EL macho de mi mujer me escribe.
Kari esta ya con 5 meses de embarazo, y como estaba cada vez mas perra putona, le comente que un amigo mio se casaba y le hariamos la despedida de soltero si queria engancharse. Obvimanete su respuesta fue que si.
llegamos al departamento del novio donde la esperaban ahí cinco tipos, incluido el homenajeado. Tu mujer se presentó con un hermoso vestido muy sexy 'jumper" de embarazada.
Ya tenía su buena panza, bien redondita, y sus tetas bien gordas de pezones café, de donde salian las primeras gotas de calostro. Tenían la sala preparada, y le solicitaron un "streaptease" encima de una pequeña mesa de living. Se quitó eróticamente su vestido de futura mamá bien despacito, ambientado con un fondo musical acorde a la situación. Terminado de quitarse el mismo, quedó expuesta con un diminuto juego de lencería de encaje blanco que permitía la transparencia de sus pezones y de los pendejos rubios de su concha. Uno de los participantes, desplegó su verga y comenzó a pajearse delante de todos. Una risa generalizada se desató en la sala, y las bromas de los compañeros no se hicieron esperar.
Tu esposa mientras tanto, se quitó su corpiño, dejando al aire sus gordos senos, llenos de leche, con sus pezones bien oscuros y gruesos como un dedo. Uno de los participantes, padrino de la boda , acercó su boca a una de las tetas y extendiendo su lengua saboreó uno de los pezones, en forma suave y delicada. Un estremecimiento de gozo hizo estremecer a tu puta embarazada y sus manos delicadas acariciaban su enorme vientre, disfrutando de ese beso sensual en su seno. Con sus tetas al aire y su bombacha puesta, los cinco se acercaron y comenzaron a manosearla delicadamente. Las manos de los tipos, la llevaron prácticamente a un orgasmo de sensaciones placenteras, y su concha comenzaba a mojarse. El novio, estando Kari de pie sobre la mesita, le hizo abrir las piernas, al tiempo que la cabeza del homenajeado se metía debajo de las intimidades de la preñada, aspirando a través de la tanguita blanca de encaje, los aromas que salian de su concha bien jugosa. Una de las manos del novio hizo a un lado su tanga y su lengua se metió dentro de sus acuosos labios interiores. Un gemido de placer salió de la garganta de tu esposa, disfrutando de este momento de terrible calentura.
El resto de los hombres se dedicaron al resto de su preñada humanidad: uno en cada uno de sus senos, otro lamiendo su inflado vientre, y el pajero acariciaba su culo sin dejar de menearse la pija, ya a punto de acabar. Tanto placer táctil fue demasiado para Karina y un orgasmo la estremecio, al tiempo que jugos espesos y lechosos de su vagina eran devorados por el novio, los otros saboreaban su calostro, mientras los otros dos la sostenía para que no cayera desmayada y agotada de tanto satisfacción sexual. Kari se autoconfirmaba en su interior que era una puta bien viciosa, no imaginando nunca el placer que estaba alcanzando. Kari accedía a una orgía con los cinco al mismo tiempo, o sea de a uno por vez. pedia mas pija y mas orgasmos, estaba sacada como una reventada como una loca viciosa y solo queria seguir gozando de lo que sentia al sentirse como la puta preñada degenerada que se estaba siendo.
La llevaron a un dormitorio contiguo, donde una cama de dos plazas, bien tendida los aguardaba a los seis participantes. Imaginate la escena, una embarazada con cinco tipos, en una orgía descomunal. Le quitaron su tanguita blanca, y la dejaron desnuda, exhibiendo su panza de embarazada, masajeándose las tetas, sacando pequeñas gotas de leche espesa . Sin dudas el primero en estrenar tan tremenda puta, era el novio, por lo que se acercó a tu esposa, la acomodó boca arriba al borde de la cama, dejando que los pies de ella apoyaran en el suelo, abriendo sus piernas, mostrando sus rosados labios vaginales, cubiertos por una suave mata de pelos. El hombre ya desnudo totalmente, en realidad todos ya estabamos desvestidos, se colocó entre las piernas de tu mujer embarazada, arrimando a su concha una pija respetable en su tamaño, y comenzó a jugar con el glande, rozando por los labios y el clítoris de la preñada, sin llegar a penetrarla esperando que la puta implorara ser atravesada por el macho. ¡Métemela de una vez! – gritó Karina en una éxtasis de deseo sexual.
