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Mi timidez y mis tías 7

Pero el tiempo no se detiene y tuve que volver a casa de mi tía Ana y a la rutina de los estudios, Ana me recibió con gran alegría, mi tío estaba en casa otra vez y habían salido varias veces a cenar fuera en mi ausencia, me alegré por ellos.
Una tarde mi tía salió de compras, Jorge prefirió no salir, estaba saturado de compras, yo tampoco tenía nada que hacer y aunque mi tía me invitó a acompañarla mi tío me convenció para que la dejara ir sola.
Al rato de estar en casa viendo una película mi tío fue al mueble bar y trajo una botella de ron y algunas colas, yo acerqué dos vasos y sirvió sendos cubalibres, los primeros fueron de risas y bromas pero ya con la cabeza un poco embotada mi tío me puso la mano en la rodilla y con ojos vidriosos me preguntó…
-       Manu, tu quieres a tu tía?
En un principio me sorprendió, luego me aterrorizo, quizá se había enterado de todo.
-       Claro tío, porque lo preguntas?
-       Necesitaba saberlo y a mí me quieres?
-       Naturalmente Jorge, eres el mejor tío que podría encontrar.
-       Es que tengo que contarte una cosa, pero primero prométeme que no se lo dirás a nadie, a nadie entiendes? Ni a tu madre.
Trague saliva, no sabía por dónde iban los tiros, por supuesto, lo prometí, el se sentó a mi lado, su aliento era ron casi puro.
-       Mira Manu, tengo un problema, yo quiero mucho a tu tía, pero mucho, y me consta que ella también a mí, pero aún así nos falta algo muy importante, un hijo.
-       Pero hay un problema, no lo podemos conseguir, estuvimos a punto de adoptar uno, también miramos el tema de la fecundación asistida y demás, pero nos hicimos análisis los dos y estamos perfectamente, yo tengo millones de bichitos muy activos y Ana tiene unos ovarios de primera, pero aún así no lo conseguimos, ya no sabemos qué hacer, tu tía ya se está conformando pero yo no, quiero agotar todas las posibilidades.
-       Hemos visitado a varios médicos y el único que me ha dado esperanzas es un sexólogo, me ha dicho que el problema lo tengo yo, tengo eyaculación precoz, o sea que me corro enseguida y no le doy tiempo a que tu tía saboree mis bichitos.
-       He estado cavilando mucho y he llegado a la conclusión que si yo eyaculo cuando ella tiene el orgasmo cerca, se quedará embarazada.
-       Lo he hablado con tu tía, primero en broma pero poco a poco parece que la he convencido, pero el mayor inconveniente es encontrar a alguien que se quiera prestar a ayudar y que le guste a Ana.
-       Yo sé que es una barbaridad lo que te voy a pedir, pero estoy desesperado y veo sufrir a tu tía sin esperanzas.
Yo le oía alucinado, no lo podría creer pero estaba a punto de conocer la propuesta de Jorge, me daba pena verle tan agobiado y le quería ayudar.
-       La idea que he tenido es la siguiente, pero si no te gusta, dímelo con toda confianza.
-       Como el problema parece ser mi rapidez en correrme, había pensado en que eyacularía en el mejor momento receptivo de Ana, o sea cuando esté más excitada y así mi esperma la preñaría, solo tendrías que calentarla digamos, luego ya la preño yo.
-       Dicho así suena muy mal, parece egoísta y que no pienso en ti ni tu opinión, pero lo harías por tu tía Ana y por mí, claro.
-       Qué opinas?, bueno no hace falta que me contestes ahora, claro, piénsalo.
-       Te voy a contar un secreto, en mis viajes a veces he follado con alguna clienta y la verdad, he funcionado bastante bien, pero con tu tía me gusta tanto que me caliento y zas, en dos minutos he terminado.
-       Y tú qué tal?, perdona que te pregunte, pero es para tener una idea, aguantas más que yo?
Yo le contesté tímidamente.
-       La verdad tengo muy poca experiencia, no sé lo que es normal, pero te puedo enseñar algo que te puede dar una idea.
Fui por mi tableta, la encendí y le enseñe la película que le había hecho a Tere mi profe, follando.
-       Mira, por curiosidad y un poco de morbo, grabé esta película con una chica, dime si lo hago bien.
