Antes de ir al grano con de la noche que les voy a describir, necesito presentarles una pequeña introducción de personajes, lugares y momentos de la historia. Soy de un pequeño pueblo del sur de Córdoba (Argentina), durante la secundaria nos hicimos muy amigos con Mauricio, él vivía con su madre Inés, ella tenía unos 40 largos, 1,60metros aprox, muy hermosa de cara, pelo negro, corto, ojos verdes, piel bien blanca, era preciosa, y un cuerpo de modelito, flaca pero sin muchas curvas, tenia una figura muchas veces mas linda que algunas chicas de nuestra edad, aunque ella no lucia su figura, siempre vestia ropas holgadas y de un estilo de mujer un poco más grande al de su edad. Desde que conocí a Mauricio ya estaban separados sus padres, sin embargo, nunca se la veía salir ni nunca se supo de que tenga novio – amigote o lo que sea. Ella se dedicaba exclusivamente a su hijo y a su trabajo. Su casa era el lugar de encuentro de la junta de amigos porque era la mas grande y de mas comodidades, tenía un gran living con un juego enorme de sofá y sillones, con una gran alfombra y un hogar que se utilizaba mucho en invierno y además es como que siempre estábamos solos porque ella estaba solo unos segundos con nosotros y después se iba a la planta alta, dejándonos la casa para nosotros. No teníamos mucho trato con Inés, pero lo poco que hablábamos era muy amable y parecía muy piola.
Terminamos la secundaria y Mauricio se fue a estudiar a rio cuarto, venia casi todos los fines de semana al pueblo y no tardo mucho en venir acompañado, se puso de novio con Daiana, piel morena, alta, pelo negro con rulos, ojos negros, no era una reina de belleza pero no estaba nada mal, con pechos pequeños pero una muy buena cola que le gustaba lucir con jeans bien ajustados. Mas allá de las miradas obvias y de hablar un poco de ella con el resto de los chicos de la junta, nunca la mire de una forma especial, era la novia de un amigo y además una amiga mas del grupo, ya que se adaptó a nosotros rápidamente y nosotros también la recibimos sin problemas. Mauricio siempre vino con ella, eran inseparables, pero la cosa es que después de par de años él decidió cortar con la relación. Con el tiempo él ya no venía tanto para el pueblo y yo con ella solo tenía algún contacto esporádico mediante mensajes de texto o mails, aunque no nos vimos por un buen tiempo.
Pero, llego un día cargado de imprevistos y que fue un día increíble, o mejor dicho una noche increíble. Un sábado que hacia mucho frio, yo había estado estudiando para la facu toda la tarde, ya había terminado y estaba pensado en que era raro que ninguno de mis amigos había dicho nada para hacer a la noche, estaba por escribirles cuando llega un mensaje. Al ver el teléfono me sorprendió ver que era Daiana, había venido a pasar el finde al pueblo, estaba en la casa de Inés y me decía si quería buscarla después de cenar para ir a tomar algo, obviamente le dije que sí, no tenía planes y además sabía que a Mauricio no le importaba ya ella en lo mas mínimo, así que no me iba a traer problemas.
Fui a buscarla en mi moto, hacia un frio horrible, al llegar me atendió Inés, estuvimos hablando un rato en el living, mientras hablábamos me concentre en ver la hermosa mujer que seguía siendo, parecía que no envejecía, en un momento baja por las escaleras daiana, que estaba igual a cuando venía con Mauricio, adelante no puede escanearla mucho porque tenía un pulover bien grande (no puedo evitar darle una mirada a los pechos de las mujeres), pero ni bien me dio la espalda en un momento le clave la mirada en el culo que calzaba, con un jean bien ajustado, y que seguía luciendo muy bien. Hablamos unos minutos mas y nos fuimos, la invitamos a Inés pero sabíamos que no iba a sumarse y efectivamente no lo hizo.
