Pero además María del Carmen tuvootra en la semana, con su rubro preferido. No conforme con coger con su esposa Mónica,se acordó de Ana María, recordemos vecina de mi potra Estela, a quien comotantas encuentra en las reuniones de las pelirrojas. Tanto pensó y se ratoneóque si no estaba Moni, se masturbaba con Ana. Pero quiso realizarlo con ella,así que le pidió el número a Estela, y ésta, que no escatima en favores, se lopasó nomás. Carmen llamó a Ana diciendo la misma boludez de siempre, que ya tevi pero quiero conocerte mejor. Y Ana María, chocha de conocer gente, más sison mujeres que la hagan pasar una buena noche, dijo sí, encantada, y la invitóa cenar a su casa. Carmen llevó dos docenas de sandwiches de miga y Ana pusootras cositas. Y sobre todo, ambas se pusieron elegantes al tope. Carmen vistiófino tapado de paño con piel, pollera y botas, y Ana María se vistió conchaqueta y pollera de cuero negra, medias negras y tacos altos, muy maquilladay se roció de un perfume muy fuerte, ni qué hablar la lencería. Muy caliente,Ana la esperó y cuando Carmen llegó, la abrazó fuerte y besó en la cara como sila conociera de años.
Carmencita se volvió loca al ver aAna toda de cuero, la abrazó, besó fuerte pero normal, elogió, Ana a ella, lasdos se pusieron cómodas, Carmen dejó la cartera y los de miga, Ana preparó todoy las mujeres cenaron los sandwiches con cerveza románticamente en el comedorapenas iluminado. Carmen, con un sandwich en la mano, le charlaba muy pegaditay le convidaba a Ana, que estaba deseosa por que una gorda se le acostara,mientras la otra tenía ganas de probarla sabiendo sus locuras con Estela ydemás. Luego el postre, cafecito y enseguida, Ana tuvo la idea y abrió otracerveza con la que invitó a su huésped a ponerse alegres, más de lo que yaestaban. Carmen aceptó, ambas empezaron a tomar y pasó lo imaginable.
En menos de diez minutos, lasmujeres estaban borrachas pero seguían dándole, Ana traía otra cerveza, inclusole daba un estimulante sexual a su invitada. No tardaron en empezar atoquetearse, mimosearse y enseguida, Carmen la agarró a Ana y tras mimo en lapera con la mano abierta, le dio besoteen la roja boca de su nueva amiga. Ana María excitada se lo devolvió, la otratambién, crecieron los besos, mimos, la borrachera, la ingesta de alcohol yvolaron a la concha de su madre. Loca, Carmen la sujetó a Ana, la estampócontra la heladera, le bajó el cierre de la pollera de cuero mientras lamanoseaba, le vio la bombacha eroticona, se la bajó y sin juego, sacar de sucartera ni nada, le metió sus largos y gordos dedos en la cola. Ana gritó deplacer, pidió ser reventada y Carmen lo hizo bien duro, moviendo sus dedos paraadelante y atrás hasta que Ana María pegó grito de placer y largó un montón deflujo, haciéndose encima la bombacha y la pollera de cuero. "Aaah, mamita,sacame todo y dame por la concha", pidió Ana, loca de alegría y totalmenteborracha. Como pudieron, las mujeres fueron a una pieza de la casa, Carmen lesacó la ropa de cuero a Ana, se desnudó en minutos, la vio a su amiga enropita, agitada la volvió a sujetar, la manoseó bien por todo el cuerpo, learrancó el corpiño y manoseándole el culo, la obligó a sacarse la bombacha. AnaMaría volvió a largar flujo de la calentura y se sacó suave y excitada subombacha, la tiró suave al piso. Y ahí…
Y ahí sí, María del Carmen fueuna tromba. Gorda de más de 100 kilos arriba de una delgadita tipo Estela,deunos 60 ponele. La abrió, le volvió a meter dedos, le dio con jugueteslubricados por vagina, cola, ambas vías, Ana volvió a acabar, Carmen también,se chuparon las conchas, se besaron con la boca con flujo, Carmen no paró deretorcerla a Ana, sus tetas, cuerpo, cara, cola, piernas, todo. Borrachísimas,porque seguían tomando mezcla de no sé qué, las mujeres se enzarzaron durísimodurante dos horas y pico más. Ana disfrutó el corpacho, potencia física,salvajismo y dominación de María del Carmen, que le dio con lo que tenía a mano,de su cartera y lo que hubiera en la casa. Y así ambas cumplieron su sueño,otras dos coloradas enredadas en una noche de pasión y amor. Pasión, amor y bombachasempapadas de flujo a rabiar.
