Nos graduaríamos el siguiente sábado en la noche, ante la felicidad de nuestras familias. Había algo de nerviosismo adicional de nuestra parte porque sería el momento en que ambas familias se conocerían… y sacarían chispas seguro… quizás por eso notaba a Mili más preocupada y distante que en las últimas semanas.
Sabía que a mi padre no le agradaban los militares, y al viejo de Mili yo no le hacía tanta gracia, pero al menos me respetaba por estar con su hija en los momentos tan difíciles que pasaron. Por el lado de nuestras madres me parecía que no habría problemas cuando se conocieran.
En ese momento creía que esa era mi principal preocupación, como hacer congeniar a nuestros viejos, ya que consideraba que mi relación con Mili vislumbraba para algo serio a futuro, tras todo lo vivido y superado. Sin embargo, estaba muy lejos de presagiar el principal problema que teníamos encima.
Llego el día de la dichosa ceremonia… quizás la última vez que veríamos a la arpía de Vane, así que estaba atento a lo que pudiera tramar aquella bruja loca… pero el golpe no vendría por ese lado.
Previa a la ceremonia, en el auditorio de la universidad, estábamos conversando entre amigos en las gradas de ingreso, enfundados elegantemente en nuestros trajes, esperando que nos llamaran para colocarnos la toga y empezar con la ceremonia. Mili también estaba con su grupo de amigas, pero en los vestidores, dándose los últimos retoques a su maquillaje y quizás tomándose fotos.
De a pocos iban llegando los padres… a la distancia divise la enorme figura de mi suegro que resaltaba más que la de su esposa. Me acerque a saludarlos, él se veía con un estilo marcial propio de su disciplina militar, la madre de Mili se veía un poco más delgada y demacrada producto de su enfermedad, pero con el halo de felicidad por ver a su hija graduarse.
- Te felicito muchacho, tus padres debe estar orgullosos... me dijo.
- Gracias señor, ellos están orgullosos igual que ustedes de su hija… repuse.
- Lástima que no tendremos mucho tiempo para celebrar… agrego apenado.
- ¿Por qué?... pregunte curioso.
- Tú sabes… por el viaje… me dijo extrañado.
- ¿Cuál viaje?... replique sin entender.
- Mi hija… ¿no te dijo nada?… insistió su viejo.
- No señor… ¿que se supone que debía saber?… agregue preocupado.
Vi el rostro de la madre de Mili, un poco desencajado, viendo como su esposo había metido la pata en grande, quizás adelantando algo que a Mili le correspondía resolver. Entendiendo que era una conversación de hombres, la madre de Mili decidió adelantarse y dejarnos solos.
Fue entonces que el padre de Mili, al fin, termino por revelarme el secreto que me había ocultado durante las últimas semanas, aquel secreto que su padre le insistió en más de una oportunidad que me contara.
El cáncer de la madre de Mili no había menguado. La familia había optado porque continuara su tratamiento con especialistas en Estados Unidos… en New York, tenía parientes en New Jersey… ella la doble nacionalidad… hasta el momento ese no era mi problema… y en unos instantes se convirtió en mío también.
El padre de Mili se quedaría en el país, en su trabajo, mientras su esposa viajaba a hacer su tratamiento… pero no iría sola… necesitaba quien se haga cargo de ella mientras sus parientes trabajaban…
Pues sí, adivinaron… la sacrificada seria Mili… y por consiguiente también nuestra relación de pareja… el tratamiento de su madre de por si sería costoso, como para contratar a una persona que este tiempo completo con ella.
¿Por cuánto tiempo se iría?... dependía de la enfermedad, del tratamiento y como evolucionase… podían ser semanas, meses… ¿años?... ¿Quién sabe?...
El padre de Mili se había sincerado crudamente conmigo, al buen estilo militar... un solo golpe, sin dudas ni murmuraciones, que duela una vez. Vislumbraba que su hija ante la situación, y si se daba la oportunidad, aprovechase al menos para tentar conseguir una beca y estudiar una maestría allá.
¿Al menos 1 o 2 años? ¿es una broma?, pensé… me cayó como baldazo de agua fría… más aun cuando el padre de Mili me dijo que, dependiendo como iba les iba, el también tentaría irse, vender su casa y buscar un empleo allá también… es decir, que el futuro de la familia de Mili parecía estar en el extranjero.
Aparte, en ese momento recordé que, Mili me había comentado tímidamente que hace años su madre y su familia le había iniciado los trámites para una visa de residencia allá. Quizás a manera de presagio de lo que podría suceder o de una posibilidad para el futuro de su hija…
El padre de Mili me dejo en shock, por primera vez (sin tragos encima) lo note más condescendiente conmigo, sabía que estaba enamorado de su hija. Bueno, en realidad… que pendej… viejo de mierd… me jodio todo… mi felicidad, mi graduación y quizás mi futuro… pero en realidad, no era su culpa… era la situación…
- Chicos a ponerse las togas… llamo el coordinador del evento.
Su viejo me despidió con un palmazo en el hombro y una palabra de aliento que ni recuerdo. Fui como zombi a los vestidores, apenas oía lo que me decían los demás mientras me ponía la toga. La gente fue saliendo y formándose, a un lado las mujeres y al otro los chicos. En la fila de mujeres no veía a Mili…
- ¿A dónde vas?... me dijo el coordinador al ver que huía.
- Al baño un rato... nervios… me excuse.
- Contigo o sin ti, va empezar la ceremonia… me advirtió.
A esas alturas no me importaba mucho, había visto otras ceremonias, sabía que había todo un rollo de discursos y protocolos al inicio… cosa que me podía ahorrar, esperaba que mis padres me entendieran luego, ahora tenía otras prioridades…
- ¿Por qué no me lo dijiste?... le increpe a Mili al encontrarla sola en los vestidores.
Estaba con la toga puesta, con la mirada perdida en el piso… al levantar el rostro vi que estaba llorando, su madre ya le había dicho que su viejo me conto todo… quizás hasta su padre reprendió a su hija por no habérmelo confesado antes, a pesar de su insistencia de las últimas semanas.
- ¿Por qué tuvo que decirte el?... sollozo ella, culpando a su padre.
- Y ¿cuándo pensabas decirme?… replique.
- No se… pero no hoy… no ahora… en nuestra graduación… se excusó.
- Pero ¿Por qué no me lo dijiste?... insistí.
- ¿Tú crees que es fácil?… no sabía cómo… estábamos terminando la universidad, teníamos exámenes… no quería distraerte… no sabía cómo decírtelo… exclamo tapándose el rostro para que no la viera llorar.
Al final mi rabia, se disipo al verla así, destrozada como yo… si bien me sentía traicionado porque no me lo dijo… por otro lado, la entendía. Me sentía vacío, por fin entendí los silencios de Mili de las últimas semanas, su negativa a decirme, había estado sufriendo en silencio…
Me senté a su lado, Mili apoyo su cabeza en mi hombro, mientras le acariciaba el cabello.
- ¿Cuándo?... pregunte.
- El jueves… dijo resignada.
- Mierd… tan rápido… por la put... madr… replique sorprendido.
Pensar que yo ya había hecho planes para pasar la navidad en su casa y luego ir a la mía, para así cumplir con ambas familias… pensé llevarla a la playa para recibir el año nuevo, embriagarnos… y romperle el culo en un hotel, o en una carpa en medio de un campamento, o quizás en la orilla del mar de madrugada cuando todos durmieran… según lo que pasase… pero no eso ya no sucedería…
- Si… te iba a enviar una postal… dijo ingenuamente.
- Ah… encima te pones graciosa… reclame sonriendo.
En ese momento nos reímos de nuestra fatalidad… no fue Javier, no fue Vane, no fue Guille, no fueron nuestros viejos, ni siquiera Viviana o alguien más… fue el estúpido de cáncer a la sangre, leucemia, que nos hacía mala sangre a los dos… y ponía un continente entre nosotros.