Mi tío miraba y miraba admirado, a veces se rascaba en la bragueta.
-       Esto lo has hecho tú?, eres tú?, claro, te ves perfectamente, joder, que barbaridad, que aguante, y la chica se deshace bajo de ti, que envidia me das, claro que sirves, perfectamente además, y a tu tía si lo viese también le gustaría.
-       Vale pues si te parece lo iré organizando, ya te diré algo, si te parece bien, claro.
-       Bueno, no sé si estoy seguro, pero me alagas demasiado.
Cuando al día siguiente mi tío fue a la oficina mi tía vino a mi habitación corriendo.
-       Manu no tienes que contarme algo?, que te ha propuesto Jorge? Que te ha dicho, cuéntame!
-       Solo me ha contado un problema que tiene y quiere solucionar.
-       Es más que un problema, y a ti que te parece?
-       Por mi parte no hay inconveniente sobre todo si estoy contigo, pero tengo dudas de que luego no le guste y me tome manía y se rompa la armonía que tenemos los tres.
-       No creo, tenemos demasiadas ganas de tener un hijo.
Mi tío no tardo mucho en darme noticias, ya lo tenía todo previsto, cenaríamos en casa y después nos iríamos a la cama.
Le pregunté qué había opinado mi tía y me dijo que le daba mucho apuro estar con su sobrino, tan joven, pero que lo prefería a cualquier desconocido.
-       Unos días antes hablaremos los tres de todo y así no habrá tanta tensión.
Nos fuimos a cenar una noche, mi tía muy arreglada y en una mesa en un rincón del restaurante mi tío planteó el tema, mi tía mirando al suelo, apenas hablaba y yo estuve con la cara colorada, mi tío eufórico ya se veía con un crío en brazos y todo le veía fácil.
-       Qué os parece pareja? Todo parece perfecto, más confianza que vosotros es imposible así que no habrá que pasar apuros ni vergüenzas.
-       El sábado que viene sería un día ideal, cenaremos en casa y sin presiones lo hacemos, todo fluirá muy bien.
Mi tía me estaba paseando su pié descalzo por mi entrepierna y yo tenía la polla sufriendo bajo el pantalón, cuando nos levantamos me fui al servicio dando una excusa.
El sábado mi tío había comprado unos alimentos de gourmet, todo especial, el champan francés por supuesto y el resto acorde, mi tía había cocinado una de sus especialidades sencillas pero exquisitas y yo preparé la mesa con todo detalle.
Mi tío en la cena todo era dar muestras de cariño a mi tía, caricias, besitos, etc. Yo procuraba desviar mi mirada para no ponerla violenta.
Cuando terminamos nos sentamos a tomar unas copas, mi tío como estaba previsto se pasó pero cuando nos fuimos a la habitación parece que se rehízo, él fue quien rompió el hielo y empezó a besar a Ana, la fue desnudando poco a poco, mientras me animaba a mí a colaborar, el se quitó toda la ropa, cuando ella se quedo e bragas y sujetador yo en bóxer procuraba ocultar mi excitación, el tenía la polla en alto ya, cuando mi tía se bajó las braguitas lentamente en mi honor, mi tío ya tenía la polla a punto de reventar, me animaba que le quitara el sujetador, lo hice tímidamente, como si la fuera a romper, él se impacientaba y quería metérsela ya, pero mi tía lo frenó en seco.
-       Un momento Jorge, ya sabes lo que te pasa, primero Manu tiene que hacer su labor y al final entraras tú en escena.
Mi tío rechinaba los dientes pero se retiró unos pasos, se sentó en un silloncito, mi tía se acercó a mí y me fue bajando los calzoncillos, yo estaba avergonzado, con mi tío mirando la polla la tenía caída.
-       Ves? El chico necesita ayuda, es joven y está avergonzado, tendré que ayudarle, lo hago?
Mi tío desde el sillón le dijo con la mano que tenía permiso, adelante.
