Estoy casado hace 15 años con Marta, mi mujer, y podemos decir que tenemos un matrimonio bastante especial. Sexualmente hablando la pasamos de otro planeta.
Hoy gozamos de una buena posición económica pero como la mayoría mientras estábamos de novio teníamos ciertas dificultades económicas.No éramos pobres pero tampoco teníamos para derrochar. Ambos estábamos en la facultad así que nuestras prioridades económicas pasaban por tratar de llegar a fin de mes. Así y todo siempre guardábamos algún peso para el telo porque todavía vivíamos con nuestros viejos.
Los pocos pesos que podíamos juntar nos daba para un telo medio pelo pero decente en relación a los de bajo presupuesto. Todas las semanas nos dábamos una vuelta porque además nos daba más tiempo que el resto.Lo aprovechábamos al mango.
Cierta vez charlando con un amigo le conté donde íbamos y él me advirtió que tuviera cuidado, la habitación cerca de la recepción tenía mirillas por donde los empleados espiaban a las parejas, un vecino que trabajó ahí le había advertido puntualmente con esa habitación. Recién cuando me lo dijo caí en cuenta que sólo había estado en esa habitación.
Lejos de enojarme esa noche me tuve que hacer una paja pensando en cómo nos espiaban y en las pajas que le habrán dedicado a mí por entonces novia.
Marta era una petisa de grandes tetas y un culo muy llamativo, y había notado cómo la miraban de rojo los distintos recepcionistas.
La próxima visita la preparé con mucho cuidado. Llegamos y nos atendió un tipo de unos 50, mucha pinta de ordinario y poco baño. Me dio las llaves de la habitación de siempre con la aclaración de que era la única que le quedaba (siempre decían lo mismo), yo le sonreí y le hice un gesto sobre mi mujer a lo que él respondió mordiéndose el labio y haciendo la seña de paja. Entramos y a diferencia de las otras veces que nos desvestíamos rápidamente y cogíamos como desaforados hasta quedarnos dormidos, decidí calentarla y franelearla vestida, después disfrutar un strip, cosa que ella hace muy bien.Cuando dejó al descubierto sus enormes tetas casi acabo sin tocármela pensado en el tipo que nos estaba espiando. La cogí de todas las formas, acabé 4 veces y se me volvía a poner al palo. Por suerte a Marta le gusta coger con la luz prendida lo cuál le daba un mejor espectáculo a nuestro voyeur.
Cuando salimos me dirigí a pagar y Marta se fue directo a la calle, cuando me pasó la cuenta le pregunté si le había gustado lo que vio, el tipo quedó helado y abrió grande los ojos, le dije que estaba todo bien y que sabía que nos espiaban, se relajó y me dijo que era la mejor que había pasado hasta el momento, que la próxima iba por cuenta de la casa, entonces le dije que la otra semana y a la misma hora.
Así fue que puntualmente aparecimos y para mi sorpresa había dos recepcionistas, le hice un guiño de ojo y pasamos, le acabé en las tetas, en la boca, la hice gritar metiéndole un poco por el culo, en pocas palabras un muy buen espectáculo. Salimos y efectivamente no me cobró.
Durante 2 meses fuimos todos los martes a las 14 hs puntual,Marta me preguntó un día como al pasar porque siempre a la misma hora, con la excusa de las clases zafé.
Sólo un par de veces se repitió el compañero del recepcionista. Un día mientras hacíamos la parodia del cobro me tiró la onda de poder cogérsela, le sonreí y me fui.
La idea quedó dando vuelta por mi cabeza y cuando me decidí fui otro día y lo encaré directamente. El plan muy sencillo, uno de los amigos del recepcionista era policía, yo iba a decir que no tenía dinero para pagar y me aseguraba que Marta tampoco tuviera, entonces él llamaría al policía y nos amenazarían con llevarnos a la comisaría y negociaríamos. Yo contaba con el pánico de Marta a que sus padres se enteraran y accedería a todo. Lo que también negociamos es que solamente se las chupara y que ahora era yo quien tenía que ver. Me mostró desde donde espiaban y me fui.
