Trio con mis vecinos

Hola. Mi nombre es Alejandro, tengo 40 años y hace unos meses me separe después de 11 años de matrimonio y un hijo en común. Me fui a vivir a un depto en la zona de Belgrano chico, son tres departamentos por piso y 4 pisos de alto. Al no ser tantos es como que de alguna manera nos conocemos de cruzarnos en el Hall o el ascensor. 
Particularmente en el piso donde vivo hay una pareja de unos 25 años de edad, el maneja un camión y ella trabaja en una oficina, pero lo más importante no es eso, sino lo que gozan cuando hacen el amor, se escuchan los gemidos de ella en todo el piso, una vez me tocó ir con los dos en el ascensor y ver cómo ella le manoteaba el bulto sin ningún problema. 
Una noche me despierto tipo dos sobresaltado por los gemidos de ella, apoye la oreja contra la pared y escuche la frase “quiero que me cojas todo el culo y sino le voy a decir al vecino que me lo coja". Ahí nomas tuve una erección como hacía tiempo no tenía, así en boxes como estaba, abrí la puerta y me diriji hacia la puerta del depto de ellos, trague saliva y golpee la puerta, se hizo un silencio y ella abrió la puerta, estaba solo con una remera blanca que dejaba ver sus pezones duros de la excitación. No dije una palabra, sólo la mire a los ojos y ella miro mi verga tiesa como una roca, automáticamente me tomo de la mano y me metió adentro del depto, me llevo de la mano hasta la habitación y le dijo al marido: mira quién vino a visitarnos, mientras con la otra mano déjaba al descubierto mi pija. 
El marido esbozo una sonrisa, y me dijo “bienvenido”.
Ella se arrodilló a mi lado y comenzó a mamarme la verga que a esta altura tenía la cabeza roja como un fuego. El marido se levantó de la cama, se acostó en el piso y empezó a chuparle la concha y le pasaba la lengua hasta la entrada del culo, ella gemia como podía ya que tenía la boca llena. El se fue para la cama, se sentó en el borde, ella fue y se sentó dándole la espalda, yo quede parado de frente a ella, se acomodó la pija del marido adentro de la concha y comenzó a cabalgar, mientras hice dos pasos hacia adelante y mi verga quedó a la altura de su boca, la tome de la nuca y se la hice comer toda, estaba sacado, no podía creer lo que estaba pasando. 
En un momento levanta la vista y me dice: dame toda la leche, no tarde ni dos segundos que le mandé un chorro que casi la ahoga…
A su vez el marido al ver está situación, se calentó tanto que también acabo. Nos tiramos un rato los tres en la cama y después de unos minutos ella se levanta de la cama, se acerca a la mesa de luz y saca una regla y dice: el que tenga la pija más grande de los dos me va a hacer el culo. Con el marido nos miramos a la cara y automáticamente miramos la pija del otro. Ella comienza a hacernos una paja, hasta lograr que se pararán las Vergas nuevamente, toma la regla y mide la del marido, 17,5 cm, inmediatamente supe que ese culo iba a ser mío, yo calzó 19. 
Efectivamente gane el concurso de pijas, ella otra vez fue a la mesa de luz pero está vez saco un gel, lo froto por su ano y por mi pija, se colocó en cuatro sobre la cama y el marido le separó los cachetes del culo para que yo pudiese entrar, ahí nomas le apoye la cabeza en la entrada, tome aire y le Di un empujón que casi la hago ir de boca, lanzó un gemido mezcla dolor y placer, y me dijo, si así, cojeme el culo, rompemelo todo. 
El marido se acomodó debajo de ella y comenzó a penetrarla por la concha, ella gritaba, se tiraba de los pelos, se acariciaba las tetas, ya no sabía que hacer de lo excitada que estaba. Así seguimos un rato hasta que le dije: no aguanto más Y ella me dijo, llenarme el culo de leche Papito. 
Así fue, le acabe adentro de ese culo hermoso, el marido salio y le acabo en la cara, luego se levantó y trajo 3 porrones de cerveza. La tome de una, estaba muerto de sed, agarré mi boxer que estaba en el piso, me lo puse, le Di un beso a ella en la boca y la mano a el, y me fui a mi departamento con una sonrisa de oreja a oreja. 
Esta historia es real, espero les haya gustado.