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El regalo del día de la madre

Hola a todos, les traigo un relato muy morboso que hace rato tenía ganas de hacer, espero que les guste y comenten que les pareció. Contiene imagenes para estimular la imaginación y que no haga el relato aburrido.
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El regalo del día de la madre




Habia pasado el día de la madre y no le habíamos regalando nada. Se me había olvidado y aunque ella haga como que no, se que estaba un poco decepcionada.


Siendo una mujer tan sacrificada se merecía algo especial. Así que le pedí dinero a mi hermano y a mi padre para comprarle un obsequio. 


Lo mejor que se me ocurrió fue regalarle un boucher para un spa nuevo que abrió hace poco cerca de casa, era muy moderno y sofisticado. Ella siempre andaba muy tensa y estresada, pensé que eso la relajaría un poco. El boucher incluía masajes y facial. 


Hablando un poco de ella la describo como una mujer de mediana edad que parece de menos. De estatura baja, piel blanca y pechos medianos. Su cola su mejor atributo. Con un bello rostro en donde destacan sus Ojos cafe y unos labios prominentes. Su melena de color castaño le daba ese toque femenino. No era Kendra Lust, solo una mujer normal. 



Arregle todo por mail y el martes tenia el turno agendado. Le dije a la persona que me dió el turno que era para mi madre, se asombro un poco. No sabia por que.


Mi madre se puso contenta y agradeció con un poco de vergüenza el regalo. Era lo mínimo que podía ofrecerle ya que nunca pedía nada. 


Llego el día y se dirigió al spa. Al llegar allí la recepcionista le dijo que tome asiento y aguarde su turno. La miro picaramente. Vio que salio una mujer muy contenta y suposo que eso era algo bueno. 


Llegó el turno de ella. La recepcionista le indico que pase a uno de los cuartos. Al entrar la recibió un extranjero robusto y moreno, probablemente de algún país de centroamerica. Mi madre de pensamientos mas nacionalistas por asi decirlo no tenia en mente que aquel hombre toque su cuerpo, de hecho no esperaba que un hombre sea quien le haga el masaje. Pero no dijo nada. 


El la hizo pasar a un cuarto todo blanco, en donde sonaba musica suave y relajante. En el medio de la sala había una camilla. "Quítate la ropa y ponte esta bata, volveré enseguida". Le dijo muy amablemente.


Aclaro que mi madre nunca había recibido un masaje por lo cual no sabia bien como era el asunto. 


Se fue despojando lentamente de sus prendas, se saco los zapatos de tacon bajo, los jeans y por ultimo la camisa que llevaba puesta. Habia quedado en ropa interior. Le era raro desvestirse en un lugar que no fuese su casa. 


Pensó que así sería suficiente. Se puso la bata y se sentó en la camilla. No sin antes dejar acomodada su ropa en un costado.


Ella esperaba un poco impaciente a que vuelva el masajista.  Al rato vio que la puerta se abrió.                  
"Bueno Clara, vamos a comenzar."


Mama se puso de pie, él la tomo del hombro e hizo que se ponga de espaldas. 


"Permiteme". Dijo abriendo la bata y sacándosela. Vio que llevaba aun la ropa interior. 


"Clara, el masaje se da sin ropa." 


"Nno, asi esta bien." Dijo nerviosa.


"La ropa obstaculiza el flujo de la energía, ademas el aceite mancharía la misma."


No estaba convencida pero accedió a quitarse el corpiño, pero al estar acostada boca abajo mantenía con las tiras debajo de los brazos. Ella era muy pudorosa. No quería que el viera nada.


Él por su parte, sabia con que tipo de mujer trataba, de hecho era un profesional muy paciente y no le parecía tonta ni nada. 


Puso una toalla sobre la cola de ella, que no alcanzaba a cubrir todas sus nalgas.


Se puso manos a la obra, ella se estremeció al sentir el aceite caer por su espalda desnuda y sus manos recorriendo la misma. 



