a Maite y en el coche la cogió, según él se corrió dos veces aún en contra de sus convicciones, ya estábamos casi seguros que no fallaría, habíamos elegido todo lo favorable, la chica estaba ovulando en esos días y ella deseaba que su primo la cogiera, parece que Maite tuvo varios orgasmos y creímos que sería seguro esta vez y más cuando hubieron dos meses de falta pero… nuestro amigo médico nos desengañó, para Maite sería difícil tener hijos, había descubierto ciertos problemas y  porque se ponía demasiado nerviosa pero no le dijimos nada a la chica y ella seguía asediando a su primo Toni.
Perdone Cari, ¿ha dicho Toni?
Claro, Toni es su primo.
Pero si Toni es el chico que no quería saber nada de ella.
Claro, él ya está harto de seguir el juego porque no le gustan las chicas y porque le dijimos que no podría tener un hijo de Maite.
Pues le han hecho un mal terrible a la chica… está destrozada.
Ya lo sabemos y lo sentimos, ahora esperaremos a que le vuelva a llegar la regla y la desengañaremos del todo, ¿Tere como lo llevas?
Ya está todo a punto, sube al asiento del sofá de pie.

 
                                                  Cari se posó sobre mí de pie ofreciéndome su coño a la altura de mi boca, mi lengua abrió la mata de vello y encontró el clítoris, estuve lamiéndolo mientras su hermana me daba una mamada tremenda.

Cari ya puedes sentarse sobre Pepe pero ten cuidado que no es tu marido y el mío menos.

                                                  La mujer entró despacio mientras su hermana me mantenía vertical la verga, se sentó y cuando le fue entrando se dejó la mitad, su hermana insistía que siguiera pues le faltaba bastante pero ella prefirió que le rozara su punto G, estuvo frotándose contra mi capullo hasta correrse, su hermana no comprendía lo que hacía pero ella no pasaba de la mitad y seguía teniendo orgasmos, solamente se dejó caer cuando le dije que yo no podía aguantar más y me iba a correr, su hermana tuvo que dejar que todo el tronco desapareciera en el coño de Cari y al momento salir la leche que la iba llenando, cuando Cari se pudo levantar Tere aprovechó para meterse la polla en la boca abriéndola lo más que pudo, la lamió hasta que brillaba como una bola de billar.
                                                  Me vestí dejando a las hermanas, una completamente desnuda y con las medias mojadas de semen y su hermana sólo con los pantalones largos y las tetas altivas, las dos tenían los pezones negros pero el pelo uno rojo y el otro moreno.
                                                  Cuando salí en la puerta me esperaba la vieja doncella, me miró con pena se acercó y me dijo al oído.

Señor Pepe lo mejor que puede hacer es olvidarse de ellas y no se preocupe de Maite, yo la cuidaré.

                                                  Al salir a la calle estaba de mal humor, volví la cabeza hacia la casa, tan buena apariencia y tan buena fama pero moralmente eran un desastre, tomé un taxi y me fui a casa.
                                                  Cuando comíamos en casa tenía cara de mal humor, mi mujer me lo notó enseguida, como de vez en cuando me pasaba por cualquier cosa, no me hizo mucho caso pero Corina aun sin decir nada se preocupó y cuando Elena estaba fregando los platos me preguntó.

