Tan pronto como llegamos al hotel, me dirigí a mi primera reunión. marce pasó el día en el hotel y conociendo las instalaciones del resort. La primera noche era la cena de bienvenida, a la que todos tenían que asistir. Regresé a mi habitación con 20 minutos para alistarme. Mi esposa ya estaba lista para irnos. Estaba decidida a causar una gran primera impresión, así que se había laceado el cabello, su maquillaje estaba perfecto y sus uñas con manicura. Estaba usando un seductor vestido negro con un escote pronunciado. marce tiene unas tetas magníficas y disfruta usar ropa que las resalte. Sus pechos lucían aún más grandes con la ayuda de un sujetador “push-up”.
Caminando mano en mano con ella me sentí muy orgulloso. Mis compañeros de trabajo ni siquiera se fijaron en mí, simplemente se quedaron mirando a mi esposa. Más tarde, muchos de ellos me comentaron la suerte que tenía; con lo que no puedo estar más de acuerdo.
marce me preguntó quién era mi jefe. Lo señalé, y ella comentó que era bastante más atractivo de lo que esperaba. Nos dirigimos hacia él y los presenté. Ciertamente él quedó impresionado por ella y no podía apartar la mirada de ella o de su generoso escote. Él le pidió que lo acompañara al bar, y se quedaron allí hablando y flirteando. No me importó ya que sabía que marce sólo estaba haciendo lo necesario. Simplemente haría que él se sintiera tan atraído por ella, que se sintiera obligado a darme el ascenso.
Mi jefe pagó las bebidas, y mi esposa regresó a nuestra mesa. Me dijo que todo había salido bien y que mi jefe la había invitado a almorzar al día siguiente, ya que estaba entusiasmado con saber más acerca de su trabajo ya que marce es medica y le intereso . Ella estaría en la piscina, así que se encontrarían allí. Pensé que aquello era una buena señal.
A la mañana siguiente, al estar yendo hacia la puerta, mi esposa estaba marchándose a la piscina. marce tiene un cuerpo hermoso y voluptuoso. En su minúsculo bikini se veía increíble. El aire acondicionado de la habitación hacía que sus pezones se endurecieran y amenazaran con atravesar el top del bikini. Este era muy pequeño, así que dejaba ver gran parte de sus pechos. Pero no había tiempo para quedarme a verla ya que tenía que marcharme a mi reunión. Le dije que disfrutara su día y el almuerzo. Ella respondió que hablaría con mi jefe para ver que podía hacer acerca de mi ascenso.
A la hora del almuerzo, mi jefe dejó apresuradamente el seminario y se dirigió a la piscina. Decidí permanecer alejado, de esa no interrumpiría la importante conversación. Él buscó alrededor y encontró a mi esposa tomando el sol cerca de la piscina.
Al momento de saludarla, mi jefe no pudo evitar mirarla de pies a cabeza. No le importó que estaba siendo demasiado obvio al respecto, lo que marce pensó que era una buena señal. Ella sabía que la mayoría de hombres hacen lo que sea por una mujer atractiva.
Se sentaron en el bar de la piscina y conversaron. Mi esposa hizo lo suyo, coqueteando y siendo ella misma. Yo aparecí en la conversación, y mi esposa mencionó el ascenso que estaba esperando. Mi jefe le dijo que no podía discutirlo ya que era algo confidencial. Así que ella se levantó, le agradeció por el almuerzo y caminó de regreso a la reposera
Como quien no hace nada extraordinario, mientras se alejaba, mi esposa alcanzó con sus manos el nudo del top del bikini y lo desató. Caminó el resto del camino en topless, con mi jefe viéndola desde atrás. Tal y como ella lo esperaba, rápidamente él la siguió y la llamó por su nombre. Ella lo ignoró y se acostó boca abajo , asegurándose que él no pudiera ver sus firmes pechos.
Él se sentó junto a ella, y dijo que le gustaría discutir mi oportunidad de ascender. “Pensé que no podías” le respondió pero en ese momento mi jefe estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de pasar más tiempo con ella. Le dijo a mi esposa, sin embargo, que quería hablarlo cara a cara y no con su espalda, así que le pidió que se volteara. “Pero estoy en topless, y no quiero que te sientas incómodo” dijo ella. “No te preocupes, no me sentiré incómodo”, respondió él y añadió “Sólo tengo 10 minutos antes de regresar a la siguiente reunión así que tenemos que ser rápidos.”
