Sin querer queriendo...

Hola Poringuer@s!
Mi relato a continuación es 100% real. Solo alteré nuestros nombres.

Todo comenzó hace un poco más de 2 años (Junio-Julio 2016). Mi nombre es Dani, casado, 36 años, una hija. Soy profe. De hecho que a ella la conocí por ser compañeros de trabajo. Ella es Vani, 36 años, soltera por elección, morocha, también profe.
Nuestra relación comenzó a crecer a partir de chatear por Wpp (bendito Whatsapp!). Primero, comenzamos a chatear de cosas en comunes, por supuesto que ella sabía que yo soy casado, pero traté de no hacer hincapié en eso jamás. Ella me contó que hacía muy poco que se había separado de su novio y estaba plenamente soltera sin ánimos de iniciar nada.

Pero antes de continuar, cuento esto primero: hace 10 años que estoy casado, en un matrimonio promedio donde el sexo con tu mujer no es de los mejores, nunca lo fue en realidad, sino mas bien que había que buscarlo (siempre primero de mi parte) porque nunca fue algo fuerte en mi esposa. Al principio de la relación quizás eran mas seguidos los encuentros sexuales pero luego cada vez, a medida que pasaron los años, se fueron haciendo mas extensos los períodos de sequías y el promedio no llegaba a 1 o 2 veces... POR MES o 1 vez CADA 2 MESES!!, entonces se prendió una alarma interna en mi ya que yo soy muy calentón y al no ponerla, mis erecciones eran cada vez mas frecuentes. Trataba cada tanto de tocarme cuando me bañaba o cuando me acostaba en la otra habitación de casa. Cuando nació mi hija, lo sexual quedó aún más al costado en la relación. Fue ahí donde más se acentúo mi crisis y aunque mi intención nunca fue la de engañar a mi pareja, las cosas se fueron dando tal cual lo relato... habrá alguno de los que esta leyendo esto que se siente identificado en lo que estoy escribiendo???

Vivo en un depto donde las habitaciones están en la planta superior y abajo se encuentran el living - comedor - cocina más un baño chiquito. Para esos tiempos trataba de quedarme hasta mas tarde abajo con la excusa de terminar unas carpetas y corregir prácticos de alumnos para poder chatear con Vani, mientras mi esposa y la bebe se iban a dormir. Luego le decía que dormiría en la habitación de al lado para que ellas duerman tranquilas en nuestra cama matrimonial. Aprovechaba esos tiempos para poder chatear a toda hora con ella, sumado a que 2 veces en la semana nos cruzábamos en nuestro lugar de trabajo. Cuando nos veíamos en el colegio trataba de que nuestra relación sea lo mas normal, charlar con el resto de los compañeros para que nadie piense nada extraño de nosotros, aunque nuestras miradas comenzaban a buscarse espontáneamente. Aclaro que mientras chateamos este tiempo nuestras conversaciones nunca fueron de índole sexual sino mas bien de contarnos cosas, de nuestro trabajo, de crear una amistad y afianzar confianza mutua, indudablemente ella necesitaba que alguien la escuche y ahí estaba yo. Así que a la mañana temprano la saludaba con un "Buen día, cómo estas?" o "Descansaste bien?" o "Que tengas una hermosa mañana!". Ella también me enviaba mensajes para iniciar una conversación: "Te acordás que te conté de..." o "No me terminaste de contar de esto o aquello..."
Fue a partir de que los chats nocturnos comenzaron a incrementarse + la calentura espacial que tenia para esos tiempos, producto de mi abstinencia, que comencé a tirarle algunas indirectas, muy sutiles por cierto, como: "Qué lindo los zapatos que tenias puesto hoy!" o "Me encanta cómo te queda el uniforme!" (a las mujeres les encanta que las elogien se sienten únicas, reinas, diosas) . Siempre con la idea de captar su atención al 100% . Creo que se dio cuenta de que ella comenzaba a destacarse por sobre el resto de mis compañeras y yo la empezaba a mirar cada vez más con ojos libidinosos ja! Por supuesto que después los mensajes comenzaron a subir de tono...
Internamente sabía que como se iba dando la situación tarde o temprano terminaría pasando algo entre nosotros y así fue...

