La mañana era diáfana y maravillosa, y como todos los días llevé a me hermanita de 4 años a la plaza que estaba a media cuadra.
Yo tenia 14, y cuando Paulita perdió el miedo por el tobogán yo desde abajo vi como empezó a compulsar con un chico que lo estaba usando primero. El chico tenía unos 12 años y llevaba unas ojotas viejas y gastadas una musculosa blanca de basket sin números y un adorable shortcito azul, de lycra, que le marcaba su sexo grande y erecto. Se notaban todos sus contornos.
Se paró erguido desde arriba del tobogán y me exhibió su verga marcada en la lycra. Se notaba perfectamente la gran cabeza destacándose por encima de un tronco grueso y bastante más largo que el mío y el de mi hermano mayor.
¿Cómo puede ser posible?. Que la de mi hermanos sea un poco mas larga era entendible, pues era mayor que yo. . . ¿Pero este pibe?, consideablemente más grande que la de mi hermano?
Lo cierto es que cuando me percaté, (de todo el tiempo que estuve pensando) estuve con la mirada fija en su sexo. Levanté lentamente la mirada y me encontré con sus ojazos negros, de diablo socarrón descubriéndo y develando mi hipnotizada calentura ya expuesta y sorprendida.
.
Su piel era de un bronce oscuro y sus brazos y piernas eran delgados y largos. Unos dientes blanquísimos, de boca enorme, de labios gruesos de sonrisita diabólica. (Alguna pequeña exoeriencia la tenia o era un lolito).
-Hola.
Como te llamás?
-"Rodolfo Ancelmo Zapata" (con su mano derecha comenzaba a sobarse su sexo hipnótico).
-Rodo, ¿qué te parece si nos sentamos un rato y le dejamos a la nena en el tobogán así no hace Berrinche? (una malcriada)
-"Güeno…"
Y bajó corriendo por la empinada pendiente de tablas, y yo no separaba la mirada de su verga que como el mástil de una carpa de circo se sacudia en su rigidez mas extrema cuando los pasos golpeaban esa elástica tabla que retumbaba por los cuatro vientos de ka plaza San Martín 'tap tap tapatapatapatataaa' y saltó hasta el arenero cayendo firme y parado como firme y parada su magnífica garcha quedó apuntándome directamente a mí. Era enorme, ahora la tenia a medio metro y su olor se impregnó en mi memoria. Si, el olor de su sexo que era muy fuerte se impregnaó en mi memoria.
Nos sentamos en un banco que le daba la espalda al tobogán y mi hermanita. ¡ Y él seguía empijado, y yo no soportaba la curiosidad. Quería ver su sexo... y fué así que saqué el mío:
- Estas empijado vos, yo me voy a empijar también.
Y saque mi pija dura y comencé a masturbarme.
-"¡weeeeh!, ji ji ¡weeeeeh!" Decía repetidamente sin perder un solo detalle de lo que yo hacía con mi glande.
- ¡ Sacála ! Ordené. Y manoteé su bulto vibrante y caliente a través de esa azul tela de lycra.
Rodolfo bajó el elástico y saltó su dotada verga de unos 22 cms aproximadamente.
Inmediatamente la tome con mi mano izquierda mientras que aferré su mano con la derecha para animarle a que también me haga la paja.
"¡Weeeeeeh!" (Repetía de manera autómata dejando entrever que su interés estaba puesto absolutamente en lo que estábamos haciendo…. Como yo también. Habiendo desaparecido mi hermanita ... la plaza ... la calle .. el mundo. Pues a la vista de todo el mundo nos estábamos explorando y masturbando mutuamente.
Era la primera vez que lo hacía y mientras acariciaba ese vergón, y sintiéndolo palpitar con la lechigada ya muy cerca, yo por dentro me decía: “esto lo voy a hacer toda la vida, esto me encantó para siempre"
Acabando, y con los ojos puestos en esa otra eyaculación que caía de a blancos y espamódicos borbotones, que se derramaban sobre esos apretados, ..... esos obscenos shortscitos de lycra azul.
