Buenas y santas comunidad!
Les traigo el Segundo capitulo de los relatos que vengo haciendo. Este se titula: "La primera de Badoo".
Arranque con Badoo/tinder/etc en fines del 2015. Por aquel entonces tenía 22 años. Si bien hablaba con varias a la vez, voy a contar la primera experiencia sexual que tuve con una conquista virtual, la cual fue muy buena y no me voy a olvidar.
Ella, 30 años. Soltera y con un hijo. Pelo castaño, no tenía muchas tetas pero tenía un muy lindo culo trabajado fuertemente en el gimnasio. Tenia unos muy lindos labios bien carnosos, que con los besos te mataba.
Hablábamos seguido, pero luego de una semana sin hablar con ella, recibo un mensaje. Me preguntaba que andaba haciendo, que hacia rato no hablábamos.
Yo estaba con mucho laburo en aquel entonces, y justo ese día estaba volviendo de un viaje de Córdoba.
No sabía bien a qué hora iba a llegar, y no tenía el auto a mano tampoco, asique coordinamos para encontrarnos en un shopping muy conocido en acceso Oeste, en provincia (yo soy de Capital Federal).
Había llegado muy puntual y tenía muchos nervios la verdad. Nunca había salido con una chica que había conocido por una red social. No sabía si ella era, si todo una mentira, o si era la bomba que parecía ser por las fotos.
Cuando la veo llegar, los nervios bajaron un poco: era la de la foto. Nos saludamos con un beso y empezamos a caminar por el shopping. Hablamos de todo: trabajo, la vida de cada uno, su hijo, etc.
Nos mirábamos con ganas de partirnos la boca, asique los nervios iban disminuyendo en gran medida, y también habia muy buena quimica entre ambos.
Pero algo generó un quiebre en mi. Estábamos hablando de boliches de capital federal, a lo que yo en un momento comenté "Hay boliches de mayores de 25 que no me dejan entrar" (yo tenía 22 en aquel entonces). Ella me pregunta sobresaltada "Pero para... cuántos años tenes?". "22" le dije riéndome. Era la edad que figuraba en mi perfil de badoo, el cual ella habia puesto "Me gusta".
Ella no lo podía creer. Pensó que yo tenía 26/27. Yo pensé que me estaba jodiendo, y le dije exaltado: "Pero era la edad que decía mi perfil!".
Ella seguía sorprendida y avergonzada, porque pensaba que era demasiado chico para ella.
Yo en ese momento no sabía que hacer. Ya le había tirado un par de palos, diciéndole que estaba muy buena y demás. Asique le dije "Bueno, si pensás que no soy lo suficiente para vos, me voy, no hay drama". Ella me agarro del brazo y me dijo "No, ya fue, quedate".
Terminamos de comer, y estábamos decidiendo que hacer. Eran algo así como las 23.30. Me preguntó si quería ir a ver una pelicula, a lo que le respondí "Vamos a algún barsito o pool, vos seguro conoces alguno por aca" (ella era de la zona). "Por acá no hay nada, vamos a tener que ir más para el centro" me dijo. Sin duda alguna, acepté.
Íbamos a tomar un taxi, pero me dijo que la noche estaba linda para caminar. La zona era bastante insegura y desolada, y por la noche se ponía muy peligroso. Yo insisti en tomar un taxi, pero ella quería caminar. Y comenzamos el caminio hacia el bar.
La verdad que estaba MUY asustado. No lo voy a negar. Pero tenía tantas ganas de cojermela y hacerle arrepentir de su pensamiento de que era demasiado joven para ella, que ni analisé lo que estaba pasando.
En la calle NO HABÍA NADIE. Había muchos locales cerrados, no había nadie caminando, solo autos que pasaban a gran velocidad. Si era por mi, ya la habria agarrado y puesto contra la pared, haciéndole de todo.
Despues de una larga caminata, llegamos al bar en cuestión. Era un bar rockero, luces muy bajas, con un par de mesas de pool. La cerveza salía como agua. Fuimos directamente a una mesa y pedimos una cerveza para compartir.
No había intentado darle un beso en ningún momento. Lo que me había dicho de la edad me había dejado con miedo y no sabía que hacer. Asique aproveché y le dije con una sonrisa: "bueno para hacerlo divertido, apostemos algo...si yo gano, te tengo que dar un beso...si vos ganás... hacés lo que quieras, te podes ir corriendo si queres". Ella se rió y aceptó el trato.
Ella jugaba muy bien. Era habitué del lugar. Pero yo quería ganarle como sea. La veía jugar y cuando se recostaba en la mesa quería clavarla de un pijazo y dejarla ahí. Además la cerveza estaba haciendo efecto y ya quería todo.
