Me levanté tarde y totalmente descansado, sorprendentemente estaba más contento que otras veces, me ocurría así cuando había hecho alguna cosa de la que me sentía orgulloso, la tarde anterior le había ayudado a Carla, la saqué de un atolladero en su trabajo, encima le había ordenado su habitación y la había relajado de forma que retomó su labor con nuevas energías.
Me había pasado otras veces, cuando ayudé a Magda encontrándole trabajo y a Rosario con el problema en su hotel o a Susa, en todos ellos guardaba muy buenos recuerdos las chicas también habían sido agradecidas conmigo, ¡ah!y a Gloria cuando le solucioné su problema cambiando la rueda de su coche, aunque en este caso no guardaba buen recuerdo de cómo había terminado la historia pero ya lo había olvidado, el último resquemor que me quedaba me lo borró Malena advirtiéndome sobre ella pues la conocía de sobra.
Me levanté y salí liado con una toalla de mi habitación hacia el cuarto de baño, no quería que nadie me viera y menos Corina, seguro que me estiraría de la toalla aunque sólo fuera para hacerme rabiar, el caso es que no me crucé con nadie ni oí a nadie, me extrañó y las llamé, nadie contestó y comprobé que efectivamente estaba sólo, habían salido todos, me duché contento incluso empecé a canturrear, era el único sitio donde me atrevía a hacerlo por lo mal que lo hacía, me salieron aleatoriamente varios boleros y canciones de mi época, hasta que me salió aquello de “Corrientes, 348 segundo piso ascensor, no hay portero ni vecinos…”entonces caí en la cuenta que estaba en Buenos Aires y Corrientes era una calle famosa en el mundo entero, me afeité escrupulosamente, tomé un café del que quedaba en la cafetera y salí a la calle, mi ruta más o menos era la misma, calle Cuenca y desde allí me orientaba, aun así tuve que preguntar, había un señor mayor que yo, supuse que me informaría mejor que una persona joven pero me desilusionó.
¿Corrientes, vos sabés lo que dijiste?
Si claro, calle Corrientes, la del tango.
Eso está lejísimo y ¿a qué número querés ir?
Pues creo recordar que decía Corrientes 348 o algo así.
La calle Corrientes es larguísima, cruza casi todo Buenos Aires… tomate ese colectivo y preguntá donde debes tomar el subterráneo y así hasta que llegues, suerte.
Gracias de todas formas, creí que estaba más cerca.
El hombre no se equivocaba la calle era eterna yo miraba los números de los portales y me desesperaba, me resigné, vi que ya faltaban pocos y bajé del bus, estaba en la acera de los impares y desde la otra parte controlaba la numeración, mi decepción fue inmensa, yo esperaba ver una casa antigua arrabalera, medio abandonada pero allí sólo había una finca de pisos modernos como todas las demás, en los bajos comercios y garajes, me quedé parado sin saber si cruzar y por lo menos asomarme al portal y decir que había estado, cuando oí a mi espalda un taconeo y mi nombre.
Chiiit, Pepe, espera Pepe, soy yo Gloria.
Me volví descolocado, nunca hubiera supuesto que nadie me conociera y menos una mujer y que se llamara Gloria, la Gloria que yo conocía era una estirada que sólo le gustaba que la adularan, prometía mucho y no daba nada pero allí estaba corriendo hacia mí con el bolso en el brazo y las manos abiertas para abrazarme.
¡Qué alegría me da verte Pepe!, hoy tengo un día completo, vengo de firmar un contrato de publicidad para mi programa de radio, es fabuloso, de mucho dinero y no entro dentro de mí, ven te voy a enseñar el estudio de la emisora, está aquí mismo.
Bueno yo…
Si mira es éste edificio, ¿ves el cartel?
Ya, ya lo veo.
En el quicio del portal había sólo una placa con unas siglas y la palabra estudio, me dejé arrastrar al ascensor, una vez adentro Gloria no dejaba de apretujarme, estaba nerviosa, contenta por el contrato y lo demostraba conmigo, cuando llegamos solamente habían dos puertas, en una de ella bajo una luz mortecina otro letrero igual, sacó sus llaves y abrió, yo esperaba grandes salas, ventanales inmensos, espacios llenos de gente inquieta, redactores, locutores, platós de entrevistas… de eso nada, tres cuartos, sólo en uno de ellos había gente, una pareja que estaba siendo entrevistada por el locutor, un joven con patillas y detrás de un cristal que parecía una pecera otro hombre mayor con auriculares manejando los controles, los que hablaban también con auriculares y los micrófonos delante, Gloria se asomó un poco y tiró de mí hacia la otra habitación, estaba a oscuras y encendió la luz, no había ni ventanas, sólo una mesa con un micro y los auriculares y otro cristal de la sala de control, también oscura.
Mira, ¿qué te parece? Aquí trabajo yo, desde aquí me oyen miles o millones de personas que me adoran, están pendientes de mis consejos, recibo miles de cartas y yo sólo les digo lo que quieren oír y los hago felices, ¿Qué te parece?
Pues… yo… creía que...
¡Ah! es una delicia, siéntate en mi sillón verás cómo se siente la emoción de ser una persona admirada y deseada por todos.
Me senté cómo me dijo en su sillón incluso me puso sus auriculares ella se sentó sobre la mesa frente a mí, quiso ver la sensación de placer inmenso que sentía yo al saberme admirado pero lo único que yo admiraba era las piernas abiertas que tenía delante, había puesto los pies en los reposabrazos del sillón y me movía de aquí para allá, me traía y me alejaba de ella.
Estoy encantada, hoy haría cualquier locura, ahora me apetece… espera.
Se levantó la falda y se quitó las bragas de blonda que llevaba, volvió a poner los pies en mi sillón y me atrajo hacia ella.
… Me apetece que me comas, hoy estoy caliente y contenta, vamos comeme la conchita.
Pero… si viene alguien…
No viene nadie estamos solos, el asqueroso de mi compañero de control no está, es un cerdo que sólo piensa en cogerme, va detrás de mí hace mucho tiempo, pero lo tiene claro, me da asco, el muy guarro no se lava apenas ni se afeita, ¿cómo me va a conquistar un tipo así?
Me cogió la cabeza y la incrustó entre sus muslos, los tenía morenos, se ve que iba mucho a la playa o se bronceaba con rayos uva porque tenía las piernas muy morenas, igual le vi el pubis y el vientre cuando se levantó la falda y se echó hacia atrás sobre la mesa, apartó el micrófono un poco y abrió de piernas para que le chupara el coño, recordé las palabras de mi amigo, los consejos de Malena y los de mi diablillo particular diciendo que no me convenía pero no les hice caso y me amorré a sus labios, estaban perfumados, sabían a mujer caliente, ya estaba manando jugos cuando le metí la lengua en la vagina y le ataqué el clítoris, el estudio como estaba insonorizado le permitía gemir fuerte incluso gritar.
Cómetela toda, así, toda, mete la lengua hasta donde puedas y chúpame el culo también, hazme correrme como una perra, méteme el dedo en el culo.
¿Así te parece bien?
Siiii, me encanta, lo haces de maravilla, lo que me estaba perdiendo contigo, ¿sabes una cosa? No me decidía contigo, no sé porqué pero lo haces como un maestro, ahora sácate el pene y métemelo, por donde quieras, lléname de carne.
Si tú lo dices…
¡Ooooh! Pepe no me habías avisado de lo grueso que tienes el pene, eso es una pija de tamaño extra.
Pues te lo voy a meter en el culo también.
No por favor Pepe, por el culo no, me vas a romper,
Ya verás cómo no, ahora verás.
¡Oooooh no, Pepe no… pero con cuidado aaaah, así un poco más despacio, así va bien ahora ya puedes seguir hasta adentro del todo!
Estuve follándola por el coño y por el culo alternativamente, ella se deslizaba por la mesa al lado del micro y los auriculares, se corrió gritando, gimiendo y jadeando, yo me corrí en su culo, no me dio tiempo cambiar a su coño divino, cuando me salí se quedó con las piernas abiertas, con la falda por encima de la cintura y sin zapatos, la mesa estaba mojada de leche y flujos, miré a mi alrededor…
Eeeeh… una cosa Gloria, yo no entiendo nada de esto pero este micrófono tiene una luz roja, ¿no se estropeará si se ha quedado encendido?
¿Cómo, qué está rojo?
Se incorporó de un salto bajándose la falda y volviéndose hacia el cristal en el momento que se encendía la luz en el cuarto de control, desperezándose se levantó un tipo tripudo con el pelo largo mal cortado y sin afeitar, con una camiseta sin mangas imitación a la que llevaba Freddy Mercury en sus conciertos, tenía una sonrisa enigmática, no cambió de expresión, si acaso una leve sonrisa pero le enseñó a Gloria un pen-drive.
Buenos días Gloria ¡ah! Y… buenos días señor Pepe me presentaré, soy Aurelio el de sonido, ese que Gloria le ha descrito antes pero que estaba echando una siesta hasta que empezara el programa de la señorita, les he oído entrar y como no tenía nada que hacer simplemente he conectado el micro y he grabado todo lo que ha pasado aquí hace un momento, la duda que tengo ahora mismo es si en el intermedio de publicidad lanzo al aire el contenido de la cogida que le ha dado a Gloria, (a muchas de sus oyentes les gustaría pero a otras no y a los patrocinadores que acaban de firmar el anuncio seguro que menos), así que podemos hacer una cosa… o pongo en marcha el archivo en la emisora o… hacemos un arreglo con esto.
El hombretón simplemente dejó caer su enorme polla sobre los botones de la mesa de mezcla, la tenía ya como un barrote de hierro, con el capullo tan rojo como la esponja del micro y se quedó mirando a Gloria esperando su contestación.
Que mierda sos Aurelio, no sabes lo que te odio, eres un hijo de… pero ese contrato es muy importante para mí y mis oyentes creen en mi también, no sé…
Al otro lado del cristal Aurelio esperaba con la polla en la mano levantándola y bajándola como una bandera esperando, Gloria se volvió hacia mí con cara resignada y me dijo,
Lo siento Pepe, me ha encantado estar este rato contigo pero ya ves… no tengo salida.
Me vestí mientras Gloria iba hacia el cuarto de control, se iba quitando la falda de marca cara, cuando yo cerraba la puerta del estudio oí a Aurelio que le decía.
