Hace mucho tiempo me venía calentando la idea de ver a mi novia con otro hombre.
Lore se viste sexy, tiene mucha lencería, algunas veces la compramos juntos, no quiero exagerar pero creo que facil debe tener mas de 100 tangas, ademas de varios corpiños; portaligas, medias de todos los colores, camisones y disfraces de las profesiones y oficios más comunes. Es frecuente ver las tanguitas de Lore por toda la casa, secándose en el patio, o cerca de la estufa en el comedor, en el baño o en la pieza, donde se desbordan del cajon de su ropa interior y caen al piso para terminar esparcidas por toda la habitación.
Es excitante vivir rodeado de la ropa interior de Lore, creo que en parte, eso debe ocasionar que me masturbe tres o cuatro veces por dia y mi obsesión con que se la coja otro cada día es más y más frecuente.
Hace meses que la canilla de la bañera funciona mal, busque por Google, y llame a un plomero de la zona. Acudió Agustin un joven, bastante fachero, educado; agradable en su trato; le comente cual era el problema, a lo que me respondio que deberia ser una pavada y que la revisaria; al ingresar al baño, corro la cortina de la bañera y advierto que Lore habia dejado
dos tanguitas blancas colgadas de las Canillas, una de algodón y la otra de satén y encaje, que me vuelve loco; inmediatamente, fue incomodo, pero casi al mismo tiempo me surgió la intriga de como actuaría Agustín ante esas dos
hermosas tanguitas; por lo que me hice a un lado y lo deje observar más de cerca las canillas de la que colgaban las tanguitas de Lore.
No pareció incomodarle la situacion; sonrió y tomó con sus mano izquierda la de saten blanco con encaje; esta se atasco y debió sacarla con la dos manos para luego retirar la de algodón, las colocó sobre el cesto de la ropa para lavar;
fue un instante, pero ese instante en que la lencería de mi novia estuvo en las manos de otro hombre, lo vivi en camara lenta, fue muy excitante; me provocó una erección; no sólo a mi, Agustín vestía un jogging y pude ver que tambien se le había parado, lo disimulo poniéndose contra la pared mientras reparaba la canilla, me retire del baño, dejando las tanguitas sobre el cesto; luego de unos minutos, Agustin me llama, para mostrarme que había terminado su trabajo, no pude evitar mirar primero a las tanguitas, y para mi sorpresa, faltaba la blanca de satén y encaje, no puede ser, se robo la tanguita de Lore¡¡¡.
Eran solo dos tanguitas, como no lo notaria¡¡. El continuaba explicándome lo bien que funcionaban las canillas y yo pensaba, lindo pervertido resultaste ser; sentia una mezlca de calentura y bronca, es la tanguita de Lore que más me gusta y no sólo la roba, si no que cree que no.me di cuenta.
Lo interrumpi en su relato y decidí redoblar la apuesta, toma, le dije, llevate esta tambien; recogí la tanga de algodón que quedaba sobre el cesto de la ropa y se la di, junto con el dinero de la reparación.
No dijo nada, metió el dinero y la tanga en el bolsillo levanto los hombros, como si se viera sorprendido, el depravado ladron de tangas; y se retiró sin decir ni una palabra.
Esa noche con Lore tuvimos sexo; se vistió muy sexy, con un camison cortito blanco de satén, un portaligas y una tanguita, ambos de saten negro. La tome por detrás y le pedi que cerrara los ojos, y comencé a relatarle lo que había pasado por la tarde, sentí que se ponía muy cachonda a medida que avanzaba en mi relato; comenzo a llamarme Agustín y a pedirme que me la coja con la lencería puesta, fue un flor de polvo; cuando terminamos, Lore me pregunta; por que le di la otra tanguita, le dije, para que no se crea que me tomaba por tonto. Y fui para el baño, a afeitarme, mientras lo hacía, veo detrás de la cesta de la ropa algo que me dejó helado,
la tanguita Blanca de satén y encaje, y una herramienta, que quizas debieron caerse al piso; y yo, que lo acusaba a Agustín de depravado y ladrón.......no; encima le di una tanga de mi novia.
Por suerte recupere la que más me calienta.
