Tercera parte
Ese día, en que pasó lo que pasó, me convirtió en una mujercon dos maridos. Tuve tres etapas, al principio, me pareció divertido, despuésme empezó a gustar y la tercera etapa fue la peor, estaba completamentedominada por mi suegro, pasó a ser una necesidad y yo me sentía su cierva. Esastres etapas duraron un total de diez años, lo que duró mi matrimonio. Para mique viví mis primeros 18 años en un frasco, cuando lo abrieron pasé a ser otrapersona.
Pude llevarlo bien en mi relación con Ismael, diría que alprincipio me sirvió para mejorar nuestra intimidad, pero después cada año quepasaba, aumentaba mi incomodidad hasta que llegó el día en que tomé la decisiónde separarme.
Ese primer año fue una locura, mi suegro era fanático de lasposiciones, quería hacerlo de diferentes maneras y yo era su muñeca inflable.Me dijo un día, enséñale estas cosas a Isma que se va a poner loco. Yo le decíaque como voy a enseñarle cosas que él sabe que no las se? Le digo que tu me lasenseñaste? No, me dijo, dile que de aburrida te pusiste a ver pornografía enlas revistas y se las muestras. Yo te traigo. Escóndelas y se las muestras.Toda una locura. Pero ue pasó? A Ismael le encantó que yo comprara esasrevistas (se creyó la historia) y hacíamos lo mismo que con su padre. Por esodije, ese primer año fue, si se quiere, y empleando algo de humor negro,divertido.
Como él me dijo, me enseño muchas cosas. Lo primero fue quele chupara el pene. Eso llevó un tiempo, porque al principio me daba ciertoasco arrimar eso a mi boca. Empecé tocándoselo, ,uego ayundando con mis manos aque se pusiera dura, luego que se la besara y por ultimo logré pasarle lalengua, y les diría que me gustó ese saborcito salado que tenía y aprendí achupar. Recién cuando lo hice dos o tres veces con mi suegro, se lo hice a mimarido, casi se muere y la primera vez me terminó en la boca, fue muydesprolijo todo. Pero le encantó. Se ve a los hombres les gusta eso. Despues mehizo depilar y me comenzó a chupar él a mi. La verdad Ismael se comportaba mejory me hacía disfrutar mas que su padre. Mi suegro era muy ansioso y llegó amorderme alguna vez. Lo único que Isma no pudo hacer fue levantarme y hacérmeloparado y yo colgada de su pene y de su cuello. La primera vez que lo hizo casime mata, fue el día de mi cumpleaños y fue en un hotel.
A propósito luego del primer año, yo empecé de nuevo losestudios, entonces nuestros encuentros no fueron mas en casa sino que me pasabaa buscar por el instituto y me llevaba a algún hotel.
Era todo una locura, esa etapa duró como tres o cuatro años.Hasta que terminé los estudios de Administración de empresas y di el First deIngles. A partir de ahí empecé a trabajar, ya tenía 23 años, mi cuerpo habíacambiado algo, tenía mas caderas y mis senos eran un poquito mas grandes.
Fui un día a un ginecólogo para una revisión normal que mepidieron para el carnet de salud del trabajo y me aconsejó que dejara de tomarpastillas cuatro meses. Cuando salí del médico curiosamente al primero que selo dije fue a mi suegro y le pedí que dejáramos de hacerlo hasta que pasara eseplazo. El prometió respetarme, y, curiosamente también, lo respetó. Mi maridodijo que era la oportunidad para tener hijos, a lo que le dije que queríaesperar un tiempo mas. y se aguantó, porque yo le dije que con preservativos noquería hacerlo. Esos cuatro meses me sirvieron para descansar, reflexionar, verque hacer que se yo, todas esas cosas. Fue totalmente increíble que nadiesupiera que estaba pasando. Mas increíble fue mi actuación al principio frentea mi suegra, siempre un dulce conmigo, y mi marido. Creo que con mi marido fuemas fácil pues estaba enamorado de mi y, además era un tipo mas bien débil decarácter. Después me acostumbré, y como en el paso del tiempo fue aumentando laconfianza entre nosotros, ya nos tratábamos de otra manera. Al final fueronunos seis meses que estuve fuera del ruedo, por llamarlo de alguna manera, yahí me di cuenta, en ese tiempo, que necesitaba tener sexo con mi suegro. Hastael momento que paramos yo creí que lo hacía porque el lo pedía, pero al cabo deese tiempo me di cuenta que no necesitaba. De hecho me reinauguré con él.Fueron tres horas en un telo de película, mi entrada se había cerrado algo conel tiempo de inactividad, pero la supo poner en forma muy rápido. Su pene conlas venas hinchadas lo recuerdo vívidamente hasta el día de hoy. Hicimos detodo, parados, chupadas, cucharita, le hice una cabalgata que se la dejé degoma. Fue brutal. A los tres días de eso recién le avisé a mi marido quepodíamos. Si bien fue lindo, no fue ni la cuarta parte que con mi suegro. Asífue que comencé a tener cada vez menos sexo con mi marido. Con mi suegro fueespaciado porque al yo trabajar tenía menos tiempo, pero igual lo hacíamos.Festejábamos cualquier cosa, un cumpleaños, un partido de futbol, lo que fuera,ganaba Nacional un clásico y festejábamos, ganaba Peñarol y lo mismo empatabany festejábamos. Cualquier cosa servía para tener sexo.
