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Volviendo a los origenes 1

Mi regreso como funcionario de agriculturapara la reorganización de la asistencia técnica a los agricultores y reabrir una oficina en esa agreste región montañosa donde como técnico agrícola había iniciado mi profesión hacía diez años y viví hasta mi adolescencia, me produjo una sensación de nostalgia porque podría contactar con viejos conocidos y los Compadres que dejé. Llegué a la supuesta sede y sólo encontré un ruinoso caserón abandonado, con puertas y techos perforados, donde los perros y otros animales del lugar entraban y salían. Cierto que estaba previsto una pequeña inversión de adecuación, pero lo que encontré era inhabitable, sobre todo la que debería ser el lugar del director o sea mi habitación y la oficina contigua con ventanas rotas y paredes mugrientas. Me comuniqué enseguida con la oficina central y autorizaron pagar una vivienda decente y digna, pues debía conseguir un lugar donde vivir alquilado mientras se rehabilitaban oficina y mi habitación, por lo que me fui a pedir asesoría donde mi Comadre Alicia a la cual no veía desde que me trasladaron a la capital y a la que sólo llamaba anualmente por Navidad o para enviarle algún aporte para la educación de mi ahijada, esto desde de la muerte de su esposo, mi amigo y Compadre. José hacía unos cinco años que murió en un accidente de carretera y además quería aprovechar para entregar unos regalos a ella y sus hijas, Aída, y sobre todo para mi ahijada Lucía a quien no veía desde esa época donde la dejé a sus seis años…, hoy debe de contar con unos 15 años
Al llegar me di cuenta que la situación económica no debía ser muy solvente, ya que la antes bien cuidada casita tenía las huellas de la falta de recursos para mantenimiento. Cuándo toqué la puerta sólo apareció la cara de mi Comadre, la sorpresa de Alicia fue mayúscula pues no había avisado mi retorno…, Raúl, ¿tú por aquí?
Tan pronto me vio se echó a mis brazos y besó mis mejillas, cuando la abracé sentí la presión de sus grandes masas mamarias contra mi pecho, al estar sin sujetador los comprimió contra mí percibiéndolas gratamente. Seguía siendo la hermosa mujer de pelo negro en cascada, los ojos intensos que siempre me gustaron enmarcados en unas cejas gruesas y su cuerpo de mujer madura y cara aniñada que a sus 42 años aún se notaba firme, sobre todo en su impresionante delantera la cual siempre me llamó la atención…. Ingrato, mira que llegar así sin avisar, las niñas no han llegado…. Aída está trabajando en el árabe de Abdul, la pequeña tienda del pueblo y Lucía está haciéndome unas compras en la villa de abajo…, pero Raúl sigue por favor y me cuentas el motivo de tu visita.
Pasé a la pequeña sala detrás de Alicia mirando su generoso culo, su bata raída por el uso me permitió apreciar que sus nalgas rotundas cubiertas por unas bragas tradicionales se mantenían bien firmes, sus tetas se bambolearon al caminar y cuando giró aprecié sus pezones a través de la tela, mi Comadre se conservaba bien y al notar que yo miraba sus grandes rosetones color café se colocó las manos en los pechos…
Perdona mi facha pero estaba haciendo limpieza con este vestido viejo…, no esperaba visita. Tranquila, sabes que somos como de la familia y entiendo que estás en tus labores. Además te conservas bien. No tienes nada de qué avergonzarte…. Gracias, pero desde la muerte de José las cosas se han complicado, y con algunos trabajos míos y el empleo de Aída sobrevivimos a duras penas. Las niñas están de lo más grandes y guapas, no porque sean mis hijas, Aída es muy bonita, alegre y desenvuelta, imagínate que su aspiración es llegar a ser modelo, Lucia es la intelectual de la familia, es muy seria y le ha ido muy bien en sus estudios…. Pero cuéntame qué te trae por este pueblo tan alejado de la ciudad. Bueno, después de mi divorcio acepté cambiar de aires…, esos cambios me han llevado hasta aquí para abrir una oficina de asistencia técnica agropecuaria, pero por ahora debo conseguir un lugar de alquiler mientras reparamos las oficinas que son un asco. Me contestó..., en este pueblo sólo hay una posada, así que espéreme me baño y me visto para acompañarte y recomendarte con Doña Luz, la dueña del local. Quédate un momento sentado en la sala…, no me demoro.