No me gusta la cara que traes, no es normal en ti, ¿te pasa algo?
Pues si y no, me pasa que he visto la cara oculta de algunas personas y no me ha gustado nada, sólo piensan en ellas y no se preocupan por los sentimientos de los demás.
Lo siento de verdad, sé que eres muy sensible a esto y te estará afectando.
No creas Corina, ya tengo la piel dura a mis años pero sí es cierto, me afecta algo pero por lo menos el mal mayor está solucionado, ya se me ha pasado, gracias Corina.
¡Ah!, tengo una buena noticia para compensar, no todo tenía que ser malo.
¿Qué me tienes que contar?
Me ha llamado Herta ¿te acuerdas de ella?
¿Cómo no?, la tengo grabada en la piel.
Ya me imagino qué piel… el caso es que va a venir a Buenos Aires.
Pues invítala, yo dormiré en el sofá si hace falta.
No hace falta, se hospedará en casa de una amiga suya… Yuma, no sé si la conoces.
Yuma…  Aaah, sí, me la presentó en su casa, vive en un poblado guaraní, es bellísima de pura raza ava, ¿y a qué viene?
Pues quiere hacer un curso para especializarse y ver si se puede emplear en uno de los hoteles de lujo que hay en las Cataratas, allí necesitan guías para los turistas ricos.
Me alegro mucho, es una chica muy inteligente y no tendrá problemas en encontrar un buen trabajo.
Me ha dicho que su amiga Yuma quiere conocerte y que las acompañes a las oficinas de información para inscribirse, parece ser que Yuma está estudiando Derecho, su padre es el jefe del poblado y tiene dinero, campos de yerba y demás, me ha preguntado si tú tendrías tiempo para acompañarlas.
¡Cómo no!  Lo que ocurre es que yo tampoco sé donde tienen que hacer las gestiones y voy a hacer el ridículo.
No te preocupes aquí estoy yo para facilitarte las cosas, te he sacado de Internet los formularios y los sitios donde tienes que presentarlos además te he imprimido un mapa del centro de la capital.
Uff, no sé lo que haría yo sin ti Corina, eres un cielo.
¡Eso se lo dirás a todas!, ya me contarás… si quieres… las “gestiones” que haces con las dos, jajaja.
No te imaginas que chica… es de pura raza guaraní pero parece una princesa de cuento, morena con el pelo negro azabache, liso y una melena que le llega a la espalda tiene los rasgos propios de su raza pero difuminados por la belleza, cuando me la presentó iba vestida de la manera típica con un tocado de plumas y un vestido muy colorido, incluso llevaba unos tatuajes por la frente y las mejillas y de físico no te cuento…
Bueno Pepe, que ya se te está haciendo agua la boca porque te vas a juntar con una morena y una rubia a la vez y las dos impresionantes…
Es verdad, que chicas, lástima que esté ya viejo para estas lides…
Jajaja, que poca vergüenza tienes, ahora dirás que estás acomplejado por eso, me gustaría verte por un agujero, bueno no… mejor no, me pondría celosa.
Jajaja, me has alegrado el día Corina, voy a hacer una gestión que tengo pendiente.

 
                                                  Dejé a Corina riéndose de mi falsa modestia, lo cierto es que ni yo me lo creía pero cogí el teléfono y la llamé a Carla.

Hola Carla, ¿cómo estás?  Te llamo porque ya he ido a hablar con la familia de Maite.
¡Ah!, precisamente te iba a llamar para contarte las últimas noticias.
Pues no serán más importantes que las mías, ¿mañana vas a estar en casa?
Si claro, de eso quería hablarte pero mejor que lo hablemos aquí.
¿Cómo está Maite?
Maite está bien, muy bien diría yo, me ha dado una sorpresa, ya te contaré.

 
                                                  Por la mañana acudí a casa de Carla, estaba preocupado por Maite, con su obsesión de quedarse embarazada y más de Toni me tenía intranquilo a la vez me sentía mal por el trato que le había dado al chico que su único delito era haberse follado a su prima varias veces contra su voluntad.
                                                  Carla estaba esplendida, había cambiado mucho desde que la vi por primera vez, ahora se arreglaba con coquetería, vestía con gusto y se maquillaba en arreglo a su edad, presumía de tetas que le iban creciendo tardías pero sin cesar, me recibió con una amplia sonrisa se le notaba que estaba contenta y se me abrazó estrechándome con sus brazos, no esperó a cerrar la puerta cerrada, me estampó un beso en la boca que me dejó sin aliento, me arrastró hasta su habitación y me acercó a la cama hasta hacerme caer en ella, yo pensaba que quería primero que nos desfogáramos pero simplemente era porque estaba contenta.

Joder Carla, si siempre me haces unos recibimientos así vendré a verte todos los días.
Es que hoy es un día especial, dale contame lo que has averiguado…

 
                                                  En ese momento llamaron con los nudillos en la puerta y entraron sin esperar respuesta, era Maite envuelta en una toalla.

Perdona Carla, ¿me puedes dejar colonia?, acabo de ducharme y no me he traído, ¡ah!  Pepe que alegría, estaba triste porque esta tarde vuelvo a mi casa y no podía despedirme.
Pasa Maite, ahora te dejaré mi colonia, Pepe ha venido para cortarnos las gestiones que ha hecho con tu familia pero… primero cuéntale tu noticia.

                                                  Maite se subió con nosotros a la cama, Carla estaba sentada con las piernas cruzadas con un vestido ancho y yo ya más informal sentado en la orilla.

Pues mi gran noticia es… ¡que ya no estoy embarazada!