El novio sonrió y su verga se ensartó en su concha caliente, llena de jugos, y el bombeo vino en forma natural. Sentía su pija abrazada a tremenda concha, mientras sus bolas golpeaban los cachetes del culo, y sus negros pendejos se mezclaban con los de tu embarazada esposa. ¿Qué están esperando muchachos? – preguntó el novio, ¡todos a gozar! – ordenó al instante. Los otros no esperaron dos veces la orden, y dos buenas trancas, las del padrino y el pajero se metieron en la caliente boca de Karina que chupaba goloza esas pijas que la estaban llenando. Era increíble como la puta embarazada se metía dos vergas en la boca al mismo tiempo, chupándolas como una endemoniada. Los otros dos esperaban, pero pajeándose suavemente. El pajero no aguantó mucho, y al cabo de unos segundos, su esperma salia de su pija y se depositaban sobre la boca y el rostro de Karina. ¡La puta que te parió! – gritó el padrino, ¡me ensuciaste todo! – agregó molesto. ¡No importa papito!- dijo tu mujer en un gemido, ¡dame esa verga y venga otra que mamá quiere pija! –gritó ya desacomodada de tanto goce sexual. Uno de los que esperaban tomó el lugar del pajero, entonces ya Karina era atendida por tres pijas a la vez.
Dos en su boca y la del novio en su jugosa concha. Pero el novio no iba a resistir mucho más, y arqueando su espalda, clavó su verga en los profundo de la concha de tu esposa casi llegando a su ocupado útero, derramando torrentes de semen caliente. ¡Ahhhhhh! – gritó el novio, ¡toma mi leche putita! – volvió a gritar en un orgasmo infernal. Se salió de ahí, y la concha de tu mujer se veía llena de leche de hombre, derramando gotas sobre el suelo. El pajero, que era bien asqueroso, se metió entre las piernas de tu mujer y se puso a lamer los restos de la corrida de Karina y del novio. Luego con su cara toda mojada, lamió la gorda panza de tu mujer, al tiempo que se acomodaba para darle placer con su falo bien erecto. La pija del pajero era respetable en tamaño, y de un solo envión se la clavó hasta las bolas. Parecía un conejo, y como en la chupada, se acabó en cuatro bombazos. Sacó su pija, y resfregandola sobre los labios, el clítoris y los pendejos de tu esosa , los llenó de esperma espeso. ¡Ahh, esto si es coger! – dijo lascivamente el pajero. Kari seguía turnándose con las vergas que tenía en su boca, una chupadita a una, un lengüetazo a la otra. En eso, el pajero se salió de entre las piernas de la preñada, y tomo el lugar el quinto hombre.
Este era un hombre, buen mozo, alto, y de color ¡negro! Y ya se sabe cuál es el mayor atributo de los negros, y no precisamente la bondad o la inteligencia, porque al instante Kari sintió que la partían al medio. Esa sensación bien dolorosa, era el pijudo del moreno, clavando su verga en lo mas profundo del ser de tu esposa ¡El hijo de puta se la estaba metiendo en el culo de la pobre puta encinta! Primero, la lubrico con los restos de las corridas que tenía en la concha, jugos vaginales y semen de sus anteriores copuladores: el novio y el pajero. La futura mamá, sin poder ver el rostro de quién era el responsable de tan tamaño dolor y placer, supo al instante de que se trataba: ¡ayyyyy, uhhhhh, ayyyyyy, qué dolor, qué placer me estás dando negro hijo de puta – gritó al instante de ser clavada . ¡Sácame la mierda negro hijo de puta! – volvió a gritar Kari fuera de sí. Los cinco hombres no daban crédito a tamaña perversión, la puta de tu mujer estaba como loca . El negro comenzó con el vaivén dentro de su apretadito culito, gozando como un burro en celo. ¡Qué culito mamita, qué calentito y apretadito lo tenés! – decía el negro lascivamente. La pija del negro parecía un pistón de camión, lubricadito por los jugos propios y de lKari. ¡Muchachos, deberían probar este culito! – gritó el negro, ¡no es para nada seco, al contrario está bien jugoso! – agregó el negro . Los otros dos sentían un placer increíble en sus trancas mientras la puta se las chupaba, el pajero y el novio yacían en el suelo, destrozados de tamaña sesión de sexo.
