Y como les conté la última vez, volví a encamarme con mamá, en nuestro viaje a Entre Ríos, para poner en orden la casita que la familia tenía en el campo, después de ese tiempo eterno en que mamá no me daba ni la hora, por primera vez pasamos unos días a solas de veras, no unas horas esperando para que en casa no hubiera nadie cerca. Como les decía fué la primera vez que pasamos unos días completos a solas como una pareja normal,( bueno de alguna forma hay que decirle), pasada esa primera noche de reencuentro sexual, por primera vez amanecí en una cama,abrazado a una mujer, desnudos, cubiertos nuestros cuerpos de jugos corporales derramados en la pasión de nuestro acto incestuoso, claro que no había sido necesario esta vez ir a bañarnos rápido para sacarnos el olor a sexo de nuestros cuerpos estabamos solos, tranquilos, satisfechos, cansados, desperté antes que ella, y quedé mirandola dormir, su respiración calma, que en cada inspiración inflaba su pecho haciendo subir y bajar ritmicamente sus tetas, chicas pero hermosas, las mismas que fueron mi fuente de alimento primero, esos senos que amamantaron mis primeros meses de vida, y que ahora me daban las mejores horas de placer, ya no eran senos llenos de leche materna, eran ahora para mí un hermoso par de tetas de mujer, cuando creí que ya era hora de despertar a mamá, no se me ocurrió mejor forma que empezar a chuparle los pezonea, suavemente, lo que enseguida surtió efecto, con su mano me tomó de la nuca, me llevó hasta su boca, me dió un beso , y con su voz suave me dijo, ¿ lo único que pensás es en sexo, amor?, y sin dejarme contestar, se incorporó y siguió, es hora de levantarse, y tengo una idea, vamos al pueblo; la idea no me atrajo para nada, al pueblo, contesté, con este calor, ir caminando hasta allá, yo no dije ir caminando, vago, pero,volví a quejarme, no sabemos a que hora pasa el micro interno, basta de quejas y dejame hablar,cortó mamá, don Jose,el vecino, me dijo que en el galpón están listas las bicicletas, vamos al pueblo, compramos algo y nos vamos al río de pic nic, conozco un lugar escondido que nos puede venir bien, así hicimos, fuimos al pueblo, compramos pan, queso, saláme, algo para beber y nos dirigimos al río, hacía mucho calor, y a lo lejos se veia venir una tormenta, el lugar era hermoso, vegetación tupida, al fondo arboles grandes y frondoso, una especie de playita de tierra suave y pasto, y una curva del río que lo hacía casi invisible dese el otro lado.buscamos un lugar con un poco de sombra, con un pañuelo improvisamos un mantel, dejamos las cosas e invité a mamá a ir al agua, andá vos, ya te alcanzo, me quité el pantalon y me tiré en slip, ya que no había llevado short de baño, el agua estaba hermosamente plácida y cálida, para esa época del año, nadé un rato, esperando a mamá, cuando la ví acercarse me arrimé a la orilla, metéte que está bárbara, no puedo, con el apuro me puse la remera pero no corpiño, ¿ y que problema hay, acaso hace un rato no las estuve chupando?, calláte, a solas soy tu hembra pero afuera sigo siendo solo tu madre, venía a avisarte que cuando quieras salgas y comemos, así lo hice , mal por la reprimenda, comimos, en silencio, mamá dijo, por qué no hablas, con voz sensual y mimosa, lo que hizo desaparecer mi enojo, no pensaba en lo que me dijiste hace un rato,¿ mi idea de cogerte en el río la tengo que olvidar,no?, por supuesto, acá no sabes si de algún lado te están mirando, y en un pueblo chico todos se conocen y todo se sabe, así pasamos un largo tiempo charlando y riendonos de cosas que pasaban cuando mamá era chica y pasaba las vacaciones por acá, estabamos tan bien juntos charlando que no nos dimos cuenta que la tormente lejana estaba encima nuestro, juntamos las cosas , levantó un fuerte viento, agarramos las bicis y empezamos la vuelta a casa, no creo que haya pasado un minuto que se desató un aguacero que nos agarró en medio de la nada, sin lugar para refugiarnos no hubo otro remedio que seguir pedaleando hasta la casa, llegamos empapados y embarrados, dejamos las bicicletas en el pequeño porsche de la casa y entramos, estaba bastante oscuro, prendí la luz, y la vi a mi madre atrás cerrando la puerta, cuando se dió vuelta, la ví de frente, empapada, las botamangas del pantalón llenas de barro, pero lo que me impactófue el verla de frente, la remera color salmón pegada al cuerpo mojado transparentando las tetas con los pezones parados que no quería que nadie pudiera ver en el río, la tormenta me había regalado ese espectáculo hermoso para mí solo, me abalance sobre ella, mordí sus pezones parados por sobre la tela, le arranqué la remera ajustada, dejé sus tetas sueltas al aire, aflojé su cinturón bajé juntos sus pantalonws y bombacha, la acosté sobre la alfombra, saqué mi remera , pantalones y slip, quedé en bolas y con la pija reparada, me tiré a su lado le chupé las tetas, bajé hasta su concha mojada por la lluvia, la calentura y mi saliva, metí mi lengua en su vagina, busqué su clítoris para saborearlo, estaba a punto de cogerla, pero me detuve, le dije esperá ya vuelvo, fuí al dormitorio, busque algo que me sirviera pero no encontré, volvía cuando se me ocurrió otra cosa, fuí a la cocina, busque en la heladera un paquete que nos había dado el día anterior el vecino, lo agarré y lo lleve conmigo, me tiré en la alfombra, abrí el paquete, di vuelta a mi madre, la deje sin defensa alguna en el culo y la embadurné con manteca casera, después de mucho tiempo te voy a hacer el culo le dije, no conseguí crema, pero vas a estar lubricada para que no te quejes que te desgarré el orto como la otra vez, terminé de decirlo, le dije abrite y le enterré la poronga fuerte y hasta los huevos, se quejó solo cuando vencí la resistencia de sus esfínteres y enseguida comenzò a cogerme con su culo hermoso, hasta hacerme acabar, me recosté a su lado, del interior de su orto comenzó a caer mi leche por sus nalgas, me miró fingiendo enojo, no te dije que hasta que yo no quisiera no podías cogerme por el culo, si lo dijiste, pero hoy en el río también dijiste que en privado eras mi hembra, por eso te cojo por donde quiero, porque soy tu macho.
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