Espero que les guste
En aquel entonces comenzaba una buena racha sexual, ya que mujer a la que me ponía en la mira, mujer que me echaba, entre ellas estaba Joyce.
La chica del nombre raro, como yo le decía, ella era encargada del área en la que yo trabajaba, en ese entonces, era guapa no tenia un cuerpo tan llamativo, las tetas si las tiene grandes pero creo que lo guapa que es compensaba todo.
Yo me llevaba bien con ella y pues nos insinuábamos las ganas que nos traíamos. Yo era el consentido, me dejaba ir a la tienda y desayunábamos en su oficina juntos y ya habíamos salido juntos.
Cuando me enteré que era la novia de un jefe de área, debo de admitir que empecé a hacerme un lado, estaba muy chavo, lo menos que quería eran problemas, además en ese momento viejas no me faltaban.
Pero la neta no podía negar que traía ganas de darme a esa flaquita, tan solo escuchar su voz y tocarla me daban ganas de desnudarla inmediatamente y metérsela toda, así que decidí invitarla a salir.
Fuimos a un bar donde tocaban música en vivo, ese día estábamos muy acaramelados, nos agarrábamos las manos, la abrazaba cada vez que podía y le daba de besos en la mejilla, manos y el cuello.
Noté que ella estaba metidísima en lo que hacía, así que sin decir nada comencé a besarla. La besaba tan apasionadamente que sentí como su cuerpo se puso tan frágil, sus pezones se erectaron y su color de piel cambió a rojo.
Pagué la cuenta y ya afuera comencé a besar y pasar mis manos por todo su cuerpo, desde su abdomen hasta sus piernas hasta rozar con mis dedos su vagina.
Ella estaba dispuesta a todo, lo sabía porque solo cerraba los ojos y se dejaba llevar.
– Oye Joyce, tengo ganas de hacértelo desde hace tiempo, me das la oportunidad?…
– Yo tambien quiero estar contigo… sii¡ vamos!
Fuimos a un hotel que estaba cerca del lugar donde estábamos, al entrar en la habitacion inmediatamente me lancé sobre ella. La acosté en la cama y empecé a desvestirla.
Dios!. Todo su cuerpo era perfecto, no estaba tan virtuosa pero tenia una piel perfecta y suave sin ninguna estría o varice. Sus pies eran hermosos, su espalda suave y apetecible, un abdomen marcado solo lo suficiente.
Yo pasaba mi lengua por cada parte de ese cuerpo, ella cerraba los ojos y lanzaba pequeños gemidos, saboreaba cada parte de ella, desde sus pies hasta sus piernas pasando por sus muslos y sus ingles.
Le quité el bra y vaya, unas tetas grandes y firmes con unos pezones claros y sabrosos. Los llevé a mi boca como si fuera un bebé con hambre mientras mis manos le quitaban la truza que traía.
Lamía las tetas duritas y dulces, mientras mis manos tocaban todo su cuerpo. Poco a poco bajé mi lengua a su conchita, lampiña y bonita, yo la besaba y le daba de pequeñas chupadas.
Mi lengua recorria sus labios vaginales ya húmedos por el momento, mi lengua húmeda se metía lentamente dentro de ella, chupaba su vulva y ella se estremecía. Unos minutos después ella empezó a desnudarme, me acostó en la cama y comenzó a acariciarme la verga.
Sus suaves manos se sentían muy bien, ella rozaba sus labios con mi glande, hasta que empezó a chupármela. Lamía con lengua toda la cabecita de mi pene, eso se sentía tan bien, llenaba de saliva toda parte superior de mi verga mientras sus manos acariciaban mi tronco, no era una super mamada pero nunca había sentido tal placer.
– Luis, ya te quiero adentroo, ya te quiero sentir!
La acosté y le abri las piernas, y la penetré suavemente, sentía como si se estuvieran comiendo mi pene, apretaba muy bien. Yo empecé a moverme suavemente agarrándola de sus pies, veía como le brincaban las tetas, eso me excitaba mucho, combinado con el mordisqueo de su vagina eso era genial.
