Asi nací y así seguire II
Empieza la grata tribulación, el pre-casting – Soy así y que parte II
Como era de esperarse, solo llegue a la casa y a los pocos minutos llame a Teresa, para contarle con lujo de detalles mi experiencia. Pero me sorprendí, cuando me pidió que mejor se lo contara al día siguiente, pues tenía que atender un asunto importante. No le puse mucha importancia, y quedamos en eso…
A la mañana siguiente, mi gran sorpresa, fue el recibir una llamada en mi nuevo celular… Pues a nadie se lo había dado aun… Lo peor, es que sonó cuando estaba desayunando y mi madre estaba en la mesa… Conteste, y era Julio, me puse muy nerviosa… pues no sabia que pensaría mi mama. Pero después de decirme que la había pasado muy bien conmigo, me pidió hablar con mi madre. Quede en shock… pero que otra, le di el celular y el rostro de mi madre cambio considerablemente, de enojo a una cara de al fin hiciste algo bueno… Intrigada le pregunte que le había dicho Julio. – Nada, solo que me espera hoy a las 2 de la tarde, para comprarme un celular a mi también.-
No te preocupes, agrego. Eres una mujer, y que te puedo reclamar, si ves cuanto hombre entra y sale de la casa… y te imaginas el motivo. Solo te pido que tengas cuidado, hay gente que solo quiere cojerte, pero no quiere dar nada… todo lo esperan gratis. Ese día hablamos de mujer a mujer, me dio algunos tips, de cómo estar con un hombre, y me pidió detalles de cómo había sido mi primera experiencia… Todo iba de maravilla en la platica, hasta que le comente, como Teresa, se había ofrecido a prestarme su casa…
Mira, me dijo… -corta toda relación con Teresa…- y me contó el porque de su pleito, el cual lo resumo más o menos así: Mi mamá estuvo casada, y como mi padre trabajaba en el área de Ingenios Azucareros, el era raro que estuviera en la casa, así que por llevarse de los consejos de Teresa, empezó a salir con Julio, pero sin sospechar que Teresa, se interesaba por mi papá, así que esta la delato. Mi papá salio disque que a trabajar, y a la media hora entro a la casa, y allí estaba mi mamá siendo penetrada por Julio. Desde ese día no se hablan, para nada, y por orgullo mi mamá no pidió ayuda económica para sostenerme. Al final, ni teresa, ni mi mamá se quedaron con mi papá; y compiten, por cuanto hombre se les cuza a ambas.
Me dio risa la historia, y le dije, que ya era una mujer, y que me podría cuidar de gente como Teresa… pero que le agradecía los consejos y los tips.
En la tarde de ese día, solo salí de clases y me dirigí a la casa de Teresa, a pesar del la advertencia de mi madre. Al llegar a su casa, toque el timbre y como que esperándome, abrió la puerta rápidamente. Ella estaba en ropa interior, muy diminuta, pero sexy. Le pregunte que porque la ropa, pero cuando entre, y allí estaba Julio, recostado en el sillón. Así que la respuesta ya no fue necesaria. –Miren, mis dos de mis tres perras favoritas – dijo Julio y sonrió. Me disgusto el comentario y le recrimine que no era una perra. Pero me recordó lo del celular. Así que ni modo, si era una perra.
- Aprovechando que estas aquí, báilame otra vez – dijo Julio, mientras que se bajaba el ziper del pantalón y su verga quedaba bien parada. Seguro que Teresa, lo estuvo trabajando. No me moví, me agarre la falda. Como diciendo, nadie mas me vera desnuda otra vez. Teresa, quien se había sentado a jugar con el pene de Julio, se levanto y encendió la Televisión, en donde se veía como le había bailado a Julio y por supuesto, como me había desvirgado. Quería llorar… quería tener una arma y matar a los dos desgraciados… pero estaba sola en ese lugar… con dos personas que se burlaban de mi.
-Tienes el talento de tu madre,- agrego Teresa, así que empiece el espectáculo, si no quieres que Julio pase este video, por cable. Pues si no lo sabias, él es el dueño de la empresa de cable. Y que crees que dirán tus amigos del colegio… No... No es bueno para tu reputación… Sentí como un balde de agua fría, me caía en el cuerpo. No era posible, mi mamá tenia razón, pero ya era tarde… estaba a merced de estos tipos.