- Podemos hacer que funcione, te llamaría… correos… videoconferencia... dijo triste.
- Cyber-sexo… agregue dejando mi mente volar… nooo, no sería lo mismo.
- Ay… solo piensas en eso… que enfermo eres… me recrimino risueña.
- Y eso te encanta… le dije.
- Si, me gusta… que eres loco, me haces reír… decía melancólica.
- Y gemir… dije completando.
- Y dale con eso… que pervertido eres… pero bueno, también eso, me encanta que me hagas gemir… dijo riendo.
En esos instantes uno se pone creativo y se te vienen varias posibilidades a la mente, ¿conservar el idilio a la distancia?, era pesimista al respecto, la mayoría de experiencias que conocía al respecto terminaban como la canción que dice… felices los 4.
Claro que eso del amor a distancia suena románticamente bonito, pero ¿en la práctica?… no había una certeza del tiempo que permanecería allá o si es que se quedaría definitivamente allá… Ya me había pasado con mi prima, que el tiempo nos alejó y buenos las cosas siguieron su curso, yo acá con Mili y ella allá con otra pareja… y estábamos en el mismo país…
Hasta pensé en ¿casarnos?... claro, quería mucho a Mili, sentía que la amaba, pero apenas llevábamos unos cuantos meses juntos, no nos conocíamos del todo para dar ese paso. Mas aun el matrimonio no anulaba la enfermedad de la madre… aun así tendría que irse…
- Pensé que tu madre se estaba recuperando… dije, resistiéndome a creer lo que sucedía.
- No… quizás hasta necesite un trasplante en algún momento… y ya sabes quién será la donante… dijo asustada, era obvio que sería ella.
- Ya… tranquila… dije consolándola.
Mierd… también por eso se iba Mili, quizás en los exámenes médicos que le hicieron habían visto su compatibilidad como donante de su madre. En ese momento, al saber que Mili estaba sana, no me preocupe en ver los demás detalles de su evaluación médica.
Hasta que me surgió otra alternativa… ¿qué tal irme a Estados Unidos?... siendo realistas no era una posibilidad en el corto plazo… no estaba en ninguno de mis planes de vida, pero quizás sería la única alternativa viable… pero no tenía visa, y de lo que se comentaba las cosas se pusieron mas duras tras el 11 de setiembre (que era algo más reciente en esa época).
Al menos Mili tenía familia allá, y ellos la iban a apoyar con la salud de la madre… pero la idea no era irme allá para ser una carga más para ellos, un lugar más como polizonte entre su familia… tampoco me veía escabulléndome de la migra, yo no tenía ni pasaporte… no se puede vivir del amor…
- ¿Qué va pasar con nosotros?... pregunto Mili intuyendo mis pensamientos.
- Bueno... no tenemos que definirlo todo ahora… ya se nos ocurrirá algo… pero creo que nos ira bien… dije calmándola e intentando calmarme a mí mismo.
Nos paramos de la banca, dispuestos a unirnos a la celebración que se oía afuera, quizás nuestros padres seguro que ya estaban acomodados en las butacas, buscándonos entre los graduados. De repente Mili se detuvo y no me dejo avanzar.
- Y si esta es la última vez que estamos a solas… dijo apenada.
- ¿Pero faltan unos días?... dije extrañado.
- Lo sé, pero debo alistar mis cosas, ayudar a mi madre, despedirme de la familia… no sé cuánto tiempo me quede después de hacer todo eso… dijo nuevamente llorosa.
- Mierd… cierto… pero debemos salir... le dije.
- Aún hay tiempo… insistió ella.
- ¿Para qué?... pregunte incrédulo, aunque sabía a qué se refería.
- Para mi… dijo besándome, luego agrego… quiero que me hagas tuya (por última vez).
Ay caraj… como negarse a eso… después de la graduación, nos perderíamos entre los amigos y la familia, de ahí en adelante, lo demás era incierto. Lo único cierto era que estábamos solos en ese vestidor y que no sabíamos si gozaríamos de esa privacidad nuevamente.
- ¿Aquí?... todos están afuera y… ¿si alguien regresa?… dije dudando.
- Vamos tontito… peores locuras hemos hecho antes… repuso Mili acariciándome.
Bueno si, habíamos hecho toda clase de locuras (baños, box, autos, cines, etc.) en el tiempo que llevábamos juntos, hacer una más, ¿qué más da hacer otra más?… no sería la primera vez que lo haríamos en la universidad… más seria la última vez que lo haríamos ahí, a esas alturas creo que no podrían expulsarnos… ¿o sí? … bueno todo le daba algo de morbo también a la situación…
Comenzamos a besarnos como si fuera la última vez, primero tiernamente… luego salvajemente como si fuera el fin del mundo, quizás no habría mañana para nosotros… no había muchas opciones para hacerlo, solo estaba aquella banca delgada en la que estuvimos sentados en los minutos previos.
Mili lo entendió, se sacó rápidamente la toga, debajo de la cual traía un vestido semi entallado negro con gris, mezcla de elegante y provocador: por el ligero escote, por la mini en la que terminaba, las pantimedias negras y por todo lo que sabía que había debajo, que se dibujaba notoriamente.
Mientras me quitaba la toga, también me di cuenta, que aquella visión de Mili semi agachada dejando su toga a un lado de la banca, ya me había armado instintivamente una erección… ¿cómo no lo haría?... sí veía su enorme y redondo trasero abultarse, su corta falda subirse dejando entrever sus magnificas y bronceadas nalgas… mientras aparecía el final de sus pantimedias y apenas si se veía una diminuta ropa interior negra… esa mujer sabia como ponerme duro sin esfuerzo…
Mili lo intuía, volteo a mirarme coqueta… y una gota de leche se me escapo cuando torno su sonrisa a una lujuriosa y provocativa…
- Amor… hazme tu perra otra vez (o por última vez)… dijo Mili sugerentemente.
Se acomodo en cuatro sobre la delgada banca, casi haciendo equilibrio, ya que no cabían sus dos rodillas en el mueble, entrecruzo un poco las piernas, mejor dicho, los pies y pantorrillas para prácticamente apoyarse en una pierna… con esta acción sus muslos se juntaron y su jugoso trasero se veía mas enorme que nunca…
- A la mierd… que rico culo… dije sin tapujos a lo que Mili sonrió agradecida.
En esa posición, como para alimentar más mi morbo, Mili arqueo un poco la espalda, sus labios vaginales se veían entrecerrados, difícilmente podría ingresar una verga en esa estrechez forzada… lo que claramente era una invitación para disfrutar de su ano, que se veía ansioso y palpitante.
- Amorrr… rómpeme el culo yaaa… me rogaba Mili.
Ella veía embobada mi dura verga soltando una gota de leche mientras su vagina apretujada comenzaba también a hacer agua, escurriendo algunas gotas de su floreciente excitación…
- Ya que insistes… le dije volviendo en mí.
Había que apurar las cosas ahí dentro, afuera ya se oían algunas palabras de bienvenida a los padres y familiares, mientras que en ese vestidor el ano de Mili le daba la bienvenida a mi tiesa verga.
- Mas fuerte… más duro… por favor… me pedía Mili temblando de placer.
Yo estaba manejando este ultimo encuentro con cierta delicadeza, que más bien parecía desesperar a Mili que ansiaba una cogida salvaje … quería irse con el culo destrozado, sufriendo para sentarse, como para que se acuerde de mi en todo su viaje…
- Ohhh…. Siii… asiii… exclamo estremeciéndose.
Lo que había empezado en una lenta penetración, ante sus reclamos se convirtió en un brutal clavado que casi le desgarra el esfínter… que se dilato de manera abrupta para recibirme… tras esa criminal incursión inicial… sentía su arrugado ano temblando ansioso, casi saboreando mi verga.
