Desde aquella primera vez con Tania, todas las cosas fueron diferentes con mi amiga Carla. Aunque mi compañera de universidad no sabía de mi relación con su hermana menor, yo buscaba un pretexto para ir a su casa y poder ver a mi amada. Fue así como continuó mi relación con Tania: Hablábamos por celular sin que su hermana se diera cuenta, tuvimos varias salidas a comer helado (ella tenía por pretexto ir donde sus amigas a hacer tareas); dos veces la acompañé a integraciones de su colegio en compañía de su hermana y aunque no podíamos hacer nada, había un placer entre las dos con solo vernos, acompañarnos, almorzar juntas. Era notorio para Carla que yo le caía bien a Tania, y evidentemente ella también me caía super bien.
DE NUEVO A SOLAS
Tania me había dicho que le avisara cuando volvía yo a quedar sola, era solo cuestión de tiempo que sucediera.
Ya había transcurrido un mes desde aquella primera vez en mi cuarto, ese viernes por la tarde iba a quedar sola, así que llamé a mi amada para avisarle sin que su hermana mayor (Mi amiga Carla) se diera cuenta. En mi casa solo iba a estar la chica de servicios generales (muchacha del servicio), me arreglé con mucho esmero, preparé mi cuarto, le puse un aire intenso… todo era espectacular, ese día Tania llegó súper linda, con un maquillaje precioso. Mi intención no es contar un acto lesbico en estas pocas letras, hasta donde les puedo decir en metáfora:
Probé una vez más sus delicados y virginales jugos, exploré sus pequeñas y delgadas selvas; toqué su tacto con mis dedos, como quien esculpe la mejor porcelana jamás hecha; Introduje mi lengua en su templo mágico, masajeé con mi lengua su pequeña protuberancia dura que tiene a su entrada; abrí sus columnas en mi cama, columnas de color canela claro, columnas como de piernas de reina… en la parte alta, en la unión de las columnas, me deleité como mujer en celo; Su pozo totalmente húmedo, fluía como líquido interminable desde su interior…
Luego….
Tania exploró con su lengua dentro de mí, lamiendo mis campos, bebiendo de mis jugos, embriagándose de placer con mis líquidos, como comiendome poco a poco, una caníbal de todo lo que de mi salía…
Cambiamos de poses muchas veces, ella sobre mi y luego yo sobre ella… desnudas, totalmente… habíamos perdido el control, solo deseábamos sentir placer, los gemidos, ya no nos importaba si afuera se escuchaba, no nos importaba quién éramos ni tampoco nos importaba la diferencia de edad, habíamos perdidos nuestros estribos por completo, como dos mujeres sin vergüenzas, como dos putas Q-liando, era totalmente vulgar lo que hacíamos, era claro que Tania era la hermana menor de una de mis mejores amigas de universidad y que mi amiga no se imaginaba lo que hacía su hermanita conmigo.
Esa tarde le enseñé a Tania placeres que ni ella se imaginaba, le hice conocer el multi-orgasmo: Dos veces con mi lengua. Al terminar le enseñé lo que es la tijera… Usamos la tijera varias veces, mi cama de dos cuerpos se nos hizo pequeña en esa posición, su cara de inexperta me conmovía pero también me excitaba más, de esta forma le ayudé a Tania a alcanzar su tercer orgasmo: Para Tania esta experiencia fué única ya que a su edad las mujeres por lo general no experimentan el multi-orgamos sino cuando son mas maduras. Yo, en lo particular, conocí el multi-orgamos a los 19 años pero Tania lo conoció a sus dieciocho con guiño.
INICIA LA RELACIÓN DE NOVIAZGO LÉSBICO: TANIA Y GINA
Al terminar, nos quedamos tendidas en la cama, desnudas, mirando el techo y riéndonos de lo que había pasado. Al bajar del segundo piso a la sala, nos sentamos en el sofá. Le pedí a Ashley (la chica de servicios generales de mi casa, su nombre se pronuncia: Ashli) que nos prepara vino para una ocasión especial, uno que me envió mi maestra de matemáticas desde Francia (desde la pequeña población de Ambonnay): La champagne Krug clos d’Ambonnay. Un vino enviado por mi maestra que es lesbiana para dos chicas iniciantes en el lesbianismo, eso me pareció una mezcla perversa pero placentera. Solo tomamos dos copas, ya que no deseaba que Carla se enterara de que su hermanita ha tomado vino en mi casa.
Cuando se fué Tania, le dije a Ashley que guardara el secreto de lo que había pasado.
A la semana siguiente, recogí a Tania a la salida de su colegio en mi auto y antes de llevarla a su casa la llevé a la playa (sin bajarnos del auto), una playa solitaria de mi ciudad (pero segura) y allí estuvimos hablando un rato, le pedí que fuéramos novias a lo cual ella aceptó. Ese día nos besamos súper apasionadamente. Como pudimos, tuvimos (en el auto) un oral ya que hacer tijeras en el carro es muy complicado.
Los días siguientes empezamos a buscar un pretexto para estar a solas: muchas veces nos escapamos, yo de la universidad y ella de su colegio. Para encontrarnos y entrar a moteles (en carro es muy sencillo ocultarla, ya que no hay muchos controles en la entrada a esos lugares).
Poco a poco Tania me exigía más tiempo para estar con ella, nuestros encuentros cada vez se fueron volviendo más frecuentes. Nuestra relación se fue convirtiendo en solo sexo y nada más que eso.