No Gloria no, la falda sola no, quítate todo y no creas que sólo vamos a coger hoy, cogeremos siempre y cuando yo tenga ganas de coger.
Bajé a la calle Corrientes, miré el número 348 y me fui paseando calle abajo, me habría gustado tener una radio para haber oído este día el programa de Gloria.
En aquella calle céntrica me podía perder mirando en cualquier dirección, la animación era agobiante, nada que ver con la “mía”, la calle Cuenca, la verdad me llamaba la atención casi todo, pese a ser el país más europeizado de América, tenía su estilo propio, habían señales de alemanes, italianos, españoles y no digamos de uruguayos y demás vecinos, estuve andando un buen rato aligerado de peso con Gloria, al final había tenido suerte con ella, me refiero a mi porque en aquel preciso momento la imaginaba pulsando todos botones de la mesa de mezcla de su estudio con los pezones y el “amigo” Aurelio cogiéndola por detrás como si no hubiera un mañana, pensándolo bien hasta imaginé que el muy ladino se había echado un farol y no había grabado nada pero hábilmente había montado la escena y si sabía jugar las cartas tenía asegurado para mucho tiempo el coño “exquisito” de Gloria.
Cuando llegué a casa ya era hora de comer, mi nuera me preguntó como si me leyera la mente cómo había ido la “pesca”, Corina no dejaba de sorprenderme, parecía que yo tenía la cabeza de cristal porque me notaba enseguida que había tenido alguna aventurilla no confesable, le dije sin mentirle que hoy había pescado un pez muy grande pero lo había devuelto al mar para que siguiera su camino, no me acabó de entender pero se conformó con la respuesta y siguió en sus quehaceres, me contó donde habían estado toda la mañana y como eran cosas de compras y demás la verdad no presté demasiada atención, por la tarde no iba a salir pero las mujeres tenían más planes de tiendas y yo preferí dar una vuelta y tomarme un café “tocadito” con whisky, estaba sentado en la terraza de la cafetería cuando por la otra acera vi a mi amigo del parque, ya venía con su bolsita de mate, la llevaba como si se la quisieran quitar, le llamé y le un invité a tomar un café, tenía prisa y no le entretuve mucho, simplemente le dije.
¿Tienes una radio en casa?
Sí, tengo uno a pilas pero casi no oigo radio. ¿Por qué?
Por nada era curiosidad, he conocido una dama que habla por la radio y me gustaría oírla precisamente hoy, me da en la nariz que va a ser un programa interesante.
Lo siento, incluso no sé si las pilas estarán cargadas, hace mucho que no lo enciendo.
Le conté rápidamente el caso que me había pasado y nos estuvimos riendo como críos, la gente nos miraba como si no estuviéramos bien de la cabeza, prometió cambiar las pilas y estar atento pues se suponía que cuando Aurelio le diera volumen ella lo acusaría, ya casi se marchaba cuando me dijo que había hablado con Magda y que estaba muy contenta, también me dijo que tenía ganas de hablar conmigo, no sé porqué me da en la nariz que tenía algo en mente especial.
Pero yo no te he dicho nada ¿eh?
Tranquilo, seré discreto.
No tuve que reprimir mucho mi impaciencia pues cuando iba por la mañana a por el pan (uno de mis cometidos, si no me escurría antes) me di de frente con Marga, me contó que venía del colegio de los niños pues le había mandado una nota la directora porque quería hablar con ella, todavía iba preocupada ya que le habían comentado que así como el niño menor no daba ningún problema, el mayor se estaba juntando con una pandilla nada recomendable, eran conocidos ya por sus pequeños hurtos, rotura de mobiliario urbano, incluso se les suponía que habían dado un tirón al bolso de una señora mayor y la habían tirado al suelo aunque no consiguieron llevarse nada.
El tema era difícil por la edad preadolescente ya que las compañías influían mucho en un chico hasta ahora tímido pero con el grupo apoyándolo podía ser como ellos o más agresivo, me preocupé porque mi hijo a una edad parecida también se había juntado con malas compañías y al fin entre todos pudimos además de separarlo reconducirlos a todos y sacarlos de la calle, ya más tranquila al ver que había esperanzas y soluciones (al menos yo tuve suerte) cambió de tema y se le alegraron los ojitos, se acercó a mí y me confesó que había estado con mi amigo del parque, yo le habría cortado para decirle que estaba al tanto pero me interesaba saber su versión desde el punto de vista femenino.
Fue perfecto Pepe, todo a pedir de boca, yo estaba preocupada por lo que vos sabés pero tomé todas las precauciones incluso le pedí a un amigo que conduce una ambulancia una botella pequeña de oxigeno por si acaso, aunque no fue gratis no, el boludo me lo hizo a cambio de tocarme bien las tetas pero valió la pena, luego me duché y a otra cosa, el caso es que pude dejar a mis niños con mi hermana mayor Francis, la pobre no tiene hijos aunque esta embobada con ellos no puede tener y siempre que puedo se los dejo, el caso es que tu amigo vino, ¡qué risa! Haciéndose pasar por un agente de seguros que quería hacerme una revisión y vaya que me la hizo, cogimos con toda la tranquilidad, midiendo los tiempos, sin prisas, yo controlaba su agitación y frenaba o aceleraba según le iba la respiración, no me lo podía creer pero me hizo venir antes que él, me derramé toda, estaba feliz por haberlo conseguido pero es que el señor es todo un experto, sabe donde y cuando tocar y meter, me hizo acabar dos veces pero muy largas y él no sé cuantas, no tenía fin, debe tener los huevos como un toro, acabamos exhaustos de coger pero de forma física de primera, lo que me tiene un poco confusa es que cuando vino mi hermana Francis a devolverme a mis hijos me miraba con ojos picarones y me preguntó cómo había estado la “revisión” y diciéndome con doble intención si me había apretado bien las tuercas y cosas así, al final me preguntó abiertamente si habíamos cogido y tuve que contarle que sí, ella estaba feliz pero después se puso triste, le pregunté y me confesó que desde que no podían tener hijos su marido había perdido todo interés por ella y que me tenía envidia, yo no sabía qué decirle ni cómo consolarla, lo único que se me ocurrió fue contarle que el hombre tenía un amigo que no tenía nada que envidiarle y que podríamos quedar a merendar una tarde los cuatro, perdóname Pepe, ¿hice bien?
Mujer… me lo pones difícil… así en frio, sin conocerla.
Huy, por eso no te preocupes, es un poco más alta que yo, más delgada de cintura pero más pecho que yo ¿eso te gusta no? y de culo no te quejarás.
Sí, eso no es problema para mí ¿y de cara y de carácter, no se echará atrás?
Bueno de cara es como yo, tres años mayor y muy simpática pero de lo de echarse atrás… ya no estoy tan convencida, yo creo que no ha estado con nadie aparte de mi cuñado.
Pues imagina que con la polla a punto de metérsela me dice que me la meta yo…
Joder, ¡Francis no creo que me haga eso!, no pasa nada seguro que no, ya le hablaré yo primero y le haré jurar que no se espantará porque cuando vea el pene que calzas…
Eso espero, lo sentiría por mi amigo, sería un mal rollo, se estropearía la tarde.
No te preocupes de tu amigo me encargo yo, ya sé cómo tratarlo y no se lo voy a dejar a Francis que me lo maltrate. Francis será para ti, yo sé que la cogerás bien, es bastante apocada pero cogiendo no la conozco.
Vale ya me dirás algo ¡ah! y de tus hijos que vas a hacer, no había caído en eso.
Pues… había pensado hacer la merienda en casa de mi hermana pero mi cuñado… es muy desconfiado y sospecharía algo, en la mía creo que es lo mejor porque en un albergue siempre nos puede ver alguien, a los niños veré si los puedo dejar con unos amigos que viven en una chalet, tienen piscina y todo a ellos les encantará.
Tú verás, pero no quisiera que “nos” complicara la vida a ninguno por una buena cogida aunque sea con unas chicas como vosotras.
No te hagas problemas, será una cogida inolvidable.
Mi amigo y yo quedamos en vernos en el parque, el argentino iba de punta en blanco, repeinado y con el bigote recién retocado, yo también me había acicalado, al no conocer a la hermana de Magda sólo por referencias, no acabábamos de estar cómodos, los dos éramos perros viejos pero cada uno tenía sus vivencias y formas de ver la vida, él era más expeditivo y yo más tranquilo y condescendiente aunque en una situación imprevista no sabíamos cómo íbamos a reaccionar, antes de llegar a casa de Magda le hice una llamada perdida previniendo algún inconveniente de última hora, al momento me mandó un mensaje -todo ok. Esperamos ilusionadas-
Al llegar al portal sólo tuve que pulsar un toque corto para que se abriera la puerta, al llegar al rellano de la escalera la puerta de la casa se abrió sola, con cierto recelo mi amigo entró mirando en todas direcciones, yo entré detrás con mis reservas, cuando estuvimos adentro las dos chicas salieron de atrás de unas cortinas, gritando y dándonos la bienvenida, parecían muy alegres y animadas, la anfitriona Magda nos cogió del brazo a los dos y nos llevó al salón, allí me besó y me presentó a su hermana Francis, a su vez ella besaba a mi amigo y luego la presentaba oficialmente, estaban exultantes quizá tanto como nosotros nerviosos. Magda nos obsequió con unas bebidas y ella enseguida definió las parejas, aunque yo sabía sus planes se había reservado a mi amigo por varios motivos, le gustaba el caballero, la había cogido como ya hacía mucho que no lo hacía y además estaba decidida a darle un trato especial para asegurarse el “funcionamiento”seguro, por su salud.
Las hermanas se desvivían en ser todo lo simpáticas que podían, a nosotros cuando ya habíamos tomado tres copas se nos aflojó el freno de mano y nos desinhibimos poco a poco. Francis pronto de arrimó a mí y sus manos empezaron a manosearme, su hermana estaba pendiente de todo, mi amigo ya iba metiéndole mano por donde podía y como me vio un poco cortado y sin confiar mucho en su hermana se levantó y dijo con bastante doble intención.
Bueno me he dado cuenta de lo malas anfitrionas que somos, nuestros amigos que han venido a visitarnos y nosotras no hemos sido capaces ni de enseñarles la casa, Francis, enséñale la habitación de invitados a Pepe que yo le voy a mostrar a su amigo la mía, yo creo que les gustarán.
¡Con mucho gusto Pepe! Ven que te enseñaré el pisito.
