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Persuadí a mi mujer para que la cojan en un bar (I)

Soy Tito, tengo 40 años, físico normal. Casado, con 2 hijos pequeños.

Mi esposa se llama Lorena, 40 años también. Flaca de 1.65, morcha. Con una figura envidiable y muy bien mantenida a pesar de la edad. Las tetas operadas y una cola bien trabajada con unas cuantas horas de gimnasio por semana.

Cansados de la rutina y de algunas diferencias entro nosotros decidimos tomarnos un fin de semana para nosotros. Elegimos el fin de semana largo aprovechando el feriado del 8 de diciembre.
El viernes después del mediodía dejamos a los niños con los abuelos y partimos para Pinamar. Mi señora no estaba muy convencida de dejarlos, pero al fin se decidió, y los dejo. Necesitábamos tomarnos un tiempo para nosotros.

En el viaje, de unas cuantas horas hablamos de todo, pero lo más destacado fue la idea de que si encontrábamos a alguien que cumpla los requisitos y nos gustaba, hacer un trio (cosa que ya teníamos hablado y ya lo habíamos hecho en otra oportunidad).
A la mañana desayunamos y nos fuimos a la playa. El día estaba espectacular, un sol radiante, nada de viento y ninguna nube, parecía un día de enero. Mucha gente, casi no había lugar para nada. Ubicamos un blanquito y ahí nomás dejamos las reposeras y plante la sombrilla que nos dieron en el hotel. Al lado nuestro había unas cuantas familias, grupito de chicas y bien pegados a nuestra sombrilla, tres muchachos de unos 30 y pico de años. Todos trabados, parecían deportista o se cuidaban mucho y se mataban en el gimnasio.

Lore se saca la remera y el short para ponerse a tomar sol. Cuando la veo casi me muero, no la reconocí. Se había comprado un biquini nuevo, con una tanguita colales que se le enterraba en el ojete. Le quedaba divina y le dije que así iba a infartar a alguien.

Se tumbó boca abajo a tomar sol y los muchachos del lado no le sacaban los ojos de arriba. Le comento eso y ella me dice que ya se había dado cuenta y que se estaba haciendo la boluda. Los miraba de reojo detrás de los lentes de sol y escuchaba que comentaban entre ellos lo buena que estaba la viejita.
Me acerco a ella y le pregunto:

-Yo: ¿Te gusta alguno?

- Lore: ¿no, por?

- Yo: Si tuvieras que elegir

- Lore: No sé, son más pendejos que yo.

- yo: Dale, como si no te gustaran

- Lore: el morocho de malla azul, me dice.

-Yo: ¿te gustaría cojertelo?

- Lore: No sé, ¿no sé qué vas a pensar vos?

- Yo: Nada, es solo un comentario

-Lore: Capaz que sí, si no estuviera con voz, sí.

- Yo: ¿te calienta la idea?

-Lore: Si, me estoy mojando toda.

- Yo: Metele, cojetelo

-Lore: No, acá no da

Así estuvimos un rato de charla picante hasta que ella me dice:

- Lore: Hdp, me hiciste calentar mal. Tirame una toalla arriba y pajeame. Cojeme acá nomas

- Yo: No, te quiero calentita para esta noche

-Lore: No me podés dejar así

-Yo: Si puedo, esta noche vas a ver

Estuvimos todo el día en la playa, nos tomamos unas cuantas cervezas, pero ya se estaba haciendo tarde, y le digo:

-Yo: Vamos, nos pegamos un baño y vamos al centro a picar algo

-Lore: dale, pero en el hotel me cojés, me dejaste muy caliente

-Yo: te dije que no, que lo dejábamos para la noche

Llegamos a la habitación y Lore se puso en bolas y me empezó a provocar, estaba re caliente. Entre las cervezas y la situación con el vago estaba que no podía más. Yo también estaba un fuego, pero me la aguantaba.

Me resistí como pude y ella desistió, nos bañamos, nos cambiamos y salimos. Lore se puso una pollerita de janes cortita y una musculosa bien escotada, estaba hermosa.