Ya mientras íbamos en la moto, note a Daiana muy cariñosa, puso sus manos en los bolsillos de mi campera y apoyaba su cara sobre mi hombro para hablarme al oído, cuando bajamos de la moto e íbamos al bar se prendió de mi brazo y seguía apoyando su cabeza en mi hombro mientras caminábamos, me resultaba un poco incomodo porque seguía viéndola como la novia de un amigo, así que no reaccione de ninguna manera especial. En el bar tomamos algo y mientras hablábamos de nuestras vidas, una conversación normal, cada tanto ella insistía con salir a caminar, la vedad no tenia ganas de salir a cagarme de frio, pero después de un rato salimos como para caminar y darle el gusto, pensé que le ganaba la nostalgia y quería ver como seguía el centro que tantas veces recorríamos años anteriores, ella volvió a prenderse de mi como antes, ya cada vez me incomodaba menos y lo empezaba a tomar como una provocación, me iba olvidando de eso de que fue novia de un amigo. Caminamos un poco y llegamos a la plaza, me dejaba llevar para donde ella quería, y apunto hacia el centro de la plaza, que no estaba bien iluminada y obvio con el frio no había nadie, llegando a un banco ella seguí abrazándome y con su cara sobre mi hombro, gire mi cara hacia ella y encontré su boca, empezamos a tranzar como novios que no se ven desde hace tiempo, abrazados bien apretados uno del otro, nos movimos hacia un banco que estaba cerca y seguimos besándonos como locos, y no tardamos mucho en jugar con nuestras manos, yo le apretaba el culo y pasaba mis manos sobre sus tetas, ella fregaba su mano por mi bulto que ya era un torre de lo dura que la tenía. Seguimos así por un buen rato, yo ya no estaba tan concentrado en lo que hacíamos, sino que pensaba donde carajo podía llevarla, no tenía donde y no tenia un mango para el telo. Me volaba la cabeza pero no se me ocurría nada, ella se cansó de ver que no arrancábamos para ningún lado, se apartó un poco, nos miramos en silencio y después dijo “mejor vamos yendo”. Lo tome como una sentencia de noche terminada, no recuerdo bien el viaje hasta la casa de Mauricio porque seguí pensando donde podíamos ir, pero no se me ocurrió nada, maldecía no tener un mango para ir al telo.
Llegamos a la casa y volvimos a besarnos cuando ella bajo de la moto, ya me estaba por despedir y me sorprendió con un “¿no bajas? Vamos adentro”, nunca pensé en la posibilidad de entrar a la casa en el estado que estábamos de calentura, era la casa de su ex, que era mi amigo, y que además adentro estaba Inés, mas allá de que obviamente a esta hora ella debía estar durmiendo. Obviamente ya no estaba para pensar mucho, estaba recaliente, con la berga bien dura y en dos segundos ya estábamos adentro. Las luces de la casa estaban todas apagadas, pero se iluminaba bien el living con el fuego del hogar que estaba bien confortable contra el frio que hacia afuera, nos hicimos volar las camperas y caímos al sofá abrazados y continuando con los besos y manoseadas del banco de la plaza, me quito el buzo, yo a ella el pulover, seguimos besándonos hasta que ella me tiro hacia atrás quedando acostado en el sofá, ella en un segundo desabrocho el pantalón, mete su mano y me empieza a pajear suave, me miro con cara de diabla y empezó a chuparme la pija lentamente con una maestría increíble, espectacular, disfrute de la situación por un rato, ella se metía toda la pija en la boca y volvía a subir haciendo delirar de placer, decidí que ya era mi hora, me levante y le quite la remera, sus tetas con el corpiño negro me quedaron justo a la altura de mi boca y empecé a chuparle las tetas con corpiño y todo mientras le apretaba con todas mis fuerzas los cachetes del culo, ella se saco el corpiño y seguí chupando sus tetitas con los pezones bien duros y parados que parecía que se le iban a salir, después de un rato se paró y me saco lo que me quedaba de ropa, yo también me levante y la tire