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Estela y su sensación de tragar semen

Estela es genial, imperdible, no tiene límites. Así me contó sugusto por el sexo oral, muy suelta, en un mail que me mandó a mi direccióndiegoropadecuero@gmail.com.
 
“No es la forma que más me gusta de hacer el amor, si bien todo loque sea sexo me encanta. Pero cada tanto, entre pene y pene por acá y por allá,me gusta alternar un poquitín y paladear el semen de mis hombres, empezandoclaro por el de mi marido.
 
De tanta excitación y jadeo me gusta hacer de todo y que me hagande todo. Y entre esas cosas, que mi marido me pida eyacular en mi boca meexcita y me da más ganas de intimar. Después de que me la da bien dada, megusta que pruebe con el sexo oral para hacer algo distinto. Por ahí no es grancosa cuando se frota su pene, aunque yo lo estimulo para que se le pare bien yacabe. Pero cuando está por terminar y me pide desesperado que yo abra labocca,vuelo de excitada y placentera. Y qué decir cuando su semen fluye aborbotones y llega a mi boca. Lo recibo, lo paladeo, lo saboreo, le siento elgusto a leche y el olor a semen recién eyaculadito, lo trago de a poquito ychupo y lamo lo que le queda a Ernesto en el pene; incluso él sigue frotandohasta que no sale más, y yo ni me pierdo una sola gota de su semen. Lecherecién salida, tibiecita, rica, alimenticia. Excitante, tanto que me toqueteoinstintivamente el clítoris mientras termino de tragar. Y cuando termino, esuna sensación de tal placer como si fuera cuando el semen llega a mi vagina omi cola. Me encanta mi amor, cuando tengas ganas dámela nomás por la boca quees otra forma de que me satisfagan. Besote en la boca. Estelita”.

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