La seguí a la habitación que daba justo al lado de la de Marga, era de dos camas con sus respectivas mesitas aunque las hermanas ya habían retirado la mesita que separaba las camas y las habían juntado, la habitación de Magda ya la conocía yo interiormente de una visita anterior.
Francis se quedó quieta al lado de la cama, parecía que estaba valorando todavía si debía seguir o marcharse corriendo, yo decidí jugármelo todo y la abracé y le di la vuelta apoyándola contra la puerta, así por lo menos me aseguraba de que no huiría, mientras mis manos le sacaba la camisa de la falda a toda velocidad ella juntaba su cara contra la mía esperando mis movimientos, estuvo quieta hasta que mis dedos levantaron el sujetador y sus tetas cayeron en mis manos, al notar como sus tetas ya no eran suyas y que los pezones eran masajeados por mis dedos buscó mi boca y me besó ardientemente, el sujetador se lo solté al estar los corchetes por delante, quedando las copas separadas bajo sus axilas, no lo veía pero debía ser de moda por el tacto de mis dedos expertos.
Los pezones no tardaron en ponerse duros cuando las areolas se hincharon, apenas se dejaban caer las tetas, las tenía duras y elevadas, estuvimos unos momentos contra la puerta de la habitación, llegué a quitarle la camisa y ella la mía, el sujetador le colgaba de los hombros pero lo más importante era que las tetas bailaban entre mis manos rozándome mi pecho, busqué donde demonios estaría el cierre de la falda pero no lo encontraba, Francis estaba impaciente y no admitía espera y fue a buscar mi polla que abultaba el pantalón me empujó y caí sobre la cama cruzado, ella se lanzó sobre mi cinturón, demostró gran habilidad sobre todo cuando tiró de la hebilla y lo sacó de un tirón, la bragueta la abrió con un movimiento rápido y tiró del pantalón y del calzoncillo a la vez hasta las rodillas, mi polla saltó y se quedo vertical. Francis se quedó un momento inmóvil mirándola, yo no sabía si era de decepción, miedo, arrepentimiento o ganas de disfrutarlo, mientras por el delgado tabique que nos separaba oía cómo Magda nos llevaba una gran ventaja pese a ir con más consideración debía estar haciéndole una mamada a mi amigo que sólo gruñía como un oso, tampoco debía estar quieto porque Magda también gemía posiblemente atacada en sus partes más sensibles.
En un arrebato de valentía cogió con las dos manos mi polla y la mantuvo directa al techo lentamente bajó las dos manos a la vez y el prepucio fue despejando al capullo enrojecido, con cierta timidez acercó los labios al cabezón pelado y le dio un besito cariñoso, como el que se le da a un bebé, parece que le gustó porque sacó la punta de la lengua y lo tocó, el glande palpitaba hinchándose por momentos ella volvió a besarlo pero esta vez con los labios más separados lo fue repitiendo hasta que mi capullo fue desapareciendo entre sus labios, cuando cerró la boca rodeando mi frenillo noté cómo su lengua presionaba mi polla contra su paladar, estuvo saboreándolo, imagino que la polla de su marido debía saber diferente, creo que ninguna polla ni el semen saben igual de un hombre a otro igual que ningún coño sabe lo mismo aunque todos estén exquisitos, mientras me presionaba contra el paladar su lengua acariciaba el frenillo, sin duda Francis sabía hacer una mamada en condiciones, en ese momento felicitaba al agraciado marido, aunque lo compadecía porque en ese momento Francis estaba dedicada a mi polla en cuerpo y alma.
Con las manos seguí buscando el cierre de la falda, habría sido para mí un buen aliciente sobarle las tetas y acariciarle el clítoris que debía estar a estas horas tan duro como una almendra pelada, al tener mi polla en la boca quiso asegurarse de que no se le iba a salir y se tragó más de la mitad y así pudo soltar las manos, ella se soltó la falda, era muy sencillo pero desde mi posición no podía llegar, se la quité y se quedó sólo con las bragas, me gustó verla con las bragas puestas, a veces era más excitante ver un culo bien vestido con unas bonitas bragas que unas nalgas sueltas, el pubis estaba apretado contenido por el leve tejido, Francis se había puesto la lencería mas sexi que tenía y era una pena obviarla, el sujetador ya se le había caído y las tetas caían sobre sus piernas rozándole los pezones los pelos de los muslos, esta sensación a la mujer se los ponía más duros y a mí la carne de gallina y los huevos más rugosos.
Puse atención a la pareja vecina, perecía que todo iba viento en popa, ahora parecía que ella era la que recibía aquella polla amiga, y debía darle mucho gusto porque no dejaba de gemir.
Cuando me cansé de admirar aquel culo con la braga puesta tiré de ella, en principio juntaba las piernas para evitar que se bajaran pero cuando le dejé las nalgas descubiertas le di una palmada y entendió el mensaje, separó los muslos y la prenda quedó en los tobillos, debía haber seguido los consejos de su hermana porque se había depilado el coño, al separarle las nalgas vi con sorpresa que no tenía el mínimo pelillo y según avanzaba separándole los labios seguía todo tan depilado que parecía una adolescente, me sorprendió lo desarrollados que tenía los labios menores, le colgaban arrugados con un color marrón oscuro, al meter la lengua entre ellos se abrieron y mostraron el interior rosado de la vagina, después de hurgarle metiéndole la lengua hasta donde pude cuando noté que los flujos llegaban a oleadas seguí hacia el clítoris, éste ya me esperaba.
Ya había separado totalmente las piernas y los labios también se abrían como un libro, el desarrollado clítoris, mucho más que el de su hermana, era muy sensible, al rodearlo con la lengua abrió la boca para gemir pero lo único que consiguió que le entrara en trozo más de tronco de mi polla, no renunció a ella y seguí empujando, milímetro a milímetro iba tragando mas polla, mi lengua le había levantado su pequeño prepucio y relamía por todos los rincones dejándolo brillante y duro, cuando empezó a temblar supe que se iba a correr, dejé que su orgasmo la recorriera toda ella y lo soportó abrazada a mis piernas, sólo sacó mi polla de la boca pero la mantuvo pegada a su mejilla notando su dureza y mis palpitaciones. La dejé reponerse mientras escuchaba la habitación de al lado, todo parecía ir a pedir de boca me gustaba oír a Magda cómo regulaba la intensidad de la follada para que mi amigo no se agobiara demasiado aunque lo tenía todo provisto quería que la cogida fuera de lo más placentera y parecía que lo estaba consiguiendo.
Cuando Francis dio señales de vida parecía que había tenido un atropello, el orgasmo la había dejado exhausta, mi ego estaba a tope pero no entendía que con una mamada en el coño le hiciera tal efecto tan fulminante, con mucha dulzura le di la vuelta, ella se dejó hacer pues estaba como en una nube todavía pero cuando con mis piernas separé las suyas y vio que mi polla apuntaba directamente a sus labios palmeados se quedó agarrotada, parecía que hasta ahora había sido una concesión, un juego pero al tener su coño amenazado por aquel capullo morado la cosa era diferente, con la cara seria parecía que por su mente pasaban las imágenes de su vida, incluso su marido, su boda, y que se yo, no se movió, ni el más mínimo gesto pero recibió mi pene cuando iba entrando despacio, ya había separado los labios y los había lubricado con saliva, no era problema de fricción, simplemente estaba bloqueada por que una polla más gruesa de la que había soñado nunca estaba entrando en ella sin parar y aunque no le había parecido grande al verla ahora al notarla entrar parecía interminable, cuando toqué el cuello del útero con el capullo suspiró pero me sorprendió al decirme.
No pares, sigue metiendo hasta que no me entre más, me has llenado de carne como nunca supuse, noto tu glande en mi matriz pero dilatará lo que haga falta y no sabés como me hacía falta una pija como la tuya.
Lo que tu digas, haré lo que pueda, si te duele me lo dices.
No me dolerá, me voy a correr enseguida, cuando llegues sacala y metela seguido.
Muy bien.
Empujé metiéndole la polla lo que pude, yo no tenía ya gran cosa que meter, siempre había contado con el grosor ya que de longitud era de lo más corriente pero no iba a desilusionar a Francis, seguí metiendo y sacando cada vez más hondo, ella gemía a cada embestida como si recibiera a un caballo, cuando me arañó la espalda empecé a meter y sacar rápidamente, gritó, jadeó y gimió abrazándome, suspirado y lloriqueando, cuando saqué la verga la espuma blanca cubría mi polla, le dije que se diera la vuelta y que se pusiera en cuatro, de mala gana me obedeció, ya llevaba dos orgasmos que le habían dejado agotada, le dije que descansara apoyando la cabeza en la cama y lo hizo los brazos y la cabeza caídos inertes mientras yo me cogía a su cintura y le metía la polla, lo hice despacio para que no notara la polla en el coño entrando demasiado bruscamente, ella sólo movía las caderas orientando su vagina a mi tronco entrante.
Francis era una mujer de una pieza aún con algún año más que su hermana Magda tenía mejor cuerpo que ella, Magda la había descrito muy bien , era más delgada que ella, desde atrás se le veía la espalda haciéndole un surco que brillaba con el sudor que tenía, las tetas más grandes que las de su hermana, le caían sobre la sábana, pesaban más y le caían unos centímetros más pero no llegaban a descansar en el estómago, en cambio los pezones los tenía más salidos y rugosos, aunque el culo era su mejor virtud, desde donde yo estaba admirada las curvas que formaban las caderas, eran perfectas y las nalgas altas y duras, sólo se juntaban al unirse con los labios del coño, lo único que Magda aventajaba a Francis era en su coño, la joven lo tenía cerrado, los labios menores apenas se notaban mientras que los de Francis eran dilatados, arrugados y oscuros.
Por una parte a mí me venía bien pues era apoyar el capullo entre ellos y me ayudaban a entrar en ella pues se abrían dulcemente cuando yo presionaba, me gustaba la vista que tenía desde el culo hasta la nuca pues la melena de Francis se le separaba en dos, le veía las tetas oscilar de adelante a atrás sin apenas deformarse, me acordé que Francis se había corrido dos veces ya y de una manera brutal, ahora me lo merecía yo, con el paisaje que veía y mi polla entrando y saliendo en el coño de la chica la temperatura subió y pronto noté como mis huevos querían vaciarse. Escuché que Magda ya se había corrido también y seguía cogiendo con mi amigo, llevaban un ritmo más relajado pero no por ello menos placentero.