Era el último martes del mes por lo cuál ni Marta ni yo teníamos un peso en el bolsillo, le mentía que me habían devuelto una plata y nos fuimos al telo. La calentura me desbordaba, la cogí con muchas ganas y empezó nuestro acto.
Cuando nos estábamos vistiendo le dije que había perdido la billetera y no tenía con qué pagar, Marta se agarró la cabeza y me dijo que no tenía nada siquiera para dejar de seña, me levanté y le dije que iba a arreglar con el recepcionista, total éramos clientes fijos. 5 minutos después volví y le dije que el tipo se había enojado y que me amenazaba con llamar a la policía sino pagábamos, la preocupación la hacía temblar y más cuando golpearon la puerta con fuerza,abrí y entraron los dos. Con cara de malos nos amenazaron que por la puerta salíamos con la deuda pagada o a la policía y se fueron, Marta comenzó a llorar y me gritaba que vaya a arreglar, salí y volví a los 2 minutos, me senté en la cama y le dí la otra opción, quieren que se las chupés o vamos en cana. Marta no decía nada, con el tiempo me contó que por su cabeza lo único que pasaba eran sus padres, el mundo se le venía abajo, se secó las lágrimas y muy seria me dijo que estaba bien, pero uno por vez. Le quise dar un beso y me apartó,salí y lo mandé al recepcionista, yo corrí hasta donde se espiaba.
El tipo entró y Marta lo esperaba sentada en el borde de la cama, él se bajó los pantalones sin sacarse la camisa. Era muy panzón y por debajo de esa bola de grasa se podía divisar una pija pequeña y muy peluda. Él le tocaba las tetas mientras se pajeaba. Marta le apartó la mano de un golpe y se arrodilló. Se metió esa pija pequeña varias veces con arcadas hasta que pareciera se acostumbró. Se la chupó con mucha energía y lo masturbó bastante fuerte, no deben haber pasado 5 minutos que el tipo acabó en la cara de Marta,se limpió con lo que tuvo a mano y se fue. El policía fue otra cosa. Entró y se empezó a desvestir con mi mujer arrodillada todavía en el piso, le ordenó que se quedara en tetas. El policía debe haber tenido cerca de 50 pero era alto, panzón y le daba órdenes secas y estrictas. Tenía una pija de buen tamaño,incluso más grande que la mía, muy peludo, se la puso cerca de la cara y le dijo que se la chupara, Marta lo empezó a masturbar y él la agarró de los pelos y le dijo que la chupara, nada de paja. Marta cerró los ojos y se la empezó a chupar. Después le ordenó se desvistiera por completo y se acostara en la cama,mi mujer lo hizo en segundo, estaba aterrada a esa altura. La hizo acostar al borde de la cama con sus pies apoyados en el piso y le abrió las piernas, le metió dos dedos y los sacó, estaban chorreando fluidos, se los volvió a meter y asacar cogiéndola con esos dedos, después le chupó un poco la concha, hizo que le volviera a chupar la chota, la puso en cuatro y se la mandó hasta el fondo.Marta ahogó el grito hundiendo la cara en la cama. Se la estuvo metiendo hasta que le acabó adentro. Él se derrumbó en la cama y mi mujer se quedó en posición fetal, entonces con voz fuerte le dijo que él no había terminado con ella, que le limpie bien la pija y que se la chupe hasta que acabe de nuevo. Marta no tenía voluntad, desde mi puesto de observación le vi la pija llena de leche y ella con un par de mamadas se la limpió. Se la chupó un minuto hasta que volvió a estar parada y con una mano le empujaba la cabeza de mi mujer para que se comiera lo más que pudiera, la estaba humillando y ella no se resistía, después prendió un cigarrillo mientras disfrutaba de la mamada. Debe haber estado veinte minutos hasta que se la metió hasta la garganta y la tuvo ahí hasta que acabó,la obligó a tragarse todo. Se levantó con la pija bien limpia, se vistió y se fue sin decirle palabras. Marta quedó unos segundos tirada en la cama, quise entrar y me corrió. Salimos sin cruzar palabras y en la calle me dijo que no la volvía a ver más. Se dio vuelta y se fue.