Como les dije, en esa posición el rabo de Mili se veía más grande que nunca, el panorama era increíble, dos enormes nalgas abiertas por mi dura verga, sus gordos glúteos arremangados contra mi ingle, dejando ver una pequeña cintura… que parecía que se quebraría si la cabalgaba con fuerza.
Mili estaba super excitada, con la respiración entrecortada, volteo a verme, mezclar de placer y por unos instantes su vista se nublo casi a punto de lagrimear, recordando el futuro incierto que nos aguardaba… no quería menguar su excitación ni la mía…
- Ouuu… uhmmm…. Ayyy… se quejaba Mili sorprendida por la forma violenta en que, de la nada, empecé a bombearle su redondo culo.
Quería distraer todo pensamiento del futuro de mi cabeza y de la de Mili… nuevamente el gordo trasero de Mili y su ajustado ano servirían para exorcizarme de toda frustración… Mierd…. ¿Por qué ahora?... si lo sabia porque me retuvo mas viendo que Viviana revolvió mi mundo… ¿Por qué Mili pugnaba por interesarme (por ser la única en mi vida) para luego dejarme?...
- Ayyy… amorrr… ayyy… uhmmm… sufría Mili con mi cogida.
Ella sabia que estaba siendo brusco, intuía que yo desquitaba toda mi frustración por su partida, partiéndole a su vez el culo… frustración también magnificada por su silencio… me parecía que Mili estaba dispuesta a sufrir ese castigo con tal de darme el placer que parecía que necesitaba yo en ese momento… ofrendaba su ano con tal de congraciarse conmigo y brindarme un recuerdo de su entrega.
Mili que había hecho equilibrio en aquella delgada banca, con una pierna y ambas manos agarradas a los lados del larguero de madera, ahora el mueble retumbaba con mis embestidas y apenas Mili podía mantenerse en posición… ella opto por apoyar la cabeza contra el larguero, mientras sus manos buscaban apoyo en la base del banco…
- Siii… amorrr… asiii… decía llorosa soportando aquella vejación.
Si antes pensaba que su trasero no se podía ver mas grande, me equivoque, con esa nueva posición su rabo lucia colosal… más aun con la ultima maniobra que realizo, sacrificando su equilibrio, soltó la base de la silla y las dirigió a sus rechonchas nalgas… abriéndoselas, casi arañándoselas para aumentar mi morbo y que termine con esa tortura anal…
- Ayyy amorrr… me partesss… mi culooo… ayyy… se quejaba Mili.
- Lo siento mi vida… es que me poness asiii… le dije excusándome.
En un momento me detuve algo exhausto por el ritmo demencial que le apliqué… no era su culpa tampoco, que hubiera hecho yo si mi padre o madre pasaran por algo similar… quizás no hubiera ocultado tanto tiempo esto… pero tenía su lógica, era el final de la carrera… puto cáncer…
Desde su posición Mili abrió los ojos, que antes entrecerrados soportaban el castigo, y me vio dudar, nublarme nuevamente como cuando su padre me soltó esa bomba… al verme dubitar… ella hizo algo similar a cuando empezó esta faena… hizo lo posible por traerme de vuelta a ese momento… a esa cogida que debíamos atesorar como un gran recuerdo…
Mili comenzó a mover su rabo de manera sugerente, meneándolo en mi ingle y por momentos empujándomela, penetrándose ella misma, entrando y saliendo de mi verga… cada vez con mas fuerza… hasta que me hizo sonreír morbosamente otra vez y eso también la alegro melancólicamente.
- Hagámoslo bien… susurro excitándose nuevamente Mili.
Esta vez no agarre su delgada cintura, sino que me posicione tomando sus gordas nalgas, había mucho de donde agarrar, no tenía pierde… nuevamente comencé a bombearla…
- Uyyy siii… que bien se sienteee…. Como la primera vez… exclamo Mili poseída.
Mili disfrutaba recordando la primera vez que como jugando llevados por la curiosidad, un poco de vino y atracción que mutua, terminamos por desvirgarle el culo a Mili… por descubrir aquel placer inexplorado por ella y del cual era una adicta ahora…
La chica con el mejor culo de la facultad, quizás de la universidad, convertida en una perrita ansiosa que solo quería que le den por su arrugado y estrecho ano… cosa que la hacia gemir como loca, al punto de nuevamente comenzar a derramar líquidos por su palpitante vagina…
- Uhmmm amorrr…. Uhmmm…. no paresss… mi culitooo uhmmm… gemía Mili.
- Pero no grites… le decía yo, dándole un palmazo en sus gordas nalgas.
Lo peor que podía pasar es que, con el ruido que hacía Mili, terminaran regresando los graduados y atraparnos en plena faena anal… me imaginaba que mas de uno se masturbaría con aquella imagen…
- Siii… mi vida… pero sigue rompiéndome el culo… decía Mili mordiéndose los labios.
La banca parecía tener vida propia, saltaba con cada incursión de mi verga en sus tripas… Mili se aferraba con mas fuerza a la tabla. Por momentos parecía que se iría a un lado y luego al otros… y al final, la inercia hizo lo demás… fue tras unos segundos se fue a un lado…
- Ayyy… cuidado… uhmmm…. Exclamo Mili sorprendida.
Mili termino sobre el piso alfombrado, y yo con ella detrás… sus brazos amortiguaron su caída, sino se hubiera ido de boca, yo casi me doble el tobillo, enredado con ella y con la banca a un lado. No la había soltado en su caída… ella cayó casi en su misma posición, en 4 patas como perrita en celo…
- Auuu… ahora me reventaste el ano… se quejó Mili.
Yo seguía con la verga incrustada en su estrecho ano, y al perder el equilibrio, termine empalándola más hacia abajo, abriendo sus nalgas a mas no poder… su arrugado anillo era lo que me mantenía en equilibrio y sus bultosas nalgas amortiguaron mi caída, rebote contra ellas.
Esta vez Mili estaba apoyada en sus 2 rodillas y su cabeza en la alfombra, sus brazos parcialmente extendidos, como queriendo incorporarse, su culo muy empinado… mientras yo detrás ya me había posicionado y no la quería soltar…
- Uy no… espera… no… uhmmm… si… sigue… exclamo Mili desdiciéndose.
No había marcha atrás, mas bien solo había un martilleo hacia adelante. Ya me había asentado bien con mis pies contra el piso y mi verga taladrándola hacia abajo, mientras Mili nuevamente comenzaba a estremecerse de placer y hacer agua su vagina... sus manos comenzaban a arañar la alfombra.
Por momentos mis palmas ladeaban sus gordas nalgas, atrayendo y alejando sus glúteos, haciendo un armónico golpeteo contra mi ingle que producía un cálido sonido… que nos excitaba mas aun… un punto a mi favor era que en mi posición veía rebotar sus redondos cachetes y la onda expansiva que se producía hasta terminar en su estrecha cintura…
- Uhmmm… ohhh… uhmmm… escuchaba los ahogados gemidos de Mili.
La veía estremecerse, casi orinarse de placer, pero por momentos contraía los muslos, quería prolongar al máximo su gozo… quizás el ultimo… se resistía a entregarse a un orgasmo, a dejar esa locura terminar en la universidad donde empezó todo.
Pero por mas que se contrajera y estremeciera resistiendo, con los puños cerrados, mordiéndose los labios y lagrimeando… en algún momento se tenia que relajar, se tenia que rendir ante lo inevitable… un sonoro y placentero orgasmo que les juro que resonó en todo ese vestidor…
- Ouuuu…. Uhmmm… eres el mejorrr amorrr… uhmmm… casi grito extasiada.
