Por la mañana quise agradecerle a Emi el trato que me había deparado junto a mi tía Ana, las dos me habían hecho un homenaje que no podría olvidar en mucho tiempo, personalmente no soy celoso por naturaleza además no tenía derecho a tenerlo, no faltaría más, sé dónde está mi sitio y hasta dónde puedo llegar, estoy muy agradecido por el cariño que recibo de parte de mis familiares, desde mi tío Antonio, mi tía y mis primas, además sus amistades me han recibido con los brazos abiertos y mucho más, por mi parte procuro corresponderles y de hecho les respeto al máximo y no quiero defraudarles, mi relación con ellos ha llegado a unos niveles que desde fuera de la familia podrían ser vistos, como poco, muy efusivos pero entre nosotros son completamente compatibles los vínculos familiares con las relaciones personales.
Después de la respuesta tan agradable que me habían dedicado Ana y Emi, estaba emocionado por querer compensarme anímicamente, por haberme “abandonado” en la velada que habían compartido con Antonio, sobre todo porque según ellas me habían añorado mucho.
Bajé a su casa, la chica me agradeció y a la vez le quitó toda la importancia de aquel rato que estuvimos juntos los tres, en parte porque a ellas también les apetecía hacerlo sobre todo después del resultado con mi tío.
Como siempre estaba bellísima, aún sin estar maquillada para salir a la calle tenía una luminosidad en la cara que provocaba un intenso interés por acercarse a ella.
Su cuerpo era el otro motivo de querer gozar de su compañía a la vez de su conversación tan amena.
- No tienes porqué sentirte obligado a agradecernos el sentirnos felices contigo, ya sabes que juntas o separadas eres para nosotras nuestro hombre preferido, y no te lo digo como alago, sino porque contigo, pese a tu juventud nos das todo lo que quisiéramos encontrar en un hombre, eres como nuestro príncipe azul.
- Por favor Emi no exageres, soy un crio con el único deseo de hacer felices a las personas que conozco.
- No es exagerar, tu tío aun siendo una persona excelente tiene sus defectillos, y no te hablo de mi ex marido, aunque no lo llegaste a conocer por suerte, te aseguro que tenía todos los defectos, pero los fue mostrando poco a poco, pero mejor no recordar, eres la mejor persona que conozco.
Al momento entre nosotros con las manos cogidas, existía una corriente de afecto sincero, solo interrumpido por el ruido de la puerta de la calle, era Magda, la prima de Emi que venía del instituto, en ese momento vestía un suéter con un escote de pico y una falda corta, con sus apenas dieciséis años era ya una mujercita, se alegró verme y me dio dos besos igual que a su prima, Emi le preguntó si había merendado y dijo que no.
Se metió en su habitación y se cambió de ropa, cuando se reunió con nosotros su prima ya le tenía preparada su merienda y le preguntó si tenía alguna tarea para hacer en casa, le dijo que si, pero que no sabía lo hacer.
Emi me miró con cara de pena, tuve que ofrecerme para ayudarle en sus deberes y la chica me lo agradeció.
Magda después de terminarse la merienda, extendió sus libros encima de la mesa, repartió los blocks, y bolígrafos y me señaló lo que no entendía, la chiquilla se había puesto un chándal holgado y unas zapatillas.
Emi nos miraba y le gustaba lo que veía, Magda parecía que atendía mis explicaciones cuando sonó el teléfono de Emi, estuvo hablando un momento y cuando se levantó colgó el móvil y estirándose el vestido nos dijo que tenía que salir un momento, yo me levanté para irme, pero ella insistió que me quedara hasta terminar la lección, me vi obligado a quedarme.
Volvimos a la lección, Magda no tardó en dar signos de aburrirse, empezó a contarme cosas de su clase, de sus amigas y pronto salió el tema de los chicos.
- Juan, sabes que hay un chico que siempre me está diciendo cosas?
- Normal, eres una chica muy guapa y a los chicos les gustan les chicas como tú, seguro que tendrás muchos admiradores.
- Pero es que todos quieren lo mismo, todos quieren tocarme.
- Jajaja, pero tú no te dejarás, verdad?
- Claro que no, pero muchos días cuando paso junto a ellos me levantan la falda o me tocan el culo.
- Pues tú no lo permitas, procuras evitar el estar donde estén ellos y te vas con las chicas.
- Las chicas son peor, me tocan las tetas y lo hacen delante de los chicos para darles envidia, ellos a veces nos enseñan sus pollas.
- Vaya con tus compañeros…
- Y claro ellos se lanzan a por mí y tengo cada moratón!
- No te creo mujer, lo harán para picar a los chicos.
Magda quiso convencerme de que no me engañaba y se abrió la sudadera del chándal, imagino que no se percataría del efecto que podría producir en mí o cualquiera que estuviera delante de ella.
La cremallera bajó rápida y dejó a la vista a las dos tetas que aunque de jovencita tenían una forma de pera muy desarrollada con las areolas abultadas.
- Ves? Mira que marcas tengo aquí.
Me puso una teta frente a mis ojos, no llegué a ver ninguna marca, posiblemente tendría razón pero le visión de semejante maravilla me dejó hipnotizado.
- Verdad que lo has visto?
- Pues si te digo la verdad, no he llegado a verlo, si te soy sincero me he quedado embobado.
- Has visto si mi han salido pelitos en mis pezones?
- Pues supongo que no, pero cuando te salgan me lo dices y te los quitaré como la otra vez.
- Pues mírame a ver si tengo alguno.
Yo no quería complicarme con Magda, aunque ella me estaba queriendo arrinconar contra las cuerdas, decidí ir al grano.
- Me parece que aquí tienes uno, quieres que te lo quite?
- Claro, pero no me hagas daño.
Mi boca se apodero de su pezón y aspiró hasta metérmelo entero, procuré no hacerle daño pero se quedó quieta cuando sintió mis dientes pellizcarle el pezón tirando de él.
La chica había aprendido mucho por lo visto, porque me cogió la polla al notar cómo le lamía la areola.
Tuvo mucha habilidad y cuando me di cuenta ya me la había sacado y descubriendo el glande me apretaba con las manos.
Quise separarme aun renunciando a chuparle las tetas pero una cosa son los propósitos y otras los resultados, seguí chupándoles las dos tetas y ella meneándome la polla.
Cuando sentía que Magda aceleraba sus movimientos con maestría me preocupé cual sería el siguiente paso, de ninguna forma quería follarme a la chica y la dejé seguir.
Magda siguió pajeándome con mucho ardor, ya dudaba si podría evitar mancharle la ropa o si Magda decidiría meterse en la boca mi polla y tragarse la leche.
Lo que no esperaba es que cuando empecé a notar el torrente de leche que me iba a salir Magda puso mi polla sobre sus libros, los había puesto seguidos sobre la mesa sin parar de masajearme el capullo.
Lo aceleró mientras tiraba de mí para acercarme a la mesa, pensé de que no quería que cayera mi leche al suelo manchándolo, pero me equivocaba, la chica cuando notó como me palpitaba peligrosamente el glande su mano dejó el tronco de mi polla y se concentró solamente al capullo, no sabía quién le había enseñado a hacer esas pajas pero lo hacía de maravilla.
Cuando me corrí Magda dirigió los chorros de leche sobre los libros, yo quise retirarme para no mancharlos pero ella me sujetó hasta que no me quedó nada dentro, yo intenté limpiar los libros y me dijo que no los limpiara porque quería que se secaran con los goterones de semen.
Mientras me guardaba la polla, se subía la cremallera del chándal, le pregunté porque iba a dejar los libros manchados, me contó que entre las chicas de su clase se coleccionaban corridas de los chicos, ella tenía dos ya porque dos chicos le habían quitado el libro y se lo habían devuelto lleno de leche, la mía era la primera ganada limpiamente.
Me quedé admirado de la inteligencia que mostraban para algunas cosas, aunque yo había asistido a alguna fiesta juvenil no había oído de esas costumbres, además no me gustaba nada que mi ADN fuera de libro en libro.
Con la excusa de que tenía algo que hacer me fui a casa, fui directamente a mi habitación pero al pasar por la habitación de mi tía Ana oí…
- Juan, eres tú?
- Si tía, quieres algo?
- Sí, pasa un momento.
Cuando entre en la habitación me encontré que estaba Emi con ella, me dijo con la mano que cerrara la puerta, las dos estaban sentadas sobre la cama grande, me invitaron a que me sentara también.
- Mira Juan, le estaba enseñando a Emi los juguetes que me he comprado.
- Juguetes?
- Si juguetes sexuales, son el último grito.
Sobre la cama un paquete de mensajería con dos cajas pequeñas, se notaban que eran de oriente por los dibujos.
- Y que es lo que hacen?
- Pues uno es un anillo para el hombre, parece que lleva un cierre con varias posiciones y un aparatito pegado, tu sabes cómo va?
- Pues ni idea, es la primera vez que veo uno, y el otro?
- Pues es la novedad, es un vibrador que se puede usar en varios sitios, pero lo mejor es que va con un mando distancia se comunica por wi-fi y hace que vibre cuando quieras, pero no sé cómo funciona.
- Pero llevará un libro de instrucciones como todo no?
- Si pero va en muchos idiomas y yo no lo entiendo.
Cogí un papel, efectivamente estaba en un montón de idiomas pero yo no comprendía nada, al final Emi dijo…
- A ver trae, yo hablo inglés perfectamente, no olvides que era azafata.
Vimos el cielo abierto, mi tía enseguida le alargó los dos aparatos y los papeles a Emi, esta empezó con el anillo, estuvo leyendo, parecía que algunas palabas eran un poco técnicas y no las comprendía, pero en general nos fue leyendo…
- Parece que está claro, es un anillo que se pone el chico rodeando la polla y los huevos, tiene varias posiciones, lo puedes poner con el vibrador bajo de los huevos con lo cual se excita mucho al hombre o encima de la polla y se apoya en el clítoris de la chica, tiene mando a distancia, varias velocidades y se carga como un móvil.
- Mientras lo iba leyendo con la otra mano nos lo enseñaba, parecía extraño pero debía ser efectivo.
- Esto le va a gustar al tío Antonio, seguro.
- Al tío Antonio?, lo vas a probar tú primero, así nos aseguramos que funciona bien.
- Pero Ana, que yo no estoy en condiciones…
Mi tía no tuvo paciencia y me tumbó en la cama soltándome el cinturón mientras Emi me bajaba los pantalones y los calzoncillos a la vez, ante ellas apareció mi polla totalmente blanda, pegada a los huevos también vacíos, Emi se extraño y con los dedos la levantó y cayó inerte, me descapulló el glande y entonces me salió una gotita de semen que al parecer no se había escurrido, ella la cogió con un dedo y se la llevó a los labios, la saboreó y me miró sonriendo…
- Mmm, esto diría sin temor a equivocarme que es semen y además recién ordeñado.