Ana se acercó y se arrodilló frente a mí, las tetas pequeñas permitían que le viera hasta el coño desde arriba, ella examinó mi polla como si no hubiera visto otra, retiró el prepucio, tocó el frenillo y le daba la vuelta, luego lo olió, con el dedo le presionaba, después con la punta de la lengua lo tocó, le siguió un leve lengüetazo, mi tío a dos metros gruñía, Ana besaba el capullo, acariciaba mis huevos y sopesaba el tronco, cuando abrió la boca y se metió el glande entero, creí morir, no quería empalmarme enseguida, me puse a pensar en cosas intrascendentes, pero solo lograba ver a Tere, Lisa, Elena, Julia, Emi e incluso a Clara, aun era peor, mi tía había pasado una mano entre mis piernas y me atraía hacia su boca llena de mi polla, no me podía escapar, me estaba dando una mamada de antología delante de su marido, él con la polla en la mano no tenía ni la opción de hacerse una paja, tenía que reservarse para el final.
Ana hizo como que no podía ponerme la polla a tono y me dijo que le comiera el coño a ver si así me animaba, le pidió parecer a Jorge que tuvo que decir que sí.
Se puso delante de mí y separando las piernas con dos dedos separó los labios, el clítoris apareció brillante, me arrodille frente a ella y le pasé la lengua, no pudo evitar un calambre, mi tío gimió como si se lo hubieran hecho a él, mi boca succionó el coño, el clítoris creció al quitarle su piel, los labios brillaban y Ana empezó a gemir, procurando no demostrarlo para que Jorge no intentara intervenir, cuando el coño parecía una piscina me dijo que volvería a intentar empalmarme, se metió la polla entre los labios del coño y la abrazo, se frotaba el clítoris con mi glande, mi polla empezó a crecer, cuando ya la tenía dura le dijo a su marido que se acercara, él saltó del sofá y se acerco a nosotros.
Ana le quitó la mano de la polla y se la metió en la boca, se la puso otra vez a tope, mientras me dijo que le mordiera los pezones, lo hice mientras mi mano se paseaba por sus nalgas, el dedo buscó el coño y lo introduje hasta dentro, al sacarlo estaba chorreando, lo pasé por el circulo oscuro y lo metí despacio, pero al notar que mi tío le acariciaba el clítoris tuve que quitarlo, mi tía se quedó despagada.
Ahora nos tenía a los dos cogidos por la polla, dos pollas de su gusto y dispuestas a follarla, me tumbo en la cama y se sentó sobre mí, frente a ella Jorge veía como mi polla se metía en su coño, imagino el rato que estaría pasando, el coño de su mujer empalado por la de un crío, pero el sacrificio valía la pena, veía como Ana saltaba sobre mí, su cara decía que estaba cerca del orgasmo, yo en el medio de la cama con Ana sobre mí de espaldas y mi tío delante viendo el espectáculo, Ana saltaba y saltaba sobre mi polla, estaba a punto de correrse cuando se cambió y levantándose un poco se puso mi capullo en su ano dilatado, se dejó caer suavemente y se fue hundiendo en él, con la mano llamó a Jorge, se echo hacia atrás sobre mí y le ofreció su coño abierto, yo creo que no llegó a ver mi polla a tres centímetros dentro de ella pero, me daba igual, se lanzó encima y se la metió de golpe, ella la agradeció, estaba muy caliente y dos pollas son mejor que una, note como me rozaba a través del culo, le entraba en su coño, hasta los empujones que hizo enseguida corriéndose, mi tía totalmente abierta solo sostenida por mí, cogiéndole de los pezones, las piernas abiertas por encima de su cabeza, se corrió salvajemente, vibro toda ella y me hizo correrme a mí también, cuando nos quitamos, el semen bajaba por sus muslos, mezclados y espesos, se quedaron abrazados, yo me escurrí desde bajo, y saliendo discretamente de la habitación me fui a la ducha.
Al día siguiente temía encontrarme de cara a Jorge, no sabía su reacción, pero pronto tuve que superarlo, estaba desayunando, me miró serio pero se levantó y me ofreció su silla mientras buscaba otra para él, sonriendo me dijo…
-       Muy bien Manu, lo hiciste muy bien, Ana lo pasó peor, pero tú muy bien, te confieso que al principio yo también lo pase mal, pero al final fue especial, me la pusiste en bandeja, seguro que se ha quedado preñada.
-       Y si no se ha quedado?, dije tímidamente.
Jorge se quedó callado un momento, pensativo. Luego me dio una palmada en la espalda.
-       No te preocupes, lo volveremos a intentar las veces que haga falta, ahora ya se ha roto el hielo, verdad?