contra el sofá, le saque el jean y la bombachita negra y me estaba arrodillando para empezar a lamer su conchita bien depilada, pero ella me empujó hacia atrás y me dijo que me acostara sobre la alfombra, ella se puso sobre mí al revés y empezamos un furioso 69, tratábamos de hacer silencio, pero no podíamos evitar los suspiros y gemidos cada vez mas fuertes y frecuentes. En un momento ella se levanto agarro mi pija con su mano y mientras se sentaba la dirigía a su concha toda húmeda, la penetre fácilmente, ya estábamos muy lubricados los dos y empezó a cabalgar lentamente, yo tenia la vista perfecta de sus tetas que bamboleaban y ella empezaba a moverse cada vez mas rápido, yo alternaba mis manos entre prenderme de su cola y jugar con sus pechos, no tardamos en tener un ritmo desenfrenado y nos costaba mantener el silencio del lugar. En un momento percibimos algo, ella se detuvo rápidamente, yo abrí los ojos y daiana miraba a un costado, parada a dos metros de nosotros estaba Inés, con ropa interior blanca de señora, no se como explicarlo pero era una bombacha alta definitivamente muy diferentes a las tangas que usaban las chicas con las que había estado. Inés estaba parada mirándonos fijamente, pero a la vez parecía una mirada perdida, no se movía para nada, quedamos nosotros en silencio y quietos también como esperando la puteada pero Inés no reaccionaba, seguramente estuvimos así un segundo solamente pero se me hizo eterno, hasta que Daiana empezó a recobrar el ritmo, al principio mirando fijamente a Inés, después cerro sus ojos y volvió a lo que estábamos haciendo, como si solos fuéramos ella y yo. Actuábamos como si Inés no estaba ahí, pero bien que lo sabíamos y eso encendió mas aun el aire que ya nos quemaba, daiana se movía desaforadamente, alternaba el bajar habiendo fuerza contra mi moviéndose hacia atrás y adelante por momentos y por momentos saltaba sobre mi yendo arriba y abajo cada vez mas fuerte, tanto que empecé a acompañar sus movimientos por temor a que al subir se salga y al bajar me provoque un accidente doloroso, ella gemía como gata, ya no había cuidados con los ruidos y no tardamos en explotar los dos, primero fui yo que no me pude contener mas y ni bien yo acababa lo hizo ella con un grito que creo se escuchó en las casas vecinas. Quedamos exhaustos, transpirados y muertos de calor en la noche que hace rato nos mataba de frio, se tiro hacia mí y quedamos los dos tratando de recobrar el aire.
Enseguida recordamos a nuestra espectadora, que seguía en la misma posición e inmóvil, primero se paró Daiana y fue acercándose de a poco como midiendo sus reacciones, pero Inés era casi una muñeca que estaba ahí para nosotros. Daiana primero beso su mejilla, Ines no reaccionó, cerró sus ojos y suspiro profundo, Daiana fue acercándose a la boca de Inés hasta que empezó a comérsela. Yo todavía acostado aproveche para observar el espectáculo un segundo, tenia una muy buena vista de la cola de Daiana y le hice una radiografía a Inés, a sus pechos que aun con el corpiño podía ver que no era tan chata como creía, y que eran un poco mas grandes que los de su ex nuera, me levante y lentamente me prendí de su cintura desde atrás, apoyándola y comencé a besar su cuello. La única reacción de Inés era su respiración que se escuchaba en el silencio de la noche y cortos suspiros cada vez mas seguidos, mis manos se fueron a sus pechos que se los empecé a manosear mientras Daiana seguía besándola, en un momento me separan mi pecho de la espalda de Inés las manos de daiana que desabrochaban su corpiño, se los saqué rápidamente y empecé a jugar con mis dedos un sus pezones super parados. Nos mantuvimos así por un rato hasta que Daiana agarro sus manos y comenzó a llevarla hacia el sofá, sentó a Inés bien recostada había atrás, casi acostada hacia el respaldo, su cola apoyaba casi en el borde del sofá y sus piernas bien abiertas, Inés