Quedamos en vernos a la tarde después de las 16, ella salía de dar clases y yo entraba a consulta, por suerte tengo de esos trabajos que te permiten manejar los horarios a mi antojo, llego a las 16:10 ella esperándome.
El grado de calentura me levanta es exponencial, al miralar!, la veo hermosa!, sube al auto y con cara media triste me dice: MARCELO... NO VAMOS A PODER HACER NADA...,AYER ME VINO Y ES UN ENCHASTRE!
Y automáticamente mi cabeza se fue a los recuerdo de no poder coger en mi casa, porque a mi mujer no le gustaba..., odiaba eso..., volví a la realidad y le digo: TE JODE QUE NOS ENCHASTREMOS?
Su cara fue de sorpresa, evidentemente en su casa tambien pasaba algo similar... y me dice: SIIIIIIII!! siempre he querido hacerlo en estos días y mi marido nunca quiso! CHAN!
Con una sonrisa en cada una de nuestras caras enfilamos para NUESTRO TELO (El Sarmiento, detrás de la terminal de colectivos), habitación 22, esa que tiene el potro para probar posiciones.
Decir que hicimos un enchastre en la cama, es poco, entre su humedad que nunca deja de fluir y la sangre de esos días, quedamos espectacularmente pintados en todas nuestras intimidades, los olores y la sensación de pegajoso, tocarnos y quedar con las manos manchadas y abrazarnos y volver a tocarnos... fuimos cogiendo en todas las posiciones que pudimos, quedamos cansados.
Nos miramos y nos reímos!, el espejo del techo nos devolvía una imagen como si hubiese sido una masacre! Cuerpos y sabanas todas manchadas de sangre, nos miramos, nos reímos y pensamos en la cara de la chica que limpia cuando vea las sabanas... y si nos decían algo... pedimos disculpas... no creo que seamos los primeros...
Bañarnos juntos y ver como el agua sacaba el enchastre de nuestros cuerpos es algo que nos calienta y mucho...
Nos cambiamos, pagamos y nos fuimos una vez mas... mas que satisfechos.
El grado de calentura me levanta es exponencial, al miralar!, la veo hermosa!, sube al auto y con cara media triste me dice: MARCELO... NO VAMOS A PODER HACER NADA...,AYER ME VINO Y ES UN ENCHASTRE!
Y automáticamente mi cabeza se fue a los recuerdo de no poder coger en mi casa, porque a mi mujer no le gustaba..., odiaba eso..., volví a la realidad y le digo: TE JODE QUE NOS ENCHASTREMOS?
Su cara fue de sorpresa, evidentemente en su casa tambien pasaba algo similar... y me dice: SIIIIIIII!! siempre he querido hacerlo en estos días y mi marido nunca quiso! CHAN!
Con una sonrisa en cada una de nuestras caras enfilamos para NUESTRO TELO (El Sarmiento, detrás de la terminal de colectivos), habitación 22, esa que tiene el potro para probar posiciones.
Decir que hicimos un enchastre en la cama, es poco, entre su humedad que nunca deja de fluir y la sangre de esos días, quedamos espectacularmente pintados en todas nuestras intimidades, los olores y la sensación de pegajoso, tocarnos y quedar con las manos manchadas y abrazarnos y volver a tocarnos... fuimos cogiendo en todas las posiciones que pudimos, quedamos cansados.
Nos miramos y nos reímos!, el espejo del techo nos devolvía una imagen como si hubiese sido una masacre! Cuerpos y sabanas todas manchadas de sangre, nos miramos, nos reímos y pensamos en la cara de la chica que limpia cuando vea las sabanas... y si nos decían algo... pedimos disculpas... no creo que seamos los primeros...
Bañarnos juntos y ver como el agua sacaba el enchastre de nuestros cuerpos es algo que nos calienta y mucho...
Nos cambiamos, pagamos y nos fuimos una vez mas... mas que satisfechos.
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