No pensé mas, me fui al estereo, y busque en los discos una música cachonda y empecé a bailar al ritmo de la canción… Con algunos movimientos, dejaba ver mi ropa interior, hasta que Julio paro la música y le pidió a Teresa que se vistiera… pues iba a haber una guerra de desnudistas… a lo que Teresa agregó – pan comido - . A los pocos minutos, estaba en un traje de colegiala, casi igual al mío. Julio sonrió, y puso la música nuevamente, así que trate de moverme lo más sensual que podía, y recordé, lo que mi madre me dijo… un hombre se excita demasiado, si se le muestra, pero no se le deja tocar… Así que fui la primera en quitarme la blusa, y me acerco a Julio y saco los pezones, por encima de mi sostén. Justo, cuando Julio, los iba a estrujar, me retiro, mostrándole, mis caderas, pues me levante la falta en ese momento… Al ver el rostro de Julio, así cachondo, me olvide de Teresa… como si solo yo estuviera en la sala y bailaba nuevamente para Julio… me calenté aun mas y me quito la falda, dejando mis nalgas blancas y redondas, frente a Julio. Abro mis piernas, inclino mi espalda, a fin de que Julio pueda ver no solo mi culo, si no mi cara; y me meto la mano entre el bikini – ese día no cargaba tanga – y me empiezo a meter un dedo… Julio, estaba a reventar. No aguantaba. Y yo súper, por hacerlo feliz. Allí fue cuando me recordé de Teresa, y la vi arrodillada a los pies de Julio, jugando con su pene erecto.
-Para que sacrificarme… si haces un buen trabajo- me dijo Teresa, mientras disfrutaba del baile ella también. Teresa, se levanto, a hacer una llamada, mientras yo le seguí bailando Julio. Me le acerque lenta mente, me desabroche el sostén, y deje que mis senos fueran libres. Le tiro el sostén en la cara a Julio, el cual lo recoge y lo guarda en uno de sus bolsillos –trofeo de guerra me dijo -, sin saber lo que eso quería decir… muevo mis caderas de un lado a otro, y con una mano, me hago a un lado el bikini, par que Julio observara nuevamente mi vagina, la cual ya estaba húmeda. Me mojo un dedo con saliva, y lo paso sobre mi clítoris… casi grito del placer…, me doy vuelta, cierro mis piernas me inclino, y me bajo el bikini a las rodillas, me arrodillo y nuevamente, me toco mi conchita… Julio, ya se quería venir sobre mí. Teresa, quien ya había regresado a su lado, observaba perpleja, pero sin dejar de acariciar su pene con sus manos o con sus labios.
Julio, se levanta y así arrodillada, me mete un dedo en mi vagina… yo casi exploto. Teresa, se arrastra como perra, en cuatro patas, y me planta un beso… era una sensación extraña, pues no era lesbiana y me desagradaba la idea de tener sexo con una mujer… pero ese beso me había dado, como un fuerte latigazo de electricidad…
Julio, me termino de quitar el bikini, me paro, mientras Teresa se prendió como niña a mi pecho… que sensación más placentera. Julio, me sobaba la vagina y me introducía sus dedos una y otra vez… deje que un gemido se me escapara. Ya no aguantaba mas… quería que Julio me metiera su grueso y venoso pene. No pude ser discreta y le digo, - por favor métemelo ya…- Julio, se sorprendió, y me tomo en sus brazos y me llevo al sillón… me dijo – tranquila, ya te lo daré – me abre las piernas, en forma de “V” y me las lleva hacia arriba, creí que me iba a partir, pues mis rodillas, casi tocan mis hombros. Julio, se sube según yo, para penetrarme, pero no… coloca su polla en mi boca… no me podía mover, pues el estaba sobre mi… su pene, me rozaba los labios, hasta que accedí a mamarsela.
A todo esto Teresa, aprovecha a pasar su lengua en mi vagina… Otro gemido sale de mi boca, era algo maravilloso, nadie me había hecho sexo oral… era magnifico… el sentir esa lengua que entra, que rosa, que camina que escudriñaba mi vagina de arriba abajo… y fue mas soberbio cuando sus dedos profanaron mi vagina… sentía como un calor recorría mi cuerpo… y gemía y gemía.