A finales de Julio durante una reunión de profes, que terminaba tipo 21 hs (hacía frío - pleno invierno) le hago saber por wpp (sin que nadie se de cuenta que le escribía a ella) que cuando termine la reunión no se vaya, que si me permitía llevarla hasta su casa, que quedaba a unas cuantas cuadras del cole. Cuando terminó la reunión y esperamos que casi todos se fueran, nos subimos a mi auto y le digo: "Antes de llevarte hasta tu casa, te parece si damos una vuelta?". Después de andar como 30 minutos desde que salimos buscamos un lugar tranquilo, en un pasaje con muy poca luz, era la primera vez que nos encontrábamos solos. Los vidrios estaban completamente empañados, recuerdo que había luna esa noche, y después de charlar y reírnos un rato, sentía que el corazón me latía a mil, ella también se notaba muy nerviosa, los 2 sabíamos (después nos lo confesamos) que esa noche algo iba a suceder... en un momento de silencio, la miré a los ojos y no pude resistir la tentación de comerle la boca... siiiii, ahí estábamos, comiéndonos la boca el uno al otro, en total complicidad! Los 2 estábamos re calientes, indudablemente era una cuestión de piel que 2 personas intenten saciarse pero no se satisfacen y quieren más y más. Era mucho el deseo reprimido que teníamos escondido por el otro. Estuvimos un rato más, el tiempo es tirano en la vida y teníamos que volver a la realidad, en especial yo para evitar preguntas, pero esa noche solo fue eso y nada mas... nos reíamos de la situación creo que sin entender nada de nada: yo había dicho (alguna vez durante una conversación con mis compañeros) que sería incapaz de serle infiel a mi esposa, ella dijo alguna vez (también frente a los compañeros) que nunca se metería con alguien casado por una cuestión moral... en fin, ni ella ni yo sostuvimos lo que alguna vez dijimos en publico...
Luego la acerque a su casa... bueno, hasta la esquina para no levantar sospechas jaja! Cuando volvía a mi casa me sentía como shockeado por lo que estaba viviendo, no caía en lo que acababa de suceder. Cuando llegué a casa solo saludé de palabras a mi esposa y le dije que no iba a cenar, que estaba un poco cansado, dejé mis cosas y me fui directo al baño, cuando me miré la poronga la vi muy brillosa en la cabezota. Mi boxer quedó manchado, todavía mantenía una pequeña erección y me dolía. Tamaño? 19-20 cm largo y 7 de ancho, venoso, creo que esta bien.

A partir allí todo se profundizó: nuestros chats se volvieron mas hot, fotos ida y vuelta, fantasías, nos gustaba hablar de nosotros, de nuestro mundo, aquel que era prohibido, que era nuestro, que nadie más lo sabía... me fascinaba que había una complicidad única, nuestras miradas, un gesto entre nosotros y ya entendíamos todo, aun en el trabajo podrían haber 200 personas alrededor nuestro pero podíamos sentirnos en nuestro propio mundo. Un día pensando en frío todo esto, me di cuenta que ya no era solo calentura (y eso que todavía falta contar lo mejor!) sentía una necesidad inmensa saber de ella, pensaba en ella todo el día, y lo más tremendo que aunque no me lo decía era posta que también se había enamorado... cuando nos veíamos en el trabajo me pasaba que había veces que me volvía loco por dentro estar enfrente de ella conversando, y sin ser alevoso, pero me moría por besarla, acariciarla frente a todos, decirle a todos que estaba completamente enamorado de ella!
Me fascinaba mirarla de lejos y desearla a más no poder, durante el horario de clases, nuestras aulas estaban casi enfrente y cada tanto miraba para donde ella estaba y la podía ver, siempre me fantaseaba verla de uniforme. En la sala de profes siempre la miraba de atrás... la describo: morocha, pelo largo lacio, otras veces con rulos, sus 1,60 de altura, de pechos medianos pero que entraban perfecto en mis manos, cintura pequeña, exquisita para vestirse y para usar perfumes, siempre tan prolija, siempre olía a tan limpia (y un día lo comprobé de una manera tan intima!) y lo que más me volvía loco de ella: una cola hermosa! Me intrigo siempre que al usar pantalón de vestir azul del uniforme pegado al cuerpo nunca se le notaba la bombacha al mirarla de atrás, hasta que me confesó que solo usaba tangas, me dijo que las bombachas grandes que tapaban toda la cola son para las viejas jaja!.

