Cómo me enteré que mi novia me hizo cornudo
Hola, mi nombre es Gabriel y te quiero contar cómo me enteré que mi novia me hizo cornudo. Ella es Pilar, tiene 23 años, al igual que yo y llevamos de novios dos años. Pilar tiene pelo colorado y rizado, es menudita, mide 1,58, para su estatura tiene un cuerpo bastante equilibrado, tiene unas tetitas preciosas que se sostienen sin corpiño a la perfección y una colita parada que no se esmera en lucir pero que se nota le a simple vista. Ella estudia medicina hace dos años y yo estudio teatro hace tres. Pese a la diferencia de rumbos profesionales, nos llevamos muy bien en todo sentido, en el sexo también aunque somos bastante clásicos. De hecho nunca tuvimos sexo anal, aunque yo insistí muchas veces ella nunca se animó. Los dos nos cuidamos con anticonceptivos así que nunca hubo riesgos de embarazo.
Bueno, todo comenzó un día de semana en el que salimos a tomar algo por ahí y me contó que se había depilado toda la concha y quería que yo se la chupara para ver cómo se sentía así. Yo siempre abierto a nuevas experiencias me entusiasmé, tanto que empecé a beber demás y me emborraché pronto. Llegamos a mi casa y yo me desmayé.
A eso de las 6:30am recupero la conciencia y empiezo a despertar a Pilar con unos besos en la nuca,a lo que ella me responde con una sonrisa. Era invierno en ese momento y estábamos durmiendo en cucharita. Ella se voltea y me devuelve los besos y la cosa se empieza a poner caliente con caricias, chupones y roces. Vuela su bombacha y corpiño, comienzo a tocar sus tetas hermosas con los pezones ya erectos y emprendo mi descenso lentamente para encontrarme con su vulva al descubierto. En el instante en que llego a su entrepierna, suena la alarma de su teléfono e interrumpe todo. Ella rezonga con bronca y me dice que se debe ir porque había quedado en encontrarse a estudiar con tres compañeros para un parcial que tenían ese mismo día. Me quedo con la verga que me explotaba y ella toda mojada, se recupera y se mete al baño. En breve se va y nos quedamos con las ganas, pero prometimos retomar esa noche cuando regrese de su examen. Estuve esperando hasta la noche, cuando escucho el timbre del portero, era ella. La recibo en el ascensor con un beso apasionado, entramos a mi casa y sin preguntar nada, nos empezamos a desnudar. Para cortar camino, comienzo chupándole las tetas rápidamente y comienzo a descender para por fin llegar a su concha que, al parecer ya estaba húmeda. Comienzo a saborear su néctar pero ella estaba un poco incómoda al parecer, no me importó y continué con la degustación de su pelada vagina que estaba deliciosa y se lo hice saber. Ella empieza a gemir fuerte y me pide que me detenga y que la penetre de inmediato. No me demoré en ponerme el condón e introducir mi pene en lo profundo de su interior, donde empiezo a bombear con fuerza debido a la calentura que llevaba acumulada. Ella estaba recostada boca arriba y entonces le propongo cambiar de posición. Cuando le saco la verga para hacer el cambio, noto que en la punta del condón hay resto de semen, ME QUEDO HELADO, Pilar me observa y me dice:
- Te tengo que decir algo Gaby
- Si, ya veo. Le contesté consternado.