De repente, se abre la puerta de la casa y entra un joven. Yo me corte de inmediato, quise levantarme, pero el peso de Julio no me lo permitió. Además, tenía el pene en la boca, no podía hacer más… Vi como Teresa, se levanta y habla con el joven, señalándome, luego se una sonrisa, le da un beso, y le baja el ziper del pantalón y le saca el pene, que ya se había puesto duro… por lo que había visto… El ver como Teresa, le lamia el escroto – los huevos - me prendió, allí se me fue la vergüenza.
Teresa, era una experta en sexo oral… ya lo había comprobado yo. Ni cuanta me di, cuando el joven, se había desvestido, lo que si vi, es que traía a Teresa, de rodillas manándole el pene, justo al sillón. La pone a un lado y le abre las piernas. Julio, hace lo mismo, así que quedamos las dos casi de frente, yo podía ver como el tipo la penetraba, mientras que ella veía como Julio, me metía la verga una y otra vez. Yo gritaba cada vez más fuerte. Teresa, al parecer, se estaba excitando con mis gemidos, pues comenzó a gemir también. No se ni de donde saque la idea, pero le toque un seno a Teresa, la cual se prendió más, pues ella, con sus manos estrujo, mis senos, que al sentir esa sensación, hicieron que llegara a un orgasmo magnifico.
Julio, no paraba de taladrar mi vagina, parecía martillo neumático, con un mete y saca cada vez mas fuerte, yo me retorcía del placer. El joven que se clavaba a Teresa, dejo de hacerlo, y se dirigió a mi rostro… Me asuste un poco, pero el placer que sentía era tanto, que no dude en su intención… y abrí mi boca, para que aquel extraño, blanco y duro pene ingresara en mi boca. Por primera vez era follada por dos hombres.
Era súper lo que sentía. A pesar de mi corta edad, ya daba pasos acelerados en cuestiones de sexo… Que gozo era el tener dos vergas entrando y saliendo de mi cuerpo. Teresa, solo nos observaba, mientras se masturbaba fuertemente. El verla así, hizo que llegara a otro orgasmo. Mis piernas, ya no daban para más, me temblaban. Estaba a punto de tirarme al suelo, cuando sentí un ardor, Teresa, me había dado una nalgada. No era algo tan malo… si no que todas las sensaciones mezcladas hacían que se sintiera súper…
Julio no aguanto más y termino, saco su miembro y deposito toda su leche sobre mi espalda. Momento que fue aprovechado por ese desconocido, para terminar en mi boca. Al parecer era más fuerte que julio, o eso pensé, pues la cantidad de leche que me entro en la boca fue mucha.
Yo sin preguntar, comencé a tragarlo todo. Cuando el misterioso joven quiso sacar su pene, no se lo permití, si no que lo le coloque mis manos en su cadera y lo introduje hasta el fondo, luego apreté los labios, lo mas que pude, y lo fui sacando lentamente, a fin de que quedara totalmente limpio de esa sabrosa leche, que ya con solo dos veces, me estaba empezando a gustar.
Así termino esta faena, el joven me levanto del sillón, pero las piernas me temblaban y me dejo recostada un rato, con las piernas abiertas. Se sentó a mi lado y me sonrió. Me dijo – que tal muñeca, me llamo Estuardo. Créeme que nunca había estado con una chica como tú – Me sonroje, pues era la primera vez que le veía y le dije, - pues creo que es un gusto, soy Carolina González Valenzuela –
Eres tan linda y tan joven, para estar metida en este rollo del porno, agrego. A lo que sorprendida le dije que no sabia de que hablaba. En eso Julio, interrumpió, diciendo, el es el director del programa Atrevidas, un programa para adultos, que paso en mi canal de cable, a las 12 de la noche, todos los sábados, y tiene mucha afluencia.
Así que cuándo te conocí, supe que tenías talento y por eso le llame. –Veo que no te equivocaste – dijo Estuardo. Molesta, le dije que no hacia videos, ni nada por el estilo, además si mi mamá se entera, lo demanda. A lo que Julio, nuevamente dijo… -tu mamá no se puede negar… primero, ya eres mayor de edad y segundo, ella trabaja en el programa de Estuardo, y es su digámoslo así… su Favorita.-
-Ella es la hija de Emilia, ve que pequeño es el mundo, me folle a la madre y a la hija…- -Si – le replico Julio, haber que día nos las follamos a las dos juntas. – me parece – dijo Estuardo. Adolorida, me levante y le dije que no. Pero Julio, me dijo, no te queda otra, recorda, que ahora tenemos no solo uno, si no dos videos, para que te conozcan tal como eres.