Consideré que ya me había ganado una buena corrida en aquel coño tan mojado y aceleré y me concentré en el placer de aquel coño. De momento cuando ya estaba en la recta final, Francis se movió y se sacó la polla volviéndose a mí con una mirada aterrorizada.
¿Qué intentas hacer Pepe?
Pues lo que te imaginas, me iba a correr, estás tan buena que te iba a llenar de leche.
De eso nada, ni lo intentes, es imposible.
¿Cómo, por qué no?, simplemente es correrme dentro de tu coño, te encantará.
Ni hablar, no puede ser.
Pues… mira cómo me tienes, puedo buscar otro medio.
Como quiera pero en el coño ni pensarlo.
La chica se volvió cómo estaba antes con el culo hacia mí y la espalda descendente, me había cortado un poco la eyaculación pero me decidí a volver a empezar, se la volví a meter en el coño, se la sacaba y la paseaba entre los labios, ella estaba conforme porque no notaba mi capullo lo suficientemente cargado para correrme pero después de lubricarme el capullo lo apunté al ano, apenas lo apunté y empujé suavemente, la reacción fue fulminante dio un salto y se volvió hacia mi toda indignada,
¿Pero que te has pensado?, por ahí ni lo sueñes, eso jamás.
Pero mujer, si no pasa nada, déjame demostrártelo.
Eso jamás pasará, ¿cómo se te habrá ocurrido?
Sin más se levantó y se pasó a la habitación de su hermana, yo la seguía con cara de no entender nada, su hermana y mi amigo se sorprendieron al vernos entrar, no nos esperaban, no es que había demasiado problema pero había un acuerdo no hablado de guardar cierta intimidad.
¿Qué pasa Francis, ocurre algo?
Claro que ocurre, que Pepe me quiere meter su gordo pene por el culo.
Magda sin decir nada se ladeó un poco separándose de mi amigo, le enseñó que él le estaba metiendo en ese preciso momento la polla en su culo también, Francis se quedó horrorizada, la visión de la polla de mi amigo entrado y saliendo limpiamente en el culo de Magda le impactó pero lo que más efecto le hizo fue la naturalidad y la cara de placer que hacía su hermana al sentir aquella estaca hundirse entre sus nalgas.
Magda ¿cómo es posible que estés haciendo lo que veo, no lo puedo creer?
¿Por qué Francis?, ¿no me digas que no lo has probado nunca?, no sabes lo que te has perdido.
De ninguna manera, nunca consentiré que me metan nada por ahí, es antinatural.
Perdona lo que te voy a decir Francis pero nunca pensé que eras tan reprimida.
No soy reprimida a mí me gusta que me la meta en la vagina pero por el culo no, jamás.
Bueno pues ya ves a mí me encanta, sigue porteño, húndeme tu mástil.
Uf que horror.
¿Por qué no os quedáis con nosotros en la cama?, hay sitio para dos más y así verás como entra y sale dándome un gusto fabuloso.
Bueno pero a mí que me la meta por la vagina ¿eh?
Lo que tú prefieras.
Magda me preguntó a mí con la mirada y yo miré a mi amigo si le importaba, a estas alturas ya todo nos daba igual y puse a Francis al lado de Magda, ésta estaba de rodillas sobre una alfombra en el suelo y con el cuerpo apoyado sobre la sábana mi amigo y yo de pie detrás de ellas metíamos cada uno por el conducto autorizado. Francis parecía que se sentía más arropada al lado de su hermana que estaba gozando de una buena polla, tanto gozaba que tuvo un orgasmo espectacular, su hermana le cogió la mano y se la aguantó mientras los espasmos la agitaban sin control, con esto apreció un poco el placer a través de las sacudidas que daba, seguimos entrando y saliendo cada uno con su pareja hasta que a mi amigo le llegó el momento de eyacular. Magda se volvió y miró cómo estaba de su problema respiratorio, había hecho un buen trabajo y estaba de maravilla y le dio luz verde, éste se cogió de las caderas y se hundió dando varias sacudidas electrizante, Francis miraba de reojo pero no estaba convencida, de momento estaba más segura con mi polla en su coño pero cuando mi capullo reclamó explotar lo notó por las palpitaciones que sentía en su útero, cuando empecé a acelerar empezó a gritar y su hermana se alarmó, yo me quedé extrañado igual que mi amigo.
¿Qué te pasa Francis, me estás volviendo loca, estás viendo cómo me he corrido con la polla en el culo mientras tú estás recibiendo las embestidas de Pepe en el coño como querías y ahora tampoco quieres que se corra en tu vagina.
Francis empezó a llorar desconsoladamente con la cabeza apoyada en la sábana, su hermana al verla se acercó a ella sin dejar que la polla de mi amigo llegara a salir.
No te entiendo hermana, hemos hablado varias veces antes de llegar aquí, te conté que conocía a dos hombres con mucha experiencia que cogían muy bien, no podría decir cual lo hace mejor pero te he dejado a Pepe por las circunstancias de su amigo, el hombre se ha desvivido por cogerte mejor que seguramente lo haya hecho antes nadie y te has corrido varias veces, yo también lo he hecho ahora mismo me has visto y vos también, te he oído por la pared pero ahora cuando el caballero quiere hacerlo contigo no lo dejas.
Snif snif,… ya lo sé tienes razón pero es que por el culo me da miedo, no me lo han hecho nunca, siempre me he negado y en la vagina es muy peligroso y más ahora.
¿Cómo peligroso?, si no tienes ningún peligro, son personas sanas.
No, el peligro es de quedarme embarazada.
¿Tú embarazada, si eres estéril? Es imposible.
No soy estéril, el estéril es mi marido pero nunca lo hemos dicho para que no se sintiera acomplejado y hemos dicho que era yo y ahora estoy ovulando.
Joder Francis, podías haberlo dicho, que barbaridad siempre compadeciéndote porque no podías tener hijos y resulta que si que te pueden preñar.
Lo siento, me avergüenzo y os pido perdón, creo que lo mejor es que me marche a casa.
Nada de eso, Pepe no se merece eso, yo conozco a Pepe y sabrá hacerlo bien, ponte cómo estabas, yo te ayudaré.
Pero me quedaré embarazada… ¿Cómo se lo diré a mi marido?
No te preocupes te prometo que no te preñará, tu déjame a mí, confía en tu hermana pequeña.
Francis se puso de rodillas en la alfombra y su hermana le pasó la mano desde el pubis hasta la rabadilla, comprobó que chorreaba flujo por todos lados, estaba tan caliente como ella, me cogió la polla con una mano y me la resucitó, con aquella revelación se me había bajado, mientras le iba pasando a su hermana la mano suavemente entre sus labios me chupaba la polla hasta que no le cupo en la boca, escupió en el culo de su hermana y me mojó de saliva todo el glande, mi amigo colaboraba amasándole las tetas a Francis que ella agradecía, estuvo con la mano rodeando el ano de Francis hasta que ella se confió a los dedos de Magda, juntó los cuatro dedos haciendo bulto simulando mi capullo y cuando distendía las nalgas me acercó a ella y me cambió por sus dedos, aún estuvo paseando mi polla sobre su culo ensalivando continuamente yo le ayudaba desde arriba hasta que estaba empapada de saliva.
Mi amigo se sentó frente a ella, le acariciaba la cabellera, las orejas y el cuello, tan cerca le puso su polla frente a su cara que se quedó encandilada mirándola, Magda le pasaba la mano por la espalda relajándola hasta que le pareció lo bastante tranquila y me dio una nalgada, me sostuvo la polla encarada al ano para que no resbalara a la vagina y me corriera en su coño. Francis notó que los dedos de su hermana no eran lo que le entraba, lo averiguó un poco tarde porque mi capullo ya estaba adentro, su esfínter se apretaba para evitarlo pero mi presión y la saliva no eran sus aliados, tampoco fue la polla de mi amigo que cuando abrió la boca para protestar se la metió hasta la mitad, la sorpresa fue completa estaba llena de polla por el culo y por la boca. Magda estaba de directora de escena, a mi me animaba para no dejara de empujar hasta metérsela entera y a mi amigo le decía que le sujetara la cabeza y que le follara la boca.
Ya no sentía ningún dolor, sólo placer y mucho, el diámetro de mi polla ya era aceptado por su esfínter y sus labios a la verga de mi amigo, su hermana le acababa de convencer acariciándole con una mano el clítoris y con la otra un pezón, se incorporó un poco estirando las piernas abriéndolas del todo, ya me pude poner sobre ella y dejarme caer sobre su culo entrando totalmente en su recto. Magda soltó a su hermana y nos cogió los huevos a mi amigo y a mí, los acarició y en el mismo momento nos corrimos los dos, yo me vacié sin ningún temor y sin remordimiento, la llené con todo el semen que almacenaba y mi amigo hizo lo propio.
Francis fue tragando los chorros de leche que le mandaba mi amigo, absorbía con avidez, se sentía segura y pasado el primer momento de miedo agradecía a su hermana y a mí la enculada que le di, sentía con gusto mi leche caliente sabiéndose protegida, su marido seguiría fingiendo ser el fértil aunque sus espermatozoides fueran “más lentos que el caballo del malo” y ella había sido cogida como nunca, una vez saqué mi polla muerta de su culo se transformó en la mujer simpática y provocativa de cuando llegamos, los cuatro desnudos sobre la cama de Magda estuvimos un buen rato hablando de todo un poco, nos contó muchas cosas de su matrimonio, que no funcionaban por motivo de la esterilidad de su marido… hasta que la descubrimos pasando su mano sobre la polla de mi amigo, con la conversación pausada que llevábamos Magda controlaba a su hermana y la dejó seguir, cuando se la puso en condiciones mientras se reía sensualmente se sentó sobre él y estuvo cabalgándolo con suavidad hasta que le llegó otro orgasmo.
Magda sin dejar de controlarlos me había chupado la polla y se puso de lado por delante, haciendo la cucharita levantó la pierna y se metió mi polla en el coño moviendo el culo hacia mí, Francis cuando vio que mi amigo aceleraba el ritmo se levantó y ella misma se metió su polla en el culo y siguió moviéndose, hasta sentir como se corría dentro de ella, Magda siguió moviéndose, me cogió mis brazos y se abrazó con ellos poniendo mis manos en sus tetas, cuando sentía que se iba a correr, se volvió hacia mí y me dijo.