-       Si tú lo dices…
Mi tía estaba muy cariñosa ahora con mi tío, haciéndole carantoñas y poniendo posturas de preñada en broma, mi tío estaba orgulloso y le tocaba a cada momento el vientre.
A los pocos días tuvo que volver a viajar, le costó bastante, me consta que a mi tía también, cuando se marchó me dejó encargado que la cuidara bien y estuviera pendiente si se ponía enferma o algo, se lo prometí, claro.
La primera noche Ana fue a buscarme a mi habitación, necesitaba que le hiciera compañía, me fui con ella, me abrazo nada más acostarme, me dio las gracias por haberlos ayudado, estaba convencida que se quedaría embarazada con este sistema, yo me sentí alagado.
Cuando dijo esto me cogió la polla y me dijo…
-       Estoy convencida que con esta polla ya estaría preñada hace mucho.
-       En otras circunstancias me encantaría, le dije.
Me tumbe sobre ella, abrió sus piernas para recibirme, me abrace y entré sin dificultad, mi polla estaba como en su casa, ella me estrujaba con su pelvis y yo la abrazaba, me gustaba hacerlo, sentía un cariño especial por Ana, después de mi madre era la persona que más quería y además follaba como los ángeles, estuve un rato metiéndola suavemente oyendo su corazón junto al mío, de pronto, caí en la cuenta, levanté el pecho y me apoye con las manos, sin sacarla le pregunté…
-       Entonces… ya no podré correrme dentro de ti?
-       Pues… ya no me tomo las píldoras, pero podemos usar condones, o aventurarnos a pinchar, de todas formas cuanto más probemos más pronto me quedaré y luego estaré 9 meses libres para follar contigo a pelo sin peligro.
-       Eso de probar mucho me gusta, me dio pena Jorge mirándonos follar sin poder intervenir, pero al final salió bien, es un tipo estupendo.
-       Es cierto, lo amo mucho, pero tú eres mi hombre, me elevas al cielo.
-       Me gustaría ver correrte ahora solo para mí.
-       Eso no es difícil, ya estoy a punto hace rato, solo con meterla me enciendes el coño.
-       Pues córrete, luego me correré en tus tetas.
-       Uf, mis tetas, ya me gustaría que fueran unas tallas más, sobre todo para ti que las pudieras agarrar y morder.
-       Todo no son tetas grandes, me encanta como estás, y los pezones me vuelven loco.
-       Ya hablaremos de las tetas.
-       Casi no terminó la frase, me abrazó clavándome las uñas en la espalda, me rodeó con sus piernas y se deshizo entre convulsiones.
-       Cuando se calmó se puso en cruz y subiéndome sobre su pecho me cogió la polla y la sacudió hasta sacarme toda la leche sobre sus tetas, los pezones estaban llenos de crema.
Por la tarde fui al centro, en un gran almacén compré un antivirus para la tableta, cuando salí en la acera mi encontré de cara con Cris, mi tía iba de la mano con una chica pelirroja un poco mayor que ella, y al lado de ésta una chica joven, más o menos de mi edad, todavía más pelirroja que la otra, parecía su hija, mi tía me saludó pero me pareció un poco fríamente, me presentó a Susana y a su hija Adela, nos besamos y estuvimos charlando brevemente, Susana entonces dijo que iba a comprar un lápiz labial y se fue con su hija, mi tía me miraba ceñuda, le pregunté por su amiga Sofía, todavía recuerdo su cuerpo sensual, ella me dijo con cierto rencor…
-       Cabrón, por tu cúlpame me dejó, al probar tu polla por primera vez, le gusto y luego se ligó a un tío, al principio lo compartimos, pero luego se fue con él y me dejó plantada. Ah! Te advierto que no te acerques a Susana, la quiero solo para mí.
Levanté los brazos en señal de rendición, le pedí perdón si había sido la causa de la ruptura, en ese momento llegaron Susana y su hija, me dijeron que iban con prisa porque tenía cita con el dentista, a Susana se le ocurrió que Adela se aburriría en la sala de espera, yo me ofrecí a acompañarla mientras ellas estaban ocupadas, la chica era guapa y sobre todo exótica, el pelo rojo azafrán, la cara pecosa, los brazos, el escote, las piernas, toda ella era un montón de pecas, salimos paseando por la acera de las tiendas las tiendas llenas, la gente no nos dejaba andar, la invité en una terraza de una cafetería, mientras nos traían las bebidas me contó que era hija única y que conocían desde hacía poco a Cris, le dije que era hermana de mi madre y que tenía otra tía más, me preguntó si tenía padre, yo le dije que no, que había muerto ella me sorprendió…
-       En cambio yo tengo muchos, pero no los conozco.
