Nos habíamos contactado hace unos 10 días, un poco de chat en la página y luego pasamos a whatsapp. Intercambiamos audios y nos dimos cuenta que Kuki es todo un personaje: un tipo amistoso, desestructurado y charlatán. La buena vibra se sintió de toque, así que en los días venideros buscamos cuadrar un encuentro hasta que finalmente se dió para un Martes. Kuki tenía una tónica diferente a todos los contactos que tuvimos en el pasado: no era dominante en absoluto y era 100% hetero. Sabiendo de antemano esto, Eva comenzó a imaginarse otro tipo de encuentro: ‘en este vas a sufrir Pachu ya que no vas a ver y me voy a tomar mi tiempo para besarlo, calentar motores y disfrutar de la chota’.
Tocó el timbre en casa a las 20hs. Lo invité a pasar, le presenté a Eva y nos sentamos a charlar café mediante. Realmente Kuki es muy sociable (transmite esa sensación que parece que lo conocieras de toda la vida), así que se nos fué casi 1 hora hablando de bueyes perdidos. En un momento Eva recibió un llamado y se fué al patio a atenderlo. Cuando volvió después de unos 10 minutos, se paró detrás de Kuki y pasando su brazo por delante de él y acariciándole el pecho me dijo ‘no me lo maltrataste no…?’. Esa fué la señal que marcaba la finalización de la charla y daba comienzo al encuentro. Kuki se paró y Eva directamente me dice ‘nosotros nos vamos para arriba’. Recogí las taza de café, vacié el cenicero, pasé un trapo a la mesa. Me hice otro Nespresso, me prendí un pucho y me acerqué a la escalera con la intención de escuchar algo. El sonido de la respiración agitada de Eva bajaba por el hueco que comunica el 1er y 2do piso. Escucho el sonido de la apertura de la habitación y Eva me grita ‘Pachu, alcanzános por favor la mochila que dejó Kuki abajo!’. Busqué en la cocina y había una mochila colgada en el respaldo de la silla (seguramente con los preservativos adentro). Subí a llevarla y al entrar a la habitación pude ver que Kuki estaba parado sin la remera y Eva en tetas con la tanga puesta. ‘Gracias’ me dijeron y así sin más volví a bajar. Ya estaba avisado que Eva se lo iba a chapar un buen rato (cosas que me hace hervir los celos) y franelearlo. La puta le habrá chupado la pija largo tiempo ya que disfruta enormemente sentirla hasta la garganta. Al rato vuelve a llamarme y cuando entro a la habitación estaba Kuki cogiéndosela en 4. ‘Sentáte ahí a ver como me coge’. Tomé asiento y comencé a masajearme la chota disfrutando del espectáculo de Eva entregada a su macho. Aproveché a sacar unas fotos y filmar algo cuando cambiaron de pose. Sabiendo que Kuki tiene otra tónica y quizás no tanta experiencia, decidí bajar a fumarme un pucho para que se coja a mi mujer tranquilo y no cohibirlo con mi presencia. Los gemidos seguían bajando desde la habitación mientras Eva suspiraba frases como ‘dame tu leche’ ‘me gusta que me cojan todos’ y demás morbosidades. Al rato me volvió a llamar y me pidió la tanga que uso para pajearme. Sí, tengo una tanga de Eva en la cual cada vez que me pajeo le deposito toda mi leche. Pensé que Kuki había acabado y que Eva quería volcar el contenido del forro en la tanga (es que no da más de morbosa) pero cuando subí ella le estaba chupando la pija mientras él estaba arrodillado en la cama. Volví a sentarme y no pude aguantar las ganas de ponérsela un poco, así que me puse detrás de su carnoso culo y comencé a bombearla mientras seguía tragándose la chota de su macho. Decidí apartarme de la situación nuevamente y dejar que terminen tranquilos.
Al cabo de unos minutos escuché risas y charla así que imaginé que la sesión había acabado. Al toque recibo 2 fotos en whatsapp: la imagen de nuestras sábanas manchadas y otra foto con la tanga enlechada. Al rato bajaron ya cambiados. Eva puso el agua para unos mates y tuvimos una charla corta. El garche había durado aproximadamente 1 hora, así que mi mujer tenía cara de destruida.
Luego de despedirnos de Kuki con promesas de tener un 2do encuentro, fuimos a la cama a manosearnos un rato. Eva no daba más de calentura y yo tampoco. Toqué algo mojado con los pies y me di cuenta que era la tanga enlechada. ‘Ponéte esta tanga que te voy coger con la leche de tu macho pegada a la concha’ le dije. A Eva le encantan estas morbosidades, así que se la colocó y después de un poco de manoseo se puso arriba mio y comenzó a cabalgarme la chota todavía con la tanga puesta. Terrible acabada de ambos.
Aclaro q soy el Corneador, me sumo a parejas q quieran explorar fantasías
Si alguna pareja gusta y son Serios manden Mp
8 comentarios - Cuckold puro y duro - Bien morboso
van p