Dicho esto, mi esposa se dio vuelta, mostrándole sus pechos grandes y firmes. Él sólo se quedó mirándolos, y no dijo nada por bastante rato. Rompiendo el silencio, marce le dijo “¿Qué era lo que querías decirme?” Los siguientes 10 minutos él se quedó mirándole las tetas a mi esposa, mientras intentaba concentrarse y hablar acerca de cómo podía ayudarme con el ascenso. Le dijo a Liliana que lo haría más tarde esa noche. Ella dijo que estaría muy agradecida si lo hacía.
Me dirigí a la piscina para tomar un trago antes que la hora de almuerzo finalizara, y llegué al final de su “reunión de almuerzo.” No podía creer lo que estaba viendo, mi esposa en topless y mi jefe mirándola con descaro. Quería correr y cubrirla, pero no había forma de que pudiera hacer eso ahora. Ella nunca antes había estado en topless (que yo supiera), pero en ese momento parecía sentirse muy cómoda.
Más tarde en nuestra habitación, la confronté y le pregunté qué era lo que estaba haciendo. Ella respondió “Lo que tengo que hacer, conseguirte ese ascenso. Tú pediste mi ayuda y está funcionando. Si no me quitaba el top del bikini y dejaba mis pechos libres, tal vez tu jefe se habría marchado.”
marce bromeó acerca de que pensaba que mi jefe estaba buenísimo, y que de hecho estaba disfrutando flirteando con él y provocándolo. De toda la gente, había tenido que ser mi jefe quien viera los pechos increíbles de mi esposa y eso no me gustaba. Ahora él tendría esa imagen en su cabeza y podría usarla cuando le viniera en gana.
Mi esposa se alistó para esa noche, y lucía aún mejor que en la cena. El escote de su vestido era todavía más revelador y sus zapatos de tacón más altos. Me dijo que esa noche era la noche en que iba a ganar o a perder mi ascenso. Me preguntó si habían restricciones en lo podía hacer, ya que me había molestado por lo que pasó en la reunión que tuvieron en el almuerzo.
Sólo le dije que tuviera cuidado, y que mi jefe podía comportarse como un idiota algunas veces. Y que no tenía que hacer nada; pero ella sonrió y me dijo que quería conseguir ese ascenso para mí.
Al llegar al comedo rmarce recibió las miradas usuales mientras caminábamos. Sus pechos, ahora bronceados, botaban lentamente mientras ella movía. Mi jefe se nos acercó apenas la vio. Nos dijo que mi ascenso se iba a decidir más tarde esa misma noche. Ofreció comprarnos un trago y mi esposa se fue con él al bar. Después del coqueteo habitual, ella regresó y me dijo “tu jefe me dijo que quiere que me vaya con él a su habitación para discutir lo de tu ascenso en privado, ya que como se trata de algo confidencial nadie puede escucharnos.
Vi cómo se marchaban a la habitación . Los seguí por detrás, sin que me vieran. Pero me quedé en shock cuando de repente ella se detuvo, lo jaló a una esquina y empezó a introducir su lengua en la boca de él. Por 5 minutos vi cómo disfrutaban el uno del otro. Él tenía sus manos tocando firmemente el trasero de marce y lo apretaba y acariciaba. Ella estaba disfrutando cada segundo de aquello. ¿Qué sería lo siguiente?
Luego siguieron caminando y entraron en la habitación de mi jefe. La luz se encendió y para mi suerte había una leve abertura en la cortina, así que podía ver el interior de la habitación. No quería ver, pero necesitaba saber qué estaba pasando. Además no quería poner en riesgo las cosas, y perder mi trabajo del todo.
Mi esposa se sentó en el borde de la cama. Lucía increíblemente bella. Sus pechos casi escapan del vestido. Él camino hacia ella y ella inmediatamente desabotonó y bajo la cremallera de sus pantalones, y sacó su pija.
Ella empezó a pajear aquel tronco suavemente, sonriendo, y luego se lo metió a la boca. ella se levantó y se quitó el vestido rápidamente. Parada allí sólo en sujetador y tanga lucía estupenda.
Rápidamente, marce desnudó a mi jefe y él quedó de pie completamente empalmado. Luego él se aproximó a ella y le quitó el sujetador primero, y luego la tanguita. Ella estaba completamente en bolas . Con una sonrisa enorme en su bello rostro, se acostó de espaldas y se abrió de piernas completamente. Él fue despacio, besándola, acariciando con sus manos sus pechos, su concha o mojado y su clítoris. Poco a poco, fue introduciendo sus dedos en su concha, y ella estaba disfrutándolo claramente, porque empezó a retorcerse de placer. Finalmente marce le agarro la pijal y la colocó en la entrada de su agujero. Mi jefe no perdió el tiempo, y deslizo su enorme aparato en el interior de mi esposa, tomándose su tiempo, para no lastimarla. Mientras aquella tranca se hundía hasta lo más profundo de su concha, pude ver como mi mujer luchaba por acostumbrarse al tamaño de la verga de mi jefe, pero después de algunas embestidas, la sonrisa regresó a su rostro.
