Esta historia que les voy a relatar solo está viva en mi mente y es más una fantasía que una realidad.
Os pongo un poco en situación. Me llamo Carlos, tengo 25 años y tengo novia desde los 18 años. Ella se llama Irene y aunque al principio de empezar a salir y durante 4 años follábamos regularmente. Pero desde hace 3 años, ella había tenido problemas en su casa. Su padre había muerto, su hermano estaba enganchado a las drogas, en fin… Estos problemas la había desbordado, hasta tal punto que era incapaz de tener relaciones.
Yo la comprendo y la respeto. Estoy demasiado enamorado de ella como para siquiera pedirle algo que no le apetezca.
Después de 3 años sin sexo (Excepto las pajas que me dedicaba a mí mismo) yo ya estaba siempre muy caliente. De normal, a mí me encanta el sexo y después de 3 años sin él, ya me excitaba con cualquier cosa. Haría lo que fuera por tener algo de sexo, más concretamente por poder meterla en caliente.
El calor apretaba, era agosto y en Murcia, eso era equivalente a unas temperaturas de 45 grados desde las 11 de la mañana hasta las 9 de la noche prácticamente.
Llevábamos 1 mes inmersos en la reforma de la casa donde vivíamos mi novia y yo. A mí se me da bien hacer cualquier cosa referente a bricolaje, así que la mayoría me lo estaba cargando yo solo. Mis amigos venían los fines de semana para echar una mano.
Mi novia, esa semana se había tenido que ir a su pueblo. La madre había enfermado y se iba a quedar unas semanas para ayudarla, así que me encontraba solo ese día. Llame a un amigo, que sabía que estaba parado, para que me echara una mano, ya que tenía que bajar unos muebles hasta el garaje y solo yo solo no podía.
– Yo: Iván, ¿qué pasa tío?
– Iván: Pues me acabas de despertar cabrón¡¡ Ayer me acosté tarde.
– Yo: Venga ya, que son las 9 de la mañana y ya son horas de estar haciendo cosas.
– Iván: Vete al carajo cabrón. Dime, ¿Qué quieres?
– Yo: Necesito que vengas a mi casa, necesito bajar unos muebles del dormitorio al garaje para lijarlos y pintarlos. ¿Podrías echarme una mano?
– Iván: Encima que me despiertas ¿Me quieres hacer currar? Recuérdame que deje de hablarte ¿vale?
– Yo: Bueno ya mañana me dejas de hablar, pero échame una mano hoy…
Iván apareció sobre las 10, mandándome un mensaje de Whatsapp para decirme que ya estaba en la perta de casa. Iván es un buen tío, de esos que de buenos que son los cogen por tontos. Yo lo conocía desde hacía 10 años, desde coincidimos en el instituto. No era un tío especialmente atractivo, estaba más bien gordito, bonachón, semi-calvo y tan salido como yo o más. Sabía que el andaba también escaso de sexo, ya que no tenía novia desde hacía 2 años.
– Iván: Ya te vale, hacerme madrugar para trabajar… Y gratis¡¡¡
– Yo: De gratis nada que te voy a invitar a desayunar y a almorzar¡¡
– Iván: ¿Tienes cervezas?
– Yo: Por supuesto, mientras venias he ido a comprarte unos litros.
– Iván: Me conoces demasiado… Y me encanta jajaja
Nos pusimos a currar hasta las 13:00 de la tarde, momento en el cual paramos un poco para tomarnos unas cervezas y empezar a hacer la comida. Mientras estábamos charlando:
– Iván: Carlos, ¿tu novia no tiene ninguna amiga que quiera follar? Estoy ya desesperado jejeje
– Yo: Que va tío, todas las amigas de Irene tienen pareja, ya lo sabes.
– Iván: Que mala suerte tengo¡¡¡ Haría lo que fuera porque me hagan una mamada¡¡
– Yo: Jajaja ¿Así estas?
– Iván: Así estoy, pero claro, como tú tienes a Irene, no sabes lo que es estar sin follar más de un año…
– Yo: No te creas…
Me miro extrañado. – Iván: ¿Qué pasa? ¿No os va bien?
En ese momento me sincere con él y le conté todos los problemas de Irene y nuestra falta de relaciones.