Luego entendí que el temblor que sentí en la habitación eran por los sonoros aplausos de los presentes al discurso del representante de los alumnos… aunque sentí que era una gran ovación a aquella fenomenal cogida que le di a Mili…
- Ohhh… ufff… ay… caraj… ufff… exclame casi acalambrado.
No basto mucho para que mi verga se contraiga y luego comience a escupir violentamente, al ritmo de las contracciones de las nalgas de Mili… por momentos hasta su columna se contaría con cada borbotón de tibio semen que inundaba sus tripas. Desde aquella posición parecía que su cintura se partiría con tanto estremecimiento.
Cada descarga seminal era seguida por un alarido y contracción de Mili, así como una descarga vaginal, parecía una tubería mal goteando… en un ultimo alucinamiento de lujuria podía decir que cada estremecimiento parecía un rezago o un golpeteo de un nuevo orgasmo.
- Ayyy… ufff… ay mi culito… mi cintura… ayyy… resoplaba Mili también semi acalambrada.
Al sentir que mi verga había descargado todos sus líquidos, y dejo de contraerse… me fui alejando, quería admirar por esa, quizás ultima, vez el desastre que había hecho en la retaguardia de Mili… que parecía como disecada… toda contraída en su misma posición con la cola empinada y las nalgas abiertas… su casi al rojo vivo ano contrastaba contra el blanco liquido que comenzaba a salir, y con el traslucido liquido que su vagina excitada babeaba.
Sus pantimedias estaban raídas en la parte superior… su falda estaba algo arrugada, pero aun presentable. Parecía que Mili no se movería de su posición… estaba deshecha… solo me quedo buscar lo poco de papel que quedaba y limpiarle su destrozado trasero… al pasar el papel por su ano, se estremeció adolorida.
Coloque nuevamente la banca en su sitio y entendí que Mili sola no podría volver en sí, estaba casi agarrotada por tanta resistencia que le puso a su inminente orgasmo… o tal vez disfrutando cada instante de esos momentos de placer y guardándolos en su memoria.
Prácticamente tuve que ponerle su ropa en su posición y la estaba ayudando a reincorporarse, al menos a sentarse de rodillas… mi verga aun con nuestros líquidos estaba semi erecta, esperando de manera sugerente su limpieza, y con los ojos medio idos, Mili se posó en mi mástil…
Como era costumbre, con una mano apreso con seguridad mi verga, mientras la otra me tomaba de la cadera para tenerme cerca… con morbosa mirada vio las gotas seminales de ansiedad que iban saliendo provocadas por la inminente succión que se avizoraba… Mili fue acercándose lentamente y abriendo la boca, sus enrojecidos labios hacían la mueca justa como para apresar mi verga… sin embargo…
Escuchamos un ruido, el golpeteo del piso en el pasillo que daba a los vestidores… eran pasos acercándose… mierd… quizás nos oyeron… o nos habían ido a buscar…
- ¿Que?... exclamo Mili volviendo en sí, al oír el sonido presuroso.
Mili abrió los ojos, la mueca lujuriosa se transformó en una asustada… como despertando de un placentero sueño que se iba transformando en pesadilla…
- A los closets… rápido… le dije a Mili.
Nos metimos en esos poco espaciosos closets… mi verga, aún tenía líquidos, no me quería manchar… había algunos sacos que seguro las chicas dejaron antes de ponerse las togas… pero solo quedaba una última toga, quizás alguna de repuesto o prueba… me limpie con el borde de esa, mientras oía los pasos acercarse al closet…
Abrieron la puerta justo frente a esa toga sobrante, mientras yo me deslizaba de lado, intentando cubrirme con la ropa de las chicas… hasta que me tope con Mili que estaba de cuclillas en un rincón, casi temblando… no había más a donde ir… era el final del closet…
- Ahí está… esa es la tuya… escuche decir, parecía la voz de la coordinadora de las chicas.
- Ah… Ok…. Gracias… respondieron sacando la toga.
Esa voz me era familiar… mierd… era la voz de Vane… diablos… claro, estaba tan preocupado por Mili, que no me percate que Vane tampoco estaba en la fila de graduados… había llegado tarde y estaba por enfundarse la toga con la cual me acaba de limpiar los restos de semen de mi verga.
Por las rendijas de las puertas veíamos como Vane presurosa se ponía la toga, mientras Mili no pudo soltar una risita al ver la mancha de leche en un borde de la parte posterior de la toga… cosa que Vane no se percató… pero de lo que si se percato fue del sonido de la risa de Mili…
Vane comenzó a caminar hacia los closets, con mirada curiosa… Mili se tapaba la boca y me miraba asustada… si bien no le tenía miedo a Vane, quizás a lo que ella podría decir en venganza, aun no estábamos graduados oficialmente, y Vane nos tenía una rabia contenida que podría hacer cualquier cosa para desquitarse…
Tal vez Mili temía que, en su ausencia, por su próximo viaje, Vane nuevamente tentaría acercárseme o chantajearme como pudiera… si bien ojos que no ven, corazón que no siente… dudo que Mili quisiera dejarme a merced de Vane… y ella ya estaba por abrir la puerta…
- Señorita, apresureseee... le recriminaron a Vane.
Para nuestra suerte la coordinadora había retornado a apurar a Vane, que retorno en sí y recordó la ceremonia, dudo unos instantes y luego la vimos salir presurosa … ufff….
- ¿Por qué siempre está loca nos sigue?... pregunto Mili, un tanto aliviada.
- Que importa… vamonosss… le dije, si estaban por llamar a Vane, en orden de apellidos, poco después nos tocaría a nosotros…
Para nuestra suerte, ingresamos al estrado con las luces semi apagadas, solo enfocando al estudiante que daba el discurso en representación de los alumnos. Al momento de prender las luces para empezar a entregar los diplomas, mágicamente la cantidad de alumnos estaba completa con nuestra presencia.
Solo Guille se percató de mi presencia a su lado, en uno de los extremos de la fila de hombres… en el caso de Mili, parecía que las chicas estaban más distraídas buscando a sus padres en el público, entre la penumbra, creo que mas se percataron de la presencia de Vane a la que no habían visto en la practica preliminar… es decir, para nuestra suerte pasamos desapercibidos, excepto para nuestros padres.
Lo que no paso desapercibido fue la mancha que parecía de goma en el borde de la toga de Vane, que parecía brillar con las luces… mas para nosotros que la veíamos de espaldas… tras la ceremonia se fue al baño a limpiarse eso, a pedido de sus amigas, me imagino que al oler eso se habrá percatado que era y habrá intuido de quienes eran esos líquidos…
Sin querer, termino siendo la última venganza de Mili contra Vane… ¿pero habría una ultima venganza de Vane contra ella o contra mí?... No se sabia aun, solo que nuevamente nos lanzaba furibundas miradas al vernos juntos y Mili no disimulaba su risa traviesa y revanchista... aunque Mili tampoco podía disimular, al menos para mí, su adolorido trasero, ya que me percataba que se sentaba de lado.
Al final, después de la graduación hubo una pequeña recepción con brindis y bocadillos, fotos aquí y allá con la familia y amigos… como era de esperarse, al final nuestras familias se conocieron, pero eso ya no era lo importante o lo más estresante para mí, solo cabe resaltar hubo buen ánimo protocolar por la emoción de la graduación.
En realidad, ya no recuerdo mucho de esos momentos, salvo lo que pude ver después por las fotos que nos tomamos y nos tomaron amigos en grupo, todo fue como un sueño… cuando uno simplemente se deja llevar por el momento, los amigos y su alegría... mas de ellos que mía…
Total, en esos momentos, mi cabeza estaba más en el incierto futuro de Mili y el mío… apenas quedaban unos días antes de que ella se fuera… o que se la llevaran… y luego… ¿Qué pasaría?… ¿el caprichoso destino nos tendria deparado alguna otra sorpresa?...