Entró a la alcoba que sólo tenía en la puerta que daba a la sala un transparente velo por cortina, vi atravesar a mi Comadre hacia el baño de la alcoba, curiosamente una vieja foto mía con mi difunto Compadre adornaba la sala y para matar la espera me levanté a tomar una vieja revista mientras oía abrirse la ducha, cuando crucé la sala y sin querer miré hacia la alcoba, con sorpresa observé que el baño no tenía puerta… Mi Comadre estaba de espaldas desnuda con su abundante y redondo trasero dirigido en mi dirección, sus voluminosas nalgas tenían una ligera presencia de celulitis pero muy llamativas, ¡¡¡para enjabonarse las rodillas se agachó…!!! Desde mi posición alcancé a ver cómo se abrían sus nalgas y entre sus muslos ligeramente abiertos una respetable vulva mullida con una raja bien marcada perfilaba un increíble coño de fondo, al momento me asusté porque podía ser sorprendido mirándola y me retiré, pero pensé ¡¿Si ella no se cuidaba para que no la vea, menos lo iba hacer yo?! Así que regresé y aparté el velo que me impedía una nítida visión. Alicia seguía en igual posición lavándose el cabello y ahora sí aprecié el impresionante culo a sólo tres metros. Los gruesos labios de su vulva colgaban como orejones negros y largos goteando agua. Fue una visión de un minuto, tiempo más que suficiente para que mi verga se pusiera como un mástil después de tantos meses de abstinencia sin meter en una hembra. Quería mirar sus tetas, pero ella tendría que estar de frente, así que se me ocurrió hacerme el encontradizo, tan pronto cerró la ducha hice el simulacro de pasar enfrente de la puerta de la alcoba, efectivamente en ese momento mi Comadre tomaba la toalla de frente, sus grandes y aun firmes tetas resaltaban en el cuadro con grandes rosetas oscuras, así como su tupido y brillante coño de tersa piel oscura rasurado donde su fino vello dejaba entrever toda la hermosura de su conejo aterciopelado. Tan pronto me vio se cubrió con la toalla y yo me retiré con cara de sorpresa de nuevo a mi silla.
Al rato salió Alicia exponiéndome… ¡Cuánto siento Compadre que me vieras desnuda! Soy yo quien lo siente mucho Alicia yo…. Pero si fue mi culpa por no advertirte que no hay puerta en el baño desde hace un año que se cayó. Y ya te imaginas, al ser todas mujeres y con escasas habilidades en las chapuzas de casa, no nos preocupamos en volverla a colocar, añadido al escaso dinero con que disponemos para esas cosas. ¡Pero sobre todo por ofrecerte el espectáculo de este cuerpo tan descuidado que lo tengo! No te preocupes Comadre que no es la primera mujer que veo desnuda y espero que no sea la última. Pero no estoy de acuerdo contigo…, tienes un bonito cuerpo, ya quisieran muchas tener las formas tuyas tan bien presentadas.  Te agradezco sus comentarios, claro que lo que más cuido son mis senos, sin embargo ya no están tan parados como antes….Pero bueno Compadre vamos a llevarte a su hospedaje, claro que si antes te quieres duchar, puedes usar el baño… ¡Sabes que es buena idea después de tantas horas de viaje! Seguí hacia la alcoba y me desnudé comencé a ducharme, sentí pasar a mi Comadre enfrente del baño seguramente observándome, pero cuando cerré la ducha ella estaba en la puerta, mirándome como si nada. Me las di de sorprendido, pero Alicia sonriendo me dijo… Toma esta toalla limpia y seca, que la otra está mojada. Y como dices, no eres el primero que veo desnudo y espero que no sea la última vez. Mi verga reaccionó al momento hinchándose e inició un lento ascenso. He decir que Dios me ha otorgado un miembro viril fuera de lo común, en los vestuarios de gimnasia se fraguó entre los compañeros de equipo el sobrenombre de tridente, y no era porque fuera delantero junto con Ismael y Julio, todos sabíamos de la envergadura de mi cipote que hoy a mi edad adulta alcanza cerca de los 22 cm y 6 de grosor…. Alicia miraba mi polla sin disimulo y sólo dijo señalando una cicatriz en mi muslo, cerca de la ingle… ¿Qué te pasó ahí?