Ver a mi esposa ser cogida por otrro me calienta me estaba excitando. Me sorprendí descubriéndome a mí mismo disfrutando la escena y de repente empecé a desear que mi esposa se corriera.
Después de 10 minutos viendo a mi esposa tumbada de espaldas y aquella verga entrando y saliendo de su concha, ella se levantó y se inclinó sobre la cama. Mi jefe se puso de pie y se colocó detrás de ella. La agarro de las caderas y la penetró con fuerza, enterrando su pija en al agujero mojado de mi esposa. cada vez con más y más fuerza, sus grandes pechos se bamboleaban sin control.
Era una vista increíble. No podía creer que estaba disfrutando aquello. Después de 5 minutos de brutales y constantes embestidas, mi esposa finalmente llegó al clímax. La mirada en su rostro era inequívoca, y puedo decir se trató de un orgasmo fue largo e intenso. Mi jefe continuó dándole sin descanso, y ella se corrió de nuevo. Finalmente pude ver que él también estaba por llegar al orgasmo, y saber que estaba corriéndose en el interior de mi esposa fue increíble. Ambos se acostaron en la cama,. Después de un rato más besándose y acariciándose, ella se fue al baño a asearse, se vistió y se marchó.
De regreso en la habitación, estaba esperando a que llegara. Le pregunté qué había pasado y ella dijo “Se comportó como un perfecto caballero; sólo hablamos y me dijo que definitivamente el ascenso era tuyo.” No estaba seguro de dejarla mentir o confrontarla.
Finalmente, como yo también me había excitado con lo que había pasado, decidí ser honesto. Le dije que los había seguido, que los había visto besarse, y luego tener sexo. Ella estaba atónita y parecía avergonzada hasta que tomé su mano y la llevé a mi pija erecta. “¿Así que disfrutaste viéndome con otro hombre? me preguntó con una sonrisa en su rostro.
Le dije que yo mismo me había sorprendido, pero que lo había disfrutado mucho. Aún a pesar de que se tratara de mi jefe. Me excitó ver como la verga de otro hombre la llenaba, verla correrse, y ver como él se corrió en su interior.
Casi de inmediato,marce y yo tuvimos una sesión de sexo brutal.
Caminando mano en mano con ella me sentí muy orgulloso. Mis compañeros de trabajo ni siquiera se fijaron en mí, simplemente se quedaron mirando a mi esposa. Más tarde, muchos de ellos me comentaron la suerte que tenía; con lo que no puedo estar más de acuerdo.
marce me preguntó quién era mi jefe. Lo señalé, y ella comentó que era bastante más atractivo de lo que esperaba. Nos dirigimos hacia él y los presenté. Ciertamente él quedó impresionado por ella y no podía apartar la mirada de ella o de su generoso escote. Él le pidió que lo acompañara al bar, y se quedaron allí hablando y flirteando. No me importó ya que sabía que marce sólo estaba haciendo lo necesario. Simplemente haría que él se sintiera tan atraído por ella, que se sintiera obligado a darme el ascenso.
Mi jefe pagó las bebidas, y mi esposa regresó a nuestra mesa. Me dijo que todo había salido bien y que mi jefe la había invitado a almorzar al día siguiente, ya que estaba entusiasmado con saber más acerca de su trabajo ya que marce es medica y le intereso . Ella estaría en la piscina, así que se encontrarían allí. Pensé que aquello era una buena señal.
A la mañana siguiente, al estar yendo hacia la puerta, mi esposa estaba marchándose a la piscina. marce tiene un cuerpo hermoso y voluptuoso. En su minúsculo bikini se veía increíble. El aire acondicionado de la habitación hacía que sus pezones se endurecieran y amenazaran con atravesar el top del bikini. Este era muy pequeño, así que dejaba ver gran parte de sus pechos. Pero no había tiempo para quedarme a verla ya que tenía que marcharme a mi reunión. Le dije que disfrutara su día y el almuerzo. Ella respondió que hablaría con mi jefe para ver que podía hacer acerca de mi ascenso.