solo reaccionaba a nosotros, pero era como si no tendría voluntad propia, me apure a ser yo el que ahora le coma la boca a Inés mientras con una mano seguía apretando su pecho izquierdo, en el otro pude sentir como daiana jugaba con su lengua. No tarde en bajar y hacer lo mismo, con mi mano ahora sobre su vagina, empecé a frotarla y la encontré muy mojada, me sorprendió notar que no estaba afeitada, no me había tocado estar con una mujer que no lo hiciera. No podría aguantar mi calentura así que me fui rápidamente hacia abajo. Mientras le sacaba la bombacha vi como daiana alternaba su boca en los pechos y la boda de Inés, yo comencé a lamerle la concha a Inés, ni bien comencé ella se retorció toda y dio un largo suspiro, yo comencé a jugar con mi lengua por sus labios, cambiaba el ritmo y alternaba movimientos, Inés no dejo nunca de mover su cadera como reacción a los movimientos de mi lengua, yo me prendía de sus muslos con fuerza y me hundía cada vez mas en su vagina bien húmeda, hasta que pude sentir un temblor en sus muslos y su cuerpo entero, lanzo un grito de placer que parecía contenido desde hace largo tiempo, se mordía los labios y volvía a gemir mientras retorcía su cuerpo.
Mientras dejábamos a Inés recuperar el aire, daiana se acercó a mí, buscó con su boca mi berga, así que me levante un poco y comenzó con un exquisito sexo oral, no tardó mucho en sacar su boca y empezar a pajearme con su mano, y a escupir sobre la cabeza que ardía, se aseguro que esté bien lubricada, y con su mano dirigió mi pija a la concha de Inés que estaba toda mojada con la acabada de hace unos minutos, entro rápidamente sin esfuerzo aunque se sentía bastante estrecha, comencé con movimientos suaves y note que daiana se tiraba hacia atrás y comenzaba a jugar con su mano en su concha mientras miraba el espectáculo, toda la situación era de puro placer, acomode bien los pies de Inés sobre mis hombros, la tome bien fuerte de la cintura y empecé a bombear cada vez mas fuerte, Inés gemía y gritaba como loca, y yo no podía cerrar los ojos y dejar de grabarme en la mente las imágenes que me llegaban, los gestos de Inés q abría su boca como para gritar pero sin hacerlo y luego morderse los labios, sus pechos que se bamboleaban con mis empujones, sus pezones bien parados, se sentía genial, yo no paraba de bombear a Inés con fuerza y no tarde mucho en sentir nuevamente que temblaba toda a la vez, que se retorcía y lanzaba un grito, yo seguía penetrándola, ella tiro los brazos hacia mi como queriéndome sacar para que parara de bombearla pero nada en el mundo iba a ser que siga hasta acabarle dentro, era lo único que quería en ese momento, no tarde mucho mas, estaba super caliente, me hizo acabar en forma espectacular, eyacule como nunca antes.
Ni bien pude me tire hacia atrás, me acosté sobre la alfombra porque no daba mas de lo agitado que me sentía, daiana se sento al lado de mis pies, tomo mi pija con su mano y empezó a lamer mi berga, yo no daba mas pero todavía estaba dura mi pija, sentía el trabajo espectacular de su boca y me enloquecía como me miraba mientas jugaba con la cabeza de mi berga con su lengua, solo dejo de mirarme un momento, cuando sentimos a Inés, estaba buscando su corpiño y bombacha del piso y después paso sin mirarnos, con su ropa interior en la mano yendo hacia la escalera, daiana volvió rápido a lo que estaba haciendo, yo me quede mirándola desde atrás a Inés, concentrado en su cola hasta que desapareció en la parte alta de la escalera. Daiana termino de limpiar mi pija que ya le costaba seguir dura y se recostó al lado mío abrazándome, no recuerdo mucho mas, creo que quede dormido inmediatamente, me desperté al rato con mucho frio, con daiana también dormida todavía abrazada a mí y los dos desnudos, la desperté, nos vestimos ayudándonos para seguir el juego. Nos despedimos con una tranza fogoza contra la puerta, y luego me fui.