Continuara
Sabía que a mi padre no le agradaban los militares, y al viejo de Mili yo no le hacía tanta gracia, pero al menos me respetaba por estar con su hija en los momentos tan difíciles que pasaron. Por el lado de nuestras madres me parecía que no habría problemas cuando se conocieran.
En ese momento creía que esa era mi principal preocupación, como hacer congeniar a nuestros viejos, ya que consideraba que mi relación con Mili vislumbraba para algo serio a futuro, tras todo lo vivido y superado. Sin embargo, estaba muy lejos de presagiar el principal problema que teníamos encima.
Llego el día de la dichosa ceremonia… quizás la última vez que veríamos a la arpía de Vane, así que estaba atento a lo que pudiera tramar aquella bruja loca… pero el golpe no vendría por ese lado.
Previa a la ceremonia, en el auditorio de la universidad, estábamos conversando entre amigos en las gradas de ingreso, enfundados elegantemente en nuestros trajes, esperando que nos llamaran para colocarnos la toga y empezar con la ceremonia. Mili también estaba con su grupo de amigas, pero en los vestidores, dándose los últimos retoques a su maquillaje y quizás tomándose fotos.
De a pocos iban llegando los padres… a la distancia divise la enorme figura de mi suegro que resaltaba más que la de su esposa. Me acerque a saludarlos, él se veía con un estilo marcial propio de su disciplina militar, la madre de Mili se veía un poco más delgada y demacrada producto de su enfermedad, pero con el halo de felicidad por ver a su hija graduarse.
- Te felicito muchacho, tus padres debe estar orgullosos... me dijo.
- Gracias señor, ellos están orgullosos igual que ustedes de su hija… repuse.
- Lástima que no tendremos mucho tiempo para celebrar… agrego apenado.
- ¿Por qué?... pregunte curioso.
- Tú sabes… por el viaje… me dijo extrañado.
- ¿Cuál viaje?... replique sin entender.
- Mi hija… ¿no te dijo nada?… insistió su viejo.
- No señor… ¿que se supone que debía saber?… agregue preocupado.
Vi el rostro de la madre de Mili, un poco desencajado, viendo como su esposo había metido la pata en grande, quizás adelantando algo que a Mili le correspondía resolver. Entendiendo que era una conversación de hombres, la madre de Mili decidió adelantarse y dejarnos solos.
Fue entonces que el padre de Mili, al fin, termino por revelarme el secreto que me había ocultado durante las últimas semanas, aquel secreto que su padre le insistió en más de una oportunidad que me contara.
El cáncer de la madre de Mili no había menguado. La familia había optado porque continuara su tratamiento con especialistas en Estados Unidos… en New York, tenía parientes en New Jersey… ella la doble nacionalidad… hasta el momento ese no era mi problema… y en unos instantes se convirtió en mío también.
El padre de Mili se quedaría en el país, en su trabajo, mientras su esposa viajaba a hacer su tratamiento… pero no iría sola… necesitaba quien se haga cargo de ella mientras sus parientes trabajaban…
Pues sí, adivinaron… la sacrificada seria Mili… y por consiguiente también nuestra relación de pareja… el tratamiento de su madre de por si sería costoso, como para contratar a una persona que este tiempo completo con ella.
¿Por cuánto tiempo se iría?... dependía de la enfermedad, del tratamiento y como evolucionase… podían ser semanas, meses… ¿años?... ¿Quién sabe?...
El padre de Mili se había sincerado crudamente conmigo, al buen estilo militar... un solo golpe, sin dudas ni murmuraciones, que duela una vez. Vislumbraba que su hija ante la situación, y si se daba la oportunidad, aprovechase al menos para tentar conseguir una beca y estudiar una maestría allá.
¿Al menos 1 o 2 años? ¿es una broma?, pensé… me cayó como baldazo de agua fría… más aun cuando el padre de Mili me dijo que, dependiendo como iba les iba, el también tentaría irse, vender su casa y buscar un empleo allá también… es decir, que el futuro de la familia de Mili parecía estar en el extranjero.
Aparte, en ese momento recordé que, Mili me había comentado tímidamente que hace años su madre y su familia le había iniciado los trámites para una visa de residencia allá. Quizás a manera de presagio de lo que podría suceder o de una posibilidad para el futuro de su hija…
El padre de Mili me dejo en shock, por primera vez (sin tragos encima) lo note más condescendiente conmigo, sabía que estaba enamorado de su hija. Bueno, en realidad… que pendej… viejo de mierd… me jodio todo… mi felicidad, mi graduación y quizás mi futuro… pero en realidad, no era su culpa… era la situación…
- Chicos a ponerse las togas… llamo el coordinador del evento.
Su viejo me despidió con un palmazo en el hombro y una palabra de aliento que ni recuerdo. Fui como zombi a los vestidores, apenas oía lo que me decían los demás mientras me ponía la toga. La gente fue saliendo y formándose, a un lado las mujeres y al otro los chicos. En la fila de mujeres no veía a Mili…
- ¿A dónde vas?... me dijo el coordinador al ver que huía.
- Al baño un rato... nervios… me excuse.
- Contigo o sin ti, va empezar la ceremonia… me advirtió.
A esas alturas no me importaba mucho, había visto otras ceremonias, sabía que había todo un rollo de discursos y protocolos al inicio… cosa que me podía ahorrar, esperaba que mis padres me entendieran luego, ahora tenía otras prioridades…
- ¿Por qué no me lo dijiste?... le increpe a Mili al encontrarla sola en los vestidores.
Estaba con la toga puesta, con la mirada perdida en el piso… al levantar el rostro vi que estaba llorando, su madre ya le había dicho que su viejo me conto todo… quizás hasta su padre reprendió a su hija por no habérmelo confesado antes, a pesar de su insistencia de las últimas semanas.
- ¿Por qué tuvo que decirte el?... sollozo ella, culpando a su padre.
- Y ¿cuándo pensabas decirme?… replique.
- No se… pero no hoy… no ahora… en nuestra graduación… se excusó.
- Pero ¿Por qué no me lo dijiste?... insistí.
- ¿Tú crees que es fácil?… no sabía cómo… estábamos terminando la universidad, teníamos exámenes… no quería distraerte… no sabía cómo decírtelo… exclamo tapándose el rostro para que no la viera llorar.
Al final mi rabia, se disipo al verla así, destrozada como yo… si bien me sentía traicionado porque no me lo dijo… por otro lado, la entendía. Me sentía vacío, por fin entendí los silencios de Mili de las últimas semanas, su negativa a decirme, había estado sufriendo en silencio…
Me senté a su lado, Mili apoyo su cabeza en mi hombro, mientras le acariciaba el cabello.
- ¿Cuándo?... pregunte.
- El jueves… dijo resignada.
- Mierd… tan rápido… por la put... madr… replique sorprendido.
Pensar que yo ya había hecho planes para pasar la navidad en su casa y luego ir a la mía, para así cumplir con ambas familias… pensé llevarla a la playa para recibir el año nuevo, embriagarnos… y romperle el culo en un hotel, o en una carpa en medio de un campamento, o quizás en la orilla del mar de madrugada cuando todos durmieran… según lo que pasase… pero no eso ya no sucedería…
- Si… te iba a enviar una postal… dijo ingenuamente.
- Ah… encima te pones graciosa… reclame sonriendo.
En ese momento nos reímos de nuestra fatalidad… no fue Javier, no fue Vane, no fue Guille, no fueron nuestros viejos, ni siquiera Viviana o alguien más… fue el estúpido de cáncer a la sangre, leucemia, que nos hacía mala sangre a los dos… y ponía un continente entre nosotros.
- Podemos hacer que funcione, te llamaría… correos… videoconferencia... dijo triste.