Me voy a correr, haz lo mismo dentro de mi coño Pepe.
Encantado Magda.
Continuará
Agradezco sus valoraciones y comentarios, es mi estímulo para escribir.
Gracias.
Me había pasado otras veces, cuando ayudé a Magda encontrándole trabajo y a Rosario con el problema en su hotel o a Susa, en todos ellos guardaba muy buenos recuerdos las chicas también habían sido agradecidas conmigo, ¡ah!y a Gloria cuando le solucioné su problema cambiando la rueda de su coche, aunque en este caso no guardaba buen recuerdo de cómo había terminado la historia pero ya lo había olvidado, el último resquemor que me quedaba me lo borró Malena advirtiéndome sobre ella pues la conocía de sobra.
Me levanté y salí liado con una toalla de mi habitación hacia el cuarto de baño, no quería que nadie me viera y menos Corina, seguro que me estiraría de la toalla aunque sólo fuera para hacerme rabiar, el caso es que no me crucé con nadie ni oí a nadie, me extrañó y las llamé, nadie contestó y comprobé que efectivamente estaba sólo, habían salido todos, me duché contento incluso empecé a canturrear, era el único sitio donde me atrevía a hacerlo por lo mal que lo hacía, me salieron aleatoriamente varios boleros y canciones de mi época, hasta que me salió aquello de “Corrientes, 348 segundo piso ascensor, no hay portero ni vecinos…”entonces caí en la cuenta que estaba en Buenos Aires y Corrientes era una calle famosa en el mundo entero, me afeité escrupulosamente, tomé un café del que quedaba en la cafetera y salí a la calle, mi ruta más o menos era la misma, calle Cuenca y desde allí me orientaba, aun así tuve que preguntar, había un señor mayor que yo, supuse que me informaría mejor que una persona joven pero me desilusionó.
¿Corrientes, vos sabés lo que dijiste?
Si claro, calle Corrientes, la del tango.
Eso está lejísimo y ¿a qué número querés ir?
Pues creo recordar que decía Corrientes 348 o algo así.
La calle Corrientes es larguísima, cruza casi todo Buenos Aires… tomate ese colectivo y preguntá donde debes tomar el subterráneo y así hasta que llegues, suerte.
Gracias de todas formas, creí que estaba más cerca.
El hombre no se equivocaba la calle era eterna yo miraba los números de los portales y me desesperaba, me resigné, vi que ya faltaban pocos y bajé del bus, estaba en la acera de los impares y desde la otra parte controlaba la numeración, mi decepción fue inmensa, yo esperaba ver una casa antigua arrabalera, medio abandonada pero allí sólo había una finca de pisos modernos como todas las demás, en los bajos comercios y garajes, me quedé parado sin saber si cruzar y por lo menos asomarme al portal y decir que había estado, cuando oí a mi espalda un taconeo y mi nombre.
Chiiit, Pepe, espera Pepe, soy yo Gloria.
Me volví descolocado, nunca hubiera supuesto que nadie me conociera y menos una mujer y que se llamara Gloria, la Gloria que yo conocía era una estirada que sólo le gustaba que la adularan, prometía mucho y no daba nada pero allí estaba corriendo hacia mí con el bolso en el brazo y las manos abiertas para abrazarme.
¡Qué alegría me da verte Pepe!, hoy tengo un día completo, vengo de firmar un contrato de publicidad para mi programa de radio, es fabuloso, de mucho dinero y no entro dentro de mí, ven te voy a enseñar el estudio de la emisora, está aquí mismo.
Bueno yo…
Si mira es éste edificio, ¿ves el cartel?
Ya, ya lo veo.
En el quicio del portal había sólo una placa con unas siglas y la palabra estudio, me dejé arrastrar al ascensor, una vez adentro Gloria no dejaba de apretujarme, estaba nerviosa, contenta por el contrato y lo demostraba conmigo, cuando llegamos solamente habían dos puertas, en una de ella bajo una luz mortecina otro letrero igual, sacó sus llaves y abrió, yo esperaba grandes salas, ventanales inmensos, espacios llenos de gente inquieta, redactores, locutores, platós de entrevistas… de eso nada, tres cuartos, sólo en uno de ellos había gente, una pareja que estaba siendo entrevistada por el locutor, un joven con patillas y detrás de un cristal que parecía una pecera otro hombre mayor con auriculares manejando los controles, los que hablaban también con auriculares y los micrófonos delante, Gloria se asomó un poco y tiró de mí hacia la otra habitación, estaba a oscuras y encendió la luz, no había ni ventanas, sólo una mesa con un micro y los auriculares y otro cristal de la sala de control, también oscura.
Mira, ¿qué te parece? Aquí trabajo yo, desde aquí me oyen miles o millones de personas que me adoran, están pendientes de mis consejos, recibo miles de cartas y yo sólo les digo lo que quieren oír y los hago felices, ¿Qué te parece?
Pues… yo… creía que...
¡Ah! es una delicia, siéntate en mi sillón verás cómo se siente la emoción de ser una persona admirada y deseada por todos.
Me senté cómo me dijo en su sillón incluso me puso sus auriculares ella se sentó sobre la mesa frente a mí, quiso ver la sensación de placer inmenso que sentía yo al saberme admirado pero lo único que yo admiraba era las piernas abiertas que tenía delante, había puesto los pies en los reposabrazos del sillón y me movía de aquí para allá, me traía y me alejaba de ella.
Estoy encantada, hoy haría cualquier locura, ahora me apetece… espera.
Se levantó la falda y se quitó las bragas de blonda que llevaba, volvió a poner los pies en mi sillón y me atrajo hacia ella.
… Me apetece que me comas, hoy estoy caliente y contenta, vamos comeme la conchita.
Pero… si viene alguien…
No viene nadie estamos solos, el asqueroso de mi compañero de control no está, es un cerdo que sólo piensa en cogerme, va detrás de mí hace mucho tiempo, pero lo tiene claro, me da asco, el muy guarro no se lava apenas ni se afeita, ¿cómo me va a conquistar un tipo así?
Me cogió la cabeza y la incrustó entre sus muslos, los tenía morenos, se ve que iba mucho a la playa o se bronceaba con rayos uva porque tenía las piernas muy morenas, igual le vi el pubis y el vientre cuando se levantó la falda y se echó hacia atrás sobre la mesa, apartó el micrófono un poco y abrió de piernas para que le chupara el coño, recordé las palabras de mi amigo, los consejos de Malena y los de mi diablillo particular diciendo que no me convenía pero no les hice caso y me amorré a sus labios, estaban perfumados, sabían a mujer caliente, ya estaba manando jugos cuando le metí la lengua en la vagina y le ataqué el clítoris, el estudio como estaba insonorizado le permitía gemir fuerte incluso gritar.
Cómetela toda, así, toda, mete la lengua hasta donde puedas y chúpame el culo también, hazme correrme como una perra, méteme el dedo en el culo.
¿Así te parece bien?
Siiii, me encanta, lo haces de maravilla, lo que me estaba perdiendo contigo, ¿sabes una cosa? No me decidía contigo, no sé porqué pero lo haces como un maestro, ahora sácate el pene y métemelo, por donde quieras, lléname de carne.
Si tú lo dices…
¡Ooooh! Pepe no me habías avisado de lo grueso que tienes el pene, eso es una pija de tamaño extra.
Pues te lo voy a meter en el culo también.
No por favor Pepe, por el culo no, me vas a romper,
Ya verás cómo no, ahora verás.
¡Oooooh no, Pepe no… pero con cuidado aaaah, así un poco más despacio, así va bien ahora ya puedes seguir hasta adentro del todo!
Estuve follándola por el coño y por el culo alternativamente, ella se deslizaba por la mesa al lado del micro y los auriculares, se corrió gritando, gimiendo y jadeando, yo me corrí en su culo, no me dio tiempo cambiar a su coño divino, cuando me salí se quedó con las piernas abiertas, con la falda por encima de la cintura y sin zapatos, la mesa estaba mojada de leche y flujos, miré a mi alrededor…
Eeeeh… una cosa Gloria, yo no entiendo nada de esto pero este micrófono tiene una luz roja, ¿no se estropeará si se ha quedado encendido?
¿Cómo, qué está rojo?
Se incorporó de un salto bajándose la falda y volviéndose hacia el cristal en el momento que se encendía la luz en el cuarto de control, desperezándose se levantó un tipo tripudo con el pelo largo mal cortado y sin afeitar, con una camiseta sin mangas imitación a la que llevaba Freddy Mercury en sus conciertos, tenía una sonrisa enigmática, no cambió de expresión, si acaso una leve sonrisa pero le enseñó a Gloria un pen-drive.
Buenos días Gloria ¡ah! Y… buenos días señor Pepe me presentaré, soy Aurelio el de sonido, ese que Gloria le ha descrito antes pero que estaba echando una siesta hasta que empezara el programa de la señorita, les he oído entrar y como no tenía nada que hacer simplemente he conectado el micro y he grabado todo lo que ha pasado aquí hace un momento, la duda que tengo ahora mismo es si en el intermedio de publicidad lanzo al aire el contenido de la cogida que le ha dado a Gloria, (a muchas de sus oyentes les gustaría pero a otras no y a los patrocinadores que acaban de firmar el anuncio seguro que menos), así que podemos hacer una cosa… o pongo en marcha el archivo en la emisora o… hacemos un arreglo con esto.
El hombretón simplemente dejó caer su enorme polla sobre los botones de la mesa de mezcla, la tenía ya como un barrote de hierro, con el capullo tan rojo como la esponja del micro y se quedó mirando a Gloria esperando su contestación.
Que mierda sos Aurelio, no sabes lo que te odio, eres un hijo de… pero ese contrato es muy importante para mí y mis oyentes creen en mi también, no sé…
Al otro lado del cristal Aurelio esperaba con la polla en la mano levantándola y bajándola como una bandera esperando, Gloria se volvió hacia mí con cara resignada y me dijo,
Lo siento Pepe, me ha encantado estar este rato contigo pero ya ves… no tengo salida.
Me vestí mientras Gloria iba hacia el cuarto de control, se iba quitando la falda de marca cara, cuando yo cerraba la puerta del estudio oí a Aurelio que le decía.
No Gloria no, la falda sola no, quítate todo y no creas que sólo vamos a coger hoy, cogeremos siempre y cuando yo tenga ganas de coger.
Bajé a la calle Corrientes, miré el número 348 y me fui paseando calle abajo, me habría gustado tener una radio para haber oído este día el programa de Gloria.
