You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Mi vida despues del divorcio

Relato XIII
Luego de mi separación del basquetbolista, pasé unos mesessola y sin ninguna compañía de hombre alguno. Pensé en no involucrarme más connadie, ya estaba grande y me parecía medio ridículo estar buscando chicos porahí. Me quedé tranquila un tiempo, aunque a veces tenía ganas de estar con unhombre, pero luego pensaba en mi edad y esas cosas y me quedaba tranquila. Asítranscurría  mi vida, incluso hacía dosmeses que no tenía el período, y estaba medio como nerviosa y con esos caloresque me venían y se me iban, que se yo, pensaba que ya no lo haría más.
Un día tuve que ir a mostrar una casa en un barrio mediolejos de la inmobiliaria, el posible cliente me llevó en su auto con su esposay vimos la casa. Cuando terminamos, me dijeron si podía volver sola, a lo queles respondí que no había problemas, que se fueran tranquilos que yo conseguíaun taxi. Se fueron, yo di una revisada completa a la casa, y luego me dispuse aconseguir un taxi. Hoy hay tantas aplicaciones para todo en los teléfonos, quepienso que si no tuviera uno me quedaría sin comer, como cambió todo desde queyo vivía en mi pueblito, bueno tenía una para buscar taxi y pedí uno. Llegó eltaxi, le di la dirección y salimos. El recorrido era largo y al taxi metristasles encanta hablar, así que me conversaba todo el tiempo. En una de esas, comode improviso, me dice, cuántos años tiene?, y le dije, 50 y tú? Yo 25, me dijo.No parece de 50, parece más joven, a lo que le respondí, gracias por sucumplido. El manejaba y me miraba por el espejo de tanto en tanto. Siguió conlo mismo, me dice, usted sabe que tengo una tía de su edad, pero usted estámucho mejor, a lo que le dije, que quieres decir? Nada me dijo, es casada? Nodivorciada hace un montón de años, le respondí, así que vive sola? Si claro,igual a mi tía, dijo de nuevo. Le dije, que tengo que ver con tu tía que meestás comparando siempre?, nada, me dice, es que yo me llevo mejor con lasveteranas que con las chicas jóvenes, y con mi tía somos muy compinches, ysiguió hablando de las veces que va a su casa y de lo que conversan y seguíahablando de su tía, hasta que lo corté y le dije, dime, te puedo preguntaralgo? Si claro, me dijo, pregunte lo que quiera, y le dije, tú tienes sexo contu tía? Y me dijo, si, desde hace como tres años, usted no tiene sobrinos? Notengo ninguno, y me reí. No quiere que yo sea su sobrino? Y se rió, usted estámejor que mi tía. Me estás cargando nene? Le dije, bueno tómelo como quiera,pero si quiere nos podemos encontrar un día que no trabaje, o después de hora yconversamos. Siempre me gusta conversar con mujeres maduras, sin faltarle elrespeto. Bueno, está bien cuando quieras conversar pasa por acá (estaba parandoen la inmobiliaria), yo trabajo hasta las 5 de la tarde.
Le pagué y me bajé, cuando se iba tocó dos bocinas y mesaludó.
Me quedé pensando, volvería otra vez la maldición de misuegro? Un tachero me estaba cargando? No sería que trabajaba para Ismael?, noparecía ser dueño del auto. Al final me dije, este me quiso hacer una broma yno se acuerda más de mí. Pasaron como 10 días y ya casi me había olvidadocuando al salir del trabajo en la esquina donde tomaba el bus para volver acasa, apareció un taxi y me dicen, la llevo? Cuando miro era el tachero con elque había conversado. Me acordé que salía a las cinco y vine, suerte que laencontré. Venga suba adelante y la llevo.