Despues de unos minutos, logré la victoria. Me acerque a ella y reclame el premio. Nos comimos la boca muy intensamente.
Ya muy distendidos y viendo que el beso tuvo buena respuesta, me relaje mas y nos seguimos divirtiendo. Jugamos 2 partidos más, por el mismo premio claro.
Ya eran algo así como las 4 de la mañana. Ella tenía a su hijo de 9 años esperándola en la casa. Pero yo no la quería dejar ir así nomás.
Salimos del bar y empezamos a buscar una remisería. En la mitad del camino, la tomé de la cintura, me la apoye bien fuerte contra mi, le apoye la pija y le comí la boca por un rato bien largo. "Este pendejo te quiere cojer toda" le dije.
Ella me seguía insistiendo en que tenía que volver, que ya era tarde. Yo sabía que además de que tenía que volver por su hijo, seguia pensando que era demasiado joven para ella. Entonces le jugué la psicológica "ok te entiendo, las abuelas se tienen que ir a dormir temprano" le retruqué. Ella enfureció y entre risas me dijo "además no se si hay un telo por acá, y a casa no vas a entrar".
Al momento que me dijo eso, saqué mi celular y empecé a buscar telos por la zona. Habia uno a 2 cuadras.
Llegamos a la puerta y no lo podía creer. Desde afuera, parecía una casa, pero tenía un pequeño cartel rojo que decía "Albergue Transitorio". Las ganas superaban mis miedos y prejuicios, asique entramos. La habitación era muy chica. Tenía una sola cama, una mesa de luz, cenicero, una canilla para lavarse las manos y una televisión de las viejas de tubo.
Entramos a la habitación, y sin esperar mucho, nos desnudamos completamente. No nos hablábamos, era solo comernos la boca y tocarnos todo.
La mezcla de bronca por subestimarme por ser mas joven, mezclado con el alcohol y las ganas de cojer, definieron que el sexo con ella iba a ser más picante y duro.
Me senté en el borde de la cama, la agarre de la nuca y la llevé despacio para mi pija. Mientras me la chupaba me miraba con una cara de ternura espectacular. Pero yo quería que sepa lo que era cojer conmigo. Hacía que se la trague toda. Hacía arcadas y se atragantaba. Incluso se le empezó a correr el delineador de los ojos de algunas lagrimas.
Obviamente que quería probarla toda, asique la tire en la cama y le dije que quería hacer un 69. Cuando se empezó a acomodar arriba mio, la agarré y le dije "Pero vos vas abajo". Me acosté encima de ella y le metí un pijazo en la boca que no me lo olvido más. Mientras ella me la chupaba yo le comía esa conchita hermosa que tenía. Tenía una cicatriz de cesárea del hijo bastante discreta, pero yo me concentré en morderle los labios de la concha que los tenía muy carnosos. La verdad es que hasta ese momento nunca había visto una igual.
Mientras se la chupaba, le metía unos dedos en su culo. A ella no le gustaba y me corría la mano, pero yo le escupía y le volvia a meter los dedos. Ella lo disfrutaba, pero se hacia la dificil.
Despues de estar bien al palo, me puse el preservativo y empecé a disfrutarla. Patitas al hombro, perrito, misionero. De todo probamos. Cada vez que podía, le pegaba unos fuertes chirlos en su cola, o le metía unos dedos, dependiendo de la posición obviamente.
Si bien ella no quiso entregarme la cola, se la chupe tanto que todavía siento su sabor en mi boca. Si hay algo de lo que me arrepiento es de no ver ese culo chorreando leche.
Para finalizar el polvo, le pedí que se acueste boca arriba, con la cabeza colgando en el borde de la cama. Me saqué el preservativo, la agarre de los pelos y le empecé a cojer la boca literalmente. Le pellizcaba los pezones y al ver que le gustaba le decía: "como te gusta esto putita linda". Ella acentía y gemia mientras disfrutaba mi pija en su boca.
Hacía unos 3 meses que no tenía sexo ni me masturbaba, asique le descargué en la garganta un buen chorro de leche. Las pocas gotas que quedaban se las dejé caer en su carita. Ella se relamía, con las manos se amasaba las tetas y con una cara de placer me dio entender que "el pendejo" la cojió bien.
Luego nos higienizamos, ella fumo un poco y nos fuimos.
Esperé una semana y al no tener ningún mensaje de ella, le consulté como estaba y por que no me había hablado más. Su respuesta fue "Me encantás pendejo, pero sos demasiado chico para mi".
Nunca más supe de ella. Ya ni siquiera me acuerdo su nombre. Lo que si me acuerdo es lo mucho que la hice disfrutar y lo mucho que me hizo disfrutar a mi.
FIN
Se agradecen los comentarios gente!