No volví a ver a daiana nunca mas, intercambiamos algunos mails después pero nunca tocamos el tema de esa noche, después de unos años perdimos contacto. A Inés la veo cada tanto de pasada en el pueblo y cuando visito a Mauricio en su casa, el trato es como antes, no hay nada diferente en su comportamiento hacia mí, pero esa noche la tengo grabada segundo por segundo en mi cabeza.
Terminamos la secundaria y Mauricio se fue a estudiar a rio cuarto, venia casi todos los fines de semana al pueblo y no tardo mucho en venir acompañado, se puso de novio con Daiana, piel morena, alta, pelo negro con rulos, ojos negros, no era una reina de belleza pero no estaba nada mal, con pechos pequeños pero una muy buena cola que le gustaba lucir con jeans bien ajustados. Mas allá de las miradas obvias y de hablar un poco de ella con el resto de los chicos de la junta, nunca la mire de una forma especial, era la novia de un amigo y además una amiga mas del grupo, ya que se adaptó a nosotros rápidamente y nosotros también la recibimos sin problemas. Mauricio siempre vino con ella, eran inseparables, pero la cosa es que después de par de años él decidió cortar con la relación. Con el tiempo él ya no venía tanto para el pueblo y yo con ella solo tenía algún contacto esporádico mediante mensajes de texto o mails, aunque no nos vimos por un buen tiempo.
Pero, llego un día cargado de imprevistos y que fue un día increíble, o mejor dicho una noche increíble. Un sábado que hacia mucho frio, yo había estado estudiando para la facu toda la tarde, ya había terminado y estaba pensado en que era raro que ninguno de mis amigos había dicho nada para hacer a la noche, estaba por escribirles cuando llega un mensaje. Al ver el teléfono me sorprendió ver que era Daiana, había venido a pasar el finde al pueblo, estaba en la casa de Inés y me decía si quería buscarla después de cenar para ir a tomar algo, obviamente le dije que sí, no tenía planes y además sabía que a Mauricio no le importaba ya ella en lo mas mínimo, así que no me iba a traer problemas.
Fui a buscarla en mi moto, hacia un frio horrible, al llegar me atendió Inés, estuvimos hablando un rato en el living, mientras hablábamos me concentre en ver la hermosa mujer que seguía siendo, parecía que no envejecía, en un momento baja por las escaleras daiana, que estaba igual a cuando venía con Mauricio, adelante no puede escanearla mucho porque tenía un pulover bien grande (no puedo evitar darle una mirada a los pechos de las mujeres), pero ni bien me dio la espalda en un momento le clave la mirada en el culo que calzaba, con un jean bien ajustado, y que seguía luciendo muy bien. Hablamos unos minutos mas y nos fuimos, la invitamos a Inés pero sabíamos que no iba a sumarse y efectivamente no lo hizo.
