Primera parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3232142/Sister.html
Segunda parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3237750/Sister-II.html
Tercera parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3241382/Sister-III-Azul.html
- ¿Estás despierta?
-Mm…
-Me lo chapé a tu hermano.
-Asquerosa.
-Jaja, dale boluda.
- ¿Qué querés que te diga?
-Nada… Casi cojemos.
-Asquerosa, jaja. ¿Y qué pasó?
-No me animé… Vos cojiste, ¿no?
-Sí.
- ¿Y?
-Qué se yo… Estuvo bueno.
-Me re tocó el culo.
-También, con esa cola que tenés, como para no tocártela, jaja.
Azul, boca abajo, con su cara a un costado, sonrió. Kiara, en la misma posición, extendió el brazo derecho y depositó la palma de su mano sobre una de las nalgas de su amiga. Sus miradas continuaron fijas una en la otra, imperturbables.
- ¿Qué hago? -preguntó Azul al aire.
-Lo que quieras.
- ¡Quiero coger con Mati!
- ¡Entonces hacelo! -respondió Kiara, levemente ofuscada.
-Para vos es fácil decirlo, ya no sos virgen…
-Virgen… Te quedaste en la época de las cavernas, amiga. Relajáte.
Kiara montó a Azul, aún boca abajo, y comenzó a masajear sus hombros. Siguió por la espalda, presionando sus pulgares. Llegó hasta el inicio de su cola, cuando amasó sus nalgas. Azul se reía en forma un poco nerviosa, pero disfrutaba. Kiara comenzó a bajar lentamente su minishort gris. Bajó su cabeza y besó su culo frío. Las risitas de Azul fueron reemplazadas por pequeños jadeos prácticamente inaudibles. Finalmente, Kiara despojó a Azul de su short.
- ¿Qué hacés?
- ¿No querés que te enseñe a coger?
Azul no respondió. Kiara comenzó a morder el hilo de la tanga, corriéndola con sus dientes con brackets. Su lengua comenzó a abrirse paso entre los cachetes, hasta llegar hasta el ano. Lo lamía como si fuese un delicioso chocolate. Los jadeos de Azul eran cada vez más sonoros, a medida que flexionaba sus piernas para ofrendar la totalidad de su culo. Kiara sentía su lengua seca y áspera, estimulada. De repente, la volvió frente a ella, colocándose cara a cara. Azul respiraba agitadamente. Su mirada reflejaba una entrega total. Kiara atacó su boca con un beso agudo. Azul la correspondió, tomándole la cara. El ruido de esos tarascones llenaba la habitación, suavemente iluminada por la luz de la mañana. Kiara abandonó la boca de Azul para bajar rápidamente a la entrepierna. El pubis se encontraba bellamente transpirado, y la vagina palpitante. Apoyó su nariz, cercana al clítoris, pudiendo oler el leve y gustoso aroma a pis de esa conchita virginal. Poco a poco fue alimentándose de sus labios carnosos y los espesos jugos. En cierto punto, Azul ya se encontraba completamente abierta de piernas, mientras con sus manos hundía la cabeza de Kiara en su pequeña vagina. Ambas se encontraban acaloradas, extasiadas, casi en trance. Kiara sintió era momento de deslizar sus delgados dedos en la profundidad de Azul. Llegaron a ser dos. La maravillosa escena mostraba como se introducían y salían velozmente.
-Voy a acabar, voy a acabar…-musitaba Azul.
Kiara se acercó a los pechos de Azul, perfectamente redondos, exuberantes, y excitados. Comenzó a chuparlos, concentrándose en los pezones, mordiéndolos tenuemente, sin descuidar la penetración manual.
-Voy a acabar Ki, voy a acabar… Besame…
Kiara fue hasta su boca, y se besaron de modo idílico. A los pocos segundos, Azul llegó al clímax. Su apetecible cuerpo se contorsionaba grácilmente a raíz de los espasmos provocados por el orgasmo.
-Me encantás…-susurró Azul sin dejar de besar a Kiara, que también se sentía algo enamorada.