- Cyber-sexo… agregue dejando mi mente volar… nooo, no sería lo mismo.
- Ay… solo piensas en eso… que enfermo eres… me recrimino risueña.
- Y eso te encanta… le dije.
- Si, me gusta… que eres loco, me haces reír… decía melancólica.
- Y gemir… dije completando.
- Y dale con eso… que pervertido eres… pero bueno, también eso, me encanta que me hagas gemir… dijo riendo.
En esos instantes uno se pone creativo y se te vienen varias posibilidades a la mente, ¿conservar el idilio a la distancia?, era pesimista al respecto, la mayoría de experiencias que conocía al respecto terminaban como la canción que dice… felices los 4.
Claro que eso del amor a distancia suena románticamente bonito, pero ¿en la práctica?… no había una certeza del tiempo que permanecería allá o si es que se quedaría definitivamente allá… Ya me había pasado con mi prima, que el tiempo nos alejó y buenos las cosas siguieron su curso, yo acá con Mili y ella allá con otra pareja… y estábamos en el mismo país…
Hasta pensé en ¿casarnos?... claro, quería mucho a Mili, sentía que la amaba, pero apenas llevábamos unos cuantos meses juntos, no nos conocíamos del todo para dar ese paso. Mas aun el matrimonio no anulaba la enfermedad de la madre… aun así tendría que irse…
- Pensé que tu madre se estaba recuperando… dije, resistiéndome a creer lo que sucedía.
- No… quizás hasta necesite un trasplante en algún momento… y ya sabes quién será la donante… dijo asustada, era obvio que sería ella.
- Ya… tranquila… dije consolándola.
Mierd… también por eso se iba Mili, quizás en los exámenes médicos que le hicieron habían visto su compatibilidad como donante de su madre. En ese momento, al saber que Mili estaba sana, no me preocupe en ver los demás detalles de su evaluación médica.
Hasta que me surgió otra alternativa… ¿qué tal irme a Estados Unidos?... siendo realistas no era una posibilidad en el corto plazo… no estaba en ninguno de mis planes de vida, pero quizás sería la única alternativa viable… pero no tenía visa, y de lo que se comentaba las cosas se pusieron mas duras tras el 11 de setiembre (que era algo más reciente en esa época).
Al menos Mili tenía familia allá, y ellos la iban a apoyar con la salud de la madre… pero la idea no era irme allá para ser una carga más para ellos, un lugar más como polizonte entre su familia… tampoco me veía escabulléndome de la migra, yo no tenía ni pasaporte… no se puede vivir del amor…
- ¿Qué va pasar con nosotros?... pregunto Mili intuyendo mis pensamientos.
- Bueno... no tenemos que definirlo todo ahora… ya se nos ocurrirá algo… pero creo que nos ira bien… dije calmándola e intentando calmarme a mí mismo.
Nos paramos de la banca, dispuestos a unirnos a la celebración que se oía afuera, quizás nuestros padres seguro que ya estaban acomodados en las butacas, buscándonos entre los graduados. De repente Mili se detuvo y no me dejo avanzar.
- Y si esta es la última vez que estamos a solas… dijo apenada.
- ¿Pero faltan unos días?... dije extrañado.
- Lo sé, pero debo alistar mis cosas, ayudar a mi madre, despedirme de la familia… no sé cuánto tiempo me quede después de hacer todo eso… dijo nuevamente llorosa.
- Mierd… cierto… pero debemos salir... le dije.
- Aún hay tiempo… insistió ella.
- ¿Para qué?... pregunte incrédulo, aunque sabía a qué se refería.
- Para mi… dijo besándome, luego agrego… quiero que me hagas tuya (por última vez).
Ay caraj… como negarse a eso… después de la graduación, nos perderíamos entre los amigos y la familia, de ahí en adelante, lo demás era incierto. Lo único cierto era que estábamos solos en ese vestidor y que no sabíamos si gozaríamos de esa privacidad nuevamente.
- ¿Aquí?... todos están afuera y… ¿si alguien regresa?… dije dudando.
- Vamos tontito… peores locuras hemos hecho antes… repuso Mili acariciándome.
Bueno si, habíamos hecho toda clase de locuras (baños, box, autos, cines, etc.) en el tiempo que llevábamos juntos, hacer una más, ¿qué más da hacer otra más?… no sería la primera vez que lo haríamos en la universidad… más seria la última vez que lo haríamos ahí, a esas alturas creo que no podrían expulsarnos… ¿o sí? … bueno todo le daba algo de morbo también a la situación…
Comenzamos a besarnos como si fuera la última vez, primero tiernamente… luego salvajemente como si fuera el fin del mundo, quizás no habría mañana para nosotros… no había muchas opciones para hacerlo, solo estaba aquella banca delgada en la que estuvimos sentados en los minutos previos.
Mili lo entendió, se sacó rápidamente la toga, debajo de la cual traía un vestido semi entallado negro con gris, mezcla de elegante y provocador: por el ligero escote, por la mini en la que terminaba, las pantimedias negras y por todo lo que sabía que había debajo, que se dibujaba notoriamente.
Mientras me quitaba la toga, también me di cuenta, que aquella visión de Mili semi agachada dejando su toga a un lado de la banca, ya me había armado instintivamente una erección… ¿cómo no lo haría?... sí veía su enorme y redondo trasero abultarse, su corta falda subirse dejando entrever sus magnificas y bronceadas nalgas… mientras aparecía el final de sus pantimedias y apenas si se veía una diminuta ropa interior negra… esa mujer sabia como ponerme duro sin esfuerzo…
Mili lo intuía, volteo a mirarme coqueta… y una gota de leche se me escapo cuando torno su sonrisa a una lujuriosa y provocativa…
- Amor… hazme tu perra otra vez (o por última vez)… dijo Mili sugerentemente.
Se acomodo en cuatro sobre la delgada banca, casi haciendo equilibrio, ya que no cabían sus dos rodillas en el mueble, entrecruzo un poco las piernas, mejor dicho, los pies y pantorrillas para prácticamente apoyarse en una pierna… con esta acción sus muslos se juntaron y su jugoso trasero se veía mas enorme que nunca…
- A la mierd… que rico culo… dije sin tapujos a lo que Mili sonrió agradecida.
En esa posición, como para alimentar más mi morbo, Mili arqueo un poco la espalda, sus labios vaginales se veían entrecerrados, difícilmente podría ingresar una verga en esa estrechez forzada… lo que claramente era una invitación para disfrutar de su ano, que se veía ansioso y palpitante.
- Amorrr… rómpeme el culo yaaa… me rogaba Mili.
Ella veía embobada mi dura verga soltando una gota de leche mientras su vagina apretujada comenzaba también a hacer agua, escurriendo algunas gotas de su floreciente excitación…
- Ya que insistes… le dije volviendo en mí.
Había que apurar las cosas ahí dentro, afuera ya se oían algunas palabras de bienvenida a los padres y familiares, mientras que en ese vestidor el ano de Mili le daba la bienvenida a mi tiesa verga.
- Mas fuerte… más duro… por favor… me pedía Mili temblando de placer.
Yo estaba manejando este ultimo encuentro con cierta delicadeza, que más bien parecía desesperar a Mili que ansiaba una cogida salvaje … quería irse con el culo destrozado, sufriendo para sentarse, como para que se acuerde de mi en todo su viaje…
- Ohhh…. Siii… asiii… exclamo estremeciéndose.
Lo que había empezado en una lenta penetración, ante sus reclamos se convirtió en un brutal clavado que casi le desgarra el esfínter… que se dilato de manera abrupta para recibirme… tras esa criminal incursión inicial… sentía su arrugado ano temblando ansioso, casi saboreando mi verga.