Agache la cara y con vergüenza dije, que cuando había que ir a grabar, a lo que Estuardo me dijo que le bajara al asunto, pues, para entrar, tenia que ir a un casting, al siguiente día en la mañana. Que me esperaba a las 9 de la mañana, y me dio una tarjeta con una dirección. Y que por la edad, no me preocupara, ya que por el tamaño y el cuerpo que tenia, lucia como una chica de 18 años, - sin ofender – agrego.
Cuando al fin me repuse, y me dirigía a vestir, Estuardo, me tomo de las nalgas y me sentó en sus piernas. Algo nerviosa, pero con cierta armonía, deje que el hiciera lo que quisiera. Me abrió las piernas, y con sus manos suaves – por tanto trabajar en oficina supongo – comenzó a acariciar mi vagina, mientras me besaba el cuello. Aquello comenzaba a gustarme. Sabía que iba a ser penetrada otra vez. Pero debo ser honesta, ya me estaba gustando.
Conforme el basa y toca se iba dando, su falo, se endurecía nuevamente, así que aproveche, para masturbarlo, primero de manera Sueve, luego, poco a poco subía el ritmo… y notaba que cuando aumentaba el ritmo, sus dedos penetraban mi vagina de la misma manera. No tardo mucho, en tumbarme al piso y caerme encima. Me metió su caliente falo de manera que todo parecía una coreografía, en la cual nuestros cuerpos se acoplaban perfectamente. Su mete y saca no era tan brusco como el de Julio, pero si era excitante. No podía creer que era algo suave y delicado conmigo y aun así yo gemía como lo hacia con Julio.
Estuardo, se tiro al piso y me dijo – siéntate sobre mi verga – a lo que como poseída accedí inmediatamente me coloque de espaldas a él, a lo que me dijo que mejor de frente, que deseaba ver, como mi conchita, se comía su verga. Como niña buena accedí, me di vuelta y tome su verga con una mano, mientras lo rozaba por la entrada de la vagina. Luego de unos segundos, me siento lentamente sobre el, el sentir nuevamente una verga en medio de mis piernas, me volvía loca. Comencé a cabalgarlo lentamente, pero mi cuerpo pedía más, así que acelere el ritmo. Parecía que a Estuardo le agrado la idea, y que además disfrutaba de la vista, de ver mi vagina penetrada y mis senos rebotando con cada envión. Cuando ya iba a terminar, me dijo, -en donde quieres la leche nena- Esa frase me puso súper cachonda, que comencé a cabalgar aun mas rápido, y sin darle tiempo, sentí un chorro caliente en el interior de mi taladrada vaginita… Allí fue cuando recordé, que no tenia condón Estuardo. Por lo que me pare rápidamente, y su semilla comenzó a caer en el cuerpo de Estuardo. Me puse nerviosa, cuando volteé a ver, Teresa, que nos había observado ya vestida, me dijo, -no te asustes, no quedas embarazada, yo te daré algo para ello-.
Así que ya mas tranquila, con mi lengua, limpie todo el semen en el cuerpo y en el pene flácido de Estuardo, el cual también se estremecía con cada movimiento que yo realizaba. A todo esto, no había visto la hora, ya era tarde, así que llame a mi mamá para contarle que estaba con unas amigas, y que me irían a dejar como a las 8, es decir, como dentro de media hora. Cuando empecé a vestirme, no encontraba mi ropa interior, así que le pregunte a Teresa y ella me dijo que Julio se los había llevado como trofeos. No me quedo otra que irme así.
Cuando Estuardo me llevo a mi casa, la cual ya conocía, por supuesto, me dijo, que llegara puntual, yo le dije, -lo pensare-. Pero él me dio un beso en la boca y con una mano, me metió un dedo en la vagina y vio, como mi cuerpo salto de gusto. – Yo se que no faltaras, al igual que tu madre, las dos son unas putas, que les encanta tener una verga tanto en la conchita, como en el culo - Esas palabras me resonarían en la mente toda la noche, pues nunca había tenido sexo anal y por la cara de mi mamá, no se veía tan difícil, pero eso si no lo sabia aun.