La puta gozaba como una loca, y de repente grito algo que los dejó helados a todos: ¡doble penetración por favor!, ¡quiero dos vergas adentro mío! – grito descontroladamente. ¡Es un antojo sin dudas! – gritó el padrino. ¡Entonces hay que cumplírselo! – agrego el novio. Los que tenían las vergas ocupadas en la boca de Kari se hicieron a un lado, ya que el negro, que parecía un contorsionista, y sin sacar su verga del culo de tu esposa , se giro, poniéndose de espalda sobre la cama, dejando la puta encima suyo, de espalda, penetrada firmemente por el culo, el cuál parecía que iba a reventarse. En esta posición, quedó la concha expuesta al máximo, deseosa de ser ensartada. Era el turno del padrino, quién sin tener la polla del negro, era de un tamaño respetable. ¡Ayyy, que puta que soy! – gritó Karina . El padrino se la venía metiendo poco a poco, pero la puta ya gritaba de gozo. ¡Querías pija mamita! – gritó el padrino, ¡toma entonces! – agregó, al tiempo que se la insertaba hasta los huevos. Era el caos total del placer, una embarazada penetrada doblemente: por la concha y por el culo.
En un movimiento acompasado, los hombres penetraban sincronizadamente en el culo y la concha de Kari, y cuando se perdía por un instante la coordinación, las dos vergas entraban en el interior al mismo tiempo, Kari sentía que iba a reventar, y la harían parir por la boca en cualquier momento. Pero no pudo gritar, porque el otro invitado, al que anteriormente le estaba chupando la pija, volvió a ocupar el lugar, y clavó su verga en la boquita sensual de tu esposa embarazada . Ahora era triple la cosa, y sin tiempo fue cuádruple, ya que el pajero, recuperó fuerzas y se unió a la fiesta y una nueva pija se agregó a la boca de Kari .
El padrino estaba dale que te dale en la concha de tu mujer mientras el negro le taladraba el culo. Entonces se dio una escena de circo, ya que el negro se ubicó de manera, que sin dejar abandonado el culo calentito que tenía ensartado, permitió que el padrino sin sacar tampoco su respetable pija de la concha de tu mujer embarazada, se hiciera a un lado como invitando al novio para que penetrara a la puta. ¡Veni que hay lugar para vos tambien ! – dijo el padrino. Entonces en forma increíble, el novio se ubicó entre las piernas abiertas como un compás de la embarazada, y compartiendo lugar, penetró vaginalmente a Kari , de forma que dos pijas, las del novio y el padrino de bodas estaban ensartadas en su concha . Era una bruta triple penetración, además de las dos vergas que chupaba al mismo tiempo. Todos gritaban y gemían de placer, y estuvieron varios minutos así, cogiéndose los cinco a la embarazada. Pero llegó el momento de las acabadas, y casi al mismo tiempo acabaron en la boca las dos pijas que chupaba Kari, Tenía la cara y los labios llenos de leche espesa, le caía por el menton y goteaba sobre sus gordas tetas de las cuales tambien asomaban gotas de su propia leche que todos chupaban ordenandola mientras arrancaban gemidos de palcer en sus orgasmos que se sacudian incansablemente.
En eso le llegó el turno de acabar al padrino, quién sacándola de la concha compartida con su "ahijado", se puso de pie sobre la cama, acabando gruesos chorros de esperma sobre la gorda panza de tu embarazada esposa . ¡Ahhh, esto es un sueño! – gritó en un orgasmo el padrino. ¡Qué embarazada bien puta conseguimos! – agregó, mientras se resfregaba las últimas gotas de leche sobre la panza de Karina . Ya solo quedaban el novio y el negro, penetrando doblemente a la pua embarazada. Pero le llegaron las convulsiones orgásmicas al novio, entonces empujó al fondo de la concha, depositando gruesos chorros de leche caliente en el ya fertilizado útero de Kari. ¡Ahhhh, qué leche caliente siento en mi concha – gritó Karina mientras ella también se acababa.
