Buenas noches, voy a contarles algo que paso con una ex compañera de trabajo con la cual tuvimos algunos encuentros que iré subiendo de a poco.
En los relatos la llamare con nombre ficticio, Ana.
Para que se den una idea Ana en ese momento tenía 23 años, culo chico pero firme y duro, mantenido a algo de gimnasio que hacia, unas tetas hermosas y naturales bien firmes, unos pezones grandes y marrones que me volvían loco para mordelos, tenía una concha totalmente depilada, rosa, con la cual pasaba bastante tiempo jugando.
Era una tarde normal en el trabajo donde no pasaba mucho, con Ana somos administrativos en un edificio donde se realizan algunos estudios médicos y ambos trabajamos en diferentes pisos. De repente me llega un mensaje de Ana haciéndome una pregunta referido a lo laboral a mi Whatsapp, lo cual era raro ya que ella solía enviarme a mi celular muy pocas veces, sabía que había algo oculto atrás de estos mensajes, charla va charla viene me lancé y le pregunte para que me escribía realmente a lo que me respondió que necesitaba masajes y cuando ella hablaba de masajes significa que quería que me la garche!
La conversación se puso más caliente con el paso de los minutos y viendo que estábamos cerca de la hora de salir le dije que a las 20 hs la esperaba en uno de los consultorios, al principio no quiso pero con el correr de la charla accedió.
Eran las 20 y sin perder tiempo me metí en el consultorio donde le dije que iba a estar, pasaban los minutos y no llegaba a lo cual decidí escribirle.
P: - Ey vas a venir? No me pensas dejar así imagino (acompañado de una foto de mi pija bastante tensa)
Ana: - Estoy yendo, te la voy a chupar mucho
No paso ni un minuto que entro en él consultorio, cerramos la puerta y empezamos a chapar desaforadamente, manteníamos unas ganas de satisfacernos increíbles, manoseaba su culo que con el jean quedaba parado y muy firme, ella buscaba desabrocharme el cinturón sin desprenderse de mi boca y yo aprovechaba para mandarle mis dedos, ya tenia su vagina bastante húmeda, cuando logro sacarme el cinturon me sentó a la fuerza, me despojo de mi pantalón y comenzó a chuparla, mierda que lo hacía bien, le gustaba satisfacerme con su boca y su lengua, sabía como hacer que mis ojos se pongan blancos, yo disfrutaba mucho, estuvo un buen rato hasta que le dije que me estaba por correr, como buena puta me rogó que le llenara de leche toda su boca, cumpli con lo que me pidió y se la trago toda mientras me miraba a los ojos. Ahora me tocaba a mi, la agarre y al ser flaca podía moverla como yo quisiera, la tire en la camilla, baje su pantalón y mirándola a los ojos comencé a chuparle su vagina que por cierto estaba más mojada que en un principio, con la lengua jugaba con su clitoris, con lo cual largaba muchos suspiros de placer, amo dar placer vía oral y ella sabía como disfrutarlo, cada tanto le metía un dedo mientras seguía con su clitoris y ella más fuerte me agarraba del pelo, paso un buen rato y ya tenía la lengua acalambrada pero no pensaba parar hasta que no me regale un orgasmo,el cual no tardo mucho en llegar, su cuerpo comenzó a tener espasmos, me agarro de los pelos como si fuera a caerse y pude ver su cara de placer y en su vagina un hilo de flujos que le chorreaba. Me pare, la empecé a besar y me rogaba que la coja sobre la camilla, ella ya estaba acostada, no tuve más que acomodarla un poco y meterle mi pija que ansiaba entrar en esa concha bien húmeda, apenas la metí suspiro de placer, comencé a subir el ritmo de a poco, parecía que aún no se recuperaba de su orgasmo anterior que ya estaba teniendo uno nuevo, senti como mi pija se inundaba de flujos, pero ella quería más, era una perra insaciable, me dijo que era su turno y me acoste en la camilla, ella se colocó arriba mío y sola se acomodo a mi pija, comenzó a cabalgarme lentamente mientras miraba mi cara de placer y yo mientras tanto aprovechaba a chupar esas hermosas tetas firmes y paradas que tenía, sentía que no faltaba mucho para llenarla nuevamente de leche y la coloqué en cuatro sobre la camilla, agarre su pequeña cintura, y la embestía salvajemente, cada vez sus gestos de placer se escuchaban más fuerte a lo que intentaba taparle la boca, nuevamente siento que le empieza a temblar el cuerpo, Ana estaba teniendo su tercer orgasmo y no quedaba satisfecha. No quiso que pare, así que seguí dandole por la concha y tapándole la boca para que no nos escuchen sus gemidos pero era imposible, estábamos sumergidos en un extasis sexual incontrolable y no me aguante más.