-       Perdona, dirás que tienes uno y no lo conoces.
-       No, no, es verdad tengo muchos pero no sé quienes son,
-       No me tomes el pelo, como vas a tener muchos?
-       Bueno te lo voy a contar, pareces de confianza, mi madre no me deja relacionarme con chicos, solo estoy con chicas, hoy porque eres sobrino de Cris.
-       Mi madre como habrás deducido solo se relaciona con mujeres, desde pequeña les ha tenido aversión a los hombres, cuando era ya más mayor tenía ganas de tener un hijo pero de ninguna forma quería que fuera a través de un hombre, se planteó todas las opciones pero como era soltera era difícil, por aquel entonces trabajaba en una agencia de seguros, tenía varias compañeras y compañeros, con una compañera inició una relación, le contó sus ganas de ser madre, su amiga se lo contó en secreto a sus compañeras y pronto lo sabían todos, hasta los chicos, entre todos decidieron ayudarla y un viernes por la tarde cuando ya se habían ido los jefes mi madre y su amiga hicieron el amor en la sala de reuniones sobre la moqueta, fuera sus compañeros habían ideado un plan, las chicas les hacían una mamada a los chicos, allí había de todo, casados y solteros y ellas también, cuando la amiga de mi madre les avisó les hicieron correrse en vasos del dispensador de agua, mezclaron todo el esperma en un vaso grande y con una jeringuilla grande le introdujeron todo el semen en la vagina de mi madre, el resultado fue que al poco tiempo hicieron el control de embarazo delante de todos, lo celebraron con una gran fiesta, al poco tiempo empezaron las angustias y por indicación del médico tuvo que guardar reposo hasta que nací, cuando volvió ya habían trasladado la sucursal y perdió el contacto con ellos.
Me quedé asombrado, desde luego le tuve que dar la razón, cualquiera podría ser su padre, le insinué que si ella tenía los mismos gustos de su madre.
-       Pues la verdad no lo sé, nunca he tratado con ningún chico, mi madre me ha aislado siempre.
-       Pues es una pena, porque eres muy bonita y a tu edad deberías elegir por ti misma, seguro que le gustarías a todos los chicos.
-       Yo bonita?, que va, con este pelo rojo y tantas pecas no le gusto a nadie.
-       Como que no? A mí me encanta ese pelo es precioso, brilla como el sol, y las pecas me gustan mucho seguro que tendrás algunas que me gustarán mucho más aún.
-       Yo? si estoy llena de pecas todas feas, cuales te gustarían más, donde están?
Con la idea de animarla le quise demostrar que era una chica muy linda, le apunté con el dedo la camisa, le desabroché un botón, le miré a los ojos y ella me estaba esperando que le señalara las pecas, seguí soltándole el otro botón y le descubrí el sujetador juvenil que llevaba, ya tenía unas tetas bastante desarrolladas, la piel blanquísima estaba moteada de puntos rosados, volví a mirarle los ojos, seguía esperando el resultado, le bajé el tirante del hombro y la copa cayó dulcemente, dejando al descubierto el pezón, realmente era una peca bastante grande y rosada también, apenas sobresalía, pero al rozarlo un pequeño punto se destacó, un estremecimiento la sacudió, me dijo que le había dado frío, pagué la consumición y le invité a pasear, al llegar a un jardín le dije que nos sentaríamos en un banco, estaba bastante cubierto de vegetación, y al poco se encendieron las farolas, por suerte la más cercana no nos alumbraba, ella me dijo…
-        Manu de verdad me encuentras bonita? Y te gustan mis pecas?
-       Me encantas toda tú, te comería todas las pecas.