Lore se viste sexy, tiene mucha lencería, algunas veces la compramos juntos, no quiero exagerar pero creo que facil debe tener mas de 100 tangas, ademas de varios corpiños; portaligas, medias de todos los colores, camisones y disfraces de las profesiones y oficios más comunes. Es frecuente ver las tanguitas de Lore por toda la casa, secándose en el patio, o cerca de la estufa en el comedor, en el baño o en la pieza, donde se desbordan del cajon de su ropa interior y caen al piso para terminar esparcidas por toda la habitación.
Es excitante vivir rodeado de la ropa interior de Lore, creo que en parte, eso debe ocasionar que me masturbe tres o cuatro veces por dia y mi obsesión con que se la coja otro cada día es más y más frecuente.
Hace meses que la canilla de la bañera funciona mal, busque por Google, y llame a un plomero de la zona. Acudió Agustin un joven, bastante fachero, educado; agradable en su trato; le comente cual era el problema, a lo que me respondio que deberia ser una pavada y que la revisaria; al ingresar al baño, corro la cortina de la bañera y advierto que Lore habia dejado
dos tanguitas blancas colgadas de las Canillas, una de algodón y la otra de satén y encaje, que me vuelve loco; inmediatamente, fue incomodo, pero casi al mismo tiempo me surgió la intriga de como actuaría Agustín ante esas dos
hermosas tanguitas; por lo que me hice a un lado y lo deje observar más de cerca las canillas de la que colgaban las tanguitas de Lore.
No pareció incomodarle la situacion; sonrió y tomó con sus mano izquierda la de saten blanco con encaje; esta se atasco y debió sacarla con la dos manos para luego retirar la de algodón, las colocó sobre el cesto de la ropa para lavar;
fue un instante, pero ese instante en que la lencería de mi novia estuvo en las manos de otro hombre, lo vivi en camara lenta, fue muy excitante; me provocó una erección; no sólo a mi, Agustín vestía un jogging y pude ver que tambien se le había parado, lo disimulo poniéndose contra la pared mientras reparaba la canilla, me retire del baño, dejando las tanguitas sobre el cesto; luego de unos minutos, Agustin me llama, para mostrarme que había terminado su trabajo, no pude evitar mirar primero a las tanguitas, y para mi sorpresa, faltaba la blanca de satén y encaje, no puede ser, se robo la tanguita de Lore¡¡¡.
Eran solo dos tanguitas, como no lo notaria¡¡. El continuaba explicándome lo bien que funcionaban las canillas y yo pensaba, lindo pervertido resultaste ser; sentia una mezlca de calentura y bronca, es la tanguita de Lore que más me gusta y no sólo la roba, si no que cree que no.me di cuenta.
Lo interrumpi en su relato y decidí redoblar la apuesta, toma, le dije, llevate esta tambien; recogí la tanga de algodón que quedaba sobre el cesto de la ropa y se la di, junto con el dinero de la reparación.
No dijo nada, metió el dinero y la tanga en el bolsillo levanto los hombros, como si se viera sorprendido, el depravado ladron de tangas; y se retiró sin decir ni una palabra.
Esa noche con Lore tuvimos sexo; se vistió muy sexy, con un camison cortito blanco de satén, un portaligas y una tanguita, ambos de saten negro. La tome por detrás y le pedi que cerrara los ojos, y comencé a relatarle lo que había pasado por la tarde, sentí que se ponía muy cachonda a medida que avanzaba en mi relato; comenzo a llamarme Agustín y a pedirme que me la coja con la lencería puesta, fue un flor de polvo; cuando terminamos, Lore me pregunta; por que le di la otra tanguita, le dije, para que no se crea que me tomaba por tonto. Y fui para el baño, a afeitarme, mientras lo hacía, veo detrás de la cesta de la ropa algo que me dejó helado,
la tanguita Blanca de satén y encaje, y una herramienta, que quizas debieron caerse al piso; y yo, que lo acusaba a Agustín de depravado y ladrón.......no; encima le di una tanga de mi novia.
Por suerte recupere la que más me calienta.
3 comentarios - La tanguita de Lore
O avisame y yo te ayudo con eso que querés ver a Lore con otro