P: - Estoy por acabar
Ana: - Llename la concha de leche calentita papi
P: - Como me calienta que seas tan puta pendeja
Ana: - Dale, dame toda tu leche
No termino de decirlo que descargué toda la leche que tenia en su concha, fue un orgasmo increíble que me dejo agotado. Me separé de ella y me senté, no podía mantenerme parado, mientras la veía a ella en 4 aún y se le caía toda la leche que le había dejado en su conchita rosa.
Ana: - Quedaste hecho mierda
P: - A vos se te aflojo todo el cuerpo con los orgasmos que te saque
Ana: - Ay si! Con el primero me temblaban las piernas
P: - Vamos que ya se van a dar cuenta, hay un olor a sexo en este consultorio
No perdimos mucho tiempo más, nos limpiamos y nos fuimos charlando, se nos había hecho bastante tarde, eran cerca de las 21 hs e ibamos a levantar sospechas ...Ya a simple vista se notaba que nos íbamos satisfechos.
Espero que lo hayan disfrutado como yo, próximamente contaré alguna historia mía con Ana.
Saludos!
En los relatos la llamare con nombre ficticio, Ana.
Para que se den una idea Ana en ese momento tenía 23 años, culo chico pero firme y duro, mantenido a algo de gimnasio que hacia, unas tetas hermosas y naturales bien firmes, unos pezones grandes y marrones que me volvían loco para mordelos, tenía una concha totalmente depilada, rosa, con la cual pasaba bastante tiempo jugando.
Era una tarde normal en el trabajo donde no pasaba mucho, con Ana somos administrativos en un edificio donde se realizan algunos estudios médicos y ambos trabajamos en diferentes pisos. De repente me llega un mensaje de Ana haciéndome una pregunta referido a lo laboral a mi Whatsapp, lo cual era raro ya que ella solía enviarme a mi celular muy pocas veces, sabía que había algo oculto atrás de estos mensajes, charla va charla viene me lancé y le pregunte para que me escribía realmente a lo que me respondió que necesitaba masajes y cuando ella hablaba de masajes significa que quería que me la garche!
La conversación se puso más caliente con el paso de los minutos y viendo que estábamos cerca de la hora de salir le dije que a las 20 hs la esperaba en uno de los consultorios, al principio no quiso pero con el correr de la charla accedió.
Eran las 20 y sin perder tiempo me metí en el consultorio donde le dije que iba a estar, pasaban los minutos y no llegaba a lo cual decidí escribirle.