Ella me abrazó, la teta me presionaba la mano, solo tuve que meterla bajo la camisa, estaba fuera del sujetador y la abarqué entera, el pezón aunque pequeño salió duro, le busqué la otra, desabrochando todos los botones, en la penumbra de la noche su piel brillaba, le distinguía las dos bolas blancas, las besé, las sorbí y las mordí suavemente. Se apretaba contra mí acariciándome el pelo, sin querer, creo yo, apoyó la mano en mi entrepierna, notó como mi polla pugnaba por salir, me miró con ojos suplicantes, no se atrevía a decírmelo, pero le cogí la mano y la puse sobre mi miembro, ella lo agarró con desespero, no tuve más remedio que bajarme la bragueta y sacarla, ella la miraba maravillada, no se atrevía a tocarla, al fin lo hizo, me bajaba y subía el prepucio, el capullo se puso roja, solo decía…
-       Me gusta… me encanta, es preciosa, me dejas besarla?
-       Claro es toda tuya.
La lamió para notar el sabor, se la metió abarcándola con sus labios con cuidado de no morderme, le empujé la cabeza de abajo arriba y ella siguió el ritmo.
Mi mano pasó bajo su falda, sus muslos tibios se me hicieron cortos hasta llegar a las puntillas de sus braguitas, ella abrió las piernas y soltó mi polla, le pregunté…
-       Ahí abajo también tienes pecas?
-       Más que en ningún sitio, quieres verlas?
-       Me muero por verlas.
Separó las piernas los suficiente para que yo le ladeara un camal de la braga y vi su ingle blanca y pecosa, unos pelitos rizados como el azafrán asomaban por ella.
-       Deben ser preciosas.
-       Espera, me quitaré las bragas y las ves bien.
Se levantó la falda y abriendo la piernas me enseño el coño cubierto de vello rizado y rojo, los labios eran rosa pálido en contraste, le toqué separándolos, un botoncito pequeño asomaba tímidamente, lo acaricié y le hice suspirar, seguí metiendo los dedos hasta encontrar la estrecha vagina, ella me miró asustada, la tranquilicé, mira solo te meto el dedo un poco, es para que notes el calor de un hombre.
-        Entonces donde tienes más calor es en la polla, verdad?
-       Pues sí, pero a lo mejor no quieres que la ponga ahí.
-       Bueno si la pones solo como el dedo me gustaría notar tu calor.
-       Si es por eso lo haré.
Miré a mi alrededor y a lo lejos había otra pareja sentada en un banco, tampoco se les veían las manos, estaban a lo suyo.
No tuve que decirle que tenía que hacer, se puso delante de mí, se levantó la falda y se sentó sobre mis piernas, yo le acaricié el clítoris, se endureció bastante, ella espero hasta que le puse la punta de la polla en la entrada de la vagina, apoyó sus manos en mis hombros.
-       Ya noto el calor que das, me puedo sentar un poco más?
-       Puedes hacer lo que quieras, pero ya sabes lo que te puede pasar.
-       Si ya lo sé, no quiero que se me rompa nada, mi madre me mataría.
Se sentó con el glande metido dos centímetros en su vagina, se movía rozándose con él, yo le acariciaba el clítoris, su pecho se agitaba en una respiración cada vez más fuerte, de repente me dijo…
-       Manu, me encanta estar contigo, eres muy cariñoso, no se lo diré a mi madre, pero lo voy a hacer.
No me dejó replicarle, se sentó de golpe sobre mí, mi polla después de una leve resistencia se le metió hasta la mitad, al siguiente salto se coló hasta dentro, me abrazó y lloró en mi hombro de emoción…
-       Gracias Manu me has hecho mujer y estoy muy feliz.
Me besó en los labios, era un beso inexperto pero con todo el sentimiento de agradecimiento.
Estuvo unos momento abrazada a mí, luego se levantó me miró la polla un poco enrojecida con su sangre, se inclino sobre mi y la besó después de limpiarla.
Preferí no romper el encanto del momento y me guarde la polla sin haberme corrido.
Cuando volvimos a la calle de tiendas volvimos a sentarnos en la terraza, al momento vimos como llegaban Cris y Susana, llegaban con prisa, había mucha gente en la clínica e iban con retraso, cuando nos vieron no quisieron tomar nada, simplemente nos preguntaron si lo habíamos pasado bien, la chica le dijo a su madre que había estado muy a gusto, yo le conteste que tenía una hija que era ya una mujer preciosa, la madre se fue orgullosa, Cris me miró pero no acabó de tragárselo.
Continuará.

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