A todo esto solo el negro faltaba acabar, y no duraría mucho. Por lo que pidió a la pobre embarazada, que se pusiera en cuatro patas, ya que no había gozado al máximo debido a lo compartido que había estado la cosa. ella obedeció y en cuatro patas como una perrita, elevó su culito para que veinticinco centímetros de una gruesa y negra pija, desgarrara su ya dilatado esfínter. El negro escupió su pija y con solo eso se la mandó a guardar hasta las pelotas. Estas últimas bailaban como colgajos, golpeando los labios vaginales de la embarazada. Era sin dudas la pija más gorda y larga que Karina recibio en su vida. El negro embestía con fuerzas, mientras el resto de los hombres, tirados y agotados, disfrutaban de tamaña escena. ¡Esto si es una despedida de soltero! – gritó el pajero, al tiempo que el resto festejaba y aplaudía. Karina sentía como su culo estaba al máximo de dilatación, y su dolor no existía ya: era solo placer sexual descomunal.
De repente el negro sintió que le llegó el turno, y aumentando la profundidad de sus penetraciones, embistió finalmente contra el recto de tu esposa , descargando en sus intestinos litros de semen caliente y espeso como una crema. ¡Ahhhh, uffff, me acabo! – gritó al negro mientras una corriente eléctrica atravesaba su columna y descargaba a tierra en la punta de su pija, en el interior de la puta. Kari también sintió esa energía y casi sin quererlo, acarició su clítoris, acabando al mismo tiempo que el negro . Era el orgasmo más fuerte que hubiera sentido, superando al que muchos hubiera sentido antes. El negro retiró su pija negra del culo de la futura mamá, chorreando semen, jugos varios que salian del ojete de kary¡¡
El culo de Kari parecía un hoyo de golf, y la concha estaba irritadísima de tanto coger, además nunca se imaginó sentir dos vergas en su concha al mismo tiempo. Kari estaba destrozada de tanto sexo y placer, y tirada sobre la cama, acariciando su abultado vientre, se sonreía de agradecida de tan tamaña sesión de sexo salvaje. Se levantó, entre todos la ayudaron a bañarse y vestirse, para mandarla de nuevo a tu casa.
Kari esta ya con 5 meses de embarazo, y como estaba cada vez mas perra putona, le comente que un amigo mio se casaba y le hariamos la despedida de soltero si queria engancharse. Obvimanete su respuesta fue que si.
llegamos al departamento del novio donde la esperaban ahí cinco tipos, incluido el homenajeado. Tu mujer se presentó con un hermoso vestido muy sexy 'jumper" de embarazada.
Ya tenía su buena panza, bien redondita, y sus tetas bien gordas de pezones café, de donde salian las primeras gotas de calostro. Tenían la sala preparada, y le solicitaron un "streaptease" encima de una pequeña mesa de living. Se quitó eróticamente su vestido de futura mamá bien despacito, ambientado con un fondo musical acorde a la situación. Terminado de quitarse el mismo, quedó expuesta con un diminuto juego de lencería de encaje blanco que permitía la transparencia de sus pezones y de los pendejos rubios de su concha. Uno de los participantes, desplegó su verga y comenzó a pajearse delante de todos. Una risa generalizada se desató en la sala, y las bromas de los compañeros no se hicieron esperar.
Tu esposa mientras tanto, se quitó su corpiño, dejando al aire sus gordos senos, llenos de leche, con sus pezones bien oscuros y gruesos como un dedo. Uno de los participantes, padrino de la boda , acercó su boca a una de las tetas y extendiendo su lengua saboreó uno de los pezones, en forma suave y delicada. Un estremecimiento de gozo hizo estremecer a tu puta embarazada y sus manos delicadas acariciaban su enorme vientre, disfrutando de ese beso sensual en su seno. Con sus tetas al aire y su bombacha puesta, los cinco se acercaron y comenzaron a manosearla delicadamente. Las manos de los tipos, la llevaron prácticamente a un orgasmo de sensaciones placenteras, y su concha comenzaba a mojarse. El novio, estando Kari de pie sobre la mesita, le hizo abrir las piernas, al tiempo que la cabeza del homenajeado se metía debajo de las intimidades de la preñada, aspirando a través de la tanguita blanca de encaje, los aromas que salian de su concha bien jugosa. Una de las manos del novio hizo a un lado su tanga y su lengua se metió dentro de sus acuosos labios interiores. Un gemido de placer salió de la garganta de tu esposa, disfrutando de este momento de terrible calentura.