– Iván: Joder tío, no tenía ni idea.
– Yo: Tranquilo Iván, nadie lo sabe. El caso es que llevo más tiempo que tu sin follar, así que imagínate. Yo también haría lo que fuera por meterla en caliente… Jajajaja
En ese momento empecé a darle vueltas a una idea loca. Al menos, loca para mí, y seguro que para cualquiera. Si el haría lo que fuera… Y yo también… Pero no, ni a mí ni a Iván nos iban los tíos, pero solo de pensar en que alguien me hiciera una mamada… Aunque sea un tío, me vale con cerrar los ojos e imaginarme a Irene… Mi mente estaba desbocada, el angelito bueno, diciéndome que no y el angelito malo diciéndome que si…
– Yo: Pues creo, que como no nos la chupemos nosotros… Pocas mamadas nos van a hacer Jajajaja. – Lo dije de manera que pareciera una broma más, pero también para tantear el terreno…
– Iván: Pues me da a mí que si Jajajaja
Empezamos a comer, mientras veíamos la tele, en silencio. No me gustaba hablar mientras comía y aparte, aun le estaba dando vueltas a la idea de guarrear con Iván, pensando en cómo proponerlo y no parecer gay (No es que me avergüence de parecer gay o no, simplemente no lo era y no tengo nada contra ellos. Tengo muy buenos amigos gays).
Terminamos de comer y nos sentamos en el sofá a asentar la comida y en ese momento ya sabía más o menos como planteárselo.
– Yo: Iván, a ver, yo sé que te gustan las tías y eso, a mí también, pero andamos los dos más calientes que el cenicero de un bingo. ¿Y si lo hacemos?
– Iván: ¿Hacer el que?
– Yo: Pues que ando tan salido, y necesito tanto descargar los huevos, que me da igual chupártela si tú me la chupas a mí. Pero ojo, nada de besos ni mariconadas, solo guarreo. Es más, me conformo con que nos hagamos unas pajas…
– Iván: Hombre Carlos, ando desesperado, pero no sé si tanto…
– Yo: Mira Iván, podemos hacer una cosa. Quédate a dormir hoy en casa y cuando quieras, yo te la chupo. Pero cuando yo quiera me la chupas tú. Sin besos, sin caricias. Solo pajas y mamadas, porque lo que si tengo claro es que no quiero que me follen el culo. Si tú quieres te lo follo, pero no te voy a pedir algo que yo no voy a hacer.
Iván estuvo pensativo hasta que finalmente se decidió.
– Iván: No sé si seré capaz de chupar una polla, nunca me lo había planteado, pero ahora que los has dicho… Si el premio por chupar una polla es que me la chupen a mí… Podríamos probar…
– Yo: ¿Estás seguro? ¿Lo tienes claro?
– Iván: Claro, claro no lo tengo, pero me conoces y sabes lo que me gusta que me la chupen, tanto o más que meterla en un buen coño, bueno, me gusta más que meterla en un coño… Jajajaja.
– Yo: Pues ya está todo dicho. Y creo que lo justo es que empiece yo, ya que he sido yo el que lo ha propuesto. Eso sí, ten en cuenta que es la primera vez que voy a chupar una polla, a lo mejor no es la mejor mamada de tu vida…
– Iván: Seguro que es mejor que hacerme una paja…
Dicho esto, me levante del sofá y me puse delante de él. Me agache y me puse de rodillas. El permanecía sentado en el sofá. Le pedí que levantara en culo con la intención de sacarle el chándal que traía. Levanto el culo y se lo saque. Me dispuse a hacer lo mismo con los bóxer y el repitió la acción. Pode ver su polla, flácida, con bastante bello en los huevos. Me gusta tanto el sexo y guarrear que hasta la veía apetecible, tenía curiosidad por saber a qué sabia, saber que sensación y textura tendría y sobre todo, para saber que sentía Irene cuando me lo hacía. Acerque mi cara a su polla poco a poco, veía como los latidos del corazón inyectaban sangre dentro del miembro y se levantaba poco a poco, la agarre con la mano y cuando me disponía a meterla en mi boca, una bofetada fuerte olor a sudor me pego en la nariz.