Las dos me miraron extrañadas, no se creían que me hubiera hecho yo una paja así que tuve que confesar.
- Pues… ha sido una experiencia nueva, he aprendido una cosa que no sabía explicándole la lección a Magda, resulta que las chicas de su clase se intercambian con los chicos corridas que echan en sus libros de texto, no sé si como trofeos o meramente como un juego, pero la verdad es que cuando me he querido enterar ya era tarde, la chica aprende pronto.
- Jajaja, mi primita, se está poniendo al día, la verdad es que desde siempre le he explicado las cosas, pero a partir del día que te la presenté le estuve explicando todo lo que debía saber una mujer, sobre todo el tema del semen, para lo que servía, lo que podía hacer con él, donde lo podía poner y donde no y los peligros de meterlo en cierto sitio, creí que no habría asimilado todo, pero veo que si, y lo ha ampliado, son chiquilladas de adolescentes.
- Sabes la moda que teníamos en mi tiempo?, -dijo mi tía- nosotras nos cambiábamos con los chicos mechones de vello púbico, nos cortábamos con las tijeras tiras del pelo del coño y ellos nos daban de los suyos, luego lo poníamos entre las hojas de los libros, con unas notas de quien eran y si lo habíamos cambiado o lo habíamos cortado nosotras mismas.
- Pues yo en la escuela de azafatas les dábamos fotografías nuestras a los chicos y ellos se corrían sobre ellas y nos las devolvían. Jajaja.
- Vaya pues, yo que creía que había inventado la pólvora?, jajaja
- Bueno, nos hemos desviado del tema, ya vemos que Juan no está en condiciones físicas.
- Pues mejor aún, así veremos qué efecto hace desde cero.
- Es verdad pues, cógele la polla y los huevos y yo le pondré el anillo.
Yo miraba como mero espectador las maniobras de las dos mujeres con mi polla, Emi me cogió todo el lote y lo estiró mientras que Ana me lo abrochaba, luego cogió el mando a distancia y lo puso en marcha, noté como vibraba suavemente pero no me hizo efecto, Emi puso el vibrador sobre la polla dormida y no hubieron cambios, el aparato se aceleraba o no según manejaba Ana, pero cuando Emi lo fue rodeando hasta ponerlo bajo de mis huevos, en el perineo la vibración hizo milagros, la cabeza de mi polla empezó a moverse y a levantarse, fue cogiendo volumen y longitud, en pocos minutos ya tenía una erección más que importante, las dos chicas aplaudían mientras se pasaban el mando a distancia, cuando ya se tenía vertical mi tía no pudo esperar y dijo.
- Esto hay que probarlo y ya, toma el mando Emi.
Se quitó las bragas y subiéndose la falda se montó sobre mí, con los dedos mojados de saliva se lubricó los labios y se metió mi polla en el coño, le gustó sentir como cimbreaba el glande pero Emi me buscó la polla bajo del coño de Ana y le dio la vuelta al anillo, el vibrador ahora actuaba directamente sobre el clítoris.
Ana se frotaba sobre mí, gimiendo, Emi le aceleraba y le cambiaba de ritmo continuamente, Ana saltaba sobre mí sin control, se quitó la blusa por la cabeza y prácticamente se arrancó el sujetador, estiraba sus tetas cogiéndose los pezones, tras varios minutos de suspiros y gritos se corrió sobre mi y sobre el anillo, mi polla salió blanca de espuma de sus flujos, estuvo un momento inmóvil sentada con mi polla dentro, Emi le pulsaba de vez en cuando y Ana saltaba notaba como una descarga en su sensible clítoris.
Cuando se pudo bajar estaba agotada, una follada con una vibración continua sobre el punto más sensible de su sexo la había sobrepasado, me acarició la cara como a un niño, con mucho cariño sintiéndose saciada.
Emi me cogió el vibrador cuando lo estaba examinando y me dijo si quería que lo estrenara ella, comprendí que mi tía estaba bastante saturada para reclamar su derecho y no puso objeción, la chica repasó las instrucciones y lo probó en la mano.
El aparatito tenía una forma anatómica, parecía una fruta con un rabo largo, de un color rojo fosforescente con una luz que se encendía cuando se activaba, Emi notaba como en su mano el aparato cogía más o menos vibración y no quiso que se lo contara nadie, se subió la falda de su vestido y se quedó solo con las bragas tipo bikini, intentó ponérselo, pero no tenía ni idea, imaginaba que debía ir dentro de su vagina pero también había leído que se podía poner entre los labios atrapado con las bragas.
Me dio el mando para que lo sostuviera mientras ella encontraba la forma de colocarlo, cuando se lo había puesto a lo largo de sus labios, pulsé accidentalmente, se oyó un zumbido e inmediatamente Emi recibió una sacudida, al abrir las piernas se le cayó a la sabana, comprendió que esta no era la mejor manera, en todo caso sosteniéndolo con la mano se podría usar, pero la forma insinuaba que debía introducirse dentro.
Ana sacó de su mesita un tubo de crema y se lo dio a su amiga que repartió un poco por todo el aparato.
Yo mientras estuve ojeando las instrucciones, aún sin comprender todo encontré una palabras bastantes frecuentes en internet, aplicaciones, contraseñas, USB, y eso se repetían en todos los idiomas, con mi móvil le hice una foto para informarme más sobre el tema en mi habitación.
Emi me avisó de que ya tenía el aparato dentro, se había quitado las bragas, de sus labios le salía solo el rabito que tenía toda la apariencia de una antena.
Para comprobarlo pulse a la mínima potencia, la chica notó dentro de ella una sensación agradable, una sonrisa se dibujó en su boca.
Cuando le di más potencia la chica empezó a temblar cogiéndose el pubis y según iba subiendo ya no sabía donde apretarse, lo mismo se tocaba el culo entre sus nalgas o abría las piernas apretándose la vagina, su cara expresaba una gran sensación de placer mucho más fuerte de lo natural, posiblemente se podría comparar con un orgasmo.
Emi que era bastante comedida en sus expresiones cuando disfrutaba de un orgasmo, en esta ocasión empezó a gemir sobre todo cuando le daba más potencia al mando, mi tía quiso probarlo y cuando ya parecía que Emi había superado la corrida le volvió a subir le vibración, aunque la chica le rogaba que parara Ana se vengó de su amiga haciéndole correrse de nuevo.
Yo me quité el aro que atenazaba mi polla y viendo a las dos amigas tumbadas reponiéndose de sus orgasmos me vestí y salí de la habitación.
La polla ya se me había bajado cuando me fui a mi habitación, al pasar por la de María escuche como hablaba, creí que estaría con su hermana Maite, abrí un poco la puerta y me asome, estaba hablando con una amiga por el ordenador, no tenía los auriculares puestos y tanto ella como su amiga se oían.
Al parecer su amiga le estaba pidiendo algo que mi prima no le gustaba pero la chica insistía.
Mi prima notó mi presencia y me dijo con la mano que me fuera acercando, pero a una distancia prudente me dijo que me quedara allí, la chica le insistía cada vez más y cuando se despidieron su amiga le dijo que lo intentara y como premio tendría esto.
Esto era simplemente un par de tetas preciosas, la chica al decir eso se había subido el pijama que llevaba hasta el cuello y las tetas cayeron quedando mirándonos provocativas, la pantalla se quedó en negro y mi prima apagó el suyo.
Me acerque a ella, estaba pensativa, le di un beso en la frente y casi no me hizo caso, cuando le pregunté que le preocupaba sacudió la cabeza como para quitarse una mala idea.
Me sonrió mirándome a los ojos, me cogió la mano y me llevó a la ventana.
- Juan te quiero dar un consejo, mira aquella ventana.
- Que ventana?
- Aquella allí abajo, en casa de Emi, aquella iluminada, qué ves?
Me asomé a la ventana y miré en dirección de casa de Emi, la ventana que daba al salón, estaba iluminada por una lámpara auxiliar que quedaba al lado del sofá, sobre él se podía ver claramente el cuerpo desnudo de Magda, estaba masturbándose con la mano, frotaba su clítoris frenéticamente en forma de círculos, mientras la otra estiraba con desesperación sus tetas.
- Vaya vistas que tienes desde tu ventana.
- Pues imagínate cuando he visto como esa chiquilla le estaba haciendo una paja formidable a un chico, y la verdad me pareció que eras tú.
- Lo siento María, no me he dado cuenta, es que la chica ha tenido el capricho de hacerme una paja y echar mi leche sobre los libros como trofeo, así se coleccionan los de la clase, no he podido evitarlo.
- Jajaja, que precoces son la crías, aunque yo cuando hacíamos una fiesta en el instituto jugábamos a que un chico se corriera dentro de una botella con coca cola y todas teníamos que beber, la cosa se liaba siempre y terminábamos bebiendo directamente de las pollas de los chicos.
- Que imaginación tenéis las chicas, espero que no vaya a más.
- No te preocupes, es por si te ve alguien que pase por la calle, a mí solo me ha puesto caliente, he abierto el ordenador y he chateado con mi amiga Flor.
- Ah! Esa chica con esas tetas se llama Flor?
- Si, esa es Flor y esas tetas podrían se tuyas si quieres.
- Mías? Como puede ser eso?
- A ti te gustaría?
- Mujer, son unas tetas impresionantes, es difícil renunciar a algo así, aunque las tuyas me gustan más.
- Venga no seas pelota! Te gustaría o no te gustaría comértelas?
- Pues claro que sí, pero no estoy convencido de tanto misterio, que hay detrás de esto?
- Pues Flor es muy amiga mía, el caso es que a veces le he comentado que tenía un primo viviendo con nosotros muy guapo y sobre todo buena persona.
- Mmm, cada vez me intriga más.
- Pues Flor estaba saliendo desde hace bastante con un chico, el típico chico guaperas que se liga a la chica que quiere con su labia, en resumen un conquistador nato.
- Normal, es bastante frecuente.
- Si, el caso es que de un día para otro el chico ligón le dio la patada a Flor y al otro día salía con una chica recién llegada a la clase.
- Vaya, se le acabó el amor de golpe.
- Pues a Flor no le ha hecho mucha gracia y me ha pedido un favor.
- Pues a una buena amiga no se le puede negar nada.
- Si dependiera de mí no habría problema, pero es que te implica a ti también.
- A mí? Si no nos conocemos de nada, bueno solo le he visto sus bonitas tetas.
- Pues me pide que salgas con ella una noche para hacerle ver a su ex que ella también ligaba enseguida.