- No soporté la calentura que tenía esta mañana y me dejéllevar. Relata:
"Fui a la casa de Hernán, uno de mis compañeros que había invitado a Mariela (mi amiga) para estudiar. Hernán y Mariela se vienen gustando hace rato y era buena la ocasión para compartir un rato como pretexto. Para no quedar colgada entre, le pedí Hernán que invite a Marcelo (amigo inseparable de Hernán). A Marcelo lo conozco muy poco, no es muy sociable, pese a que es atractivo (es rubio, alto, tiene una cara bonita) y las chicas lo miran bastante, él no les lleva el apunte. Bueno, resulta que nos sentamos en una mesa rectangular, de un lado Hernán y Marie y del otro, Marcelo y yo que quedé del lado de la ventana.Hacía calor en el departamento así me saqué todo mi abrigo y quedé en remera(estaba sin corpiño, porque me lo había olvidado esta mañana cuando salí apurada de acá). La situación entre Hernán y Mariela estaba tensa sexualmente. Mariela me pide que abra la ventana porque hacía mucho calor. Yo obedecí, ya que estaba al lado. Comenzó a entrar frío y mis pezones se empezaron a marcar a través de la remera. De repente noté que Marcelo me observaba las tetas de manera alevosa. En un instante entra un ventarrón helado y hace volar varios apuntes míos al piso, en ese momento, yo me agacho por debajo de la mesa para recogerlos y apoyo el antebrazo en la pierna de Marcelo (que no me había ayudado para nada), uno de esos apuntes estaba más lejos y mi brazo resbala al tratar de alcanzarlo tocándole la verga, que sentí que estaba dura. Debido a la calentura que llevaba, eso me excitó mucho. Me recupero y observo que él me mira con complicidad a lo cual le devuelvo una sonrisa. En un momento Mariela me mira fuertemente y dice que se había olvidado un apunte en su casa (ella vive a unas cuadras de ahí) y que lo iba a buscar, rápidamente Hernán entiende la indirecta y decide acompañarla (dejándonos solos en su departamento). Marcelo, casi dueño de la casa, me ofrece un café que acepto inmediatamente y emprendo la búsqueda de unas tazas. Las encuentro en la alacena inferior y cuando me doy vuelta, lo tengo pegado a mí con una mirada lujuriosa, a lo cual yo respondo pegándome aún más y fundiéndonos en un beso de lengua apasionado que terminó en el borde de la mesa, donde me sacó la remera y quedaron mis tetas al aire ya que no tenía sostén (mis pezones estaban erectos pero no era por el frío que entraba a través dela ventana) él se saca la remera y el pantalón quedando con sólo la ropa interior y me baja el jean junto con mi bombacha sin ningún problema. Me acaricia y chupa las tetas con mucho esmero, va alternando entre mi boca y mis pechos.Lentamente me sienta en la mesa y él lo hace en una silla delante mío, donde se dirige a mi pelada vagina que estaba babosa por tanto goce. Se empeña en limpiar mi viscosa vulva con su lengua hasta que le pedí por favor que me la meta.
Marcelo se levanta, se saca su bóxer y deja en descubierto su pene duro y latiendo por tanta calentura. Sin condón y sin lubricar me la mete entera quedando frente a mí cara a cara y comenzamos con una nueva sesión de besos húmedos. Pese a que estábamos ardiendo de pasión, él no se detenía y me hizo llegar reiteradas veces hasta que finalmente se detuvo, pero era para cambiar de posición. Me sacó su verga, quedando totalmente vacía y me llevó aun sillón de Hernán donde me puso en cuatro. Allí me embistió nuevamente y le pedí que nunca más me la saque, que me encantaba tenerla adentro. Comenzó a bombear violentamente agarrándome las tetas, cuando de repente comenzó a temblar y a descargar una enorme cantidad de semen dentro de mí. Me abrazaba desde atrás y besaba mi cuello con mucha ternura. No se apartaba de mí, aún tenía su pene adentro que iba perdiendo tamaño. Lentamente fue sacándome su verga, una vez afuera, vi que tenía un hilo de semen colgando de su pene, me agaché,me lo metí en la boca dándole un chuponcito al glande y le dije "que quede todo adentro" con una sonrisa. Luego de un rato, ya vestidos, volvieron Hernán y Marie un poco despeinada (parece que también la habían pasado bien),la cual me preguntó ¿Qué pasó? estás más relajada! -Nada, ya estoy mejor parae l examen- le dije sonriendo de oreja a oreja".
- Perdoname Gaby se dio así todo. Me dice Pilar angustiada
- Debo confesar que en vez de enojarme, me excitó un poco.Respondo yo agarrándome la pija dura con la mano.