Ya mientras íbamos en la moto, note a Daiana muy cariñosa, puso sus manos en los bolsillos de mi campera y apoyaba su cara sobre mi hombro para hablarme al oído, cuando bajamos de la moto e íbamos al bar se prendió de mi brazo y seguía apoyando su cabeza en mi hombro mientras caminábamos, me resultaba un poco incomodo porque seguía viéndola como la novia de un amigo, así que no reaccione de ninguna manera especial. En el bar tomamos algo y mientras hablábamos de nuestras vidas, una conversación normal, cada tanto ella insistía con salir a caminar, la vedad no tenia ganas de salir a cagarme de frio, pero después de un rato salimos como para caminar y darle el gusto, pensé que le ganaba la nostalgia y quería ver como seguía el centro que tantas veces recorríamos años anteriores, ella volvió a prenderse de mi como antes, ya cada vez me incomodaba menos y lo empezaba a tomar como una provocación, me iba olvidando de eso de que fue novia de un amigo. Caminamos un poco y llegamos a la plaza, me dejaba llevar para donde ella quería, y apunto hacia el centro de la plaza, que no estaba bien iluminada y obvio con el frio no había nadie, llegando a un banco ella seguí abrazándome y con su cara sobre mi hombro, gire mi cara hacia ella y encontré su boca, empezamos a tranzar como novios que no se ven desde hace tiempo, abrazados bien apretados uno del otro, nos movimos hacia un banco que estaba cerca y seguimos besándonos como locos, y no tardamos mucho en jugar con nuestras manos, yo le apretaba el culo y pasaba mis manos sobre sus tetas, ella fregaba su mano por mi bulto que ya era un torre de lo dura que la tenía. Seguimos así por un buen rato, yo ya no estaba tan concentrado en lo que hacíamos, sino que pensaba donde carajo podía llevarla, no tenía donde y no tenia un mango para el telo. Me volaba la cabeza pero no se me ocurría nada, ella se cansó de ver que no arrancábamos para ningún lado, se apartó un poco, nos miramos en silencio y después dijo “mejor vamos yendo”. Lo tome como una sentencia de noche terminada, no recuerdo bien el viaje hasta la casa de Mauricio porque seguí pensando donde podíamos ir, pero no se me ocurrió nada, maldecía no tener un mango para ir al telo.
Llegamos a la casa y volvimos a besarnos cuando ella bajo de la moto, ya me estaba por despedir y me sorprendió con un “¿no bajas? Vamos adentro”, nunca pensé en la posibilidad de entrar a la casa en el estado que estábamos de calentura, era la casa de su ex, que era mi amigo, y que además adentro estaba Inés, mas allá de que obviamente a esta hora ella debía estar durmiendo. Obviamente ya no estaba para pensar mucho, estaba recaliente, con la berga bien dura y en dos segundos ya estábamos adentro. Las luces de la casa estaban todas apagadas, pero se iluminaba bien el living con el fuego del hogar que estaba bien confortable contra el frio que hacia afuera, nos hicimos volar las camperas y caímos al sofá abrazados y continuando con los besos y manoseadas del banco de la plaza, me quito el buzo, yo a ella el pulover, seguimos besándonos hasta que ella me tiro hacia atrás quedando acostado en el sofá, ella en un segundo desabrocho el pantalón, mete su mano y me empieza a pajear suave, me miro con cara de diabla y empezó a chuparme la pija lentamente con una maestría increíble, espectacular, disfrute de la situación por un rato, ella se metía toda la pija en la boca y volvía a subir haciendo delirar de placer, decidí que ya era mi hora, me levante y le quite la remera, sus tetas con el corpiño negro me quedaron justo a la altura de mi boca y empecé a chuparle las tetas con corpiño y todo mientras le apretaba con todas mis fuerzas los cachetes del culo, ella se saco el corpiño y seguí chupando sus tetitas con los pezones bien duros y parados que parecía que se le iban a salir, después de un rato se paró y me saco lo que me quedaba de ropa, yo también me levante y la tire contra el sofá, le saque el jean y la bombachita negra y me estaba arrodillando para empezar a lamer su conchita bien depilada, pero ella me empujó hacia atrás y me dijo que me acostara sobre la alfombra, ella se puso sobre mí al revés y empezamos un furioso 69, tratábamos de hacer silencio, pero no podíamos evitar los suspiros y gemidos cada vez mas fuertes y frecuentes. En un momento ella se levanto agarro mi pija con su mano y mientras se sentaba la dirigía a su concha toda húmeda, la penetre fácilmente, ya estábamos muy lubricados los dos y empezó a cabalgar lentamente, yo tenia la vista