Voy a continuarles el relato sobre la incrédula situación que me llevó a comerme una hermosa rubia sin haber realizado muchos méritos más que estar en el lugar indicado en el momento justo.
Acá pueden leer el relato anterior http://www.poringa.net/posts/relatos/3235800/Complaciendo-a-una-rubia-insatisfecha.html y entender mejor este preámbulo.
Una vez que caí en la situación en la que me encontraba, una rara pero agradecida sensación se apoderó de mí y me abalancé sobre este minón.
- Te gustó putita? No le daban la lechita a le nena?
- Mmm - saboreando lo ultimo de mi lechita que quedaba en su boca - me encantó. No sabes las ganas que tenía de tomarmela toda, respondió, provocando.
Automaticamente la estaba recorriendo toda con mis manos y desvistiendola completamente.
- Ahora vamos a ver que temperatura tiene este cuerpito, le dije mientras llevaba mi mano a su entrepierna.
- Seee? Con voz algo entrecorta, está bastante calentita papu.
Con mi dedo corría su finísima tanguita negra y empezaba a rozar esa conchita super húmeda.
- Upa bebu, que mojadita qué estas, mientras me acercaba a su cuello con mi boca, y con mi otra mano le amasaba una voluptuosa teta por debajo de su remerita suelta, esas que dejan ver un hombro al desnudo.
Ella se retorcia hacia atras y lanzaba gemidos cada vez más largos e intenso, se notaba que le gustaba mi accionar. Desesperada buscó manotearme la pija en un par de oportunidades, hasta que acertó y comenzó a pajarme con ganas.
Yo seguía recorriendo su cuello y ahora sus tetas con mi boca, sin dejar de acariciarle el clitoris y la conchita con mis, al parecer, habiles dedos.
- Que linda pija que tenes, me la vas a dar toda, no aguanto más, me susurraba con voz imperativa, entre su goce ante la presencia de dedos que ya eran tres que se entrometían en su cuevita. Te voy a cojer toda, putita. Le comentaba en cada pausa masturbatoria.
- Cogeme ya, tengo la conchita hirviendo.
- Si, ya lo sé bebu, me estas quemando la mano.
Y ahi nomas la di vuelta, colocó sus manos y su mejilla contra la pared de azulejos beige del baño y repingó su colita, dejando una vista que es para poner de fondo de pantalla de la notebook. Me acomodé detras, bien pegadito, con mi boca cerca de su oido, le suspiré y le mande la verga hasta el fondo.
Pegó un alarido que fue tapado con mi mano, teniendo en cuenta que no sabia si había alguien más y por más que la puerta estuviese cerrada con llave, tal vez eso y los gritos podían despertar alguna sospecha.
Seguía bombeandola, más y más, se estremecía y me pedia que no parara, repetía que le gustaba mi pija y que necesitaba que la cojan. Yo le decia que siempre que quisiese pija iba a estar ahí para ella.
- Te voy a cojer cada vez que el boludo de tu novio no quiera, eso parecía volverla aún más loca. Dado que se ensartaba mi poronga toando distancia y tragandosela toda con su empapada conchita.
Claro está que con toda esa excitación, la adrenalina de ser descubierto y el tremendo minón que me estaba cogiendo, no iba a poder estirar mucho la velada.
Le agarré las manos y le dije que le iba a dar su premio.
- Si, damela toda, damela toda, por favor.
- Si putita, te la voy a dar toda, donde la queres?
- En la colita, me dijo muy convencida.
Fue letal oir esas palabras, con esa voz y esos jadeos, inmediatamente saqué mi verga de su conchita y comencé a pajearme sobre la colita. A los dos segundos la estaba bañando de leche en esos cachetes de un orto monumental.
- Ah que hijo de puta, cuanta lechita tenias, gracias! Se incorporó, me comió la boca, se limpió con papel higiénico y salio hacia el mostrado, agarró las llaves y abrió la puerta de la calle.
Yo quedé en el baño, desnudo, con la puerta semiabierta. Rebalsaba felicidad aunque aún estaba incrédulo de que esa situación fuese real. Me lavé la cara, me puse mi ropa, agarré el respuesto para mi auto del mostrador y le dejé la plata. Para salir de ahí tuve que pasar por detrás de ella, le di un chirlo en la cola, le dejé mi tarjetita y tiré un "Cuando quieras, acá estoy".
Ella me miraba ir apoyada en el mostrador con una mano en su boca.