- Muy fuerte no?, es un papelón para mí hacer de estatua de piedra, además me arriesgo que me den algún puñetazo de propina, ya me están gustando menos ese par de preciosas tetas.
- Reconozco que no es el mejor plan, pero por una parte estaría bien darle en las narices al fantasma ese.
- Y que tendría que hacer yo?
- Nada, simplemente ir de acompañante a la discoteca donde suelen ir, haceros ver como un ligue y hacerle los dientes largos al chico.
- Pero si él ha cambiado, por otra será por algo le gustará la nueva más.
- Es que parece que la chica que sale ahora, que es muy guapa por cierto, es un poco tímida, hace muy poco que ha venido de fuera y todavía no conoce a nadie aquí y creo que el chico la ha deslumbrado.
- Vale pues, me arriesgo a una paliza, si tú me lo pides lo haremos, por la amistad de dos chicas.
- Gracias se lo diré a Flor.
Quedamos para el sábado siguiente, cuando vino la chica con su coche a recogerme a casa me quedé extasiado, al entrar al coche lo primero que noté el perfume que llevaba, al sentarme a su lado la miré, ella se presentó dándome un beso en la mejilla que estuvo muy cerca de los labios.
Estaba claro que se había propuesto vengarse de su ex pues había puesto toda la carne en el asador, se había vestido, si se podía decir así, con un top muy corto, justo por debajo de las tetas, yo creo que no podría moverse mucho pues por el movimiento que llevaban estaban “desujetadas” incluso se le veían por debajo del top el nacimiento de alguna.
La falda no era corta, por las rodillas pero con mucho vuelo, los tacones altísimos, no comprendo cómo podía conducir con ellos.
Me preguntó si estaba listo y arrancó en dirección a la disco, por el camino me comentó que su ex no era agresivo, simplemente era un tipo que le gustaba ir de flor en flor, y que no sentía el mínimo reparo de cambiar una chica por otra.
En la disco nos sentamos en un sofá cercano a donde estaba el chico acompañado de otras parejas, me llamó la atención de la chica que le acompañaba, era una chica angelical, no comprendía cómo podía salir con aquel sujeto, pero también tuve que reconocer que el chico era todo un tipazo, bien cultivado físicamente y con mucha soltura con las chicas.
Yo estaba sentado con Flor, la chica procuraba estar melosa conmigo, acariciándome y besuqueándome y dedicándome toda clase de caricias.
El chico pronto nos vio y aprovecho que una pareja que estaba sentada frente a nosotros se levantó a bailar, para venir con su chica a sentarse con nosotros, hizo lo necesario para que su chica estuviera cariñosa con él, Flor no se achicó e hizo lo mismo conmigo, yo procuraba seguirle el rollo.
Se notaba que la chica no estaba muy cómoda con la situación ni con el trato que recibía de su nuevo novio, la trataba como un peluche, y la abandonaba cuando le parecía para ir a la barra y tomarse algún trago con sus amigos entreteniéndose bailando con la primera que se cruzaba.
La chica le preguntó tímidamente a Flor si conocía al chico, ella simplemente le dijo.
- Si, un poco, hasta ayer era mi novio, me mando un mensaje diciéndome que había encontrado a una chica nueva y que se la había ligado, imagino que se refería a ti.
- De verdad te ha hecho esto?
- Pues sí, solo soy la última de una larga lista, él es así, ya lo conocerás.
La chica se sentó al lado de Flor, se le notaba que no tenía malicia y quería saber más del chico y su ambiente.
Cuando él las vio hablando vino, la cogió del brazo y de un estirón la sacó a bailar, estuvo danzando groseramente para demostrar su posesión, aunque la chica se notaba a disgusto.
Cuando se cansó a mitad de la canción la dejó en medio de la pista y se fue a la barra a por un cubalibre que le ofrecía un amigo, la chica volvió con nosotros con los ojos húmedos.
Por mi cuenta le dije a Flor que la iba a sacar a bailar, le pareció ideal.
La chica no lo dudó y me dijo que sí, fuimos a la pista pero ella me preguntó si no podíamos bailar en la otra pista de música más lenta.
Me pareció buena idea, pues la música era muy estridente y yo quería hablar con ella.
En la otra pista ya no habían tantas luces sicodélicas, las parejas eran más mayores, nosotros éramos de los más jóvenes, pero se podía hablar, las canciones eran la mayoría baladas, nos enlazamos sin acercarnos tanto como las demás parejas.
- Perdona pero no me he presentado, me llamo Juan, no te he visto mucho por aquí.
- Hola Juan, yo me llamo Inma, es la primera vez que vengo, empecé a salir con Héctor la semana pasada, se ve que él aún seguía saliendo con Flor, tu novia.
- No, Flor no es mi novia, solo es una buena amiga, he venido a tomar algo juntos.
- Estará enfadada conmigo, creerá que le he quitado el chico.
- No lo creas, Flor es una buena chica y conoce a Héctor desde hace tiempo y sabe como es, incluso me ha dicho que lo siente por ti, por si te hace daño.
- Los dos sois buena gente, yo vengo de una ciudad más pequeña y todavía no me he adaptado, me alegro de haberos encontrado.
Inma según íbamos bailando y conociéndonos se iba relajando y se acercaba más a mí, la tirantez inicial fue cediendo su mejilla rozaba a la mía y notaba como se cobijaba en mis brazos, que se fueron cerrando en su cintura y los suyos en mi cuello, nuestras mejillas ya juntas se acercaban lo suficiente para notar su respiración, se notaba un poco agitada.
No me quise aventurar y seguí bailando, sus brazos se cerraban alrededor de mi cuello y en mi pecho empecé a notar el roce de los pechos de la chica, en principio era un roce casual, yo como no sé bailar mucho sabía que muchas veces no me compenetraba con ella y además estaba pendiente a su reacción, pero los roces no eran casuales.
Inma se iba acercando a mí no solo físicamente, estaba a gusto conmigo, a los primeros roces fue el apoyo seguido de una teta luego ya fueron las dos las que estuvieron pegadas, la chica iba vestida bastante sobria comparada con otras por ejemplo Flor, pero yo apreciaba más el tacto de sus tetas por la confianza en mí que demostraba.
La rodeé de la cintura y la atraje hacia mí, yo esperaba que ella huiría al notar los roces con la erección que llevaba hacía rato y que pretendía disimular, pero después de unos tímidos acercamientos Inma acabó de abrazarme y pegarse a mí desde la cabeza hasta los pies, nuestras piernas se entrelazaban introduciéndose entre las del otro, nuestros sexos se juntaron, notaba como su pubis caliente presionaba mi polla, primero estaba a lo largo de mi pierna pero según íbamos pegados iba elevándose y me molestaba, Inma notó que estaba forzado y soltando un brazo de mi cuello la pasó por mi polla y me la puso vertical, luego me volvió a abrazar.
Ya no eran solo nuestras pelvis las que estaban pegadas ahora me incrustaba la polla contra ella, mis manos bajaron de sus caderas hacia sus nalgas, con la cadencia del baile nuestras caderas se iban frotando.
Su cabeza se apoyó en mi cuello, la altura de su boca estuvo un breve instante mi cuello, más que un beso fue notar su aliento, pero el efecto fue el mismo, mi pelo se erizó por toda la cabeza como un gato enfadado, ella metió sus dedos entre mi cabello y me peino con ellos.
Mi mano se desplazó desde su nalga hacia su pecho, entre los dos aplastado por la presión encontré media teta saliéndole por su costado, como no podía llegar a sus pezones pasé mi mano por su espalda, encontré el cierre del sujetador, con dos dedos lo solté, no se notó ningún cambio pues estábamos prácticamente aplastados.
Inma dejó de abrazarme y se sacó los tirantes del sujetador por las mangas, luego por el escote acabó de sacar la prenda, ni me fijé de qué color era, solo estaba embelesado mirando a la chica a los ojos, ella me mantuvo la mirada mientras plegaba las copas del sujetador cuidadosamente y lo metió en el bolsillo de mi pantalón.
Cogió mi mano y la llevó a su teta, en la semi oscuridad de la pista mi mano no se distinguía entre nosotros, pero mis dedos se pasearon por la piel suave de todas sus curvas, la suavidad me hacía acariciarlas apretándolas llegando a su pezón, estaba tan duro que debía dolerle, saqué la mano y me besé los dedos.
La chica tuvo compasión de mí, creo, pues se abrió la blusa que llevaba, en la zona donde menos iluminaban las luces de los focos pude verle el par de tetas que tenía, en directo en todo su esplendor, se las cogió de los lados y subiéndolas las juntó en un sensual canalillo.
Solo me agaché un poco para que mi boca pudiera lamerlas, morderlas y chuparlas a placer, ella me abrazaba para sentirme más cerca todavía.
Yo estaba a punto de eyacular, la polla me salía por debajo del cinturón del pantalón, le puse la mano sobre ella y le pregunté con los ojos.
Se abrochó la blusa, la cogí de la mano y fuimos a la mesa donde habíamos dejado medio abandonada a Flor, ella no estaba aburrida, rodeada de chicos estaban riendo y bebiendo gin tonics, le pedí las llaves de su coche, no tuve que insistirle, me las dio y me hizo con la mano el pulgar arriba.
Héctor estaba rodeado de chicos y chicas, se notaba que estaban pasados de copas y se abrazaba con todas besándola y tocándoles el culo de una forma desagradable.
Salimos al aparcamiento, no me acordaba ni de la marca ni del color del coche de Flor, dado la impresión que me había dado, estuve ojeando por si lo reconocía, Inma me pidió el mando y lo pulsó, cuatro coches más allá de donde estábamos las luces de un coche se encendieron, me cogió de la mano y me llevó casi corriendo hacia él.
Le abrí la puerta y pasó directamente al asiento de detrás, el coche aunque pequeño era bastante amplio, para mayor espacio deslicé los asientos de delante haciendo más sitio, cuando me volví hacia Inma ya se había quitado la blusa, las tetas se veían brillar aunque estábamos en penumbra lejos de los focos del aparcamiento, ya pude ver sus pezones, eran rosados pero gruesos y están duros e hinchados.
Mientras los besaba, Inma me libero del cinturón del pantalón, la polla saltó en sus manos, pareció que la cogía con adoración, no podía estar más dura de lo que estaba, la chica la apretaba y tanteaba al glande mientras acariciaba sus tetas, ella puso sus piernas sobre mis hombros.
La falda de Inma se subió por los muslos hasta la cintura, ella se apoyó en mis hombros con las piernas y levantó el culo, se bajó las bragas y las dejó en el asiento, cuando bajo las piernas de mis hombros hizo un arco hasta apoyarlas en los reposacabezas de los asientos de delante, se quedaron abiertas.