perfecta de sus tetas que bamboleaban y ella empezaba a moverse cada vez mas rápido, yo alternaba mis manos entre prenderme de su cola y jugar con sus pechos, no tardamos en tener un ritmo desenfrenado y nos costaba mantener el silencio del lugar. En un momento percibimos algo, ella se detuvo rápidamente, yo abrí los ojos y daiana miraba a un costado, parada a dos metros de nosotros estaba Inés, con ropa interior blanca de señora, no se como explicarlo pero era una bombacha alta definitivamente muy diferentes a las tangas que usaban las chicas con las que había estado. Inés estaba parada mirándonos fijamente, pero a la vez parecía una mirada perdida, no se movía para nada, quedamos nosotros en silencio y quietos también como esperando la puteada pero Inés no reaccionaba, seguramente estuvimos así un segundo solamente pero se me hizo eterno, hasta que Daiana empezó a recobrar el ritmo, al principio mirando fijamente a Inés, después cerro sus ojos y volvió a lo que estábamos haciendo, como si solos fuéramos ella y yo. Actuábamos como si Inés no estaba ahí, pero bien que lo sabíamos y eso encendió mas aun el aire que ya nos quemaba, daiana se movía desaforadamente, alternaba el bajar habiendo fuerza contra mi moviéndose hacia atrás y adelante por momentos y por momentos saltaba sobre mi yendo arriba y abajo cada vez mas fuerte, tanto que empecé a acompañar sus movimientos por temor a que al subir se salga y al bajar me provoque un accidente doloroso, ella gemía como gata, ya no había cuidados con los ruidos y no tardamos en explotar los dos, primero fui yo que no me pude contener mas y ni bien yo acababa lo hizo ella con un grito que creo se escuchó en las casas vecinas. Quedamos exhaustos, transpirados y muertos de calor en la noche que hace rato nos mataba de frio, se tiro hacia mí y quedamos los dos tratando de recobrar el aire.
Enseguida recordamos a nuestra espectadora, que seguía en la misma posición e inmóvil, primero se paró Daiana y fue acercándose de a poco como midiendo sus reacciones, pero Inés era casi una muñeca que estaba ahí para nosotros. Daiana primero beso su mejilla, Ines no reaccionó, cerró sus ojos y suspiro profundo, Daiana fue acercándose a la boca de Inés hasta que empezó a comérsela. Yo todavía acostado aproveche para observar el espectáculo un segundo, tenia una muy buena vista de la cola de Daiana y le hice una radiografía a Inés, a sus pechos que aun con el corpiño podía ver que no era tan chata como creía, y que eran un poco mas grandes que los de su ex nuera, me levante y lentamente me prendí de su cintura desde atrás, apoyándola y comencé a besar su cuello. La única reacción de Inés era su respiración que se escuchaba en el silencio de la noche y cortos suspiros cada vez mas seguidos, mis manos se fueron a sus pechos que se los empecé a manosear mientras Daiana seguía besándola, en un momento me separan mi pecho de la espalda de Inés las manos de daiana que desabrochaban su corpiño, se los saqué rápidamente y empecé a jugar con mis dedos un sus pezones super parados. Nos mantuvimos así por un rato hasta que Daiana agarro sus manos y comenzó a llevarla hacia el sofá, sentó a Inés bien recostada había atrás, casi acostada hacia el respaldo, su cola apoyaba casi en el borde del sofá y sus piernas bien abiertas, Inés solo reaccionaba a nosotros, pero era como si no tendría voluntad propia, me apure a ser yo el que ahora le coma la boca a Inés mientras con una mano seguía apretando su pecho izquierdo, en el otro pude sentir como daiana jugaba con su lengua. No tarde en bajar y hacer lo mismo, con mi mano ahora sobre su vagina, empecé a frotarla y la encontré muy mojada, me sorprendió notar que no estaba afeitada, no me había tocado estar con una mujer que no lo hiciera. No podría aguantar mi calentura así que me fui rápidamente hacia abajo. Mientras le sacaba la bombacha vi como daiana alternaba su boca en los pechos y la boda de Inés, yo comencé a lamerle la concha a Inés, ni bien comencé ella se retorció toda y dio un largo suspiro, yo comencé a jugar con mi lengua por sus labios, cambiaba el ritmo y alternaba movimientos, Inés no dejo nunca de mover su cadera como reacción a los movimientos de mi lengua, yo me prendía de sus muslos con fuerza y me hundía cada vez mas en su vagina bien húmeda, hasta que pude sentir un temblor en sus muslos y su cuerpo entero, lanzo un grito de placer que parecía contenido desde hace largo tiempo, se mordía los labios y volvía a gemir mientras retorcía su cuerpo.
