Relato XII
El 20 de Julio del 2014 cumpli 50 años. Era domingo y esedía lo recuerdo muy bien. Ya hacía unos meses que estaba como entrando en lamenopausia, se me estaban espaciando los períodos y me venían esos caloresmedio irritantes que le vienen a una en esa época. Bueno, ya estaba cerca delos 50. Yo seguía mi relación con el chico del basket, que a esta altura tiene22 años, casi cuatro años que estábamos, no digo juntos, pero como amantes. Yome daba cuenta que mi cuerpo había cambiado bastante, estaba mas gorda, teníaalgo de celulitis, y pensé en decirle que se fuera antes de que él me dejara.Además ya tenía novia y no le iba a cortar su noviazgo, ya que np podíacompetir con ninguna chica joven. Fue así que una semana antes de cumplir los50 le dije, mira M…, tengo que decirte algo que me duele en el alma pero creoque lo tengo que decir. Se paró, abrió los ojos enormes y me dijo, que pasa?Hice algo malo? Dime, y le dije, creo que es hora que te dediques al deporte ya tu novia y, vuelvo a repetirte, con todo el dolor del alma, dejemos de vernosen estas circunstancias. Me miró de nuevo, me dio un beso en la frente y medijo, está bien, te entiendo y creo que está bien que no lo hagamos mas, perodos cosas, el domingo es tu cumple y quiero despedirme de ti ese día, y la otracosa es que te voy a recordar siempre. Me dio otro beso en la frente y se fue.Esa noche habíamos tenido una sesión de sexo muy buena, como todas las que tuvecon él. El jueves me llamó al teléfono y me dijo, apróntate que el viernes a lanoche nos vamos a Punta del Este y festejamos el cumple los dos solitos. Eseviernes me vino a buscar a las 8 de la tarde, mas bien de noche, con un fríoespectacular, y nos fuimos a Punta.. Llegamos cerca de las 10 de la noche. Sucasa queda en Pinares, un lugar divino, pero solitario como pocos en esa épocadel año. Entramos, bajamos los bolsos, y me dijo, voy a prender la estufa. Erauna estufa grande que tenía un sillón frente a ella. Me dijo, prende el aire enel dormitorio para que no esté frio cuando vayamos a dormir. Una vez la estufaen marcha, me llevó a cenar al puerto. Había un par de restoranes abiertos,cenamos en uno de ellos, dimos una vuelta, siempre con un frio tremendo, yvolvimos. la zona de la estufa estaba divina, calentita, y el dormitoriotambién. Me fui al bano, donde me lavé los dientes, y volví al estar. Nos sentamos en el sillón y nos empezamos abesar. El apagó la luz y lo que nos iluminaba eran las llamas de la estufa.Allí nos tiramos uno de los mejores polvos que experimenté. El sentado en elsillón, yo sentado en su verga divina de espaldas al fuego cabalgándole encimahasta que explotó mientras nos besábamos, fue una gloria. A pesar de mi casimenopausia, gocé como si tuviera 15 años.
Luego nos fuimos a la cama y me quedé dormida al toque. Alotro día como a las 10 abrí los ojos y él dormía como un angelito al lado mío,le di unos besos en el pecho y luego vi que estaba desnudo y lo empecé a chuparhasta que abrió los ojos y se le paró. Bajarsela fue un trámite que llevó comoveinte minutos. El chico había aprendido a aguantar bastante.
El sábado lo dedicamos a pasear y no tuvimos sexo. Pero eldomingo me desperté con sus besos y me dijo, feliz cumple, y me dio un regalo,que era una pulsera divina que conservo siempre. Después me dice, esta es laultima vez que lo hacemos, de acuerdo a lo que hablamos el otro día, así que adisfrutarlo. Y arrancamos, estuvimos cogiendo unas dos horas, acabó tres vecesy cuando estábamos en la ultima, se sentía ruido, ya que mi vagina estaba comollena de semen. Nunca había hecho eso con nadie, fue fantástico. Me levantécorreando semen, fui al baño y el detrás de mí, nos dimos una ducha juntos y unlarguísimo beso. Nos vestimos y me llevó a almorzar a un restoran muy lindo.Después llegamos a la casa, el se puso a ver tele y yo me fui a dormir unasiesta. Como a las seis de la tarde nos volvimos a Montevideo. Me dejó en elapartamento y nos despedimos.
Hoy tiene 26 años, sigue jugando básquet, ahora en Grecia,creo. Cada vez que viene a Montevideo por vacaciones nos vemos y conversamoslargo. No se ha casado, pero su novia lo va a visitar a donde esté jugandobastante seguido. Que buen chico que es.
Como a los dos meses me dije, creo que esto se terminó, quechico va a querer estar conmigo a esta edad? Y gorda como estoy. Sin embargounos siete meses después conocí un chico de 24 años con el que estuve casi dosaños y hoy estoy con uno que tiene casi 19. Creo que este va a ser el ultimo,ya que me siento como vieja al lado de él y quiero que él sea el ultimo.