Hace como tres años en un accidentelaboral cortando unos árboles, una rama cayó disparada hacia mí…. Ella sonriendo dijo… Menos mal que la rama no bajó 10 centímetros, hubiera dañado una “buena pieza”. Refiriéndose a mi rabo que estaba medio en alza. Sin el menor recato en plena confianza retiré mi prepucio que cubre completamente la cabeza y descubrí mi glande rojo y brillante delante de ella y lo sequé, ya tenía por entonces la verga completamente inhiesta mirándole a la cara frente a frente… Tienes bastante piel en tu prepucio…¡así se ven mejor! Fue su comentario y salió con una sonrisa en los labios.
Me terminé de vestir y salimos en mi todoterreno hacia el hotelito, llegamos a la casa de Doña Luz y mi Comadre habló con ella, pero llegó con la noticia que las dos habitaciones disponibles estaban ocupadas por unos montadores de naves por ese mes, así que regresamos sin solución…. Raúl, aquí no hay otro hotel y solo se me ocurre que te toque pagar el alquiler de una casa entera…, y siendo tú de nuestra entera confianza, te podemos organizar una cama mientras arreglas tus oficinas, es más barato y de paso es un ingreso que de verdad necesitamos para la familia, eso si no te incomoda vivir entre tres mujeres solas. Te agradezco mucho el ofrecimiento. A mí en verdad no me incomoda en absoluto y lo acepto, pero no sé cómo nos acomodamos, porque sólo veo las dos habitaciones de siempre, y no quiero incomodar vuestra intimidad. No te preocupes bobo, respondió. Ahora cuando vengan las niñas miramos cómo podemos acondicionarnos, cambiaremos un poco las costumbres, ya que al estar solas nosotras a veces descuidamos la forma de vestir, sobre todo Aída que es muy liberada a pesar que en este sitio normalmente somos muy recatadas con los extraños…, pero tú no eres un extraño, tanto que te tienen como un tío. Qué decirte, si no fuera por tu ayuda, Lucía no podría estudiar y sin tus envíos de Navidad seguramente no tendríamos regalos en esa época, por eso aunque no te ven hace tanto, las niñas te tienen gran estima y yo también por supuesto.Seguimos hablando y poniéndonos al día con las últimas incidencias de la familia y los amigos comunes.
Al anochecer apareció Aída, la hija menor, cabello castaño y una boca de gruesos labios, alta y gruesa de caderas, con cintura estrecha y unas pantorrillas torneadas que su larga falda apenas dejaba ver, no podía creer que ese monumento fuera la cría que dejé. Me reconoció al momento supongo por la foto de la sala, me abrazó y su olor a mujer del campo me invadió, sentí unos muslos gruesos juntarse a los míos y sin querer los pubis coincidieron, no sé por qué sentí un bulto prominente contra el mío…, “Tiene la regla”, pensé… ¡Qué bien que hayas venido a visitarnos, nosotras te recordamos mucho…! Dijo Aída. Alicia intervino... Realmente no ha venido de visita, Raúl trabajará aquí en el pueblo. Por lo pronto se quedará con nosotras porque el hostal está lleno.
Lucía la mayor fue la primera... Al momento apareció Lucía, trigueña con cabello negro, usaba unas gafas metálicas que le daban un toque intelectual, pero cuando bajé un poco la vista aprecié un pecho desproporcionado para su edad, a pesar del uniforme escolar que traía se notaban los genes maternos, me miró tratando de recordar… ¡¿No me reconoces?!, ¡Soy tu padrino!, dije.Al instante una magnifica sonrisa apareció me brincó al cuello y la levanté del suelo, los abundantes pechos se me pegaron y me besó las mejillas… Padrino, pensé que nos habías olvidado, tanto tiempo sin verte, yo te hacía ya muy viejo. Alicia intervino…, Pues tu padrino no es ningún viejo, está muy bien conservado, seguro que las mujeres del pueblo van a tratar de pescarlo ahora que va a trabajar aquí. Y sepáis que es soltero, pero como os digo, el Compadre va a vivir con nosotras un tiempo, así que vamos a tratarlo bien. Por lo pronto creo que Lucía por ser la ahijada le cederá a su padrino la cama y dormirás en la cama grande conmigo. Aída seguirá en su cama en el mismo cuarto con Raúl. Mientras tanto, recordar que es como de la familia. ¡Aída tendrás que usar pijama! Dirigiéndose hacia mí…Es que a esta niña le da por dormir desnuda sabes…. Bueno Raúl si quieres pasa a acostarte que debes estar cansado, yo saldré temprano por la mañana con Lucía escuela, así que Aída te hará el desayuno. De todos modos Aída se irá mañana donde mi hermana a acompañarla porque su marido se marcha a la capital.