Como les dije, en esa posición el rabo de Mili se veía más grande que nunca, el panorama era increíble, dos enormes nalgas abiertas por mi dura verga, sus gordos glúteos arremangados contra mi ingle, dejando ver una pequeña cintura… que parecía que se quebraría si la cabalgaba con fuerza.
Mili estaba super excitada, con la respiración entrecortada, volteo a verme, mezclar de placer y por unos instantes su vista se nublo casi a punto de lagrimear, recordando el futuro incierto que nos aguardaba… no quería menguar su excitación ni la mía…
- Ouuu… uhmmm…. Ayyy… se quejaba Mili sorprendida por la forma violenta en que, de la nada, empecé a bombearle su redondo culo.
Quería distraer todo pensamiento del futuro de mi cabeza y de la de Mili… nuevamente el gordo trasero de Mili y su ajustado ano servirían para exorcizarme de toda frustración… Mierd…. ¿Por qué ahora?... si lo sabia porque me retuvo mas viendo que Viviana revolvió mi mundo… ¿Por qué Mili pugnaba por interesarme (por ser la única en mi vida) para luego dejarme?...
- Ayyy… amorrr… ayyy… uhmmm… sufría Mili con mi cogida.
Ella sabia que estaba siendo brusco, intuía que yo desquitaba toda mi frustración por su partida, partiéndole a su vez el culo… frustración también magnificada por su silencio… me parecía que Mili estaba dispuesta a sufrir ese castigo con tal de darme el placer que parecía que necesitaba yo en ese momento… ofrendaba su ano con tal de congraciarse conmigo y brindarme un recuerdo de su entrega.
Mili que había hecho equilibrio en aquella delgada banca, con una pierna y ambas manos agarradas a los lados del larguero de madera, ahora el mueble retumbaba con mis embestidas y apenas Mili podía mantenerse en posición… ella opto por apoyar la cabeza contra el larguero, mientras sus manos buscaban apoyo en la base del banco…
- Siii… amorrr… asiii… decía llorosa soportando aquella vejación.
Si antes pensaba que su trasero no se podía ver mas grande, me equivoque, con esa nueva posición su rabo lucia colosal… más aun con la ultima maniobra que realizo, sacrificando su equilibrio, soltó la base de la silla y las dirigió a sus rechonchas nalgas… abriéndoselas, casi arañándoselas para aumentar mi morbo y que termine con esa tortura anal…
- Ayyy amorrr… me partesss… mi culooo… ayyy… se quejaba Mili.
- Lo siento mi vida… es que me poness asiii… le dije excusándome.
En un momento me detuve algo exhausto por el ritmo demencial que le apliqué… no era su culpa tampoco, que hubiera hecho yo si mi padre o madre pasaran por algo similar… quizás no hubiera ocultado tanto tiempo esto… pero tenía su lógica, era el final de la carrera… puto cáncer…
Desde su posición Mili abrió los ojos, que antes entrecerrados soportaban el castigo, y me vio dudar, nublarme nuevamente como cuando su padre me soltó esa bomba… al verme dubitar… ella hizo algo similar a cuando empezó esta faena… hizo lo posible por traerme de vuelta a ese momento… a esa cogida que debíamos atesorar como un gran recuerdo…
Mili comenzó a mover su rabo de manera sugerente, meneándolo en mi ingle y por momentos empujándomela, penetrándose ella misma, entrando y saliendo de mi verga… cada vez con mas fuerza… hasta que me hizo sonreír morbosamente otra vez y eso también la alegro melancólicamente.
- Hagámoslo bien… susurro excitándose nuevamente Mili.
Esta vez no agarre su delgada cintura, sino que me posicione tomando sus gordas nalgas, había mucho de donde agarrar, no tenía pierde… nuevamente comencé a bombearla…
- Uyyy siii… que bien se sienteee…. Como la primera vez… exclamo Mili poseída.
Mili disfrutaba recordando la primera vez que como jugando llevados por la curiosidad, un poco de vino y atracción que mutua, terminamos por desvirgarle el culo a Mili… por descubrir aquel placer inexplorado por ella y del cual era una adicta ahora…
La chica con el mejor culo de la facultad, quizás de la universidad, convertida en una perrita ansiosa que solo quería que le den por su arrugado y estrecho ano… cosa que la hacia gemir como loca, al punto de nuevamente comenzar a derramar líquidos por su palpitante vagina…
- Uhmmm amorrr…. Uhmmm…. no paresss… mi culitooo uhmmm… gemía Mili.
- Pero no grites… le decía yo, dándole un palmazo en sus gordas nalgas.
Lo peor que podía pasar es que, con el ruido que hacía Mili, terminaran regresando los graduados y atraparnos en plena faena anal… me imaginaba que mas de uno se masturbaría con aquella imagen…
- Siii… mi vida… pero sigue rompiéndome el culo… decía Mili mordiéndose los labios.
La banca parecía tener vida propia, saltaba con cada incursión de mi verga en sus tripas… Mili se aferraba con mas fuerza a la tabla. Por momentos parecía que se iría a un lado y luego al otros… y al final, la inercia hizo lo demás… fue tras unos segundos se fue a un lado…
- Ayyy… cuidado… uhmmm…. Exclamo Mili sorprendida.
Mili termino sobre el piso alfombrado, y yo con ella detrás… sus brazos amortiguaron su caída, sino se hubiera ido de boca, yo casi me doble el tobillo, enredado con ella y con la banca a un lado. No la había soltado en su caída… ella cayó casi en su misma posición, en 4 patas como perrita en celo…
- Auuu… ahora me reventaste el ano… se quejó Mili.
Yo seguía con la verga incrustada en su estrecho ano, y al perder el equilibrio, termine empalándola más hacia abajo, abriendo sus nalgas a mas no poder… su arrugado anillo era lo que me mantenía en equilibrio y sus bultosas nalgas amortiguaron mi caída, rebote contra ellas.
Esta vez Mili estaba apoyada en sus 2 rodillas y su cabeza en la alfombra, sus brazos parcialmente extendidos, como queriendo incorporarse, su culo muy empinado… mientras yo detrás ya me había posicionado y no la quería soltar…
- Uy no… espera… no… uhmmm… si… sigue… exclamo Mili desdiciéndose.
No había marcha atrás, mas bien solo había un martilleo hacia adelante. Ya me había asentado bien con mis pies contra el piso y mi verga taladrándola hacia abajo, mientras Mili nuevamente comenzaba a estremecerse de placer y hacer agua su vagina... sus manos comenzaban a arañar la alfombra.
Por momentos mis palmas ladeaban sus gordas nalgas, atrayendo y alejando sus glúteos, haciendo un armónico golpeteo contra mi ingle que producía un cálido sonido… que nos excitaba mas aun… un punto a mi favor era que en mi posición veía rebotar sus redondos cachetes y la onda expansiva que se producía hasta terminar en su estrecha cintura…
- Uhmmm… ohhh… uhmmm… escuchaba los ahogados gemidos de Mili.
La veía estremecerse, casi orinarse de placer, pero por momentos contraía los muslos, quería prolongar al máximo su gozo… quizás el ultimo… se resistía a entregarse a un orgasmo, a dejar esa locura terminar en la universidad donde empezó todo.
Pero por mas que se contrajera y estremeciera resistiendo, con los puños cerrados, mordiéndose los labios y lagrimeando… en algún momento se tenia que relajar, se tenia que rendir ante lo inevitable… un sonoro y placentero orgasmo que les juro que resonó en todo ese vestidor…
- Ouuuu…. Uhmmm… eres el mejorrr amorrr… uhmmm… casi grito extasiada.
Luego entendí que el temblor que sentí en la habitación eran por los sonoros aplausos de los presentes al discurso del representante de los alumnos… aunque sentí que era una gran ovación a aquella fenomenal cogida que le di a Mili…
- Ohhh… ufff… ay… caraj… ufff… exclame casi acalambrado.