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El 20 de Julio del 2014 cumpli 50 años. Era domingo y esedía lo recuerdo muy bien. Ya hacía unos meses que estaba como entrando en lamenopausia, se me estaban espaciando los períodos y me venían esos caloresmedio irritantes que le vienen a una en esa época. Bueno, ya estaba cerca delos 50. Yo seguía mi relación con el chico del basket, que a esta altura tiene22 años, casi cuatro años que estábamos, no digo juntos, pero como amantes. Yome daba cuenta que mi cuerpo había cambiado bastante, estaba mas gorda, teníaalgo de celulitis, y pensé en decirle que se fuera antes de que él me dejara.Además ya tenía novia y no le iba a cortar su noviazgo, ya que np podíacompetir con ninguna chica joven. Fue así que una semana antes de cumplir los50 le dije, mira M…, tengo que decirte algo que me duele en el alma pero creoque lo tengo que decir. Se paró, abrió los ojos enormes y me dijo, que pasa?Hice algo malo? Dime, y le dije, creo que es hora que te dediques al deporte ya tu novia y, vuelvo a repetirte, con todo el dolor del alma, dejemos de vernosen estas circunstancias. Me miró de nuevo, me dio un beso en la frente y medijo, está bien, te entiendo y creo que está bien que no lo hagamos mas, perodos cosas, el domingo es tu cumple y quiero despedirme de ti ese día, y la otracosa es que te voy a recordar siempre. Me dio otro beso en la frente y se fue.Esa noche habíamos tenido una sesión de sexo muy buena, como todas las que tuvecon él. El jueves me llamó al teléfono y me dijo, apróntate que el viernes a lanoche nos vamos a Punta del Este y festejamos el cumple los dos solitos. Eseviernes me vino a buscar a las 8 de la tarde, mas bien de noche, con un fríoespectacular, y nos fuimos a Punta.. Llegamos cerca de las 10 de la noche. Sucasa queda en Pinares, un lugar divino, pero solitario como pocos en esa épocadel año. Entramos, bajamos los bolsos, y me dijo, voy a prender la estufa. Erauna estufa grande que tenía un sillón frente a ella. Me dijo, prende el aire enel dormitorio para que no esté frio cuando vayamos a dormir. Una vez la estufaen marcha, me llevó a cenar al puerto. Había un par de restoranes abiertos,cenamos en uno de ellos, dimos una vuelta, siempre con un frio tremendo, yvolvimos. la zona de la estufa estaba divina, calentita, y el dormitoriotambién. Me fui al bano, donde me lavé los dientes, y volví al estar. Nos sentamos en el sillón y nos empezamos abesar. El apagó la luz y lo que nos iluminaba eran las llamas de la estufa.Allí nos tiramos uno de los mejores polvos que experimenté. El sentado en elsillón, yo sentado en su verga divina de espaldas al fuego cabalgándole encimahasta que explotó mientras nos besábamos, fue una gloria. A pesar de mi casimenopausia, gocé como si tuviera 15 años.
Luego nos fuimos a la cama y me quedé dormida al toque. Alotro día como a las 10 abrí los ojos y él dormía como un angelito al lado mío,le di unos besos en el pecho y luego vi que estaba desnudo y lo empecé a chuparhasta que abrió los ojos y se le paró. Bajarsela fue un trámite que llevó comoveinte minutos. El chico había aprendido a aguantar bastante.
El sábado lo dedicamos a pasear y no tuvimos sexo. Pero eldomingo me desperté con sus besos y me dijo, feliz cumple, y me dio un regalo,que era una pulsera divina que conservo siempre. Después me dice, esta es laultima vez que lo hacemos, de acuerdo a lo que hablamos el otro día, así que adisfrutarlo. Y arrancamos, estuvimos cogiendo unas dos horas, acabó tres vecesy cuando estábamos en la ultima, se sentía ruido, ya que mi vagina estaba comollena de semen. Nunca había hecho eso con nadie, fue fantástico. Me levantécorreando semen, fui al baño y el detrás de mí, nos dimos una ducha juntos y unlarguísimo beso. Nos vestimos y me llevó a almorzar a un restoran muy lindo.Después llegamos a la casa, el se puso a ver tele y yo me fui a dormir unasiesta. Como a las seis de la tarde nos volvimos a Montevideo. Me dejó en elapartamento y nos despedimos.
Hoy tiene 26 años, sigue jugando básquet, ahora en Grecia,creo. Cada vez que viene a Montevideo por vacaciones nos vemos y conversamoslargo. No se ha casado, pero su novia lo va a visitar a donde esté jugandobastante seguido. Que buen chico que es.
Como a los dos meses me dije, creo que esto se terminó, quechico va a querer estar conmigo a esta edad? Y gorda como estoy. Sin embargounos siete meses después conocí un chico de 24 años con el que estuve casi dosaños y hoy estoy con uno que tiene casi 19. Creo que este va a ser el ultimo,ya que me siento como vieja al lado de él y quiero que él sea el ultimo.
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5 comentarios - Mi vida despues del divorcio