Dimos unas vueltas por el centro hasta que nos agarró hambre. Elegimos un lugar medio romántico, con poca luz y una muy buena ambientación. Todo era ameno, una muy buena música internacional en un volumen justo, se escuchaba y se podía hablar. Nos dieron una mesa de dos y nos sentamos de frente.

Ya habíamos terminado de comer. Nos habíamos tomado una botella de un rico vino. Cuando estábamos pidiendo el postre vemos que entran los tres muchachos que estaban en la playa. Se sientan a unas mesas de distancia quedando casi en nuestra línea.

Le digo a Lore:

-Yo: ¿mira quienes están ahí?

-Lore: Los chicos de la playa, que casualidad.

-Yo: Mira quien te quedo de frente, no te deja de mirar

-Lore: Si, el de maya azul.

-Yo: Saludalo

-Lore: no, me da vergüenza

-Yo: Dale, no pasa nada.

-Lore: no seas pavo

-Yo: se me ocurrió algo

-Lore: ¿Qué?

-Yo: Porque no lo calentás un poquito, guíñale el ojo, seducílo

-Lore: No me animo

-Yo: dale, total no nos conoce nadie

-Lore: dale, pero poquito nomas.

Lore agarro viaje comenzó seducirlo, me hablaba y se tocaba el pelo y lo miraba. Así estuvimos un rato hasta que me dice:

-Lore: No doy más, no sé si me hizo mal el vino o la situación, pero estoy re caliente. Vamos al hotel a coger.

-Yo: Para un poquito, sigamos jugando un rato más.

-Lore: dale que no puedo más.

-Yo: Porque no te vas al baño y te sacas la bombacha y el corpiño? Cuando vuelvas le haces la famosa escena de la peli “Bajos instintos”

-Lore: No, con lo excitada que estoy se me van a marcar todos los pezones.

-Yo: eso es precisamente lo que quiero

-Lore: ¿no sé si esto está bien?

-Yo: está perfecto. Acá no nos conoce nadie. Además, no estamos haciendo nada malo

-Lore: bueno, está bien. Me convences porque estoy medio en pedo y re caliente.

Se para y se va para el baño caminando lentamente y moviendo el culo como una gata en celo. Absolutamente todos se dan vuelta a mirarla, el mozo no lo podía creer.

Ya en el baño, Lore se quita el corpiño y la bombacha (que estaba empapada a esa altura) y la guarda en la cartera. Imaginando la situación de cuando se siente en la mesa y la vean con los peoncitos parados, se moja un poco más.

A los 2 minutos veo que el flaco al que estaba calentando se levanta y se va también para el lado del baño.

El baño estaba girando por un pasillo que no se veía desde ningún lado del salón. Estaba primero el de mujeres y en la puerta siguiente, el de hombres. Cuando pasa por la puerta del de mujeres, justo se la encuentra a Lore saliendo. El pibe, que también estaba recontra caliente, la arrincona contra la pared y le chanta un beso en la boca. Lore de la calentura que tenía no se pudo resistir y le contesto el beso. Se seguían besando desesperadamente, el vago metía manos por todos lados y ella se dejaba y gemía como dando indicio de aceptación. Se besaron y tocaron unos segundos más hasta que el loco le mete la mano por debajo de la pollera para tocarle la concha y siente todo empapado y que no tiene bombacha. Ahí se transformó. La agarró del brazo, la metió en el baño de hombres y cerro la puerta con llaves. Estaban los dos desesperados de calentura, ya adentro y sin miedo a que los vean se siguieron tocando, Lore mete la mano dentro del pantalón de él y palpa una pija enorme y dura como una piedra, haciendo presión para salir.

A Lore le viene un segundo de lucidez, le agarra culpa y le dice:

-Lore: espera, no puedo seguir haciendo eso. No le puedo hacer esto a mi marido. No me lo voy a perdonar jamás. Él me había autorizado, pero no sé, le tengo que preguntar. Se lo debo.

-Flaco: No me podés hacer esto, ¿mira cómo estoy?