Así seguimos hasta que llegué a los 27 años, y eso locontaré después
Ese día, en que pasó lo que pasó, me convirtió en una mujercon dos maridos. Tuve tres etapas, al principio, me pareció divertido, despuésme empezó a gustar y la tercera etapa fue la peor, estaba completamentedominada por mi suegro, pasó a ser una necesidad y yo me sentía su cierva. Esastres etapas duraron un total de diez años, lo que duró mi matrimonio. Para mique viví mis primeros 18 años en un frasco, cuando lo abrieron pasé a ser otrapersona.
Pude llevarlo bien en mi relación con Ismael, diría que alprincipio me sirvió para mejorar nuestra intimidad, pero después cada año quepasaba, aumentaba mi incomodidad hasta que llegó el día en que tomé la decisiónde separarme.
Ese primer año fue una locura, mi suegro era fanático de lasposiciones, quería hacerlo de diferentes maneras y yo era su muñeca inflable.Me dijo un día, enséñale estas cosas a Isma que se va a poner loco. Yo le decíaque como voy a enseñarle cosas que él sabe que no las se? Le digo que tu me lasenseñaste? No, me dijo, dile que de aburrida te pusiste a ver pornografía enlas revistas y se las muestras. Yo te traigo. Escóndelas y se las muestras.Toda una locura. Pero ue pasó? A Ismael le encantó que yo comprara esasrevistas (se creyó la historia) y hacíamos lo mismo que con su padre. Por esodije, ese primer año fue, si se quiere, y empleando algo de humor negro,divertido.
Como él me dijo, me enseño muchas cosas. Lo primero fue quele chupara el pene. Eso llevó un tiempo, porque al principio me daba ciertoasco arrimar eso a mi boca. Empecé tocándoselo, ,uego ayundando con mis manos aque se pusiera dura, luego que se la besara y por ultimo logré pasarle lalengua, y les diría que me gustó ese saborcito salado que tenía y aprendí achupar. Recién cuando lo hice dos o tres veces con mi suegro, se lo hice a mimarido, casi se muere y la primera vez me terminó en la boca, fue muydesprolijo todo. Pero le encantó. Se ve a los hombres les gusta eso. Despues mehizo depilar y me comenzó a chupar él a mi. La verdad Ismael se comportaba mejory me hacía disfrutar mas que su padre. Mi suegro era muy ansioso y llegó amorderme alguna vez. Lo único que Isma no pudo hacer fue levantarme y hacérmeloparado y yo colgada de su pene y de su cuello. La primera vez que lo hizo casime mata, fue el día de mi cumpleaños y fue en un hotel.
A propósito luego del primer año, yo empecé de nuevo losestudios, entonces nuestros encuentros no fueron mas en casa sino que me pasabaa buscar por el instituto y me llevaba a algún hotel.
Era todo una locura, esa etapa duró como tres o cuatro años.Hasta que terminé los estudios de Administración de empresas y di el First deIngles. A partir de ahí empecé a trabajar, ya tenía 23 años, mi cuerpo habíacambiado algo, tenía mas caderas y mis senos eran un poquito mas grandes.
Fui un día a un ginecólogo para una revisión normal que mepidieron para el carnet de salud del trabajo y me aconsejó que dejara de tomarpastillas cuatro meses. Cuando salí del médico curiosamente al primero que selo dije fue a mi suegro y le pedí que dejáramos de hacerlo hasta que pasara eseplazo. El prometió respetarme, y, curiosamente también, lo respetó. Mi maridodijo que era la oportunidad para tener hijos, a lo que le dije que queríaesperar un tiempo mas. y se aguantó, porque yo le dije que con preservativos noquería hacerlo. Esos cuatro meses me sirvieron para descansar, reflexionar, verque hacer que se yo, todas esas cosas. Fue totalmente increíble que nadiesupiera que estaba pasando. Mas increíble fue mi actuación al principio frentea mi suegra, siempre un dulce conmigo, y mi marido. Creo que con mi marido fuemas fácil pues estaba enamorado de mi y, además era un tipo mas bien débil decarácter. Después me acostumbré, y como en el paso del tiempo fue aumentando laconfianza entre nosotros, ya nos tratábamos de otra manera. Al final fueronunos seis meses que estuve fuera del ruedo, por llamarlo de alguna manera, yahí me di cuenta, en ese tiempo, que necesitaba tener sexo con mi suegro. Hastael momento que paramos yo creí que lo hacía porque el lo pedía, pero al cabo deese tiempo me di cuenta que no necesitaba. De hecho me reinauguré con él.Fueron tres horas en un telo de película, mi entrada se había cerrado algo conel tiempo de inactividad, pero la supo poner en forma muy rápido. Su pene conlas venas hinchadas lo recuerdo vívidamente hasta el día de hoy. Hicimos detodo, parados, chupadas, cucharita, le hice una cabalgata que se la dejé degoma. Fue brutal. A los tres días de eso recién le avisé a mi marido quepodíamos. Si bien fue lindo, no fue ni la cuarta parte que con mi suegro. Asífue que comencé a tener cada vez menos sexo con mi marido. Con mi suegro fueespaciado porque al yo trabajar tenía menos tiempo, pero igual lo hacíamos.Festejábamos cualquier cosa, un cumpleaños, un partido de futbol, lo que fuera,ganaba Nacional un clásico y festejábamos, ganaba Peñarol y lo mismo empatabany festejábamos. Cualquier cosa servía para tener sexo.
Así seguimos hasta que llegué a los 27 años, y eso locontaré después
3 comentarios - Historias de mi vida