El resto de los hombres se dedicaron al resto de su preñada humanidad: uno en cada uno de sus senos, otro lamiendo su inflado vientre, y el pajero acariciaba su culo sin dejar de menearse la pija, ya a punto de acabar. Tanto placer táctil fue demasiado para Karina y un orgasmo la estremecio, al tiempo que jugos espesos y lechosos de su vagina eran devorados por el novio, los otros saboreaban su calostro, mientras los otros dos la sostenía para que no cayera desmayada y agotada de tanto satisfacción sexual. Kari se autoconfirmaba en su interior que era una puta bien viciosa, no imaginando nunca el placer que estaba alcanzando. Kari accedía a una orgía con los cinco al mismo tiempo, o sea de a uno por vez. pedia mas pija y mas orgasmos, estaba sacada como una reventada como una loca viciosa y solo queria seguir gozando de lo que sentia al sentirse como la puta preñada degenerada que se estaba siendo.
La llevaron a un dormitorio contiguo, donde una cama de dos plazas, bien tendida los aguardaba a los seis participantes. Imaginate la escena, una embarazada con cinco tipos, en una orgía descomunal. Le quitaron su tanguita blanca, y la dejaron desnuda, exhibiendo su panza de embarazada, masajeándose las tetas, sacando pequeñas gotas de leche espesa . Sin dudas el primero en estrenar tan tremenda puta, era el novio, por lo que se acercó a tu esposa, la acomodó boca arriba al borde de la cama, dejando que los pies de ella apoyaran en el suelo, abriendo sus piernas, mostrando sus rosados labios vaginales, cubiertos por una suave mata de pelos. El hombre ya desnudo totalmente, en realidad todos ya estabamos desvestidos, se colocó entre las piernas de tu mujer embarazada, arrimando a su concha una pija respetable en su tamaño, y comenzó a jugar con el glande, rozando por los labios y el clítoris de la preñada, sin llegar a penetrarla esperando que la puta implorara ser atravesada por el macho. ¡Métemela de una vez! – gritó Karina en una éxtasis de deseo sexual.
El novio sonrió y su verga se ensartó en su concha caliente, llena de jugos, y el bombeo vino en forma natural. Sentía su pija abrazada a tremenda concha, mientras sus bolas golpeaban los cachetes del culo, y sus negros pendejos se mezclaban con los de tu embarazada esposa. ¿Qué están esperando muchachos? – preguntó el novio, ¡todos a gozar! – ordenó al instante. Los otros no esperaron dos veces la orden, y dos buenas trancas, las del padrino y el pajero se metieron en la caliente boca de Karina que chupaba goloza esas pijas que la estaban llenando. Era increíble como la puta embarazada se metía dos vergas en la boca al mismo tiempo, chupándolas como una endemoniada. Los otros dos esperaban, pero pajeándose suavemente. El pajero no aguantó mucho, y al cabo de unos segundos, su esperma salia de su pija y se depositaban sobre la boca y el rostro de Karina. ¡La puta que te parió! – gritó el padrino, ¡me ensuciaste todo! – agregó molesto. ¡No importa papito!- dijo tu mujer en un gemido, ¡dame esa verga y venga otra que mamá quiere pija! –gritó ya desacomodada de tanto goce sexual. Uno de los que esperaban tomó el lugar del pajero, entonces ya Karina era atendida por tres pijas a la vez.