- Qué querés hacer? me pregunta
Le respondo con un beso de lengua y continúo con mis manos acariciando sus tetas y las bajo hacia su entrepierna que estaba empapada aún y con semen de Marcelo. La pongo en cuatro y vuelvo a penetrarla, con el mismo condón con semen. Sabiendo que mi novia ya no tenía límites conservadores, introduzco un dedo en su ano, ella se pone incómoda de nuevo, saco mi dedo y estaba repleto de semen. CONTINUARA
Hola, mi nombre es Gabriel y te quiero contar cómo me enteré que mi novia me hizo cornudo. Ella es Pilar, tiene 23 años, al igual que yo y llevamos de novios dos años. Pilar tiene pelo colorado y rizado, es menudita, mide 1,58, para su estatura tiene un cuerpo bastante equilibrado, tiene unas tetitas preciosas que se sostienen sin corpiño a la perfección y una colita parada que no se esmera en lucir pero que se nota le a simple vista. Ella estudia medicina hace dos años y yo estudio teatro hace tres. Pese a la diferencia de rumbos profesionales, nos llevamos muy bien en todo sentido, en el sexo también aunque somos bastante clásicos. De hecho nunca tuvimos sexo anal, aunque yo insistí muchas veces ella nunca se animó. Los dos nos cuidamos con anticonceptivos así que nunca hubo riesgos de embarazo.
Bueno, todo comenzó un día de semana en el que salimos a tomar algo por ahí y me contó que se había depilado toda la concha y quería que yo se la chupara para ver cómo se sentía así. Yo siempre abierto a nuevas experiencias me entusiasmé, tanto que empecé a beber demás y me emborraché pronto. Llegamos a mi casa y yo me desmayé.
A eso de las 6:30am recupero la conciencia y empiezo a despertar a Pilar con unos besos en la nuca,a lo que ella me responde con una sonrisa. Era invierno en ese momento y estábamos durmiendo en cucharita. Ella se voltea y me devuelve los besos y la cosa se empieza a poner caliente con caricias, chupones y roces. Vuela su bombacha y corpiño, comienzo a tocar sus tetas hermosas con los pezones ya erectos y emprendo mi descenso lentamente para encontrarme con su vulva al descubierto. En el instante en que llego a su entrepierna, suena la alarma de su teléfono e interrumpe todo. Ella rezonga con bronca y me dice que se debe ir porque había quedado en encontrarse a estudiar con tres compañeros para un parcial que tenían ese mismo día. Me quedo con la verga que me explotaba y ella toda mojada, se recupera y se mete al baño. En breve se va y nos quedamos con las ganas, pero prometimos retomar esa noche cuando regrese de su examen. Estuve esperando hasta la noche, cuando escucho el timbre del portero, era ella. La recibo en el ascensor con un beso apasionado, entramos a mi casa y sin preguntar nada, nos empezamos a desnudar. Para cortar camino, comienzo chupándole las tetas rápidamente y comienzo a descender para por fin llegar a su concha que, al parecer ya estaba húmeda. Comienzo a saborear su néctar pero ella estaba un poco incómoda al parecer, no me importó y continué con la degustación de su pelada vagina que estaba deliciosa y se lo hice saber. Ella empieza a gemir fuerte y me pide que me detenga y que la penetre de inmediato. No me demoré en ponerme el condón e introducir mi pene en lo profundo de su interior, donde empiezo a bombear con fuerza debido a la calentura que llevaba acumulada. Ella estaba recostada boca arriba y entonces le propongo cambiar de posición. Cuando le saco la verga para hacer el cambio, noto que en la punta del condón hay resto de semen, ME QUEDO HELADO, Pilar me observa y me dice:
- Te tengo que decir algo Gaby
- Si, ya veo. Le contesté consternado.