A la hora del almuerzo, mi jefe dejó apresuradamente el seminario y se dirigió a la piscina. Decidí permanecer alejado, de esa no interrumpiría la importante conversación. Él buscó alrededor y encontró a mi esposa tomando el sol cerca de la piscina.
Al momento de saludarla, mi jefe no pudo evitar mirarla de pies a cabeza. No le importó que estaba siendo demasiado obvio al respecto, lo que marce pensó que era una buena señal. Ella sabía que la mayoría de hombres hacen lo que sea por una mujer atractiva.
Se sentaron en el bar de la piscina y conversaron. Mi esposa hizo lo suyo, coqueteando y siendo ella misma. Yo aparecí en la conversación, y mi esposa mencionó el ascenso que estaba esperando. Mi jefe le dijo que no podía discutirlo ya que era algo confidencial. Así que ella se levantó, le agradeció por el almuerzo y caminó de regreso a la reposera
Como quien no hace nada extraordinario, mientras se alejaba, mi esposa alcanzó con sus manos el nudo del top del bikini y lo desató. Caminó el resto del camino en topless, con mi jefe viéndola desde atrás. Tal y como ella lo esperaba, rápidamente él la siguió y la llamó por su nombre. Ella lo ignoró y se acostó boca abajo , asegurándose que él no pudiera ver sus firmes pechos.
Él se sentó junto a ella, y dijo que le gustaría discutir mi oportunidad de ascender. “Pensé que no podías” le respondió pero en ese momento mi jefe estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de pasar más tiempo con ella. Le dijo a mi esposa, sin embargo, que quería hablarlo cara a cara y no con su espalda, así que le pidió que se volteara. “Pero estoy en topless, y no quiero que te sientas incómodo” dijo ella. “No te preocupes, no me sentiré incómodo”, respondió él y añadió “Sólo tengo 10 minutos antes de regresar a la siguiente reunión así que tenemos que ser rápidos.”
Dicho esto, mi esposa se dio vuelta, mostrándole sus pechos grandes y firmes. Él sólo se quedó mirándolos, y no dijo nada por bastante rato. Rompiendo el silencio, marce le dijo “¿Qué era lo que querías decirme?” Los siguientes 10 minutos él se quedó mirándole las tetas a mi esposa, mientras intentaba concentrarse y hablar acerca de cómo podía ayudarme con el ascenso. Le dijo a Liliana que lo haría más tarde esa noche. Ella dijo que estaría muy agradecida si lo hacía.
Me dirigí a la piscina para tomar un trago antes que la hora de almuerzo finalizara, y llegué al final de su “reunión de almuerzo.” No podía creer lo que estaba viendo, mi esposa en topless y mi jefe mirándola con descaro. Quería correr y cubrirla, pero no había forma de que pudiera hacer eso ahora. Ella nunca antes había estado en topless (que yo supiera), pero en ese momento parecía sentirse muy cómoda.
Más tarde en nuestra habitación, la confronté y le pregunté qué era lo que estaba haciendo. Ella respondió “Lo que tengo que hacer, conseguirte ese ascenso. Tú pediste mi ayuda y está funcionando. Si no me quitaba el top del bikini y dejaba mis pechos libres, tal vez tu jefe se habría marchado.”
marce bromeó acerca de que pensaba que mi jefe estaba buenísimo, y que de hecho estaba disfrutando flirteando con él y provocándolo. De toda la gente, había tenido que ser mi jefe quien viera los pechos increíbles de mi esposa y eso no me gustaba. Ahora él tendría esa imagen en su cabeza y podría usarla cuando le viniera en gana.
Mi esposa se alistó para esa noche, y lucía aún mejor que en la cena. El escote de su vestido era todavía más revelador y sus zapatos de tacón más altos. Me dijo que esa noche era la noche en que iba a ganar o a perder mi ascenso. Me preguntó si habían restricciones en lo podía hacer, ya que me había molestado por lo que pasó en la reunión que tuvieron en el almuerzo.
Sólo le dije que tuviera cuidado, y que mi jefe podía comportarse como un idiota algunas veces. Y que no tenía que hacer nada; pero ella sonrió y me dijo que quería conseguir ese ascenso para mí.
Al llegar al comedo rmarce recibió las miradas usuales mientras caminábamos. Sus pechos, ahora bronceados, botaban lentamente mientras ella movía. Mi jefe se nos acercó apenas la vio. Nos dijo que mi ascenso se iba a decidir más tarde esa misma noche. Ofreció comprarnos un trago y mi esposa se fue con él al bar. Después del coqueteo habitual, ella regresó y me dijo “tu jefe me dijo que quiere que me vaya con él a su habitación para discutir lo de tu ascenso en privado, ya que como se trata de algo confidencial nadie puede escucharnos.
