El relato de una sabrosa...
Esto que les voy a contar, me sucedio cuando tenia 18 años,
soy de estatura mediana, piel blanca, grandes ojos castaños,
cabello largo castaño claro, soy rellenita de cintura pequeña,
busto grande, pero mi mayor atractivo es mi enorme y parado culo (bueno solo mide 100)
, en ese entonces era estudiante del primer año la carrera de leyes, por esos dias un compañero de la facultad nos invito a celebrar su cumpleaños, en esa fiesta conocí a Carlos, un abogado de 40 años, no muy guapo pero bastante educado y elegante, aunque no le tomé mucho interes porque iba con su esposa e hija recien nacida, poco despues este mismo compañero me comentó que Carlos estaba buscando una ayudante para su bufete, a lo que yo me ofreci inmediatamente pues hacia unas semanas estaba buscando una oportunidad de pasantía para practicar la carrera que estaba estudiando, el dia que me entrevisto llevaba yo un vestido azul muy formal pero bastante sexy, me di cuenta que se puso nervioso xq mi vestido era lo suficientemente corto para que viera mis torneadas piernas y lo bastante pegado para que adivinara la forma de mi redondeado culo y busto , senti su mirada de lujuria recorrer mi cuerpo lo que me excito tanto que quise que me cogiera en ese mismo instante, él al darse cuenta de su propia mirada disimuló inmediatamente, ese dia me trato de una manera tan formal y amable, que me dejo impactada, yo estaba recien graduada de la preparatoria asi que estaba acostumbrada a las boberias de los chavitos de mi edad, asi que conocer a alguien que me tratara como adulta me hacia sentir importante, ese mismo dia empecé a trabajar directamente con él y tuvo que salir a una diligencia teniendo que quedarme yo a atender lo que se ofreciera, cuando se fue, comencé a tocarme las tetas, las piernas, la raja, pensando en que eran sus manos las que lo hacian, pero me interrumpió el telefono asi que dejé de hacerlo, los dias fueron pasando y Carlos empezo a tenerme confianza y a llevarme con él a las diligencias, yo para provocarlo me vestia aunque formal lo más provocativa para él, a propósito dejaba botones de mi blusa sin cerrar, o haciendo como que no lo notaba, me sentaba con las piernas abiertas para que viera mis tanguitas, todos los dias me depilaba pensando en que quiza ese seria el dia en que Carlos se atrevería a cogerme, sin embargo él aunque se excitaba mucho al ver mi culo cuando casi se lo ofrecia poniendolo en su cara (claro sin darme cuenta y de manera "inocente"), él hacia como que no notaba nada, aunque yo me percataba de sus erecciones que trataba de disimular con mucha dificultad, llegaron mis segundos exámenes parciales asi que una mañana le pedi que si ese dia despues de terminar el horario de trabajo podia ayudarme a estudiar y responder algunas dudas que tenia al respecto, a lo que accedio amablemente, terminado el dia, se cerro la oficina y todos se fueron quedandonos solos, yo me sentia bastante cansada por el stress de los examenes y el ajetreo del trabajo, asi que Carlos se ofrecio a darme un masaje que acepte con todo gusto, el vestido que llevaba dejaba ver mi generoso busto, asi que comenzó masajeando mi cuello, mis hombros, que rico yo me estaba relajando y excitando cada vez más y más, de pronto comenzo a darme masaje en las tetas lo que me sorprendió muchisimo pues para entonces ya me habia resignado a que yo no le interesaba, -esto es lo que querias putita- me dijo, a lo que yo respondí si mi amor desde el primer dia que llegué me tocaba pensando en tus manos recorriendo mi cuerpo; me abrazó levemente, cerre los ojos y me entregue a sentir su boca y su ardiente lengua en la mía, sus manos ya recorrian mi cintura, mis enormes nalgas, yo tocaba su enorme bulto por sobre el pantalón, lo acariciaba y disfrutaba al máximo con mi querido jefe, recuerdo cuando por fin pude ver en directo el objeto de mi deseo, saque su miembro del pantalon y por fin pude disfrutarlo, estaba tan grande, grueso perfectamente erecto, duro, con unas venas hermosas y vibrantes que me invitaban a lamerló, estaba húmedo, de su prominente glande emanaban grandes cantidades de liquido presemínal, lo primero q hice fue sostenerlo, para sentir entre mis manos esa