En aquella calle céntrica me podía perder mirando en cualquier dirección, la animación era agobiante, nada que ver con la “mía”, la calle Cuenca, la verdad me llamaba la atención casi todo, pese a ser el país más europeizado de América, tenía su estilo propio, habían señales de alemanes, italianos, españoles y no digamos de uruguayos y demás vecinos, estuve andando un buen rato aligerado de peso con Gloria, al final había tenido suerte con ella, me refiero a mi porque en aquel preciso momento la imaginaba pulsando todos botones de la mesa de mezcla de su estudio con los pezones y el “amigo” Aurelio cogiéndola por detrás como si no hubiera un mañana, pensándolo bien hasta imaginé que el muy ladino se había echado un farol y no había grabado nada pero hábilmente había montado la escena y si sabía jugar las cartas tenía asegurado para mucho tiempo el coño “exquisito” de Gloria.
Cuando llegué a casa ya era hora de comer, mi nuera me preguntó como si me leyera la mente cómo había ido la “pesca”, Corina no dejaba de sorprenderme, parecía que yo tenía la cabeza de cristal porque me notaba enseguida que había tenido alguna aventurilla no confesable, le dije sin mentirle que hoy había pescado un pez muy grande pero lo había devuelto al mar para que siguiera su camino, no me acabó de entender pero se conformó con la respuesta y siguió en sus quehaceres, me contó donde habían estado toda la mañana y como eran cosas de compras y demás la verdad no presté demasiada atención, por la tarde no iba a salir pero las mujeres tenían más planes de tiendas y yo preferí dar una vuelta y tomarme un café “tocadito” con whisky, estaba sentado en la terraza de la cafetería cuando por la otra acera vi a mi amigo del parque, ya venía con su bolsita de mate, la llevaba como si se la quisieran quitar, le llamé y le un invité a tomar un café, tenía prisa y no le entretuve mucho, simplemente le dije.
¿Tienes una radio en casa?
Sí, tengo uno a pilas pero casi no oigo radio. ¿Por qué?
Por nada era curiosidad, he conocido una dama que habla por la radio y me gustaría oírla precisamente hoy, me da en la nariz que va a ser un programa interesante.
Lo siento, incluso no sé si las pilas estarán cargadas, hace mucho que no lo enciendo.
Le conté rápidamente el caso que me había pasado y nos estuvimos riendo como críos, la gente nos miraba como si no estuviéramos bien de la cabeza, prometió cambiar las pilas y estar atento pues se suponía que cuando Aurelio le diera volumen ella lo acusaría, ya casi se marchaba cuando me dijo que había hablado con Magda y que estaba muy contenta, también me dijo que tenía ganas de hablar conmigo, no sé porqué me da en la nariz que tenía algo en mente especial.
Pero yo no te he dicho nada ¿eh?
Tranquilo, seré discreto.
No tuve que reprimir mucho mi impaciencia pues cuando iba por la mañana a por el pan (uno de mis cometidos, si no me escurría antes) me di de frente con Marga, me contó que venía del colegio de los niños pues le había mandado una nota la directora porque quería hablar con ella, todavía iba preocupada ya que le habían comentado que así como el niño menor no daba ningún problema, el mayor se estaba juntando con una pandilla nada recomendable, eran conocidos ya por sus pequeños hurtos, rotura de mobiliario urbano, incluso se les suponía que habían dado un tirón al bolso de una señora mayor y la habían tirado al suelo aunque no consiguieron llevarse nada.
El tema era difícil por la edad preadolescente ya que las compañías influían mucho en un chico hasta ahora tímido pero con el grupo apoyándolo podía ser como ellos o más agresivo, me preocupé porque mi hijo a una edad parecida también se había juntado con malas compañías y al fin entre todos pudimos además de separarlo reconducirlos a todos y sacarlos de la calle, ya más tranquila al ver que había esperanzas y soluciones (al menos yo tuve suerte) cambió de tema y se le alegraron los ojitos, se acercó a mí y me confesó que había estado con mi amigo del parque, yo le habría cortado para decirle que estaba al tanto pero me interesaba saber su versión desde el punto de vista femenino.
Fue perfecto Pepe, todo a pedir de boca, yo estaba preocupada por lo que vos sabés pero tomé todas las precauciones incluso le pedí a un amigo que conduce una ambulancia una botella pequeña de oxigeno por si acaso, aunque no fue gratis no, el boludo me lo hizo a cambio de tocarme bien las tetas pero valió la pena, luego me duché y a otra cosa, el caso es que pude dejar a mis niños con mi hermana mayor Francis, la pobre no tiene hijos aunque esta embobada con ellos no puede tener y siempre que puedo se los dejo, el caso es que tu amigo vino, ¡qué risa! Haciéndose pasar por un agente de seguros que quería hacerme una revisión y vaya que me la hizo, cogimos con toda la tranquilidad, midiendo los tiempos, sin prisas, yo controlaba su agitación y frenaba o aceleraba según le iba la respiración, no me lo podía creer pero me hizo venir antes que él, me derramé toda, estaba feliz por haberlo conseguido pero es que el señor es todo un experto, sabe donde y cuando tocar y meter, me hizo acabar dos veces pero muy largas y él no sé cuantas, no tenía fin, debe tener los huevos como un toro, acabamos exhaustos de coger pero de forma física de primera, lo que me tiene un poco confusa es que cuando vino mi hermana Francis a devolverme a mis hijos me miraba con ojos picarones y me preguntó cómo había estado la “revisión” y diciéndome con doble intención si me había apretado bien las tuercas y cosas así, al final me preguntó abiertamente si habíamos cogido y tuve que contarle que sí, ella estaba feliz pero después se puso triste, le pregunté y me confesó que desde que no podían tener hijos su marido había perdido todo interés por ella y que me tenía envidia, yo no sabía qué decirle ni cómo consolarla, lo único que se me ocurrió fue contarle que el hombre tenía un amigo que no tenía nada que envidiarle y que podríamos quedar a merendar una tarde los cuatro, perdóname Pepe, ¿hice bien?
Mujer… me lo pones difícil… así en frio, sin conocerla.
Huy, por eso no te preocupes, es un poco más alta que yo, más delgada de cintura pero más pecho que yo ¿eso te gusta no? y de culo no te quejarás.
Sí, eso no es problema para mí ¿y de cara y de carácter, no se echará atrás?
Bueno de cara es como yo, tres años mayor y muy simpática pero de lo de echarse atrás… ya no estoy tan convencida, yo creo que no ha estado con nadie aparte de mi cuñado.
Pues imagina que con la polla a punto de metérsela me dice que me la meta yo…
Joder, ¡Francis no creo que me haga eso!, no pasa nada seguro que no, ya le hablaré yo primero y le haré jurar que no se espantará porque cuando vea el pene que calzas…
Eso espero, lo sentiría por mi amigo, sería un mal rollo, se estropearía la tarde.
No te preocupes de tu amigo me encargo yo, ya sé cómo tratarlo y no se lo voy a dejar a Francis que me lo maltrate. Francis será para ti, yo sé que la cogerás bien, es bastante apocada pero cogiendo no la conozco.
Vale ya me dirás algo ¡ah! y de tus hijos que vas a hacer, no había caído en eso.
Pues… había pensado hacer la merienda en casa de mi hermana pero mi cuñado… es muy desconfiado y sospecharía algo, en la mía creo que es lo mejor porque en un albergue siempre nos puede ver alguien, a los niños veré si los puedo dejar con unos amigos que viven en una chalet, tienen piscina y todo a ellos les encantará.
Tú verás, pero no quisiera que “nos” complicara la vida a ninguno por una buena cogida aunque sea con unas chicas como vosotras.
No te hagas problemas, será una cogida inolvidable.
Mi amigo y yo quedamos en vernos en el parque, el argentino iba de punta en blanco, repeinado y con el bigote recién retocado, yo también me había acicalado, al no conocer a la hermana de Magda sólo por referencias, no acabábamos de estar cómodos, los dos éramos perros viejos pero cada uno tenía sus vivencias y formas de ver la vida, él era más expeditivo y yo más tranquilo y condescendiente aunque en una situación imprevista no sabíamos cómo íbamos a reaccionar, antes de llegar a casa de Magda le hice una llamada perdida previniendo algún inconveniente de última hora, al momento me mandó un mensaje -todo ok. Esperamos ilusionadas-
Al llegar al portal sólo tuve que pulsar un toque corto para que se abriera la puerta, al llegar al rellano de la escalera la puerta de la casa se abrió sola, con cierto recelo mi amigo entró mirando en todas direcciones, yo entré detrás con mis reservas, cuando estuvimos adentro las dos chicas salieron de atrás de unas cortinas, gritando y dándonos la bienvenida, parecían muy alegres y animadas, la anfitriona Magda nos cogió del brazo a los dos y nos llevó al salón, allí me besó y me presentó a su hermana Francis, a su vez ella besaba a mi amigo y luego la presentaba oficialmente, estaban exultantes quizá tanto como nosotros nerviosos. Magda nos obsequió con unas bebidas y ella enseguida definió las parejas, aunque yo sabía sus planes se había reservado a mi amigo por varios motivos, le gustaba el caballero, la había cogido como ya hacía mucho que no lo hacía y además estaba decidida a darle un trato especial para asegurarse el “funcionamiento”seguro, por su salud.
Las hermanas se desvivían en ser todo lo simpáticas que podían, a nosotros cuando ya habíamos tomado tres copas se nos aflojó el freno de mano y nos desinhibimos poco a poco. Francis pronto de arrimó a mí y sus manos empezaron a manosearme, su hermana estaba pendiente de todo, mi amigo ya iba metiéndole mano por donde podía y como me vio un poco cortado y sin confiar mucho en su hermana se levantó y dijo con bastante doble intención.
Bueno me he dado cuenta de lo malas anfitrionas que somos, nuestros amigos que han venido a visitarnos y nosotras no hemos sido capaces ni de enseñarles la casa, Francis, enséñale la habitación de invitados a Pepe que yo le voy a mostrar a su amigo la mía, yo creo que les gustarán.
¡Con mucho gusto Pepe! Ven que te enseñaré el pisito.
La seguí a la habitación que daba justo al lado de la de Marga, era de dos camas con sus respectivas mesitas aunque las hermanas ya habían retirado la mesita que separaba las camas y las habían juntado, la habitación de Magda ya la conocía yo interiormente de una visita anterior.