– Yo: Mamón, ¿no te duchaste anoche?
– Iván: Pues no, no pensaba que me la fueran a chupar hoy Jajajaja.
– Yo: Pues nada, dúchate arriba que yo me duchare aquí abajo. Que ahora que lo pienso, llevamos toda la mañana trabajando y me tiene que oler también. Coge un bóxer de los míos y un pantalón de chándal corto.
Dicho esto cada uno se fue a la ducha. Yo soy bastante maniaco para la limpieza personal, llego a ducharme hasta 3 veces al día en verano y no llevo muy bien los olores corporales.
El termino de ducharse antes que yo y cuando yo salí de la ducha él ya estaba en el sofá esperándome. Se podía notar que tenía ya la polla tiesa, un bulto se le notaba sobre el pantalón.
– Yo: Vaya, veo que sí que tienes ganas. La tienes dura ya…
– Iván: He estado dándole vueltas mientras me duchaba y se me han quitado las dudas. Eso sí, esto no puede salir de aquí¡
– Yo: Claro tío, yo no quiero ningún problema con Irene. Ya te he dicho que estoy es solo guarreo, como cuando de chico os juntabais unos cuantos para ver alguna peli porno y haceros pajas.
– Iván: Ok, pues nada, sigamos por dónde íbamos, que en la ducha, me ha costado trabajo no hacerme una paja de lo caliente que me has puesto antes…
Volvimos a la misma posición donde estábamos, el sentado en el sofá y yo delante suya, de rodillas. Volví a bajarle los pantalones y después el bóxer. Ahora sí que la tenía dura y no la tenía muy grande, más o menos de unos 15 centímetros o quizás 14, me alegre ya que quería darle placer, para que el me lo devolviera.
Le mire justo cuando estaba abriendo la boca para metérmela dentro y vi que tenía los ojos cerrados y con la cabeza hacia atrás. Seguramente estaba haciendo lo mismo que yo haría, pensar que soy una tía.
Me decidí y le cogí la polla con la mano y le pase la lengua desde la base hasta la punta, para después meterme el prepucio en la boca. Note como en ese momento suspiro y empezó a gemir. Supe que le estaba gustando, así que empecé a jugar con mi lengua en su glande haciendo círculos mientras con la mano lo masturbaba.
Sus gemidos iban en aumento. Me agarro la cabeza y me la empujo para que mi boca engullera más de su polla. Accedí y llegue hasta la mitad de su falo para después subir hasta su glande y volver a engullirlo. Así empecé a coger ritmo, él también me lo iba marcando con las manos en mi cabeza. La sensación no era tan mala como siempre nos lo imaginábamos, es más, me resultaba hasta agradable. Yo tenía mi pene totalmente duro, pidiendo salir de la cárcel de mi bóxer y con la mano que tenía libre me lo tocaba, sin llegar a masturbarme, pero con solo el roce de mi mano, notaba como si me fuera a correr.
Continúe así más o menos unos 2 min más, la verdad es que me había parecido segundos.
– Iván: Joder tío, me voy a correr ya, creo que es la mejor mamada que me han hecho nunca¡¡, o eso o estoy tan salido que me ha parecido la mejor.
– Yo: (Le hable con la polla dentro, ya que no quería dejar de chupársela) Seguro que es porque andabas mucho tiempo sin una chupada, porque experiencia no tengo…
– Iván: DIOS¡¡ Me voy a correr YAA¡¡
Me la saque de la boca justo antes de que un tiroteo de semen saliera de la punta de su pene en dirección a mi cara. Mientras se corría seguía haciéndole una paja y cada vez que subía la mano por su falo, disparaba un misil de semen que me golpeaba en distintos sitios de mi cara.
Los gemidos mientras se corría eran fuertísimos, su cuerpo convulsionaba mientras explotaba. Tiro como 10 escupitajos de semen. Con el último, se dejó caer sobre el sofá y me miro.
Iván: Joder tío, creo que es la vez que más semen me han sacado. Ha sido impresionante. Siento haberte llenado la cara de semen.
