Bien como ya comenté en post anteriores, lo que les relato, es 100% veridico. Como ya conté, tuve la suerte de poder dejar mi pueblo y poder ir a la ciudad a estudiar y recibirme de abogado. Junto con dos amigos, pusimos un estudio jurídico, y la cosa empezó a caminar.
Entre varios de los trabajos que teniamos, una vez hicimos una sucesion de una viuda, cuyo marido le dejó varias propiedades, las que luego comenzamos a administrar.
Entre varios de los inquilinos que teniamos, un peruano que tenia varios privados, decidió alquilar una casa, a fin que su preferida viva en ella, junto a sus hijos.
Luego de firmar el contrato, la que iba todos los meses a pagar, era la hembra del fiolo, que pongamosle se llamaba Karina.
Karina era una típica comehombres. Rubia, de pelo bien decolorado, ojos celestes bien de gata, lunar tatuado cerca de la boca, piercing en la nariz, tetas hechas, cola terrible, y una super cara de puta. Nos había contado que había sido promotora de T.C. y que una vez que entró en ese mundo, al tiempo empezó a prostituirse con pilotos y mecánicos. Y de ahi en mas, le gustó la guita y siguió con el laburo. Mal no le iba, dado que la mina andaba en un mercedes clase A. Era una típica villera con guita, se la tiraba toda encima y ostentaba. Eso me calentaba mal. Encima su manera de hablar era la de una callejera, usaba palabras y un acento que me enloquecían. Y creo que se percataba que la deseaba como un loco, aunque no me daba bola.
Mis dos socios, tengo que decir, son bastante mas facheros que yo, pero no tienen ningún tipo de perversión. Son mas bien tranquilos, y nunca mezclarían laburo con vicio. Yo por el contrario, soy bastante vicioso y no tengo pruritos en cogerme lo que venga y si me relaciono por laburo, quizás tengo mas cuidado, pero a la larga, siempre me mando igual.
COmo decía, Karina no se fijaba en mi. Se notaba que estaba caliente con uno de mis socios. Pero este, no le daba ni la hora. Es mas, cuando se retiraba Karina del estudio, siempre hacia comentarios sobre la putez congénita de nuestra amiga, pero decía que no le llamaba la atención para nada.
Un día, estaba solo en el estudio, era un viernes y ya todos se habían ido, y tocan el portero. Atiendo. Era Karina, que venia a preguntar algo. La verdad empecé a hacerme la cabeza mientras le abría, y me puse a mil.Toca la puerta de la oficina, le abro, y la veo: Tenia un rodete con algunas mechas a los costados, y el pelo bien decolorado, una cara de puerca que mataba, jogging, y un suéter o una campera. Yo apenas la vi, empecé a tener una erección, y sentía la pija babeante. Ya estaba sacado y la quería garchar de cualquier forma.Ella obvio que se había dado cuenta de la situación, y empezó a tirar la conversación para el lado sexual. Decía que su marido, ya no le daba tanta atención, y que necesitaba algo de sexo. Yo a esa altura estaba a mil, y me senté en mi sillón recostándome para atrás y me apoyé la mano sobre la pija, y me frotaba el bulto. Como mi sillón tiene rueditas, me corrí lo mas atrás que pude, así ella podía ver por arriba del escritorio, como casi me pajeaba en su presencia. Eso a ella la excitó, y me dijo que quería coger, pero como es una hija de puta, me dijo que se quería culear a uno de mis socios. Le dije que no había nadie, que estaba yo solamente, y que la iba a coger. Mientras le decía esto, me levanté y daba la vuelta al escritorio, para llegar a donde estaba sentada. Ahí se hizo la difícil, y dijo que se quería ir. Y enfiló para la puerta. Como la puerta del estudio no tiene picaporte, y hay que abrirla con llave, quedó encerrada pidiendo que le abra la puerta. Ahí junté coraje, y pensando que me podía costar un montón, pelo la pija y le digo que ahora que estaba caliente, no la iba a dejar ir si no me la chupaba. Y me le tiré encima, y ella se hacia la que no quería y que se tenia que ir porque los nenes estaban abajo. Le dije que no me importaba nada, que hacia mucho que la quería cojer y que no iba a desperdiciar esa oportunidad. Ahí como que me preguntó si hace mucho que la quería cojer, y le dije que desde el primer día que la vi. Me di cuenta por su cara de vicio, que le encantaba ese jueguito, y que a pesar que decía que no se quería ir, se moría por una pija furtiva. Fue asi como le dije que sin cojer no salia, y me dijo que le de plata. Ahí nomás agarre la billetera, y le di creo que doscientos pesos. Una vez que agarró los billetes, se transformó en una leona. Se arrodilló y me empezó a chupar la pija. Estaba desatada, me comía la verga, mientras me miraba con esos ojitos color cielo y