Este es mi primer relato agradezco cualquier comentario que quieran hacer.
Lo que estoy por contarles cambio mi vida en 180 grados, mi nombre es Mauricio tengo 30 años, soy bastante pálido de ojos miel y pelo negro, no me considero un tipo lindo pero por alguna razón a las mujeres les caigo en gracia luego que me conocen, siempre digo que les debe gustar mi personalidad. Mido un metro 76 y a pesar de ser delgado entreno mucho por lo cual tengo un cuerpo trabajado. Eso es un poco para que me conozcan, tenía una relación hace ya 5 años ella se llama lucia en ese momento tenía 22 años y llevábamos más de dos años juntos, si bien nunca me caracterice por ser un tipo fiel digamos que ella era lo opuesta a mí. Ella tenía el pelo largo, negro y lacio, una sonrisa hermosa y unos pechos increíbles en su tamaño y en firmeza, no tenía mucho culo pero siempre dije dos de tres es un buen trato. Nos llevábamos excelente en todos los sentidos éramos compañeros, vivíamos juntos, trabajábamos juntos y nuestra relación era envidiable, no voy a negar que de vez en cuando tenía algún desliz porque nunca pude con la condición pero en fin eso será otra historia.
Todo comenzó cuando un día se me ocurrió irme de la oficina medianamente temprano, es algo habitual a fin de mes cuando el trabajo es escaso, ella estaba certificada por que se sentía mal, así que pensé en comprarle unos chocolates para merendar. Nosotros vivíamos en un departamento mediano de dos cuartos relativamente nuevo y bien céntrico donde también en los primeros pisos funcionan oficinas así que siempre había personas entrando y saliendo del edificio.
La sorpresa fue cuando ingresé al departamento, acotación la cerradura no hace ningún ruido, así que ni bien entre comencé a oír gemidos que provenían del cuarto, al abrir la puerta que atónito allí estaba mi novia y su jefe un hombre de unos 40 y largos en la cama, ella estaba en cuatro patas mientras él la penetraba fuerte agarrándola del pelo. En el momento que me vio ella quedo paralizada, la situación era nosotros mirándonos y el jefe de ella paro un momento y luego comenzó a bombear con más fuerza, yo sentía que la sangre me hervía al mismo tiempo que me excitaba enormemente, él me miro y me dijo - mira cómo se coge a una puta como tu novia pendejo. Ella solo me miraba mientras notaba que bajo de mi pantalón crecía la erección que no se podía ocultar, mi cara de seriedad no expresaba en cambio de emociones y sensaciones que sentía, la bronca, la excitación la humillación todo al mismo tiempo. En ese momento el la agarra del cuello y le dice - mira al cornudo de tu novio parece que se éxito que seas cogida por un macho de verdad puta. Se la saco jalándola de los pelos, la puso de rodillas y comenzó a tirarle un montón de leche en la cara y las tetas, mientras yo solo observaba la situación muy excitado, en ese momento él me mira y me dice - veni cornudo. Yo me acerco. -Tu noviecita ahora es mía cuando yo quiera y vos también, dale un beso que tiene mi leche en su boca. Así que sin oponer resistencia baje y la bese, el sabor de su semen paso por mi boca provocándome una casi una arcada al mismo tiempo que pablo (ese era el nombre de su jefe) se levantó y salía de la habitación. Pero se paró un momento a mirarnos y decir - Ahora me pertenecen ambos y cerró la puerta.
Continuara…
Lo que estoy por contarles cambio mi vida en 180 grados, mi nombre es Mauricio tengo 30 años, soy bastante pálido de ojos miel y pelo negro, no me considero un tipo lindo pero por alguna razón a las mujeres les caigo en gracia luego que me conocen, siempre digo que les debe gustar mi personalidad. Mido un metro 76 y a pesar de ser delgado entreno mucho por lo cual tengo un cuerpo trabajado. Eso es un poco para que me conozcan, tenía una relación hace ya 5 años ella se llama lucia en ese momento tenía 22 años y llevábamos más de dos años juntos, si bien nunca me caracterice por ser un tipo fiel digamos que ella era lo opuesta a mí. Ella tenía el pelo largo, negro y lacio, una sonrisa hermosa y unos pechos increíbles en su tamaño y en firmeza, no tenía mucho culo pero siempre dije dos de tres es un buen trato. Nos llevábamos excelente en todos los sentidos éramos compañeros, vivíamos juntos, trabajábamos juntos y nuestra relación era envidiable, no voy a negar que de vez en cuando tenía algún desliz porque nunca pude con la condición pero en fin eso será otra historia.
Todo comenzó cuando un día se me ocurrió irme de la oficina medianamente temprano, es algo habitual a fin de mes cuando el trabajo es escaso, ella estaba certificada por que se sentía mal, así que pensé en comprarle unos chocolates para merendar. Nosotros vivíamos en un departamento mediano de dos cuartos relativamente nuevo y bien céntrico donde también en los primeros pisos funcionan oficinas así que siempre había personas entrando y saliendo del edificio.
La sorpresa fue cuando ingresé al departamento, acotación la cerradura no hace ningún ruido, así que ni bien entre comencé a oír gemidos que provenían del cuarto, al abrir la puerta que atónito allí estaba mi novia y su jefe un hombre de unos 40 y largos en la cama, ella estaba en cuatro patas mientras él la penetraba fuerte agarrándola del pelo. En el momento que me vio ella quedo paralizada, la situación era nosotros mirándonos y el jefe de ella paro un momento y luego comenzó a bombear con más fuerza, yo sentía que la sangre me hervía al mismo tiempo que me excitaba enormemente, él me miro y me dijo - mira cómo se coge a una puta como tu novia pendejo. Ella solo me miraba mientras notaba que bajo de mi pantalón crecía la erección que no se podía ocultar, mi cara de seriedad no expresaba en cambio de emociones y sensaciones que sentía, la bronca, la excitación la humillación todo al mismo tiempo. En ese momento el la agarra del cuello y le dice - mira al cornudo de tu novio parece que se éxito que seas cogida por un macho de verdad puta. Se la saco jalándola de los pelos, la puso de rodillas y comenzó a tirarle un montón de leche en la cara y las tetas, mientras yo solo observaba la situación muy excitado, en ese momento él me mira y me dice - veni cornudo. Yo me acerco. -Tu noviecita ahora es mía cuando yo quiera y vos también, dale un beso que tiene mi leche en su boca. Así que sin oponer resistencia baje y la bese, el sabor de su semen paso por mi boca provocándome una casi una arcada al mismo tiempo que pablo (ese era el nombre de su jefe) se levantó y salía de la habitación. Pero se paró un momento a mirarnos y decir - Ahora me pertenecen ambos y cerró la puerta.
Continuara…
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