El masajista le dio un poco de charla para entrar mas en confianza y lograr su cometido. 


"Estas muy contracturada Clara. Mucho trabajo? "


"Y.. La casa, la familia. Preparar la comida, limpiar, lavar.. "


"Entiendo, solo disfruta esta sesión."


La musica y el sonido de una pequeña fuente de agua le transmitían paz y serenidad. 


De a poco iba gustándole.  Deshacía sus contracturas con el masaje.


"Mmmm" - expreso mama, que con los ojos cerrados solo disfrutaba del masaje. El tipo era un experto y sabia bien que hacer. 


Continuo bajando, frotando bien la zona de su espalda baja.  Por intento se movió un poco, nadie la tocaba allí. 


Luego tomo suavemente sus piernas y puso otro poco de aceite continuando con el masaje. 


Lo estaba disfrutando mucho en verdad. Después de mucho tiempo parecía estar relajándose por un rato. 


Le masajeo la planta de los pies y volvió a subir por su anatomia. Corrió la toalla y quedo su culo al descubierto solo protegido por la bombacha.


Le masajeaba las nalgas muy despacio y no escuchó objeción alguna de su parte. Aunque viendo el reloj se dio cuenta de que debía apurarse ya que había perdido bastante tiempo. Probablemente precipitandose deslizó sus dedos por los labios de su vagina corriendo de a poco la bombacha. 


"Pero que hace?!" Dijo sobresaltada saliendo del trance.


"Señora, vino aqui para esto. Es un spa erotico." Exclamo ya perdiendo la paciencia. 


"Que?? mis hijos me regalaron esto?" pensaba confundida (yo no sabia lo que era).


"Mira, tengo que seguir trabajando y no me lo hace fácil, puede irse si asi lo desea."


"Peero, yo.. "había algo que la intrigaba, que le daba curiosidad. No iba a desperdiciar su regalo


No paso ni un minuto que ella estaba boca arriba, había bajado sus manos y ya no se tapaba. Tenia las tetas al aire, con una actitud mas predispuesta.


"Tu me dices si quieres que me detenga." Le dijo volviendo a su tono amable. 


"si, dale."


Sintió ahora el aceite en sus senos y él con sus manos recorría su abdomen y subía hasta sus pechos. Los masajeaba, parecía que los estaba amasando. Como dije era un experto en lo que hacia y ella estaba disfrutándolo mucho. 


"Tu dime si quieres que pare." Decía mientras le tocaba los muslos. 


Ella no solo no le pidió que se detenga sino que ahora cuando le tocaba la entrepierna ella sola se bajó la bombacha ayudada por él, que se la bajaba completamente y la tiraba a un lado . Ahora estaba completamente desnuda frente a el, quien la untaba por completo con aceite. Se podía apreciar su pubis cubierto de vello. Recorría con sus dedos hasta llegar a su vagina, tocaba sus labios despacio haciendo que inmediatamente se estremezca. 


El la dedeaba mientras con otra mano tocaba sus tetas. Con total maestria la masturbaba mientras ella suspiraba con los ojos cerrados incrementando el ritmo de sus pulsaciones. 


"uhhh uhhh" . jadeó ella ya sin inhibiciones. Se contorneaba, nunca le habían hecho eso. Arqueaba su cuerpo, hasta que no pudo aguantar mas. Tuvo un orgasmo, después de años y años.


"Ohhhhhhhh". Gemía temblando. Luego de un momento recupero el aliento.



"uff, eso fue increible mi negro."


"Aun quiere el facial? El cupón lo incluye si lo desea."


"Que es ? No entendía. Pero él le explicó. "




Se desprendió de sus pantalones y ella se quedó muda al ver la verga frente a ella. Estando semierecta tenia un tamaño impresionante para ella.  


"Ohh..." Expresaba tapándose la boca con la mano. 


"Traé eso para aca." 



Sin mediar palabra la tomó y comenzó a pajearlo mordiéndose el labio. 