Lo mejor estaba por pasar: llegó el día que tanto habíamos planificado para vernos y encontrarnos en un lugar solo para los 2; aclaro que después de aquel primer beso en mi auto, hubo otros momentos para tranzar pero que fueron contados con los dedos. Ella además de ser profe trabajaba de administrativa, por lo que a partir de un determinado horario tenia una oficina, para ella sola, incluida las llaves de la puerta, ya que ella cerraba. Para ahí fui. Cuando llegué al edificio tome el ascensor, marque el piso que me dijo, cuando fui a tocar la puerta y ella abrió sentí que por fin todo lo que nos habíamos dicho en los interminables chats se iban a hacer realidad. Ese día estaba vestida tan hermosa, que me había advertido que tenía una sorpresa, aún para alimentar mas mi ratones.
Era una oficina de 2 ambientes, nos metimos en la mas grande y la que se encontraba mas alejada de la puerta principal para que nadie nos escuche, aunque se notaba que ya casi nadie quedaba en ese edificio. Estaba literalmente vacío. Ahí me dijo, espera voy al baño. Era agosto y todavía hacía frío. Salió vestida con un pullover largo que apenas le tapaba la tanguita puesta y con unos zapatos tacos altos. Solo tenía puesto eso. Nos abrazamos y comenzamos a besarnos. Yo venía de no pajearme por varias semanas, sin sexo, así que si alguna vez viste a un tipo con mucho semen acumulado ese era yo ese día. Mi pija creció brutalmente, estábamos en llamas literalmente. La puse de espalda, le bese el cuello mientras sentía su cola y ella sentía mi bulto que se encajó justo en medio de sus cachetes. Mis manos fueron directo a sus pechos, por primera vez la tocaba a pleno, por encima del pullover todavía, pero todo para incrementar mi lujuria a mas no poder. Entonces ella se despega y me dice que me siente en una silla que había ahí. Ella de espalda comenzó a moverse, a bailar, a contornearse de un lado a otro mientras se agachaba para que yo le mire como esa tanguita blanca de encaje se perdía en su cola... yo estaba al palo! Me encontraba totalmente extasiado de solo mirarla. Un deseo irrefrenable. Entonces me puse de pie, ella se dio vuelta y se pego a mi esta vez de frente y con su mano me acarició la pija por arriba del pantalón, cuando se agachó y comenzó a bajarme el cierre para sacarlo lo hizo con esa mirada de deseo que mi pija no perdía un cm de erección, cuando por fin la conoció la miro y le comenzó a dar besitos y después vino la gloria apenas sentí sus labios y luego toda su boca! Que manera de hacerlo tan perfecto... trate de no tenerla mucho tiempo así ya que no iba a aguantar mucho.
Ahora me toca a mi, dije! Les recuerdo que estábamos en una oficina donde solo había un escritorio y un par de sillas. Le saque el pullover de una, quedó solo en tanga, comencé a chuparles sus tetas, con unos pezones que querían estallar. Ella ya comenzaba a gemir. Ni lerdo ni perezoso, me fui directo con mis dedos a frotar por encima de esa pequeña tela de encaje que tanto me calentaba y ella lo sabía muy bien. A los pocos segundos note que algo mojado se sentía entre mis dedos. Se sentía súper caliente. La arrime al escritorio y ahora si la di vuelta y de espalda la agache contra el escritorio dejando toda su cola y su concha, todavía con la tanguita blanca puesta, la corrí a un costado y mis dedos inquietos comenzaron a hacer su trabajo... por Dios cómo estaban de mojados sus labios! No solo use mis dedos, venía lo mejor: mi lengua! Una chupada de concha impresionante, pero lo que mas quería experimentar (ya que nunca lo había hecho con mi mujer) era sentir su culo en mi boca. Le baje la tanga hasta la mitad de sus piernas y ella se abrió los cachetes y pude meter mi lengua en círculos sobre su anillito de carne! Solo sentía como mi lengua hacía ruido por la saliva contra su ano y los gemidos de ella a mas no poder. La gloria era poco, solo sabía que no era solo calentura, realmente la amaba. Sabía que iba a hacer el amor con ella, no era solo cojer! Me di cuenta que lo puta que se había vuelto en ese ámbito de intimidad. Hace un rato hice referencia de lo limpita que era. Juro que nunca sentí un olor desagradable de ella, ni en su culo (y eso que le metía lengua hasta adentro) y ni siquiera en su concha, como muchas mujeres después de un rato de cojer tienen un olor fuerte a pescado o a otro, pero desagradable. Se que ella me dijo que se cuidaba muchísimo con las comidas y creo que eso ayuda mucho en los olores que desprendes, aun ahí abajo!
Cojeme, cojeme por favor!, me dijo, casi en un pedido desesperante...

Hasta aquí la primera parte... esto continua...
Espero no haberlos aburridos, pero así fue como pasó todo...

Mañana subo la segunda parte...