Les traigo el Segundo capitulo de los relatos que vengo haciendo. Este se titula: "La primera de Badoo".
Arranque con Badoo/tinder/etc en fines del 2015. Por aquel entonces tenía 22 años. Si bien hablaba con varias a la vez, voy a contar la primera experiencia sexual que tuve con una conquista virtual, la cual fue muy buena y no me voy a olvidar.
Ella, 30 años. Soltera y con un hijo. Pelo castaño, no tenía muchas tetas pero tenía un muy lindo culo trabajado fuertemente en el gimnasio. Tenia unos muy lindos labios bien carnosos, que con los besos te mataba.
Hablábamos seguido, pero luego de una semana sin hablar con ella, recibo un mensaje. Me preguntaba que andaba haciendo, que hacia rato no hablábamos.
Yo estaba con mucho laburo en aquel entonces, y justo ese día estaba volviendo de un viaje de Córdoba.
No sabía bien a qué hora iba a llegar, y no tenía el auto a mano tampoco, asique coordinamos para encontrarnos en un shopping muy conocido en acceso Oeste, en provincia (yo soy de Capital Federal).
Había llegado muy puntual y tenía muchos nervios la verdad. Nunca había salido con una chica que había conocido por una red social. No sabía si ella era, si todo una mentira, o si era la bomba que parecía ser por las fotos.
Cuando la veo llegar, los nervios bajaron un poco: era la de la foto. Nos saludamos con un beso y empezamos a caminar por el shopping. Hablamos de todo: trabajo, la vida de cada uno, su hijo, etc.
Nos mirábamos con ganas de partirnos la boca, asique los nervios iban disminuyendo en gran medida, y también habia muy buena quimica entre ambos.
Pero algo generó un quiebre en mi. Estábamos hablando de boliches de capital federal, a lo que yo en un momento comenté "Hay boliches de mayores de 25 que no me dejan entrar" (yo tenía 22 en aquel entonces). Ella me pregunta sobresaltada "Pero para... cuántos años tenes?". "22" le dije riéndome. Era la edad que figuraba en mi perfil de badoo, el cual ella habia puesto "Me gusta".
Ella no lo podía creer. Pensó que yo tenía 26/27. Yo pensé que me estaba jodiendo, y le dije exaltado: "Pero era la edad que decía mi perfil!".
Ella seguía sorprendida y avergonzada, porque pensaba que era demasiado chico para ella.
Yo en ese momento no sabía que hacer. Ya le había tirado un par de palos, diciéndole que estaba muy buena y demás. Asique le dije "Bueno, si pensás que no soy lo suficiente para vos, me voy, no hay drama". Ella me agarro del brazo y me dijo "No, ya fue, quedate".
Terminamos de comer, y estábamos decidiendo que hacer. Eran algo así como las 23.30. Me preguntó si quería ir a ver una pelicula, a lo que le respondí "Vamos a algún barsito o pool, vos seguro conoces alguno por aca" (ella era de la zona). "Por acá no hay nada, vamos a tener que ir más para el centro" me dijo. Sin duda alguna, acepté.
Íbamos a tomar un taxi, pero me dijo que la noche estaba linda para caminar. La zona era bastante insegura y desolada, y por la noche se ponía muy peligroso. Yo insisti en tomar un taxi, pero ella quería caminar. Y comenzamos el caminio hacia el bar.
La verdad que estaba MUY asustado. No lo voy a negar. Pero tenía tantas ganas de cojermela y hacerle arrepentir de su pensamiento de que era demasiado joven para ella, que ni analisé lo que estaba pasando.
En la calle NO HABÍA NADIE. Había muchos locales cerrados, no había nadie caminando, solo autos que pasaban a gran velocidad. Si era por mi, ya la habria agarrado y puesto contra la pared, haciéndole de todo.
Despues de una larga caminata, llegamos al bar en cuestión. Era un bar rockero, luces muy bajas, con un par de mesas de pool. La cerveza salía como agua. Fuimos directamente a una mesa y pedimos una cerveza para compartir.
No había intentado darle un beso en ningún momento. Lo que me había dicho de la edad me había dejado con miedo y no sabía que hacer. Asique aproveché y le dije con una sonrisa: "bueno para hacerlo divertido, apostemos algo...si yo gano, te tengo que dar un beso...si vos ganás... hacés lo que quieras, te podes ir corriendo si queres". Ella se rió y aceptó el trato.
Ella jugaba muy bien. Era habitué del lugar. Pero yo quería ganarle como sea. La veía jugar y cuando se recostaba en la mesa quería clavarla de un pijazo y dejarla ahí. Además la cerveza estaba haciendo efecto y ya quería todo.
Despues de unos minutos, logré la victoria. Me acerque a ella y reclame el premio. Nos comimos la boca muy intensamente.