"Mmmm negrito, nunca vi una así. Es muy grande." Contemplaba como se erguía majestuosamente frente a sus ojos. 



El regalo del día de la madre




No se podía contener, sin  pensarlo dos veces se la llevó a la boca para saborearla. Con sus gruesos labios le estaban haciendo una mamada, a pesar de que nunca había hecho una. Pero le parecía tan imponente aquella verga que no quería sacársela de la boca. La devoraba con devoción. y la chupaba con dedicación. 

El jadeaba por como se la chupaba mi madre, que no podía tragársela entera. Estaba fuera de sí, como fiera en celo.  Le pasaba la lengua por todo el glande como si fuese un helado.
                                                                                                                                                          "Metemela, cogeme."Decía totalmente desconocida. 


Clara, no hacemos eso. No incluye penetración."

"Por favor metela. Te pago. Dijo mojada, su vagina ardia. Deseaba ser poseída.


Ella sola se abrió de piernas invitándolo a penetrarla. Ante su pedido insistente se puso un preservativo y comenzó a cogerla en la posición del misionero. la cogía despacio, metiendo de a poco su gran verga que ella recibía encantada. 

"Ohhhh uhhhhhhh . "

La recepcionista miro en dirección al cuarto asombrada. Perpleja.

"Se lo esta cogiendo, que puta que es la vieja". Dijo para si misma la recepcionista.

"Uhhh, ahhhh" jadeaba totalmente entregada. Relamiéndose y gozando como nunca. Entre dolor y placer.

El regalo del día de la madre



El disfrutaba de la estrecha concha de mi mamá, que para su sorpresa era bastante apretada. Hundía un poco mas, cada vez mas.  Alternaba el ritmo bombeandola ahora mas fuerte.  La música relajante era ahora opacada por los gemidos de mi madre y el ruido de las embestidas. PLAF PLAF PLAF retumbaba por toda la habitación. 

El regalo del día de la madre



"Clara, estas lista para el facial?" Dijo dándose cuenta de que  no iba a aguantar mucho mas.

"Si, mi negro. damela toda, quiero toda la leche".


El regalo del día de la madre


"AHHHHHH TOMA CLARA AHHHH".

"MMMMM que rica!". Saboreaba un poco de la leche que había caído en sus labios. 
El regalo del día de la madre


Se tomaba el clítoris con la mano derecha, estimulándose.  El le hizo un ultimo favor y la acostó sobre la camilla de nuevo y la hizo llegar al orgasmo rápidamente. Los gemidos de mama se escuchaban fuertemente en la sala de espera. Las mujeres que estaban esperando se sorprendieron. 

"Dios, que puta es esta mujer." Pensó la recepcionista mientras le hacia una sonrisa falsa a las clientas que esperaban para luego seguir viendo la computadora.

Mi madre estaba tendida con los ojos cerrados en la camilla, totalmente exhausta y satisfecha. Habiendo aprovechado totalmente su cupón del spa. 


Luego de eso la ví de muy buen humor, con una sonrisa. Agradecida por el regalo que le habíamos dado. mas vale tarde que nunca.


FIN.




5 comentarios - El regalo del día de la madre

ejosem33 +1
Tendrías que contarlo como si fuera tu mama la que lo cuenta . Vos como sabes todo lo que paso ?
eljusticiero_
Me gusta narrarlo de esta forma, lo se todo aunque no esté ahi. En algun momento se vuelve confuso?

Gracias por pasar y por los puntos.
jorvac164 +1
Tu mamá recontra agradecida,supóngome!!Van 10.muy buen relato.
Shiwwo1 +2
Buen comienzo de la historia!!! Te sigo y guardo para no perderla!! Van 10
eljusticiero_ +1
Gracias, es un relato aparte digamos. Pero pasate que hay y van a haber mas así.
Elsexer1138 +3
Excelente amigo , adoro las historias de madres bien putitas me recuerdan a la mía