Me cogió la cabeza y me atrajo hacia ella y buscó mi boca con su boca, sus labios me esperaban, todos sus labios los de la boca se abrieron y sacando la lengua buscó la mía hasta que se fundió en mi paladar, sus otros labios, los de su coño también se abrieron pero para dar paso a mi polla que llegaba conmigo.
Adelantó el culo fuera del asiento y recibió mi polla despacio pero de una sola vez, cuando estuve clavado dentro de ella me rodeo la cintura con sus piernas, solamente podía mover las caderas, pero con eso me sobraba para meterle y sacarle la polla hasta dentro.
Llevábamos demasiado tiempo bailando y sobre todo pegados frotándonos con todo nuestro cuerpo, sentí que no podía aguantar más, me admiré de la poca resistencia que tenía hoy pero tuve que preguntárselo.
- Inma, lo siento me voy a correr, donde prefieres que lo haga?
- Juan, no se te ocurra salirte ahora, desde que hemos salido a bailar estaba esperando este momento, quiero tu leche, quiero que me llenes de tu leche, si te esperas un minuto te acompañaré en tu corrida.
- Haré lo imposible pero te esperaré.
Lo conseguí, cuando Inma se estremecía en su orgasmo exploté dentro de ella, nos abrazamos como cuando estábamos bailando, solo que ahora lo hacíamos cada uno a un ritmo, pero el final fue el mismo, los gemidos de Inma se mezclaron con mis gruñidos.
Estuve metiéndosela hasta quedar escurrido de leche, pero mi polla seguía dura y no quise sacarla, prefería que se agotara mi erección, seguí entrando y saliendo despacio, con las tetas de Inma en las manos, de pronto me abrazó como si hiciera mucho tiempo que no me veía empezó a besarme toda la cara, el cuello y la boca, mientras su cuerpo estaba siendo sacudida por el siguiente orgasmo.
Yo no pude coordinar el mío como antes y me corrí dentro de ella cuando ya se había repuesto.
Los cristales empañados del coche nos escondían y nos delataban, pues cualquiera que hubiera pasado por allí sabría que estábamos follando.
Un toque de nudillos en la ventanilla nos sobresaltó, bajé un poco la ventanilla, era Flor que venía con un chico, le di las llaves y subieron delante, nosotros continuamos acariciándonos detrás, Inma con mi polla en la boca intentaba ponerla en forma otra vez, yo lo dudaba pero la dejé hacer, a mi no me sabía mal estar acariciando sus tetas mientras tanto.
Nos dejaron en casa de Inma, la acompañe hasta la puerta de su casa y luego me fui a la mía andando, no estaba lejos y Flor se había ido con el chico que había ligado.
Paseando llegué a casa, a esas horas estaba todo silencioso, bueno todo no, al pasar por la puerta de la habitación de mis tíos oí un rumor, apenas perceptible excepto cuando mi tía gritaba.
- No pares Antonio, no pares, métemela más.
- Si ya te la metido toda!, y no puedo parar.
- Quiero más Antonio, quiero más, lléname el culo.
Pasé de puntillas para no hacer ruido todo seguía oscuro.
Al pasar frente a la habitación de María se veía luz por debajo de la puerta, toque con los nudillos y abrí, mi prima con una camiseta sobre la cama estaba frente al ordenador, me dijo que fuera con ella.
Estaba hablando con su amiga Flor, se veía claramente que acababa de llegar a casa porque iba vestida todavía con el mismo atuendo.
Cuando me asomé a la pantalla, empezó a gritar, me felicitó por la noche y me agradeció que ligara con Inma,
- Yo no he tenido tanta suerte.
- Como que no? Si te ligaste a un chico!
- Si te cuento…
- No pasó nada?, que raro.
- Si que pasó, pero de pena, fuimos a un jardín y aparque entre unos árboles, le dije de pasar al asiento de atrás y me dijo que sí, yo abrí la puerta de atrás y me agaché para entrar, pero él no tuvo espera y agachada como estaba me cogió de la cintura, me subió la falda, me ladeó las bragas y me la metió a continuación, se corrió después de tres metidas, yo me quedé peor que estaba.
- Vaya, pues si que lo siento porque tienes un buen polvo, jajaja.
- Eres un cabrón Juan, encima te burlas, pero todo no fue malo, a que no sabes lo que me encontré?
- Pues no, en un jardín?
- No en el asiento de detrás, mira que bragas me he encontrado, muy bonitas, granates, no tienes idea de quien serán?
- Ah! Pues deben ser de la misma chica de este sujetador.
Me acordé de momento, saqué del bolsillo del pantalón el sujetador que me había metido Inma, cuando bailábamos.
- Buen gusto tiene la chica, y tú también, quieres que las lave o prefieres guardarlas como recuerdo, huelen mucho a coño.
- Gracias, no soy fetichista, lávalas por favor, pero no sé como devolvérselas, no sé su teléfono.
- Pero sabes donde vive, no?
- Es verdad, aunque la dejé en el patio, tendré que investigar.
- Pues investiga, de momento las tengo yo, ya nos veremos, tengo que compensarte por el favor que me has hecho.
- De eso nada, ha sido todo un placer.
- De eso hablaba, mira el premio que te espera.
Flor se subió el top que llevaba, las dos tetas cayeron a la vez, tetas redondas juntas y duras, apenas se balancearon, yo le saqué la lengua como si se las chupara y ella las cogió juntándolas y las lamió, impresionante.
Las chicas se despidieron y apagaron los ordenadores, mi prima me cogió el sujetador de las manos y lo estuvo mirando.
- Es precioso, de buena marca y de una talla… mmm, buenas tetas tiene la niña.
- Pues no lo había visto a la luz, se lo quitó y me lo metió en el bolsillo, y las tetas casi no se las vi, solo se las comí.
- Solo? Te parece poco haberla conocido un rato antes y comerle las tetas?
- Y en el coche de Flor, acabamos la fiesta.
- Vaya noche y eso que no te apetecía hacerle el favor, y por lo que parece te quiere agradecer todavía más, y con carne!
- Será broma! Es una chica muy simpática.
- Broma?, no conoces a Flor, te va a follar ella a ti, ya lo verás.
- Y hablando de otra cosa, que pasa en la habitación de tus padres? He oído ruidos sospechosos.
- Sospechosos? Pues que están toda la noche follando como posesos, parece que se hayan tomado algo, me gustaría saber que es.
- A lo mejor sé algo, creo que me lo imagino.
- Sabes algo? Y aún no me lo has contado?
- Enciende el ordenador otra vez, vamos a buscar una cosa.
María con su camiseta y sus braguitas estaba con las piernas cruzadas sobre la cama, en su regazo el ordenador y yo detrás de ella mirando la pantalla, tuve que hacer un esfuerzo terrible para no abrazarla por detrás y cogerle las tetas que tanto conocía.
Le dije que buscara una página de juguetes sexuales mientras buscaba en mi móvil la foto que había hecho, no tardó en encontrar los vibradores, estuvimos leyendo en español las instrucciones y descubrí que se podían manejar a distancia por wi-fi, incluso desde cualquier parte, también informaba como configurarlo desde una aplicación gratuita.
Sin pensarlo dos veces me instalé la aplicación y le coloque los datos que había recogido con mi foto, después le puse una contraseña y apagamos la luz.
Salimos al pasillo, María pegada a mi espalda, notaba como las puntas de sus tetas me rozaban, yo no quería desconcentrarme y fuimos en silencio hasta la puerta de sus padres.
La puerta aunque cerrada no lo estaba del todo, posiblemente habían salido al baño o a beber algo, la luz de la mesita de noche apenas iluminaba la cama, sobre ella mi tía y mi tío, desnudos los dos, a ella entre las piernas se le distinguía una lucecita roja, a mi tío se le veía claramente su gran polla descansando doblada sobre una pierna.
Mi prima y yo nos pegamos a la rendija de la puerta, cogí el móvil y abrí la aplicación y pulsé la de mi tío.
Su polla empezó a dar saltitos, poco a poco se fue enderezando, él no se lo creía pero poco a poco se le puso vertical, le dijo a mi tía.
- Ana, que no has tenido bastante? Deja el mando quieto, que no puedo más.
- Si yo no toco nada, diosss como la tienes otra vez.
- Pues estoy como antes de follar.
La lucecita entre los muslos de Ana empezó a parpadear cuando pulsé el botón del teléfono.
- Antonio, ya vale de bromas, si quieres follar más dilo, pero me has dejado ya el coño y el culo como un bebedero de patos.
- Yo no he tocado nada, pero mira como estoy, si quieres me doy una ducha.
- No déjalo, ya que estamos así a mí también me da lástima desperdiciar esa polla, espera, subo y me la meto.
Mi tía cumplió lo que había dicho, con la lucecita entre las piernas se subió sobre mi tío, se metió la estaca que apuntaba al techo y se dejó caer pero al momento se levantó.
- Las dos no me caben, me lo quitaré.
- No, tengo una idea, métetelo en el culo.
- Es verdad, a ver… aaah Ya está!
Empezó a saltar sobre Antonio, la barra de carne dura atenazada por el anillo con los huevos brillaba mojada con los jugos que salían del coño de Ana, pero cuando pulsé el botón del vibrador de su culo, empezó a trotar sobre él, la luz seguía intermitente en su culo, ella llegó a galope tendido sobre el pecho de mi tío con las tetas colgando sobre él, se veía como le polla se incrustaba en su coño.
- Ana para por favor, me vas a romper la polla.
- No puedo parar, me he corrido ya dos veces una por el culo y otra por el coño y sigo caliente, aguanta un poco más que tienes una polla preciosa.
- Pero ya no me la siento, y sigue dura como nunca.
- Yo la noto dentro del todo, pero ahora cambiaré y me la meteré en el culo y el aparato en el coño, quiero correrme una vez más.
- Estás loca Ana, vas a explotar.
- Será un placer explotar follando, calla y sigue Antonio.
Mi prima me miró alucinada, nunca habíamos visto follar así, puso la mano en mi bragueta y notó la erección que tenía.
- Vámonos Juan, me estoy poniendo muy cachonda.
Volvimos a su cuarto, cuando subió a su cama metí mis manos bajo de su camiseta, sus tetas estaban duras con los pezones salidos.
- Más vale que lo dejemos Juan, tu llevas una noche muy movida, ya te has corrido una vez hace un rato.
- Una vez no, dos veces seguidas, pero cuando me vaya a mi habitación me tendré que hacer una paja para poder dormirme.
- Si es así, más vale que te la haga yo.
- Y si en vez de hacerme la paja follamos los dos?
