Uno cortito para la noche del domingo. Disculpen la redacción, lo subo sin corregir nada.
Estás sentado a mi lado en el omnibus, dormido. Pero sólo teveo por el reflejo de la ventanilla, tengo miedo de que te despiertes sólo con mirartea la cara. En el reflejo no la veo, pero me imagino que tu verga está dura. Alo mejor estás caliente, a lo mejor son tus ganas de mear.
Quisiera seguirte cuando lleguemos a la terminal, disimulary entrar al baño detrás tuyo. Me pongo a mear en el mingitorio de al lado.Nunca haría eso porque soy muy tímido, pero esto es una fantasía... un reflejode noche en la ventanilla ómnibus rumbo a Colonia. Casi no podés mear de lo duraque tenés la verga. Mi cara está roja, no sólo de la vergüenza, sino también dela calentura que me provoca el olor de tu meada, que cae como un hilo por laerección. Entonces yo me ofrezco a solucionar el problema con una buena mamaday chupada de culo mientras orinás. En la punta de mi lengua puedo sentir comose frunce tu hoyo cuando hacés fuerza con las nalgas para que salga el pis.Pero no hay caso, todavía sigue demasiado dura a pesar de chuparla y pajearla,mezclando mi saliva con tu orina. Probemos cogiéndome. Ahí nomás, contra elmingitorio, ojalá haya alguien dentro de alguno de los cubículos pajéndosemientras nos escucha. Apoyando tu frente sobre mi nuca, me apretás fuerte la panzay me empezás a dar. Me pajeo sintiendo tu respiración en la base de mi cuello.Empezás a penetrar cada vez más rápido hasta que acabás dentro de mi culo,siento como correa saliva desde mi cuello. Sin sacarla empezás a orinar ymientras siento el chorro caliente que baja desde mi culo por mis muslos yotambién acabo. Voy a quedarme dormido mirando el reflejo de la ventanilla lomás que pueda, porque cuando prendan las luces del ómnibus todo esto no va a sernada más que un recuerdo de algo que nunca pasó.
Estás sentado a mi lado en el omnibus, dormido. Pero sólo teveo por el reflejo de la ventanilla, tengo miedo de que te despiertes sólo con mirartea la cara. En el reflejo no la veo, pero me imagino que tu verga está dura. Alo mejor estás caliente, a lo mejor son tus ganas de mear.
Quisiera seguirte cuando lleguemos a la terminal, disimulary entrar al baño detrás tuyo. Me pongo a mear en el mingitorio de al lado.Nunca haría eso porque soy muy tímido, pero esto es una fantasía... un reflejode noche en la ventanilla ómnibus rumbo a Colonia. Casi no podés mear de lo duraque tenés la verga. Mi cara está roja, no sólo de la vergüenza, sino también dela calentura que me provoca el olor de tu meada, que cae como un hilo por laerección. Entonces yo me ofrezco a solucionar el problema con una buena mamaday chupada de culo mientras orinás. En la punta de mi lengua puedo sentir comose frunce tu hoyo cuando hacés fuerza con las nalgas para que salga el pis.Pero no hay caso, todavía sigue demasiado dura a pesar de chuparla y pajearla,mezclando mi saliva con tu orina. Probemos cogiéndome. Ahí nomás, contra elmingitorio, ojalá haya alguien dentro de alguno de los cubículos pajéndosemientras nos escucha. Apoyando tu frente sobre mi nuca, me apretás fuerte la panzay me empezás a dar. Me pajeo sintiendo tu respiración en la base de mi cuello.Empezás a penetrar cada vez más rápido hasta que acabás dentro de mi culo,siento como correa saliva desde mi cuello. Sin sacarla empezás a orinar ymientras siento el chorro caliente que baja desde mi culo por mis muslos yotambién acabo. Voy a quedarme dormido mirando el reflejo de la ventanilla lomás que pueda, porque cuando prendan las luces del ómnibus todo esto no va a sernada más que un recuerdo de algo que nunca pasó.
0 comentarios - Por la ventanilla