– Yo: Esto no estaba en mis planes… No pensaba bañarme en semen, pero bueno, si te ha gustado… Me vale¡¡ Eso sí, un poco más y me dejas sin ojo CABRON¡¡ Me podrías haber avisado con más tiempo para poder quitarme.
– Iván: Lo siento tío, pero es que ha sido súper rápido. Normalmente tardo más, pero la escasez y el morbo de saber que hoy voy a tener todas las mamadas que quiera… Han hecho que me corra rápidamente.
– Yo: Me alegro. Y bueno, ya puestos a experimentar y de perdidos al rio…
Me lleve la mano a la cara, cogí un poco de semen con el dedo y me lo metí en la boca. Ya que estaba experimentando, pues experimentaba de verdad y además quería saber porque a Irene le daba tanto asco ya que ella nunca me dejaba correrme dentro de su boca. Y la verdad que no era tan desagradable. No es que me guste, pero no es tan desagradable como para que ella no quisiera.
– Iván: Joder Carlos, ¿Te acabas de tragar un poco de mi corrido? ¿Tú te has propuesto no dejar que mi polla se quede un rato tranquila no? Se me acaba de volver a poner dura otra vez…
– Yo: Me parece bien, pero ahora me toca a mí, que yo sí que la tengo dura…¡¡¡ Mira como la tengo¡¡..
Me baje los pantalones y el bóxer a la vez, dejando mi pene totalmente libre y recto como el asta de una bandera, súper hinchado y lleno de líquido pre seminal lubricando mi glande. Deseando que le des un buen meneo y una buena limpieza.
– Iván: ¿Te la tengo que chupar? O ¿Te puedo hacer solo una paja?
– Yo: Lo que te apetezca… Pero ten en cuenta lo que he hecho yo por ti… A mí me gustaría que me la chuparas, pero no te voy a obligar a nada.
– Iván: Es verdad, pero déjame que primero te pajee y cuando me vea dispuesto te la chupo. No te preocupes que chupártela te la voy a chupar, pero déjame a mí, que sabes que es la primera vez también.
– Yo: Lo sé, yo he preferido metérmela del tirón, ya sabes que soy de hacer lo difícil primero, aunque sea hacer paja o mamada…
CONTINUARA…
Os pongo un poco en situación. Me llamo Carlos, tengo 25 años y tengo novia desde los 18 años. Ella se llama Irene y aunque al principio de empezar a salir y durante 4 años follábamos regularmente. Pero desde hace 3 años, ella había tenido problemas en su casa. Su padre había muerto, su hermano estaba enganchado a las drogas, en fin… Estos problemas la había desbordado, hasta tal punto que era incapaz de tener relaciones.
Yo la comprendo y la respeto. Estoy demasiado enamorado de ella como para siquiera pedirle algo que no le apetezca.
Después de 3 años sin sexo (Excepto las pajas que me dedicaba a mí mismo) yo ya estaba siempre muy caliente. De normal, a mí me encanta el sexo y después de 3 años sin él, ya me excitaba con cualquier cosa. Haría lo que fuera por tener algo de sexo, más concretamente por poder meterla en caliente.
El calor apretaba, era agosto y en Murcia, eso era equivalente a unas temperaturas de 45 grados desde las 11 de la mañana hasta las 9 de la noche prácticamente.
Llevábamos 1 mes inmersos en la reforma de la casa donde vivíamos mi novia y yo. A mí se me da bien hacer cualquier cosa referente a bricolaje, así que la mayoría me lo estaba cargando yo solo. Mis amigos venían los fines de semana para echar una mano.
Mi novia, esa semana se había tenido que ir a su pueblo. La madre había enfermado y se iba a quedar unas semanas para ayudarla, así que me encontraba solo ese día. Llame a un amigo, que sabía que estaba parado, para que me echara una mano, ya que tenía que bajar unos muebles hasta el garaje y solo yo solo no podía.
– Yo: Iván, ¿qué pasa tío?
– Iván: Pues me acabas de despertar cabrón¡¡ Ayer me acosté tarde.
– Yo: Venga ya, que son las 9 de la mañana y ya son horas de estar haciendo cosas.
– Iván: Vete al carajo cabrón. Dime, ¿Qué quieres?
– Yo: Necesito que vengas a mi casa, necesito bajar unos muebles del dormitorio al garaje para lijarlos y pintarlos. ¿Podrías echarme una mano?