Empieza la grata tribulación, el pre-casting – Soy así y que parte II
Como era de esperarse, solo llegue a la casa y a los pocos minutos llame a Teresa, para contarle con lujo de detalles mi experiencia. Pero me sorprendí, cuando me pidió que mejor se lo contara al día siguiente, pues tenía que atender un asunto importante. No le puse mucha importancia, y quedamos en eso…
A la mañana siguiente, mi gran sorpresa, fue el recibir una llamada en mi nuevo celular… Pues a nadie se lo había dado aun… Lo peor, es que sonó cuando estaba desayunando y mi madre estaba en la mesa… Conteste, y era Julio, me puse muy nerviosa… pues no sabia que pensaría mi mama. Pero después de decirme que la había pasado muy bien conmigo, me pidió hablar con mi madre. Quede en shock… pero que otra, le di el celular y el rostro de mi madre cambio considerablemente, de enojo a una cara de al fin hiciste algo bueno… Intrigada le pregunte que le había dicho Julio. – Nada, solo que me espera hoy a las 2 de la tarde, para comprarme un celular a mi también.-
No te preocupes, agrego. Eres una mujer, y que te puedo reclamar, si ves cuanto hombre entra y sale de la casa… y te imaginas el motivo. Solo te pido que tengas cuidado, hay gente que solo quiere cojerte, pero no quiere dar nada… todo lo esperan gratis. Ese día hablamos de mujer a mujer, me dio algunos tips, de cómo estar con un hombre, y me pidió detalles de cómo había sido mi primera experiencia… Todo iba de maravilla en la platica, hasta que le comente, como Teresa, se había ofrecido a prestarme su casa…
Mira, me dijo… -corta toda relación con Teresa…- y me contó el porque de su pleito, el cual lo resumo más o menos así: Mi mamá estuvo casada, y como mi padre trabajaba en el área de Ingenios Azucareros, el era raro que estuviera en la casa, así que por llevarse de los consejos de Teresa, empezó a salir con Julio, pero sin sospechar que Teresa, se interesaba por mi papá, así que esta la delato. Mi papá salio disque que a trabajar, y a la media hora entro a la casa, y allí estaba mi mamá siendo penetrada por Julio. Desde ese día no se hablan, para nada, y por orgullo mi mamá no pidió ayuda económica para sostenerme. Al final, ni teresa, ni mi mamá se quedaron con mi papá; y compiten, por cuanto hombre se les cuza a ambas.
Me dio risa la historia, y le dije, que ya era una mujer, y que me podría cuidar de gente como Teresa… pero que le agradecía los consejos y los tips.
En la tarde de ese día, solo salí de clases y me dirigí a la casa de Teresa, a pesar del la advertencia de mi madre. Al llegar a su casa, toque el timbre y como que esperándome, abrió la puerta rápidamente. Ella estaba en ropa interior, muy diminuta, pero sexy. Le pregunte que porque la ropa, pero cuando entre, y allí estaba Julio, recostado en el sillón. Así que la respuesta ya no fue necesaria. –Miren, mis dos de mis tres perras favoritas – dijo Julio y sonrió. Me disgusto el comentario y le recrimine que no era una perra. Pero me recordó lo del celular. Así que ni modo, si era una perra.
- Aprovechando que estas aquí, báilame otra vez – dijo Julio, mientras que se bajaba el ziper del pantalón y su verga quedaba bien parada. Seguro que Teresa, lo estuvo trabajando. No me moví, me agarre la falda. Como diciendo, nadie mas me vera desnuda otra vez. Teresa, quien se había sentado a jugar con el pene de Julio, se levanto y encendió la Televisión, en donde se veía como le había bailado a Julio y por supuesto, como me había desvirgado. Quería llorar… quería tener una arma y matar a los dos desgraciados… pero estaba sola en ese lugar… con dos personas que se burlaban de mi.
-Tienes el talento de tu madre,- agrego Teresa, así que empiece el espectáculo, si no quieres que Julio pase este video, por cable. Pues si no lo sabias, él es el dueño de la empresa de cable. Y que crees que dirán tus amigos del colegio… No... No es bueno para tu reputación… Sentí como un balde de agua fría, me caía en el cuerpo. No era posible, mi mamá tenia razón, pero ya era tarde… estaba a merced de estos tipos.