Francis se quedó quieta al lado de la cama, parecía que estaba valorando todavía si debía seguir o marcharse corriendo, yo decidí jugármelo todo y la abracé y le di la vuelta apoyándola contra la puerta, así por lo menos me aseguraba de que no huiría, mientras mis manos le sacaba la camisa de la falda a toda velocidad ella juntaba su cara contra la mía esperando mis movimientos, estuvo quieta hasta que mis dedos levantaron el sujetador y sus tetas cayeron en mis manos, al notar como sus tetas ya no eran suyas y que los pezones eran masajeados por mis dedos buscó mi boca y me besó ardientemente, el sujetador se lo solté al estar los corchetes por delante, quedando las copas separadas bajo sus axilas, no lo veía pero debía ser de moda por el tacto de mis dedos expertos.
Los pezones no tardaron en ponerse duros cuando las areolas se hincharon, apenas se dejaban caer las tetas, las tenía duras y elevadas, estuvimos unos momentos contra la puerta de la habitación, llegué a quitarle la camisa y ella la mía, el sujetador le colgaba de los hombros pero lo más importante era que las tetas bailaban entre mis manos rozándome mi pecho, busqué donde demonios estaría el cierre de la falda pero no lo encontraba, Francis estaba impaciente y no admitía espera y fue a buscar mi polla que abultaba el pantalón me empujó y caí sobre la cama cruzado, ella se lanzó sobre mi cinturón, demostró gran habilidad sobre todo cuando tiró de la hebilla y lo sacó de un tirón, la bragueta la abrió con un movimiento rápido y tiró del pantalón y del calzoncillo a la vez hasta las rodillas, mi polla saltó y se quedo vertical. Francis se quedó un momento inmóvil mirándola, yo no sabía si era de decepción, miedo, arrepentimiento o ganas de disfrutarlo, mientras por el delgado tabique que nos separaba oía cómo Magda nos llevaba una gran ventaja pese a ir con más consideración debía estar haciéndole una mamada a mi amigo que sólo gruñía como un oso, tampoco debía estar quieto porque Magda también gemía posiblemente atacada en sus partes más sensibles.
En un arrebato de valentía cogió con las dos manos mi polla y la mantuvo directa al techo lentamente bajó las dos manos a la vez y el prepucio fue despejando al capullo enrojecido, con cierta timidez acercó los labios al cabezón pelado y le dio un besito cariñoso, como el que se le da a un bebé, parece que le gustó porque sacó la punta de la lengua y lo tocó, el glande palpitaba hinchándose por momentos ella volvió a besarlo pero esta vez con los labios más separados lo fue repitiendo hasta que mi capullo fue desapareciendo entre sus labios, cuando cerró la boca rodeando mi frenillo noté cómo su lengua presionaba mi polla contra su paladar, estuvo saboreándolo, imagino que la polla de su marido debía saber diferente, creo que ninguna polla ni el semen saben igual de un hombre a otro igual que ningún coño sabe lo mismo aunque todos estén exquisitos, mientras me presionaba contra el paladar su lengua acariciaba el frenillo, sin duda Francis sabía hacer una mamada en condiciones, en ese momento felicitaba al agraciado marido, aunque lo compadecía porque en ese momento Francis estaba dedicada a mi polla en cuerpo y alma.
Con las manos seguí buscando el cierre de la falda, habría sido para mí un buen aliciente sobarle las tetas y acariciarle el clítoris que debía estar a estas horas tan duro como una almendra pelada, al tener mi polla en la boca quiso asegurarse de que no se le iba a salir y se tragó más de la mitad y así pudo soltar las manos, ella se soltó la falda, era muy sencillo pero desde mi posición no podía llegar, se la quité y se quedó sólo con las bragas, me gustó verla con las bragas puestas, a veces era más excitante ver un culo bien vestido con unas bonitas bragas que unas nalgas sueltas, el pubis estaba apretado contenido por el leve tejido, Francis se había puesto la lencería mas sexi que tenía y era una pena obviarla, el sujetador ya se le había caído y las tetas caían sobre sus piernas rozándole los pezones los pelos de los muslos, esta sensación a la mujer se los ponía más duros y a mí la carne de gallina y los huevos más rugosos.
Puse atención a la pareja vecina, perecía que todo iba viento en popa, ahora parecía que ella era la que recibía aquella polla amiga, y debía darle mucho gusto porque no dejaba de gemir.
Cuando me cansé de admirar aquel culo con la braga puesta tiré de ella, en principio juntaba las piernas para evitar que se bajaran pero cuando le dejé las nalgas descubiertas le di una palmada y entendió el mensaje, separó los muslos y la prenda quedó en los tobillos, debía haber seguido los consejos de su hermana porque se había depilado el coño, al separarle las nalgas vi con sorpresa que no tenía el mínimo pelillo y según avanzaba separándole los labios seguía todo tan depilado que parecía una adolescente, me sorprendió lo desarrollados que tenía los labios menores, le colgaban arrugados con un color marrón oscuro, al meter la lengua entre ellos se abrieron y mostraron el interior rosado de la vagina, después de hurgarle metiéndole la lengua hasta donde pude cuando noté que los flujos llegaban a oleadas seguí hacia el clítoris, éste ya me esperaba.
Ya había separado totalmente las piernas y los labios también se abrían como un libro, el desarrollado clítoris, mucho más que el de su hermana, era muy sensible, al rodearlo con la lengua abrió la boca para gemir pero lo único que consiguió que le entrara en trozo más de tronco de mi polla, no renunció a ella y seguí empujando, milímetro a milímetro iba tragando mas polla, mi lengua le había levantado su pequeño prepucio y relamía por todos los rincones dejándolo brillante y duro, cuando empezó a temblar supe que se iba a correr, dejé que su orgasmo la recorriera toda ella y lo soportó abrazada a mis piernas, sólo sacó mi polla de la boca pero la mantuvo pegada a su mejilla notando su dureza y mis palpitaciones. La dejé reponerse mientras escuchaba la habitación de al lado, todo parecía ir a pedir de boca me gustaba oír a Magda cómo regulaba la intensidad de la follada para que mi amigo no se agobiara demasiado aunque lo tenía todo provisto quería que la cogida fuera de lo más placentera y parecía que lo estaba consiguiendo.
Cuando Francis dio señales de vida parecía que había tenido un atropello, el orgasmo la había dejado exhausta, mi ego estaba a tope pero no entendía que con una mamada en el coño le hiciera tal efecto tan fulminante, con mucha dulzura le di la vuelta, ella se dejó hacer pues estaba como en una nube todavía pero cuando con mis piernas separé las suyas y vio que mi polla apuntaba directamente a sus labios palmeados se quedó agarrotada, parecía que hasta ahora había sido una concesión, un juego pero al tener su coño amenazado por aquel capullo morado la cosa era diferente, con la cara seria parecía que por su mente pasaban las imágenes de su vida, incluso su marido, su boda, y que se yo, no se movió, ni el más mínimo gesto pero recibió mi pene cuando iba entrando despacio, ya había separado los labios y los había lubricado con saliva, no era problema de fricción, simplemente estaba bloqueada por que una polla más gruesa de la que había soñado nunca estaba entrando en ella sin parar y aunque no le había parecido grande al verla ahora al notarla entrar parecía interminable, cuando toqué el cuello del útero con el capullo suspiró pero me sorprendió al decirme.
No pares, sigue metiendo hasta que no me entre más, me has llenado de carne como nunca supuse, noto tu glande en mi matriz pero dilatará lo que haga falta y no sabés como me hacía falta una pija como la tuya.
Lo que tu digas, haré lo que pueda, si te duele me lo dices.
No me dolerá, me voy a correr enseguida, cuando llegues sacala y metela seguido.
Muy bien.
Empujé metiéndole la polla lo que pude, yo no tenía ya gran cosa que meter, siempre había contado con el grosor ya que de longitud era de lo más corriente pero no iba a desilusionar a Francis, seguí metiendo y sacando cada vez más hondo, ella gemía a cada embestida como si recibiera a un caballo, cuando me arañó la espalda empecé a meter y sacar rápidamente, gritó, jadeó y gimió abrazándome, suspirado y lloriqueando, cuando saqué la verga la espuma blanca cubría mi polla, le dije que se diera la vuelta y que se pusiera en cuatro, de mala gana me obedeció, ya llevaba dos orgasmos que le habían dejado agotada, le dije que descansara apoyando la cabeza en la cama y lo hizo los brazos y la cabeza caídos inertes mientras yo me cogía a su cintura y le metía la polla, lo hice despacio para que no notara la polla en el coño entrando demasiado bruscamente, ella sólo movía las caderas orientando su vagina a mi tronco entrante.
Francis era una mujer de una pieza aún con algún año más que su hermana Magda tenía mejor cuerpo que ella, Magda la había descrito muy bien , era más delgada que ella, desde atrás se le veía la espalda haciéndole un surco que brillaba con el sudor que tenía, las tetas más grandes que las de su hermana, le caían sobre la sábana, pesaban más y le caían unos centímetros más pero no llegaban a descansar en el estómago, en cambio los pezones los tenía más salidos y rugosos, aunque el culo era su mejor virtud, desde donde yo estaba admirada las curvas que formaban las caderas, eran perfectas y las nalgas altas y duras, sólo se juntaban al unirse con los labios del coño, lo único que Magda aventajaba a Francis era en su coño, la joven lo tenía cerrado, los labios menores apenas se notaban mientras que los de Francis eran dilatados, arrugados y oscuros.
Por una parte a mí me venía bien pues era apoyar el capullo entre ellos y me ayudaban a entrar en ella pues se abrían dulcemente cuando yo presionaba, me gustaba la vista que tenía desde el culo hasta la nuca pues la melena de Francis se le separaba en dos, le veía las tetas oscilar de adelante a atrás sin apenas deformarse, me acordé que Francis se había corrido dos veces ya y de una manera brutal, ahora me lo merecía yo, con el paisaje que veía y mi polla entrando y saliendo en el coño de la chica la temperatura subió y pronto noté como mis huevos querían vaciarse. Escuché que Magda ya se había corrido también y seguía cogiendo con mi amigo, llevaban un ritmo más relajado pero no por ello menos placentero.
Consideré que ya me había ganado una buena corrida en aquel coño tan mojado y aceleré y me concentré en el placer de aquel coño. De momento cuando ya estaba en la recta final, Francis se movió y se sacó la polla volviéndose a mí con una mirada aterrorizada.