Bueno, agradezco tu hospitalidad, pero no quiero interferir con vuestras costumbres, yo soy el que debo adaptarme a las vuestras, así que seguir haciendo vida cotidiana como si yo no hubiera llegado. Se había hecho de noche y comencé a deshacer maletas, saqué los regalos, una bata de dormir para mi Comadre Alicia, unos jeans para Aída y una blusa bordada para mi ahijada Lucia, se los entregué confiando en que las tallas fueran correctas.Alicia y Lucía se retiraron a dormir y prudentemente esperé a que Aída se cambiara de ropa para dormir y se acostara, sobre todo porque dado que vivo solo no uso pijama y ya me he acostumbrado a dormir sin calzoncillos los días de calor. Leí unas notas y cuando calculé que ya se había acostado, entré al cuarto, mi joven vecina recostada de lado tenía la almohada sobre la cara y su camisón levantado en un lado mostraba parte de las nalgas ¡¡¡sin bragas!!!Sus ancas de piel tersa a la luz que entraba por la ventana me provocó acariciarla, pero más pudo el temor de abusar de mis anfitrionas en la primera noche. La polla se me inflamó sin poder evitarlo, me desnudé sin encender la luz, cuando terminé de bajarme el slip la picha saltó erguida y caminé a colocar la ropa asumiendo que estaba dormida, en eso Aída giró la cabeza y los ojos quedaron en frente de la verga semierecta y me susurró… ¡¿A ti también te gusta dormir desnudo?!Sorprendido me tapé la verga y rápido me metí bajo las sabanas… Perdona pensé que dormías, pero no traje…bueno no uso pijama,también susurré.No te preocupes, a mí me gusta estar desnudatambién, pero ya oíste a mami,dijo en voz apenas audible… Por mí puedes dormir como gustes, recuerda que somos como de la familia, dije entre dientes.Me dormí pensando en que ojalá Aída no comentara nada a su madre…
Cuándo me desperté y abrí los ojos, Aída arreglaba su cama de espaldas a mí, cubierta por su corta camiseta a modo de camisón…, y seguía sin nada debajo. Se alcanzaba ver el inicio de sus nalgas, ubiqué mi línea de visión y su culo a unos dos metros me entregaron la imagen de su raja, que cuando dio un paso lateral abrió la unión de sus gruesos muslos, ¡Caramba…! Esa niña se había depilado a juzgar por lo despejado de su vulva cortada en dos por la tremenda raja de su coño en medio de las piernas, incluso su raja trasera dejaba sus dos nalgas de la forma que a mí me vuelve loco un culo…, separabas gratamente. La verga se me empalmó al instante. Aída no sintió que desperté por lo que siguió en su labor, dejándome ver la raja de su culo, se agachó, ahora su chocho impúber me quedó enfrente, era como el de una niña un coño infantil en una chica adolescente…, una locura y me lo estaba mostrando tan cerca que si estiraba el brazo lo podía tocar… Buenos días Aída, qué bonitas piernas tienes, fue mi comentario. Se levantó rápidamente sorprendida intuyendo que había logrado ver algo más…, Buenos días, qué susto, ¡¿Estabas despierto?! Y sorprendida se giró sentándose en la cama. La imité sentándome yo también en la cama, tapándome con la sabana. Claro y hace rato que estoy mirando a una futura modelo que tiene unas preciosas pantorrillas, pero tus muslos son algo gruesos. Claro que no he visto bien tu figura, ni cómo luces caminando. Dije tratando de dar un giro a la situación. Aunque no creas sé algo de caminar, porque me fijo en la TV cómo lo hacen. ¡Déjame y te lo demuestro! Se levantó e inició un supuesto desfile, con cierta gracia movía sus poderosas caderas, al final dio un giro que levantó el ruedo de su camisón, fugazmente volví a ver sus nalgas… Te ves bien pero acércate y déjame ver tus muslos, levanta un poco tu camisa… Bueno pero te advierto que no tengo ropa interior.
