Hola gente, les traigo un nuevo relato. Espero les guste. Comenta y comparte. Si te sobran unos puntitos, son bienvenidos. Gracias.
Tengo otros relatos anteriores, sino los viste, acá está el primero.
http://m.poringa.net/posts/relatos/3180489/Problemas-en-el-trabajo-I.html
Clases Particulares.
Siempre fuí buen estudiante. Aunque mi conducta era pésima. Me incluyeron en las olimpiadas de Matemáticas. Todas las tardes, después del colegio acudía a la casa de mi profesora. Ahí repasábamos los temas que se evaluaban periódicamente. Siempre me había parecido una hermosa mujer. Alta, de grandes senos y con una brillante cabellera rubia. Estaba divorciada desde hacía tiempo.
Creo que puedes llegar muy lejos -me dijo- sos muy inteligente. Con la profesora que tengo -respondí- es mucho más fácil. Tomamos un recreo y empezamos a hablar de la vida, la familia y el colegio. Tenés novia? -me preguntó-. Nunca tuve suerte con las chicas -me lamenté-. Se acercó a mí y me miró fijamente. Sos un chico muy lindo -me dijo-. Usted es una mujer maravillosa -susurré-. Sonrió y me besó tiernamente en la boca. Me animé a tocar su cintura. Su boca era delicada y dulce. Su lengua y la mia se acariciaban mutuamente. Tuviste sexo alguna vez? -me preguntó-. No -respondí-. Hoy estás de suerte -sentenció-.
Sus senos eran suaves, firmes y de perfecta forma. Los lamí con desesperación. Tranquilo -me dijo- tenemos toda la tarde. Sus pezones marcados eran una delicia. Estaba muy excitado. Mi erección se notaba a simple vista. Ella desprendió mi pantalón y tomó mi pene con sus manos. Empezó a besarlo dulcemente sin levantarse de la silla. Luego con su lengua lo recorrió por completo. Lamió mis huevos y comenzó a succionar mi pija con ganas. Nunca había experimentado esa sensación. Ahora es tu turno -me dijo-.
Levantó su pollera y se quitó su pequeña tanga. Abrió sus piernas recostada sobre la silla. Me arrodillé frente a ella y comencé. Su vagina era deliciosa. Su vello púbico era abundante, pero no me molestaba. Ella me indicaba donde y como debía lamer. Fue una clase muy provechosa. Mi lengua disfrutaba con su concha húmeda. Luego me guió hasta su cama. Me recosté y ella sobre mí.
Introdujo mi pene erecto en su vagina caliente. Comenzó a montarme. Lentamente primero, con más ritmo después. Te gusta? -me preguntó-. Me encanta -le dije mientras apretaba sus tetas-. Cambiamos de posición. Ella se acostó con sus piernas abiertas. Metí nuevamente mi pija en su hermosa concha. Comencé a cojerla con fuerza. No pares -me decía constantemente-. Mi pene no soportó más y mi semen salió disparado dentro de su vagina. Quedé extenuado. Me recosté a su lado. Siempre supe que eras un buen alumno -me dijo-. Con la profesora que tengo, imposible reprobar.
FIN.
Tengo otros relatos anteriores, sino los viste, acá está el primero.
http://m.poringa.net/posts/relatos/3180489/Problemas-en-el-trabajo-I.html
Clases Particulares.
Siempre fuí buen estudiante. Aunque mi conducta era pésima. Me incluyeron en las olimpiadas de Matemáticas. Todas las tardes, después del colegio acudía a la casa de mi profesora. Ahí repasábamos los temas que se evaluaban periódicamente. Siempre me había parecido una hermosa mujer. Alta, de grandes senos y con una brillante cabellera rubia. Estaba divorciada desde hacía tiempo.
Creo que puedes llegar muy lejos -me dijo- sos muy inteligente. Con la profesora que tengo -respondí- es mucho más fácil. Tomamos un recreo y empezamos a hablar de la vida, la familia y el colegio. Tenés novia? -me preguntó-. Nunca tuve suerte con las chicas -me lamenté-. Se acercó a mí y me miró fijamente. Sos un chico muy lindo -me dijo-. Usted es una mujer maravillosa -susurré-. Sonrió y me besó tiernamente en la boca. Me animé a tocar su cintura. Su boca era delicada y dulce. Su lengua y la mia se acariciaban mutuamente. Tuviste sexo alguna vez? -me preguntó-. No -respondí-. Hoy estás de suerte -sentenció-.
Sus senos eran suaves, firmes y de perfecta forma. Los lamí con desesperación. Tranquilo -me dijo- tenemos toda la tarde. Sus pezones marcados eran una delicia. Estaba muy excitado. Mi erección se notaba a simple vista. Ella desprendió mi pantalón y tomó mi pene con sus manos. Empezó a besarlo dulcemente sin levantarse de la silla. Luego con su lengua lo recorrió por completo. Lamió mis huevos y comenzó a succionar mi pija con ganas. Nunca había experimentado esa sensación. Ahora es tu turno -me dijo-.
Levantó su pollera y se quitó su pequeña tanga. Abrió sus piernas recostada sobre la silla. Me arrodillé frente a ella y comencé. Su vagina era deliciosa. Su vello púbico era abundante, pero no me molestaba. Ella me indicaba donde y como debía lamer. Fue una clase muy provechosa. Mi lengua disfrutaba con su concha húmeda. Luego me guió hasta su cama. Me recosté y ella sobre mí.
Introdujo mi pene erecto en su vagina caliente. Comenzó a montarme. Lentamente primero, con más ritmo después. Te gusta? -me preguntó-. Me encanta -le dije mientras apretaba sus tetas-. Cambiamos de posición. Ella se acostó con sus piernas abiertas. Metí nuevamente mi pija en su hermosa concha. Comencé a cojerla con fuerza. No pares -me decía constantemente-. Mi pene no soportó más y mi semen salió disparado dentro de su vagina. Quedé extenuado. Me recosté a su lado. Siempre supe que eras un buen alumno -me dijo-. Con la profesora que tengo, imposible reprobar.
FIN.
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