Continuará...
Hoy gozamos de una buena posición económica pero como la mayoría mientras estábamos de novio teníamos ciertas dificultades económicas.No éramos pobres pero tampoco teníamos para derrochar. Ambos estábamos en la facultad así que nuestras prioridades económicas pasaban por tratar de llegar a fin de mes. Así y todo siempre guardábamos algún peso para el telo porque todavía vivíamos con nuestros viejos.
Los pocos pesos que podíamos juntar nos daba para un telo medio pelo pero decente en relación a los de bajo presupuesto. Todas las semanas nos dábamos una vuelta porque además nos daba más tiempo que el resto.Lo aprovechábamos al mango.
Cierta vez charlando con un amigo le conté donde íbamos y él me advirtió que tuviera cuidado, la habitación cerca de la recepción tenía mirillas por donde los empleados espiaban a las parejas, un vecino que trabajó ahí le había advertido puntualmente con esa habitación. Recién cuando me lo dijo caí en cuenta que sólo había estado en esa habitación.
Lejos de enojarme esa noche me tuve que hacer una paja pensando en cómo nos espiaban y en las pajas que le habrán dedicado a mí por entonces novia.
Marta era una petisa de grandes tetas y un culo muy llamativo, y había notado cómo la miraban de rojo los distintos recepcionistas.
La próxima visita la preparé con mucho cuidado. Llegamos y nos atendió un tipo de unos 50, mucha pinta de ordinario y poco baño. Me dio las llaves de la habitación de siempre con la aclaración de que era la única que le quedaba (siempre decían lo mismo), yo le sonreí y le hice un gesto sobre mi mujer a lo que él respondió mordiéndose el labio y haciendo la seña de paja. Entramos y a diferencia de las otras veces que nos desvestíamos rápidamente y cogíamos como desaforados hasta quedarnos dormidos, decidí calentarla y franelearla vestida, después disfrutar un strip, cosa que ella hace muy bien.Cuando dejó al descubierto sus enormes tetas casi acabo sin tocármela pensado en el tipo que nos estaba espiando. La cogí de todas las formas, acabé 4 veces y se me volvía a poner al palo. Por suerte a Marta le gusta coger con la luz prendida lo cuál le daba un mejor espectáculo a nuestro voyeur.
Cuando salimos me dirigí a pagar y Marta se fue directo a la calle, cuando me pasó la cuenta le pregunté si le había gustado lo que vio, el tipo quedó helado y abrió grande los ojos, le dije que estaba todo bien y que sabía que nos espiaban, se relajó y me dijo que era la mejor que había pasado hasta el momento, que la próxima iba por cuenta de la casa, entonces le dije que la otra semana y a la misma hora.
Así fue que puntualmente aparecimos y para mi sorpresa había dos recepcionistas, le hice un guiño de ojo y pasamos, le acabé en las tetas, en la boca, la hice gritar metiéndole un poco por el culo, en pocas palabras un muy buen espectáculo. Salimos y efectivamente no me cobró.
Durante 2 meses fuimos todos los martes a las 14 hs puntual,Marta me preguntó un día como al pasar porque siempre a la misma hora, con la excusa de las clases zafé.
Sólo un par de veces se repitió el compañero del recepcionista. Un día mientras hacíamos la parodia del cobro me tiró la onda de poder cogérsela, le sonreí y me fui.
La idea quedó dando vuelta por mi cabeza y cuando me decidí fui otro día y lo encaré directamente. El plan muy sencillo, uno de los amigos del recepcionista era policía, yo iba a decir que no tenía dinero para pagar y me aseguraba que Marta tampoco tuviera, entonces él llamaría al policía y nos amenazarían con llevarnos a la comisaría y negociaríamos. Yo contaba con el pánico de Marta a que sus padres se enteraran y accedería a todo. Lo que también negociamos es que solamente se las chupara y que ahora era yo quien tenía que ver. Me mostró desde donde espiaban y me fui.
Era el último martes del mes por lo cuál ni Marta ni yo teníamos un peso en el bolsillo, le mentía que me habían devuelto una plata y nos fuimos al telo. La calentura me desbordaba, la cogí con muchas ganas y empezó nuestro acto.