Dos en su boca y la del novio en su jugosa concha. Pero el novio no iba a resistir mucho más, y arqueando su espalda, clavó su verga en los profundo de la concha de tu esposa casi llegando a su ocupado útero, derramando torrentes de semen caliente. ¡Ahhhhhh! – gritó el novio, ¡toma mi leche putita! – volvió a gritar en un orgasmo infernal. Se salió de ahí, y la concha de tu mujer se veía llena de leche de hombre, derramando gotas sobre el suelo. El pajero, que era bien asqueroso, se metió entre las piernas de tu mujer y se puso a lamer los restos de la corrida de Karina y del novio. Luego con su cara toda mojada, lamió la gorda panza de tu mujer, al tiempo que se acomodaba para darle placer con su falo bien erecto. La pija del pajero era respetable en tamaño, y de un solo envión se la clavó hasta las bolas. Parecía un conejo, y como en la chupada, se acabó en cuatro bombazos. Sacó su pija, y resfregandola sobre los labios, el clítoris y los pendejos de tu esosa , los llenó de esperma espeso. ¡Ahh, esto si es coger! – dijo lascivamente el pajero. Kari seguía turnándose con las vergas que tenía en su boca, una chupadita a una, un lengüetazo a la otra. En eso, el pajero se salió de entre las piernas de la preñada, y tomo el lugar el quinto hombre.
Este era un hombre, buen mozo, alto, y de color ¡negro! Y ya se sabe cuál es el mayor atributo de los negros, y no precisamente la bondad o la inteligencia, porque al instante Kari sintió que la partían al medio. Esa sensación bien dolorosa, era el pijudo del moreno, clavando su verga en lo mas profundo del ser de tu esposa ¡El hijo de puta se la estaba metiendo en el culo de la pobre puta encinta! Primero, la lubrico con los restos de las corridas que tenía en la concha, jugos vaginales y semen de sus anteriores copuladores: el novio y el pajero. La futura mamá, sin poder ver el rostro de quién era el responsable de tan tamaño dolor y placer, supo al instante de que se trataba: ¡ayyyyy, uhhhhh, ayyyyyy, qué dolor, qué placer me estás dando negro hijo de puta – gritó al instante de ser clavada . ¡Sácame la mierda negro hijo de puta! – volvió a gritar Kari fuera de sí. Los cinco hombres no daban crédito a tamaña perversión, la puta de tu mujer estaba como loca . El negro comenzó con el vaivén dentro de su apretadito culito, gozando como un burro en celo. ¡Qué culito mamita, qué calentito y apretadito lo tenés! – decía el negro lascivamente. La pija del negro parecía un pistón de camión, lubricadito por los jugos propios y de lKari. ¡Muchachos, deberían probar este culito! – gritó el negro, ¡no es para nada seco, al contrario está bien jugoso! – agregó el negro . Los otros dos sentían un placer increíble en sus trancas mientras la puta se las chupaba, el pajero y el novio yacían en el suelo, destrozados de tamaña sesión de sexo.
La puta gozaba como una loca, y de repente grito algo que los dejó helados a todos: ¡doble penetración por favor!, ¡quiero dos vergas adentro mío! – grito descontroladamente. ¡Es un antojo sin dudas! – gritó el padrino. ¡Entonces hay que cumplírselo! – agrego el novio. Los que tenían las vergas ocupadas en la boca de Kari se hicieron a un lado, ya que el negro, que parecía un contorsionista, y sin sacar su verga del culo de tu esposa , se giro, poniéndose de espalda sobre la cama, dejando la puta encima suyo, de espalda, penetrada firmemente por el culo, el cuál parecía que iba a reventarse. En esta posición, quedó la concha expuesta al máximo, deseosa de ser ensartada. Era el turno del padrino, quién sin tener la polla del negro, era de un tamaño respetable. ¡Ayyy, que puta que soy! – gritó Karina . El padrino se la venía metiendo poco a poco, pero la puta ya gritaba de gozo. ¡Querías pija mamita! – gritó el padrino, ¡toma entonces! – agregó, al tiempo que se la insertaba hasta los huevos. Era el caos total del placer, una embarazada penetrada doblemente: por la concha y por el culo.
En un movimiento acompasado, los hombres penetraban sincronizadamente en el culo y la concha de Kari, y cuando se perdía por un instante la coordinación, las dos vergas entraban en el interior al mismo tiempo, Kari sentía que iba a reventar, y la harían parir por la boca en cualquier momento. Pero no pudo gritar, porque el otro invitado, al que anteriormente le estaba chupando la pija, volvió a ocupar el lugar, y clavó su verga en la boquita sensual de tu esposa embarazada . Ahora era triple la cosa, y sin tiempo fue cuádruple, ya que el pajero, recuperó fuerzas y se unió a la fiesta y una nueva pija se agregó a la boca de Kari .