P: - Ey vas a venir? No me pensas dejar así imagino (acompañado de una foto de mi pija bastante tensa)
Ana: - Estoy yendo, te la voy a chupar mucho
No paso ni un minuto que entro en él consultorio, cerramos la puerta y empezamos a chapar desaforadamente, manteníamos unas ganas de satisfacernos increíbles, manoseaba su culo que con el jean quedaba parado y muy firme, ella buscaba desabrocharme el cinturón sin desprenderse de mi boca y yo aprovechaba para mandarle mis dedos, ya tenia su vagina bastante húmeda, cuando logro sacarme el cinturon me sentó a la fuerza, me despojo de mi pantalón y comenzó a chuparla, mierda que lo hacía bien, le gustaba satisfacerme con su boca y su lengua, sabía como hacer que mis ojos se pongan blancos, yo disfrutaba mucho, estuvo un buen rato hasta que le dije que me estaba por correr, como buena puta me rogó que le llenara de leche toda su boca, cumpli con lo que me pidió y se la trago toda mientras me miraba a los ojos. Ahora me tocaba a mi, la agarre y al ser flaca podía moverla como yo quisiera, la tire en la camilla, baje su pantalón y mirándola a los ojos comencé a chuparle su vagina que por cierto estaba más mojada que en un principio, con la lengua jugaba con su clitoris, con lo cual largaba muchos suspiros de placer, amo dar placer vía oral y ella sabía como disfrutarlo, cada tanto le metía un dedo mientras seguía con su clitoris y ella más fuerte me agarraba del pelo, paso un buen rato y ya tenía la lengua acalambrada pero no pensaba parar hasta que no me regale un orgasmo,el cual no tardo mucho en llegar, su cuerpo comenzó a tener espasmos, me agarro de los pelos como si fuera a caerse y pude ver su cara de placer y en su vagina un hilo de flujos que le chorreaba. Me pare, la empecé a besar y me rogaba que la coja sobre la camilla, ella ya estaba acostada, no tuve más que acomodarla un poco y meterle mi pija que ansiaba entrar en esa concha bien húmeda, apenas la metí suspiro de placer, comencé a subir el ritmo de a poco, parecía que aún no se recuperaba de su orgasmo anterior que ya estaba teniendo uno nuevo, senti como mi pija se inundaba de flujos, pero ella quería más, era una perra insaciable, me dijo que era su turno y me acoste en la camilla, ella se colocó arriba mío y sola se acomodo a mi pija, comenzó a cabalgarme lentamente mientras miraba mi cara de placer y yo mientras tanto aprovechaba a chupar esas hermosas tetas firmes y paradas que tenía, sentía que no faltaba mucho para llenarla nuevamente de leche y la coloqué en cuatro sobre la camilla, agarre su pequeña cintura, y la embestía salvajemente, cada vez sus gestos de placer se escuchaban más fuerte a lo que intentaba taparle la boca, nuevamente siento que le empieza a temblar el cuerpo, Ana estaba teniendo su tercer orgasmo y no quedaba satisfecha. No quiso que pare, así que seguí dandole por la concha y tapándole la boca para que no nos escuchen sus gemidos pero era imposible, estábamos sumergidos en un extasis sexual incontrolable y no me aguante más.
P: - Estoy por acabar
Ana: - Llename la concha de leche calentita papi
P: - Como me calienta que seas tan puta pendeja
Ana: - Dale, dame toda tu leche
No termino de decirlo que descargué toda la leche que tenia en su concha, fue un orgasmo increíble que me dejo agotado. Me separé de ella y me senté, no podía mantenerme parado, mientras la veía a ella en 4 aún y se le caía toda la leche que le había dejado en su conchita rosa.
Ana: - Quedaste hecho mierda
P: - A vos se te aflojo todo el cuerpo con los orgasmos que te saque
Ana: - Ay si! Con el primero me temblaban las piernas
P: - Vamos que ya se van a dar cuenta, hay un olor a sexo en este consultorio
No perdimos mucho tiempo más, nos limpiamos y nos fuimos charlando, se nos había hecho bastante tarde, eran cerca de las 21 hs e ibamos a levantar sospechas ...Ya a simple vista se notaba que nos íbamos satisfechos.
Espero que lo hayan disfrutado como yo, próximamente contaré alguna historia mía con Ana.
Saludos!
1 comentarios - Con mi compañera de trabajo