Estaba por acostarme, pues ya era tarde, cuando entró el mensaje a mi celular, en donde ya estaba ingresando al edificio Lisardo, llegó cuando abrí la puerta lo dejé entrar, miré sus ojos, y nos fundimos en un hermoso beso, lentamente me fue sacando la poca ropa que tenía, hasta quedar completamente desnuda, me acostó en un sofá que estaba cerca de la puerta, bajó por mi cuello, en cada seno con su boca jugaba en uno y en el otro con sus dedos, masajeaba suavemente, fue bajando lentamente hasta llegar a mi vagina, donde comenzó un juego de su boca, lengua con mi clitoris, luego introdujo suavemente sus dedos, comenzando un entrar y salir de los mismos, hasta que llegué a un verdadero orgasmo, asi estuve bastante tiempo, con numerosos orgasmos, fueron momentos hermosos e indescriptibles para mi como primera experiencia de tener sexo oral.- Hasta que, se incorporó lentamente, me tomó en sus brazos, llevándome a mi dormitorio, hasta alli fuimos, suavemente me dejó en el borde de la cama, abrió mis piernas, quedando expuesta mis partes intimas, acercó su gran pene a las puertas de mi vagina, empujando lentamente, para introducirlo, mi abertura era pequeña, asi que le costaba mucho, comenzó a dolerme, hasta que penetró una pequeña parte de su cabeza, (5 cms. mas o menos), entonces dijo, que iba a contar hasta 3 y en ese momento que respirara profundamente, que el iba a introducirlo lentamente, asi hicimos, me dolía toda esa parte, nunca había experimentado esto, pasó bastante tiempo (unos 10 minutos), paramos un instante, para descansar, comenzó suavemente a moverse entrando y saliendo su gran pija, hasta que la tenia todo adentro, sentía el golpe de su cabezota al final y sus testiculos en la puerta de mi vagina, hasta que tuve mi primer orgasmo con un pedazo de carne dentro de mi cuerpo, luego vino uno seguidilla de orgasmos, que perdí la cuenta de la cantidad de veces que los tuve, hasta que sentí correr dentro mío, un torrente de semen caliente de mi amor, algo indescriptible y hermoso, pues también yo me corrí, no podía creer que esa poronga de 26 cms. estaba en mi pequeña vagina, quedamos unidos bastante tiempo, los dos, dandonos caricias y besos, hasta que en un rapido movimiento se puso de espalda, quedando encima de él, comencé a cabalgar suavemente, hasta que se puso bien duro ese precioso falo, llegando a tener bastante orgasmos, pero lo que mas me gustaba era cuando ese semen caliente golpeaba mi cavidad vaginal, saliendo a borbotones, mojando nuestras piernas y demas partes de nuestro cuerpo.- (Continuará)
1 comentarios - Nunca pensé que iba a pasar (2a. Parte)