enorme verga que tanto deseaba dentro de mi, como pude lo introduje a mi boca, tuve q hacer un esfuerzo, era tan grande casi no me entraba, lo metí lo mas que pude a lo profundo de mi boca y solo pude alcanzar a comerme la mitad! Que delicia! Su sabor era increíble, era el dulce mas rico del mundo con la forma de un pene, empecé a disfrutarlo, lo metía y lo sacaba, lo lamía, lo chupaba, lo devoraba hambrienta de el! Segui haciéndolo, mientras acariciaba sus testículos y el gemia de placer, despues de un rato me sentó en el escritorio, se arrodillo entre mis piernas, yo las abri y él empezo a meter su boca dentro de mi conchita, metia su lengua muy dentro me hacia gozar muy rico yo gritaba y le pedia mas y mas le decia que rico papito asi asiiii, mi panochita estaba completamente mojada a causa de tan rico masaje, yo ya no aguantaba más, así que grité con desesperación ¡¡¡COGEME!!! METEMELA YA POR FAVORRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!. Petición que no se hizo esperar, pues en ese momento mi mamante sujetó mi tanguita por el borde y me la bajó de inmediato, mi conchita estaba completamente descubierta y mojada, y como estaba totalmente depilada, mis fluidos empezaban a escurrir poco a poco, se sento en el sillon, invitandome a que lo hiciera yo misma, me monte sobre aquella enorme verga y comence a cabalgarla, ooooohhhh!!!! Siiiii!!! Recordarlo hace que se moje de nuevo mi tanguita, a cada embestida que yo misma me daba me ponia mas caliente ya no podia parar de gritar y él lo estaba disfrutando, sus gestos, sus gemidos todo me ponia a mil, estaba volando, me sentia en las nubes, Carlos estaba volviendose loco, al cabo de un rato los dos comenzamos a sentir la venida OOOOOOHHHHH!!!!! Que rico, terminamos juntos, seguimos besandonos por largo rato, lo hicimos varias veces esa tarde hasta la hora en que se suponia salia de la facu, nos hicimos amantes durante el año que trabajé con él, despues trabajé en otro lugar, pero seguia visitandolo de vez en cuando en su oficina, incluso en su casa, en la propia cama de su esposa, y en la de sus hijas
Esto que les voy a contar, me sucedio cuando tenia 18 años,
soy de estatura mediana, piel blanca, grandes ojos castaños,
cabello largo castaño claro, soy rellenita de cintura pequeña,
busto grande, pero mi mayor atractivo es mi enorme y parado culo (bueno solo mide 100)
, en ese entonces era estudiante del primer año la carrera de leyes, por esos dias un compañero de la facultad nos invito a celebrar su cumpleaños, en esa fiesta conocí a Carlos, un abogado de 40 años, no muy guapo pero bastante educado y elegante, aunque no le tomé mucho interes porque iba con su esposa e hija recien nacida, poco despues este mismo compañero me comentó que Carlos estaba buscando una ayudante para su bufete, a lo que yo me ofreci inmediatamente pues hacia unas semanas estaba buscando una oportunidad de pasantía para practicar la carrera que estaba estudiando, el dia que me entrevisto llevaba yo un vestido azul muy formal pero bastante sexy, me di cuenta que se puso nervioso xq mi vestido era lo suficientemente corto para que viera mis torneadas piernas y lo bastante pegado para que adivinara la forma de mi redondeado culo y busto , senti su mirada de lujuria recorrer mi cuerpo lo que me excito tanto que quise que me cogiera en ese mismo instante, él al darse cuenta de su propia mirada disimuló inmediatamente, ese dia me trato de una manera tan formal y amable, que me dejo impactada, yo estaba recien graduada de la preparatoria asi que estaba acostumbrada a las boberias de los chavitos de mi edad, asi que conocer a alguien que me tratara como adulta me hacia sentir importante, ese mismo dia empecé a trabajar directamente con él y tuvo que salir a una diligencia teniendo que quedarme yo a atender lo que se ofreciera, cuando se fue, comencé a tocarme las tetas, las piernas, la raja, pensando en que eran sus manos las que lo hacian, pero me interrumpió el telefono asi que dejé de hacerlo, los dias fueron pasando y Carlos empezo a tenerme confianza y a llevarme con él a las diligencias, yo para provocarlo me vestia aunque formal lo más provocativa para él, a propósito dejaba botones de mi blusa sin cerrar, o