Carmencita se volvió loca al ver aAna toda de cuero, la abrazó, besó fuerte pero normal, elogió, Ana a ella, lasdos se pusieron cómodas, Carmen dejó la cartera y los de miga, Ana preparó todoy las mujeres cenaron los sandwiches con cerveza románticamente en el comedorapenas iluminado. Carmen, con un sandwich en la mano, le charlaba muy pegaditay le convidaba a Ana, que estaba deseosa por que una gorda se le acostara,mientras la otra tenía ganas de probarla sabiendo sus locuras con Estela ydemás. Luego el postre, cafecito y enseguida, Ana tuvo la idea y abrió otracerveza con la que invitó a su huésped a ponerse alegres, más de lo que yaestaban. Carmen aceptó, ambas empezaron a tomar y pasó lo imaginable.
En menos de diez minutos, lasmujeres estaban borrachas pero seguían dándole, Ana traía otra cerveza, inclusole daba un estimulante sexual a su invitada. No tardaron en empezar atoquetearse, mimosearse y enseguida, Carmen la agarró a Ana y tras mimo en lapera con la mano abierta, le dio besoteen la roja boca de su nueva amiga. Ana María excitada se lo devolvió, la otratambién, crecieron los besos, mimos, la borrachera, la ingesta de alcohol yvolaron a la concha de su madre. Loca, Carmen la sujetó a Ana, la estampócontra la heladera, le bajó el cierre de la pollera de cuero mientras lamanoseaba, le vio la bombacha eroticona, se la bajó y sin juego, sacar de sucartera ni nada, le metió sus largos y gordos dedos en la cola. Ana gritó deplacer, pidió ser reventada y Carmen lo hizo bien duro, moviendo sus dedos paraadelante y atrás hasta que Ana María pegó grito de placer y largó un montón deflujo, haciéndose encima la bombacha y la pollera de cuero. "Aaah, mamita,sacame todo y dame por la concha", pidió Ana, loca de alegría y totalmenteborracha. Como pudieron, las mujeres fueron a una pieza de la casa, Carmen lesacó la ropa de cuero a Ana, se desnudó en minutos, la vio a su amiga enropita, agitada la volvió a sujetar, la manoseó bien por todo el cuerpo, learrancó el corpiño y manoseándole el culo, la obligó a sacarse la bombacha. AnaMaría volvió a largar flujo de la calentura y se sacó suave y excitada subombacha, la tiró suave al piso. Y ahí…
Y ahí sí, María del Carmen fueuna tromba. Gorda de más de 100 kilos arriba de una delgadita tipo Estela,deunos 60 ponele. La abrió, le volvió a meter dedos, le dio con jugueteslubricados por vagina, cola, ambas vías, Ana volvió a acabar, Carmen también,se chuparon las conchas, se besaron con la boca con flujo, Carmen no paró deretorcerla a Ana, sus tetas, cuerpo, cara, cola, piernas, todo. Borrachísimas,porque seguían tomando mezcla de no sé qué, las mujeres se enzarzaron durísimodurante dos horas y pico más. Ana disfrutó el corpacho, potencia física,salvajismo y dominación de María del Carmen, que le dio con lo que tenía a mano,de su cartera y lo que hubiera en la casa. Y así ambas cumplieron su sueño,otras dos coloradas enredadas en una noche de pasión y amor. Pasión, amor y bombachasempapadas de flujo a rabiar.
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