                                                  Yo me sorprendí gratamente, sentí un descanso en todo mi cuerpo, me relajé porque de momento se habían solucionado la mayoría de los problemas graves, ahora me tocaba a mí contarle, quizás la parte más desagradable.

Bien chicas, os tengo que decir que estoy muy contento porque estés bien y sobre todo alegre, yo por mi parte he hecho mis gestiones y he hablado con tu madre, me ha contado muchas cosas, se ha abierto a mi literalmente igual que tu tía Tere y me he enterado de cosas que no me han gustado pero creo que a ti te deben hacer cambiar de vida para bien, si queréis os cuento…
Claro Pepe, y te agradezco mucho que te hayas sacrificado tanto por mí.
Bueno… tampoco ha sido tanto sacrificio… el caso es que contacté con tu madre Cari, es una mujer muy bella y me ha tratado de maravilla pero lo que me contó no sé si te va a gustar… en primer lugar te contaré la verdadera historia que quizá no sepas, tu padre y tu tío siempre han querido tener unos herederos con sus apellidos para sucederles en el negocio y la empresa, para ellos es lo más importante y ese ha sido el motivo de todo, tengo la seguridad que ha sido todo con la mejor intención pero cuando nació Toni, porque por si no lo sabes Carla, Toni el chico que tenías hospedado es primo hermano de Maite.
¿Qué Toni es tu primo, por qué no me lo dijiste, siempre he creído que era un desaprensivo que se había aprovechado de ti?
Lo siento Carla, para mi es algo más que mi primo, estoy enamorada de él.
Vale déjame seguir… el caso es que desde ese momento estuvieron intentando de todas las maneras que tu madre quedara preñada, al final ante el fracaso total decidieron tomar una importante decisión, quisieron adoptar un niño pero lo único que había disponible era una preciosa niña pelirroja y esa eres tú, a tu madre le encantaste y aunque buscaban un chico te llevaron a casa, tu llegaste a preguntarle ya de niña porque ella no era pelirroja como tú y ella se tintó el pelo como tú para que nadie hablara sobre el tema, hasta ahí todo normal pero tomaron una decisión desesperada para tener un heredero con su apellido, pensaron que tu primo te dejara embarazada puesto que no era familia y aún así no sería tampoco raro que dos primos hermanos tuvieran descendencia, por otra parte tu primo no demostraba mucho interés por las chicas, más bien ninguno y para complicar más las cosas tú te enamoraste de tu primo, otra mala decisión era coaccionarlo a él con regalos y caprichos para que te preñara y por eso te llevaba de fiesta y al final follaba contigo pero aún así no te quedabas preñada…
No me quedaba preñada porque mi primo sólo me metió su pequeña “pijita” en el sitio adecuado para desvirgarme por si dejaban de regalarle cosas pero después me dijo que le gustaban los culos, más precisamente los de los chicos pero conmigo haría una excepción porque le convenía, yo estaba ciega y sólo esperaba que algún día se diera cuenta y se fijara en mi, deseaba  tener un hijo de él incluso lo deseaba con locura, creí varias veces que me había quedado embarazada aunque se corría en mi culo, creía que podía caerme algo de semen en mi vagina pero al poco tiempo tenía la evidencia de que no era verdad, estuve deprimida una temporada hasta que el otro día tuve la esperanza otra vez pero el volvió a negarse y me dijo que jamás volvería a tener sexo conmigo, me destrozó y entonces me encontraron ustedes y gracias a eso ahora estoy más animada.
Muy bien veo que has recobrado la razón aunque me ha impresionado que sólo te follara por el culo pero el caso es que tu primo cada vez está más ausente de la familia, por eso se vino lejos de ellos.
Y ¿qué va a ser de mi ahora?, si mis padres ya descartan a mi primo no me querrán a mí.
Ahí está tu reto, me parece que en la casa hay una persona por lo menos que te quiere mucho.
Si mi aya Jimena pero es muy mayor.
Pero me dio esperanzas, no estás sola, ahora creo que tienes la oportunidad de demostrar tu valía, yo te aconsejaría que estudiaras en la universidad Organización de Empresas, alguna ingeniería y todo lo que te pueda servir, hacer Máster para ampliar conocimientos, deberías ponerte ropa de trabajo y bajar a los talleres y conocer a los trabajadores y aprender cómo se hacen las cosas, te apreciarán todos y te ayudarán, tu familia te querrá de verdad porque te lo mereces, te convertirías una digna sucesora de la dirección de la empresa, a tu primo sólo le interesa la buena vida con chicos y que no le falte de nada y creo que tus tíos se lo pueden permitir y el rótulo de la fabrica podría poner el mismo apellido como “sucesora de…”
¡Maite, es una idea fantástica! sería una maravilla que una chica pelirroja fuera la directora de una fabrica tan importante, lo harías mejor que los hombres.

