Tomamos un café rápido en el centro. Sabíamos que después de tantos meses de escribirnos, íbamos a tener muchas ganas de conocer cada uno la piel del otro. El hotel queda a media cuadra. Ya en la habitación, te dije que te desprendas tu ropa despacio, dejando que vaya admirando esa piel hermosa que tenés. Comenzaste a desabrochar tu blusa, me mostrás bien despacito el corpiño que aprisiona tus pechos, veo tu vientre plano y mi lengua ya quiere recorrerlo.
Sabés lo que me atrae tu cola, y por eso me das la espalda mientras te sacas la pollera, para que yo pueda observar, excitándome, tus preciosas nalgas que están separadas por una fina tela que se pierde entre ellas. Te vuelves para sonreírme, te acercas a mí muy despacio, sin dejar de mirarme directamente a los ojos. Usas la sabiduría de siempre para arrodillarte ante mí, deslizas tus sabias manos sobre mi pecho para llegar al pantalón, me sonríes con picardía, desabrochas con maestría el cinturón, bajas el cierre y te deshaces de mis pantalones. Mis ojos no pueden dejar de mirar tus movimientos, aunque se pierden en la redondez de tus pechos aún prisioneros de tu corpiño. Me acaricias sobre el boxer, percibiendo como mi pene responde, das un pequeño beso, un leve mordisco y luego me miras, sigues sonriéndome. Después de sacarme el boxer, tomas entre tus manos mi pene, exhalo mi primer suspiro y cierro los ojos para perderme entre tus caricias. Noto como tu lengua recorre mis testículos, ¡me encanta cuando haces eso! Me los recorres de abajo hacia arriba, muy despacio, saboreándolos, los lames y los chupas, arrancándome más suspiros. Tu mano juega con mi pene, acariciándolo de arriba abajo, abajo arriba.
Percibo tu lengua subir y tus labios rodear mi pene. Te miro, me encanta verte mientras me regalas tu boca. Puedo ver y sentir cómo mi pene entra y sale de tu boca y tu mano me acaricia los genitales. Observo como tu otra mano se ha perdido entre tus piernas, tus pezones están duros a través de la tela. Cierro los ojos, no puedo mantenerlos abiertos mucho tiempo mientras estás entre mis piernas. Comienzas acelerar el ritmo, jadeo, ayudas a tu boca con la mano, pongo las mías sobre tu cabeza para dominar tus movimientos, necesito que vayas más rápido. Descargo dentro de tu boca, entre un fuerte suspiro de placer. Me dejo caer agotado sobre el sillón mientras te miro, te levantas despacio, sonriéndome, te encanta que me vaya en tu boca. Caminas hacía la cama y te tumbas boca arriba, me invitas con una mano a ir a tu lado. Me levanto, mástil alzado, sonrisa en la boca, voy pensando por dónde empezar…
Sabés lo que me atrae tu cola, y por eso me das la espalda mientras te sacas la pollera, para que yo pueda observar, excitándome, tus preciosas nalgas que están separadas por una fina tela que se pierde entre ellas. Te vuelves para sonreírme, te acercas a mí muy despacio, sin dejar de mirarme directamente a los ojos. Usas la sabiduría de siempre para arrodillarte ante mí, deslizas tus sabias manos sobre mi pecho para llegar al pantalón, me sonríes con picardía, desabrochas con maestría el cinturón, bajas el cierre y te deshaces de mis pantalones. Mis ojos no pueden dejar de mirar tus movimientos, aunque se pierden en la redondez de tus pechos aún prisioneros de tu corpiño. Me acaricias sobre el boxer, percibiendo como mi pene responde, das un pequeño beso, un leve mordisco y luego me miras, sigues sonriéndome. Después de sacarme el boxer, tomas entre tus manos mi pene, exhalo mi primer suspiro y cierro los ojos para perderme entre tus caricias. Noto como tu lengua recorre mis testículos, ¡me encanta cuando haces eso! Me los recorres de abajo hacia arriba, muy despacio, saboreándolos, los lames y los chupas, arrancándome más suspiros. Tu mano juega con mi pene, acariciándolo de arriba abajo, abajo arriba.
Percibo tu lengua subir y tus labios rodear mi pene. Te miro, me encanta verte mientras me regalas tu boca. Puedo ver y sentir cómo mi pene entra y sale de tu boca y tu mano me acaricia los genitales. Observo como tu otra mano se ha perdido entre tus piernas, tus pezones están duros a través de la tela. Cierro los ojos, no puedo mantenerlos abiertos mucho tiempo mientras estás entre mis piernas. Comienzas acelerar el ritmo, jadeo, ayudas a tu boca con la mano, pongo las mías sobre tu cabeza para dominar tus movimientos, necesito que vayas más rápido. Descargo dentro de tu boca, entre un fuerte suspiro de placer. Me dejo caer agotado sobre el sillón mientras te miro, te levantas despacio, sonriéndome, te encanta que me vaya en tu boca. Caminas hacía la cama y te tumbas boca arriba, me invitas con una mano a ir a tu lado. Me levanto, mástil alzado, sonrisa en la boca, voy pensando por dónde empezar…
1 comentarios - Descargo dentro de tu boca...