Subí al coche y le dije, dime, que quieres conmigo? Soy unapersona grande y no me gusta que me tomen el pelo. El, muy calmadamente medijo, mira, quizás no lo entiendas, pero me gustaría conocerte un poco más yque tú me conozcas a mí, sin  ningún finprejuzgado, sin ninguna condición previa, solo conocernos y después las cosasque resulten se verán. Lo miré y le dije, mire, inmediatamente me interrumpió,tutéame como yo a ti, por favor. Bueno, le dije, mira una cosa, como te dijesoy grande y no me gusta que me tomen el pelo, menos un chico joven como tú queno se qué interés puede tener en una señora de 50 que lo dobla en la edad.Mira, me dice, no te cuesta nada encontrarte conmigo alguna vez y conversar dela vida de los sentimientos, de cualquier cosa que pueda ayudarnos a conocernosfrente a una taza de café, por ejemplo. Creo que no pierdes nada y quizás ganesun amigo. Quedé como mal con ese parlamento de él, no parecía de un tachero, nide un chico tan joven. Entonces le dije, vamos a hacer una cosa, el día quetengas libre me llamas y nos encontramos para tomar un café y conversar un ratoasí nos conocemos como tú dices, sin condicionarnos a nada. De acuerdo, medijo, dame tu número de teléfono y yo te doy el mío, así sabes quién te llama,me llamo Daniel, y me dio la mano. Yo Clara y le di mi número de teléfonoapuntado en un papel, pues él iba manejando. Me pasó su número y lo coloqué enmi teléfono con el nombre Daniel. El resto del trayecto siguió con algunaconversación aislada referente al tránsito o alguna otra bobada, lo que si memiraba permanentemente mis rodillas. Y cada poco, me miraba mientras manejaba.Una vez le dije, mira para adelante que vamos a chocar, y él se rió y me dijo,hace cuatro años que ando en la calle en estos autos, así que manejo dememoria.
Llegamos a casa y me dijo, hasta pronto. Igual, le dije. Yse fue. Caminé como una cuadra y luego di la vuelta para que no supiera en queedificio vivo. Esa noche quedé pensando en lo que me decía, me había caídomejor esta vez, la vez anterior me pareció que quería como avanzarme y no megustó, pero esta vez, como dije, me cayó mejor. Incluso cuando me puse apensar, no me había cobrado el pasaje. Me dije, que mal, no haberle pagado, voya llamarlo, pero como está manejando mejor no lo llamo, me dije. Esperé a las10 y media de la noche, pues él me dijo que dejaba el coche a las diez, parallamarlo. Me atendió y me dijo, sabía que me ibas a extrañar y se rió. Le dije,no, para nada, me acordé que no te pagué el viaje, a lo que me respondió, fueuna atención que tuve contigo. No tenías porqué, le dije, y me respondió, tómalocomo un cumplido. Hasta luego le dije, y él me dijo, un beso y cortamos.
Unos pocos días después recibí un mensaje en el teléfono quedecía así, hoy 6 y 30 puedes en Puerto Vanila que está frente al shopping PuntaCarretas? Me quedé mirando el mensaje un par de minutos y le dije, si enseguidallegó la respuesta, nos vemos, beso. Ese lugar es un salón de té, donde vagente mayor, en general jóvenes no van ahí.
Llegué a casa como a las 5 y 30, me bañé, me vestí y salí.Aún, a pesar de la hora, Salí a tomar el bus para ir hasta allí y llegué unoscinco minutos tarde. En la entrada me esperaba. Nos saludamos y entramos,ubicamos una mesa y allí fuimos. No he dicho como era el muchacho, más bienalto, para mí, que mido 1.55, más o menos mide como 1.70, de cutis morocho,pelo corto medio enrulado, aunque no con motas, ni lindo ni feo, algo medioindefinido. Ojos negros, delgado, más bien bastante delgado. Eso sí, estababastante bien vestido y prolijo. Hicimos un pedido, yo pedí un té y él un café,y comenzamos a hablar. La idea, dijo él, es conocernos. Empiezo yo, dijo ycomenzó a contar su vida... Parece que en su casa todo era para su hermanamenor y para él nada. Además contó que hace unos cuatro años el tenía unanoviecita del barrio que le puso cuernos con un chico del barrio y que  nunca sintió apoyo de su madre para nada delo que el hiciera. Su padre trabajaba todo el día y casi nunca conversaba