-Lore: Espérame acá

Lore salió del baño y se vino para la mesa

-Lore: ¿No sabes lo que me paso? Me lo encontré en el baño y me dejo re caliente. Pero quédate tranquilo que no…

-Yo: (interrumpo y le dijo) Anda y goza, hace lo que quieras, me encantaría que te lo cojas. Es lo que estaba buscando, no sabes cómo me pone que hagas eso.

Salió como tiro para el baño y se encerró con el flaco.
No dijeron una palabra, se besaron más intensamente que antes. Ya sin culpa, y con la aceptación mía. Estaba desatada. Lo besaba apasionadamente. Él le levanto un poco la remera y le dejo las tetas al aire. Se las chupo toda. Tomo el pezoncito con los dientes y lo mordió levemente mientras con la lengua le acariciaba la puntita (eso a ella la vuelve loca) y con una mano le amasaba la otra goma. Con la mano que le quedaba libre le tocaba toda la concha. Lore no daba más, estaba a punto de acabar, pero no quería así, quería sentirla adentro. Lo separo y le bajo el pantalón y el bóxer junto. La pija le salto como trampolín, la tenía toda afeitada y era bastante grandota y cabezona.

Ella se sentó en el inodoro, el parado de frente, y le empezó a mamar la verga, mientras con una mano le amasaba los huevos y con la otra le frotaba el tronco. Habrán estado así dos minutos y el flaco no daba más, se empezó a retorcer todo y a respirar más agitado. Se estaba viniendo en la boca. Ella no dejaba de chupar y de pronto le vienen tres chorrazos de leche que se los traga sin dejar una gotita. Se la lamio toda mientras el sentía los últimos espasmos, la lavo toda dejándole la punta brillosa
Ahora era el turno de ella, pero de los nervios o no sé por qué, al vago le quedo la pija media morcillona. Lore estaba que hervía, le dice:

-Lore: Hijo de puta, no me podés dejar así de caliente. Hace algo
Él se arrodillo, le enrollo la pollera en la cintura. La arrastro hasta el borde del inodoro y le comenzó a chupar la concha. Lo hacía maravillosamente bien. Le agarro el clítoris entre los labios y se lo succiono levemente y con la lengua le acariciaba la puntita. Lore estaba a punto de acabar, no se podía más resistir, a punto de liberar toda esa calentura que fue acumulando desde la mañana en la playa. Como si eso no alcanzara él le mete dos dedos dentro de la concha y le toca el punto G, el tipo sabía lo que hacía. No alcanzo a apoyarle el dedo que estalló de placer, largo unos gritos que no pudo contener. Hacía mucho tiempo que no tenía un orgasmo tan intenso. Se quedó unos segundos sentada tratando de recuperar fuerzas, pero todavía seguía caliente, quería sentir esa pija adentro y cojerse a ese hombre.

Lorena le dice:

-Lore: dame tu número, en media hora te espero en el hotel. Hoy me garchás. Hablo con mi marido y te llamo para encontrarnos.
Se acomodaron un poco las prendas y salieron del baño. Había pasado como media hora. Viene hasta al lado mío, me da un beso en la boca con ese sabor a pija que me enloqueció, me agarra la pija (que ya la tenía durísima) y me dice:

-Lore: paga y nos vamos al hotel, en un rato viene.

CONTINUARA

Segunda parte
http://www.poringa.net/posts/relatos/3291601/La-garcho-delante-mio-2-parte-despues-de-lo-del-bar.html



Tercera parte
http://www.poringa.net/posts/relatos/3296098/Al-final-se-la-entrego-a-otro-3-pte-despues-de-lo-del-bar.html

7 comentarios - Persuadí a mi mujer para que la cojan en un bar (I)

Sergiocorno
Guauuu nos suoer calentaste a mi mujer y a mi van pts y esperamos la continuacion
Sergiocorno +1
Guauuu nos suoer calentaste a mi mujer y a mi van pts y esperamos la continuacion a
titolandra
Esa es la idea, ya estoy preparando la segunda parte
Sergiocorno
@titolandra la esperamos ansiosos y si queres pasa por nuestros post
ruso201784
exelenteee!!!!!! que llegue la segunda parte rapido!!!! con fotos de tu jermu estaria genial
Sergiocorno
Seguimos esperando la segunda parte no nos hagas esperar mas !!!!