Vi cómo se marchaban a la habitación . Los seguí por detrás, sin que me vieran. Pero me quedé en shock cuando de repente ella se detuvo, lo jaló a una esquina y empezó a introducir su lengua en la boca de él. Por 5 minutos vi cómo disfrutaban el uno del otro. Él tenía sus manos tocando firmemente el trasero de marce y lo apretaba y acariciaba. Ella estaba disfrutando cada segundo de aquello. ¿Qué sería lo siguiente?
Luego siguieron caminando y entraron en la habitación de mi jefe. La luz se encendió y para mi suerte había una leve abertura en la cortina, así que podía ver el interior de la habitación. No quería ver, pero necesitaba saber qué estaba pasando. Además no quería poner en riesgo las cosas, y perder mi trabajo del todo.
Mi esposa se sentó en el borde de la cama. Lucía increíblemente bella. Sus pechos casi escapan del vestido. Él camino hacia ella y ella inmediatamente desabotonó y bajo la cremallera de sus pantalones, y sacó su pija.
Ella empezó a pajear aquel tronco suavemente, sonriendo, y luego se lo metió a la boca. ella se levantó y se quitó el vestido rápidamente. Parada allí sólo en sujetador y tanga lucía estupenda.
Rápidamente, marce desnudó a mi jefe y él quedó de pie completamente empalmado. Luego él se aproximó a ella y le quitó el sujetador primero, y luego la tanguita. Ella estaba completamente en bolas . Con una sonrisa enorme en su bello rostro, se acostó de espaldas y se abrió de piernas completamente. Él fue despacio, besándola, acariciando con sus manos sus pechos, su concha o mojado y su clítoris. Poco a poco, fue introduciendo sus dedos en su concha, y ella estaba disfrutándolo claramente, porque empezó a retorcerse de placer. Finalmente marce le agarro la pijal y la colocó en la entrada de su agujero. Mi jefe no perdió el tiempo, y deslizo su enorme aparato en el interior de mi esposa, tomándose su tiempo, para no lastimarla. Mientras aquella tranca se hundía hasta lo más profundo de su concha, pude ver como mi mujer luchaba por acostumbrarse al tamaño de la verga de mi jefe, pero después de algunas embestidas, la sonrisa regresó a su rostro.
Ver a mi esposa ser cogida por otrro me calienta me estaba excitando. Me sorprendí descubriéndome a mí mismo disfrutando la escena y de repente empecé a desear que mi esposa se corriera.
Después de 10 minutos viendo a mi esposa tumbada de espaldas y aquella verga entrando y saliendo de su concha, ella se levantó y se inclinó sobre la cama. Mi jefe se puso de pie y se colocó detrás de ella. La agarro de las caderas y la penetró con fuerza, enterrando su pija en al agujero mojado de mi esposa. cada vez con más y más fuerza, sus grandes pechos se bamboleaban sin control.
Era una vista increíble. No podía creer que estaba disfrutando aquello. Después de 5 minutos de brutales y constantes embestidas, mi esposa finalmente llegó al clímax. La mirada en su rostro era inequívoca, y puedo decir se trató de un orgasmo fue largo e intenso. Mi jefe continuó dándole sin descanso, y ella se corrió de nuevo. Finalmente pude ver que él también estaba por llegar al orgasmo, y saber que estaba corriéndose en el interior de mi esposa fue increíble. Ambos se acostaron en la cama,. Después de un rato más besándose y acariciándose, ella se fue al baño a asearse, se vistió y se marchó.
De regreso en la habitación, estaba esperando a que llegara. Le pregunté qué había pasado y ella dijo “Se comportó como un perfecto caballero; sólo hablamos y me dijo que definitivamente el ascenso era tuyo.” No estaba seguro de dejarla mentir o confrontarla.
Finalmente, como yo también me había excitado con lo que había pasado, decidí ser honesto. Le dije que los había seguido, que los había visto besarse, y luego tener sexo. Ella estaba atónita y parecía avergonzada hasta que tomé su mano y la llevé a mi pija erecta. “¿Así que disfrutaste viéndome con otro hombre? me preguntó con una sonrisa en su rostro.
Le dije que yo mismo me había sorprendido, pero que lo había disfrutado mucho. Aún a pesar de que se tratara de mi jefe. Me excitó ver como la verga de otro hombre la llenaba, verla correrse, y ver como él se corrió en su interior.
Casi de inmediato,marce y yo tuvimos una sesión de sexo brutal.
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