conél. Estudio algo y a los 21 decidió dejar de estudiar y empezar a trabajar. Loúnico que consiguió fue manejar taxis. Como en su casa casi no le daban ni lahora, se apegó a su tía, hermana de su madre, la que lo consolaba de susproblemas y conversaba mucho con él. Tanto fue la cosa que al final terminaroncomo amantes. Fue con ella su primera vez y, según me dijo, se veían cada tantopara eso, conversaban siempre. Ella le daba consejos y lo ayudaba a resolverproblemas que la vida le planteaba. Yo pensaba, mire que pasan cosas raras enlas familias. Su madre sabía que él se veía mucho con la tía y que ella loayudaba siempre y lo consolaba cuando él estaba triste o mal, y no le parecíamal, no sabía lo del sexo. Luego me tocó a mí, y le conté de donde habíanacido, de mi juventud en el pueblito de Solís, de mi venida a estudiar aMontevideo, de mi novio,  de micasamiento, de mi suegro y de mi divorcio. De ahí para adelante no le conténada, solo le dije que viví unos tres años en mi pueblo después del divorcio yluego volví a Montevideo y me puse a trabajar en la inmobiliaria. Ahí paré,nada de contar lo que vino después. Cuando quisimos acordar eran como las 9 dela noche y le dije, te parece irnos? Te parece seguir otro día? Ya nosconocemos bastante, a lo que respondió, si como no, un día de estos te llamo ynos vemos de nuevo. Nos dimos un beso en la mejilla y me fui a tomar el bus devuelta, y él fue a  tomar el suyo. Laverdad cuando llegué a casa me dio algo de pena por el chico, tenía sus razonespara ser como era. Eso creo.
Nos encontramos cuatro veces más. Yo veía que él cada vezque nos encontrábamos estaba más cerca de pedirme que me acostara con él, peroveía que no podía o le faltaban las palabras. Por otra parte yo estaba teniendoganas de hacer algo, entonces la quinta vez que me llamó le dije de vernos entres cruces, que hay una plaza de comidas ahí, además hay un hotel (telo comole dicen) cerca y podemos ir caminando. Llegamos ahí y empezamos a conversar yle dije como era tener sexo con la tía, nunca le había mencionado nada de eso.El quedó medio como sorprendido, pero se empezó a soltar y a contar que hacíany como se sentía él. Le dije en un momento, y te gusta hacerlo? Si me encanta,y se rió, y a tu tía le gusta? Bueno, ella me ha enseñado mucho de esto y medice que lo hago bien y que ella disfruta. Entonces? Le dije. Me miró y me dijoentonces que? Digo, le dije, te gustaría hacerlo conmigo? Y me dijo, es lo que másquiero ahora. Bueno, le dije, vamos ahora. Donde vamos? me dijo, y le contesté,tu andas en taxi, debes saber si hay algo por acá, a lo que respondo, si estáel hotel Goes, vamos que se donde queda. Caminamos las tres cuadras desde elshopping, el me llevaba de la mano. Entramos y nos fuimos a una habitación.Allí nos hicimos una previa como de media hora que incluyó de todo lo que sepuedan imaginar hasta que ambos estábamos re calientes. Se colocó el condón yarrancamos. La verdad muy bueno el chico, me dejó llena de placer, mas yo quehacía como cinco meses que no tenía ese tipo de satisfacciones. Al terminar ledije, déjame que yo pago esta vez, si no te vas a fundir pagando todas lasveces que fuimos a tomar algo, por eso estás flaquito. Salimos y mientrasvolvíamos a tres cruces me dijo, te gustó? Claro que si no te diste cuenta?Bueno, creo que sí  que me di cuenta, y ati te gustó? Le dije, y me contestó, eres lo máximo. A partir de ahí fuimosamantes unos 18 meses, hasta que un día me dijo que se iba del país porque acáno se podía vivir, porque la inseguridad en su trabajo era muy grande y porquequería cambiar de aire. Nos despedimos como corresponde, y no nos vimos más.Incluso su teléfono no funciona, contesta que no puede recibir llamadas.
 

4 comentarios - Mi vida despues del divorcio

mdqpablo
exelente relato .Nos encantó se ve que tu vida es intensa . .van pts
celta05
Si haces el amor como escribis.....debe ser una experiencia unica.
kramalo
muy bueno..Mujer..!! le rezo a Dios, encontrarme algùn dia con una asi...jeje!! un abrazo.