Yo seguía sentado en la cama y se colocó a mi lado, subió el borde de la bata, sus muslos gruesos y firmes quedaron descubiertos, la fina vulva en vértice de la “V” de su entrepierna se alcanzó a ver.Coloqué mi mano en su muslo y sobé su juvenil piel, con una suave y tersa dermis juvenil contrastaba con mi ruda y áspera badana. Parece que tienes un cuerpo muy bien formado, ¡Preciosa! ¿Quieres ver el resto, puedo desfilarte sin la camiseta si quieres? Me dijo Aida. Si crees que es seguro. Eres tan joven que me puedo meter en problemas… ¿Qué tal si regresa tu madre y te encuentra sin ropa? No te preocupes, estamos solos por largo rato. Salió con Lucia y se van a demorar bastante. ¡Oye, tú también tienes un buen cuerpo anoche lo alcancé a ver! ¿Sigues desnudo? Realmente siempre duermo así…, ni siquiera tengo pijama. Me contestó… Anoche alcance a ver algo grande y bonito, ¿cómo ha amanecido hoy? De muy buen ánimo, porque ahora después de ver ese trasero tuyo está muy empalmado…. Si me dejas ver tu cuerpo, te dejo que veas el mío… Me parece justo. Si me quieres ver desnudo estoy de acuerdo, pero prepárate porque la tengo algo tiesa. Me levanté y al ponerme de pie la sabana cayó al piso descubriendo mis 22 cm de gruesa verga bien templada. ¡¡Qué buena polla tienes Raúl…!! Digo pene, y eso que sólo está algo empalmada ¡Madre mía que chorra más larga! y gruesa mucho más que la de…, se interrumpió Aída. Ahora te toca a ti mostrarme cómo se ve una futura modelo desfilando desnuda. Acercándome hasta ella…, así que permíteme sacarte la camiseta…. Con la polla templada me acerqué y subí su camisón, arrimando mi cuerpo con toda intención hasta que la punta de la verga, se colocó entre sus piernas y con la punta del falo toqué su vulva hinchada. Enseguida me retiré para apreciarla.
¡Qué caderas por Dios!, amplias y un exagerado monte de Venus reciamente apretado haciendo aflorar sus labios internos en sinuosos pliegues que auguraban uncoño de grandes orejones por labios vaginales. Las tetas medianas aún, con pezones rosados pequeños y puntiagudos. ¡Toda una hembra! Caminó moviendo graciosa y coquetamente sus firmes grupas, para luego regresar a mí sonriendo… ¿Cómo me ves?, me dicen que tengo un bonito culo. Me animó… Ven y lo compruebo…, pero tu chochito se ve mucho mejor. La esperé de pie, se acercó y mirándome descaradamente a los ojos juntó su desnudo cuerpo a mí y agarré sus glúteos…, pues sí es un bonito culo ¡¡Estánbien duros!! Aída pegó su cuerpo al mío, bajé una mano a su chocho, era un promontorio carnoso tapizado de un fino vello rasurado, separé los labios enjutos y deslicé un dedo en su raja, toqué su botoncito…, ya estaba tan húmeda que mi dedo sintió la humedad espesa que despedía. Aída abrió sus piernas invitándome a acariciarla así que introduje mi dedo y lo clavé suavemente hasta la última falange, rotándolo en su interior. Besé su boca y bajé a sus pezones mordisqueé sus puntas rígidas. Puso una mano sobre mi tranca endurecida palpándola, acariciándola a modo de bate de béisbol y apretando la cabeza al final, e inició una suave paja…
Raúl tienes una verga enorme, suave pero dura, ¡¡Me gusta! Oye ¿Con la verga de quien comparaste la mía? Me quedé esperando la respuesta que no desea compartir conmigo…Yo creo que conoces otras porque tienes el chocho abierto. Claro que ya me he metido otras pollas…, y muchas veces. ¡Es que soy algo caliente!, así que no te preocupes por mi virginidad, porque tengo muchas ganas de sentarme sobre tu tranca y me abras el coñito en dos. Con esa polla seguro que me atraviesas hasta el estómago partiéndome hasta las entrañas… ¡Nunca me han follado con una verga tan grande…!