Un día le propuse hacer un trío de solo mujeres, para cambiar un poco la rutina, le propuse que le dijera a una de sus mejores amigas, a una que sea capaz de guardarle el secreto. Y bien, pero me trajo a una compañera de estudio, de su mismo salón de clases: una chica de dieciocho pero con doble guiño.
DE NUEVO A SOLAS
Tania me había dicho que le avisara cuando volvía yo a quedar sola, era solo cuestión de tiempo que sucediera.
Ya había transcurrido un mes desde aquella primera vez en mi cuarto, ese viernes por la tarde iba a quedar sola, así que llamé a mi amada para avisarle sin que su hermana mayor (Mi amiga Carla) se diera cuenta. En mi casa solo iba a estar la chica de servicios generales (muchacha del servicio), me arreglé con mucho esmero, preparé mi cuarto, le puse un aire intenso… todo era espectacular, ese día Tania llegó súper linda, con un maquillaje precioso. Mi intención no es contar un acto lesbico en estas pocas letras, hasta donde les puedo decir en metáfora:
Probé una vez más sus delicados y virginales jugos, exploré sus pequeñas y delgadas selvas; toqué su tacto con mis dedos, como quien esculpe la mejor porcelana jamás hecha; Introduje mi lengua en su templo mágico, masajeé con mi lengua su pequeña protuberancia dura que tiene a su entrada; abrí sus columnas en mi cama, columnas de color canela claro, columnas como de piernas de reina… en la parte alta, en la unión de las columnas, me deleité como mujer en celo; Su pozo totalmente húmedo, fluía como líquido interminable desde su interior…
Luego….
Tania exploró con su lengua dentro de mí, lamiendo mis campos, bebiendo de mis jugos, embriagándose de placer con mis líquidos, como comiendome poco a poco, una caníbal de todo lo que de mi salía…
Cambiamos de poses muchas veces, ella sobre mi y luego yo sobre ella… desnudas, totalmente… habíamos perdido el control, solo deseábamos sentir placer, los gemidos, ya no nos importaba si afuera se escuchaba, no nos importaba quién éramos ni tampoco nos importaba la diferencia de edad, habíamos perdidos nuestros estribos por completo, como dos mujeres sin vergüenzas, como dos putas Q-liando, era totalmente vulgar lo que hacíamos, era claro que Tania era la hermana menor de una de mis mejores amigas de universidad y que mi amiga no se imaginaba lo que hacía su hermanita conmigo.
Esa tarde le enseñé a Tania placeres que ni ella se imaginaba, le hice conocer el multi-orgasmo: Dos veces con mi lengua. Al terminar le enseñé lo que es la tijera… Usamos la tijera varias veces, mi cama de dos cuerpos se nos hizo pequeña en esa posición, su cara de inexperta me conmovía pero también me excitaba más, de esta forma le ayudé a Tania a alcanzar su tercer orgasmo: Para Tania esta experiencia fué única ya que a su edad las mujeres por lo general no experimentan el multi-orgamos sino cuando son mas maduras. Yo, en lo particular, conocí el multi-orgamos a los 19 años pero Tania lo conoció a sus dieciocho con guiño.
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Al terminar, nos quedamos tendidas en la cama, desnudas, mirando el techo y riéndonos de lo que había pasado. Al bajar del segundo piso a la sala, nos sentamos en el sofá. Le pedí a Ashley (la chica de servicios generales de mi casa, su nombre se pronuncia: Ashli) que nos prepara vino para una ocasión especial, uno que me envió mi maestra de matemáticas desde Francia (desde la pequeña población de Ambonnay): La champagne Krug clos d’Ambonnay. Un vino enviado por mi maestra que es lesbiana para dos chicas iniciantes en el lesbianismo, eso me pareció una mezcla perversa pero placentera. Solo tomamos dos copas, ya que no deseaba que Carla se enterara de que su hermanita ha tomado vino en mi casa.
Cuando se fué Tania, le dije a Ashley que guardara el secreto de lo que había pasado.
A la semana siguiente, recogí a Tania a la salida de su colegio en mi auto y antes de llevarla a su casa la llevé a la playa (sin bajarnos del auto), una playa solitaria de mi ciudad (pero segura) y allí estuvimos hablando un rato, le pedí que fuéramos novias a lo cual ella aceptó. Ese día nos besamos súper apasionadamente. Como pudimos, tuvimos (en el auto) un oral ya que hacer tijeras en el carro es muy complicado.
Los días siguientes empezamos a buscar un pretexto para estar a solas: muchas veces nos escapamos, yo de la universidad y ella de su colegio. Para encontrarnos y entrar a moteles (en carro es muy sencillo ocultarla, ya que no hay muchos controles en la entrada a esos lugares).
Poco a poco Tania me exigía más tiempo para estar con ella, nuestros encuentros cada vez se fueron volviendo más frecuentes. Nuestra relación se fue convirtiendo en solo sexo y nada más que eso.
Un día le propuse hacer un trío de solo mujeres, para cambiar un poco la rutina, le propuse que le dijera a una de sus mejores amigas, a una que sea capaz de guardarle el secreto. Y bien, pero me trajo a una compañera de estudio, de su mismo salón de clases: una chica de dieciocho pero con doble guiño.
3 comentarios - Tania 2: La hermanita de mi mejor amiga