No pensé mas, me fui al estereo, y busque en los discos una música cachonda y empecé a bailar al ritmo de la canción… Con algunos movimientos, dejaba ver mi ropa interior, hasta que Julio paro la música y le pidió a Teresa que se vistiera… pues iba a haber una guerra de desnudistas… a lo que Teresa agregó – pan comido - . A los pocos minutos, estaba en un traje de colegiala, casi igual al mío. Julio sonrió, y puso la música nuevamente, así que trate de moverme lo más sensual que podía, y recordé, lo que mi madre me dijo… un hombre se excita demasiado, si se le muestra, pero no se le deja tocar… Así que fui la primera en quitarme la blusa, y me acerco a Julio y saco los pezones, por encima de mi sostén. Justo, cuando Julio, los iba a estrujar, me retiro, mostrándole, mis caderas, pues me levante la falta en ese momento… Al ver el rostro de Julio, así cachondo, me olvide de Teresa… como si solo yo estuviera en la sala y bailaba nuevamente para Julio… me calenté aun mas y me quito la falda, dejando mis nalgas blancas y redondas, frente a Julio. Abro mis piernas, inclino mi espalda, a fin de que Julio pueda ver no solo mi culo, si no mi cara; y me meto la mano entre el bikini – ese día no cargaba tanga – y me empiezo a meter un dedo… Julio, estaba a reventar. No aguantaba. Y yo súper, por hacerlo feliz. Allí fue cuando me recordé de Teresa, y la vi arrodillada a los pies de Julio, jugando con su pene erecto.
-Para que sacrificarme… si haces un buen trabajo- me dijo Teresa, mientras disfrutaba del baile ella también. Teresa, se levanto, a hacer una llamada, mientras yo le seguí bailando Julio. Me le acerque lenta mente, me desabroche el sostén, y deje que mis senos fueran libres. Le tiro el sostén en la cara a Julio, el cual lo recoge y lo guarda en uno de sus bolsillos –trofeo de guerra me dijo -, sin saber lo que eso quería decir… muevo mis caderas de un lado a otro, y con una mano, me hago a un lado el bikini, par que Julio observara nuevamente mi vagina, la cual ya estaba húmeda. Me mojo un dedo con saliva, y lo paso sobre mi clítoris… casi grito del placer…, me doy vuelta, cierro mis piernas me inclino, y me bajo el bikini a las rodillas, me arrodillo y nuevamente, me toco mi conchita… Julio, ya se quería venir sobre mí. Teresa, quien ya había regresado a su lado, observaba perpleja, pero sin dejar de acariciar su pene con sus manos o con sus labios.
Julio, se levanta y así arrodillada, me mete un dedo en mi vagina… yo casi exploto. Teresa, se arrastra como perra, en cuatro patas, y me planta un beso… era una sensación extraña, pues no era lesbiana y me desagradaba la idea de tener sexo con una mujer… pero ese beso me había dado, como un fuerte latigazo de electricidad…
Julio, me termino de quitar el bikini, me paro, mientras Teresa se prendió como niña a mi pecho… que sensación más placentera. Julio, me sobaba la vagina y me introducía sus dedos una y otra vez… deje que un gemido se me escapara. Ya no aguantaba mas… quería que Julio me metiera su grueso y venoso pene. No pude ser discreta y le digo, - por favor métemelo ya…- Julio, se sorprendió, y me tomo en sus brazos y me llevo al sillón… me dijo – tranquila, ya te lo daré – me abre las piernas, en forma de “V” y me las lleva hacia arriba, creí que me iba a partir, pues mis rodillas, casi tocan mis hombros. Julio, se sube según yo, para penetrarme, pero no… coloca su polla en mi boca… no me podía mover, pues el estaba sobre mi… su pene, me rozaba los labios, hasta que accedí a mamarsela.
A todo esto Teresa, aprovecha a pasar su lengua en mi vagina… Otro gemido sale de mi boca, era algo maravilloso, nadie me había hecho sexo oral… era magnifico… el sentir esa lengua que entra, que rosa, que camina que escudriñaba mi vagina de arriba abajo… y fue mas soberbio cuando sus dedos profanaron mi vagina… sentía como un calor recorría mi cuerpo… y gemía y gemía.