una cara de puta que hubiera asombrado a Ava Devine. Me escupía la pija, me lamia los huevos, y me chupaba con una paja, que me hizo delirar. De golpe se incorpora y me pide que la coja. Me agarra de la pija y me lleva de tiro hasta el escritorio de mi oficina. Le bajé la joggineta, la puse de espaldas, le toque la concha y la sentí super mojada. Sin dudarla, le presenté la cabeza en la entrada de la cuevita, la agarro de las caderas, y la ensarto de un solo pijazo bien violento. Sentía que estaba cumpliendo una fantasía que arrastraba de hace por lo menos tres años. Encima, su lenguaje de puta villera, me hacia calentar. Estaba tan caliente, que sentía el frenito de la pija que me cortaba en dos la cabeza del choto. Cada mete y saca lo sentía como nunca antes, una delicia. A todo esto, veía su colita redonda, sus cantos blancos, y veía como tenia el culito a mi disposición. Mientras la cogía, le dejé caer una gota de saliva en el ano, y le empecé a meter el pulgar. Mi intención era poder hacerle esa cola que me excitaba. Pero Karina, si bien quería que la coja, era una profesional del arte amatorio. Cuando vio mi intención, empezó a sacudirse como si fuera una leona peleando por un pedazo de carne. No se que me pasó, ni cuanto tiempo pasó, que empecé a sentir que venían las cosquillitas. Y ella lo percibió. Cuando quise acordar le digo que voy a acabar y que le quería acabar adentro, no me importaba nada. Ella con una maestría singular, se da vuelta, y se mete mi pija en la boca de una sola vez. Con una mano me acariciaba las bolas y me pajeaba, mientras que con la otra me empieza a tocar el culo. Cuando sentí que me dice: "te gusta que te meta el dedo putito" me encendí y sentí como me abría el culo con un dedito. No pude aguantar y exploté con una acabada mayúscula en su garganta. Karina se trago toda mi leche, aunque algo se le escurría por la boca, y yo temblaba de placer y perdí toda la fuerza de mis piernas. Tuve que tenerme del escritorio para no caer al suelo. En ese instante, la veo sonriendo como una hiena, que había masacrado a su presa, y me pide ir al baño. Le indico donde era. Cuando me repuse y me pude parar, me mando al baño y la encuentro sentada en el bidet. Arrimé mi pija a la altura de su cara para poder seguir la fiesta, y me dijo que ya había terminado y que se tenia que ir porque le corría el estacionamiento. Acepté y la acompañé hasta abajo. Cuando nos despedimos, me confesó picaramente, que le gustó cuando casi la violé, y que no me tenia fe pero la sorprendí. Luego de esto, vinieron mas encuentros que quedarán para próximos relatos.
Las fotos que ilustran, son de la conchita de Kari, que le saqué en una fiestita que hicimos donde me hizo lluvia dorada. Todo es real.
Entre varios de los trabajos que teniamos, una vez hicimos una sucesion de una viuda, cuyo marido le dejó varias propiedades, las que luego comenzamos a administrar.
Entre varios de los inquilinos que teniamos, un peruano que tenia varios privados, decidió alquilar una casa, a fin que su preferida viva en ella, junto a sus hijos.
Luego de firmar el contrato, la que iba todos los meses a pagar, era la hembra del fiolo, que pongamosle se llamaba Karina.
Karina era una típica comehombres. Rubia, de pelo bien decolorado, ojos celestes bien de gata, lunar tatuado cerca de la boca, piercing en la nariz, tetas hechas, cola terrible, y una super cara de puta. Nos había contado que había sido promotora de T.C. y que una vez que entró en ese mundo, al tiempo empezó a prostituirse con pilotos y mecánicos. Y de ahi en mas, le gustó la guita y siguió con el laburo. Mal no le iba, dado que la mina andaba en un mercedes clase A. Era una típica villera con guita, se la tiraba toda encima y ostentaba. Eso me calentaba mal. Encima su manera de hablar era la de una callejera, usaba palabras y un acento que me enloquecían. Y creo que se percataba que la deseaba como un loco, aunque no me daba bola.
Mis dos socios, tengo que decir, son bastante mas facheros que yo, pero no tienen ningún tipo de perversión. Son mas bien tranquilos, y nunca mezclarían laburo con vicio. Yo por el contrario, soy bastante vicioso y no tengo pruritos en cogerme lo que venga y si me relaciono por laburo, quizás tengo mas cuidado, pero a la larga, siempre me mando igual.
COmo decía, Karina no se fijaba en mi. Se notaba que estaba caliente con uno de mis socios. Pero este, no le daba ni la hora. Es mas, cuando se retiraba Karina del estudio, siempre hacia comentarios sobre la putez congénita de nuestra amiga, pero decía que no le llamaba la atención para nada.