Ya muy distendidos y viendo que el beso tuvo buena respuesta, me relaje mas y nos seguimos divirtiendo. Jugamos 2 partidos más, por el mismo premio claro.
Ya eran algo así como las 4 de la mañana. Ella tenía a su hijo de 9 años esperándola en la casa. Pero yo no la quería dejar ir así nomás.
Salimos del bar y empezamos a buscar una remisería. En la mitad del camino, la tomé de la cintura, me la apoye bien fuerte contra mi, le apoye la pija y le comí la boca por un rato bien largo. "Este pendejo te quiere cojer toda" le dije.
Ella me seguía insistiendo en que tenía que volver, que ya era tarde. Yo sabía que además de que tenía que volver por su hijo, seguia pensando que era demasiado joven para ella. Entonces le jugué la psicológica "ok te entiendo, las abuelas se tienen que ir a dormir temprano" le retruqué. Ella enfureció y entre risas me dijo "además no se si hay un telo por acá, y a casa no vas a entrar".
Al momento que me dijo eso, saqué mi celular y empecé a buscar telos por la zona. Habia uno a 2 cuadras.
Llegamos a la puerta y no lo podía creer. Desde afuera, parecía una casa, pero tenía un pequeño cartel rojo que decía "Albergue Transitorio". Las ganas superaban mis miedos y prejuicios, asique entramos. La habitación era muy chica. Tenía una sola cama, una mesa de luz, cenicero, una canilla para lavarse las manos y una televisión de las viejas de tubo.
Entramos a la habitación, y sin esperar mucho, nos desnudamos completamente. No nos hablábamos, era solo comernos la boca y tocarnos todo.
La mezcla de bronca por subestimarme por ser mas joven, mezclado con el alcohol y las ganas de cojer, definieron que el sexo con ella iba a ser más picante y duro.
Me senté en el borde de la cama, la agarre de la nuca y la llevé despacio para mi pija. Mientras me la chupaba me miraba con una cara de ternura espectacular. Pero yo quería que sepa lo que era cojer conmigo. Hacía que se la trague toda. Hacía arcadas y se atragantaba. Incluso se le empezó a correr el delineador de los ojos de algunas lagrimas.
Obviamente que quería probarla toda, asique la tire en la cama y le dije que quería hacer un 69. Cuando se empezó a acomodar arriba mio, la agarré y le dije "Pero vos vas abajo". Me acosté encima de ella y le metí un pijazo en la boca que no me lo olvido más. Mientras ella me la chupaba yo le comía esa conchita hermosa que tenía. Tenía una cicatriz de cesárea del hijo bastante discreta, pero yo me concentré en morderle los labios de la concha que los tenía muy carnosos. La verdad es que hasta ese momento nunca había visto una igual.
Mientras se la chupaba, le metía unos dedos en su culo. A ella no le gustaba y me corría la mano, pero yo le escupía y le volvia a meter los dedos. Ella lo disfrutaba, pero se hacia la dificil.
Despues de estar bien al palo, me puse el preservativo y empecé a disfrutarla. Patitas al hombro, perrito, misionero. De todo probamos. Cada vez que podía, le pegaba unos fuertes chirlos en su cola, o le metía unos dedos, dependiendo de la posición obviamente.
Si bien ella no quiso entregarme la cola, se la chupe tanto que todavía siento su sabor en mi boca. Si hay algo de lo que me arrepiento es de no ver ese culo chorreando leche.
Para finalizar el polvo, le pedí que se acueste boca arriba, con la cabeza colgando en el borde de la cama. Me saqué el preservativo, la agarre de los pelos y le empecé a cojer la boca literalmente. Le pellizcaba los pezones y al ver que le gustaba le decía: "como te gusta esto putita linda". Ella acentía y gemia mientras disfrutaba mi pija en su boca.
Hacía unos 3 meses que no tenía sexo ni me masturbaba, asique le descargué en la garganta un buen chorro de leche. Las pocas gotas que quedaban se las dejé caer en su carita. Ella se relamía, con las manos se amasaba las tetas y con una cara de placer me dio entender que "el pendejo" la cojió bien.
Luego nos higienizamos, ella fumo un poco y nos fuimos.
Esperé una semana y al no tener ningún mensaje de ella, le consulté como estaba y por que no me había hablado más. Su respuesta fue "Me encantás pendejo, pero sos demasiado chico para mi".
Nunca más supe de ella. Ya ni siquiera me acuerdo su nombre. Lo que si me acuerdo es lo mucho que la hice disfrutar y lo mucho que me hizo disfrutar a mi.
FIN
Se agradecen los comentarios gente!
6 comentarios - Relatos de gente normal II, la primera de Badoo
GRACIAS POR COMPARTIR!