Cuando nos estábamos vistiendo le dije que había perdido la billetera y no tenía con qué pagar, Marta se agarró la cabeza y me dijo que no tenía nada siquiera para dejar de seña, me levanté y le dije que iba a arreglar con el recepcionista, total éramos clientes fijos. 5 minutos después volví y le dije que el tipo se había enojado y que me amenazaba con llamar a la policía sino pagábamos, la preocupación la hacía temblar y más cuando golpearon la puerta con fuerza,abrí y entraron los dos. Con cara de malos nos amenazaron que por la puerta salíamos con la deuda pagada o a la policía y se fueron, Marta comenzó a llorar y me gritaba que vaya a arreglar, salí y volví a los 2 minutos, me senté en la cama y le dí la otra opción, quieren que se las chupés o vamos en cana. Marta no decía nada, con el tiempo me contó que por su cabeza lo único que pasaba eran sus padres, el mundo se le venía abajo, se secó las lágrimas y muy seria me dijo que estaba bien, pero uno por vez. Le quise dar un beso y me apartó,salí y lo mandé al recepcionista, yo corrí hasta donde se espiaba.
El tipo entró y Marta lo esperaba sentada en el borde de la cama, él se bajó los pantalones sin sacarse la camisa. Era muy panzón y por debajo de esa bola de grasa se podía divisar una pija pequeña y muy peluda. Él le tocaba las tetas mientras se pajeaba. Marta le apartó la mano de un golpe y se arrodilló. Se metió esa pija pequeña varias veces con arcadas hasta que pareciera se acostumbró. Se la chupó con mucha energía y lo masturbó bastante fuerte, no deben haber pasado 5 minutos que el tipo acabó en la cara de Marta,se limpió con lo que tuvo a mano y se fue. El policía fue otra cosa. Entró y se empezó a desvestir con mi mujer arrodillada todavía en el piso, le ordenó que se quedara en tetas. El policía debe haber tenido cerca de 50 pero era alto, panzón y le daba órdenes secas y estrictas. Tenía una pija de buen tamaño,incluso más grande que la mía, muy peludo, se la puso cerca de la cara y le dijo que se la chupara, Marta lo empezó a masturbar y él la agarró de los pelos y le dijo que la chupara, nada de paja. Marta cerró los ojos y se la empezó a chupar. Después le ordenó se desvistiera por completo y se acostara en la cama,mi mujer lo hizo en segundo, estaba aterrada a esa altura. La hizo acostar al borde de la cama con sus pies apoyados en el piso y le abrió las piernas, le metió dos dedos y los sacó, estaban chorreando fluidos, se los volvió a meter y asacar cogiéndola con esos dedos, después le chupó un poco la concha, hizo que le volviera a chupar la chota, la puso en cuatro y se la mandó hasta el fondo.Marta ahogó el grito hundiendo la cara en la cama. Se la estuvo metiendo hasta que le acabó adentro. Él se derrumbó en la cama y mi mujer se quedó en posición fetal, entonces con voz fuerte le dijo que él no había terminado con ella, que le limpie bien la pija y que se la chupe hasta que acabe de nuevo. Marta no tenía voluntad, desde mi puesto de observación le vi la pija llena de leche y ella con un par de mamadas se la limpió. Se la chupó un minuto hasta que volvió a estar parada y con una mano le empujaba la cabeza de mi mujer para que se comiera lo más que pudiera, la estaba humillando y ella no se resistía, después prendió un cigarrillo mientras disfrutaba de la mamada. Debe haber estado veinte minutos hasta que se la metió hasta la garganta y la tuvo ahí hasta que acabó,la obligó a tragarse todo. Se levantó con la pija bien limpia, se vistió y se fue sin decirle palabras. Marta quedó unos segundos tirada en la cama, quise entrar y me corrió. Salimos sin cruzar palabras y en la calle me dijo que no la volvía a ver más. Se dio vuelta y se fue.
Continuará...
7 comentarios - Nací Cornudo (1ª parte)