La puse de patitas al hombro, luego hicimos una carretilla, ella era fácil de manejar, hicimos varias posiciones de pie, como la patita de ángel…
– Que ricooo, métemela toda Luis!
– Sii nena tómala tómala!
La puse de perrito y comencé a dársela suave, pero pasé a hacerlo violentamente, verla de espalda me excitó demasiado, le daba de nalgadas y le jalaba el cabello mientras la embestía con gran fuerza.
– Ahhh que rico papiii, no paresss!
– Te gusta perra, tómalaa, tómala!
Seguí dándole con todo hasta que sentí como líquidos salían de ella, comenzó a tambalearse, estaba en pleno orgasmo, pero yo aun estaba muy duro así que seguí dandole. Ella gritaba y quería huir de mis penetraciones, pero yo la tomaba de la cintura para que no se escapara.
– AHHH, YA POR FAVOR ESTO ES TAN RICOOO!
– GÓZALA NENA, GOZALAAAA!
Dejé que tomara un respiro, ella acababa de tener un orgasmo pero yo aún no me venía así que me acosté y le dije que se subiera en mi. La tomé de la cintura para levantarla y dejarla caer sobre mí.
Ella meneaba la cintura suavemente, eso sentía tan rico, de verdad apretaba tan bien que por momentos parecía que me quedaría pegado, poco a poco fuimos subiendo la velocidad, ella se movía mas rápido. Unos minutos después ya no aguanté mas y me vine dentro de ella.
– AHHH DIOOOSS, ERES UNA DIOSA NENA!
– PAPITO TU TAMBIEN…
Nos quedamos recostados un rato hasta que su novio le marcó. Ella se tuvo que ir, esa fue la ultima vez que la vi ya que según dicen este cuate la sacó de trabajar y ahora vive con él, pero nunca he olvidado lo bien que fue esa noche.
En aquel entonces comenzaba una buena racha sexual, ya que mujer a la que me ponía en la mira, mujer que me echaba, entre ellas estaba Joyce.
La chica del nombre raro, como yo le decía, ella era encargada del área en la que yo trabajaba, en ese entonces, era guapa no tenia un cuerpo tan llamativo, las tetas si las tiene grandes pero creo que lo guapa que es compensaba todo.
Yo me llevaba bien con ella y pues nos insinuábamos las ganas que nos traíamos. Yo era el consentido, me dejaba ir a la tienda y desayunábamos en su oficina juntos y ya habíamos salido juntos.
Cuando me enteré que era la novia de un jefe de área, debo de admitir que empecé a hacerme un lado, estaba muy chavo, lo menos que quería eran problemas, además en ese momento viejas no me faltaban.
Pero la neta no podía negar que traía ganas de darme a esa flaquita, tan solo escuchar su voz y tocarla me daban ganas de desnudarla inmediatamente y metérsela toda, así que decidí invitarla a salir.
Fuimos a un bar donde tocaban música en vivo, ese día estábamos muy acaramelados, nos agarrábamos las manos, la abrazaba cada vez que podía y le daba de besos en la mejilla, manos y el cuello.
Noté que ella estaba metidísima en lo que hacía, así que sin decir nada comencé a besarla. La besaba tan apasionadamente que sentí como su cuerpo se puso tan frágil, sus pezones se erectaron y su color de piel cambió a rojo.
Pagué la cuenta y ya afuera comencé a besar y pasar mis manos por todo su cuerpo, desde su abdomen hasta sus piernas hasta rozar con mis dedos su vagina.
Ella estaba dispuesta a todo, lo sabía porque solo cerraba los ojos y se dejaba llevar.
– Oye Joyce, tengo ganas de hacértelo desde hace tiempo, me das la oportunidad?…
– Yo tambien quiero estar contigo… sii¡ vamos!