Yo tenia 14, y cuando Paulita perdió el miedo por el tobogán yo desde abajo vi como empezó a compulsar con un chico que lo estaba usando primero. El chico tenía unos 12 años y llevaba unas ojotas viejas y gastadas una musculosa blanca de basket sin números y un adorable shortcito azul, de lycra, que le marcaba su sexo grande y erecto. Se notaban todos sus contornos.
Se paró erguido desde arriba del tobogán y me exhibió su verga marcada en la lycra. Se notaba perfectamente la gran cabeza destacándose por encima de un tronco grueso y bastante más largo que el mío y el de mi hermano mayor.
¿Cómo puede ser posible?. Que la de mi hermanos sea un poco mas larga era entendible, pues era mayor que yo. . . ¿Pero este pibe?, consideablemente más grande que la de mi hermano?
Lo cierto es que cuando me percaté, (de todo el tiempo que estuve pensando) estuve con la mirada fija en su sexo. Levanté lentamente la mirada y me encontré con sus ojazos negros, de diablo socarrón descubriéndo y develando mi hipnotizada calentura ya expuesta y sorprendida.
.
Su piel era de un bronce oscuro y sus brazos y piernas eran delgados y largos. Unos dientes blanquísimos, de boca enorme, de labios gruesos de sonrisita diabólica. (Alguna pequeña exoeriencia la tenia o era un lolito).
-Hola.
Como te llamás?
-"Rodolfo Ancelmo Zapata" (con su mano derecha comenzaba a sobarse su sexo hipnótico).
-Rodo, ¿qué te parece si nos sentamos un rato y le dejamos a la nena en el tobogán así no hace Berrinche? (una malcriada)
-"Güeno…"
Y bajó corriendo por la empinada pendiente de tablas, y yo no separaba la mirada de su verga que como el mástil de una carpa de circo se sacudia en su rigidez mas extrema cuando los pasos golpeaban esa elástica tabla que retumbaba por los cuatro vientos de ka plaza San Martín 'tap tap tapatapatapatataaa' y saltó hasta el arenero cayendo firme y parado como firme y parada su magnífica garcha quedó apuntándome directamente a mí. Era enorme, ahora la tenia a medio metro y su olor se impregnó en mi memoria. Si, el olor de su sexo que era muy fuerte se impregnaó en mi memoria.
Nos sentamos en un banco que le daba la espalda al tobogán y mi hermanita. ¡ Y él seguía empijado, y yo no soportaba la curiosidad. Quería ver su sexo... y fué así que saqué el mío:
- Estas empijado vos, yo me voy a empijar también.
Y saque mi pija dura y comencé a masturbarme.
-"¡weeeeh!, ji ji ¡weeeeeh!" Decía repetidamente sin perder un solo detalle de lo que yo hacía con mi glande.
- ¡ Sacála ! Ordené. Y manoteé su bulto vibrante y caliente a través de esa azul tela de lycra.
Rodolfo bajó el elástico y saltó su dotada verga de unos 22 cms aproximadamente.
Inmediatamente la tome con mi mano izquierda mientras que aferré su mano con la derecha para animarle a que también me haga la paja.
"¡Weeeeeeh!" (Repetía de manera autómata dejando entrever que su interés estaba puesto absolutamente en lo que estábamos haciendo…. Como yo también. Habiendo desaparecido mi hermanita ... la plaza ... la calle .. el mundo. Pues a la vista de todo el mundo nos estábamos explorando y masturbando mutuamente.
Era la primera vez que lo hacía y mientras acariciaba ese vergón, y sintiéndolo palpitar con la lechigada ya muy cerca, yo por dentro me decía: “esto lo voy a hacer toda la vida, esto me encantó para siempre"
Acabando, y con los ojos puestos en esa otra eyaculación que caía de a blancos y espamódicos borbotones, que se derramaban sobre esos apretados, ..... esos obscenos shortscitos de lycra azul.
0 comentarios - Esos obscenos "shortscitos de lycra azul"