No sólo Estela me hizo la gauchada y me masturbó. También la locay excitante de su amiga y vecina Ana María, a quien le tenía unas ganasterribles. Es que me quedé enganchado con Ana tras verla algunas veces en lacasa de Estela, cuando fui a comer, y me re hice la cabeza con ella. Tanto,tanto, que llamé a Estelita pidiéndole el teléfono de ella. Teli me dijo que loiba a consultar; la llamó, le contó y Ana dijo sí de una, bien gaucha. AsíqueEstela me llamó , me dio el número, yo excitado la llamé y arreglamos paracenar en su casa.
Ana María se puso muy pero muy linda, saco y pollera negra, blusacrema, tacos, maquillada, perfume riquísimo, crema para las manos, y preparópicada y sandwiches de fiambre y flan con crema. Fui muy bien vestido ysuperperfumado, Ana me recibió dulce con un beso en la mejilla, me acariñó y meacompañó al comedor, me acomodó en un sofá y trajo una mesita con ruedas con lapicada y el fiambre preparado. Ana se me puso bien cerquita en el sofá y medaba queso y fiambre en la boca, y mientras los dos disfrutábamos la cena, ellase mostraba muy mimosa, sacándome a mí que ya estaba caliente con ella deentrada. Después del fiambre vino el postre, y luego, los dos vimos tele en elsofá bien juntitos. Pero Ana María tenía algo más. Y yo, claro, también. Asíque fuimos a la pieza de ella, que dulce y mimosona me convidó con café y mesiguió pegoteándoseme y mimándome. Obvio no resistí y la besé de una en la bocapintada de rojo. Ana aprovechó, me besuqueó en la boca y me acarició un montón.Y ahí explotamos de sexo.
Me tenté y le pedí sexo a Ana, que enseguidita y bien gaucha, mesacó la ropa y permitió que yo la desvistiera. Y cuando nos quedamos en ropainterior, empezamos a jadear y Ana me pidió que la pusiera en bolas. Y yo,sacado, le arranqué de locura elcorpiño, le hice sacar la bombacha, ella me sacó el calzón y pelé tremendosalchichón. Pero antes de darle, le salí con que quería que ella me masturbara,ya que tenía lío para eyacular. Cómo no, dijo la divina, se quitó la bombacha,me pasó cremita por el pene, me lo mimó, lo besó y me lo frotó con tutti. Quéproblema ni qué sorete. Después de diez minutos de frotada, sacadísimo,loquísimo, eyaculé tremendo semen quebañó las tremendas tetas y la cara de Ana María. Que ahora sí se disponía a sercogida. Pero no: yo quise más paja. Y Ana me satisfizo con otra frotada, y lavolví a embadurnar de semen a la preciosa y dulce mujer. La próxima fue Anaquien me pidió sacar mi leche, yo no quería mucho, pero la genia insistió, meexcité, fui estimulado con un polvo por ella y tras el pa pa pa, volví aeyacular a borbotones abundante semen. Y claro que ahí no quedó, porque noquise más paja sino que quise cepillarla. Y para mi locura, Ana se puso encuatro, me dijo cosas puercas, me pidió que se la diera. Y yo, sacadísimo, mele acosté y con furia la penetré y le di hasta llenarle la vagina de semen.Luego, para sacarme la bronca de tanta masturbación, le volví a dar pero por lacola, y rematé con dos por la vagina, siempre con muchísimo semen. Un sexoimpresionante. Paja y pija, pija y paja. Y mucho semen. Ana María, agradecida.
Ana María se puso muy pero muy linda, saco y pollera negra, blusacrema, tacos, maquillada, perfume riquísimo, crema para las manos, y preparópicada y sandwiches de fiambre y flan con crema. Fui muy bien vestido ysuperperfumado, Ana me recibió dulce con un beso en la mejilla, me acariñó y meacompañó al comedor, me acomodó en un sofá y trajo una mesita con ruedas con lapicada y el fiambre preparado. Ana se me puso bien cerquita en el sofá y medaba queso y fiambre en la boca, y mientras los dos disfrutábamos la cena, ellase mostraba muy mimosa, sacándome a mí que ya estaba caliente con ella deentrada. Después del fiambre vino el postre, y luego, los dos vimos tele en elsofá bien juntitos. Pero Ana María tenía algo más. Y yo, claro, también. Asíque fuimos a la pieza de ella, que dulce y mimosona me convidó con café y mesiguió pegoteándoseme y mimándome. Obvio no resistí y la besé de una en la bocapintada de rojo. Ana aprovechó, me besuqueó en la boca y me acarició un montón.Y ahí explotamos de sexo.
Me tenté y le pedí sexo a Ana, que enseguidita y bien gaucha, mesacó la ropa y permitió que yo la desvistiera. Y cuando nos quedamos en ropainterior, empezamos a jadear y Ana me pidió que la pusiera en bolas. Y yo,sacado, le arranqué de locura elcorpiño, le hice sacar la bombacha, ella me sacó el calzón y pelé tremendosalchichón. Pero antes de darle, le salí con que quería que ella me masturbara,ya que tenía lío para eyacular. Cómo no, dijo la divina, se quitó la bombacha,me pasó cremita por el pene, me lo mimó, lo besó y me lo frotó con tutti. Quéproblema ni qué sorete. Después de diez minutos de frotada, sacadísimo,loquísimo, eyaculé tremendo semen quebañó las tremendas tetas y la cara de Ana María. Que ahora sí se disponía a sercogida. Pero no: yo quise más paja. Y Ana me satisfizo con otra frotada, y lavolví a embadurnar de semen a la preciosa y dulce mujer. La próxima fue Anaquien me pidió sacar mi leche, yo no quería mucho, pero la genia insistió, meexcité, fui estimulado con un polvo por ella y tras el pa pa pa, volví aeyacular a borbotones abundante semen. Y claro que ahí no quedó, porque noquise más paja sino que quise cepillarla. Y para mi locura, Ana se puso encuatro, me dijo cosas puercas, me pidió que se la diera. Y yo, sacadísimo, mele acosté y con furia la penetré y le di hasta llenarle la vagina de semen.Luego, para sacarme la bronca de tanta masturbación, le volví a dar pero por lacola, y rematé con dos por la vagina, siempre con muchísimo semen. Un sexoimpresionante. Paja y pija, pija y paja. Y mucho semen. Ana María, agradecida.
0 comentarios - Ana María me masturbó y le di duro