Mi prima no discutió, se quitó las camiseta dejando las tetas balanceándose, se tumbó en la cama encogió las piernas y se sacó la bragas, cuando bajó las piernas ya las llevaba abiertas, me dejé caer entre ellas, entré despacio pero de un golpe, estaba tan lubricada que no necesitó que se la comiera.
Nos corrimos a la vez, en silencio pero sintiendo los espasmos del otro, el coño de María todavía manaba mi leche cuando cerré su puerta y me subí a mi habitación.
Continuará.
Espero sus comentarios.
Gracias
Después de la respuesta tan agradable que me habían dedicado Ana y Emi, estaba emocionado por querer compensarme anímicamente, por haberme “abandonado” en la velada que habían compartido con Antonio, sobre todo porque según ellas me habían añorado mucho.
Bajé a su casa, la chica me agradeció y a la vez le quitó toda la importancia de aquel rato que estuvimos juntos los tres, en parte porque a ellas también les apetecía hacerlo sobre todo después del resultado con mi tío.
Como siempre estaba bellísima, aún sin estar maquillada para salir a la calle tenía una luminosidad en la cara que provocaba un intenso interés por acercarse a ella.
Su cuerpo era el otro motivo de querer gozar de su compañía a la vez de su conversación tan amena.
- No tienes porqué sentirte obligado a agradecernos el sentirnos felices contigo, ya sabes que juntas o separadas eres para nosotras nuestro hombre preferido, y no te lo digo como alago, sino porque contigo, pese a tu juventud nos das todo lo que quisiéramos encontrar en un hombre, eres como nuestro príncipe azul.
- Por favor Emi no exageres, soy un crio con el único deseo de hacer felices a las personas que conozco.
- No es exagerar, tu tío aun siendo una persona excelente tiene sus defectillos, y no te hablo de mi ex marido, aunque no lo llegaste a conocer por suerte, te aseguro que tenía todos los defectos, pero los fue mostrando poco a poco, pero mejor no recordar, eres la mejor persona que conozco.
Al momento entre nosotros con las manos cogidas, existía una corriente de afecto sincero, solo interrumpido por el ruido de la puerta de la calle, era Magda, la prima de Emi que venía del instituto, en ese momento vestía un suéter con un escote de pico y una falda corta, con sus apenas dieciséis años era ya una mujercita, se alegró verme y me dio dos besos igual que a su prima, Emi le preguntó si había merendado y dijo que no.
Se metió en su habitación y se cambió de ropa, cuando se reunió con nosotros su prima ya le tenía preparada su merienda y le preguntó si tenía alguna tarea para hacer en casa, le dijo que si, pero que no sabía lo hacer.
Emi me miró con cara de pena, tuve que ofrecerme para ayudarle en sus deberes y la chica me lo agradeció.
Magda después de terminarse la merienda, extendió sus libros encima de la mesa, repartió los blocks, y bolígrafos y me señaló lo que no entendía, la chiquilla se había puesto un chándal holgado y unas zapatillas.
Emi nos miraba y le gustaba lo que veía, Magda parecía que atendía mis explicaciones cuando sonó el teléfono de Emi, estuvo hablando un momento y cuando se levantó colgó el móvil y estirándose el vestido nos dijo que tenía que salir un momento, yo me levanté para irme, pero ella insistió que me quedara hasta terminar la lección, me vi obligado a quedarme.
Volvimos a la lección, Magda no tardó en dar signos de aburrirse, empezó a contarme cosas de su clase, de sus amigas y pronto salió el tema de los chicos.
- Juan, sabes que hay un chico que siempre me está diciendo cosas?
- Normal, eres una chica muy guapa y a los chicos les gustan les chicas como tú, seguro que tendrás muchos admiradores.
- Pero es que todos quieren lo mismo, todos quieren tocarme.
- Jajaja, pero tú no te dejarás, verdad?
- Claro que no, pero muchos días cuando paso junto a ellos me levantan la falda o me tocan el culo.
- Pues tú no lo permitas, procuras evitar el estar donde estén ellos y te vas con las chicas.
- Las chicas son peor, me tocan las tetas y lo hacen delante de los chicos para darles envidia, ellos a veces nos enseñan sus pollas.
- Vaya con tus compañeros…
- Y claro ellos se lanzan a por mí y tengo cada moratón!
- No te creo mujer, lo harán para picar a los chicos.
Magda quiso convencerme de que no me engañaba y se abrió la sudadera del chándal, imagino que no se percataría del efecto que podría producir en mí o cualquiera que estuviera delante de ella.
La cremallera bajó rápida y dejó a la vista a las dos tetas que aunque de jovencita tenían una forma de pera muy desarrollada con las areolas abultadas.
- Ves? Mira que marcas tengo aquí.
Me puso una teta frente a mis ojos, no llegué a ver ninguna marca, posiblemente tendría razón pero le visión de semejante maravilla me dejó hipnotizado.
- Verdad que lo has visto?
- Pues si te digo la verdad, no he llegado a verlo, si te soy sincero me he quedado embobado.
- Has visto si mi han salido pelitos en mis pezones?
- Pues supongo que no, pero cuando te salgan me lo dices y te los quitaré como la otra vez.
- Pues mírame a ver si tengo alguno.
Yo no quería complicarme con Magda, aunque ella me estaba queriendo arrinconar contra las cuerdas, decidí ir al grano.
- Me parece que aquí tienes uno, quieres que te lo quite?
- Claro, pero no me hagas daño.
Mi boca se apodero de su pezón y aspiró hasta metérmelo entero, procuré no hacerle daño pero se quedó quieta cuando sintió mis dientes pellizcarle el pezón tirando de él.
La chica había aprendido mucho por lo visto, porque me cogió la polla al notar cómo le lamía la areola.
Tuvo mucha habilidad y cuando me di cuenta ya me la había sacado y descubriendo el glande me apretaba con las manos.
Quise separarme aun renunciando a chuparle las tetas pero una cosa son los propósitos y otras los resultados, seguí chupándoles las dos tetas y ella meneándome la polla.
Cuando sentía que Magda aceleraba sus movimientos con maestría me preocupé cual sería el siguiente paso, de ninguna forma quería follarme a la chica y la dejé seguir.
Magda siguió pajeándome con mucho ardor, ya dudaba si podría evitar mancharle la ropa o si Magda decidiría meterse en la boca mi polla y tragarse la leche.
Lo que no esperaba es que cuando empecé a notar el torrente de leche que me iba a salir Magda puso mi polla sobre sus libros, los había puesto seguidos sobre la mesa sin parar de masajearme el capullo.
Lo aceleró mientras tiraba de mí para acercarme a la mesa, pensé de que no quería que cayera mi leche al suelo manchándolo, pero me equivocaba, la chica cuando notó como me palpitaba peligrosamente el glande su mano dejó el tronco de mi polla y se concentró solamente al capullo, no sabía quién le había enseñado a hacer esas pajas pero lo hacía de maravilla.
Cuando me corrí Magda dirigió los chorros de leche sobre los libros, yo quise retirarme para no mancharlos pero ella me sujetó hasta que no me quedó nada dentro, yo intenté limpiar los libros y me dijo que no los limpiara porque quería que se secaran con los goterones de semen.
Mientras me guardaba la polla, se subía la cremallera del chándal, le pregunté porque iba a dejar los libros manchados, me contó que entre las chicas de su clase se coleccionaban corridas de los chicos, ella tenía dos ya porque dos chicos le habían quitado el libro y se lo habían devuelto lleno de leche, la mía era la primera ganada limpiamente.
Me quedé admirado de la inteligencia que mostraban para algunas cosas, aunque yo había asistido a alguna fiesta juvenil no había oído de esas costumbres, además no me gustaba nada que mi ADN fuera de libro en libro.
Con la excusa de que tenía algo que hacer me fui a casa, fui directamente a mi habitación pero al pasar por la habitación de mi tía Ana oí…
- Juan, eres tú?
- Si tía, quieres algo?
- Sí, pasa un momento.
Cuando entre en la habitación me encontré que estaba Emi con ella, me dijo con la mano que cerrara la puerta, las dos estaban sentadas sobre la cama grande, me invitaron a que me sentara también.
- Mira Juan, le estaba enseñando a Emi los juguetes que me he comprado.
- Juguetes?
- Si juguetes sexuales, son el último grito.
Sobre la cama un paquete de mensajería con dos cajas pequeñas, se notaban que eran de oriente por los dibujos.
- Y que es lo que hacen?
- Pues uno es un anillo para el hombre, parece que lleva un cierre con varias posiciones y un aparatito pegado, tu sabes cómo va?
- Pues ni idea, es la primera vez que veo uno, y el otro?
- Pues es la novedad, es un vibrador que se puede usar en varios sitios, pero lo mejor es que va con un mando distancia se comunica por wi-fi y hace que vibre cuando quieras, pero no sé cómo funciona.
- Pero llevará un libro de instrucciones como todo no?
- Si pero va en muchos idiomas y yo no lo entiendo.
Cogí un papel, efectivamente estaba en un montón de idiomas pero yo no comprendía nada, al final Emi dijo…
- A ver trae, yo hablo inglés perfectamente, no olvides que era azafata.
Vimos el cielo abierto, mi tía enseguida le alargó los dos aparatos y los papeles a Emi, esta empezó con el anillo, estuvo leyendo, parecía que algunas palabas eran un poco técnicas y no las comprendía, pero en general nos fue leyendo…
- Parece que está claro, es un anillo que se pone el chico rodeando la polla y los huevos, tiene varias posiciones, lo puedes poner con el vibrador bajo de los huevos con lo cual se excita mucho al hombre o encima de la polla y se apoya en el clítoris de la chica, tiene mando a distancia, varias velocidades y se carga como un móvil.
- Mientras lo iba leyendo con la otra mano nos lo enseñaba, parecía extraño pero debía ser efectivo.
- Esto le va a gustar al tío Antonio, seguro.
- Al tío Antonio?, lo vas a probar tú primero, así nos aseguramos que funciona bien.
- Pero Ana, que yo no estoy en condiciones…
Mi tía no tuvo paciencia y me tumbó en la cama soltándome el cinturón mientras Emi me bajaba los pantalones y los calzoncillos a la vez, ante ellas apareció mi polla totalmente blanda, pegada a los huevos también vacíos, Emi se extraño y con los dedos la levantó y cayó inerte, me descapulló el glande y entonces me salió una gotita de semen que al parecer no se había escurrido, ella la cogió con un dedo y se la llevó a los labios, la saboreó y me miró sonriendo…
- Mmm, esto diría sin temor a equivocarme que es semen y además recién ordeñado.
Las dos me miraron extrañadas, no se creían que me hubiera hecho yo una paja así que tuve que confesar.