No basto mucho para que mi verga se contraiga y luego comience a escupir violentamente, al ritmo de las contracciones de las nalgas de Mili… por momentos hasta su columna se contaría con cada borbotón de tibio semen que inundaba sus tripas. Desde aquella posición parecía que su cintura se partiría con tanto estremecimiento.
Cada descarga seminal era seguida por un alarido y contracción de Mili, así como una descarga vaginal, parecía una tubería mal goteando… en un ultimo alucinamiento de lujuria podía decir que cada estremecimiento parecía un rezago o un golpeteo de un nuevo orgasmo.
- Ayyy… ufff… ay mi culito… mi cintura… ayyy… resoplaba Mili también semi acalambrada.
Al sentir que mi verga había descargado todos sus líquidos, y dejo de contraerse… me fui alejando, quería admirar por esa, quizás ultima, vez el desastre que había hecho en la retaguardia de Mili… que parecía como disecada… toda contraída en su misma posición con la cola empinada y las nalgas abiertas… su casi al rojo vivo ano contrastaba contra el blanco liquido que comenzaba a salir, y con el traslucido liquido que su vagina excitada babeaba.
Sus pantimedias estaban raídas en la parte superior… su falda estaba algo arrugada, pero aun presentable. Parecía que Mili no se movería de su posición… estaba deshecha… solo me quedo buscar lo poco de papel que quedaba y limpiarle su destrozado trasero… al pasar el papel por su ano, se estremeció adolorida.
Coloque nuevamente la banca en su sitio y entendí que Mili sola no podría volver en sí, estaba casi agarrotada por tanta resistencia que le puso a su inminente orgasmo… o tal vez disfrutando cada instante de esos momentos de placer y guardándolos en su memoria.
Prácticamente tuve que ponerle su ropa en su posición y la estaba ayudando a reincorporarse, al menos a sentarse de rodillas… mi verga aun con nuestros líquidos estaba semi erecta, esperando de manera sugerente su limpieza, y con los ojos medio idos, Mili se posó en mi mástil…
Como era costumbre, con una mano apreso con seguridad mi verga, mientras la otra me tomaba de la cadera para tenerme cerca… con morbosa mirada vio las gotas seminales de ansiedad que iban saliendo provocadas por la inminente succión que se avizoraba… Mili fue acercándose lentamente y abriendo la boca, sus enrojecidos labios hacían la mueca justa como para apresar mi verga… sin embargo…
Escuchamos un ruido, el golpeteo del piso en el pasillo que daba a los vestidores… eran pasos acercándose… mierd… quizás nos oyeron… o nos habían ido a buscar…
- ¿Que?... exclamo Mili volviendo en sí, al oír el sonido presuroso.
Mili abrió los ojos, la mueca lujuriosa se transformó en una asustada… como despertando de un placentero sueño que se iba transformando en pesadilla…
- A los closets… rápido… le dije a Mili.
Nos metimos en esos poco espaciosos closets… mi verga, aún tenía líquidos, no me quería manchar… había algunos sacos que seguro las chicas dejaron antes de ponerse las togas… pero solo quedaba una última toga, quizás alguna de repuesto o prueba… me limpie con el borde de esa, mientras oía los pasos acercarse al closet…
Abrieron la puerta justo frente a esa toga sobrante, mientras yo me deslizaba de lado, intentando cubrirme con la ropa de las chicas… hasta que me tope con Mili que estaba de cuclillas en un rincón, casi temblando… no había más a donde ir… era el final del closet…
- Ahí está… esa es la tuya… escuche decir, parecía la voz de la coordinadora de las chicas.
- Ah… Ok…. Gracias… respondieron sacando la toga.
Esa voz me era familiar… mierd… era la voz de Vane… diablos… claro, estaba tan preocupado por Mili, que no me percate que Vane tampoco estaba en la fila de graduados… había llegado tarde y estaba por enfundarse la toga con la cual me acaba de limpiar los restos de semen de mi verga.
Por las rendijas de las puertas veíamos como Vane presurosa se ponía la toga, mientras Mili no pudo soltar una risita al ver la mancha de leche en un borde de la parte posterior de la toga… cosa que Vane no se percató… pero de lo que si se percato fue del sonido de la risa de Mili…
Vane comenzó a caminar hacia los closets, con mirada curiosa… Mili se tapaba la boca y me miraba asustada… si bien no le tenía miedo a Vane, quizás a lo que ella podría decir en venganza, aun no estábamos graduados oficialmente, y Vane nos tenía una rabia contenida que podría hacer cualquier cosa para desquitarse…
Tal vez Mili temía que, en su ausencia, por su próximo viaje, Vane nuevamente tentaría acercárseme o chantajearme como pudiera… si bien ojos que no ven, corazón que no siente… dudo que Mili quisiera dejarme a merced de Vane… y ella ya estaba por abrir la puerta…
- Señorita, apresureseee... le recriminaron a Vane.
Para nuestra suerte la coordinadora había retornado a apurar a Vane, que retorno en sí y recordó la ceremonia, dudo unos instantes y luego la vimos salir presurosa … ufff….
- ¿Por qué siempre está loca nos sigue?... pregunto Mili, un tanto aliviada.
- Que importa… vamonosss… le dije, si estaban por llamar a Vane, en orden de apellidos, poco después nos tocaría a nosotros…
Para nuestra suerte, ingresamos al estrado con las luces semi apagadas, solo enfocando al estudiante que daba el discurso en representación de los alumnos. Al momento de prender las luces para empezar a entregar los diplomas, mágicamente la cantidad de alumnos estaba completa con nuestra presencia.
Solo Guille se percató de mi presencia a su lado, en uno de los extremos de la fila de hombres… en el caso de Mili, parecía que las chicas estaban más distraídas buscando a sus padres en el público, entre la penumbra, creo que mas se percataron de la presencia de Vane a la que no habían visto en la practica preliminar… es decir, para nuestra suerte pasamos desapercibidos, excepto para nuestros padres.
Lo que no paso desapercibido fue la mancha que parecía de goma en el borde de la toga de Vane, que parecía brillar con las luces… mas para nosotros que la veíamos de espaldas… tras la ceremonia se fue al baño a limpiarse eso, a pedido de sus amigas, me imagino que al oler eso se habrá percatado que era y habrá intuido de quienes eran esos líquidos…
Sin querer, termino siendo la última venganza de Mili contra Vane… ¿pero habría una ultima venganza de Vane contra ella o contra mí?... No se sabia aun, solo que nuevamente nos lanzaba furibundas miradas al vernos juntos y Mili no disimulaba su risa traviesa y revanchista... aunque Mili tampoco podía disimular, al menos para mí, su adolorido trasero, ya que me percataba que se sentaba de lado.
Al final, después de la graduación hubo una pequeña recepción con brindis y bocadillos, fotos aquí y allá con la familia y amigos… como era de esperarse, al final nuestras familias se conocieron, pero eso ya no era lo importante o lo más estresante para mí, solo cabe resaltar hubo buen ánimo protocolar por la emoción de la graduación.
En realidad, ya no recuerdo mucho de esos momentos, salvo lo que pude ver después por las fotos que nos tomamos y nos tomaron amigos en grupo, todo fue como un sueño… cuando uno simplemente se deja llevar por el momento, los amigos y su alegría... mas de ellos que mía…
Total, en esos momentos, mi cabeza estaba más en el incierto futuro de Mili y el mío… apenas quedaban unos días antes de que ella se fuera… o que se la llevaran… y luego… ¿Qué pasaría?… ¿el caprichoso destino nos tendria deparado alguna otra sorpresa?...
Continuara
2 comentarios - Rompiendole el culo a mili (42)
https://movil.todorelatos.com/perfil/1437922/