De repente, se abre la puerta de la casa y entra un joven. Yo me corte de inmediato, quise levantarme, pero el peso de Julio no me lo permitió. Además, tenía el pene en la boca, no podía hacer más… Vi como Teresa, se levanta y habla con el joven, señalándome, luego se una sonrisa, le da un beso, y le baja el ziper del pantalón y le saca el pene, que ya se había puesto duro… por lo que había visto… El ver como Teresa, le lamia el escroto – los huevos - me prendió, allí se me fue la vergüenza.
Teresa, era una experta en sexo oral… ya lo había comprobado yo. Ni cuanta me di, cuando el joven, se había desvestido, lo que si vi, es que traía a Teresa, de rodillas manándole el pene, justo al sillón. La pone a un lado y le abre las piernas. Julio, hace lo mismo, así que quedamos las dos casi de frente, yo podía ver como el tipo la penetraba, mientras que ella veía como Julio, me metía la verga una y otra vez. Yo gritaba cada vez más fuerte. Teresa, al parecer, se estaba excitando con mis gemidos, pues comenzó a gemir también. No se ni de donde saque la idea, pero le toque un seno a Teresa, la cual se prendió más, pues ella, con sus manos estrujo, mis senos, que al sentir esa sensación, hicieron que llegara a un orgasmo magnifico.
Julio, no paraba de taladrar mi vagina, parecía martillo neumático, con un mete y saca cada vez mas fuerte, yo me retorcía del placer. El joven que se clavaba a Teresa, dejo de hacerlo, y se dirigió a mi rostro… Me asuste un poco, pero el placer que sentía era tanto, que no dude en su intención… y abrí mi boca, para que aquel extraño, blanco y duro pene ingresara en mi boca. Por primera vez era follada por dos hombres.
Era súper lo que sentía. A pesar de mi corta edad, ya daba pasos acelerados en cuestiones de sexo… Que gozo era el tener dos vergas entrando y saliendo de mi cuerpo. Teresa, solo nos observaba, mientras se masturbaba fuertemente. El verla así, hizo que llegara a otro orgasmo. Mis piernas, ya no daban para más, me temblaban. Estaba a punto de tirarme al suelo, cuando sentí un ardor, Teresa, me había dado una nalgada. No era algo tan malo… si no que todas las sensaciones mezcladas hacían que se sintiera súper…
Julio no aguanto más y termino, saco su miembro y deposito toda su leche sobre mi espalda. Momento que fue aprovechado por ese desconocido, para terminar en mi boca. Al parecer era más fuerte que julio, o eso pensé, pues la cantidad de leche que me entro en la boca fue mucha.
Yo sin preguntar, comencé a tragarlo todo. Cuando el misterioso joven quiso sacar su pene, no se lo permití, si no que lo le coloque mis manos en su cadera y lo introduje hasta el fondo, luego apreté los labios, lo mas que pude, y lo fui sacando lentamente, a fin de que quedara totalmente limpio de esa sabrosa leche, que ya con solo dos veces, me estaba empezando a gustar.
Así termino esta faena, el joven me levanto del sillón, pero las piernas me temblaban y me dejo recostada un rato, con las piernas abiertas. Se sentó a mi lado y me sonrió. Me dijo – que tal muñeca, me llamo Estuardo. Créeme que nunca había estado con una chica como tú – Me sonroje, pues era la primera vez que le veía y le dije, - pues creo que es un gusto, soy Carolina González Valenzuela –
Eres tan linda y tan joven, para estar metida en este rollo del porno, agrego. A lo que sorprendida le dije que no sabia de que hablaba. En eso Julio, interrumpió, diciendo, el es el director del programa Atrevidas, un programa para adultos, que paso en mi canal de cable, a las 12 de la noche, todos los sábados, y tiene mucha afluencia.
Así que cuándo te conocí, supe que tenías talento y por eso le llame. –Veo que no te equivocaste – dijo Estuardo. Molesta, le dije que no hacia videos, ni nada por el estilo, además si mi mamá se entera, lo demanda. A lo que Julio, nuevamente dijo… -tu mamá no se puede negar… primero, ya eres mayor de edad y segundo, ella trabaja en el programa de Estuardo, y es su digámoslo así… su Favorita.-
-Ella es la hija de Emilia, ve que pequeño es el mundo, me folle a la madre y a la hija…- -Si – le replico Julio, haber que día nos las follamos a las dos juntas. – me parece – dijo Estuardo. Adolorida, me levante y le dije que no. Pero Julio, me dijo, no te queda otra, recorda, que ahora tenemos no solo uno, si no dos videos, para que te conozcan tal como eres.