– Iván: Encima que me despiertas ¿Me quieres hacer currar? Recuérdame que deje de hablarte ¿vale?
– Yo: Bueno ya mañana me dejas de hablar, pero échame una mano hoy…
Iván apareció sobre las 10, mandándome un mensaje de Whatsapp para decirme que ya estaba en la perta de casa. Iván es un buen tío, de esos que de buenos que son los cogen por tontos. Yo lo conocía desde hacía 10 años, desde coincidimos en el instituto. No era un tío especialmente atractivo, estaba más bien gordito, bonachón, semi-calvo y tan salido como yo o más. Sabía que el andaba también escaso de sexo, ya que no tenía novia desde hacía 2 años.
– Iván: Ya te vale, hacerme madrugar para trabajar… Y gratis¡¡¡
– Yo: De gratis nada que te voy a invitar a desayunar y a almorzar¡¡
– Iván: ¿Tienes cervezas?
– Yo: Por supuesto, mientras venias he ido a comprarte unos litros.
– Iván: Me conoces demasiado… Y me encanta jajaja
Nos pusimos a currar hasta las 13:00 de la tarde, momento en el cual paramos un poco para tomarnos unas cervezas y empezar a hacer la comida. Mientras estábamos charlando:
– Iván: Carlos, ¿tu novia no tiene ninguna amiga que quiera follar? Estoy ya desesperado jejeje
– Yo: Que va tío, todas las amigas de Irene tienen pareja, ya lo sabes.
– Iván: Que mala suerte tengo¡¡¡ Haría lo que fuera porque me hagan una mamada¡¡
– Yo: Jajaja ¿Así estas?
– Iván: Así estoy, pero claro, como tú tienes a Irene, no sabes lo que es estar sin follar más de un año…
– Yo: No te creas…
Me miro extrañado. – Iván: ¿Qué pasa? ¿No os va bien?
En ese momento me sincere con él y le conté todos los problemas de Irene y nuestra falta de relaciones.
– Iván: Joder tío, no tenía ni idea.
– Yo: Tranquilo Iván, nadie lo sabe. El caso es que llevo más tiempo que tu sin follar, así que imagínate. Yo también haría lo que fuera por meterla en caliente… Jajajaja
En ese momento empecé a darle vueltas a una idea loca. Al menos, loca para mí, y seguro que para cualquiera. Si el haría lo que fuera… Y yo también… Pero no, ni a mí ni a Iván nos iban los tíos, pero solo de pensar en que alguien me hiciera una mamada… Aunque sea un tío, me vale con cerrar los ojos e imaginarme a Irene… Mi mente estaba desbocada, el angelito bueno, diciéndome que no y el angelito malo diciéndome que si…
– Yo: Pues creo, que como no nos la chupemos nosotros… Pocas mamadas nos van a hacer Jajajaja. – Lo dije de manera que pareciera una broma más, pero también para tantear el terreno…
– Iván: Pues me da a mí que si Jajajaja
Empezamos a comer, mientras veíamos la tele, en silencio. No me gustaba hablar mientras comía y aparte, aun le estaba dando vueltas a la idea de guarrear con Iván, pensando en cómo proponerlo y no parecer gay (No es que me avergüence de parecer gay o no, simplemente no lo era y no tengo nada contra ellos. Tengo muy buenos amigos gays).
Terminamos de comer y nos sentamos en el sofá a asentar la comida y en ese momento ya sabía más o menos como planteárselo.
– Yo: Iván, a ver, yo sé que te gustan las tías y eso, a mí también, pero andamos los dos más calientes que el cenicero de un bingo. ¿Y si lo hacemos?
– Iván: ¿Hacer el que?
– Yo: Pues que ando tan salido, y necesito tanto descargar los huevos, que me da igual chupártela si tú me la chupas a mí. Pero ojo, nada de besos ni mariconadas, solo guarreo. Es más, me conformo con que nos hagamos unas pajas…
– Iván: Hombre Carlos, ando desesperado, pero no sé si tanto…
– Yo: Mira Iván, podemos hacer una cosa. Quédate a dormir hoy en casa y cuando quieras, yo te la chupo. Pero cuando yo quiera me la chupas tú. Sin besos, sin caricias. Solo pajas y mamadas, porque lo que si tengo claro es que no quiero que me follen el culo. Si tú quieres te lo follo, pero no te voy a pedir algo que yo no voy a hacer.
