La noche habia sido larga. Hablaba con Mariana por telefono cuando de la nada me cuenta que se estaba terminando de secar, le pregunte mas y senti como empezaba a endurecerme mientras mi mano bajaba de memoria, comence a moverla al ritmo de su voz cuando rapidamente tuvo que cortar porque habia llegado su novio. Me fui a dormir caliente y ternine solo, pero ya saben que no es lo mismo y me tomo un rato largo dormirme.
Cuando abri los ojos el despertador ya habia sonado tres veces, asi que me puse el jean y la remera y sali corriendo a la estacion.
Llegue justoa la estacion Dominico cuando se cerraban las puertas de un tren lleno y me acomode como pude, todavia caliente de la noche anterior. iba con mis pensamientos pensando en como explicaria la demora cuando veo a una morocha divina contra el respaldar del asiento de la puerta. Llevaba una babucha y una remera clara larga que no disimulaba dos tetas hermosas y unos pesones puntiagudos, ya verla sin corpiño no hizo mas que levabtar mi pija ya caliente. la mire hipnotizado y por mas que llevaba unos lentes negros note la devolucion, sin querer se mojo los labios con una lengua filosa y experimentada y yo pense que no perdia nada por acercarme.
Ella estaba apoyada contra la puerta y seria dificil llegar, pero la manera en que miraba no me dejaba opcion.
Me fui haciendo lugar sin perder de vista esos pesones duros, esas tetas grandes y tostadas hasta llegar a su lado y ver por el costado de los lentes como me miraba con alguna intencion.
Aprovecho el traqueteo para acercarme y toco su brazo con el mio, siento la piel suave y un movimiento en su mirada, los pesones algo erizados.
Me disculpo para entablar conversacion, con el tren lleno hay que sea cauteloso, en su respuesta hay un tono suave, timido, pero que a la vez me invita a mas, no se que decir, hoy todos estan demasiado atentos a todo y esto es nuestro.
Decido que mejor que hablar es hacer, asi que hago...
Cuando abri los ojos el despertador ya habia sonado tres veces, asi que me puse el jean y la remera y sali corriendo a la estacion.
Llegue justoa la estacion Dominico cuando se cerraban las puertas de un tren lleno y me acomode como pude, todavia caliente de la noche anterior. iba con mis pensamientos pensando en como explicaria la demora cuando veo a una morocha divina contra el respaldar del asiento de la puerta. Llevaba una babucha y una remera clara larga que no disimulaba dos tetas hermosas y unos pesones puntiagudos, ya verla sin corpiño no hizo mas que levabtar mi pija ya caliente. la mire hipnotizado y por mas que llevaba unos lentes negros note la devolucion, sin querer se mojo los labios con una lengua filosa y experimentada y yo pense que no perdia nada por acercarme.
Ella estaba apoyada contra la puerta y seria dificil llegar, pero la manera en que miraba no me dejaba opcion.
Me fui haciendo lugar sin perder de vista esos pesones duros, esas tetas grandes y tostadas hasta llegar a su lado y ver por el costado de los lentes como me miraba con alguna intencion.
Aprovecho el traqueteo para acercarme y toco su brazo con el mio, siento la piel suave y un movimiento en su mirada, los pesones algo erizados.
Me disculpo para entablar conversacion, con el tren lleno hay que sea cauteloso, en su respuesta hay un tono suave, timido, pero que a la vez me invita a mas, no se que decir, hoy todos estan demasiado atentos a todo y esto es nuestro.
Decido que mejor que hablar es hacer, asi que hago...
2 comentarios - La chica del tren