Mientras dejábamos a Inés recuperar el aire, daiana se acercó a mí, buscó con su boca mi berga, así que me levante un poco y comenzó con un exquisito sexo oral, no tardó mucho en sacar su boca y empezar a pajearme con su mano, y a escupir sobre la cabeza que ardía, se aseguro que esté bien lubricada, y con su mano dirigió mi pija a la concha de Inés que estaba toda mojada con la acabada de hace unos minutos, entro rápidamente sin esfuerzo aunque se sentía bastante estrecha, comencé con movimientos suaves y note que daiana se tiraba hacia atrás y comenzaba a jugar con su mano en su concha mientras miraba el espectáculo, toda la situación era de puro placer, acomode bien los pies de Inés sobre mis hombros, la tome bien fuerte de la cintura y empecé a bombear cada vez mas fuerte, Inés gemía y gritaba como loca, y yo no podía cerrar los ojos y dejar de grabarme en la mente las imágenes que me llegaban, los gestos de Inés q abría su boca como para gritar pero sin hacerlo y luego morderse los labios, sus pechos que se bamboleaban con mis empujones, sus pezones bien parados, se sentía genial, yo no paraba de bombear a Inés con fuerza y no tarde mucho en sentir nuevamente que temblaba toda a la vez, que se retorcía y lanzaba un grito, yo seguía penetrándola, ella tiro los brazos hacia mi como queriéndome sacar para que parara de bombearla pero nada en el mundo iba a ser que siga hasta acabarle dentro, era lo único que quería en ese momento, no tarde mucho mas, estaba super caliente, me hizo acabar en forma espectacular, eyacule como nunca antes.
Ni bien pude me tire hacia atrás, me acosté sobre la alfombra porque no daba mas de lo agitado que me sentía, daiana se sento al lado de mis pies, tomo mi pija con su mano y empezó a lamer mi berga, yo no daba mas pero todavía estaba dura mi pija, sentía el trabajo espectacular de su boca y me enloquecía como me miraba mientas jugaba con la cabeza de mi berga con su lengua, solo dejo de mirarme un momento, cuando sentimos a Inés, estaba buscando su corpiño y bombacha del piso y después paso sin mirarnos, con su ropa interior en la mano yendo hacia la escalera, daiana volvió rápido a lo que estaba haciendo, yo me quede mirándola desde atrás a Inés, concentrado en su cola hasta que desapareció en la parte alta de la escalera. Daiana termino de limpiar mi pija que ya le costaba seguir dura y se recostó al lado mío abrazándome, no recuerdo mucho mas, creo que quede dormido inmediatamente, me desperté al rato con mucho frio, con daiana también dormida todavía abrazada a mí y los dos desnudos, la desperté, nos vestimos ayudándonos para seguir el juego. Nos despedimos con una tranza fogoza contra la puerta, y luego me fui.
No volví a ver a daiana nunca mas, intercambiamos algunos mails después pero nunca tocamos el tema de esa noche, después de unos años perdimos contacto. A Inés la veo cada tanto de pasada en el pueblo y cuando visito a Mauricio en su casa, el trato es como antes, no hay nada diferente en su comportamiento hacia mí, pero esa noche la tengo grabada segundo por segundo en mi cabeza.
5 comentarios - Yo, la ex novia y la mamá de mi amigo
EXCELENTE!!!! QUE NOCHE!!!