Iván estuvo pensativo hasta que finalmente se decidió.
– Iván: No sé si seré capaz de chupar una polla, nunca me lo había planteado, pero ahora que los has dicho… Si el premio por chupar una polla es que me la chupen a mí… Podríamos probar…
– Yo: ¿Estás seguro? ¿Lo tienes claro?
– Iván: Claro, claro no lo tengo, pero me conoces y sabes lo que me gusta que me la chupen, tanto o más que meterla en un buen coño, bueno, me gusta más que meterla en un coño… Jajajaja.
– Yo: Pues ya está todo dicho. Y creo que lo justo es que empiece yo, ya que he sido yo el que lo ha propuesto. Eso sí, ten en cuenta que es la primera vez que voy a chupar una polla, a lo mejor no es la mejor mamada de tu vida…
– Iván: Seguro que es mejor que hacerme una paja…
Dicho esto, me levante del sofá y me puse delante de él. Me agache y me puse de rodillas. El permanecía sentado en el sofá. Le pedí que levantara en culo con la intención de sacarle el chándal que traía. Levanto el culo y se lo saque. Me dispuse a hacer lo mismo con los bóxer y el repitió la acción. Pode ver su polla, flácida, con bastante bello en los huevos. Me gusta tanto el sexo y guarrear que hasta la veía apetecible, tenía curiosidad por saber a qué sabia, saber que sensación y textura tendría y sobre todo, para saber que sentía Irene cuando me lo hacía. Acerque mi cara a su polla poco a poco, veía como los latidos del corazón inyectaban sangre dentro del miembro y se levantaba poco a poco, la agarre con la mano y cuando me disponía a meterla en mi boca, una bofetada fuerte olor a sudor me pego en la nariz.
– Yo: Mamón, ¿no te duchaste anoche?
– Iván: Pues no, no pensaba que me la fueran a chupar hoy Jajajaja.
– Yo: Pues nada, dúchate arriba que yo me duchare aquí abajo. Que ahora que lo pienso, llevamos toda la mañana trabajando y me tiene que oler también. Coge un bóxer de los míos y un pantalón de chándal corto.
Dicho esto cada uno se fue a la ducha. Yo soy bastante maniaco para la limpieza personal, llego a ducharme hasta 3 veces al día en verano y no llevo muy bien los olores corporales.
El termino de ducharse antes que yo y cuando yo salí de la ducha él ya estaba en el sofá esperándome. Se podía notar que tenía ya la polla tiesa, un bulto se le notaba sobre el pantalón.
– Yo: Vaya, veo que sí que tienes ganas. La tienes dura ya…
– Iván: He estado dándole vueltas mientras me duchaba y se me han quitado las dudas. Eso sí, esto no puede salir de aquí¡
– Yo: Claro tío, yo no quiero ningún problema con Irene. Ya te he dicho que estoy es solo guarreo, como cuando de chico os juntabais unos cuantos para ver alguna peli porno y haceros pajas.
– Iván: Ok, pues nada, sigamos por dónde íbamos, que en la ducha, me ha costado trabajo no hacerme una paja de lo caliente que me has puesto antes…
Volvimos a la misma posición donde estábamos, el sentado en el sofá y yo delante suya, de rodillas. Volví a bajarle los pantalones y después el bóxer. Ahora sí que la tenía dura y no la tenía muy grande, más o menos de unos 15 centímetros o quizás 14, me alegre ya que quería darle placer, para que el me lo devolviera.
Le mire justo cuando estaba abriendo la boca para metérmela dentro y vi que tenía los ojos cerrados y con la cabeza hacia atrás. Seguramente estaba haciendo lo mismo que yo haría, pensar que soy una tía.
Me decidí y le cogí la polla con la mano y le pase la lengua desde la base hasta la punta, para después meterme el prepucio en la boca. Note como en ese momento suspiro y empezó a gemir. Supe que le estaba gustando, así que empecé a jugar con mi lengua en su glande haciendo círculos mientras con la mano lo masturbaba.