El padrino estaba dale que te dale en la concha de tu mujer mientras el negro le taladraba el culo. Entonces se dio una escena de circo, ya que el negro se ubicó de manera, que sin dejar abandonado el culo calentito que tenía ensartado, permitió que el padrino sin sacar tampoco su respetable pija de la concha de tu mujer embarazada, se hiciera a un lado como invitando al novio para que penetrara a la puta. ¡Veni que hay lugar para vos tambien ! – dijo el padrino. Entonces en forma increíble, el novio se ubicó entre las piernas abiertas como un compás de la embarazada, y compartiendo lugar, penetró vaginalmente a Kari , de forma que dos pijas, las del novio y el padrino de bodas estaban ensartadas en su concha . Era una bruta triple penetración, además de las dos vergas que chupaba al mismo tiempo. Todos gritaban y gemían de placer, y estuvieron varios minutos así, cogiéndose los cinco a la embarazada. Pero llegó el momento de las acabadas, y casi al mismo tiempo acabaron en la boca las dos pijas que chupaba Kari, Tenía la cara y los labios llenos de leche espesa, le caía por el menton y goteaba sobre sus gordas tetas de las cuales tambien asomaban gotas de su propia leche que todos chupaban ordenandola mientras arrancaban gemidos de palcer en sus orgasmos que se sacudian incansablemente.
En eso le llegó el turno de acabar al padrino, quién sacándola de la concha compartida con su "ahijado", se puso de pie sobre la cama, acabando gruesos chorros de esperma sobre la gorda panza de tu embarazada esposa . ¡Ahhh, esto es un sueño! – gritó en un orgasmo el padrino. ¡Qué embarazada bien puta conseguimos! – agregó, mientras se resfregaba las últimas gotas de leche sobre la panza de Karina . Ya solo quedaban el novio y el negro, penetrando doblemente a la pua embarazada. Pero le llegaron las convulsiones orgásmicas al novio, entonces empujó al fondo de la concha, depositando gruesos chorros de leche caliente en el ya fertilizado útero de Kari. ¡Ahhhh, qué leche caliente siento en mi concha – gritó Karina mientras ella también se acababa.
A todo esto solo el negro faltaba acabar, y no duraría mucho. Por lo que pidió a la pobre embarazada, que se pusiera en cuatro patas, ya que no había gozado al máximo debido a lo compartido que había estado la cosa. ella obedeció y en cuatro patas como una perrita, elevó su culito para que veinticinco centímetros de una gruesa y negra pija, desgarrara su ya dilatado esfínter. El negro escupió su pija y con solo eso se la mandó a guardar hasta las pelotas. Estas últimas bailaban como colgajos, golpeando los labios vaginales de la embarazada. Era sin dudas la pija más gorda y larga que Karina recibio en su vida. El negro embestía con fuerzas, mientras el resto de los hombres, tirados y agotados, disfrutaban de tamaña escena. ¡Esto si es una despedida de soltero! – gritó el pajero, al tiempo que el resto festejaba y aplaudía. Karina sentía como su culo estaba al máximo de dilatación, y su dolor no existía ya: era solo placer sexual descomunal.
De repente el negro sintió que le llegó el turno, y aumentando la profundidad de sus penetraciones, embistió finalmente contra el recto de tu esposa , descargando en sus intestinos litros de semen caliente y espeso como una crema. ¡Ahhhh, uffff, me acabo! – gritó al negro mientras una corriente eléctrica atravesaba su columna y descargaba a tierra en la punta de su pija, en el interior de la puta. Kari también sintió esa energía y casi sin quererlo, acarició su clítoris, acabando al mismo tiempo que el negro . Era el orgasmo más fuerte que hubiera sentido, superando al que muchos hubiera sentido antes. El negro retiró su pija negra del culo de la futura mamá, chorreando semen, jugos varios que salian del ojete de kary¡¡
El culo de Kari parecía un hoyo de golf, y la concha estaba irritadísima de tanto coger, además nunca se imaginó sentir dos vergas en su concha al mismo tiempo. Kari estaba destrozada de tanto sexo y placer, y tirada sobre la cama, acariciando su abultado vientre, se sonreía de agradecida de tan tamaña sesión de sexo salvaje. Se levantó, entre todos la ayudaron a bañarse y vestirse, para mandarla de nuevo a tu casa.
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