Me senté en la cama y Aída se ubicó a horcajadas sobre mi garrote, tomó mi nabo con la mano y despejó el glande bajando el prepucio. El jugo vaginal lubricó el capullo henchido que separó los labios y fue entrando suavemente en su empapada raja, se tragó la mitad de una, en un segundo envión se la clavó hasta que quedó ensartada del todo con mis huevos tocando su ano y comenzó a realizar círculos con su coño sobre la tranca que acababa de tragarse. Mi linda nena era toda una maestra en el arte de la fornicación ¡Cómo contorneaba sus caderas! Dado loceñido de su coño de vulva generosa, mi estoque producía dos grandes pliegues de sustancial carne rosada alrededor del mismo haciéndose sentir mucho mejor que con cualquier otra hembra las contracciones de su vagina… Mientras se balanceaba arriba y abajo con toda naturalidad me replicaba diciendo… Sabes que anoche te vi desnudándote. Cuando vi tu verga la comparé con las que ya conozco bien…, reconocí que no es en nada igual a ninguna. Solo la de mi primer novio se acerca en lo larga, pero la tuya es un poco más larga y mucho más gruesa. La de Abdul mi patrón, a quien me estoy follando últimamente tiene una picha mediana además de ser delgada. Creo que necesitaba un cambio radical, es que soy muy calentorra, por eso ahora quiero que te aproveches de mí y yo de ti tito…¡Así que dame verga que es lo que me gusta! Tengo que reconocerlo y no me da vergüenza decírtelo…¡Me encanta las buenas pollas! En especial la tuya que es única…, larga, gorda y tan dura como un tronco de Carballo.
Oír esa declaración de alguien tan joven con apenas 18 años, y de una supuesta formación católica me extrañó, pero yo no estaba en plan de moralizar a nadie y menos teniéndole a la niña la verga metida hasta el fondo, así que me dediqué a bombear en su coñito mojado. Comenzó a gemir, empalada hasta las pelotas, se abrazó a mi cuello acelerando sus golpes de conejo tragando nabo…, desde la punta a las mismos huevos con tan solo un movimiento de cadera a lo perrero. Rotaban sus caderas dándose gusto sin sacar casi nada la tranca que la invadía. En mi oído y con voz ronca la oí decir… Quiero correrme yaaaa con tu leche tito, ¡…ESTOY TAN CACHONDA…! Dame tu leche ahoraaaaa… me corrooo…dame lecheeeee…. La complací porque no aguanté un segundo más, un caliente chorro espeso repetido una y otra vez se expelió en el fondo de su vagina colapsando la entrada de su matriz. Lo sintió perfectamente estallar contra su pared vaginal porque se apretó fuertemente a mi cuello, y buscó mi boca donde introdujo su lengua entre gemidos de claudicación. El olor dulce que desprendía la joven hembra embriagaban mis sentidos al tiempo que mis pelotas continuaban suministrando esperma que se iban lanzando en largos chorros de leche en ese coñito descarado que succionaba mi verga pretendiendo dejarla seca. Acabadas las convulsiones, dejó de masajearme la polla con sus ardientes paredes internas hasta que se clavó a tope sin dejar de besarme, lamerme y mamarme la lengua con avidez y maestría. Sudorosos nos regocijamos en nuestros orgasmos hasta que se levantó minutos después sacándose el invasor falo de sus entrañas. Tal apareció mi verga goteante, se agachó livianamente y se la introdujo en su boca limpiándome el esperma borboteante del final con su lengua de manera lujuriosamente golosa… me dice sonriendo… Para ser el primer día, ya nos hemos conocido bastante, así que me voy a vestir y espero lo repitamos. Te compensaré con un buen desayuno por haberme dado tan "buenos días".

4 comentarios - Volviendo a los origenes 1

damnhobbes
Uf, tremendo relato. Me voló la peluca Aida
PAJAESVIDA
Como me haces pajear guacho! van 10 puntos!!!
Arturin_1967
Exelente amigo esperamos la continuación van 10 puntos por tu exelente relato