¿Qué intentas hacer Pepe?
Pues lo que te imaginas, me iba a correr, estás tan buena que te iba a llenar de leche.
De eso nada, ni lo intentes, es imposible.
¿Cómo, por qué no?, simplemente es correrme dentro de tu coño, te encantará.
Ni hablar, no puede ser.
Pues… mira cómo me tienes, puedo buscar otro medio.
Como quiera pero en el coño ni pensarlo.
La chica se volvió cómo estaba antes con el culo hacia mí y la espalda descendente, me había cortado un poco la eyaculación pero me decidí a volver a empezar, se la volví a meter en el coño, se la sacaba y la paseaba entre los labios, ella estaba conforme porque no notaba mi capullo lo suficientemente cargado para correrme pero después de lubricarme el capullo lo apunté al ano, apenas lo apunté y empujé suavemente, la reacción fue fulminante dio un salto y se volvió hacia mi toda indignada,
¿Pero que te has pensado?, por ahí ni lo sueñes, eso jamás.
Pero mujer, si no pasa nada, déjame demostrártelo.
Eso jamás pasará, ¿cómo se te habrá ocurrido?
Sin más se levantó y se pasó a la habitación de su hermana, yo la seguía con cara de no entender nada, su hermana y mi amigo se sorprendieron al vernos entrar, no nos esperaban, no es que había demasiado problema pero había un acuerdo no hablado de guardar cierta intimidad.
¿Qué pasa Francis, ocurre algo?
Claro que ocurre, que Pepe me quiere meter su gordo pene por el culo.
Magda sin decir nada se ladeó un poco separándose de mi amigo, le enseñó que él le estaba metiendo en ese preciso momento la polla en su culo también, Francis se quedó horrorizada, la visión de la polla de mi amigo entrado y saliendo limpiamente en el culo de Magda le impactó pero lo que más efecto le hizo fue la naturalidad y la cara de placer que hacía su hermana al sentir aquella estaca hundirse entre sus nalgas.
Magda ¿cómo es posible que estés haciendo lo que veo, no lo puedo creer?
¿Por qué Francis?, ¿no me digas que no lo has probado nunca?, no sabes lo que te has perdido.
De ninguna manera, nunca consentiré que me metan nada por ahí, es antinatural.
Perdona lo que te voy a decir Francis pero nunca pensé que eras tan reprimida.
No soy reprimida a mí me gusta que me la meta en la vagina pero por el culo no, jamás.
Bueno pues ya ves a mí me encanta, sigue porteño, húndeme tu mástil.
Uf que horror.
¿Por qué no os quedáis con nosotros en la cama?, hay sitio para dos más y así verás como entra y sale dándome un gusto fabuloso.
Bueno pero a mí que me la meta por la vagina ¿eh?
Lo que tú prefieras.
Magda me preguntó a mí con la mirada y yo miré a mi amigo si le importaba, a estas alturas ya todo nos daba igual y puse a Francis al lado de Magda, ésta estaba de rodillas sobre una alfombra en el suelo y con el cuerpo apoyado sobre la sábana mi amigo y yo de pie detrás de ellas metíamos cada uno por el conducto autorizado. Francis parecía que se sentía más arropada al lado de su hermana que estaba gozando de una buena polla, tanto gozaba que tuvo un orgasmo espectacular, su hermana le cogió la mano y se la aguantó mientras los espasmos la agitaban sin control, con esto apreció un poco el placer a través de las sacudidas que daba, seguimos entrando y saliendo cada uno con su pareja hasta que a mi amigo le llegó el momento de eyacular. Magda se volvió y miró cómo estaba de su problema respiratorio, había hecho un buen trabajo y estaba de maravilla y le dio luz verde, éste se cogió de las caderas y se hundió dando varias sacudidas electrizante, Francis miraba de reojo pero no estaba convencida, de momento estaba más segura con mi polla en su coño pero cuando mi capullo reclamó explotar lo notó por las palpitaciones que sentía en su útero, cuando empecé a acelerar empezó a gritar y su hermana se alarmó, yo me quedé extrañado igual que mi amigo.
¿Qué te pasa Francis, me estás volviendo loca, estás viendo cómo me he corrido con la polla en el culo mientras tú estás recibiendo las embestidas de Pepe en el coño como querías y ahora tampoco quieres que se corra en tu vagina.
Francis empezó a llorar desconsoladamente con la cabeza apoyada en la sábana, su hermana al verla se acercó a ella sin dejar que la polla de mi amigo llegara a salir.
No te entiendo hermana, hemos hablado varias veces antes de llegar aquí, te conté que conocía a dos hombres con mucha experiencia que cogían muy bien, no podría decir cual lo hace mejor pero te he dejado a Pepe por las circunstancias de su amigo, el hombre se ha desvivido por cogerte mejor que seguramente lo haya hecho antes nadie y te has corrido varias veces, yo también lo he hecho ahora mismo me has visto y vos también, te he oído por la pared pero ahora cuando el caballero quiere hacerlo contigo no lo dejas.
Snif snif,… ya lo sé tienes razón pero es que por el culo me da miedo, no me lo han hecho nunca, siempre me he negado y en la vagina es muy peligroso y más ahora.
¿Cómo peligroso?, si no tienes ningún peligro, son personas sanas.
No, el peligro es de quedarme embarazada.
¿Tú embarazada, si eres estéril? Es imposible.
No soy estéril, el estéril es mi marido pero nunca lo hemos dicho para que no se sintiera acomplejado y hemos dicho que era yo y ahora estoy ovulando.
Joder Francis, podías haberlo dicho, que barbaridad siempre compadeciéndote porque no podías tener hijos y resulta que si que te pueden preñar.
Lo siento, me avergüenzo y os pido perdón, creo que lo mejor es que me marche a casa.
Nada de eso, Pepe no se merece eso, yo conozco a Pepe y sabrá hacerlo bien, ponte cómo estabas, yo te ayudaré.
Pero me quedaré embarazada… ¿Cómo se lo diré a mi marido?
No te preocupes te prometo que no te preñará, tu déjame a mí, confía en tu hermana pequeña.
Francis se puso de rodillas en la alfombra y su hermana le pasó la mano desde el pubis hasta la rabadilla, comprobó que chorreaba flujo por todos lados, estaba tan caliente como ella, me cogió la polla con una mano y me la resucitó, con aquella revelación se me había bajado, mientras le iba pasando a su hermana la mano suavemente entre sus labios me chupaba la polla hasta que no le cupo en la boca, escupió en el culo de su hermana y me mojó de saliva todo el glande, mi amigo colaboraba amasándole las tetas a Francis que ella agradecía, estuvo con la mano rodeando el ano de Francis hasta que ella se confió a los dedos de Magda, juntó los cuatro dedos haciendo bulto simulando mi capullo y cuando distendía las nalgas me acercó a ella y me cambió por sus dedos, aún estuvo paseando mi polla sobre su culo ensalivando continuamente yo le ayudaba desde arriba hasta que estaba empapada de saliva.
Mi amigo se sentó frente a ella, le acariciaba la cabellera, las orejas y el cuello, tan cerca le puso su polla frente a su cara que se quedó encandilada mirándola, Magda le pasaba la mano por la espalda relajándola hasta que le pareció lo bastante tranquila y me dio una nalgada, me sostuvo la polla encarada al ano para que no resbalara a la vagina y me corriera en su coño. Francis notó que los dedos de su hermana no eran lo que le entraba, lo averiguó un poco tarde porque mi capullo ya estaba adentro, su esfínter se apretaba para evitarlo pero mi presión y la saliva no eran sus aliados, tampoco fue la polla de mi amigo que cuando abrió la boca para protestar se la metió hasta la mitad, la sorpresa fue completa estaba llena de polla por el culo y por la boca. Magda estaba de directora de escena, a mi me animaba para no dejara de empujar hasta metérsela entera y a mi amigo le decía que le sujetara la cabeza y que le follara la boca.
Ya no sentía ningún dolor, sólo placer y mucho, el diámetro de mi polla ya era aceptado por su esfínter y sus labios a la verga de mi amigo, su hermana le acababa de convencer acariciándole con una mano el clítoris y con la otra un pezón, se incorporó un poco estirando las piernas abriéndolas del todo, ya me pude poner sobre ella y dejarme caer sobre su culo entrando totalmente en su recto. Magda soltó a su hermana y nos cogió los huevos a mi amigo y a mí, los acarició y en el mismo momento nos corrimos los dos, yo me vacié sin ningún temor y sin remordimiento, la llené con todo el semen que almacenaba y mi amigo hizo lo propio.
Francis fue tragando los chorros de leche que le mandaba mi amigo, absorbía con avidez, se sentía segura y pasado el primer momento de miedo agradecía a su hermana y a mí la enculada que le di, sentía con gusto mi leche caliente sabiéndose protegida, su marido seguiría fingiendo ser el fértil aunque sus espermatozoides fueran “más lentos que el caballo del malo” y ella había sido cogida como nunca, una vez saqué mi polla muerta de su culo se transformó en la mujer simpática y provocativa de cuando llegamos, los cuatro desnudos sobre la cama de Magda estuvimos un buen rato hablando de todo un poco, nos contó muchas cosas de su matrimonio, que no funcionaban por motivo de la esterilidad de su marido… hasta que la descubrimos pasando su mano sobre la polla de mi amigo, con la conversación pausada que llevábamos Magda controlaba a su hermana y la dejó seguir, cuando se la puso en condiciones mientras se reía sensualmente se sentó sobre él y estuvo cabalgándolo con suavidad hasta que le llegó otro orgasmo.
Magda sin dejar de controlarlos me había chupado la polla y se puso de lado por delante, haciendo la cucharita levantó la pierna y se metió mi polla en el coño moviendo el culo hacia mí, Francis cuando vio que mi amigo aceleraba el ritmo se levantó y ella misma se metió su polla en el culo y siguió moviéndose, hasta sentir como se corría dentro de ella, Magda siguió moviéndose, me cogió mis brazos y se abrazó con ellos poniendo mis manos en sus tetas, cuando sentía que se iba a correr, se volvió hacia mí y me dijo.
Me voy a correr, haz lo mismo dentro de mi coño Pepe.
Encantado Magda.
Continuará
Agradezco sus valoraciones y comentarios, es mi estímulo para escribir.
Gracias.
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