Segunda parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3237750/Sister-II.html
Tercera parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3241382/Sister-III-Azul.html
- ¿Estás despierta?
-Mm…
-Me lo chapé a tu hermano.
-Asquerosa.
-Jaja, dale boluda.
- ¿Qué querés que te diga?
-Nada… Casi cojemos.
-Asquerosa, jaja. ¿Y qué pasó?
-No me animé… Vos cojiste, ¿no?
-Sí.
- ¿Y?
-Qué se yo… Estuvo bueno.
-Me re tocó el culo.
-También, con esa cola que tenés, como para no tocártela, jaja.
Azul, boca abajo, con su cara a un costado, sonrió. Kiara, en la misma posición, extendió el brazo derecho y depositó la palma de su mano sobre una de las nalgas de su amiga. Sus miradas continuaron fijas una en la otra, imperturbables.
- ¿Qué hago? -preguntó Azul al aire.
-Lo que quieras.
- ¡Quiero coger con Mati!
- ¡Entonces hacelo! -respondió Kiara, levemente ofuscada.
-Para vos es fácil decirlo, ya no sos virgen…
-Virgen… Te quedaste en la época de las cavernas, amiga. Relajáte.
Kiara montó a Azul, aún boca abajo, y comenzó a masajear sus hombros. Siguió por la espalda, presionando sus pulgares. Llegó hasta el inicio de su cola, cuando amasó sus nalgas. Azul se reía en forma un poco nerviosa, pero disfrutaba. Kiara comenzó a bajar lentamente su minishort gris. Bajó su cabeza y besó su culo frío. Las risitas de Azul fueron reemplazadas por pequeños jadeos prácticamente inaudibles. Finalmente, Kiara despojó a Azul de su short.
- ¿Qué hacés?
- ¿No querés que te enseñe a coger?
Azul no respondió. Kiara comenzó a morder el hilo de la tanga, corriéndola con sus dientes con brackets. Su lengua comenzó a abrirse paso entre los cachetes, hasta llegar hasta el ano. Lo lamía como si fuese un delicioso chocolate. Los jadeos de Azul eran cada vez más sonoros, a medida que flexionaba sus piernas para ofrendar la totalidad de su culo. Kiara sentía su lengua seca y áspera, estimulada. De repente, la volvió frente a ella, colocándose cara a cara. Azul respiraba agitadamente. Su mirada reflejaba una entrega total. Kiara atacó su boca con un beso agudo. Azul la correspondió, tomándole la cara. El ruido de esos tarascones llenaba la habitación, suavemente iluminada por la luz de la mañana. Kiara abandonó la boca de Azul para bajar rápidamente a la entrepierna. El pubis se encontraba bellamente transpirado, y la vagina palpitante. Apoyó su nariz, cercana al clítoris, pudiendo oler el leve y gustoso aroma a pis de esa conchita virginal. Poco a poco fue alimentándose de sus labios carnosos y los espesos jugos. En cierto punto, Azul ya se encontraba completamente abierta de piernas, mientras con sus manos hundía la cabeza de Kiara en su pequeña vagina. Ambas se encontraban acaloradas, extasiadas, casi en trance. Kiara sintió era momento de deslizar sus delgados dedos en la profundidad de Azul. Llegaron a ser dos. La maravillosa escena mostraba como se introducían y salían velozmente.
-Voy a acabar, voy a acabar…-musitaba Azul.
Kiara se acercó a los pechos de Azul, perfectamente redondos, exuberantes, y excitados. Comenzó a chuparlos, concentrándose en los pezones, mordiéndolos tenuemente, sin descuidar la penetración manual.
-Voy a acabar Ki, voy a acabar… Besame…
Kiara fue hasta su boca, y se besaron de modo idílico. A los pocos segundos, Azul llegó al clímax. Su apetecible cuerpo se contorsionaba grácilmente a raíz de los espasmos provocados por el orgasmo.
-Me encantás…-susurró Azul sin dejar de besar a Kiara, que también se sentía algo enamorada.
2 comentarios - Sister IV: Bonus