Un día, estaba solo en el estudio, era un viernes y ya todos se habían ido, y tocan el portero. Atiendo. Era Karina, que venia a preguntar algo. La verdad empecé a hacerme la cabeza mientras le abría, y me puse a mil.Toca la puerta de la oficina, le abro, y la veo: Tenia un rodete con algunas mechas a los costados, y el pelo bien decolorado, una cara de puerca que mataba, jogging, y un suéter o una campera. Yo apenas la vi, empecé a tener una erección, y sentía la pija babeante. Ya estaba sacado y la quería garchar de cualquier forma.Ella obvio que se había dado cuenta de la situación, y empezó a tirar la conversación para el lado sexual. Decía que su marido, ya no le daba tanta atención, y que necesitaba algo de sexo. Yo a esa altura estaba a mil, y me senté en mi sillón recostándome para atrás y me apoyé la mano sobre la pija, y me frotaba el bulto. Como mi sillón tiene rueditas, me corrí lo mas atrás que pude, así ella podía ver por arriba del escritorio, como casi me pajeaba en su presencia. Eso a ella la excitó, y me dijo que quería coger, pero como es una hija de puta, me dijo que se quería culear a uno de mis socios. Le dije que no había nadie, que estaba yo solamente, y que la iba a coger. Mientras le decía esto, me levanté y daba la vuelta al escritorio, para llegar a donde estaba sentada. Ahí se hizo la difícil, y dijo que se quería ir. Y enfiló para la puerta. Como la puerta del estudio no tiene picaporte, y hay que abrirla con llave, quedó encerrada pidiendo que le abra la puerta. Ahí junté coraje, y pensando que me podía costar un montón, pelo la pija y le digo que ahora que estaba caliente, no la iba a dejar ir si no me la chupaba. Y me le tiré encima, y ella se hacia la que no quería y que se tenia que ir porque los nenes estaban abajo. Le dije que no me importaba nada, que hacia mucho que la quería cojer y que no iba a desperdiciar esa oportunidad. Ahí como que me preguntó si hace mucho que la quería cojer, y le dije que desde el primer día que la vi. Me di cuenta por su cara de vicio, que le encantaba ese jueguito, y que a pesar que decía que no se quería ir, se moría por una pija furtiva. Fue asi como le dije que sin cojer no salia, y me dijo que le de plata. Ahí nomás agarre la billetera, y le di creo que doscientos pesos. Una vez que agarró los billetes, se transformó en una leona. Se arrodilló y me empezó a chupar la pija. Estaba desatada, me comía la verga, mientras me miraba con esos ojitos color cielo y una cara de puta que hubiera asombrado a Ava Devine. Me escupía la pija, me lamia los huevos, y me chupaba con una paja, que me hizo delirar. De golpe se incorpora y me pide que la coja. Me agarra de la pija y me lleva de tiro hasta el escritorio de mi oficina. Le bajé la joggineta, la puse de espaldas, le toque la concha y la sentí super mojada. Sin dudarla, le presenté la cabeza en la entrada de la cuevita, la agarro de las caderas, y la ensarto de un solo pijazo bien violento. Sentía que estaba cumpliendo una fantasía que arrastraba de hace por lo menos tres años. Encima, su lenguaje de puta villera, me hacia calentar. Estaba tan caliente, que sentía el frenito de la pija que me cortaba en dos la cabeza del choto. Cada mete y saca lo sentía como nunca antes, una delicia. A todo esto, veía su colita redonda, sus cantos blancos, y veía como tenia el culito a mi disposición. Mientras la cogía, le dejé caer una gota de saliva en el ano, y le empecé a meter el pulgar. Mi intención era poder hacerle esa cola que me excitaba. Pero Karina, si bien quería que la coja, era una profesional del arte amatorio. Cuando vio mi intención, empezó a sacudirse como si fuera una leona peleando por un pedazo de carne. No se que me pasó, ni cuanto tiempo pasó, que empecé a sentir que venían las cosquillitas. Y ella lo percibió. Cuando quise acordar le digo que voy a acabar y que le quería acabar adentro, no me importaba nada. Ella con una maestría singular, se da vuelta, y se mete mi pija en la boca de una sola vez. Con una mano me acariciaba las bolas y me pajeaba, mientras que con la otra me empieza a tocar el culo. Cuando sentí que me dice: "te gusta que te meta el dedo putito" me encendí y sentí como me abría el culo con un dedito. No pude aguantar y exploté con una acabada mayúscula en su garganta. Karina se trago toda mi leche, aunque algo se le escurría por la boca, y yo temblaba de placer y perdí toda la fuerza de mis piernas. Tuve que tenerme del escritorio para no caer al suelo. En ese instante, la veo sonriendo como una hiena, que había masacrado a su presa, y me pide ir al baño. Le indico donde era. Cuando me repuse y me pude parar, me mando al baño y la encuentro sentada en el bidet. Arrimé mi pija a la altura de su cara para poder seguir la fiesta, y me dijo que ya había terminado y que se tenia que ir porque le corría el estacionamiento. Acepté y la acompañé hasta abajo. Cuando nos despedimos, me confesó picaramente, que le gustó cuando casi la violé, y que no me tenia fe pero la sorprendí. Luego de esto, vinieron mas encuentros que quedarán para próximos relatos.
Las fotos que ilustran, son de la conchita de Kari, que le saqué en una fiestita que hicimos donde me hizo lluvia dorada. Todo es real.
4 comentarios - La Inquilina