Si les gustó, puntúen y comenten así luego les cuento si hubo algo más con esta fantástica repuestera vedette.
Acá pueden leer el relato anterior http://www.poringa.net/posts/relatos/3235800/Complaciendo-a-una-rubia-insatisfecha.html y entender mejor este preámbulo.
Una vez que caí en la situación en la que me encontraba, una rara pero agradecida sensación se apoderó de mí y me abalancé sobre este minón.
- Te gustó putita? No le daban la lechita a le nena?
- Mmm - saboreando lo ultimo de mi lechita que quedaba en su boca - me encantó. No sabes las ganas que tenía de tomarmela toda, respondió, provocando.
Automaticamente la estaba recorriendo toda con mis manos y desvistiendola completamente.
- Ahora vamos a ver que temperatura tiene este cuerpito, le dije mientras llevaba mi mano a su entrepierna.
- Seee? Con voz algo entrecorta, está bastante calentita papu.
Con mi dedo corría su finísima tanguita negra y empezaba a rozar esa conchita super húmeda.
- Upa bebu, que mojadita qué estas, mientras me acercaba a su cuello con mi boca, y con mi otra mano le amasaba una voluptuosa teta por debajo de su remerita suelta, esas que dejan ver un hombro al desnudo.
Ella se retorcia hacia atras y lanzaba gemidos cada vez más largos e intenso, se notaba que le gustaba mi accionar. Desesperada buscó manotearme la pija en un par de oportunidades, hasta que acertó y comenzó a pajarme con ganas.
Yo seguía recorriendo su cuello y ahora sus tetas con mi boca, sin dejar de acariciarle el clitoris y la conchita con mis, al parecer, habiles dedos.
- Que linda pija que tenes, me la vas a dar toda, no aguanto más, me susurraba con voz imperativa, entre su goce ante la presencia de dedos que ya eran tres que se entrometían en su cuevita. Te voy a cojer toda, putita. Le comentaba en cada pausa masturbatoria.
- Cogeme ya, tengo la conchita hirviendo.
- Si, ya lo sé bebu, me estas quemando la mano.
Y ahi nomas la di vuelta, colocó sus manos y su mejilla contra la pared de azulejos beige del baño y repingó su colita, dejando una vista que es para poner de fondo de pantalla de la notebook. Me acomodé detras, bien pegadito, con mi boca cerca de su oido, le suspiré y le mande la verga hasta el fondo.
Pegó un alarido que fue tapado con mi mano, teniendo en cuenta que no sabia si había alguien más y por más que la puerta estuviese cerrada con llave, tal vez eso y los gritos podían despertar alguna sospecha.
Seguía bombeandola, más y más, se estremecía y me pedia que no parara, repetía que le gustaba mi pija y que necesitaba que la cojan. Yo le decia que siempre que quisiese pija iba a estar ahí para ella.
- Te voy a cojer cada vez que el boludo de tu novio no quiera, eso parecía volverla aún más loca. Dado que se ensartaba mi poronga toando distancia y tragandosela toda con su empapada conchita.
Claro está que con toda esa excitación, la adrenalina de ser descubierto y el tremendo minón que me estaba cogiendo, no iba a poder estirar mucho la velada.
Le agarré las manos y le dije que le iba a dar su premio.
- Si, damela toda, damela toda, por favor.
- Si putita, te la voy a dar toda, donde la queres?
- En la colita, me dijo muy convencida.
Fue letal oir esas palabras, con esa voz y esos jadeos, inmediatamente saqué mi verga de su conchita y comencé a pajearme sobre la colita. A los dos segundos la estaba bañando de leche en esos cachetes de un orto monumental.
- Ah que hijo de puta, cuanta lechita tenias, gracias! Se incorporó, me comió la boca, se limpió con papel higiénico y salio hacia el mostrado, agarró las llaves y abrió la puerta de la calle.
Yo quedé en el baño, desnudo, con la puerta semiabierta. Rebalsaba felicidad aunque aún estaba incrédulo de que esa situación fuese real. Me lavé la cara, me puse mi ropa, agarré el respuesto para mi auto del mostrador y le dejé la plata. Para salir de ahí tuve que pasar por detrás de ella, le di un chirlo en la cola, le dejé mi tarjetita y tiré un "Cuando quieras, acá estoy".
Ella me miraba ir apoyada en el mostrador con una mano en su boca.
Si les gustó, puntúen y comenten así luego les cuento si hubo algo más con esta fantástica repuestera vedette.
1 comentarios - Complaciendo a una rubia insatisfecha II