Complaciendo a una rubia insatisfecha

Les voy a contar una historia muy particular. No se da en un contexto muy habitual creo yo, o al menos en la situación que se presenta ésta.
Una rubia despampanante, 1,70 mts, lindas curvas y una carita angelical, atiende una casa de repuestos de autos.  Entiende del tema aunque no es demasiado simpática. Tiene un carácter particular, hace su trabajo perfectamente, pero siempre está en la suya y habla lo justo y necesario con clientes y compañeros. Lo he notado en alguna de las veces que fui a comprar o pasé a consultar algo.

Un día llego a pedir un repuesto para mi auto, no siendo un experto en el tema ni mucho menos, y se da la siguiente situación.
Al acercarme al mostrador la veo que se muestra enojada por teléfono, da dos gritos que no llego a distinguir y corta apoyando fuerte su celular sobre una mesa. Se acerca y me saluda aún con cara de ofuscada.
- Hola, cómo estas? Pregunta como si nada pasara.
- Buenos días - digo pacificamente - cómo estás? Enojada? - consulto entre amable y socorronamente.
- Ni me hables - exclama enojada pero tirando a apesadumbrada- , dejá, cosas de pareja, justifica con un leve de sonrisa falsa. 
- Bueno, hablar tengo que hablarte, vine a pedirte unos repuestos, respondo y sonrío. 
- Si, perdón, es que a veces me saca este... "boludo", y rápidamente, pide disculpas otra vez, ahora por el exabrupto, y repite el enojo hacia su pareja.
- Y boludo no debe ser, porque no pareces una mina que salga con un boludo... Así como al pasar, la halagué.
- No, tenes razón, yo lo amo, pero hay cosas que me sacan... Se merece que lo .... agarra viaje con su enojo  luego se da cuenta que se estaba enojando demás, y se calla. Y o quedo medio en silencio también, no comprendiendo bien la situación.
- Bueno disculpame genio, te agarre de descarga, decime qué estabas necesitando?. Mientras se hacia la superada y se acomodaba el pelo.
- NO, no hay drama. No pasa nada, estaba buscando un amortiguador delantero de un fiat siena modelo 2006. Respondí, con buena onda, no sabiendo en que depararía esta charla.
Venía de un trajín de tren y colectivo y tenía unas largas cuadras a casa, por eso le pido el favor de pasar al baño, que había divisado a la izquierda del mostrador. 
- Si, pasa, es por acá, me abré una puerta de rejas y paso por detrás del mostrador hasta llegar al baño.
Ahí escucho que ella va hacia la reja, pero no cierra, sino que se dirige a la puerta de entrada y le da una vuelta a la llave.
Automáticamente se me paró la pija, pero sin creer lo que iba a ocurrir.
Vuelve cierra la reja, se acerca a la puerta del baño, abre despacio y me dice:
- Sabes que me saca de ese boludo, que no quiere coger!
Yo con la pija en la mano, sacudiéndola tras orinar, giro y la miro con la verga en la mano.
- Y vos te queres comer esta , no? Le dije así entre caliente, canchero, pero incredulo de estar haciéndo esto ante semejante minón.
Ella se abalanzó como desesperada,  me manoteó la pija, ya con la boca y la lengua afuera, muy cerca de mi cabeza.
No podía creer lo que estaba ocurriendo, yo sin decir casi nada, estaba recibiendo una chupada de pija descomunal de un rubia de tetas operadas y cola digna de una reina fitness.
Me pegó una mamada impresionante, le pasaba la lengua de arriba abajo, chupaba mis huevos, hacia un remolino en la cabecita con su lengua (majestuosamente) y daba grandes estocadas de garganta profunda. Un verdadero espectáculo que llevó a que le llene de leche la carita a los 5 minutos de iniciado.
- Mmm que hijo de puta, que ganas tenia de recibir esa lechita... mientras se juntaba lo que le había quedado en los cara y comisura de los labios, para luego chuparse los dedos.
Yo quedé apoyado contra la pared, mirando extasiado a esa rubia lecheada por mi, imagen que jamás se me borrará de las pupilas...

Les gustó? Comenten y les cuento como siguió esta velada con la repuestera.