- Pues… ha sido una experiencia nueva, he aprendido una cosa que no sabía explicándole la lección a Magda, resulta que las chicas de su clase se intercambian con los chicos corridas que echan en sus libros de texto, no sé si como trofeos o meramente como un juego, pero la verdad es que cuando me he querido enterar ya era tarde, la chica aprende pronto.
- Jajaja, mi primita, se está poniendo al día, la verdad es que desde siempre le he explicado las cosas, pero a partir del día que te la presenté le estuve explicando todo lo que debía saber una mujer, sobre todo el tema del semen, para lo que servía, lo que podía hacer con él, donde lo podía poner y donde no y los peligros de meterlo en cierto sitio, creí que no habría asimilado todo, pero veo que si, y lo ha ampliado, son chiquilladas de adolescentes.
- Sabes la moda que teníamos en mi tiempo?, -dijo mi tía- nosotras nos cambiábamos con los chicos mechones de vello púbico, nos cortábamos con las tijeras tiras del pelo del coño y ellos nos daban de los suyos, luego lo poníamos entre las hojas de los libros, con unas notas de quien eran y si lo habíamos cambiado o lo habíamos cortado nosotras mismas.
- Pues yo en la escuela de azafatas les dábamos fotografías nuestras a los chicos y ellos se corrían sobre ellas y nos las devolvían. Jajaja.
- Vaya pues, yo que creía que había inventado la pólvora?, jajaja
- Bueno, nos hemos desviado del tema, ya vemos que Juan no está en condiciones físicas.
- Pues mejor aún, así veremos qué efecto hace desde cero.
- Es verdad pues, cógele la polla y los huevos y yo le pondré el anillo.
Yo miraba como mero espectador las maniobras de las dos mujeres con mi polla, Emi me cogió todo el lote y lo estiró mientras que Ana me lo abrochaba, luego cogió el mando a distancia y lo puso en marcha, noté como vibraba suavemente pero no me hizo efecto, Emi puso el vibrador sobre la polla dormida y no hubieron cambios, el aparato se aceleraba o no según manejaba Ana, pero cuando Emi lo fue rodeando hasta ponerlo bajo de mis huevos, en el perineo la vibración hizo milagros, la cabeza de mi polla empezó a moverse y a levantarse, fue cogiendo volumen y longitud, en pocos minutos ya tenía una erección más que importante, las dos chicas aplaudían mientras se pasaban el mando a distancia, cuando ya se tenía vertical mi tía no pudo esperar y dijo.
- Esto hay que probarlo y ya, toma el mando Emi.
Se quitó las bragas y subiéndose la falda se montó sobre mí, con los dedos mojados de saliva se lubricó los labios y se metió mi polla en el coño, le gustó sentir como cimbreaba el glande pero Emi me buscó la polla bajo del coño de Ana y le dio la vuelta al anillo, el vibrador ahora actuaba directamente sobre el clítoris.
Ana se frotaba sobre mí, gimiendo, Emi le aceleraba y le cambiaba de ritmo continuamente, Ana saltaba sobre mí sin control, se quitó la blusa por la cabeza y prácticamente se arrancó el sujetador, estiraba sus tetas cogiéndose los pezones, tras varios minutos de suspiros y gritos se corrió sobre mi y sobre el anillo, mi polla salió blanca de espuma de sus flujos, estuvo un momento inmóvil sentada con mi polla dentro, Emi le pulsaba de vez en cuando y Ana saltaba notaba como una descarga en su sensible clítoris.
Cuando se pudo bajar estaba agotada, una follada con una vibración continua sobre el punto más sensible de su sexo la había sobrepasado, me acarició la cara como a un niño, con mucho cariño sintiéndose saciada.
Emi me cogió el vibrador cuando lo estaba examinando y me dijo si quería que lo estrenara ella, comprendí que mi tía estaba bastante saturada para reclamar su derecho y no puso objeción, la chica repasó las instrucciones y lo probó en la mano.
El aparatito tenía una forma anatómica, parecía una fruta con un rabo largo, de un color rojo fosforescente con una luz que se encendía cuando se activaba, Emi notaba como en su mano el aparato cogía más o menos vibración y no quiso que se lo contara nadie, se subió la falda de su vestido y se quedó solo con las bragas tipo bikini, intentó ponérselo, pero no tenía ni idea, imaginaba que debía ir dentro de su vagina pero también había leído que se podía poner entre los labios atrapado con las bragas.
Me dio el mando para que lo sostuviera mientras ella encontraba la forma de colocarlo, cuando se lo había puesto a lo largo de sus labios, pulsé accidentalmente, se oyó un zumbido e inmediatamente Emi recibió una sacudida, al abrir las piernas se le cayó a la sabana, comprendió que esta no era la mejor manera, en todo caso sosteniéndolo con la mano se podría usar, pero la forma insinuaba que debía introducirse dentro.
Ana sacó de su mesita un tubo de crema y se lo dio a su amiga que repartió un poco por todo el aparato.
Yo mientras estuve ojeando las instrucciones, aún sin comprender todo encontré una palabras bastantes frecuentes en internet, aplicaciones, contraseñas, USB, y eso se repetían en todos los idiomas, con mi móvil le hice una foto para informarme más sobre el tema en mi habitación.
Emi me avisó de que ya tenía el aparato dentro, se había quitado las bragas, de sus labios le salía solo el rabito que tenía toda la apariencia de una antena.
Para comprobarlo pulse a la mínima potencia, la chica notó dentro de ella una sensación agradable, una sonrisa se dibujó en su boca.
Cuando le di más potencia la chica empezó a temblar cogiéndose el pubis y según iba subiendo ya no sabía donde apretarse, lo mismo se tocaba el culo entre sus nalgas o abría las piernas apretándose la vagina, su cara expresaba una gran sensación de placer mucho más fuerte de lo natural, posiblemente se podría comparar con un orgasmo.
Emi que era bastante comedida en sus expresiones cuando disfrutaba de un orgasmo, en esta ocasión empezó a gemir sobre todo cuando le daba más potencia al mando, mi tía quiso probarlo y cuando ya parecía que Emi había superado la corrida le volvió a subir le vibración, aunque la chica le rogaba que parara Ana se vengó de su amiga haciéndole correrse de nuevo.
Yo me quité el aro que atenazaba mi polla y viendo a las dos amigas tumbadas reponiéndose de sus orgasmos me vestí y salí de la habitación.
La polla ya se me había bajado cuando me fui a mi habitación, al pasar por la de María escuche como hablaba, creí que estaría con su hermana Maite, abrí un poco la puerta y me asome, estaba hablando con una amiga por el ordenador, no tenía los auriculares puestos y tanto ella como su amiga se oían.
Al parecer su amiga le estaba pidiendo algo que mi prima no le gustaba pero la chica insistía.
Mi prima notó mi presencia y me dijo con la mano que me fuera acercando, pero a una distancia prudente me dijo que me quedara allí, la chica le insistía cada vez más y cuando se despidieron su amiga le dijo que lo intentara y como premio tendría esto.
Esto era simplemente un par de tetas preciosas, la chica al decir eso se había subido el pijama que llevaba hasta el cuello y las tetas cayeron quedando mirándonos provocativas, la pantalla se quedó en negro y mi prima apagó el suyo.
Me acerque a ella, estaba pensativa, le di un beso en la frente y casi no me hizo caso, cuando le pregunté que le preocupaba sacudió la cabeza como para quitarse una mala idea.
Me sonrió mirándome a los ojos, me cogió la mano y me llevó a la ventana.
- Juan te quiero dar un consejo, mira aquella ventana.
- Que ventana?
- Aquella allí abajo, en casa de Emi, aquella iluminada, qué ves?
Me asomé a la ventana y miré en dirección de casa de Emi, la ventana que daba al salón, estaba iluminada por una lámpara auxiliar que quedaba al lado del sofá, sobre él se podía ver claramente el cuerpo desnudo de Magda, estaba masturbándose con la mano, frotaba su clítoris frenéticamente en forma de círculos, mientras la otra estiraba con desesperación sus tetas.
- Vaya vistas que tienes desde tu ventana.
- Pues imagínate cuando he visto como esa chiquilla le estaba haciendo una paja formidable a un chico, y la verdad me pareció que eras tú.
- Lo siento María, no me he dado cuenta, es que la chica ha tenido el capricho de hacerme una paja y echar mi leche sobre los libros como trofeo, así se coleccionan los de la clase, no he podido evitarlo.
- Jajaja, que precoces son la crías, aunque yo cuando hacíamos una fiesta en el instituto jugábamos a que un chico se corriera dentro de una botella con coca cola y todas teníamos que beber, la cosa se liaba siempre y terminábamos bebiendo directamente de las pollas de los chicos.
- Que imaginación tenéis las chicas, espero que no vaya a más.
- No te preocupes, es por si te ve alguien que pase por la calle, a mí solo me ha puesto caliente, he abierto el ordenador y he chateado con mi amiga Flor.
- Ah! Esa chica con esas tetas se llama Flor?
- Si, esa es Flor y esas tetas podrían se tuyas si quieres.
- Mías? Como puede ser eso?
- A ti te gustaría?
- Mujer, son unas tetas impresionantes, es difícil renunciar a algo así, aunque las tuyas me gustan más.
- Venga no seas pelota! Te gustaría o no te gustaría comértelas?
- Pues claro que sí, pero no estoy convencido de tanto misterio, que hay detrás de esto?
- Pues Flor es muy amiga mía, el caso es que a veces le he comentado que tenía un primo viviendo con nosotros muy guapo y sobre todo buena persona.
- Mmm, cada vez me intriga más.
- Pues Flor estaba saliendo desde hace bastante con un chico, el típico chico guaperas que se liga a la chica que quiere con su labia, en resumen un conquistador nato.
- Normal, es bastante frecuente.
- Si, el caso es que de un día para otro el chico ligón le dio la patada a Flor y al otro día salía con una chica recién llegada a la clase.
- Vaya, se le acabó el amor de golpe.
- Pues a Flor no le ha hecho mucha gracia y me ha pedido un favor.
- Pues a una buena amiga no se le puede negar nada.
- Si dependiera de mí no habría problema, pero es que te implica a ti también.
- A mí? Si no nos conocemos de nada, bueno solo le he visto sus bonitas tetas.
- Pues me pide que salgas con ella una noche para hacerle ver a su ex que ella también ligaba enseguida.
- Muy fuerte no?, es un papelón para mí hacer de estatua de piedra, además me arriesgo que me den algún puñetazo de propina, ya me están gustando menos ese par de preciosas tetas.
- Reconozco que no es el mejor plan, pero por una parte estaría bien darle en las narices al fantasma ese.
- Y que tendría que hacer yo?
- Nada, simplemente ir de acompañante a la discoteca donde suelen ir, haceros ver como un ligue y hacerle los dientes largos al chico.