haciendo como que no lo notaba, me sentaba con las piernas abiertas para que viera mis tanguitas, todos los dias me depilaba pensando en que quiza ese seria el dia en que Carlos se atrevería a cogerme, sin embargo él aunque se excitaba mucho al ver mi culo cuando casi se lo ofrecia poniendolo en su cara (claro sin darme cuenta y de manera "inocente"), él hacia como que no notaba nada, aunque yo me percataba de sus erecciones que trataba de disimular con mucha dificultad, llegaron mis segundos exámenes parciales asi que una mañana le pedi que si ese dia despues de terminar el horario de trabajo podia ayudarme a estudiar y responder algunas dudas que tenia al respecto, a lo que accedio amablemente, terminado el dia, se cerro la oficina y todos se fueron quedandonos solos, yo me sentia bastante cansada por el stress de los examenes y el ajetreo del trabajo, asi que Carlos se ofrecio a darme un masaje que acepte con todo gusto, el vestido que llevaba dejaba ver mi generoso busto, asi que comenzó masajeando mi cuello, mis hombros, que rico yo me estaba relajando y excitando cada vez más y más, de pronto comenzo a darme masaje en las tetas lo que me sorprendió muchisimo pues para entonces ya me habia resignado a que yo no le interesaba, -esto es lo que querias putita- me dijo, a lo que yo respondí si mi amor desde el primer dia que llegué me tocaba pensando en tus manos recorriendo mi cuerpo; me abrazó levemente, cerre los ojos y me entregue a sentir su boca y su ardiente lengua en la mía, sus manos ya recorrian mi cintura, mis enormes nalgas, yo tocaba su enorme bulto por sobre el pantalón, lo acariciaba y disfrutaba al máximo con mi querido jefe, recuerdo cuando por fin pude ver en directo el objeto de mi deseo, saque su miembro del pantalon y por fin pude disfrutarlo, estaba tan grande, grueso perfectamente erecto, duro, con unas venas hermosas y vibrantes que me invitaban a lamerló, estaba húmedo, de su prominente glande emanaban grandes cantidades de liquido presemínal, lo primero q hice fue sostenerlo, para sentir entre mis manos esa enorme verga que tanto deseaba dentro de mi, como pude lo introduje a mi boca, tuve q hacer un esfuerzo, era tan grande casi no me entraba, lo metí lo mas que pude a lo profundo de mi boca y solo pude alcanzar a comerme la mitad! Que delicia! Su sabor era increíble, era el dulce mas rico del mundo con la forma de un pene, empecé a disfrutarlo, lo metía y lo sacaba, lo lamía, lo chupaba, lo devoraba hambrienta de el! Segui haciéndolo, mientras acariciaba sus testículos y el gemia de placer, despues de un rato me sentó en el escritorio, se arrodillo entre mis piernas, yo las abri y él empezo a meter su boca dentro de mi conchita, metia su lengua muy dentro me hacia gozar muy rico yo gritaba y le pedia mas y mas le decia que rico papito asi asiiii, mi panochita estaba completamente mojada a causa de tan rico masaje, yo ya no aguantaba más, así que grité con desesperación ¡¡¡COGEME!!! METEMELA YA POR FAVORRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!. Petición que no se hizo esperar, pues en ese momento mi mamante sujetó mi tanguita por el borde y me la bajó de inmediato, mi conchita estaba completamente descubierta y mojada, y como estaba totalmente depilada, mis fluidos empezaban a escurrir poco a poco, se sento en el sillon, invitandome a que lo hiciera yo misma, me monte sobre aquella enorme verga y comence a cabalgarla, ooooohhhh!!!! Siiiii!!! Recordarlo hace que se moje de nuevo mi tanguita, a cada embestida que yo misma me daba me ponia mas caliente ya no podia parar de gritar y él lo estaba disfrutando, sus gestos, sus gemidos todo me ponia a mil, estaba volando, me sentia en las nubes, Carlos estaba volviendose loco, al cabo de un rato los dos comenzamos a sentir la venida OOOOOOHHHHH!!!!! Que rico, terminamos juntos, seguimos besandonos por largo rato, lo hicimos varias veces esa tarde hasta la hora en que se suponia salia de la facu, nos hicimos amantes durante el año que trabajé con él, despues trabajé en otro lugar, pero seguia visitandolo de vez en cuando en su oficina, incluso en su casa, en la propia cama de su esposa, y en la de sus hijas
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