- No soporté la calentura que tenía esta mañana y me dejéllevar. Relata:
"Fui a la casa de Hernán, uno de mis compañeros que había invitado a Mariela (mi amiga) para estudiar. Hernán y Mariela se vienen gustando hace rato y era buena la ocasión para compartir un rato como pretexto. Para no quedar colgada entre, le pedí Hernán que invite a Marcelo (amigo inseparable de Hernán). A Marcelo lo conozco muy poco, no es muy sociable, pese a que es atractivo (es rubio, alto, tiene una cara bonita) y las chicas lo miran bastante, él no les lleva el apunte. Bueno, resulta que nos sentamos en una mesa rectangular, de un lado Hernán y Marie y del otro, Marcelo y yo que quedé del lado de la ventana.Hacía calor en el departamento así me saqué todo mi abrigo y quedé en remera(estaba sin corpiño, porque me lo había olvidado esta mañana cuando salí apurada de acá). La situación entre Hernán y Mariela estaba tensa sexualmente. Mariela me pide que abra la ventana porque hacía mucho calor. Yo obedecí, ya que estaba al lado. Comenzó a entrar frío y mis pezones se empezaron a marcar a través de la remera. De repente noté que Marcelo me observaba las tetas de manera alevosa. En un instante entra un ventarrón helado y hace volar varios apuntes míos al piso, en ese momento, yo me agacho por debajo de la mesa para recogerlos y apoyo el antebrazo en la pierna de Marcelo (que no me había ayudado para nada), uno de esos apuntes estaba más lejos y mi brazo resbala al tratar de alcanzarlo tocándole la verga, que sentí que estaba dura. Debido a la calentura que llevaba, eso me excitó mucho. Me recupero y observo que él me mira con complicidad a lo cual le devuelvo una sonrisa. En un momento Mariela me mira fuertemente y dice que se había olvidado un apunte en su casa (ella vive a unas cuadras de ahí) y que lo iba a buscar, rápidamente Hernán entiende la indirecta y decide acompañarla (dejándonos solos en su departamento). Marcelo, casi dueño de la casa, me ofrece un café que acepto inmediatamente y emprendo la búsqueda de unas tazas. Las encuentro en la alacena inferior y cuando me doy vuelta, lo tengo pegado a mí con una mirada lujuriosa, a lo cual yo respondo pegándome aún más y fundiéndonos en un beso de lengua apasionado que terminó en el borde de la mesa, donde me sacó la remera y quedaron mis tetas al aire ya que no tenía sostén (mis pezones estaban erectos pero no era por el frío que entraba a través dela ventana) él se saca la remera y el pantalón quedando con sólo la ropa interior y me baja el jean junto con mi bombacha sin ningún problema. Me acaricia y chupa las tetas con mucho esmero, va alternando entre mi boca y mis pechos.Lentamente me sienta en la mesa y él lo hace en una silla delante mío, donde se dirige a mi pelada vagina que estaba babosa por tanto goce. Se empeña en limpiar mi viscosa vulva con su lengua hasta que le pedí por favor que me la meta.
Marcelo se levanta, se saca su bóxer y deja en descubierto su pene duro y latiendo por tanta calentura. Sin condón y sin lubricar me la mete entera quedando frente a mí cara a cara y comenzamos con una nueva sesión de besos húmedos. Pese a que estábamos ardiendo de pasión, él no se detenía y me hizo llegar reiteradas veces hasta que finalmente se detuvo, pero era para cambiar de posición. Me sacó su verga, quedando totalmente vacía y me llevó aun sillón de Hernán donde me puso en cuatro. Allí me embistió nuevamente y le pedí que nunca más me la saque, que me encantaba tenerla adentro. Comenzó a bombear violentamente agarrándome las tetas, cuando de repente comenzó a temblar y a descargar una enorme cantidad de semen dentro de mí. Me abrazaba desde atrás y besaba mi cuello con mucha ternura. No se apartaba de mí, aún tenía su pene adentro que iba perdiendo tamaño. Lentamente fue sacándome su verga, una vez afuera, vi que tenía un hilo de semen colgando de su pene, me agaché,me lo metí en la boca dándole un chuponcito al glande y le dije "que quede todo adentro" con una sonrisa. Luego de un rato, ya vestidos, volvieron Hernán y Marie un poco despeinada (parece que también la habían pasado bien),la cual me preguntó ¿Qué pasó? estás más relajada! -Nada, ya estoy mejor parae l examen- le dije sonriendo de oreja a oreja".
- Perdoname Gaby se dio así todo. Me dice Pilar angustiada
- Debo confesar que en vez de enojarme, me excitó un poco.Respondo yo agarrándome la pija dura con la mano.
- Qué querés hacer? me pregunta
Le respondo con un beso de lengua y continúo con mis manos acariciando sus tetas y las bajo hacia su entrepierna que estaba empapada aún y con semen de Marcelo. La pongo en cuatro y vuelvo a penetrarla, con el mismo condón con semen. Sabiendo que mi novia ya no tenía límites conservadores, introduzco un dedo en su ano, ella se pone incómoda de nuevo, saco mi dedo y estaba repleto de semen. CONTINUARA
13 comentarios - Cómo me enteré que mi novia me hizo cornudo
Si es inventado es muy caliente! y si es real le meto una flor de culiada por el orto y la dejo a tu novia.... no hay chances con una mina así loco....
Si seguís, vas a consentir la parternidad de un pendejo que no será tuyo.... eso te lo firmo