- Pero si él ha cambiado, por otra será por algo le gustará la nueva más.
- Es que parece que la chica que sale ahora, que es muy guapa por cierto, es un poco tímida, hace muy poco que ha venido de fuera y todavía no conoce a nadie aquí y creo que el chico la ha deslumbrado.
- Vale pues, me arriesgo a una paliza, si tú me lo pides lo haremos, por la amistad de dos chicas.
- Gracias se lo diré a Flor.
Quedamos para el sábado siguiente, cuando vino la chica con su coche a recogerme a casa me quedé extasiado, al entrar al coche lo primero que noté el perfume que llevaba, al sentarme a su lado la miré, ella se presentó dándome un beso en la mejilla que estuvo muy cerca de los labios.
Estaba claro que se había propuesto vengarse de su ex pues había puesto toda la carne en el asador, se había vestido, si se podía decir así, con un top muy corto, justo por debajo de las tetas, yo creo que no podría moverse mucho pues por el movimiento que llevaban estaban “desujetadas” incluso se le veían por debajo del top el nacimiento de alguna.
La falda no era corta, por las rodillas pero con mucho vuelo, los tacones altísimos, no comprendo cómo podía conducir con ellos.
Me preguntó si estaba listo y arrancó en dirección a la disco, por el camino me comentó que su ex no era agresivo, simplemente era un tipo que le gustaba ir de flor en flor, y que no sentía el mínimo reparo de cambiar una chica por otra.
En la disco nos sentamos en un sofá cercano a donde estaba el chico acompañado de otras parejas, me llamó la atención de la chica que le acompañaba, era una chica angelical, no comprendía cómo podía salir con aquel sujeto, pero también tuve que reconocer que el chico era todo un tipazo, bien cultivado físicamente y con mucha soltura con las chicas.
Yo estaba sentado con Flor, la chica procuraba estar melosa conmigo, acariciándome y besuqueándome y dedicándome toda clase de caricias.
El chico pronto nos vio y aprovecho que una pareja que estaba sentada frente a nosotros se levantó a bailar, para venir con su chica a sentarse con nosotros, hizo lo necesario para que su chica estuviera cariñosa con él, Flor no se achicó e hizo lo mismo conmigo, yo procuraba seguirle el rollo.
Se notaba que la chica no estaba muy cómoda con la situación ni con el trato que recibía de su nuevo novio, la trataba como un peluche, y la abandonaba cuando le parecía para ir a la barra y tomarse algún trago con sus amigos entreteniéndose bailando con la primera que se cruzaba.
La chica le preguntó tímidamente a Flor si conocía al chico, ella simplemente le dijo.
- Si, un poco, hasta ayer era mi novio, me mando un mensaje diciéndome que había encontrado a una chica nueva y que se la había ligado, imagino que se refería a ti.
- De verdad te ha hecho esto?
- Pues sí, solo soy la última de una larga lista, él es así, ya lo conocerás.
La chica se sentó al lado de Flor, se le notaba que no tenía malicia y quería saber más del chico y su ambiente.
Cuando él las vio hablando vino, la cogió del brazo y de un estirón la sacó a bailar, estuvo danzando groseramente para demostrar su posesión, aunque la chica se notaba a disgusto.
Cuando se cansó a mitad de la canción la dejó en medio de la pista y se fue a la barra a por un cubalibre que le ofrecía un amigo, la chica volvió con nosotros con los ojos húmedos.
Por mi cuenta le dije a Flor que la iba a sacar a bailar, le pareció ideal.
La chica no lo dudó y me dijo que sí, fuimos a la pista pero ella me preguntó si no podíamos bailar en la otra pista de música más lenta.
Me pareció buena idea, pues la música era muy estridente y yo quería hablar con ella.
En la otra pista ya no habían tantas luces sicodélicas, las parejas eran más mayores, nosotros éramos de los más jóvenes, pero se podía hablar, las canciones eran la mayoría baladas, nos enlazamos sin acercarnos tanto como las demás parejas.
- Perdona pero no me he presentado, me llamo Juan, no te he visto mucho por aquí.
- Hola Juan, yo me llamo Inma, es la primera vez que vengo, empecé a salir con Héctor la semana pasada, se ve que él aún seguía saliendo con Flor, tu novia.
- No, Flor no es mi novia, solo es una buena amiga, he venido a tomar algo juntos.
- Estará enfadada conmigo, creerá que le he quitado el chico.
- No lo creas, Flor es una buena chica y conoce a Héctor desde hace tiempo y sabe como es, incluso me ha dicho que lo siente por ti, por si te hace daño.
- Los dos sois buena gente, yo vengo de una ciudad más pequeña y todavía no me he adaptado, me alegro de haberos encontrado.
Inma según íbamos bailando y conociéndonos se iba relajando y se acercaba más a mí, la tirantez inicial fue cediendo su mejilla rozaba a la mía y notaba como se cobijaba en mis brazos, que se fueron cerrando en su cintura y los suyos en mi cuello, nuestras mejillas ya juntas se acercaban lo suficiente para notar su respiración, se notaba un poco agitada.
No me quise aventurar y seguí bailando, sus brazos se cerraban alrededor de mi cuello y en mi pecho empecé a notar el roce de los pechos de la chica, en principio era un roce casual, yo como no sé bailar mucho sabía que muchas veces no me compenetraba con ella y además estaba pendiente a su reacción, pero los roces no eran casuales.
Inma se iba acercando a mí no solo físicamente, estaba a gusto conmigo, a los primeros roces fue el apoyo seguido de una teta luego ya fueron las dos las que estuvieron pegadas, la chica iba vestida bastante sobria comparada con otras por ejemplo Flor, pero yo apreciaba más el tacto de sus tetas por la confianza en mí que demostraba.
La rodeé de la cintura y la atraje hacia mí, yo esperaba que ella huiría al notar los roces con la erección que llevaba hacía rato y que pretendía disimular, pero después de unos tímidos acercamientos Inma acabó de abrazarme y pegarse a mí desde la cabeza hasta los pies, nuestras piernas se entrelazaban introduciéndose entre las del otro, nuestros sexos se juntaron, notaba como su pubis caliente presionaba mi polla, primero estaba a lo largo de mi pierna pero según íbamos pegados iba elevándose y me molestaba, Inma notó que estaba forzado y soltando un brazo de mi cuello la pasó por mi polla y me la puso vertical, luego me volvió a abrazar.
Ya no eran solo nuestras pelvis las que estaban pegadas ahora me incrustaba la polla contra ella, mis manos bajaron de sus caderas hacia sus nalgas, con la cadencia del baile nuestras caderas se iban frotando.
Su cabeza se apoyó en mi cuello, la altura de su boca estuvo un breve instante mi cuello, más que un beso fue notar su aliento, pero el efecto fue el mismo, mi pelo se erizó por toda la cabeza como un gato enfadado, ella metió sus dedos entre mi cabello y me peino con ellos.
Mi mano se desplazó desde su nalga hacia su pecho, entre los dos aplastado por la presión encontré media teta saliéndole por su costado, como no podía llegar a sus pezones pasé mi mano por su espalda, encontré el cierre del sujetador, con dos dedos lo solté, no se notó ningún cambio pues estábamos prácticamente aplastados.
Inma dejó de abrazarme y se sacó los tirantes del sujetador por las mangas, luego por el escote acabó de sacar la prenda, ni me fijé de qué color era, solo estaba embelesado mirando a la chica a los ojos, ella me mantuvo la mirada mientras plegaba las copas del sujetador cuidadosamente y lo metió en el bolsillo de mi pantalón.
Cogió mi mano y la llevó a su teta, en la semi oscuridad de la pista mi mano no se distinguía entre nosotros, pero mis dedos se pasearon por la piel suave de todas sus curvas, la suavidad me hacía acariciarlas apretándolas llegando a su pezón, estaba tan duro que debía dolerle, saqué la mano y me besé los dedos.
La chica tuvo compasión de mí, creo, pues se abrió la blusa que llevaba, en la zona donde menos iluminaban las luces de los focos pude verle el par de tetas que tenía, en directo en todo su esplendor, se las cogió de los lados y subiéndolas las juntó en un sensual canalillo.
Solo me agaché un poco para que mi boca pudiera lamerlas, morderlas y chuparlas a placer, ella me abrazaba para sentirme más cerca todavía.
Yo estaba a punto de eyacular, la polla me salía por debajo del cinturón del pantalón, le puse la mano sobre ella y le pregunté con los ojos.
Se abrochó la blusa, la cogí de la mano y fuimos a la mesa donde habíamos dejado medio abandonada a Flor, ella no estaba aburrida, rodeada de chicos estaban riendo y bebiendo gin tonics, le pedí las llaves de su coche, no tuve que insistirle, me las dio y me hizo con la mano el pulgar arriba.
Héctor estaba rodeado de chicos y chicas, se notaba que estaban pasados de copas y se abrazaba con todas besándola y tocándoles el culo de una forma desagradable.
Salimos al aparcamiento, no me acordaba ni de la marca ni del color del coche de Flor, dado la impresión que me había dado, estuve ojeando por si lo reconocía, Inma me pidió el mando y lo pulsó, cuatro coches más allá de donde estábamos las luces de un coche se encendieron, me cogió de la mano y me llevó casi corriendo hacia él.
Le abrí la puerta y pasó directamente al asiento de detrás, el coche aunque pequeño era bastante amplio, para mayor espacio deslicé los asientos de delante haciendo más sitio, cuando me volví hacia Inma ya se había quitado la blusa, las tetas se veían brillar aunque estábamos en penumbra lejos de los focos del aparcamiento, ya pude ver sus pezones, eran rosados pero gruesos y están duros e hinchados.
Mientras los besaba, Inma me libero del cinturón del pantalón, la polla saltó en sus manos, pareció que la cogía con adoración, no podía estar más dura de lo que estaba, la chica la apretaba y tanteaba al glande mientras acariciaba sus tetas, ella puso sus piernas sobre mis hombros.
La falda de Inma se subió por los muslos hasta la cintura, ella se apoyó en mis hombros con las piernas y levantó el culo, se bajó las bragas y las dejó en el asiento, cuando bajo las piernas de mis hombros hizo un arco hasta apoyarlas en los reposacabezas de los asientos de delante, se quedaron abiertas.
Me cogió la cabeza y me atrajo hacia ella y buscó mi boca con su boca, sus labios me esperaban, todos sus labios los de la boca se abrieron y sacando la lengua buscó la mía hasta que se fundió en mi paladar, sus otros labios, los de su coño también se abrieron pero para dar paso a mi polla que llegaba conmigo.