Fuimos a un hotel que estaba cerca del lugar donde estábamos, al entrar en la habitacion inmediatamente me lancé sobre ella. La acosté en la cama y empecé a desvestirla.
Dios!. Todo su cuerpo era perfecto, no estaba tan virtuosa pero tenia una piel perfecta y suave sin ninguna estría o varice. Sus pies eran hermosos, su espalda suave y apetecible, un abdomen marcado solo lo suficiente.
Yo pasaba mi lengua por cada parte de ese cuerpo, ella cerraba los ojos y lanzaba pequeños gemidos, saboreaba cada parte de ella, desde sus pies hasta sus piernas pasando por sus muslos y sus ingles.
Le quité el bra y vaya, unas tetas grandes y firmes con unos pezones claros y sabrosos. Los llevé a mi boca como si fuera un bebé con hambre mientras mis manos le quitaban la truza que traía.
Lamía las tetas duritas y dulces, mientras mis manos tocaban todo su cuerpo. Poco a poco bajé mi lengua a su conchita, lampiña y bonita, yo la besaba y le daba de pequeñas chupadas.
Mi lengua recorria sus labios vaginales ya húmedos por el momento, mi lengua húmeda se metía lentamente dentro de ella, chupaba su vulva y ella se estremecía. Unos minutos después ella empezó a desnudarme, me acostó en la cama y comenzó a acariciarme la verga.
Sus suaves manos se sentían muy bien, ella rozaba sus labios con mi glande, hasta que empezó a chupármela. Lamía con lengua toda la cabecita de mi pene, eso se sentía tan bien, llenaba de saliva toda parte superior de mi verga mientras sus manos acariciaban mi tronco, no era una super mamada pero nunca había sentido tal placer.
– Luis, ya te quiero adentroo, ya te quiero sentir!
La acosté y le abri las piernas, y la penetré suavemente, sentía como si se estuvieran comiendo mi pene, apretaba muy bien. Yo empecé a moverme suavemente agarrándola de sus pies, veía como le brincaban las tetas, eso me excitaba mucho, combinado con el mordisqueo de su vagina eso era genial.
La puse de patitas al hombro, luego hicimos una carretilla, ella era fácil de manejar, hicimos varias posiciones de pie, como la patita de ángel…
– Que ricooo, métemela toda Luis!
– Sii nena tómala tómala!
La puse de perrito y comencé a dársela suave, pero pasé a hacerlo violentamente, verla de espalda me excitó demasiado, le daba de nalgadas y le jalaba el cabello mientras la embestía con gran fuerza.
– Ahhh que rico papiii, no paresss!
– Te gusta perra, tómalaa, tómala!
Seguí dándole con todo hasta que sentí como líquidos salían de ella, comenzó a tambalearse, estaba en pleno orgasmo, pero yo aun estaba muy duro así que seguí dandole. Ella gritaba y quería huir de mis penetraciones, pero yo la tomaba de la cintura para que no se escapara.
– AHHH, YA POR FAVOR ESTO ES TAN RICOOO!
– GÓZALA NENA, GOZALAAAA!
Dejé que tomara un respiro, ella acababa de tener un orgasmo pero yo aún no me venía así que me acosté y le dije que se subiera en mi. La tomé de la cintura para levantarla y dejarla caer sobre mí.
Ella meneaba la cintura suavemente, eso sentía tan rico, de verdad apretaba tan bien que por momentos parecía que me quedaría pegado, poco a poco fuimos subiendo la velocidad, ella se movía mas rápido. Unos minutos después ya no aguanté mas y me vine dentro de ella.
– AHHH DIOOOSS, ERES UNA DIOSA NENA!
– PAPITO TU TAMBIEN…
Nos quedamos recostados un rato hasta que su novio le marcó. Ella se tuvo que ir, esa fue la ultima vez que la vi ya que según dicen este cuate la sacó de trabajar y ahora vive con él, pero nunca he olvidado lo bien que fue esa noche.
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