 
                                                  Carla se lo dijo y la abrazó, ella se dejó abrazar hacía mucho que nadie la abrazaba y no se preocupó que la toalla que la envolvía se hubiera soltado, sus piernas salieron volando y Carla cuando se dio cuenta de que estaba tumbada debajo de ella sin la toalla se levantó y me dijo.

Pepe ¿has visto alguna vez una chica pelirroja más linda que Maite?
Tengo que confesar que no y que es imposible que vea a otra igual.
Pues no has visto lo mejor ¿no notas nada nuevo en especial?
Lo que veo es maravilloso, es toda ella preciosa.

                                                  Yo le di un repaso, ahora no tenía nada que ver con la primera vez que la había visto, estaba linda de cara el pelo recién lavado su cuerpo estaba esplendido sus tetas desmayadas que yo había besado ahora eran dos tetas tersas y coronadas por las areolas color naranja llenas de pecas, el estómago como el vientre plano, Maite sonreía mientras la admiraba pero entonces me fijé, la mata de vello azafrán del pubis había desaparecido y estaba completamente depilada.  Clara quería que viera que ella había conseguido lo que yo había hecho con ella cuando se depiló, quiso demostrar lo bien que lo había hecho y le dijo a Maite que me mostrara su sexo pelado, me acerqué a ella, tenía unos labios sedosos que recorrían desde adelante hasta el ano.  Carla le separaba las rodillas y Maite las iba abriendo acariciándose las tetas con las manos, cuando yo me acercaba para admirar aquel coño tan especial ella levantó las caderas dejándolo a pocos centímetros de mi boca.
                                                  Carla me puso la mano en mi nuca y presionó para que llegara a la chica, mi lengua separó los labios y ella levantó aún más las caderas y presionó su coño contra mi boca, cogí con las manos sus nalgas y hundí la boca parece que estaba estrujando una naranja con mi boca, los jugos eran abundantes y los bebí según salían.  Carla por su parte, buscó mi polla y me bajó los pantalones y la camisa, ella se quitó el vestido que llevaba y quedamos los tres sobre la cama, se ocupó de ponerme la polla tan dura como una barra de hierro y en todo su grosor, cuando Maite la vio ya estaba en plena forma y ella misma exclamó.

¡Oh, qué pene!, que diferencia de la de Toni, esa es imposible que entré en ningún sitio.

                                                  Carla quiso sacarla de su error y frente a ella me cogió la polla y se la encaró en su vagina, se fue dejando caer mientras la miraba sonriente, cuando se la había tragado toda hizo un gesto de placer y gimió encantada.  Maite la miraba incrédula mientras Carla saltaba sobre mí hundiéndose mi polla gruesa y quiso tocarla.  Mi amiga se quedó con la polla sólo metida por el capullo y Maite me cogió el tronco, lo apretó con incredulidad y notó que las venas hinchadas no eran imaginación, a la vez que yo atacaba su clítoris rosado que contrastaba con el naranja de sus labios pecosos.  Se fue acercando a mi polla, Carla esperó hasta el último momento y cuando se levantó y dejó libre mi capullo Maite se la metió en la boca, mejor dicho lo intentó pero se empeñó y lamiéndolo y chupándolo dilató sus labios, al instante el glande se hacía notar dentro de sus mejillas.
                                                  Carla se ocupó de ponerle los pezones hinchados y duros, me cogió una mano y la llevó a uno de ellos, estuve acariciándolo al mismo tiempo que Carla estaba aspirando el otro y tragándolo casi todo.  Maite se corrió enseguida, le llegó por sorpresa, nos confesó que no había sentido ningún orgasmo con su primo, yo pensé que Toni le había salido en herencia a su padre en tamaño de polla y la chica no había tenido una de verdad, ella también debió pensar lo mismo y quiso notar la diferencia, ya había visto que era posible pues Carla se la había clavado como si nada, entonces me soltó la polla y se subió sobre mí, Carla la ayudó y sostuvo con las dos manos el tronco y lo fue guiando hasta que vio que el glande entraba en Maite, la chica estaba pendiente de lo que le estaba entrando y según iba notando cómo se llenaba de carne, en realidad era como si la follaran por primera vez, al notarme llegado al fondo suspiró y se movió en círculo, noté en toda amplitud el cuello del útero rozando el capullo, la chica apenas se movía.  Carla se había puesto de rodillas detrás de ella con las manos acariciaba sus nalgas y sus pechos, las manos de Carla aparecían rozando toda la piel de Maite mientras ella estaba ensimismada en las sensaciones que recibía, hasta que suavemente dijo.