Sus gemidos iban en aumento. Me agarro la cabeza y me la empujo para que mi boca engullera más de su polla. Accedí y llegue hasta la mitad de su falo para después subir hasta su glande y volver a engullirlo. Así empecé a coger ritmo, él también me lo iba marcando con las manos en mi cabeza. La sensación no era tan mala como siempre nos lo imaginábamos, es más, me resultaba hasta agradable. Yo tenía mi pene totalmente duro, pidiendo salir de la cárcel de mi bóxer y con la mano que tenía libre me lo tocaba, sin llegar a masturbarme, pero con solo el roce de mi mano, notaba como si me fuera a correr.
Continúe así más o menos unos 2 min más, la verdad es que me había parecido segundos.
– Iván: Joder tío, me voy a correr ya, creo que es la mejor mamada que me han hecho nunca¡¡, o eso o estoy tan salido que me ha parecido la mejor.
– Yo: (Le hable con la polla dentro, ya que no quería dejar de chupársela) Seguro que es porque andabas mucho tiempo sin una chupada, porque experiencia no tengo…
– Iván: DIOS¡¡ Me voy a correr YAA¡¡
Me la saque de la boca justo antes de que un tiroteo de semen saliera de la punta de su pene en dirección a mi cara. Mientras se corría seguía haciéndole una paja y cada vez que subía la mano por su falo, disparaba un misil de semen que me golpeaba en distintos sitios de mi cara.
Los gemidos mientras se corría eran fuertísimos, su cuerpo convulsionaba mientras explotaba. Tiro como 10 escupitajos de semen. Con el último, se dejó caer sobre el sofá y me miro.
Iván: Joder tío, creo que es la vez que más semen me han sacado. Ha sido impresionante. Siento haberte llenado la cara de semen.
– Yo: Esto no estaba en mis planes… No pensaba bañarme en semen, pero bueno, si te ha gustado… Me vale¡¡ Eso sí, un poco más y me dejas sin ojo CABRON¡¡ Me podrías haber avisado con más tiempo para poder quitarme.
– Iván: Lo siento tío, pero es que ha sido súper rápido. Normalmente tardo más, pero la escasez y el morbo de saber que hoy voy a tener todas las mamadas que quiera… Han hecho que me corra rápidamente.
– Yo: Me alegro. Y bueno, ya puestos a experimentar y de perdidos al rio…
Me lleve la mano a la cara, cogí un poco de semen con el dedo y me lo metí en la boca. Ya que estaba experimentando, pues experimentaba de verdad y además quería saber porque a Irene le daba tanto asco ya que ella nunca me dejaba correrme dentro de su boca. Y la verdad que no era tan desagradable. No es que me guste, pero no es tan desagradable como para que ella no quisiera.
– Iván: Joder Carlos, ¿Te acabas de tragar un poco de mi corrido? ¿Tú te has propuesto no dejar que mi polla se quede un rato tranquila no? Se me acaba de volver a poner dura otra vez…
– Yo: Me parece bien, pero ahora me toca a mí, que yo sí que la tengo dura…¡¡¡ Mira como la tengo¡¡..
Me baje los pantalones y el bóxer a la vez, dejando mi pene totalmente libre y recto como el asta de una bandera, súper hinchado y lleno de líquido pre seminal lubricando mi glande. Deseando que le des un buen meneo y una buena limpieza.
– Iván: ¿Te la tengo que chupar? O ¿Te puedo hacer solo una paja?
– Yo: Lo que te apetezca… Pero ten en cuenta lo que he hecho yo por ti… A mí me gustaría que me la chuparas, pero no te voy a obligar a nada.
– Iván: Es verdad, pero déjame que primero te pajee y cuando me vea dispuesto te la chupo. No te preocupes que chupártela te la voy a chupar, pero déjame a mí, que sabes que es la primera vez también.
– Yo: Lo sé, yo he preferido metérmela del tirón, ya sabes que soy de hacer lo difícil primero, aunque sea hacer paja o mamada…
CONTINUARA…
5 comentarios - Le he chupado la pija a mi mejor amigo!