Adelantó el culo fuera del asiento y recibió mi polla despacio pero de una sola vez, cuando estuve clavado dentro de ella me rodeo la cintura con sus piernas, solamente podía mover las caderas, pero con eso me sobraba para meterle y sacarle la polla hasta dentro.
Llevábamos demasiado tiempo bailando y sobre todo pegados frotándonos con todo nuestro cuerpo, sentí que no podía aguantar más, me admiré de la poca resistencia que tenía hoy pero tuve que preguntárselo.
- Inma, lo siento me voy a correr, donde prefieres que lo haga?
- Juan, no se te ocurra salirte ahora, desde que hemos salido a bailar estaba esperando este momento, quiero tu leche, quiero que me llenes de tu leche, si te esperas un minuto te acompañaré en tu corrida.
- Haré lo imposible pero te esperaré.
Lo conseguí, cuando Inma se estremecía en su orgasmo exploté dentro de ella, nos abrazamos como cuando estábamos bailando, solo que ahora lo hacíamos cada uno a un ritmo, pero el final fue el mismo, los gemidos de Inma se mezclaron con mis gruñidos.
Estuve metiéndosela hasta quedar escurrido de leche, pero mi polla seguía dura y no quise sacarla, prefería que se agotara mi erección, seguí entrando y saliendo despacio, con las tetas de Inma en las manos, de pronto me abrazó como si hiciera mucho tiempo que no me veía empezó a besarme toda la cara, el cuello y la boca, mientras su cuerpo estaba siendo sacudida por el siguiente orgasmo.
Yo no pude coordinar el mío como antes y me corrí dentro de ella cuando ya se había repuesto.
Los cristales empañados del coche nos escondían y nos delataban, pues cualquiera que hubiera pasado por allí sabría que estábamos follando.
Un toque de nudillos en la ventanilla nos sobresaltó, bajé un poco la ventanilla, era Flor que venía con un chico, le di las llaves y subieron delante, nosotros continuamos acariciándonos detrás, Inma con mi polla en la boca intentaba ponerla en forma otra vez, yo lo dudaba pero la dejé hacer, a mi no me sabía mal estar acariciando sus tetas mientras tanto.
Nos dejaron en casa de Inma, la acompañe hasta la puerta de su casa y luego me fui a la mía andando, no estaba lejos y Flor se había ido con el chico que había ligado.
Paseando llegué a casa, a esas horas estaba todo silencioso, bueno todo no, al pasar por la puerta de la habitación de mis tíos oí un rumor, apenas perceptible excepto cuando mi tía gritaba.
- No pares Antonio, no pares, métemela más.
- Si ya te la metido toda!, y no puedo parar.
- Quiero más Antonio, quiero más, lléname el culo.
Pasé de puntillas para no hacer ruido todo seguía oscuro.
Al pasar frente a la habitación de María se veía luz por debajo de la puerta, toque con los nudillos y abrí, mi prima con una camiseta sobre la cama estaba frente al ordenador, me dijo que fuera con ella.
Estaba hablando con su amiga Flor, se veía claramente que acababa de llegar a casa porque iba vestida todavía con el mismo atuendo.
Cuando me asomé a la pantalla, empezó a gritar, me felicitó por la noche y me agradeció que ligara con Inma,
- Yo no he tenido tanta suerte.
- Como que no? Si te ligaste a un chico!
- Si te cuento…
- No pasó nada?, que raro.
- Si que pasó, pero de pena, fuimos a un jardín y aparque entre unos árboles, le dije de pasar al asiento de atrás y me dijo que sí, yo abrí la puerta de atrás y me agaché para entrar, pero él no tuvo espera y agachada como estaba me cogió de la cintura, me subió la falda, me ladeó las bragas y me la metió a continuación, se corrió después de tres metidas, yo me quedé peor que estaba.
- Vaya, pues si que lo siento porque tienes un buen polvo, jajaja.
- Eres un cabrón Juan, encima te burlas, pero todo no fue malo, a que no sabes lo que me encontré?
- Pues no, en un jardín?
- No en el asiento de detrás, mira que bragas me he encontrado, muy bonitas, granates, no tienes idea de quien serán?
- Ah! Pues deben ser de la misma chica de este sujetador.
Me acordé de momento, saqué del bolsillo del pantalón el sujetador que me había metido Inma, cuando bailábamos.
- Buen gusto tiene la chica, y tú también, quieres que las lave o prefieres guardarlas como recuerdo, huelen mucho a coño.
- Gracias, no soy fetichista, lávalas por favor, pero no sé como devolvérselas, no sé su teléfono.
- Pero sabes donde vive, no?
- Es verdad, aunque la dejé en el patio, tendré que investigar.
- Pues investiga, de momento las tengo yo, ya nos veremos, tengo que compensarte por el favor que me has hecho.
- De eso nada, ha sido todo un placer.
- De eso hablaba, mira el premio que te espera.
Flor se subió el top que llevaba, las dos tetas cayeron a la vez, tetas redondas juntas y duras, apenas se balancearon, yo le saqué la lengua como si se las chupara y ella las cogió juntándolas y las lamió, impresionante.
Las chicas se despidieron y apagaron los ordenadores, mi prima me cogió el sujetador de las manos y lo estuvo mirando.
- Es precioso, de buena marca y de una talla… mmm, buenas tetas tiene la niña.
- Pues no lo había visto a la luz, se lo quitó y me lo metió en el bolsillo, y las tetas casi no se las vi, solo se las comí.
- Solo? Te parece poco haberla conocido un rato antes y comerle las tetas?
- Y en el coche de Flor, acabamos la fiesta.
- Vaya noche y eso que no te apetecía hacerle el favor, y por lo que parece te quiere agradecer todavía más, y con carne!
- Será broma! Es una chica muy simpática.
- Broma?, no conoces a Flor, te va a follar ella a ti, ya lo verás.
- Y hablando de otra cosa, que pasa en la habitación de tus padres? He oído ruidos sospechosos.
- Sospechosos? Pues que están toda la noche follando como posesos, parece que se hayan tomado algo, me gustaría saber que es.
- A lo mejor sé algo, creo que me lo imagino.
- Sabes algo? Y aún no me lo has contado?
- Enciende el ordenador otra vez, vamos a buscar una cosa.
María con su camiseta y sus braguitas estaba con las piernas cruzadas sobre la cama, en su regazo el ordenador y yo detrás de ella mirando la pantalla, tuve que hacer un esfuerzo terrible para no abrazarla por detrás y cogerle las tetas que tanto conocía.
Le dije que buscara una página de juguetes sexuales mientras buscaba en mi móvil la foto que había hecho, no tardó en encontrar los vibradores, estuvimos leyendo en español las instrucciones y descubrí que se podían manejar a distancia por wi-fi, incluso desde cualquier parte, también informaba como configurarlo desde una aplicación gratuita.
Sin pensarlo dos veces me instalé la aplicación y le coloque los datos que había recogido con mi foto, después le puse una contraseña y apagamos la luz.
Salimos al pasillo, María pegada a mi espalda, notaba como las puntas de sus tetas me rozaban, yo no quería desconcentrarme y fuimos en silencio hasta la puerta de sus padres.
La puerta aunque cerrada no lo estaba del todo, posiblemente habían salido al baño o a beber algo, la luz de la mesita de noche apenas iluminaba la cama, sobre ella mi tía y mi tío, desnudos los dos, a ella entre las piernas se le distinguía una lucecita roja, a mi tío se le veía claramente su gran polla descansando doblada sobre una pierna.
Mi prima y yo nos pegamos a la rendija de la puerta, cogí el móvil y abrí la aplicación y pulsé la de mi tío.
Su polla empezó a dar saltitos, poco a poco se fue enderezando, él no se lo creía pero poco a poco se le puso vertical, le dijo a mi tía.
- Ana, que no has tenido bastante? Deja el mando quieto, que no puedo más.
- Si yo no toco nada, diosss como la tienes otra vez.
- Pues estoy como antes de follar.
La lucecita entre los muslos de Ana empezó a parpadear cuando pulsé el botón del teléfono.
- Antonio, ya vale de bromas, si quieres follar más dilo, pero me has dejado ya el coño y el culo como un bebedero de patos.
- Yo no he tocado nada, pero mira como estoy, si quieres me doy una ducha.
- No déjalo, ya que estamos así a mí también me da lástima desperdiciar esa polla, espera, subo y me la meto.
Mi tía cumplió lo que había dicho, con la lucecita entre las piernas se subió sobre mi tío, se metió la estaca que apuntaba al techo y se dejó caer pero al momento se levantó.
- Las dos no me caben, me lo quitaré.
- No, tengo una idea, métetelo en el culo.
- Es verdad, a ver… aaah Ya está!
Empezó a saltar sobre Antonio, la barra de carne dura atenazada por el anillo con los huevos brillaba mojada con los jugos que salían del coño de Ana, pero cuando pulsé el botón del vibrador de su culo, empezó a trotar sobre él, la luz seguía intermitente en su culo, ella llegó a galope tendido sobre el pecho de mi tío con las tetas colgando sobre él, se veía como le polla se incrustaba en su coño.
- Ana para por favor, me vas a romper la polla.
- No puedo parar, me he corrido ya dos veces una por el culo y otra por el coño y sigo caliente, aguanta un poco más que tienes una polla preciosa.
- Pero ya no me la siento, y sigue dura como nunca.
- Yo la noto dentro del todo, pero ahora cambiaré y me la meteré en el culo y el aparato en el coño, quiero correrme una vez más.
- Estás loca Ana, vas a explotar.
- Será un placer explotar follando, calla y sigue Antonio.
Mi prima me miró alucinada, nunca habíamos visto follar así, puso la mano en mi bragueta y notó la erección que tenía.
- Vámonos Juan, me estoy poniendo muy cachonda.
Volvimos a su cuarto, cuando subió a su cama metí mis manos bajo de su camiseta, sus tetas estaban duras con los pezones salidos.
- Más vale que lo dejemos Juan, tu llevas una noche muy movida, ya te has corrido una vez hace un rato.
- Una vez no, dos veces seguidas, pero cuando me vaya a mi habitación me tendré que hacer una paja para poder dormirme.
- Si es así, más vale que te la haga yo.
- Y si en vez de hacerme la paja follamos los dos?
Mi prima no discutió, se quitó las camiseta dejando las tetas balanceándose, se tumbó en la cama encogió las piernas y se sacó la bragas, cuando bajó las piernas ya las llevaba abiertas, me dejé caer entre ellas, entré despacio pero de un golpe, estaba tan lubricada que no necesitó que se la comiera.
Nos corrimos a la vez, en silencio pero sintiendo los espasmos del otro, el coño de María todavía manaba mi leche cuando cerré su puerta y me subí a mi habitación.
Continuará.
Espero sus comentarios.
Gracias
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