Es un placer sentir una pija como ésta adentro de mí pero quisiera borrar el recuerdo de mi primo y que me cogieras por el culo con ella.

                                                  Carla me miró desde atrás de ella y sin decirme nada trajo un frasco de crema y con delicadeza buscó entre las nalgas el agujero anal, lo estuvo acariciando con los dedos untados de crema y Maite procuraba relajarse, cuando se decidió, se levantó y sacando mí polla mojada de flujo blanco, apoyó el glande en el culo.  Carla me repartió generosamente crema y cuando fue cayendo su esfínter se fue dilatando, hasta el diámetro que estaba acostumbrada con Toni no notó nada, paró a partir de ahí, me cogió las manos, me las apretó y siguió bajando, llegó lentamente hasta el final y cuando lo hizo se dejó caer levantando las rodillas y quedó sólo sentada contra mí sin apoyarse en nada más, mi polla se había incrustado en ella y lo disfrutaba, notaba cómo me presionaba con sus músculos y me la  puso todavía más gruesa.
                                                  Me iba a correr en su culo sin remedio, quería que notara una eyaculación con el culo lleno de carne pero ella sorpresivamente prefirió que no me corriera en su culo, quería que lo hiciera en su coño, por un momento me habría gustado follarla a fondo y llenarla, incluso preñarla pero tuve la lucidez suficiente y recordé que ya se había corrido con mi polla en su vagina, la saqué y me subí sobre ella, Carla me cogió la polla y la puso sobre Maite, ni yo sabía qué hacer, me habría corrido en sus tetas pecosas pero Carla me estiró hasta ponerla sobre sus labios.  Maite abrió la boca con el tiempo justo de recibir mi primer chorro de leche los siguientes ya los recogió dentro de ella tragándolos, cuando saqué la polla goteando todavía le manché los labios y Carla le dio un dulce beso que terminó repartiéndose entre las dos los goterones que quedaban.

Gracias a los dos, me han hecho una persona nueva, he sentido como que se borraba toda mi vida anterior para empezarla ahora de nuevo, tienes razón Pepe, voy a seguir tu consejo, voy a ser la futura Directora de la empresa.
Seguro que lo haces bien, procuraré seguir tu trayectoria profesional.
Y yo quisiera que no fuera esta la última vez que estamos juntos así, quizás sea entonces la nueva dueña de la fábrica, jajaja.
Será un honor.
Gracias a ti también Carla me has acogido como una amiga sin conocerme y no olvidaré las caricias tan tiernas que me has dado hoy.
Cuando llegues a casa dile a la señora Jimena que estoy seguro que te cuidará, creo que es la mejor persona de la casa y a tu madre, por favor que vuelva a dejarse el pelo de su color natural.
Te lo prometo, oirás hablar de mí.
Suerte Maite.
Gracias Carla.

                                                  Al otro día estaba en el andén de la estación esperando el tren que venía desde el norte, el trayecto era largo y había atravesado varias provincias, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires y ahora entraba por la maraña de vías, había un montón de gente esperando, un conjunto de familias enteras o personas solas y de todos los aspectos desde morenos descendientes de Italianos a rubios alemanes o guaraníes cobrizos, todos estiramos el cuello cuando el tren se detuvo por fin, llevaba una cola interminable de vagones pero para mí sólo llevaba uno y cuando vi asomar la cabeza de Herta me pareció que todo el tren y todo el gentío desaparecía como la niebla.  La rubia bajaba los escalones hasta el andén cuando se asomó la morena detrás, el pelo lacio negro la delataba y sus facciones indígenas no dejaban duda de sus antepasados, fui a buscarlas, Herta soltó la maleta que llevaba y vino a abrazarme, me llenó de besos, la gente nos miraba extrañados de cómo una chica rubia dorada con 27 años abrazaba y besaba a un hombre que podía ser su abuelo.
                                                  Me gustaba su manera de abrazar, se notaba que era sincera, pegaba todo su cuerpo al mío y la notaba como una segunda piel, detrás esperaba atenta y sonriente su amiga Yuma, su primera intención fue darme la mano para saludarme pero viendo la vehemencia de

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