Agache la cara y con vergüenza dije, que cuando había que ir a grabar, a lo que Estuardo me dijo que le bajara al asunto, pues, para entrar, tenia que ir a un casting, al siguiente día en la mañana. Que me esperaba a las 9 de la mañana, y me dio una tarjeta con una dirección. Y que por la edad, no me preocupara, ya que por el tamaño y el cuerpo que tenia, lucia como una chica de 18 años, - sin ofender – agrego.
Cuando al fin me repuse, y me dirigía a vestir, Estuardo, me tomo de las nalgas y me sentó en sus piernas. Algo nerviosa, pero con cierta armonía, deje que el hiciera lo que quisiera. Me abrió las piernas, y con sus manos suaves – por tanto trabajar en oficina supongo – comenzó a acariciar mi vagina, mientras me besaba el cuello. Aquello comenzaba a gustarme. Sabía que iba a ser penetrada otra vez. Pero debo ser honesta, ya me estaba gustando.
Conforme el basa y toca se iba dando, su falo, se endurecía nuevamente, así que aproveche, para masturbarlo, primero de manera Sueve, luego, poco a poco subía el ritmo… y notaba que cuando aumentaba el ritmo, sus dedos penetraban mi vagina de la misma manera. No tardo mucho, en tumbarme al piso y caerme encima. Me metió su caliente falo de manera que todo parecía una coreografía, en la cual nuestros cuerpos se acoplaban perfectamente. Su mete y saca no era tan brusco como el de Julio, pero si era excitante. No podía creer que era algo suave y delicado conmigo y aun así yo gemía como lo hacia con Julio.
Estuardo, se tiro al piso y me dijo – siéntate sobre mi verga – a lo que como poseída accedí inmediatamente me coloque de espaldas a él, a lo que me dijo que mejor de frente, que deseaba ver, como mi conchita, se comía su verga. Como niña buena accedí, me di vuelta y tome su verga con una mano, mientras lo rozaba por la entrada de la vagina. Luego de unos segundos, me siento lentamente sobre el, el sentir nuevamente una verga en medio de mis piernas, me volvía loca. Comencé a cabalgarlo lentamente, pero mi cuerpo pedía más, así que acelere el ritmo. Parecía que a Estuardo le agrado la idea, y que además disfrutaba de la vista, de ver mi vagina penetrada y mis senos rebotando con cada envión. Cuando ya iba a terminar, me dijo, -en donde quieres la leche nena- Esa frase me puso súper cachonda, que comencé a cabalgar aun mas rápido, y sin darle tiempo, sentí un chorro caliente en el interior de mi taladrada vaginita… Allí fue cuando recordé, que no tenia condón Estuardo. Por lo que me pare rápidamente, y su semilla comenzó a caer en el cuerpo de Estuardo. Me puse nerviosa, cuando volteé a ver, Teresa, que nos había observado ya vestida, me dijo, -no te asustes, no quedas embarazada, yo te daré algo para ello-.
Así que ya mas tranquila, con mi lengua, limpie todo el semen en el cuerpo y en el pene flácido de Estuardo, el cual también se estremecía con cada movimiento que yo realizaba. A todo esto, no había visto la hora, ya era tarde, así que llame a mi mamá para contarle que estaba con unas amigas, y que me irían a dejar como a las 8, es decir, como dentro de media hora. Cuando empecé a vestirme, no encontraba mi ropa interior, así que le pregunte a Teresa y ella me dijo que Julio se los había llevado como trofeos. No me quedo otra que irme así.
Cuando Estuardo me llevo a mi casa, la cual ya conocía, por supuesto, me dijo, que llegara puntual, yo le dije, -lo pensare-. Pero él me dio un beso en la boca y con una mano, me metió un dedo en la vagina y vio, como mi cuerpo salto de gusto. – Yo se que no faltaras, al igual que tu madre, las dos son unas putas, que les encanta tener una verga tanto en la conchita, como en el culo - Esas palabras me resonarían en la mente toda la noche, pues nunca había tenido sexo anal y por la cara de mi mamá, no se veía tan difícil, pero eso si no lo sabia aun.
0 comentarios - Asi nací y así seguire II (Cargov)